Todo surgió un día comiendo guacamole… y es que a parte de ser fan fan de las oreos también lo soy de los aguacates. Me encanta como complemento, ya sea un plato frio o caliente, está tremendamente bueno, aunque a veces en casa miren con cara rara mis mezclas aguacatiles.

Curiosidades: los aguacates proceden de México (nunca me lo había preguntado) y su árbol puede alcanzar los 19 m de altura.

A lo que iba… que si me gustan tanto los aguacates, porque no plantar un aguacatero? Es muy fácil y la planta es bonita. Os animáis?

Cómo plantar un aguacate en casa?

Limpiamos bien el hueso del aguacate para que no tenga restos de fruto. Necesitamos un frasquito transparente, que llenaremos de agua. Introducimos la mitad del hueso en el agua y la otra mitad fuera. Para ello nos ayudaremos de unos palillos. El hueso es blandito, los podréis clavar sin problemas.

Cambiamos el agua una vez a la semana (más o menos) o cuando veamos el agua sucia. En unas 3-4 semanas saldrá la raíz, ya veréis qué ilusión!!! A partir de aquí va creciendo bastante rápido.

Cuando la raíz tenga unos 10cm de longitud  la plantaremos en una maceta pequeña. Esta vez también quedará media pepita dentro y media pepita fuera.

Cuando salga el tallo ya veréis que crece y crece, y por último saldrán unas hojitas que acabaran siendo grandes hojas.

Cuando veáis que la maceta le queda pequeña, la podéis traspasar a una maceta más grande.

Nuestro aguacatero ya tiene 7 mesecitos y está así de majo 🙂