Ensayo: Ahorita contradiciendo-se


/ Gabriel Cruz Viscarra /

La “genitividad” de lo que podría llamarse un modo de identidad ya sea Boliviana o no, resalta la fatal y singular configuración de flujos de imaginación no codificados, desde una apertura del lenguaje de la comunidad de hablantes, hasta la transgresión de las normas y categorías gramaticales.

Tal así, esta multiplicidad primero creada en nuestra conciencia refiere a una otra más grande y bella multiplicidad, como lo son los conceptos que nosotros manejamos, devienen y devienen y vuelven a devenir en la realidad ;ya que no son certezas, son conceptos, son jugables, moldeables, dúctiles y correosos.

“ El ahorita o lo ahorita” ilustra cabalmente lo susodicho. Además de que esta categoría realmente y de forma hilarante se defeca una y otra vez en la lógica aristotélica  y en su principio de no contradicción, esta está resuelta en el plano del devenir social de la multiplicidad.

“ hijito andá a comprar pan”, “ ya, ahorita voy mami”

“ ¿ A que hora se ha ido?, ahorita recién”

“¿Ya estás viniendo?, si, si ahorita estoy saliendo de mi casa”

Tan sólo son ínfimos pero concretos ejemplos, entrelazados entre ellos, permeados y atravesados por la contradicción de un espacio-tiempo exterior, refieren a distintas intenciones, pero todos tienen el mismo significante, pueden ser y no ser al mismo tiempo, o mejor aún, son un pequeño todo a la vez.

“Un ahora que es absolutamente muchos ahora, y este es el verdadero ahora. El ahora que lleva como día simple, que lleva en sí muchos ahora, muchas horas, y un tal ahora, una hora, es también muchos minutos, y este ahora es a sí mismo muchos ahoras, y así sucesivamente. La indicación es pues, ella misma, el movimiento que expresa lo que el ahora es en verdad. Es decir, un resultado, una pluralidad de ahoras compendiada, y la indicación es la experiencia de que el ahora es universal “ Hegel, fenomenología del espíritu,la certeza sensible o el esto y La suposición . FCE. México. Pag 63.

El ahora es distinto del ahora pasado, pero lo verdadero no es ni el ahora pasado ni el presente ni el futuro, sino, el ahora de todos los ahoras. El que un ahora sea diferente a otro ahora no lo vuelve falso, de hecho es ese movimiento donde está la verdad. Todos los ahora son uno mismo, pero al mismo tiempo, la distintividad de los ahoras guarda en sí su propia contradicción, la contradicción universal de: ser y no ser. Esta dicotomía es hermosamente disruptiva.

Autor: Gabriel Cruz VIscarra

19 años, Sucre, estudiante de filosofía

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