Ni son quilts ni es patchwork, son almazuelas de la Sierra de Cameros

En un mundo cada vez más globalizado, la palabra de origen francés 'quilt' o la anglófona 'patchwork' probablemente resulten más familiares que el término almazuela, a pesar de ser más antiguo y tener sus raíces en nuestro país, en concreto, en La Rioja. Hoy, la Sierra de Cameros es la cuna de esta técnica artesanal basada en componer una manta, prenda de vestir o tejido en general a base de coser trozos más o menos rectangulares de otros tejidos, normalmente retales de ropa vieja. Un ejercicio de economía circular marcado en su tiempo por la necesidad más que por la sostenibilidad. 

Para encontrar sus orígenes hay que remontarse al lejano siglo X, cuando los documentos de la época recogen el término árabe 'almoçalla' o 'almozala', que es la pequeña alfombrilla que los musulmanes usan para hacer sus oraciones y que se caracteriza por los muchos colores y formas geométricas y florales que las decoran. Más tarde, la almazuela aparece por primera vez en textos riojanos del siglo XVII para referirse a los tradicionales cobertores de cama. Hoy en día, esta técnica de elaboración se ha recuperado en el taller de la localidad de Villoslada de Cameros (351 habitantes) de la mano de la Asociación de Mujeres Artesanas de la Almazuela y este fin de semana su epicentro ha estado en el pueblo de Pradillo (65 habitantes), que ha celebrado la 11ª edición de la Fiesta de las Almazuelas Colgadas.

Sus organizadores reivindican tanto el valor de esta artesanía como su terminología. Jesús Toledo, gerente de la Asociación ALTURA -encargada de gestionar la Oficina de Turismo de Cameros en El Hórreo de Pradillo- explica que la almazuela "a día de hoy, no está aceptada en la Real Academia de la Lengua Española, una solicitud que realizamos hace unos meses. Esta fiesta también es un gran momento para reivindicar esta palabra que por ahora aparece como riojanismo”. Además de ALTURA, la fiesta está coorganizada por la Asociación Cultural 'San Antonio' de Pradillo y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento y el patrocinio del Gobierno de La Rioja. 

La Fiesta de las Almazuelas más participativa

La Fiesta de las Almazuelas Colgadas es uno de los momentos más especiales del año, ya que estas piezas, diseñadas y fabricadas para su uso en la intimidad del hogar, salen a la calle y se muestran con orgullo en ventanas, fachadas y balcones de las casas de piedra de Pradillo como parte de su patrimonio artístico y cultural. En esta ocasión, además de las artesanas de los Cameros, otras 30 llegadas de La Rioja y otras comunidades como Castilla-La Mancha, Cataluña, Madrid, País Vasco, Cantabria, Castilla León y Baleares han exhibido y vendido sus piezas, además de participar en el tejido de una almazuela colectiva. Así, esta ha sido la “la edición con mayor participación hasta la fecha”, explica Toledo. 

El programa de la Fiesta de las Almazuelas Colgadas ha contado además con una exposición de piezas antiguas elaboradas durante los siglos XIX y XX así como de utensilios de costura tradicionales. Todo maridado con un programa gastronómico con alimentos tradicionales y, como plato fuerte, el concierto del guitarrista riojano Pablo Saiz Villegas, reconocido como un embajador internacional de la cultura española. Un cartel de éxito con el que la organización quiere reforzar la candidatura de esta fiesta para obtener la distinción de Interés Turístico Regional.