Los 12 Principios de la Agilidad

Algunas grandes ideas han llegado a nosotros por mera casualidad, otras, sin embargo, basan su origen en premisas u objetivos que se deben completar para reconocer un éxito absoluto. Parte del proceso creativo es saber hacia dónde estamos apuntando con lo que haremos, y una vez que comencemos a actuar, verificar si hemos tomado el camino indicado para decidir si debemos retroceder o pisar el acelerador.

La Agilidad no es diferente, tuvo sus inicios y sus inspiraciones. Y tal como ha indicado la historia, a la hora de intentar generar un cambio en la mentalidad de las personas, viene bastante bien el tallar en placas de piedra algunas escrituras que den un indicio de hacia dónde queremos ir, ya sea para transferir nuestro conocimiento o simplemente para sentar las bases de nuestro viaje.

Y precisamente eso queremos revisar hoy, los principios de la agilidad. Doce puntos que si bien, no son muy tomados en cuenta a la hora de comenzar con un marco de trabajo específico debido a su contenido «poco técnico», ofrecen una ayuda tremenda a quienes se inician en este mundo, y un recordatorio importante a quienes ya se han sumergido.

¿De qué te sirve? Pues para entender la agilidad de mejor manera, y sacarle un mayor provecho a los marcos de trabajo o prácticas que estás aplicando, o bien para entender mejor cuál es el nuevo paradigma de trabajo (Para lo cual también te recomendamos este artículo). Y porque una cosa es «hacer agilidad«, y una muy distinta es «ser ágil«.

1) Nuestro centro es el cliente
Primero y primordial. Da lo mismo el marco de trabajo que apliquemos, o las metodologías o técnicas que escojamos. Ser más ágil nos ayudará a generar mejores resultados, pero no nos equivoquemos al creer que generar ese cambio de mentalidad es nuestro foco principal. No, nuestro objetivo siempre será satisfacer al cliente.

¿Y cómo lo haremos? Mediante la entrega temprana y continua de valor, y no necesariamente de software, sino que de productos que solucionen de mejor manera los problemas que él presenta. Es por eso que la comunicación con nuestro cliente es fundamental, y conseguir sus opiniones y retroalimentaciones tempranas serán sumamente importante si queremos tener éxito.

2) Aceptamos que los requisitos cambien
Con el enfoque en el cliente en mente, debemos tener presente que la agilidad se crea no sólo para optimizar, sino que además para hacer frente a ambientes de harta complejidad, ambigüedad e incertidumbre, y a la respuesta a dicha realidad es a donde apunta este principio.

Nuestro entorno muta constantemente, las necesidades de ayer no son las mismas que las de hoy, y el mercado se mueve entre ese juego de oferta y demanda con demasiada prisa. Es por eso que la adaptación es fundamental, ya que supone una ventaja diferenciadora al colocarnos de lado a la competencia. Por eso no sólo aceptamos el cambio, sino que nos movemos con él.

3) Entregamos valor frecuentemente
La mejor manera de adaptarnos, y de asegurarnos de dar pasos firmes, es trabajando en iteraciones cortas, o entregando constantemente resultados. Y esto presenta dos grandes ventajas, la más obvia es que nos acercaremos a nuestro cliente con entregas pequeñas y constantes, mostrándole nuestro avance, recibiendo su preciada retroalimentación e involucrándolo con nuestro trabajo.

Otro punto a favor, es que da paso a la experimentación. No es lo mismo fracasar en un trabajo de ocho meses que hacerlo en uno de dos semanas. Nuestro ciclo de aprendizaje se hará más corto, por lo que validaremos mejor nuestros supuestos, y apuntaremos de mejor forma al éxito. En el fondo, facilita mucho nuestra adaptación.

4) Involucramos a todos los necesarios
Para poder entregar valor, no sólo es necesario el formar un equipo capaz de generarlo mediante su experiencia y trabajo, sino que además debemos acercarnos a quienes entiendan el dolor que queremos solucionar, o directamente a quién lo sufre. Y si nuestra solución va mucho más allá de nuestro alcance, buscar a las personas correctas que puedan apoyarnos para realizarla.

Aquí la cooperación y comunicación son clave, entendiendo y transmitiendo no sólo lo que haremos, sino que también el cómo y el porqué, ya que como individuos estamos limitados a responder según nuestra realidad y el trabajo en equipo nos permitirá abrirnos a puntos de vista que podrían suponer una ventaja importante a la hora de entregar una solución.

5) Construimos con personas motivadas
La felicidad y la motivación son elementos claves en el desarrollo de un proyecto, porque mejoran nuestro entendimiento de este. Al trabajar en elementos que nos gustan, mejoramos nuestra atención y nuestra predisposición a hacerles frente. Después de todo, somos personas e inconscientemente apuntamos siempre a complacernos.

Además, al estar felices y cómodos, damos espacio a una mejor actitud a la hora de enfrentar problemas, y también propiciamos un ambiente de experimentación donde se puede surgir la creatividad. Si te interesa profundizar un poco más sobre felicidad y motivación, te recomendamos este artículo.

6) La comunicación más efectiva es la cara a cara
Es decir, si parte del manifiesto indica que la agilidad dará prioridad a las personas y a sus interacciones, lo ideal sería sacar el mayor provecho a la forma en la que se comunican. Ya hemos tocado antes la importancia del lenguaje corporal, y al gran impacto que tiene la comunicación no verbal nuestra forma de expresarnos, pero recapitulando, sí, la mejor forma de evitar malentendidos es mediante la comunicación directa, y por lo tanto, es a la que debemos apuntar.

