Téntetl o bezote: símbolo de poder en los pueblos Mesoamericanos

Si piensas que las perforaciones son una cosa súper moderna que solo la chaviza comprende… déjame decirte que estás en lo incorrecto, pues nuestros antepasados mesoamericanos ya las utilizaban desde hace más de medio milenio. Ejemplo de ello es el téntetl, llamado “bezote” en español, cuyo uso iba más allá de un simple adorno. De hecho, este accesorio era considerado un importante símbolo de estatus, que sólo los miembros de las altas jerarquías podían darse el lujo de utilizar.

¿Quieres saber cómo se colocaba y en qué zona del cuerpo? Te contamos varios datos curiositos en torno a esta práctica. ¡Quédate para descubrirlos!

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Bezote, un auténtico privilegio

Su nombre en lengua hispana proviene de “bezo”, palabra que apunta a la parte exterior de los labios, específicamente a la zona que cubre la encía, tanto superior como inferior. Fray Bernardino de Sahagún escribió respecto a los indígenas: “traían el bezo bajo agujereado y por ahí traían colgadas piedras preciosas”. A este ornamento se le llamaba téntetl en náhuatl, “piedra del labio”, mientras que a la acción de perforar se le conocía como netenxapotlaliztli.

En realidad, el ritual para colocar el bezote debió ser terriblemente doloroso, pues se llevaba a cabo con un cuchillo de obsidiana: al sujeto se le abría un círculo en la piel bajo el labio, o en ocasiones incluso se les realizaban dos incisiones para aquellos que deseaban llevar piezas dobles. Inmediatamente después se les insertaba el téntetl para que la herida cicatrizara sin cerrarse. Esta práctica se ejecutaba en público, para que la sociedad admirase a la persona que tenía los méritos necesarios para llevar un bezote.

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Este ornamento era tan importante, que lo utilizaban los gobernantes, quienes incluso se cree que los cambiaban dependiendo de la ocasión o del discurso que dirigían a su pueblo. Por ejemplo, están los bezotes moldeados en oro con forma de cabeza de águila, que se portaban con el traje de guerrero; incluso Nezahualcóyotl fue retratado usándolo en el Códice Ixtlixóchitl. Fascinante ¿verdad?

Como podrás imaginar, los bezotes se fabricaban en diversos materiales, y esto dependía de la jerarquía de quien los usaba: gobernantes u otros miembros de la élite, como militares y sacerdotes. Además del oro, los había de obsidiana, cristal de roca, piedra, ámbar, concha o hueso. Se elaboraban también en distintas formas, como los alargados.

Por supuesto, estos lujosos accesorios tenían también su parte negativa. Verás, cuando uno de estos personajes importantes era hecho prisionero, uno de los terribles castigos que recibía consistía en arrancarle el bezote. No sólo era un golpe a su dignidad al obligarlo a perder su estatus, sino que su saliva se derramaba a través de la perforación. Qué fuerte ¿no?

Cuéntanos en la sección de comentarios si conocías este curioso detalle de las culturas prehispánicas. ¿Te harías uno en la actualidad? ¿De qué material crees que luce más hermoso?

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