Amigos lectores y enemigos sapos, quiero comentarles algo que me ha ocurrido esta noche, esta madrugada. Eran las 3AM y mientras cumplía mi primera noche de dos en mi trabajo, se acerca mi supervisora y de manera fría y distante nos dice a mi compipa Mauricio Ñanco y a mí que nos dirijamos a la sala de break a una mini reunión. Fui el último en llegar y antes de tomar asiento me lanzan un papel con una de mis tantas creaciones que he difundido por el mundo entero. Se trataba de El Último Break, una satírica historia en la cual caricaturizo a compañeros de trabajo, además de mi supervisora. Uf, de haber estado en otra época me hubieran quemado vivo en plena plaza pública, poco les faltó. Me dijeron de todo y nadie hizo un solo reparo en mi buen humor, capacidad de redacción y mucho menos en la parte final de mi escrito, la única parte en la que hablé con el corazón. Lamentable, me da pena en realidad, además la historia en cuestión ni tan buena es, más bien es simpática, creo yo, de todos modos el Link para quien quiera leerlo es este: prefiero que me lo pidan, no quiero que ahora se me acuse de distribución gratuita.

 A continuación mis descargos y últimas palabras para cerrar el tema.

Ok. Pueden estar todos tranquilos, acabo de enterarme de que esta mañana al guardar mis primeras impresiones de todo lo que ocurrió, lo hice mal y perdí las dos hojas de descargos y fantasías con las cuales expresé mi verdadero sentir acerca de todo lo ha sucedido.

Pero me gusta tanto escribir que no tengo en lo más absoluto algún problema en volver a redactar una y otra vez lo que opino y creo. Lamentablemente para mí, pero afortunadamente para “The Others”, ahora no tengo la calentura que tuve en ese minuto, por lo que creo y estoy seguro, ahora me reservaré ciertos detalles que antes incluí.

Me interesa primero que todo dejar en claro que nunca tuve ni la más mínima intención de denigrar ni ofender a nadie. Es extraño. La “maestra” me señaló que mostró mi texto a mucha gente que en ningún momento manifestó ni la más absoluta sonrisa, porque para ellos eso no era gracioso, ni humorístico. Raro! Sí, pues ese fue el sentir de casi el 80% de mis compañeros que allí fueron citados y absolutamente el 100% de mis conocidos a los que le he dado a conocer mi tan detestable fechoría. Pero bueno, en esta pasada me ha quedado claro que no todos tenemos el mismo humor, es cierto que no puedo agradarle a todo el mundo y mucho menos cuando estos son caricaturizados exagerando algunos aspectos observables dentro de la rutina laboral.

Y es que es eso lo que más me interesa dejar en claro esta vez. Quienes argumentaron que esto afectó la integridad de su familia y hasta a algunos integrantes de su más cercano núcleo, creo que aparte de exagerar, han sido ellos mismos los que trajeron a colación a sus seres queridos. Pueden releer una y otra vez “El Último Break” y se darán cuenta que todo lo que hice fue parodiar y caricaturizar aspectos observables dentro del trabajo. No hablé de familiares, ni tampoco emití juicios de valor sobre cada uno de ellos. Cosa que algunos olvidaron de NO hacer hacia mi persona cuando cobardemente se reunieron para crucificarme. Poner en tela de juicio mis estudios profesionales y valores personales es una agresión directa que nada tiene que ver en el contexto de la discusión.

Pero vamos al minuto cultural. Sé que a pocos les importa, pero así como han tenido tiempo de sobra para indagar en mis escritos, páginas, blogs, feisbuk y tuiter, quisiera invitarlos esta vez a revisar el Icarito de las nuevas generaciones: Wikipedia.

Define este reconocido medio la palabra Parodia como “una obra satírica que caricaturiza o interpreta humorísticamente otra obra de arte, un autor o un tema mediante la emulación o alusión irónica”. En otras palabras sólo he tratado de reírme sanamente de lo observado, de manera irónica y pesada.

Sigamos. Caricaturización viene de Caricatura, ésta a su vez se refiere a un retrato gráfico o literario en el que se deforman o exageran las características de algo o alguien con intención satírica.

