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Voz del Magisterio

Queridos hermanos:
El Papa Francisco ha querido convocar a la Iglesia de América Latina y del Caribe a una nueva experiencia sinodal para revitalizar las enseñanzas de Aparecida (2007) y teniendo presentes los nuevos signos de los tiempos y la enseñanza del Papa.
Para ello ha convocado, junto con el Celam, a una inédita Asamblea Eclesial en el Santuario de N Señora de Guadalupe en Ciudad de México, a celebrarse los días 21 al 28 de noviembre del presente año 2021.
La idea es que nuestras comunidades puedan discernir en forma comunitaria que nos pide Dios en estos tiempos de pandemia y de crisis social, económica y moral, es decir, cómo debe ser nuestra tarea de discípulos misioneros en la actualidad.
En ese sentido, esta Asamblea Eclesial está en plena conexión y continuidad con Aparecida, manteniendo su Lema: “Todos somos discípulos misioneros en salida”.
Ya no se tratará de una Asamblea de obispos como fue Aparecida. Se trata de un camino sinodal para que todos los fieles del santo Pueblo fiel de Dios pueda participar en este discernimiento comunitario que nos lleve a proponer caminos de evangelización en estos tiempos de crisis. Por ello esta Asamblea Eclesial se realizará en dos etapas o momentos.
El primer momento será el de la Escucha. Aprovechando las inmensas posibilidades que nos da el internet en estos tiempos, durante estos meses se ofrecerá la posibilidad a todas las comunidades e incluso fieles individuales que quieran participar poder hacerlo contestando las preguntas de una Encuesta on line en el enlace https://asambleaeclesial.lat/escucha/
El segundo momento será la Asamblea Eclesial propiamente tal, en la solo asistirán 50 personas en Ciudad de México en noviembre, pero que recogerán nuestros aportes recibidos durante la etapa de Escucha.
Como telón de fondo de esta reflexión sinodal está ña celebración de los 500 años de los encuentros de N Señora de Guadalupe con el beato Juan Diego que se cumple en el 2031 y los 2000 años de la muerte y resurrección de N Señor Jesucristo que se cumple el 2033.

La metodología de esta Asamblea Eclesial será la del Ver, Juzgar y Actuar.

