NUEVA YORK – El alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció un plan para albergar a hasta 2,000 migrantes en la Isla de Randall, donde funcionó durante algunas semanas un centro para alojamiento que fue desmantelado el año pasado.
“Debido a que el número de solicitantes de asilo bajo nuestro cuidado sigue creciendo por cientos a diario, llevando a nuestro sistema a su punto de quiebre y más allá, encontrar suficientes camas cada noche se ha vuelto más y más una tarea titánica”, dijo Adams en un comunicado de prensa.
“Estamos agradecidos con la gobernadora [Kathy] Hochul y con el estado de Nueva York por su colaboración en la apertura de este nuevo centro de ayuda humanitaria y por cubrir los costos, y necesitamos más de lo mismo por parte de todos los niveles de gobierno”, agregó Adams.
El alcalde ha repetido que la ciudad no se da abasto para albergar a más de 57.200 solicitantes de asilo que actualmente están bajo cuidado de la ciudad, que ha recurrido a alquilar hoteles y ha alojado a migrantes en otros lugares como un terminal de cruceros, una antigua academia policial y en centros recreativos de dos parques de Brooklyn.
El mes pasado, funcionarios municipales anunciaron un plan para albergar a 1.000 migrantes en el estacionamiento de un hospital psiquiátrico estatal en el centro de Queens.
Mientras, La gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, declaró estado de emergencia el martes por la continua llegada de inmigrantes que requieren alojamiento en medio de una escasez de viviendas.
“Actualmente hay más de 20.000 individuos, muchos de ellos migrantes, que viven en albergues del estado, incluidos infantes, niños pequeños y embarazadas. Esa cantidad equivale a cerca de 5.600 familias, lo que representa un aumento de 80% respecto a las 3.100 familias de hace un año, señaló Healey.
En una carta dirigida al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, Healey pidió al gobierno federal ayuda económica y permisos de trabajo expeditos para que los recién llegados puedan encontrar un empleo más rápidamente y empezar a ganarse la vida.
“Nuestros recién llegados están muy interesados en trabajar. Lo último que quieren es depender de alguien más”, señaló la gobernadora, quien hizo un llamado a las comunidades a alojar a una familia en sus casas o contribuir a un fondo de ayuda para migrantes.
