Experto asegura aceleramiento del calentamiento global

James Hansen, uno de los pioneros de la ciencia climática moderna, ha publicado un nuevo estudio que advierte que el mundo no sólo se está calentando en forma constante, sino que dicho calentamiento está acelerándose peligrosamente, según un artículo de la revista Oxford Open Climate Change. 

El trabajo de Hansen, que fue uno de los principales científicos de la NASA y que ahora dirige el Programa sobre Ciencia, Conciencia y Soluciones del Clima de la Universidad de Columbia, ilustra un desacuerdo entre científicos que recientemente salió a la luz en torno a si el calentamiento global ha alcanzado una nueva velocidad incluso más peligrosa.

Hansen, quien alertó a Estados Unidos sobre los daños por el cambio climático ante el Congreso en 1988, dijo que desde el 2010 la tasa del calentamiento ha aumentado 50 por ciento. Hansen argumenta que desde el 2010 hay más energía solar en la atmósfera, y menos de las partículas que pueden reflejarla de regreso al espacio gracias a los intentos por reducir la contaminación. La pérdida de dichas partículas significa que existe menos del efecto de enfriamiento que pueden tener.

El estudio encuentra que el calentamiento resultante de duplicar los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, también conocido como sensibilidad climática de equilibrio, es mayor que la visión actual del consenso. Los autores calcularon un calentamiento total de 4.8°C para una duplicación de CO2, por encima de la estimación más reciente del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de 3°C, aunque no difiere de otros trabajos publicados.

El estudio también señala que el desequilibrio energético del planeta está creciendo, con más y más calor atrapado en la atmósfera terrestre. El documento aterriza mientras el planeta soporta su año más cálido registrado, con nuevos récords establecidos en tierra y mar. Cada mes desde mayo ha establecido nuevos hitos consecutivos.

Soluciones

Ante esta situación, Hansen propone una serie de soluciones para bajar la temperatura global y evitar niveles peligrosos de cambio climático. Entre ellas se encuentran poner un alto precio al carbono para desincentivar el uso de combustibles fósiles y fomentar las energías renovables; apoyar el desarrollo e implementación de tecnologías innovadoras, incluyendo la captura y almacenamiento de carbono, la energía nuclear avanzada y la geoingeniería; restaurar los ecosistemas naturales y aumentar la captura de carbono mediante la reforestación, la agricultura regenerativa y el uso de rocas silicatadas; así como promover una transición justa y equitativa hacia una economía baja en carbono, garantizando los derechos humanos y la participación ciudadana.

Hansen y sus coautores argumentan que los recortes inmediatos y profundos en las emisiones de gases de efecto invernadero por sí solos no serán suficientes para evitar niveles peligrosos de cambio climático. En este estudio, pide a los científicos del clima que adopten las responsabilidades que tienen los profesionales médicos con sus pacientes. Afirma que han sido demasiado reticentes y conservadores para exponer las consecuencias completas del calentamiento. “Estamos en la fase inicial de una emergencia climática”, escribe Hansen.