«Para gustos, los colores» debieron pensar los creadores de los diversos sabores de helado que unas líneas más abajo os detallamos.

La verdad es que nosotros nos lo hemos pasado genial con esta entrada y, tras ver cada uno de ellos, hasta nos hemos atrevido a hacer apuestas para el día que nos topemos con la variedad que más pesadillas gustativas nos ha causado.

Os avisamos, hay de todo tipo y, aunque cierto es que lo que para unos es extrañísimo, para otros es de lo más común, no sabemos si ese «todo tipo» termina de ser aplicable (y apetecible) para nuestros estómagos y paladares. Pero, quien sabe…

¿Comenzamos con estos helados de sabores imposibles?

Helado de jamón ibérico → Sí, existe, y aunque desconocemos si su sabor es tan placentero y exquisito como el del producto original, al parecer, es de los que más éxito tiene (y encima ahorrándonos el disgusto de ver como la pata va convirtiéndose en la más triste de las radiografías de lo que un día fue un jamón).
Helado de caviar → Delicatessen donde las haya, esta creación del chef Philippe Faur, está elaborada con un 60% de caviar y, según su publicidad, fue concebida para «paladares finos y exquisitos». Muchos afirman que probar este helado no tiene precio (¿o tal vez uno muy alto?).
Helado de ajo → Vale que el ajo posea numerosos beneficios para la salud, pero ante este helado ignoramos si solo los vampiros huirían del lugar.
Helado de pescado → Viendo este helado nos preguntamos cuanto daño ha hecho la frase «Mira que gracioso, vamos a probarlo»… ¡Error! Y es que, este producto, muy famoso y popular en Japón, puede darnos una buena sorpresa si no sabemos nada acerca de él, ya que se presenta como si fuese lo que aquí conocemos como sándwich de nata, solo que en su caso, la galleta es un trozo de pescado que envuelve una crema fría de vainilla y frijoles.
Helado de espaguetis → Todo un descubrimiento. No hemos visto producto más completo que este, porque para acompañar ese sabor a pasta, además trae hasta la salsa y el queso y, mucha atención, porque si sois de los que preferís los espaguetis enteros, estáis de suerte, ya que alguna variedad los contiene (así, como si de un topping se tratase). Para que luego digan que no se debe mezclar…
Helado de alitas de pollo → Este tipo de helado fue una edición limitada que cierta marca sacó al mercado como algo novedoso y rompedor. Sin palabras, pero ante tal hecho solo podemos decir que la frase «Del cerdo se aprovecha todo» parece tener los días contados.
Helado de carne de caballo → Sí, habéis puesto, seguro, la misma cara que nosotros (y es que esta entrada tendría que leerse de manera obligatoria con un espejo delante). Y, por increíble que os parezca, este helado, elaborado a base de carne de caballo cruda, se encuentra expuesto en todas las vitrinas de las más distinguidas tiendas gourmet de Tokio.
Helado de viagra → No hemos podido dejar de reírnos durante más de 30 minutos con la descripción asociada a esta variedad. Atentos: «De gran éxito y acogida, agradable sabor y muy consumido en horario nocturno»… Ante esto, solo podemos aconsejaros que desconfiéis (o confiéis, oye) de todo aquel que se os acerque, helado en mano, con intención y algo de alevosía.