Alcahuete: la palabra árabe para «mensajero» y el juguete tan conocido.

Alcahuete proviene de árabe hispánico «Alqawwád» (el mensajero), y éste del árabe clásico «Qawwãd». Este «Mensajero» se dedicaba a pasar mensajes secretos al amante de una mujer casada.

Es una palabra antigua, registrada en nuestra lengua desde 1251 y que, por cierto, ya aparecía en «El Quijote», en este diálogo del capítulo XXII:

«Así es —replicó el galeote—; y la culpa por que le dieron esta pena es por haber sido corredor de oreja, y aun de todo el cuerpo. En efecto, quiero decir que este caballero va por alcahuete, y por tener asimesmo sus puntas y collar de hechicero.» (¹)

Pero en una descripción  de los adelantos que en la época ofrecía la telefonía nos enteramos que alcahuet era la denominación dada a un conocido juguete de comunicación que los niños han construído en forma continuada a lo largo de las centurias.

Y ella aparece en un artículo denominado «La Electricidad Moderna. Estudio-resúmen de la actual Exposición de París (continuación)», publicado en Revista Contemporánea, Año VIII, Tomo XXXVII, enero – febrero 1882, España. Primeramente encontramos la definición de un término ya abandonado en nuestra contemporánea lexicografía: la Electro Telia.

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Y seguidamente se describe cada una de las categorías descritas.

1. TELEFONÍA.

Nada nuevo sobre lo que ya se conocía en estos últimos dos años, pero nada tampoco más extraordinario ni que haya excitado tanto la curiosidad, ha presentado la Exposición [de París de 1882] como las maravillas del teléfono. Millares de personas han oído la ópera y la comedia á la distancia de tres á cuatro kilómetros con toda perfección, no de un modo confuso y ridículo, como se oía la voz con el teléfono primitivo, sino con exactitud, con la claridad suficiente para que la audición haya satisfecho lo mismo al hombre de ciencia, que al crítico más escéptico y poco impresionable, que al público vulgar.

El teléfono, la admirable invención del norte-americano Graham Bell, que todos conocemos, es tan sencillo en su fundamento físico, como en su composición, pero tan maravilloso en uno como en otro concepto. Dícese que otros dos físicos compatriotas de Bell, el célebre Edison y el hábil Elisha Gray, inventaron también un aparato análogo, casi en los mismos dias, Enero y Febrero de 1876. (³) . Al correr de mano en mano la invención por el mundo civilizado, todos recordaron el doble tubito con fondo de pergamino y la cuerda, que constituyen el telégrafo parlante de los niños, ese lindo aparato acústico á quien los árabes llamaron en la Edad Media alcahuet.

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En efecto, sustitúyase en los tubos trasmisor y receptor de la voz el pergamino por una chapita de hoja de lata, coloqúese á continuación de ella una barra de imán rodeada de un carrete con doble hilo de cobre, y al hablar delante de la chapa de aquél, ésta vibra, se acerca y se aparta del extremo del imán, se aumenta ó disminuye la imanación, y á tal variación de intensidad magnética corresponden la producción de corrientes de diversa fuerza en el hilo metálico del carrete. La llegada de las corrientes al tubo receptor invierte sucesivamente los fenómenos, el imán aumenta ó disminuye de potencia por la acción de ellas y atrae más ó menos á la placa vibrante; cuyos movimientos se traducen en sonidos para la persona que lo coloca en su oído.

Sencillos hasta lo increíble, y admirables como ningún otro aparato de física, el teléfono y el fonógrafo reproducen tan perfectamente la voz y los sonidos por la vibración de una placa metálica, en términos que, a no verlo, nadie lo creería y, sin embargo, nada más hay en el fondo de tan curiosísimo fenómeno.

En pos del inventor vinieron los reformadores; Gray, Gower, Phelps, Ader y otros modificaron la primitiva disposición, procurando dar la mayor potencia y sensibilidad posibles al imán, encorvándolo en forma de círculo ó herradura ó añadiéndole algunas piezas de hierro dulce. Estos aparatos, compuestos de un trasmisor y un receptor idénticos, sin más elemento inicial de las corrientes que el imán, se llamaron teléfonos magnéticos y no sirven para trasmitir los sonidos más que á muy cortas distancias, porque la debilidad de sus corrientes se neutraliza é inutiliza por múltiples causas.»-

 

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² La Electricidad Moderna. Estudio-resúmen de la actual Exposición de París (continuación). Revista Contemporánea, Año VIII, Tomo XXXVII, enero – febrero 1882.

³ Durante mucho tiempo Alexander Graham Bell fue considerado el inventor del teléfono, junto con Elisha Gray. Sin embargo Graham Bell no fue el inventor de este aparato, sino solamente el primero en patentarlo. Esto ocurrió en 1876. El 11 de junio de 2002 el Congreso de Estados Unidos aprobó la resolución 269, por la que se reconocía que el inventor del teléfono había sido Antonio Meucci, que lo llamó teletrófono, y no Alexander Graham Bell. En 1871 Meucci solo pudo, por dificultades económicas, presentar una breve descripción de su invento, pero no formalizar la patente ante la Oficina de Patentes de Estados Unidos. (Wikipedia).

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Una respuesta a Alcahuete: la palabra árabe para «mensajero» y el juguete tan conocido.

  1. Horacio Bollati dijo:

    Gracias Galena del sur por documentar mis tarritos parlantes ..saludos desde Mendoza Argentina

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