Por qué la guantera se llama así y cuál fue su origen

Ahora es un espacio indispensable para guardar la documentación y otros objetos, pero su cometido inicial era muy diferente.

La guantera se ha mantenido a lo largo de la historia como un elemento imprescindible en la disposición interior de los coches y en cualquiera de sus categorías.

Y habitualmente en su interior se van acumulando algunos elementos necesarios a bordo junto a otros que no lo son tanto.

Documentación del vehículo, papeles varios, mapas y diversos accesorios de todo tipo como chalecos reflectantes, luces de emergencia, dispositivos electrónicos, linternas, mandos a distancia, cargadores para el móvil, gafas de sol, pañuelos de papel… acaban encontrando su lugar en este accesible y práctico espacio.

Cajón de sastre

La necesidad de incorporar el airbag obligatorio para el pasajero restó en su día capacidad a la mayoría de las guanteras tradicionales. Pero aun así no desapareció y la gran mayoría de los modelos de nuevo desarrollo siguen conservando en su diseño este útil y pequeño cajón de sastre donde se puede guardar un poco de todo.  

Sin embargo, la misión de la guantera no siempre ha sido la misma, como demuestra su propio origen, que se remonta a la propia invención del automóvil. Eran los tiempos de la transición entre los coches tirados por caballos y los vehículos a motor, que aún conservaban de aquellos las mismas carrocerías abiertas que sin techo ni lunetas exponían a sus ocupantes a las inclemencias meteorológicas. 

Camille du Gast disputando la carrera París-Berlín al volante de un Panhard et Levassor (1901)

Arrancar el motor con una grasienta manivela y manejar los rudimentarios mandos del vehículo requerían proteger las manos del conductor. Pero es que además la ausencia de protecciones contra el viento como el parabrisas, obligaban en invierno a equiparse con sendas prendas de abrigo, incluidos unos gruesos guantes para no entumecerse con el frio a lo largo de los kilómetros.

Todas las marcas 

Como consecuencia de lo anterior, una de las primeras necesidades prácticas que surgió en el diseño interior de las carrocerías fue el poder disponer de un espacio adecuado para guardar aquellos voluminosos mitones que debían llevar los primeros automovilistas para poder conducir sus vehículos. 

Y así nació la “caja de guantes” o guantera, uno de los equipamientos prácticos más antiguos del automóvil que se ha conservado en todas las marcas y en casi todos sus modelos a lo largo de más de un siglo de historia. Un tiempo durante el cual las características de la guantera lógicamente han evolucionado en cuanto a la forma de integrarse en los salpicaderos a medida que estos iban modernizándose y también por los diferentes materiales utilizados en su fabricación. 

Situada generalmente frente al asiento del copiloto y dotada de una tapa con cerradura para mayor seguridad, la guantera ya no suele utilizarse para guardar los guantes, ya innecesarios para conducir, pero sigue cumpliendo una práctica función a la hora de alojar esos pequeños objetos necesarios en los desplazamientos cotidianos y durante los viajes. 

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