Mirar para admirar…

Resultado de imagen para admirarCuantas personas, cosas y sucesos nos pasan desapercibidos por acostumbrarnos a ellas o por vivir en la rutina y monotonía o por dejar de ver lo especial que son o porque estamos expuestos a tanta información que ya no nos da tiempo de comprender su alcance o por muchas otras razones que van haciendo que cada día nos admiremos menos de ellas. Cuantas veces vamos perdiendo esta capacidad sin darnos cuenta y comenzamos a ver las cosas como evidentes y normales dejando de admirar tantas cosas que suceden en nuestra vida,  que son increíbles y que nos permiten ver la vida con más ilusión, que nos dan gozo y más ganas de vivir.

 

Para admirar hay que mirar el lado positivo, lo bueno, lo bello, lo fascinante y el gran valor de la vida, de la naturaleza y de las personas que nos rodean. Es necesario saber mirar para poder  ver en las personas y en el entorno todo aquello que nos pueda sorprender y que nos permita disfrutar de ellas. Siempre hay algo nuevo que descubrir y que aprender. Es necesario que aprendamos a ver bien la vida para descubrir todo lo nuevo y sorprendente que nos trae.

 

Para no perder esta gran capacidad es necesario dejar de hacer todo lo que la atrofie como:  vivir en el pasado y no ver el presente, recordar más lo negativo que lo positivo, sentirnos más valiosos que los demás, vivir con prisa, etc. En pocas palabras dejar de hacer lo que deforma nuestra mirada y no nos permite asombrarnos. El asombro nos permite comprender que todavía hay mucho que aprender y por lo que vivir. Reconocer la grandeza de las personas y lo positivo de la realidad.

 

¿Qué podemos hacer para recuperar o hacer crecer la admiración?

  • Mejorar la forma de conocer a las personas.- descubrir las cualidades y fortalezas de cada uno de ellos. Buscar lo positivo. Ver lo mejor de cada uno. Valorar a los demás. Todos tenemos muchas cosas que ofrecer, descubrirlas.

 

  • Aprender a observar y a escuchar.- observar y escuchar es muy diferente de ver y oír. Para hacerlo se requiere dedicar tiempo e interés. Hacerlo de forma consciente.

 

  • Apreciar los dones.- Valorar todos los dones y regalos que me da la vida y las personas a cada momento. No vivir esperando sólo lo extraordinario, los grandes momentos los hacemos cada uno de nosotros con nuestra actitud y reacción. Tener buena disposición y ser agradecidos.

 

  • Mirar la naturaleza.- Detenernos a ver lo que la naturaleza nos ofrece todos los días. Observar el cielo, los árboles, la perfección de su funcionamiento, los animales, etc. Buscar siempre tiempo para estar en contacto con ella, para recordar que somos parte de ella, su grandeza, todo lo que le debemos y la belleza de ella. Este encuentro nos da la oportunidad de reflexionar sobre nosotros y la vida.

 

  • No querer ganarle al tiempo.- La prisa y querer hacer tantas cosas hace que perdamos la capacidad de mirar y valorar por lo tanto de admirar.

 

La capacidad de admirar se pierde cuando no valoramos o apreciamos a las personas o las cosas y solo buscamos utilizarlas a nuestro favor. Cuando perdemos la capacidad de admirarnos perderemos una gran ilusión por la vida. Practiquemos la admiración continuamente. Y si somos padres enseñemos con nuestro ejemplo la admiración. Ayudemos a nuestros hijos a no perderla ya que el admirar les ayudará a ser más felices porque lo importante no es lo que vivamos sino como respondemos a esas vivencias y actuemos ante las distintas situaciones. La admiración es un gran  don que debemos cultivar y una gran herencia para la vida de  nuestros hijos.

 

 

 

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