La aleatoriedad no existe

Si nos vamos directamente a la definición:
La “aleatoriedad” se define como “La cualidad de lo aleatorio”.
Siendo lo “aleatorio”, algo que depende del azar.
Siendo “azar”, una casualidad o caso fortuito.
Siendo “casualidad”, una combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar.

Por lo tanto, después de seguir la cadena de definiciones, podemos concluir que lo “aleatorio” es aquello que no puedes predecir, pero…
¿Es realmente esa una definición correcta?

Hagamos un experimento:
Piensa en un número del 1 al 10, y yo voy a tratar de adivinarlo. Si lo adivino, tienes que dejar un comentario, sino, pues nada, felicidades…

Escoge un número ahora!

1!

2!

3!

¡Ok, suficiente!
Mi respuesta es 5.

¿Por qué 5? Pues… Escogiese el número que escogiese iba a tener 10% de probabilidades de acertar en mi predicción. Además, me gusta el número 5.

Si volvemos a la definición de aleatoriedad, esto debería ser aleatorio porque no hay forma de que yo haya podido adivinar el número que escogiste.
Sin embargo, no es así. Tú escogiste un número y tu decisión no fue aleatoria. Tal vez es tu número favorito, o es el día (o mes) de tu cumpleaños, o es el día (o mes) actual, o simplemente viste el número en algún lugar recientemente y fue lo primero que se te vino a la cabeza.

¿Piensas que esto es una tontería?

¡Vale! Ahora, repitamos lo mismo, pero esta vez voy a tratar de adivinar tu edad.

Mi respuesta es 22

Ahora te pregunto ¿Hubo aleatoriedad?

No hay manera de que yo pudiese adivinar tu edad específicamente, a menos que tengas 22 años, en cuyo caso tienes que dejar un comentario. ¡HAHAH!
Ya en serio, no había forma de que yo pudiese adivinar tu edad, pero, tu respuesta no era aleatoria.

Así que…
¿Por qué no fui capaz de adivinarla?

Pues fácil, porque no lo sabía. Eso es obvio, pero, al no poder predecirlo, si nos apegamos a la definición de aleatoriedad, esto significa que este último caso fue aleatorio, y la verdad no lo fue.

Siguiendo esa línea de pensamientos, es fácil llegar a la conclusión de que lo aleatorio es simplemente aquello que no podemos predecir, no porque sea impredecible, sino porque lo desconocemos.
En otras palabras, lo aleatorio viene a ser lo mismo que lo desconocido.

Yo no sé que pasa cuando prendes en fuego una computadora, pero no saberlo no lo hace aleatorio. Sin embargo, la definición dice que si lo es.

Ahora llegamos a la mejor parte, porque tú podrías decir:

“El resultado de prender una computadora en fuego no es aleatorio porque alguien en el mundo ya pudo haberlo hecho y sabe exactamente lo que sucedería, así que sería predecible”.

A lo que yo respondería:

“La humanidad hace no mucho tiempo pensaba que el clima era aleatorio.
Hoy en día es posible predecir el clima con una precisión bastante buena.
No existe razón alguna para que algo pase de aleatorio a predecible, a menos que el concepto ‘aleatorio’ sea un sinónimo de ‘desconocido’.”

Lo único que cambió entre el clima aleatorio y el clima predecible fue el desarrollo del conocimiento capaz de entender el funcionamiento del clima. Una vez entendiendo como funciona, podemos predecirlo.
En consecuencia a esta nueva perspectiva, lo aleatorio vuelve a parecer estar íntimamente asociado a lo desconocido.

Sigamos con los ejemplos:
El BlackJack, era conocido como un juego aleatorio. Hasta que alguien se dio cuenta de que no lo era.

Si te pones a analizar con cuidado, nosotros asociamos como aleatorio a todo aquello que nos es muy difícil de predecir, o imposible con el conocimiento que poseemos.

¿El resultado de tirar una moneda al aire es aleatorio?

No, no lo es.
Si tuvieses acceso al conocimiento sobre la fuerza que fue aplicada, la posición exacta donde fue aplicada, el viento y asumiendo que estás en el planeta Tierra, puedes ser capaz de predecir el resultado.
A pesar de ello, decimos que es aleatorio porque nadie tiene idea de con cuántos Newtons lanzaste la moneda para comenzar.

¿Aún tienes dudas?
Pues te voy a contar algo que quizá no sabías…
En la rama de la informática existen muchos dilemas, uno de ellos es:

“¿Cómo crear un número realmente aleatorio?”

Incluso con el poder computacional y las matemáticas, somos incapaces de crear números completamente aleatorios.
Claramente, existe la creación de números “pseudo-aleatorios” que usan algo llamado “semilla”, la cual es básicamente el punto de partida para generar al número usando un determinado proceso. No obstante, la secuencia de números que puede ser generada con una única semilla es infinita, pero, es siempre la misma. Debido a esto, los números generados no cuentan como completamente aleatorios y la secuencia de números es reproducible.

Como te he venido diciendo, lo aleatorio es lo desconocido.
Lo desconocido puede llegar a ser conocido con el conocimiento adecuado. Por lo tanto, en el momento en el que creas algo desconocido se vuelve conocido porque tú lo creaste, por ende, no es desconocido y mucho menos es aleatorio.

Para cerrar el ciclo, te digo una vez más:

“La aleatoriedad no existe.”

Y aquella fuerza de voluntad para estudiar, con la cual te levantas los domingos por la mañana, tampoco.