Astronáutica
Gran Enciclopedia de la Astronáutica (99): Actuador; Achatamiento Polar
Actuador
Astronáutica
Si bien un satélite o un cohete pueden parecer estructuras relativamente rígidas e inamovibles, en realidad están llenos de mecanismos que deben moverse para poder funcionar, aunque sea una sola vez. Por ejemplo, un satélite debe abrir sus paneles solares o sus antenas al alcanzar el espacio, y un cohete puede tener que desplazar su motor para dirigir su trayectoria de ascenso, o abrir una válvula en el momento oportuno.
Los mecanismos que permiten que ello sea posible se llaman actuadores, y los hay de diversos tipos, en función de la energía que utilicen para su función (electricidad, presión hidráulica, etc.).
Los actuadores, por tanto, se ocuparán de ocasionar un movimiento en una pieza, o controlar su actividad. Los ingenieros los diseñan específicamente para una tarea, de modo que de ellos depende que ésta se lleve a cabo correctamente.
Achatamiento Polar
Geodesia
Cuando un planeta gira rápidamente sobre sí mismo, y puede considerarse que la Tierra lo hace, se deforma de tal manera que su diámetro ecuatorial acaba siendo mayor que su diámetro polar. Ello ocurre porque la fuerza centrífuga que actúa en el ecuador es superior a la que encontraremos cerca de los polos, y la materia, sobre todo cuando el planeta se encontraba en un estado más fluido, ha acabado acumulándose en esta zona de mayor influencia. El achatamiento polar es una indicación numérica de lo pronunciada que resulta esta diferencia entre el diámetro ecuatorial y el ecuador.
En el caso de la Tierra, el achatamiento polar tiene un valor de 1/298,25, con un radio ecuatorial de 6.378 Km y un radio polar de 6.356 Km. La magnitud es tenida en cuenta en la astronáutica porque un satélite que deba moverse en una órbita muy baja y no ecuatorial encontrará periódicamente variaciones en la forma de la Tierra que afectarán a su trayectoria. En efecto, el abultamiento del planeta evitará que la órbita (elíptica) siga con exactitud las leyes de Kepler, debido a que una mayor cantidad de materia en ciertos lugares (cerca del ecuador) producirá una superior atracción gravitatoria en ellos.
Precisamente, fue el estudio de los movimientos de los primeros satélites, y la irregularidad de sus movimientos en comparación a las trayectorias calculadas con antelación, lo que puso de manifiesto el valor exacto del achatamiento polar, hasta entonces sólo conocido por mediciones geodésicas.