¿Cómo encontrar la comodidad en la incomodidad que sobreviene?
La incertidumbre es el origen de la innovación
Desde niña me enseñaron a siempre tener respuestas rápidas y correctas. Solía tener miedo a decir “no sé”, hasta que aprendí que la barrera más grande para salir de nuestra zona de confort es la presión que nos ponemos por tener todas las soluciones. Decidí cambiar: me permití ser vulnerable al decir “no sé”, di un paso atrás para dar otro hacia adelante con más confianza. La capacidad de navegar por lo desconocido es clave, porque en el mundo en el que vivimos, casi nada es seguro.
“A medida que te mueves fuera de tu zona de confort, lo que una vez fue desconocido y aterrador se convierte en tu nueva normalidad.” — Robin S. Sharma
Nuestro reto más grande es crear el futuro enfrentando la incertidumbre en cada proyecto. Es la razón por la cual uno de nuestros valores como DLabers es el inconformismo, que nos motiva a explorar lo desconocido y encontrar el camino en la oscuridad. Hay momentos en los que no sabemos hacia dónde ir. Por lo tanto, nos adaptamos para enfrentar la incomodidad que sobreviene.
Considera la incertidumbre como una oportunidad y no como un obstáculo. En su libro Think Like a Rocket Scientist Ozan Varol dice “donde la certeza termina, el progreso comienza”. La ilusión del conocimiento es una barrera para el descubrimiento; cuando aceptamos que no sabemos, nuestro ego cede y la mente se abre.
En mi experiencia, estas son cinco estrategias para encontrar la comodidad fuera de nuestra zona de confort:
1. Enfócate en las personas y tu propósito
Una constante en el mundo de metodologías de innovación es la empatía. Poner a las personas al centro del proceso nos ayuda a encontrar un propósito que apunte a un camino claro para generar valor. Una idea impulsada por las necesidades de las personas difícilmente fracasa.
Tener un propósito para salir de nuestra zona de confort nos permite superar el miedo a hacerlo. Simon Sinek usa un modelo llamado The Golden Circle para explicar cómo grandes líderes, como Steve Jobs y Martin Luther King Jr., inspiraron a las personas. Enfócate en el “porqué”, pues al comunicar asertivamente la razón detrás de lo que hacemos creamos confianza y motivamos a otros a actuar.
2. Convierte tus preocupaciones en obstáculos manejables
El cerebro es como un detector de humo, la psicóloga Meg Jay explica este principio de una forma muy sencilla:
“Imagina que estás sentado en tu escritorio y suena la alarma de incendios. ¿Cuál es tu primera reacción?
1. Dejé el pan en el tostador.
2. ¡La casa se está incendiando!
En tu día a día, la incertidumbre es como el humo. Nuestro trabajo es averiguar si el problema es un pan quemado, un incendio o simplemente una falsa alarma y responder en consecuencia.”
Una estrategia que me da claridad y tranquilidad ante la incertidumbre es preguntarme: ¿Qué es lo peor que podía pasar? y ¿Qué es lo mejor que podría pasar? Cuando exageramos y dramatizamos ambos escenarios, nos damos cuenta de que la realidad está en un punto intermedio. Escribe tus preocupaciones, conviértelas en obstáculos que puedas enfrentar con facilidad y continúa el camino con más seguridad.
3. Atrévete a explorar y tomar riesgos
Estamos viviendo un momento desafiante. De todas las contingencias, la pandemia de COVID-19 es de las más ambiguas e inciertas. Esta inestabilidad requiere redefinir mercados, cambiar hábitos y tomar riesgos.
Ante la pandemia, el mercado se adaptó a la nueva normalidad. Es inspirador ver empresas que se redefinen por completo para cubrir necesidades urgentes: destilerías que reemplazan la producción de cerveza por gel antibacterial, plantas de alambre que cambian para producir camas para hospitales, o fabricantes de autos que producen respiradores. Estas empresas tomaron la oportunidad que se presentó, decidieron salir de su industria, actuar ágilmente e innovar.
En momentos de crisis rara vez permitimos que la imaginación lidere el camino. Pero cuando todo es desconocido, para encontrar soluciones tenemos que imaginar, explorar y experimentar.
4. Prueba tus ideas rápido y con frecuencia
Una de las cosas que más valoro de trabajar en un laboratorio de innovación es el aprendizaje. Después de participar en el proceso de exploración de algunos productos de DLabs, mi mantra ha sido “prueba rápido, aprende rápido”.
Validar nuestras ideas con los usuarios es la parte más importante de nuestro proceso, sobre todo cuando la solución no es clara. Así identificamos qué parte del producto funciona y cuál no antes de invertir grandes cantidades de dinero y esfuerzo.
Empieza con pasos pequeños, construye la solución con las funciones o características mínimas indispensables, para así probar y aprender sobre tus suposiciones. Usa los prototipos como una herramienta para conectar con el usuario final y co-crear la solución. En la incertidumbre los usuarios se vuelven nuestra guía hacia caminos inesperados.
5. Trabaja en equipo
La colaboración es la ventaja competitiva más grande cuando nuestro objetivo es resolver problemas complejos. La innovación sucede al combinar diferentes habilidades, competencias y perspectivas para resolver un problema importante. Como dice Varol, la creatividad surge cuando se intercambian ideas. Por lo tanto, es indispensable crear una cultura que inspire el trabajo en equipo.
Pregúntate ¿Qué puntos de vista hacen falta en tu equipo? ¿Con quién puedes colaborar para crear algo único?
Mientras navegamos por aguas inexploradas, la empatía, la colaboración, la creatividad y la experimentación se vuelven guías en nuestro camino. Incorpora diferentes perspectivas y mantén el optimismo en la incertidumbre. Adopta lo desconocido para encontrar el camino hacia innovaciones revolucionarias.
