Hipocondría
Hipocondria

Hipocondría o hipocondriasis

 

Determinadas personas tienen preocupaciones constantes e incluso obsesivas por su propia salud, que se acompañan de una tendencia a exagerar su sufrimiento, ya sea real o imaginario.

Hablamos de la hipocondría y la propuesta es conocer más sobre esta afección así como los tratamientos disponibles.  

 

Introducción

La hipocondría o hipocondriasis (denominada en el DSM-5 –APA, 2013- trastorno de ansiedad por enfermedad) es un trastorno relacionado con la ansiedad en tanto en cuanto su principal síntoma es la preocupación exagerada que la persona siente por su salud.

Esta denominación proviene del modelo médico humoral, que situaba el hipocondrio (región anatómica bajo las costillas y el apófisis xifoides del esternón) como lugar donde se acumulaban los vapores que provocaban la hipocondría.

 

¿Qué es la hipocondría?

Partiendo de que el principal síntoma de la hipocondría en la ansiedad, la definición es la de un trastorno en el que hay preocupación y miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de uno o más signos o síntomas somáticos.

Habitualmente hay una autosugestión que tiene que ver con una percepción distorsionada (en negativo) de su estado de ánimo, derivando en conductas y actitudes fóbicas ante las molestias corporales que son interpretadas como el comienzo de algún tipo de enfermedad grave.

Las preocupaciones suelen tener que ver con una interpretación exagerada y/o amplificada de funciones corporales normales.

En este sentido, cabe señalar como ejemplos:

  • Latidos cardíacos
  • Sudor
  • Movimientos peristálticos, etc.

También pueden surgir síntomas hipocondríacos relacionados con alteraciones físicas menores como cualquier herida o un simple carraspeo o tos.

En cualquier caso, la persona con hipocondría experimentará un miedo exagerado a presentar una enfermedad grave y esto motivará conductas de comprobación sobre la posibilidad de presentar la enfermedad, acudir constantemente a realizarse exámenes médicos, búsqueda de información relacionada con la enfermedad y, de alguna manera, hacer que su vida gire en torno a esa posibilidad y/o creencia.

Ante la relación clara entre hipocondría y ansiedad, tampoco hay que olvidar el binomio hipocondría y somatización, yendo ambos conceptos de la mano en muchas ocasiones.

Por otro lado, hay personas que son muy aprensivas pero esto no implica ser una persona con hipocondría (mal llamado “hipocondriaco”), que tiene que ver con una intensa y significativa afectación de los aspectos laborales, sociales o de otras áreas importantes del funcionamiento de las personas.

Añadir que afecta a entre un 1,3 y un 10% en población comunitaria y a entre un 3 y un 8% en población ambulatoria, siendo similar la proporción de varones y mujeres.

 

¿Existe tratamiento para la hipocondría?

Podemos preguntarnos cómo superar la hipocondría y al igual que en otras afecciones mentales, existen diferentes tratamientos, cuya implementación tendrá que ver con el grado de afectación que provoca la patología.

Pueden utilizarse fármacos que, generalmente, son inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Incluso hay estudios que emplean la oxigenoterapia hiperbárica.

Ahora bien, lo más común el plantear una terapia cognitivo-conductual de cara a trabajar la angustia/miedo exagerado así como utilizar técnicas de exposición con prevención de respuesta para disminuir la frecuencia de la asistencia a consultas y/o la búsqueda masiva de información médica.

Lógicamente, también se emplea la desensibilización sistemática para el abordaje de las situaciones temidas.

 

Conclusión

Si bien el concepto de trastorno de ansiedad por enfermedad tiene matices que lo diferencia de la hipocondría, en la práctica son conceptos que se utilizan como equivalentes.

Es una afección frecuente en las consultas de salud mental y no hay que quitar importancia a las quejas de quienes la padecen de cara a prevenir un agravamiento del trastorno.

Tirando del refranero popular, que razón tiene ese que dice mal cura la hipocondría, quien de purgantes fuertes fía

 

 

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