En clase de bosnio V: el aturullamiento

(Querido diario: hace mucho que no escribo…)

Aturullar: Confundir, desconcertar, pasmar, aturdir, atolondrar… 

Un montón de sinónimos para expresar una de las sensaciones más comunes de mis recientes clases de bosnio. El aturullamiento algunos días ha sido tal que he estado a punto de abandonar (además de por el frío que hace, la pereza que me da, la acumulación de pequeñas cositas, trabajo, etc). Pero ya no queda nada de curso, así que he decidido terminarlo. Empezamos seis, hemos llegado al final 3, y yo por los pelos.

Un ejemplo del aturullamiento del que hablo en clase:

Estamos viendo cómo se declinan los nombres en algunos casos. La profesora nos reparte una hoja con frases para completar con la forma del sustantivo en acusativo (o genitivo o locativo o lo que sea). Sin explicar el vocabulario que sale, sin apenas dejarnos tiempo para leer las frases y pensar, empieza a preguntarnos una frase a cada una. Soy la cuarta, así que me voy directamente a la frase número cuatro, en la que entiendo una palabra de diez. Ya me va a tocar…, no he escuchado casi nada de lo que han dicho mis compañeras, ya me toca… leo la frase, me detengo en el hueco, que más que un hueco es un agujero negro, levanto la vista y pongo cara de poker.

«Šta  znači to?» (¿qué significa esto?) y repito una de las palabras de la frase, la que intuyo que es el verbo, a ver si me da una pista de lo que quiere decir la frase.  La profesora me mira con los ojos muy abiertos. «To nije novo» (eso no es nuevo, eso ya lo hemos visto en clase…). «Hajde, hajde…» (Venga, vamos, rapidito). No tengo ni idea de cómo completar el agujero negro, cada vez más grande, pero la profesora me acojona; no tengo recursos para explicarle  que sí, que puede que esa palabra haya salido una vez en clase pero que no me acuerdo de lo que significa; así que pruebo a poner diferentes terminaciones a la palabra entre paréntesis que debo usar, a ver si cuela: «nož…a? nož…u? nož…i?». Es peor el remedio que la enfermedad. La profesora vuelve a abrir sus enormes ojos y me pregunta que por qué «nožu» y no «nož» y entonces comienza de nuevo a explicar para qué sirve el acusativo (o el genitivo o lo que sea) y cómo se forma…

Su explicación no me sirve de nada, porque yo ya sé para qué sirve cada caso, lo que pasa es que no entiendo el significado de la frase… Como sólo hay cinco vocales, termino por acertar. Era «nož» sin ninguna vocal final. En la siguiente sale la palabra «pas». No sé lo que es, pero hago mi hipótesis. Si antes era «nož», pues esto será igual, sin desinencia. Y digo tan contenta «pas». Pero la respuesta no es correcta. Es «psa». Y es que resulta que en bosnio, cuando el OD es algo animado tiene una terminación y si no, se queda como está. Querida profesora mías, para hacer bien el ejercicio necesito saber que «nož» es cuchillo y que «pas» es perro. Y necesito también un poco de contexto, porque una frase como «Moj brat nema …..» (Mi hermano no tiene …) no ayuda mucho.

Ilustración (estupendísima) de Sonia Pulido

 

De vez en cuando vuelvo, ilusa de mí, a preguntar «Šta  znači?», pero la respuesta es un sinónimo o una retahíla que tampoco entiendo. Mujer, hazme un dibujo, un gesto, o señala algo, o dímelo en otra lengua… Decido dejar de preguntar y hacer el resto del ejercicio mecánicamente, como sospecho que hacen también mis compañeras. A veces cuela, cuando uno identifica la forma (ajá, es masculino singular, luego el acusativo será así/ hmmm, esto parece neutro plural, entonces el genitivo será asá) otras veces no. Me propongo buscar todas esas palabras en el diccionario al llegar a casa. Pero sé que no lo voy a hacer. El aturullamiento me quita las ganas de estudiar o de aprender. 

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