Contraindicaciones para la aplicación del masaje


Las contraincicaciones las podemos dividir en dos grupos.

 

Contraindicaciones Relativas:

 

El primero que trataremos en este apartado son las llamadas relativas. Son aquellas en las cuales se puede realizar el masaje teniendo especial cuidado, como es el caso del masaje en las personas de edad avanzada o en los niños.

 

Las contraindicaciones son conocidas también como precauciones, en estas situaciones es posible aplicar el masaje, ya que no representan riesgo inminente para el receptor. No obstante, en caso de presentar una reacción adversa es necesario modificar la técnica que se está aplicando o en último caso suspender la sesión.  Entre las precauciones más relevantes encontramos las siguientes:

 

  • Niños y adultos mayores
  • Gestantes después del tercer mes
  • Hiper o hipotensión
  • Taquicardias
  • Diabetes
  • Enfermedades reumáticas
  • Diversas afecciones de la piel
  • Cólicos
  • Contusiones leves
  • Síndrome premenstrual y periodo menstrual.
  • Taquicardia
  • Enfermedades cardiovasculares
  • Reacciones cutáneas al masaje
  • Intolerancia por aumento del dolor
  • Osteoporosis

 

 CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS:

El segundo grupo agrupa a las contraindicaciones absolutas. Se debe entender como aquellas en las cuales no es recomendable practicar el masaje bajo ninguna circunstancia, debido a la posibilidad de complicación de la patología manifiesta, como por ejemplo en el caso de las varices.  Algunas de las contraindicaciones  más relevantes son las siguientes:

 

  • Traumas y lesiones osteomusculares y articulares (esguinces, fracturas, desgarres, luxaciones, entre otras).
  • Cuando existen alteraciones anatómicas de los tejidos (Masas o relieves extraños).
  • Infecciones virales como gripa, fiebre, infecciones generales, entre otras.
  • Heridas de la piel de todo tipo como forúnculos (nacidos), laceraciones, hongos, cortadas, quemaduras, entre otras.
  • En caso de lesiones vasculares como trombosis, flebitis, varices, tromboflebitis.
  • Intoxicación por cualquier vía, digestiva (ingesta de alimentos), olfativa (inhalación de gases) o cutánea (contacto con agentes tóxicos).
  • Bajo efectos de alcohol o drogas alucinógenas.
  • Mordedura o picadura de animales.
  • Artritis en estados agudos.
  • Después de haber consumido comidas abundantes.
  • Hernias o estados agudos de inflamación.
  • Inflamaciones de la cavidad abdominal o de cualquier otro tipo sin diagnosticar.
  • Alteraciones neurológicas.
  • Diabetes no controlada.
  • Embarazo (primer trimestre)
  • Hemorragias
  • Afecciones tumorales
  • Problemas cardiovasculares no controlados.
  • Edemas
  • Hematomas
  • Hemorragias
  • Compromiso inmunológico (cáncer, VIH o SIDA)

 

Las anteriores contra indicaciones es importante tenerlas en cuenta para una práctica segura y saludable tanto para el receptor como para el terapeuta que la realiza.