Piojos

Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental, Notas de tapa

La batalla contra los piojos en el foco de la ciencia

Con el comienzo de cada ciclo lectivo los chicos vuelven a casa con piojos en la cabeza y surge en los padres una continua preocupación: la lucha contra la pediculosis. La doctora Claudia Vassena, coordinadora y docente de la Maestría en Control de Plagas y su Impacto Ambiental del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3IA), e integrante del plantel de investigadores del Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (CIPEIN), revela los avances de la ciencia en busca de una solución efectiva para la epidemia más común de las escuelas no sólo a nivel nacional sino internacional.

Foto gentileza Ariadna Moretti.

 

Los piojos son pequeños insectos parásitos que producen una enfermedad llamada pediculosis. Como los piojos no saltan ni vuelan, se transmiten por el contacto directo entre los niños y a través de peines, cepillos, almohadas, bufandas, sábanas y toallas. Viven agarrados al cabello y se alimentan de sangre humana. Son traslúcidos pero su color puede variar, de acuerdo con el tono del cabello, de beige claro a gris oscuro. Además de una molesta picazón, producen irritación de la piel y riesgo de infecciones secundarias como consecuencia del rascado. “Según revelaron los estudios epidemiológicos realizados por el CIPEIN, la infestación promedio total en las escuelas fue del 30 %, pero las  nenas presentan más infestación que los varones (36 % vs. 27%). Aproximadamente el 12 % de las niñas y el 11,5 % de los varones examinados tuvieron más de 10 piojos en la cabeza”, sintetiza Claudia Vassena, doctora en ciencias biológicas (UBA) e investigadora independiente del CONICET y CITEDEF.

Ciclo de vida del piojo

La hembra deposita y pega -con un cemento muy resistente- un huevo o liendre en el pelo. El desarrollo del huevo dura aproximadamente 8 días y el piojo recién  nacido necesita de 7 a 10 días para llegar a adulto. Cada hembra deposita entre 7 a 8 huevos por día durante dos semanas. “Cuando la hembra permanece en la cabeza y no la sacamos, en 15 días puede dejar aproximadamente 100 liendres”, advierte Vassena; y explica que los piojos recién nacidos comienzan a comer de inmediato y pasan por tres etapas juveniles antes de llegar a adultos. “El control de estos insectos se puede realizar con peine fino, pero cuando la infestación es alta, es conveniente aplicar también un pediculicida”, agrega.

El control químico con pediculicidas comenzó en el año 1943 con el DDT y ha continuado a nivel mundial con insecticidas clorados (lindane), organofosforados (malatión), carbamatos (carbaryl), piretrinas y piretroides. “Actualmente, su uso está limitado porque muchos de estos plaguicidas son altamente tóxicos para los seres humanos y por otra parte los insectos se hicieron resistentes a estos  insecticidas”, señala la especialista que, desde el CIPEIN, lleva 18 años estudiando esta plaga.

“Encontramos altos niveles de resistencia a permetrina en la mayoría (92,3%) de las muestras de piojos recolectados en 26 escuelas de la ciudad de Buenos Aires y alrededores. Estos estudios demostraron que los piojos resistentes a permetrina desarrollaron alta resistencia a otros insecticidas piretroides (deltametrina, d-fenotrina, cipermetrina), situación que inhabilita el uso de estos compuestos para el control de piojos. El fenómeno de resistencia a insecticidas es el proceso por el cual las poblaciones de insectos se adaptan a la aplicación de un insecticida y terminan tolerando dosis muy altas que, en otras circunstancias, los matarían”.

Esta aplicación da lugar a la mortalidad de altos porcentajes de la población de insectos que son susceptibles, pero deja como sobrevivientes pequeñas poblaciones de insectos capaces de tolerar altas dosis del tóxico; estos insectos, que son los resistentes al insecticida, tienen la capacidad de transmitir los genes que confieren la resistencia a su descendencia. El resultado de esto es la presencia de más insectos resistentes al insecticida. La solución a este problema es investigar para encontrar insecticidas con diferente modo de acción, no contaminantes del medio ambiente y de baja o nula toxicidad para humanos.

Tratamiento y prevención

Una alternativa a los insecticidas convencionales son los compuestos siliconados y los  botánicos como los aceites esenciales (AE) producidos por las plantas aromáticas. “Por ejemplo lavanda, menta, eucaliptos. Estas aromáticas han despertado alto interés por su actividad repelente y adulticida. Por otra parte, los compuestos siliconados también matan a los huevos o liendres, que hasta ahora no podían ser eliminadas con otros piojicidas”, detalla Vassena. “En el marco de un convenio con el CONICET y una empresa farmacéutica de capitales nacionales, hemos desarrollado varias fórmulas comerciales con excelente efecto en mortalidad de liendres e insectos móviles, y con muy baja toxicidad para los niños y amigables con el medio ambiente, ya que creemos que este es un tema de fundamental importancia que desvela a muchos padres”, explica.

A lo largo de los años de investigación del tema, y de las visitas a las escuelas, la especialista de la UNSAM y todo el equipo con el que trabaja detectaron que muchas veces se hace un “uso indebido y peligroso de insecticidas no aptos para niños tales como las pipetas para pulgas de perros o aerosoles mata cucarachas. Estas prácticas erróneas y sumamente peligrosas son el resultado principalmente del desconocimiento”, alerta. Y concluye: “Por eso es fundamental conocer bien la enfermedad. Porque sólo así, investigando, podremos saber bien cómo tratarla y prevenirla”.

 

 

Nota actualizada el 8 de marzo de 2013

3 comentarios

  1. carlosmaria dice:

    En el 2008 la ANMAT aprobo el BIOLIEN, un acondicionador no toxico, derivado del aceite de soja, que elimina liendres y piojos por contacto, pues ataca la cubierta de los acaros. Es una solucion definitiva, y desarrollada por una PYME.

  2. Andrea dice:

    Hola

    Me interesa saber la marca y el laboratorio del nuevo pediculisida a base de hierbas o de siliconas que se menciona en el artículo “La baalla contra los piojos…..”.

    Soy docente y quisiera promocionarlo por tener menos efectos secundarios seguramene por lo que dice la doctora.

    Muchas gracias.

    Andrea Burgin

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