HASTA SIEMPRE, MILIKI.

La madrugada del domingo día 18 de noviembre de 2012 fallecía en Madrid don Emilio Aragón, conocido popularmente como Miliki, uno de los célebres payasos de la tele. Quienes nacimos a principios de la década de los setenta del siglo XX tenemos la suerte de haber gozado en nuestra infancia de las alegrías que nos ofrecían los hermanos Gabriel, Emilio y Alfonso Aragón, a quienes siempre recordaremos como Gabi, Miliki y Fofó. Eran inolvidables aquellas tardes frente al televisor aún en blanco y negro cuando ante un escenario en forma de pista de circo Miliki abría el espectáculo con aquel “Cómo están ustedes?”. Gabi, Miliki y Fofó iniciaban con entusiasmo y dedicación su tarea de hacer reir a los niños. Gabi, el payaso serio, acompañado por su inseparable saxofón; Miliki, el bonachón, algo bobalicón y pícaro que traía en jaque al pobre Gabi, y a quien siempre acompañaba un acordeón; y Fofó, cuya prematura desaparición en 1976 sumió a sus hermanos en una honda tristeza. Pero su vocación primó sobre cualquier otra cosa, y a Fofó lo sustituyó su hijo Fofito, y al trío Gabi, Miliki y Fofito pronto se incorporó Emilio Aragón jr., Milikito, al principio sin frase (como personaje mudo que hacía sonar un cencerro), luego como uno más del grupo. También fueron inolvidables los episodios cómicos que protagonizaban junto a Fernando Chinarro. El grupo se disolvió en 1982, y cada uno de sus integrantes siguió rumbos muy distintos: Gaby se retiró, Miliki continuó con su labor circense intentando revitalizar una institución (el circo ambulante) que, desgraciadamente, era ya una gloria y reliquia de tiempos pasados; Milikito inició una larga y exitosa carrera en solitario, primero como autor de su propio programa (En vivo y en directo), y después como showman, actor de teleseries, productor y finalmente socio fundador de Globomedia; Fofito intentó seguir la tradición circense.

Pero sin duda alguna aquella generación de niños cuya infancia transcurrió aún entre juegos infantiles en solares o en plena calle, donde chapas y peonzas ocupaban el lugar de smartphones y tablets, y donde el trato personal primaba sobre las conversaciones virtuales, tenemos grabadas a fuego en nuestra memoria aquellas canciones con las que Gabi, Miliki, Fofó y más tarde Fofito yMilikito salpicaron nuestros primeros años de alegría. Hola don Pepito, En el auto de papá, La gallina turuleta, Había una vez un circo, El barquito de cáscara de nuez, o su Navidad con paz, y tantas y tantas otras que hemos cantado muchas veces de niños, otras de no tan niños y otras muchas veces, ya convertidos algunos en padres, las han tarareado con sus hijos. Esas canciones que el propio Miliki grabó de nuevo no mucho ha en su recopilatorio A mis niños de treinta años….Todo un legado que merece un recuerdo hoy cuando Emilio Aragón ya nos ha dejado para reunirse con sus hermanos Gabriel y Alfonso. Por todo, asistía toda la razón a su hijo Emilio cuando ayer manifestaba en su comparecencia que Miliki había tenido éxito en sus dos grandes pasiones: el circo y la familia. Descanse en paz….tus niños de treinta años, ya casi cuarentones, jamás te olvidaremos.

Una última reflexión. Es bastante común que se tilde de “payaso” a personas extravagantes o ridículas, cuando no a políticos. Injusta calificación que merece el más contundente rechazo, como en su día hizo el también tristemente desaparecido Antonio Mingote, cuando indicaba que “A un político ruín, de seso escaso/payaso le han llamado injustamente./Nunca será ridículo un payaso”.

 

 

 

 

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