Xooc Chuy — Punto de cruz

La técnica de bordado de punto de cruz es reconocida por las cruces que se forman al momento de bordar. Se aplica en la elaboración de manteles; toallas; ropa de cama; colchas; indumentaria; accesorios etc.

Algunas de las primeras piezas de punto de cruz fueron halladas en yacimientos arqueológicos de Egipto o de Asia Central. El bordado fue una manera de mostrar un estatus social, siendo así que los ricos y poderosos eran los únicos que vestían telas bordadas. 

El bordado se introdujo de manera sólida en México con la conquista de los españoles ya que ellos fueron los que introdujeron las agujas de metal, tijeras, bastidores, diferentes tipos de puntadas y diversos materiales para costurar. Sin embargo, cabe recalcar que la técnica textil ya existía en las culturas de Mesoamérica, los mayas bordaban, practicaban con la puntada llamada punto de satín o punto pasado plano. La puntada de punto de cruz fue enseñada por los religiosos a las mujeres, y la técnica fue utilizada para los bártulos de los oficios religiosos. 

El bordado de punto de cruz, se convirtió parte de la identidad de las comunidades mexicanas para plasmar su cosmovisión, creencias, tradiciones creando sus propios motivos. Se ha adaptado en prendas  mexicanas como los huipiles, palabra que proviene del náhuatl huipilli, que significa blusa o vestido adornado y en el adorno de quechquémitl, entre otros. 

Fuentes:

Hernandez, J. (2022, 26 febrero). Historia y origen del bordado de punto de cruz. www.flordepina.mx. Recuperado 15 de junio de 2022, de https://www.flordepina.mx/blogs/blog-de-artesanias/historia-y-origen-del-bordado-de-punto-de-cruz

E.D.M.C.D.M. (2013, 13 marzo). Historia del punto de cruz y el bordado. http://elblogdedmc.blogspot.com. Recuperado 15 de junio de 2022, de http://elblogdedmc.blogspot.com/2012/03/historia-del-punto-de-cruz-y-el-bordado.html

1. (s. f.). Historia del Bordado. www.domestika.org. Recuperado 15 de junio de 2022, de https://www.domestika.org/es/blog/4525-historia-del-bordado-de-tutankamon-al-siglo-xxi