Obama aguijonea aliados y minimiza poder de Rusia

El presidente Barack Obama hace una pausa antes de responder una pregunta en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro holandés Mark Rutte al final de la Cumbre de Seguridad Nuclear realizada en La Haya, Holanda, el martes 25 de marzo de 2014. (Foto AP/Pablo Martínez Monsiváis)

BRUSELAS (AP) — El presidente de Estados Unidos Barack Obama está usando la anexión de Crimea a Rusia que dirigió Vladimir Putin para elaborar un alegato delicado: Rusia no es una potencia mundial pero sus acciones amenazan al orden europeo lo que requiere actos punitivos como respuesta internacional.

Obama estará en Bruselas el miércoles con el objetivo de crear una amplia base de apoyo contra Rusia. El día previo dijo que Rusia es una simple "potencia regional" que amenaza a sus vecinos no "por su poder sino por debilidad". Agregó que le preocupa más que alguien haga estallar un explosivo nuclear en Manhattan que las acciones de Rusia.

Este lenguaje que desestima los actos de Rusia seguramente no le gustará al nacionalista Putin pero también contradice el tiempo y la energía que Obama ha dedicado a aislar a Rusia y elaborar un plan de sanciones que tienen por objetivo frenar sus agresiones.

Obama llegará a Bruselas para concentrar los compromisos que recibió de sus aliados en La Haya, Holanda, para asegurar a los integrantes de la OTAN que la alianza los respaldará y resaltar el tema de la seguridad europea veinticinco años después de la caída de la Cortina de Hierro.

El presidente norteamericana mezclará profundos simbolismos con democracia el miércoles y finalizará con su único discurso programado en la gira de una semana de duración por cuatro países vinculando la crisis ucraniana con su visión de que Estados Unidos y Europa son las anclas de la democracia y el derecho internacional.

En cierto modo, el miércoles Obama hará un recorrido por la historia, comenzando con un peregrinaje al campo de Flandes, el cementerio de la Primera Guerra Mundial, en el que estará acompañado del rey Felipe de Bélgica y el primer ministro Elio Di Rupo, donde colocará una ofrenda en honor de los estadounidenses que murieron en la conflagración de hace un siglo.

Después acudirá a una reunión con líderes de la Unión Europea, cuyos antecedentes están en el "Proyecto europeo" surgido tras la Segunda Guerra Mundial cuyo objetivo era asegurar la paz. Más tarde se encontrará con el secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen para enfatizar la alianza que nació como un baluarte contra la Unión Soviética.