¡Descubre qué tan buen ahorrador eres!

El ahorrador tiene una visión más amplia de su mismo presente. Aunque vive un día a la vez, es precavido al saber que también está la posibilidad de un mañana, donde él o ella, al igual que su familia, necesitan tener unas finanzas responsables.

Un buen ahorrador es una persona que de acuerdo a sus ingresos logra comenzar un hábito de ahorro en un determinado tiempo, sin que ello repercuta en su calidad de vida.

Al principio es tremendamente retador, y solo sucede cuando nos disponemos a tener el control de nuestra vida financiera, y es allí donde comienza la verdadera magia del ahorro. Las cosas a veces no salen como queremos, y la disciplina es la clave para llegar al hábito, así evitaremos recurrir algunas veces a soluciones, como los micropréstamos, cuando se presenten gastos de urgencia. Sin embargo, es posible ser un buen ahorrador.

Por esta razón, hoy en Lazos delagente, junto a Mauricio Ortiz, profesional en finanzas y negocios, y especialista en mercados financieros de Rentainversión, te traemos algunas características que definen a un buen ahorrador ¡Conócelas a continuación!

Sumario: «Debes tener presente que algunas personas, a razón de su personalidad, pueden tener algunas habilidades innatas y otras las podemos aprender adquiriendo entrenamiento, como en el fútbol; hay talentosos y hay disciplinados, y estos últimos son la mayoría de los jugadores de élite», explica Ortiz.

1. Sé paciente:
El buen ahorrador es paciente y espera a invertir sus ahorros en algo que realmente le produzca beneficios, u otro tipo de satisfacción plena. No actúa con precipitación ni se deja caer en los brazos del consumismo.

2. Sé anticipado:
Una persona acostumbrada a ahorrar está capacitada para anticipar con mayor eficacia los imprevistos económicos del futuro. Quizá eso solo lo pueda otorgar la experiencia de haberse arrepentido de no ahorrar en el pasado.

3. Sé reflexivo:
Reflexionar es básico para no dejarse llevar por los impulsos. En la sociedad actual, cada vez es más difícil pararse un momento a pensar y razonar en el porqué de nuestros actos, más aún en lo que a nuestras actitudes como consumidores se refiere.

4. Sé responsable:
Solo alguien que sea capaz de entender las consecuencias de sus actos financieros, puede ser capaz de ahorrar. Si no entiendes que tus actitudes financieras perjudican a los tuyos, no estás actuando de manera responsable.

5. Sé previsor:
Por supuesto, el buen ahorrador debe ser previsor y no dejarse llevar por la «euforia» en los buenos momentos. No significa que no se pueda disfrutar de la vida o de algunos caprichos, sí se puede hacer, siempre y cuando no excedan nuestras previsiones.

6. Desarrolla tu inteligencia financiera:
El buen ahorrador es inteligente financieramente, porque sabe ver más lejos. El ahorrador tiene una visión más amplia de su mismo presente, aunque vive un día a la vez. Es precavido al saber que también está la posibilidad de un mañana venidero, donde él o ella, al igual que su familia, necesitan tener unas finanzas responsables y cada vez más robustas que soporten cualquier cambio en el tiempo.

7. Ten autocontrol financiero:
Una persona que es capaz de ahorrar sin que disminuya en lo más mínimo su calidad de vida, es una persona que tiene autocontrol y no se deja influenciar por los constantes estímulos del día a día. No hace falta decir que en la sociedad actual estamos rodeados de estímulos e impactos publicitarios que nos quieren llevar en una sola dirección: el consumo, y lograr ahorrar en estas circunstancias es un verdadero símbolo de autocontrol.

No gastes más de lo que tienes, puede sonar demasiado lógico, pero «muchos olvidamos que por aquí es precisamente por donde debemos comenzar a modificar nuestro comportamiento. Si tienes opciones de financiamiento o crédito, trata en lo posible de pagar las cuotas el día que es, así evitarás costos de intereses y, si es un cupo de tarjeta de crédito, haz todas tus compras a una sola cuota, evitarás pagar intereses adicionales y trabajarás con el dinero del banco, sin costo alguno», añade el experto.

«Elimina también los gastos hormiga. Los gastos hormiga son famosos por no ser populares y, es porque al gastar en ellos, se satisfacen nuestros antojos inmediatos, como un paquete de papas o una bebida gaseosa, que tal vez al obtenerlas te den placer momentáneo, y luego también deterioran tu salud con el tiempo. Recomendamos multiplicar lo que gastas a diario en tus «gastos hormiga», puede ser por 30, que son los días del mes en promedio, esto te ayudará a darte cuenta de cuánto gastas en pequeñas satisfacciones que no traen bienestar a largo plazo», explica Ortiz.

Y tú, ¿realmente te considerás un buen ahorrador? Te invitamos a realizar el siguiente cuestionario y a descubrirlo.

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