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La piel cuando está equilibrada y sana ni brilla ni es completamente mate, sino que se ve luminosa y resplandeciente desde el interior con una textura fina pero no frágil, como alabastro. Sin embargo hay modas sobre cómo debe de lucir la piel para demostrar que te cuidas. Ahora todo gira en torno a un ideal de juventud eterna en la piel y, dejando aparte todo el tema de los rellenos y demás cosas, eso parece significar una piel jugosa, esto es, evidentemente hidratada.
Sin embargo, a veces es necesario aplicar polvos para fijar el maquillaje o simplemente hay quien prefiere ese acabado antes que otras texturas. Pero tiene su truco, porque nadie quiere que su piel luzca seca o atalcada aunque no opte por aparecer como bañada en el rocío de la mañana.
La entrada de hoy trata de saber aplicar mejor un maquillaje en polvo compacto con brocha y conseguir un efecto aún fresco. Dejemos para otro día el tema de optimizar la hidratación de la piel pero ese paso es, sin duda, fundamental.
Actualmente existen polvos compactos con partículas hidratantes (Estée Lauder, Guerlain), suelen tener un efecto silliconado bastante evidente así que siguen siendo algo a manejar con cuidado. Cierto es que una brocha grande de calidad reparte más el producto por todo el rostro y hace que la aplicación sea más ligera, pero ¿y si se busca más cobertura porque sólo vamos a usar polvos y corrector? Entonces, para conseguir un buen acabado deberíamos de tener en cuenta al menos tres cosas, independientemente de si el producto que usamos contiene o no talco- porque esto también sirve para maquillajes como el Studio Fix de MAC:
1. Tendremos un efecto más natural si emulamos el comportamiento del color en la piel, es decir, si no usamos un sólo tono en todo el rostro sino, al menos, dos. Uno del mismo tono de nuestra piel para aplicarlo en el contorno y otro medio tono más claro para aplicar en las zonas a iluminar: zona T del rostro y hueso del pómulo. Esta opción permite jugar con los acabados y también con el contraste entre bases de color más amarillas o más rosas. Elegir el más claro con subtono en rosa permite iluminar aún más sin añadir efectos nácar o similar. Hay varias marcas que tienen una amplia gama de colores: T. LeClerc, MAC, Caron.
2. La técnica de aplicación con la brocha es clave. Si ya hemos usado el corrector y/o iluminador pero luego damos trazos con una brocha es muy fácil que retiremos algo de producto; por eso se suele recomendar aplicar con la brocha haciendo presiones puntuales como al usar la esponja para no estropear lo anterior y conseguir uniformidad. En algunos casos esto funciona, en otros puede quedar muy pesado…la mejor forma que conozco para empolvar sin saturar requiere un poco más de atención a la hora de su aplicación , pero sólo hasta acostumbrarse. También se trata en una presión puntual pero diferente, más ligera, usando una brocha de tamaño medio estilo 129 o 138 de MAC con el producto recogido no con la punta de las fibras sino a lo largo de ellas y después haciendo que ruede en el rostro, a base de recorridos cortos. Se aplica desde la zona centro del rostro hacia el pómulo y desde del contorno exterior hasta el pómulo; en la frente rueda desde el centro hacia las sienes y en la barbilla con mucha delicadeza en el mismo sentido. De esta manera se consigue cobertura y ligereza a la vez.
3. Para finalizar y conseguir un plus de fijación e hidratación vaporizar el rostro con un agua termal mineralizada (personalmente me va mejor la de La Roche-Posay pero depende mucho de las necesidades de cada piel) o un producto fijador tipo Fix + de MAC. Marca la diferencia.
Para mi gusto aplicar maquillaje en polvo sigue siendo una opción y se puede jugar mucho con los contrastes de manera sutil cuando se combinan diferentes acabados y tonos, pero sí que es importante ser suspicaz con los polvos de maquillaje y optar por algo de calidad. Significa más gasto al principio pero a la larga suple más.
