cobreado de metales

Cobreado de metales

Si necesitas que tu superficie de metal esté protegida de la corrosión, la oxidación y el desgaste, considerar la posibilidad de aplicar un recubrimiento metálico que la asegure contra estos males. Una de las mejores opciones que podemos recomendarte es aplicar un proceso de cobreado electrolítico.

Aunque hay varias clases de revestimientos, el cobreado de metales sirve tanto para salvaguardar tus piezas de metal de los peligros del deterioro como para darle una nueva tonalidad estética, en caso de necesitarla. A continuación, te detallaremos todo lo relacionado con el cobre, su función y cómo aplicarlo en tus materiales metálicos.

 

¿Para qué sirve el cobre?

 

El cobre es una aleación rojiza que posee una gran conductividad eléctrica. Asimismo, es maleable y dúctil. Es especialmente útil si necesitas una cubierta que impida la corrosión. El cobre funciona, tanto en el sector decorativo, como en el industrial. 

Su color particular transforma el aspecto de los metales sobre los que trabaja (puede ser latón, acero, zamak o el mismo cobre) e incluso es capaz de mejorar su presentación en composiciones ornamentales.

Pero su función va más allá de evitar la corrosión de nuestros productos. Mediante el proceso de cobreado de metales, se genera una capa anti-agarre que evita la carburación en superficies, aspecto que contribuye a la mejora de su soldabilidad y mantiene una alta conductividad.

 

Características y función del cobre

 

El cobreado de metales puede ser considerado como una etapa intermedia en procesos de recubrimientos como el niquelado o el cromado.

Es posible solicitarlo como acabado o base de un baño posterior de otro material. En el caso de resultar en un acabado, su conductibilidad facilita su aplicación en piezas que serán soldadas, aunque su importancia central como base de baño concede la protección y durabilidad que necesitan los productos metálicos.

Su papel en el sector estético también es importante. Desde el sector decorativo puede aplicarse como base o acabado. La base cumple una función similar a la aplicada en el sector industrial para proteger contra la oxidación o corrosión. 

En cuanto a su proceso de acabado, este suele culminar con el añadido de una laca transparente que le otorga brillo. Además, su color le da una tonalidad interesante a objetos vinculados con la restauración de objetos antiguos. Interesante, ¿verdad?

 

Su papel en otras industrias

 

Uno de los aspectos por los que es más apreciado el cobre es por su utilidad como conductor, tanto de electricidad como de calor. Además, no tiene magnetismo, lo que lo hace especialmente útil en rubros como la relojería, el de la construcción eléctrica y electrónica, dragados de minas, entre otros.

 

Tipos de cobreado

 

Entre las dos clases de procedimientos para realizar baños de cobres, se encuentran entre los más populares el ácido y el alcalino.

El cobreado ácido debe su nombre a los componentes utilizados para su fabricación: los ánodos de cobre y sales (cloruros y sulfatos), que se disuelven en el electrolito. Además agregan elementos a la solución como nivelantes, abrillantantes y un extracto de ácido sulfúrico.

Los elementos que componen esta mezcla resultan tan diversos, que el control debe ser férreo para obtener los resultados deseados.

Por su parte, el cobreado alcalino posee la misma base de cobre y sales, aunque lo que cambia son los componentes que se agreguen a la solución líquida: cianuro y un metal alcalino.

 

¿Cómo es el proceso de cobrear metales?

 

No hay un método único para cobrear metales, aunque uno de los más comunes es el generado por electrólisis. Los materiales a utilizar son:

  • Ánodos o electrodo positivo, lo que vendría a ser la fuente de cobre con la que se va a cubrir la pieza.
  • Los cátodos o electrodo negativo, es decir las herramientas que vamos a cobrear.
  • Un generador de energía eléctrica, cuyo polo positivo tendrá conectados los ánodos y el negativo los cátodos.
  • Una solución líquida o electrolito, formada por sales, abrillantantes, nivelantes y un ácido o una base, que puede ser ácido sulfúrico o cianuro, según el tipo de cobreado a realizar.

Ya con todos los materiales, procedemos a introducir el cobre y el material a recomponer en la solución, y procederemos a iniciar el generador de corriente.

Tras esto, la fuente de cobre libera iones que recorrerán el electrolito hasta colocarse en el objeto a tapar, sobre el que creará una capa fina.

Atento, porque existen un par de condicionantes al momento de tratar el cobre. Lo primero que debes tener en cuenta al hacer un cobreado electrolítico casero es la corriente en que se aplica el cobreado, lo que resulta fundamental para el proceso, ya que la velocidad de deposición varía en función de la velocidad, así como también la adherencia del pliegue de cobre sobre el material.

También es importante considerar el tamaño de las cubas de cobreado. Estas merecen un cuidado especial, porque si se ven contaminadas por metales, el procedimiento puede resultar comprometido.

El cobreado puede ser la solución que necesitaS si deseas que tus herramientas metálicas se vean actualizadas y aumenten sus atributos principales.

Este metal es uno de los favoritos al momento de planificar un recubrimiento. Tanto su condición de temperatura como de electricidad, lo hacen una de las alternativas a considerar por cualquiera que desee mayor protección y seguridad para sus piezas metálicas.

En nuestro taller te ofrecemos un servicio de cobreado de metales de primera para tus objetos metálicos. Contáctanos para solicitar un presupuesto sin compromisos. 

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