Áyax el grande; un heroe griego sin ayuda divina.


    Este singular héroe de la mitología griega, era hijo de Peribea y Telamón que era hermano de Peleo, padre de Aquiles, por tanto nuestro protagonista era primo del héroe de los “talones desprotegidos”. Igualmente, si seguimos mirando su árbol genealógico, Áyax resulta ser biznieto de Zeus, ya que su padre era hijo de Éaco, hijo del dios.

    También llamado Ayante, su nombre suele ir acompañado de “el grande” o “telamonio” para distinguirlo de su homónimo en la guerra de Troya, Áyax Oileo o el menor, de características físicas y habilidades distintas ya que el segundo era un infalible arquero.

     Se le describe con una presencia impresionante, de gran estatura y una fuerza colosal, considerado el segundo en destreza dentro del campo de batalla, durante la guerra de Troya, tras su primo Aquiles, aunque con una inteligencia más limitada que otros héroes de esa guerra. Al igual que otros muchos personajes, en su juventud fue entrenado por el centauro Quirón y solía luchar ayudado por un enorme hacha y escudo del gran tamaño, que frecuentemente se describe diciendo que era como una torre y estaba compuesto por siete capas de pieles de buey y una octava de bronce, cuando al parecer, los habituales lo estaban por cuatro capas. Pero la circunstancia que lo diferencia del resto de guerreros que participaron junto a él en la famosa guerra, era que no gozaba de la protección de divinidad alguna, a diferencia los demás, ya que cada uno gozaba de la simpatía de algún dios, Tetis hacia su hijo Aquiles, Atenea hacia Diómedes u Odiseo, Apolo hacia Héctor, Afrodita hacia su hijo Eneas, etc… Sin embargo Áyax se lleva el mérito en exclusiva de sus enfrentamientos.

                    Defensa de las naves de Ayax

    Son varias las escenas en la Áyax aparece como protagonista durante la guerra. A ella acudió al mando de las tropas de Salamina, como su soberano, aportando a la expedición aquea 12 naves, junto a su hermano bastardo, Teucro, que era un gran arquero y que le era un fiel ayudante en sus hazañas. Desde un principio fue un referente en la lucha del lado griego, matando a muchos troyanos, y aún más cuando su principal paladín, Aquiles, entró en cólera contra el caudillo de los griegos, Agamenón y se negó a luchar. Fruto de su importancia en la lucha, tuvo la oportunidad de entablar combate singular en dos ocasiones contra Héctor, el príncipe troyano y el mayor héroe troyano. En una primera ocasión, fue Héctor el que retó a los aqueo, con la intención de luchar contra Aquiles, pero este se encontraba en huelga de brazos caídos para la lucha, por lo antes citado y por ello se le ofreció la oportunidad de luchar contra nuestro protagonista, como segundo en valor del lado helen. El combate duró todo el día, durante la cual los dos contendientes demostraron el porque de su reputación en el combate, hasta que al oscurecer decidieron finalizarlo sin proclamar vencedor. Ambos reconocieron el valor de su contrincante y se obsequiaron mutuamente, como muestra de respeto recíproco, con sendos presentes. Áyax entregó a Héctor su tahalí y este su espada al primero. Para ambos, estos presentes resultaron funestos, como más adelante como veremos.

    La segunda ocasión se produjo cuando durante un importante avance de los troyanos, con Héctor al mando, que gozaba de la ayuda divina de Apolo, pese a que Zeus había ordenado a los dioses no inmiscuirse en la batalla, en la que consiguieron una gran ofensiva contra los griegos, atravesando el muro levantado por éstos para proteger las naves e incluso llegando hasta éstas. Durante este combate, resultaron heridos la mayoría de los héroes aqueos, Agamenón, Diómedes, Odiseo, Eurípilo entre otros. Pero no lo resultaron ni Aquiles, que continuaba en su cólera, ni Áyax, que fue el único héroe griego que aguantó firme en la defensa de las naves, de las que resultaron incendiadas muchas de ellas, ayudado por los soldados que se reunieron junto a él, al comprobar que era el único capaz de defenderlas. Pero estos también recibieron la ayuda divina de Poseidón, tras conseguir distraer a Zeus con una treta de su esposa Hera.