El Ver. Sentir con nuestros pueblos.
En Aparecida se hizo un recorrido de las características de nuestro tiempo en A Latina y El Caribe. Este Ver que hoy debemos actualizar y profundizar acogiendo las realidades nuevas que han surgido en estos últimos 15 años.
Entre las realidades que nos desafían como discípulos misioneros del Señor están:
La pandemia COVID 19 que ha golpeado muy duramente a nuestros pueblos y que también nos ha llevado a crecer en la solidaridad y la creatividad de la caridad.
Un modelo económico y social que se vuelve contra el ser humano.
La codicia y el individualismo ha llevado al planeta y a las personas a situaciones límites de explotación, abuso y destrucción. Se requiere pensar un sistema alternativo que ponga al hombre en el centro.
La creciente exclusión, la cultura del descarte y las prácticas solidarias. En palabras del Papa Francisco, hay en el mundo una cultura del descarte que busca eliminar a los que no son productivos, los enfermos, los niños no nacidos.
La escucha del clamor de la tierra. El cuidado de la casa común. Además del cambio climático, las acciones del hombre depredadoras sobre la naturaleza están destruyendo la casa común. Es por ello un imperativo ético el cambiar de estilo de vida, entrar en una dinámica de respeto y cuidado de la naturaleza, de los modos de producción y de consumo.
Como lo recuerda el Papa en Laudato Sí, “todo está conectado”.
La creciente violencia en nuestras sociedades.
La violencia de los grupos paramilitares, del narcotráfico, de la delincuencia común y política, la violencia de género hacia la mujer y en las familias, son una amenaza diaria para la vida y la paz de la región.
Las grandes brechas educativas y la necesidad de un “pacto educativo global”. Se necesita un pacto educativo que enseñe a vivir en el encuentro y el dialogo, la búsqueda de la justicia y en la paz.
Los migrantes, refugiados y víctimas de la trata de personas. Nuevos rostros de la cultura del descarte. Crece en nuestro continente los hermanos que migran en búsqueda de paz, de trabajo y un mejor futuro para sus familias.
Los pueblos indígenas y afrodescendientes. Hacia una plena ciudadanía en la sociedad y la Iglesia. El reciente Sínodo sobre la Amazonía nos recuerda estos rostros de hermanos que tantas veces son discriminados y abusados en nuestro continente.
La globalización y la democratización de la comunicación social.
Internet a masificado el acceso a la información hasta las periferias del mundo. Pero debemos educar a los usuarios en el uso crítico de estas redes y medios tecnológicos.
El debilitamiento de los procesos políticos y democráticos en nuestros países. Hoy en muchos países de la región la democracia está en riesgo. ¿Qué debemos hacer como cristianos?
El envejecimiento de la población. Cada día aumentan las poblaciones de adultos mayores. ¿Quién cuida de ellos? ¿Qué le ofrece la sociedad? ¿Qué podemos recibir de ellos?
La información nos llega parcialmente a través de las redes sociales. Necesitamos ver la realidad de manera integral.
Por otro lado, hay temas que desafían a la Iglesia hoy en A Latina y El Caribe.
Entre ellos:
a) El aumento de las personas que se dicen ateos o agnósticos. Crece la indiferencia religiosa, la secularización avanza, se critica a la Iglesia.
b) Continúa el éxodo de fieles a otras Iglesias evangélicas o pentecostales. ¿Por qué?
c) Nos falta desarrollar una Pastoral urbana para las grandes ciudades, con sus nuevos lenguajes y culturas.
d) Los desafíos de la familia y sus nuevas realidades.
e) Los jóvenes como actores sociales y gestores de cultura.
f) El desafío de la plena participación de la mujer en la Iglesia y la sociedad.
g) Los abusos sexuales en la Iglesia: el desafío de la prevención y acompañamiento de las víctimas.
h) El clericalismo como un obstáculo para alcanzar una Iglesia sinodal.
i) la construcción de una Iglesia sinodal y en salida.
Estos son algunos de los temas que podremos compartir en el tiempo de escucha.
El Juzgar o iluminar. Nos identificamos con Jesucristo.
Ante estos enormes desafíos que enfrentamos nuestra Iglesia quiere reafirmar que queremos ser discípulos misioneros enviados por el Señor para construir su Reino y servir la vida y en una opción por los pobres y descartados, liberándonos del pecado, y liberando las estructuras que deshumanizan.
Por tanto, desde nuestra identidad de católicos anhelamos:
a) fortalecer nuestra identidad misionera católica
b) Descubrir (discernir) las huellas de Dios en este mundo nuestro, con sus luces y sombras.
c) renovar nuestra opción por Jesucristo y su mandamiento del amor.
d) Convertirnos con la ayuda del Espíritu Santo para ser más fieles al Señor.
C) Discípulos misioneros por nuevos caminos. El Actuar.
A la luz de los desafíos expuestos en los puntos anteriores, es posible proponer algunas pistas de reflexión sinodal para lograr una “evangelización integral”. Entre ellos:
a) la búsqueda de una ecología integral, es decir, un modo de vida que cuide la vida humana y la vida del planeta. “Todo está conectado” dice el Papa Francisco.
b) La búsqueda de una economía solidaria, sostenible, ética y al servicio del Bien Común. El ser humano debe estar al centro de la economía, de la política, de la cultura.
c) Constructores de una cultura de la paz.
d) El buen uso de las tecnologías de comunicaciones y de producción.
e) Una evangelización que tiende puentes entre las diferentes culturas presentes y que se hace cultura.
f) Contribuir a formar ciudadanos que cuidan y fortalecen la democracia.
g) La necesidad de rehabilitar la política.
En resumen, la Iglesia quiere caminar hacia una renovación eclesial muy profunda en comunión y amplia participación de todo el Pueblo de Dios.
Los invito entonces a participar activamente en esta iniciativa a la cual nos convoca el Santo Padre.
Les bendice con cariño,
+Tomislav Koljatic M.

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