Oliva dijo:
¡Hola Botanyuki!
Acertado post, la verdad, esto es una de las cosas que más intento y menos consigo hacer bien, no me acabo de ver la cara radiante después de la aplicación de los polvos sueltos, sino saturada, y no creo que sea porque coja mucha cantidad, porque utilizo una brocha gruesa y sacudo el exceso, por lo que apenas aplico nada… pero a la luz de la calle sí me veo la piel muy empolvada (claro que a veces no prestamos atención a la iluminación a la hora de maquillarnos y luego te llevas unos sustos… :))
Tengo varias cuestiones sobre el post, no sé si me las podrás responder. Primero, cuando hablas de hacer rodar la brocha, ¿te refieres apoyando el largo de los pelos en el rostro y girando como tal o bien aplicando la brocha normal y girando en círculos? Ya sé que esto sin verlo es difícil de explicar, pero me he quedado… nunca lo había oído. Después no sé si sería mejor aplicar polvos sueltos o compactos y respecto de los tonos a utilizar me imagino que será mejor un tono amarillento en el contorno del rostro para matizar y uno rosado en el centro para iluminar. Yo tengo los Banane de T. Leclerc pero no noto el tono amarillento por ningún lado, siempre utilizo translúcidos de Shu Uemura, pero para matizar brillos sobre todo. Ahora he comprado los nuevos de Dior rosados, a ver qué tal. Como puedes ver, por intentarlo que no quede 🙂
Un saludo,
Oliva.
botanyuki dijo:
Hola Oliva,
Me alegra saber que es de utilidad la entrada porque hoy en día la gente siempre está demonizando los polvos pero tienen una función importante a la hora de sellar. Cielos lo de la luz sí que es importante 😉 pero vaporizar agua o el Fix + ayuda muchísimo, de verdad que es muy importante.
Te agradezco que preguntes así porque cuando escribo estas entradas siempre pienso en el problema de que es algo que hay que imaginar y yo tiendo a ser muy sintética intentando no dar muchas vueltas con la explicación. Ahora la respuesta por partes 🙂 :
-Respecto al color, depende de tu tono de piel claro, y ese tema da para un libro porque no todas las firmas tienen la misma filosofía. Además es mucho más difícil de lo que parece ajustar el tono, te aproximas nada más. En mi caso, subtono amarillo lo uso en el contorno y el rosa que tiene que ser medio tono más claro que tu tono de piel, en el centro. Lo de que sea medio tono más claro es muy importante para que funcione como iluminador. De todos modos, no debe de notarse la diferencia en términos de color sino un cambio en la luz y el volumen; así que no te preocupes porque el tono Banane no se vea amarillo, al contrario, precisamente si se notara mucho significaría que no es el adecuado.
-¿Sueltos o compactos? Depende de lo que apliques antes y sobre todo del acabado que desees. La entrada está dedicada a los polvos compactos que, en general, tienen más cobertura y pueden usarse solos como una base; para los sueltos dedicaré otra en el futuro pero salvo que sean mineralizados o tengas una piel impoluta estos son más apropiados para matizar. De todos modos, los Météorites de Guerlain en tonos rosados o el clásico mosaico multicolor son una buena opción a la hora de usarlos como iluminadores porque son más finos y ligeros, además fijan muy bien el maquillaje: son un buen producto de acabado.
-La técnica de aplicación: exactamente es como has dicho, aplicando el producto con lo largo de las fibras, eso te permite aplicar el producto de manera más ligera aún, mejor si tienes una brocha con acabado en punta porque te da más precisión en zonas difíciles. Suena raro, lo sé, yo cuando lo aprendí también me sorprendí pero luego comprobé su eficacia. Aplicar haciendo círculos está bien cuando usas algo como los Météorites porque como ya dije son más ligeros o para aplicar una base líquida.
Bueno, ya me contarás.
Saludos,
Botanyuki.