    Y hasta donde se encontraba Ayante, llegó Héctor y volvió a entablar una lucha cuerpo a cuerpo, nuevamente la lucha se desarrollaba equilibrada, hasta que nuestro héroe, hizo gala de su espectacular fuerza física y le arrojó un enorme piedra, más grande incluso que el propio príncipe troyano, que casi lo aplastó, dejándolo casi muerto. Pero llegado a este punto, Zeus se dio cuenta del engaño del que había sido objeto, y decidió actuar, reanimando a Héctor que recrudeció su carga contra las naves y el propio Áyax, que llegó a romper su lanza, lo que entendió como un mensaje divino y no le quedó más remedio que retroceder. Hasta que, cuando todo parecía perdido para los helenos, sucedió el pasaje en que el amigo del alma de Aquiles, Patroclo, haciéndose pasar por él con su armadura, apoyado por los soldados mirmidones, a los que el propio Aquiles había permitido ayudarlo, inicia una ofensiva, que provocan la confusión entre los troyanos, que le creen el autentico Aquiles, y comienzan la retirada. Estos hechos acabarían con la muerte del propio Patroclo, que había acabado con la vida de muchos troyanos, a manos de Héctor, el cual lo despoja de sus armaduras. Aquí aparece nuevamente Áyax, que junto a Menelao, consiguen defender el cuerpo, hasta el anochecer y llevárselo a su gran amigo, para que le realizase los ritos funerarios, lo que provocó la vuelta a la batalla de este para vengar la su muerte.

    Tras la vuelta de Aquiles a la batalla, cambió el curso de la misma, orientándose del lado griego, hasta la muerte de esté, a causa de la flecha lanzada por Paris y guiada por Apolo, nueva ocasión esta, en la que Áyax hace gala de su valor, y junto a Odiseo (Ulises), consiguen rescatar el cuerpo nuevamente, de entre los troyanos, y sus saetas.

    Ayax rescata el cuerpo de Aquiles.-

    Pero la muerte de Aquiles, sería el inicio del fin de nuestro protagonista. Como era costumbre se trataba de decidir quien era más digno para recibir las armas del fallecido, fabricadas por el mismísimo Hefesto, y la discusión estaba en si entregárselas a Áyax o a Odiseo. Para ello Agamenón, como caudillo griego, hubo de decidir como se juzgaría cual de ellos sería merecedor de esta herencia. Para ello, según el autor, hay diversas versiones. Algunos dicen que cedió la decisión al resto de caudillos griegos, otros que pidieron a los prisioneros troyanos que eligiesen cual de los dos les hizo más daño en sus filas, también hay quien opina que el sabio Néstor, dijo que mandasen unos espías a las murallas troyanas para oír la opinión de estos y escucharon una conversación de unas doncellas que relataban el episodio del rescate del cadáver de Aquiles. Sea como fuere, la decisión final fue favorable al rey de Ítaca lo que hizo entrar en un gran estado de ira a Ayante, el cual comenzó a planificar su venganza, que debía terminar con la muerte del resto de jefes griegos, ya que consideraba que le habían humillado al no otorgarles las armas de su primo.

    Sin embargo, como ya se he repetido en el artículo, Áyax no gozaba con la simpatía de los dioses, y en particular de Atenea y fue ella la que al llegar la noche lo enloqueció, y al salir  a cumplir con su venganza, confundió un rebaño de ganado, con lo caudillos a los que consideraba culpable de su situación, y comenzó la matanza de los animales, pensando que mataba a Agamenón, Menelao, al propio Odiseo, etc.

    A la mañana siguiente, cuando recuperó la cordura se sintió satisfecho por su “hazaña” y lo comentó con sus seres más cercanos, sin embargo duró poco su alegría, ya que pronto se dio cuenta de la realidad. Esto le provocó una gran humillación y ante esta nueva situación solo encontró una solución posible, el suicidio. Para ello lo organizó todo, y dio instrucciones a su hermano Teucro y su compañera, Tecmesa, de cómo deberían realizar los ritos funebres y que hacer con sus armas, las que deberían acompañarle en ese enterramiento. Tras todos los preparativos se apartó del campamento y tras clavar la espada que Héctor le había regalado, en el suelo, con la punta hacia arriba, se dejó caer sobre ella, clavándosela en el cuello. Hay quien cuenta que tuvo que realizar varios intentos para acabar la acción, ya que era tan grande su vigor y fuerza que la espada llegó a doblarse en alguna ocasión. De esta manera, como dije antes, este regalo resultó funesto para él, al igual que el tahalí que Ayax regaló a Héctor, valió para que Aquiles lo atase por él al carro y lo arrastrase alrededor de las murallas troyanas y hasta el campamento griego.

