Posts Tagged ‘confinamiento’

Disfraces sadomasoquistas, infidelidades y grabaciones indiscretas

Hola bellezas, ¿cómo van? Espero que todo vaya mejor en Mexiquito. Aquí en Francia seguimos confinados. Todo cerrado. Además sigue el famoso cubre fuego (toque de queda): agraciadamente ya no comienza a las 18H00… Actualmente es a partir de las 19H00. Y ahora podemos «airarnos» durante el día… De cualquier forma, la vida no es la misma. Sabemos que es por nuestro bien, por el bien del país, por el bien mundial… Pero a veces es algo aburrido. Es triste ver todo cerrado y saber a nuestros seres queridos lejos.  Sin embargo el trabajo, el ejercicio y mis seres queridos hacen mi día a día. Y hablando de trabajo, les he de contar que me gracias a una misión profesional he pasado unos días en España. La destinación fue Marbella. De hecho hace pocos días que regresé. Wow, Marbella, Marbella, un paraíso en tiempos del Covid-19. Por secreto profesional no puedo contarles lo que fui a hacer, pero fue muy interesante… Y lo mejor fue que además de disfrutar de sol, arena y mar,pude gozar de restaurantes abiertos y de paso ver a una amiga muy querida y colega de trabajo, mi homologa en España, pues.

Fueron dos días de trabajo intenso. Pero tardes para disfrutar de las terrazas de café, de un poco de shopping y lo mejor, compartir con esta amiga hispana que vive en esa ciudad paraíso. Justo en mi tercer día en Marbella acompañé de shopping a mi coleguita, quien está enamoradísima. Lleva casi ya un año con su galán: un morenazo de Andalucía, ojiverde y piel bronceada. El susodicho estaba a unos días de cumplir sus 40 años.

Mi amiga se partía la cabeza, pues no sabía que comprar para su amor en turno. Después de recorrer todas las boutiques de Puerto Banus, mi amiga y yo terminamos en una Sex Shop, donde ella acabó por comprar un disfraz de enfermera con un estetoscopio de plástico en color rojo y todo.

Debo confesar que fui yo quien apoyó en su idea, pues mis tacones de amazona de la moda y el amor color rosado Long Champ ya habían hecho un recorrido bastante largo; mis pies estaban que morían por descansar. Y la verdad, soy mala para dar ideas de regalos. No tengo la paciencia ni el ojo clínico cuando se trata de regalos ajenos.

“Ándale, ay, ya llévatelo. Digo, si te gusta… ¿Qué mejor regalo que vestirte de enfermera, acá con escotazo y bata que enseña la mitad de tus atributos? Total, ni más santa ni más diabla. Es tu pareja. Ya, veo que te gusta. Llévatelo. Apareces después de la cena de cumpleaños, te disfrazas y ese será el regalo de tu amorcito. Punto. Ándale, ya tengo hambre”, le dije a mi amiga, mientras me paraba en un pie para descansar el otro, antes de intercambiar. De verdad: ¡mis pies morían!

De todos modos, de nada sirvió, pues mis piecitos lindos sufrieron un rato más… Y es que mi amiga (a quien le llamaremos Zulma, para no exponerla más)  acabó por llevarse no solo el traje de enfermera, sino que también tomó unos chones comestibles, un látigo hecho con gomitas, aceites para masajes y una rara bebida sabor melón.

“Esta bebida, señorita, se la da a tomar a su marido o amante antes de tener relaciones sexuales. Si le hace sexo oral, el esperma tendrá sabor a melón. Claro, si quiere, también hay sabor banana, fresa, frambuesa, chocolate”… el vendedor no paraba de hablar. Y mis pies seguían sin soportar los taconazos rosas que llevaba puestos. #tormento Y yo con mi tarea de pararme sobre el pie derecho para descansar el izquierdo y ¡cambio!… Ploc!

“Ya, está muy bien. Yeiiiiii!!!”, le dije a mi amiga. Les juro, yo ya no soportaba tacones. Quería aventarlos lejos, lejos.

Para no hacerles el cuento largo, al fin pasamos a la caja, mi amiga pagó sus compras, salimos del centro comercial (yo caminaba como pollito espinado, #lesjuro) y al fin llegamos al parking.

Continue Reading
0 Comments

La niña de fuego… en realidad era de cristal

No más terrazas para echar el drink, ¿museos? Tampoco… ¿Salas de cine? Ni soñando. Ni siquiera las salitas de sillones rojos e incómodos con pantallitas retros de las que me quejaba tanto… ¡No, señores!… El Covid-19 ha puesto on hold a la vida cultural y social.