Creo que esa es la palabra que define todo este Show Mediático que se ha generado. Sátira (esta vez hagan ustedes el esfuerzo y busquen su definición). De todos modos los invito a leer a dos de mis más clásicos autores Aldous  Huxley y George Orwell, ambos son unos precursores de este género lietrario. Pero si no les gusta leer libros y sólo idiotizarse con la TV les recomiendo “El Gran Dictador” de Chaplín, un clásico de 1940 en el que se satiriza al mismísimo Hitler, interesante.

Para terminar y ponerle de una vez un punto final a todo esto, obviamente le pido disculpas a los que más ofendidos se han sentido, creo que sólo me basta con expresarlo directamente a Marcia y Leonor, pues fueron las que más se molestaron (si hubo otro señorito, me da igual, no es alguien que me interese). No quise ofenderlas, ni menos faltarle el respeto a una persona adulta como a la señora Leo, creo que tampoco entendió el contexto de la historia, pues si hablé de Dinosaurios y los Dinoplatívolos fue sólo porque la historia transcurre en un pasado caricaturizado denominado Piedra Dura. Jamás quise decir con eso que es vieja ni nada por el estilo. Con Marcia también lo hablamos, y luego de unas lágrimas que derramé logré que me perdonara o la “convencí” como dijo alguien.

Ahora bien, si tomo o no la decisión de irme de la Central, es un tema que lo decidiré tomando en consideración una conversación muy importante  que espero NEGAR cuando llegue su minuto. Yo me entiendo, claro está. Así que Dn. Sapo Gordo, Chico y Feo puede esperar con las palmas listas para aplaudir mi salida. Espero también que haga el Koala junto a sus admiradores y alcance a disfrutarlo antes de que la mecha de la bomba que le dejaré se consuma y explote.

Ah, supervisores, compañeros y compañeras, ofendidos/as y no ofendidos/as, también a aquellos que no fueron incluidos en mi publicación. Quiero dejarles en claro que ni Mauricio ni Juan han tenido nada que ver en todo esto, si hay quienes tienen problemas que arrastran desde antes de esto, no se cuelguen de una publicación MÍA para sacar sus garras contra ellos. Quizás el único error que cometió Mauro fue haber confiado en alguien que en más de una oportunidad supo que no podía confiar. Pecó de ingenuo. Pero es mi amigo y no lo crucificaré cobardemente como se acostumbra según lo que he visto en mi corta estadía en este lugar.

Finalmente quiero dejar bien en claro que en Chile y en el mundo existe un concepto denominado Libre Expresión, hace años eso se había perdido en nuestro país, pero en base a buenas ideas y gente valiente eso se recuperó. Si hoy sumamos las nuevas tecnologías y aquellos sitios de Redes Sociales, no le pidan al común de los mortales que no hagamos uso de aquello, sobre todo a mí que me gustan las comunicaciones y estudié y me formé profesionalmente para tener cabida y opinión protagonista acerca de lo que observo y pasa a mi alrededor.

La parte que acaban de conocer de mí es la que más me apasiona y ni un despido de trabajo, ni amenazas, ni comentarios hipócritas, ni deslealtades varias, ni mucho menos retos de personas que hacen de esto su vida, lograrán que deje de hacer lo que me gusta. Yo me siento mucho más grande que cualquiera, la vida me lo ha enseñado y si viene un tipo a asegurarme que no lo conozco y que menos soy su amigo, de verdad que doy gracias al cielo y a El Pulento, pues será lo único en lo que estemos de acuerdo. Pero si viene gente que allí también fue satirizada y me reconoce talento, creatividad e ingenio, no tengo más que decirles que estén atentos, pues el humor es sano y si quieren volver a reír no tienen más que clickear en la montonera de links divertidos y cachilupis que tengo para ustedes.

Soy de la generación que creció con el Jappening con Ja y De Chincol a Jote, pasé por el Desjueves, y De Buen Humor, posteriormente me gradué con Plan Zeta e hice un Post Grado con 31 Minutos. El humor me sobra y las ganas de crear y escribir acerca de lo que veo nunca nadie me las quitará.

Bustok.