Novela que entra de lleno en la descripción de “realismo mágico”, que caracteriza el estilo del autor.

La historia se encuadra en un lugar y fecha concreta ante un hecho real: En una cripta funeraria de Santa Clara, un 26 de octubre de 1949. En ella está la tumba de la sierva María de Todos los Ángeles, una niña con una cabellera de 22 metros y 11 centímetros. Iremos sabiendo la historia de esto. Parece ser que aunque la historia es inventada, Gabriel García vio el exhumación del cadáver de aquella niña en verdad con el pelo muy largo.

La niña de doce años murió por el mordisco de un perro, un mastín. Arrastraba ella una cabellera como si fuera una cola de un vestido de novia. Es hija de Doña Bernarda Cabrera y el marqués de Casalduero, don Ignacio de Alfaro y Es el día 7 de diciembre, día de san Ambrosio obispo.

El médico que va a tratar a la niña que es mordida por un perro es Abrenuncio, que tiempo atrás fue amante de Bernarda, la madre de la niña. “Los médicos vemos con las manos”, dice. Otra frase recordando los tiempos pasados es: “Cuanto más trasparente es la escritura más se ve la poesía”.

Piensan que la niña puede tener la rabia. Ponen en el cuarto cebollas. “No hay medicina que no cure la felicidad”. Tiene un hijo retrasado, Ignacio: «Ningún loco está loco si uno se conforma con sus razones”. La consecución de la historia se adereza de reflexiones, observancias y apuntes que dan qué pensar. El marqués había estado casado anteriormente con doña Olalla que murió fulminada por un rayo. “Ese rayo era mío”, dice el marqués. Al morir su primera esposa le pretendió Dulce Oliva, pero él no quiso. De noche ella limpiaba en secreto la casa. Una vez la vio y hablaron. Pero él se casó con Bernarda Cabrera de 23 años. Él con 52. Ella quedó embarazada de Sierva María. Pero fue fecundada por su esclavo. La niña nació sietemesina. Pensaron que no viviría. Esto lo cuenta la novela a medida que avanza. Como que la madre no la amantó, sólo una vez. Lo hizo la criada. Tenía miedo de que su hija la matara.

Tienen una criada, Dominga de Adviento, que es católica, pero a la vez mantiene los ritos y creencias yoruba (religión de los africanos que van a América.) Es conocedora de sus secretos. Sagunta es una curandera. El perro que le mordió murió. A la niña no le pasa nada, pero temen que pueda dar lugar a una epidemia de rabia a todo el pueblo. La criada decía que la niña iba a ser santa. Su padre que puta.

La historia va intercalando cuestiones de los personajes, como que la madre no quiere a su hija por el odio que hay entre ella y su marido, el marqués. Éste piensa que la hija no es suya. Ésta tiene un amante raro. Es un esclavo. El marqués les pilló una vez.

El médico es un buen cristiano, pero piensa que hay que matar al moribundo cuando lo que se hace es alargar la agonía. “Las ideas no son de nadie, flotan en el aire como las amapolas”. En la novela rezuman muchas ideas, expresiones que impactan. La historia de la novela me impactó al leerla, pero no me agradó. Sin embargo la manera en que está escrita logra arrastrar al lector al meollo de lo que cuenta.

Empiezan a ver que si la niña no está enferma puede ser esté poseída por el diablo, que esté endemoniada. La llevan a ver al obispo que critica al médico, Abrenuncio, diciendo que es malo y que es judío.

El nombre de Sierva María para los negros es Maninga. Delauva habla con el medico de parte del obispo. Sacan temas como Amadís de Gaula, el Quijote, fray Gerundio de Campazas. Por un lado refleja la cultura de los personajes de la novela que entablan el diálogo, al conocer estas obras. En un momento dado Cayetano, el médico, cita a Garcilaso de la Vega. Las cuales a su vez, o sus respectivos personajes, orientan a un imaginaria fantasioso. Da así entrada a una solución “mágica”, exorcizar a la niña, contra lo que pueda ser algo científico.

Las monjas del convento cortan el pelo a la niña y lo echan al fuego. Dominga de Adviento, la criada de la casa del marqués ofreció no cortarse el pelo hasta que la pequeña se casara. Bernarda se va sabiendo que se dedica al contrabando de harina y esclavos. Un día vio una muñeca “!muerta”, lo que interpreta como un maleficio. Su hija es educada por los esclavos negros. En los puertos se dedica a la mala vida. El padre de Sierva María muere.

El médico que va a tratar a la niña que es mordida por un perro es Abrenuncio, que tiempo. El médico que va a tratar a la niña que es mordida por un perro es Abrenuncio, que tiempo. Llevan a la niña a un convento para que sea exorcitada. De lo que se va a encargar Cayetano, un clérigo al que luego encierran en la cárcel de un convento de leprosos por exorcizar sin fe. Cuando fue a ver a Sierva María de Todos los Ángeles queda prendado por ella: La besa, desnuda, acaricia y reza. Al verla entra en éxtasis. El obispo le pilló acariciando la ropa de la niña. Ésta se enamoró de él. No supo por qué no volvió. El diablo se lo sacó el obispo, que le cortó el cabello. La niña murió y en su lecho le crecía el cabello.

Resulta que Cayetano parece ser que es hijo del obispo, a la que tuvo con una amante. Como consecuencia de esta relación pecaminosa, él sufre el castigo de ser un enfermo: Loco.

La conclusión de la novela destaca el aspecto irracional de amar: «El amor es un sentimiento contra natura, que condena a dos desconocidos a una dependencia mezquina e insalubre, tanto más efímera cuando más intensa.” Una reflexión de calado y profunda, en una novela para mí extraña, pero que es capaz de llevar al lector a los aspectos impulsivos, sin explicación, del sentimiento. ¿Aman los “locos” o amar lleva a la locura?, me pregunto. Una locura que muchos llevamos dentro, unas veces sin saber y otras cabalgando en ella en los caminos de la Nada, del Silencio, del Amor-Fascinación, de las Pasiones. El amor y otros demonios, ¿o es el amor un demonio al fin? En fin. Fin.

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