Ahora el bar es en casa, las recetas del sitio Marmiton, el Termomix, la bendición de Dior y mi sazón han sustituido a mis chefs favoritos de los restaurantes franceses en los que me deleitaba los fines de semana…

Ver una peli en casa se ha vuelto una actividad tan cotidiana que en un momento dado se convierte en una acción más agria que beber un jugo de toronja por la mañana… Las salidas entre amigos se han ido por el retrete. La incertidumbre se ríe de todos y se frota las manos… Debemos permanecer en casa. En casa. En casa para cuidarnos del virus. El orgasmo del día, señores,  es salir a la oficina. El único sitio en el que se puede socializar un poco en París, la ciudad más bella del mundo, la ciudad que actualmente deprime y llora la ausencia de mundo.

Sin embargo, los que aún tenemos capacidad de asombro, los que queremos vivir pese al Covid, seguimos haciendo de París una ciudad mágica. Seguimos honrando a la vida consintiéndola con ideas que también son mágicas.

Transformamos la casa en bar (los viernes por la noche suelo vestirme como para una cita e improviso el bar en casa, o el restaurante… a veces hasta en teatro… ),  en  cabaret, en gimnasio, en ¡cine! Sí, en cine…

Hace unos días transformamos precisamente uns parte de la casa en sala de cine de arte… No es difícil hacerlo en un gran apartamento estilo haussmanniano que tiene rinconcitos que parecen escenarios de película de Pedro Almódovar…. Fue el cuarto de planchado llamado también «el cuarto de Linda” (la señora  portuguesa que viene cada miércoles a hacer el quehacer y planchar a la casa) el que se convirtió en una sala de cine. Asientos incómodos en color rojo, pantalla retro, olor a recuerdos… Palomitas de olla y sodas en lata era lo que ofertaba la modesta dulcería que improvisamos en la chimenea del “cuarto de Linda”.

Aunque pudiese parecer extraño, el sitio me volvió loquita. La emoción y el asombro recorrieron todo mi ser. Me sentía atrapada en el pasado.

El olor a palomitas me hicieron recordar mi niñez, cuando Mi Papá me llevaba al cine y yo siempre me quedaba dormida o lloraba porque me aburría (cuando no tiraba todas las palomitas para después llorar con el objetivo de obtener otro paquete).

Sin embargo, aquel escenario viejo, semi vacío y con olor a ropa limpia perdió el protagonismo cuando las luces se apagaron. Los 10 minutos de publicidad pasaron y el filme comenzó. “La niña de fuego”, una película española de Carlos Vermut era la oferta que acudí a ver esa noche de martes.Ver la aquel drama al que Pedro Almodóvar describió como “La revelación española del siglo”y que fue aclamada en el último festival de Cannes, me emocionaba más que mis botas con punta de “ojo de pescado” en color rojo  Calvin Klein que portaba esa noche (y que causaron sensación y envidia de las mujeres que se toparon conmigo en Boulevard Haussmann).

Bien. No voy a contarles toooodala trama esta deliciosa película que se estrenó en 2014 en su país de origen y que en 2016 formó parte del festival de cine de arte extranjero en Francia. Sin embargo, para nos ser egoísta, voy a darles una probadita.

Luis (Luis Bermejo) es un profesor de literatura (culto, con muchos principios y una educación envidiable). Luis está desempleado y ha cambiado el traje de profesor respetable y pulcro por bermudas, huaraches y barba descuidada.

Su hija de 12 años, Alicia (Lucía Pollán) tiene cáncer terminal. El sueño de la pequeña es tener el vestido oficial (de diseñador) y la varita mágica (también de diseñador) de la serie japonesa de dibujos animados «Mágical Girl Yukiko”. El elevado precio de ambos accesorios (27 mil euros) llevaría a Luis a hacer cosas inimaginables por cumplir el deseo de su pequeña.

Cuando el catedrático está a punto de robar una joyería; por azares del destino conoce a Bárbara (Barbara Leni), una mujer realmente hermosa, blanca y de larga cabellera, imponente, de mirada penetrante, caminar elegante (digno de una pantera negra) y cuerpo de diosa.

Continue Reading
0 Comments

Dieta de emergencia: a perder peso pese al encierro

Hola, sexis. ¿Cómo están? ¿Cómo les ha ido en esta época de Covid? De todo corazón espero que muy, muy bien. Espero que hayan logrado borrar la pancita que dejó el confinamiento y que sigan luciendo como todas unas divas que son.

Y es que a todas las mujeres nos gusta lucir delgadas y con un cuerpo tonificado. Y a la que no, que aviente la primera cartera.

Estoy casi segura que todas han realizado alguna dieta de reducción o tratamiento para eliminar esos molestos kilitos extras.  Y estoy segura que la mayoría, con mucha disciplina y dedicación, lo ha logrado.

Sin embargo, hay ocasiones en las que nuestro cuerpo se bloquea. Por más dieta que hagamos, más ejercicio, más sacrificios, no bajamos ni un gramos. Y es más, hasta subimos. Y ahora que estamos en un contexto sanitario sumamente delicado, un contexto social casi imposible en el que los gmnasios y piscinas están cerradas, en el que en países como Francia hay toque de queda 🙁 Aïe!!! 

