El Internet ha permitido la rápida interacción de las personas y la divulgación de la información, de opiniones y de ideas. Sin embargo, ha facilitado que a las personas se les afecte sus derechos a la intimidad, al buen nombre y la honra. Por ello, las personas están obligadas a ejercer con responsabilidad el derecho a libertad de expresión en el Internet y están sujetos a sus limites.