7) Los Resultados tangibles son la principal medida del éxito
Sencillo, y uno de los puntos del manifiesto ágil: La única forma de generar impacto y cambios es mediante las acciones y los resultados, y por lo tanto, el valor entregado es la mejor manera de identificar el éxito en un proyecto.

No nos quedemos con las promesas, con los planes ni con los informes. Ante un problema, generamos una solución. Ahí está el valor. Es por eso que las grandes dinámicas de reflexión se centran en ejecutar planes de acción, porque con escribir un par de post-its en la pared, no obtendremos ningún resultado si no nos movemos para conseguirlo.

8) Mantener un ritmo sostenible y constante.
¿Y cómo conseguimos los resultados tangibles? ¿Cómo podemos entregar valor frecuentemente? Pues manteniendo un ritmo de trabajo balanceado, donde no reinen los extremos del sobre esfuerzo y la procrastinación, donde el estrés se mantenga reducido, pero la productividad y el rendimiento se mantengan altos.

Es por eso que nuestras rutinas de trabajo y el esfuerzo aplicado en ellas debe ser algo que podamos mantener en el tiempo, para generar constancia y tal vez añadir un poco de predictibilidad dentro de todo el desorden. Puede haber excepciones, pero debemos saber manejarlas como eso: Infrecuencias. Ya que ningún exceso puede sostenerse a largo plazo.

9) Velamos por la calidad y la excelencia
Calidad y excelencia, aspectos importantes en toda solución. Baja calidad significa errores, y cada error cometido requiere tiempo y esfuerzo para ser solucionado, tiempo y esfuerzo que podrían invertirse en otros aspectos que añaden valor.

En otras palabras, podemos entregar valor rápido, pero de nada nos servirá ser los primeros en llegar, si con lo que estamos llegando no estamos cumpliendo. Recordemos que nuestro objetivo primordial es la satisfacción del cliente, y por lo tanto debemos cumplir con sus expectativas. De ahí la importancia de validar siempre que lo que estamos haciendo, lo estamos haciendo bien.

10) Simpleza siempre
Alguien dijo alguna vez «Lo perfecto es enemigo de lo bueno«, y mucha razón tenía, sobre todo cuando lo aplicamos en un entorno que requiere adaptación constante. Cuando se trate de añadir valor, será imposible realizar todo de una vez, por lo que será necesario apuntar a lo que más valor añada, es decir: Priorizar. Ver qué es lo realmente necesario, y enfocar nuestros esfuerzos en poder completarlo.

Pero no nos quedemos solamente ahí, el trabajo que realicemos debe ser abordable dentro de nuestras cortas iteraciones; los procesos que sigamos a diario, deben ser lo más limpios posibles para evitar desperdicio, y la comunicación entre el equipo debe ser lo más clara posible. En resumen, debemos reducir los componentes que dan complejidad a nuestro día a día, para no perder tiempo en la rutina.

11) Equipos autoorganizados dan mejores resultados
Porque si todos estamos al tanto de lo que estamos haciendo, mejoramos la transferencia de conocimiento y la resolución de conflictos. Porque si nuestra estructura es más horizontal que vertical, tendremos menos dependencias de terceros, y diversificaremos las opiniones respecto a decisiones específicas.

El ejemplo más clásico: Si nueve personas requieren de otra para poder terminar una tarea, y esta persona llegase a faltar, entonces da lo mismo la productividad o la eficacia con que hagamos la tarea, siempre tendremos el mismo bloqueo, el mismo cuello de botella. Es por eso que el equipo debe ser capaz de gestionarse así mismo.

12) Mejorar en base a reflexión y retroalimentación.
Y ya a estas queda poco que podamos agregar si has revisado los demás principios. La idea es entregar valor al cliente, pero la gracia es encontrar formas de volvernos cada vez mejor en ello. Es por eso que el principal mecanismo de mejora constante, son las instancias de reflexión y de análisis de la retroalimentación que obtengamos.

Ser honestos al transmitir las cosas, aceptar cuando nos hemos equivocado y potenciar nuestros éxitos mediante planes de acción realizables con los cuales nos comprometamos. El análisis de nuestros pasos ya dados, nos permitirán marcar un buen camino a futuro, experimentar nuevas formas de hacer las cosas, y corregir a tiempo los errores que sí o sí vamos a cometer.

¡Y hasta aquí el artículo de hoy! Esperamos que te sirva para repasar las bases principales sobre la agilidad, y compararlas con tu día a día. Y si es primera vez que los ves, esperamos que hayan quedado los más claros posible. Cualquier duda, ponte en contacto con nosotros por redes sociales. Ahora cuéntanos en los comentarios ¿Qué principios aplican en tu trabajo o en tu día a día?

Si te interesa aprender más sobre Scrum como marco de trabajo, te recomendamos mucho «Scrum, el arte de hacer el doble de cosas en la mitad del tiempo«. Si quieres aprender sobre el principal mecanismo de mejora de Scrum, te recomendamos «Retrospectivas: Haciendo buenos equipos, mejores«. Y si te interesa contactarte con un equipo que apoye a tu organización a adoptar una cultura más agile, te recomendamos enviarle un mensaje a nuestro partner BlackHat y ver qué opciones tienen para ti.

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