    Sea como fuera, tras su muerte, el resto de jefes griegos ya estaban al tanto de la matanza y estaban enfurecidos con nuestro protagonista, buscándolo para juzgarlo, pero al estar ya muerto, Agamenón y Menelao decidieron que no se debía enterrar, dejando su cuerpo expuesto para que lo buitres acabaran con él. No obstante Odiseo, sintiéndose con parte de responsabilidad, actuó a favor del fallecido, y convenció a rey de Micenas, para que permitiera los actos fúnebres y que además los facilitara. Y así fue siendo enterrado en vez incinerado como sucedió con otros héroes. Pese a esta ayuda final, cuando Odiseo, en su conocida aventura tras la guerra, bajo al Erebo y se encontró con las almas de los héroes griegos muertos, la de Áyax fue la única que no se le acercó para hablar con él pese a que este le intento explicar que tenía responsabilidad en lo sucedido.

    La muerte de Áyax, también tuvo importante consecuencias en su hermano, Teucro ya que al llegar a Salamina, su padre Telamón, no le dejo desembarcar, haciéndolo responsable de los hechos por no apoyarlo lo suficiente y traer de vuelta sus huesos. Por esto, tuvo marchar hasta Creta, donde fundó otra ciudad llamada también Salamina.

    Sobre las razones por la que Áyax el grande, no guardaba buenas relaciones con los dioses, no están claras, sin bien una de las versiones cuenta que en su juventud, su padre le aconsejó que debía luchar con las armas pero también con la ayuda de los dioses, a lo que le contestó que hasta el más cobarde podía vencer con la ayuda de los dioses. Con esta repuesta se ganaría la enemistad de los dioses, que tal y como pasa en muchas de las leyendas griegas, las dos cosas que éstos no perdonaban, era la hybris y la falta de culto.

Neoptolemo.-

Bibliografía relacionada:

Diccionario de mitología griega y romana, Perre Grimal.-

Los mitos griegos, Robert Graves.-

La Iliada y la Odisea, Homero.-

Poshomericas, Quinto de Esmirna.-

Ayax, Sofocles.-

22 comentarios en “Áyax el grande; un heroe griego sin ayuda divina.

  1. Si te soy sincero, está muy bien. La única pega que le pongo es que no pusiste el origen del nombre y que te faltó la «S» en el último párrafo, he visto lo que dicen los libros y está bastante completo. Te repito que has hecho un excelente trabajo.
    Un saludo

    • Gracias Javi, ya arregle lo de la «S». Sobre la etimología de los nombre, tanto mitología como en historia, decidí no tratarlas en el blog para no meter con conflictos con las distintas versiones, ya que muchos de esos nombre no tienen claro su origen. No obstante, quizas me los replantee.

      De todas formas, siempre es de agradecer correcciones o ampliaciones, ya que nadie es perfecto, y siempre es bueno continuar adquiriendo conocimientos y corregir defectos. Por ello el blog esta abierto a todas las aportaciones que quieras hacer.

  2. Excelente tu ensayo, Yo le agregaria algo y es que en realidad Ayax se suicida es por sentirse despreciado por sus propios compañeros de armas, no por una malcriadez al no recibir la armadura de Aquiles. Despues de todo lo que hizo enfrentarse mano a mano con el mejor guerrero troyano, demostrar su honor y amistad con sus amigos incluso despues de muertos (lucho a sudor y sangre para recuperar y así lo hizo, de las manos de los troyanos los cuerpos de sus amigos Patrolo y Aquiles) y tantas batallas donde practicamente solo se enfrento al ejercito troyano sin ninguna ayuda divina, para que a la final fuera su mayor enemigo Hector el unico que reconociera en él un extraordinario guerrero y asi lo demostro al regalarle su espada luego de su primer combate, por esa razon es que Ajax decide suicidarse con esta espada.
    Ayax ya en mi opinion es el mas interesante heroe griego, todo lo que alcanzo lo hizo por su propio esfuerzo y deseo de superacion personal, sin deberle nada a los Dioses quienes se sintieron amenazados por este hombre que no le rendia honores !!!
    Saludos desde Venezuela !!!

    • Rodrigo me parece muy acertadas tus apreciaciones y coincido en bastante puntos con ellas. Yo tengo un aprecio semejante al tuyo por este héroe.

      Sobre las causas del suicidio, es muy plausible tu opinión y en ningún momento la descartaría, pero en la entrada quise limitarme a dar a conocer su historia haciéndome eco de lo que contaban sobre el clásicos, intentando no opinar, o haciéndolo lo menos posible. Pese a ello todas las aportaciones y opiniones, e incluso críticas, que se hagan a los artículos son bien recibidas y enriquecedoras.