Les confieso que justo hace unos meses pasé por esta situación. El encierro y el estrés me hicieron ganar peso ¡Y no podía perderlos! ¡Es horrible! Hacer dietas, hacer ejercicios, privarse de un buen cóctel. Seguir la dieta al pie de la letra y todo para que el día de la cita médica, me subiera a la báscula y ¡pum! La báscula marcara el mismo peso o hasta más de lo que pesaba antes de iniciar la dieta.

Les juro, chic@s. ¡Yo lloraba! ¿En serio! ¡Lloraba! No podía creer que tanto esfuerzo no valiera la pena. Fue cuando mi médico, el doctor Ricardo Pineda Rementeria, director y Fundador del Centro de Nutrición Humana y Recuperación Biológica,comenzó a interrogarme sobre mi estilo de vida. Todo vía Visio… #ploc!

El doctor se dio cuenta que yo vivía en el estrés. Siempre estaba preocupada por cumplir la dieta al pie de la letra, estresada por todo, angustiada… Mi cuerpo era un manojo de nervios… ¡Era el estrés lo que no me permitía bajar! Además, llevaba ya varios meses tomando un quemador de grasa que me habían recomendado en el gym… ¡Horror! Lejos de quemar la grasa, la pastilla (que estaba cargada de vitaminas, minerales y ¡cochinadas!) hacía que yo acumulara energías, mismas que se convertían en grasa… ¡No, bueno! Estaba estancada. ¿Por qué? Por no relajarme, por comer con culpa, por tomar complementos que no necesitaba… Y lo peor, no bajaba porque mi cuerpo ya se había cansado de hacer dieta.

Entonces, el doctor Ricardo me sometió a una desintoxicación iónica a través de lo pies.

La desintoxicación iónica es una técnica que está basada en la teoría de electrólisis, este proceso rompe las moléculas del agua en miles de iones, básicamente se genera un micro campo eléctrico en el agua. Así, el organismo inicia una depuración de las toxinas acumuladas  al exterior del cuerpo, son estas toxinas y su acumulación  las que determinan en qué color se tornará el agua. Les juro, chic@s, el agua parecía lodo. Había muchísimas toxinas acumuladas en mi cuerpo. (Para más información sobre esta técnica, les recomiendo acudir a consulta con el doctor Ricardo, hagan clic).

Después de la desintoxicación, mi médico me dio una dieta que engañaría a mi cuerpo. Es decir, le daría de todo un poco, ¡hasta carbohidratos! ¿Con qué fin? Con la finalidad de tener una reserva para que el cuerpo se sirviera, en vez de acumular y acumular. Mejor les comparto la dieta…

Eso sí, chic@s, les aclaro que antes de realizar cualquier plan de reducción, deben consultar a su médico. Yo les comparto mi experiencia, pero NO soy médico. Consulten antes, por favor. Ahora sí, aquí vamos:

 

Desayuno:

Un plato de frutas

Una ensalada de verduras al gusto

Un plato de arroz con frijoles (sí, así como lo leen)

Una gelatina light

Agua, té, café al gusto

 

Comida: 

Sopa de verduras o un caldo de lentejas, alubias o frijoles

Un plato de soya, o de gluten, o de flor de calabaza, o de champiñones o de huitlacoche

Un plato de arroz con frijoles

Una tortilla

Una fruta

Una gelatina light

Agua, té o café al gusto

 

Cena: 

Una ensalada de verduras al gusto

Un plato de arroz con frijoles

Una gelatina light

Agua, té, café al gusto

 

Nota:puede cocinar con 1 cucharadita de aceite de maíz, girasol, oliva y semilla de uva.

Ración de frutas: son todas las frutas que existen en México, incluyendo pasas, dátiles y ciruela pasa (en total 4 al día).

ALIMENTOS PROHIBIDOS: Todos los productos de origen animal como carne, lácteos, queso, crema, yogur y jocoque), PAN, cereales, ALCOHOL, azúcar, miel, endulcolorantes artificiales.

Chic@s, cuando leí la dieta, yo también me asuste. ¿Arroz, frijoles, tortillas, frutas y frutas? Sin embargo, si ponemos atención, no hay lácteos, ni azúcar, ni carne, ni grasas en la dieta.

No me lo van a creer: ¡perdí 3 kilos en dos semanas!

Y una vez que pasaron esas dos semanas (15 días), el doctor me cambió la dieta, la cual ya incluía nuevos alimentos y restricciones. Y fue así como logró estabilizarme y acabar con ese “estancamiento” en mi peso.

Les juro, desde esa ocasión, nunca he vuelto a subir de peso como aquella vez. Me mantengo delgada, y puedo presumir que tengo una figura envidiable.

Todo está en seguir las indicaciones de un especialista, NO DEJAR EL EJERCICIO y NO ESTRESARSE: ¿Se animan a adelgazar?

¡Recuerden consultar a un médico antes de realizar cualquier régimen de reducción!

¡Besos y cerezas!

@palomalopez.life

0 Comments