Manejando el estrés: ¿Qué es el afrontamiento?

“Si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse. Si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada”.

– Proverbio chino.

Cada momento que vivimos, que interactuamos, existen situaciones que tenemos que enfrentar, por enfrentar no me refiero a una lucha o algo por el estilo, sino a que tenemos que responder a las cosas que nos suceden, esto en psicología cognitivo conductual es conocido como afrontamiento.

¿Qué es el afrontamiento?

Afrontamiento es el proceso de manejar las demandas (internas o externas) que nosotros valoramos como que ponen a prueba o exceden nuestros recursos (Lazarus y Folkman, 1984, en Taylor, 2007).

Nuestros recursos son nuestras habilidades para resolver problemas, socializar y manejar nuestras conductas, pensamientos y emociones.

El afrontamiento se refiere a los esfuerzos que hacemos para responder a las situaciones que nos generan estrés, dependiendo de nuestra personalidad, podemos responder diferente, ya sea evitando, retando a la situación de estrés, esperando de forma menos activa y/o planeando formas de poder resolver las situaciones y ejecutar los planes, buscando un mejor resultado.

Además de estos estilos generales, hay dos principales formas de afrontar, si bien podemos tener un estilo general, hay estrategias que usamos con ciertos fines, algunas son para evitar sentirnos mal, no estresarnos, o no explotar con otros (centradas en la emoción), otras son para solucionar problemas (centradas en el problema).

Estrategias centradas en la emoción.

• Sirven para manejar nuestras emociones al percibir un problema.
• Reducen el estrés a corto plazo.
• Si se usan mucho tiempo, nos acaban cansando.

Las estrategias centradas en la emoción sirven para conservar nuestra salud no estresándonos tanto, guardando energía, y dándonos tiempo para pensar qué hacer, sin embargo, si sólo usamos de este tipo, el problema no se solucionará, y nos seguirá estresando, cabe decir que son la mejor opción en cosas fuera de nuestro control, algunas estrategias son:

Estrategias centradas en el problema.

• Sirven para manejar o alterar el problema.
• Reducen el estrés a largo plazo.
• Son recomendables en la mayoría de las situaciones.

Las estrategias centradas en el problema sirven para resolver las situaciones problemáticas, están enfocadas a la acción y son las recomendables, estas sirven mejor en situaciones que están en nuestro control, algunas son:

El hecho de que éstas sean más efectivas a largo plazo, no quita que lo mejor es usar un poco de ambas estrategias, por ejemplo:

Si una pareja está peleando, es conveniente que tomen distanciamiento (irse a diferentes habitaciones antes de empezar a gritarse) {estrategia centrada en la emoción}, y luego con la “cabeza fría”, volver y negociar {estrategia centrada en el problema}, ya que reconozcan su error, aquí se usaron dos estrategias, y se puede resolver el problema, de otra forma:

a) Si sólo se distancian, y no usan estrategias para solucionar el problema, éste irá creciendo (porque nunca se sientan a arreglarlo, y se empezarán a resentir), hasta que sea tan grande que ya no se pueda resolver.

b) Si no se distancian y buscan resolverlo sin “enfriar la cabeza”, pueden golpearse o decir cosas que hieran al otro(a), haciendo que el problema ya no pueda resolverse por miedo, culpa o vergüenza.

¿Cómo usar estrategias más útiles?

Las formas de afrontar se dan por muchas condiciones como aprendizajes, ideas o ciertas condiciones, es posible que con ciertas personas nunca usemos la confrontación, mientras que con otras siempre confrontemos lo que nos molesta, hay situaciones donde pensar en soluciones será mejor, pero muchas otras donde es mejor darnos un respiro, y ya con la mente “fría”, pensar en soluciones menos emocionales.

Las estrategias tienen como función principal manejar el estrés, si el problema persiste, nos vamos a cansar, así que lo mejor es que cuando tengamos un problema:

1. Tal y como dice la frase al principio de este artículo, estimar si realmente podemos solucionar el problema, si podemos, hay oportunidad de relajarnos, pues se resolverá, si no, no tiene caso estresarnos, igual nada hay por hacer.
2. Analizar qué cosas si podemos arreglar, y cuáles no.
3. Definamos la emoción que nos causa el problema.
4. Detectar la o las estrategias que utilizamos.
5. Podemos distraernos un tiempo o hacer otra cosa, hasta que tengamos tiempo de planear o hablar con alguien.
6. Pedir consejos y puntos de vista (estos nos pueden ayudar a ver qué podemos hacer).
7. Comenzar con las soluciones, si nos estresamos, tomar tiempo para hacer otra cosa, y volver descansados a seguir resolviendo el problema.

¿Ésto se ve en terapia?

En atención psicológica cognitivo conductual, una de las cosas más importantes que se ve, es la forma en que resuelve problemas y enfrenta las dificultades, en sí, la intervención terapéutica por sí misma ayuda a utilizar estrategias diversas, por ejemplo, al hablar de las emociones y problemas, se alivia el dolor emocional y estrés, además se ve un punto de vista objetivo para ver qué tan grande es el problema.

Además, en la terapia cognitivo conductual se encargan tareas, que sirven para practicar lo aprendido, y se ven técnicas para solucionar problemas y planear mejor, estas estrategias son centradas al problema y así el cliente que concluye un proceso de terapia, sale capacitado para adaptarse a diversos problemas estresándose menos, y resolviendo las situaciones problemáticas de una forma funcional, útil y ventajosa para ser mejor cada día.

¿Te interesa una intervención para el manejo del estrés y emociones con esta forma de trabajar? Te invito a la sección de contacto, donde puedes pedir información sobre citas y/o agendar una consulta.