      Gracias por tu opinión.

  3. No suelo opinar sobre los mitos, pero si descompones el personaje es posible que saques tus propias conclusiones. Puedes ver que se trata de un personaje que actúa sin ayuda de nadie, y aun así es de los mejores guerreros, sin embargo no tiene el reconocimiento del resto.
    Por otro lado es un personaje fuerte, robusto, rudo pero no muy inteligente. Y al final nadie puede con él y sin embargo , el mismo es que acaba con su propia vida.

    Yo creo que alguna conclusión puedes sacar

  4. Muy buenas. Articulo y blog mas que interesantes para los que gustamos de mitologia e historia. Enhorabuena.

    En la Iliada siempre he simpatizado con los troyanos, especialmente con Hector.

    Sin embargo, hay un par de caudillos danaos que han pasado desapercibidos a mi modo de ver para el gran publico, cosa que no seria asi de haber leido la Iliada original, y que para mi forman junto con Aquiles y Ayax el grupo Champions (en lo que a habilidad marcial se refiere). Hablo de Idomeneo y Diomedes.

    Es increible la descompensacion que hay entre los 2 ejercitos, ya que Troya solo es sostenida por Hector (a Eneas no lo tengo en cuenta ya que se da a entender que no llega al nivel de los mejores griegos), ya que si no es el dia de gloria de Aquiles, lo es de Ayax, o si no de Agamenon, o si no de Diomedes, y asi sucesivamente.

    Tambien seria interesante añadir que la tragedia de Ayax tambien afecto a su hermanastro Teucro, que como muchos heroes griegos al terminar la guerra, su regreso no fue feliz ni mucho menos, ya que sus padres le acusaron de no haber apoyado a Ayax lo suficiente y le obligaron a irse de su tierra (Salamina), fundando él mismo una nueva Salamina en Creta.

    Otra virtud de Ayax es que podria decirse que era consecuente con sus creencias hasta despues de muerto, ya que cuando Odiseo baja al Hades, le es imposible hablar con él pues Ayax le rehuye en protesta por ser el culpable de su muerte y deshonra.

    Un saludo.

  5. Hola, admirado por este personaje de la Ilíada, lo he buscado en Internet a ver qué salía. Un triste final para tan valiente guerrero. Muy interesante todo y bonito el blog, ¿en qué libro se relata su muerte?

  6. Imavi la historia de la muerte de Ayax es tratada de forma concreta en la tragedia que lleva su nombre, de Sófocles. Además puedes saber mas el en otras obras como las Poshomericas de Quinto de Esmirna, la biblioteca de Apolodoro, entre otras.
    Ciertamente siempre me ha parecido un personaje singular.

  7. Amilcar, muy de acuerdo con tus apreciaciones. Sin duda tanto en este personaje como en los otros articulos en los que comentas, se les podria hacer un analis mucho mas exahustivo. No dudes en proponerlo si te interesa, no estarían mal debates al respecto de ellos.
    Muy agradecido por tus aportaciones.

    • yo le puse de nombre a mi ultimo hijo Ayax Thaiel, miren si no admiro a este heroe qriego y lei todo lo qie hay sobre el. El segundo nombre es mapuche, originario de mi tierra y significa » hombre libre ”. Saludos

  8. Neoptoleno: Felicidades por este trabajo tuyo. Coincido completamente con tus conceptos acerca uno de mis mayores héroes de la guerra de Troya: el gran Áyax de Telamón

  9. Pingback: BIBLIOGRAFÍA – AYAX

  10. Me emocionó profundamente este post y todo el intercambio ¡muchas gracias! también a los que con sus reflexiones amplían la comprensión de este mito. Como verán estos ‘seres’ son mis nombre y apellido (reales) y desde pequeña investigué sobre ellos y han marcado y direccionado ciertas facetas de mi vida…

  11. Neoptolemo , me agradó tu blog . Muy interesante la caracterizacion de Ayax .
    Sin embargo , muy al principio se dijo que Ayax era nieto del padre de los dioses , lo cual ya de por sí lo convierte en un ser semi divino . Por lo tanto , él
    no necesitaba de la protección de los dioses .
    Ahora bien , yo creo que estos dioses , o su mención en los asuntos de los hombres , no es un simple recurso poético , o que representaban simplemente las fuerzas de la Naturaleza. Sino que fueron seres que realmente existieron , creencia que está relacionada con las antiguas leyendas y mitos sumerios y acadios relacionados con la existencia de los annunakis , , que aunque no eran dioses , fueron considerados como tales por los humanos de la remota antigüedad .

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