• Mario R. Cancel Sepúlveda
  • Historiador y escritor

 

Tucídides de Atenas (470-c. 395 A.C.), autor de la Historia de la guerra del Peloponeso, fue crítico del estilo de Herodoto de Halicarnaso. La crítica de Tucídides a Herodoto era eminentemente hermenéutica o interpretativa. Uno de las metas de Tucídides era tratar de superar el determinismo divino como explicación causal manifiesta en la épica griega. En ese sentido su proposición es eminentemente moderna: la causalidad se racionaliza y se humaniza en la medida en que se aleja de los factores suprahumanos.

Tucídides de Atenas

Esto significa que para Tucídides,  la historia y sus problemas tienen un carácter puramente profano. La implicación hermenéutica o interpretativa más notable, es que los giros y mutaciones del acontecer,  la contingencia de la materia de la historia, se explican mediante las pasiones humanas concepto que adelanta la idea de la voluntad de poder y que pone la mira en el papel del individuo como protagonista de la historia. En ese sentido, los actores humanos se mueven acorde con sus instintos, es decir,  las perturbaciones de ánimo, las preferencias, las aficiones. Los paralelos entre esta perspectiva y el lenguaje teórico del siglo 18 europeo, que tanta responsabilidad otorgó a la temperie o temperamento, y al estado natural en la explicación del origen de la cultura y el estado, no puede ser descartada. El carácter egoísta de las pasiones humanas es un parentesco nada desechable entre aquella concepción antigua y la de  lo contratistas e iusnaturalistas de la Ilustración.

Las implicaciones metodológicas de aquel aserto son muchas. Si el historiador conoce las pasiones humanas, la historia se hace comprensible. La aproximación sugiere algo análogo a la denominada psicohistoria. Pero tiene otras implicaciones mayores. Buena parte de los acontecimientos históricos, se apoyan en bases irracionales. A pesar de ello, la comprensión de  aquellos acontecimientos tiene que darse sobre bases racionales.

Por otro lado, también en el aspecto puramente metodológico, Tucídides insiste en la historia testimonial pero argumenta que el dato debe ser documentado de una manera precisa: su meta es alcanzar una credibilidad a toda prueba. Lo que no sea demostrable, quedará fuera del relato. Si bien Herodoto inventa una suerte de etnografía o de historia cultural, por su temática Tucídides sienta las bases de la historia política de contenido bélico, e inventa el culto a los grandes hombres o figuras próceras que se desenvuelven en ese mundo del “arriba” social de la Polis. El héroe civil y público, una suerte de superhombre con timé (honor), están en el centro de su narración.

Herodoto y su imago mundi

La Historia de la guerra del Peloponeso cuenta la guerra entre una potencia marítima y otra terrestre. La guerra se expone como un sistema dualista mecaánico: el escenario confronta  una voluntad de poder imperialista, representada por Atenas; y otra antiimperialista sintetizada en Esparta. El poder de Persia, es terciar en el conflicto al lado de los espartanos  o los antiimperialistas. Tucídides era hijo de una familia aristocrática y poseía formación militar. El texto demuestra que quien escribe es un partisano de los imperialistas, de los atenienses. A pesar de la racionalidad del texto, su objetividad es cuestionable. En realidad el autor  produce una versión sesgada, la de los atenienses quienes, además, resultan ser los vencedores. En consecuencia, piensa la historia como un aristócrata y un militar imperialista. El libro es un alegato que aspira justificar la victoria de los imperialistas.

El hecho de que algunos intérpretes lo prefieren como “Padre de la Historia” ante Herodoto, me parece relevante. La legitimidad de la historiografía en el mundo griego no tenía que ver con la objetividad y el pluralismo. Por el contrario, el discurso estaba invadido por el etnocentrismo y los prejuicios sociales y políticos del autor.

 

Una síntesis

Herodoto y Tucídides son pensadores de momentos de crisis. Herodoto escribe en el contexto de las Guerras Médicas e inventa la historia cultural y etnográfica. Tucídides escribe en el contexto de las Guerras del Peloponeso e inventa la historia bélica y política. El etnocentrismo y el sesgo o prejuicio cultural los domina a ambos. Los momentos de crisis política y social, parecen ser excelentes para la reevaluación de las posturas historiográficas.