Un ofrecimiento laboral es nada menos que un negocio, no hay empleo si no es redituable tener un empleado. Por ende si un empleador ya conoce su negocio sabe perfectamente qué margenes de costos puede tolerar.
A su vez, y por el lado del empleado, sucede que se brinda toda la información solicitada, se invierte tiempo y dinero en movilidad, se adecua el código de vestimenta y varios otros preparativos necesarios para una entrevista.
Esto le da al empleador mas que suficiente información como para saber si de su parte le es útil el candidato, asimismo no se le considera negocio a algo que es beneficioso unilateralmente.
El intercambio de información debe ser lo mas equitativo posible en las etapas iniciales para evitar perdidas de tiempo futuras: Tareas a desarrollar, paquetes remunerativos (Sueldos + Beneficios), horarios y zonas de trabajo son cosas que los empleadores y consultores en RRHH no deberían obviar inicialmente en ningún ofrecimiento laboral.
Estos datos definidos concretamente es lo que le dice a un empleado si el ofrecimiento es negocio para el o no.
Al contrario de las tendencias actuales, no proveer información es no promover a un intercambio de servicios. Lo cual perjudica la percepción de un empleado duradero y comprometido con su labor. El compromiso no solamente se exige sino que se ofrece al develar información de beneficios.
Un empleo es un negocio para todas las partes involucradas, un negocio se basa en un intercambio, un intercambio se basa en información. No se puede pretender hacer negocios sin dar información. Las empresas también deben «Venderse» y dar a los solicitantes lo que ellos necesitan para evaluarlas de lo contrario deberíamos cambiar el termino «entre»vista a otro.
Escrito por Pablo Felchle en Linkedin
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