Abia de la Obispalía

Volqué en Abia toda una adivinación e intuición por lo románico dando lugar en su ábside a lo que quizá nunca tuvo y me subía, sólo, luego que Xasilda pusiera el tazón de leche y las madalenas en la mesa camilla, a esta almena singular que el correr del reloj convirtió en cementerio prolongado el de fuera y a su sur. Como crecían las paredes hasta retener el maderamen visible: los arcos sotenían las trazas distintas y sometían su arte en una composición de primitiva grandeza. En Abia el arquitecto no imitó, abrió la nave hasta darle el alto en la espadaña más tarde, dando lugar a la alta torre. Tampoco la reforma perduraría ya que el pueblo se fue marchando a los bajos acogiéndose a otra iglesia.

Yo insisto en dar preferencia a mi fantasía primera y por ello quizá el abade Silvino, persiste en darme réplica razonada. Esas piedras doradas, la clave del arco, la sillería cuidada, la dimensión, la descarga, y la clave. No le oigo empeñado en ver desfilar fantasmas.

De la Rica, C. (1986). Peregrinos por la Obispalía (El Románico conquense III). Revista Cuenca nº 28.

Abia de la Obispalía fue conquistada en el año 1183 por el rey Alfonso VIII, en ese momento pasa a formar parte del alfoz de Huete. Poco después es donada por el monarca a la Catedral de Cuenca y su obispo, pasando a formar parte de los feudos de la Obispalía. La población pasó a ser de realengo en el año 1578.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se construye a finales del siglo XII. En la actualidad es el cementerio municipal aunque todavía se puede apreciar la estructura original.

Muro norte

Del original templo románico quedan en pie los siguientes elementos: El muro norte cuyo alero cuenta con su cornisa de piedra, el muro sur elevado solo a media altura. Las dos portadas de entrada al templo son de similar factura mediante arcos doblados de medio punto adovelados. El ábside semicircular, reconstruido en parte.

Dentro se conserva el gran arco triunfal de medio punto en sillería de separación entre la nave y la cabecera, mientras que a los lados del arco se mantienen dos ménsulas a la altura del riñón del arco -posible sujeción para viga de un calvario; y otro arco de medio punto, algo rebajado,a los pies de la nave que permite la entrada a un pequeño espacio, donde se encuentra el acceso a las escaleras de la torre- campanario, y que podría haber sido utilizado como baptisterio. (http://www.arquivoltas.com)

Ábside semicircular

La pila bautismal románica fue trasladada a la actual iglesia, la ermita de Santa Catalina

Bibliografía:

  • VV. AA. (2009) Enciclopedia del Románico en Castilla- La Mancha. Aguilar de Campoo (Palencia) : Fundación Santa María la Real-Centro de Estudios del Románico,
  • NIETO TABERNÉ T. / ALEGRE CARVAJAL E. (2001) El románico en Cuenca. León: Lancia
  • http://www.arquivoltas.com/34-Cuenca/02-Abia.htm

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