Apalancamiento empresarial

Por: Enrique Escamilla

Todas las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, se enfrentan constantemente a situaciones donde se requieren elementos que permitan tomar decisiones o realizar acciones que les permitan mejorar, sin embargo esta información no siempre se conoce o se tiene incertidumbre sobre cómo proceder.

Esto en las empresas se convierte en una situación catastrófica. Puede literalmente paralizar a la organización, dejando proyecto o situaciones en «stand by» por tiempo indefinido. Este tipo de problemas, en muchos casos, causan la muerte misma de la empresa.

Existe un concepto empresarial que tiene su mayor fama en el concepto financiero, sin embargo puede ser utilizado en muchas áreas de la empresa. Este es el apalancamiento. La forma más conocida de apalancamiento es el financiero, esto significa que se buscan recursos de terceros para sustentar la operación. El ejemplo más común es el apalancamiento con proveedores que dan crédito. Otro ejemplo bastante común es el crédito en efectivo, normalmente a través de una institución financiera.

Pero existen otro tipo de apalanacamientos. Comercialmente hablando, una empresa se puede apalancar imitando prácticas que otras empresas realizan y que parecen tener éxito. Por ejemplo, una ferretería que quiere aumentar sus ventas está pensando qué tipo de promoción publicar para atraer más clientes, siendo esto una tarea difícil para los tomadores de decisiones, ya que existen muchos tipos y formas de promocionar y el éxito no está garantizado. Ante esto existe una forma que si bien parece simple, puede ser bastante efectiva, apalancarse. Esto significa simplemente buscar a una ferretería que esté teniendo éxito con alguna promoción e imitarla. Así de simple. Esta es una forma de apalancamiento comercial.

Otro tipo de apalancamiento es el operativo. En esta materia, las empresas pequeñas y medianas tienen una gran forma de apalancarse para ser mejores. Esto es copiar a los grandes. Volviendo al ejemplo de las ferreterías, pensemos que una pequeña ferretería tiene problemas para levantar pedidos de las cuadrillas de construcción que hacen pedidos grandes de materiales. El dueño de la pequeña ferretería podría quebrarse la cabeza por muchos días para encontrar la mejor forma de optimizar el proceso de pedidos, sin embargo no tiene tiempo para esto por las multiples actividades que realiza. Entonces, una forma de solucionar esto es apalancarse. Buscar a una gran ferretera y observar cómo es que realizan el levantamiento de pedidos para cuadrillas, si utilizan formatos, ordenes de compra u otras herramientas. Una vez observado esto la pequeña ferretera puede copiar al gran competidor, disminuyendo así su curva de aprendizaje y haciendo más eficiente su operación.

 En el área administrativa también existen formas de apalancarse. El caso más común son los sistemas. Hoy en día existen muchos desarrolladores de software de prácticamente todo tipo de soluciones y de todos los precios. Para ejemplificar esto pensemos en una papelería, que tiene sus registros de inventario de productos en un archivo simple de Excel que contiene la información mínima básica, sin embargo no arroja información suficiente para conocer los productos más vendidos, los que más rotan u otra información importante que pudiera ser necesaria para tomar decisiones adecuadas. Una forma de resolver esto sería contratar una persona y capacitarla para que pueda desarrollar un sistema que permitan controlar adecuadamente los inventarios. Otra forma, es apalanacarse en lo que ya existe, buscar en internet un software de control de inventarios, descargarlo, ejecutarlo y probarlo. (Una rapidísima busqueda en internet, me llevó a un software llamado Alvendi, que permite realizar una gestión de inventarios bastante profesional, solo se requiere un poco de práctica, y lo mejor, es gratis.)

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Estos procesos que parecieran tan sencillos y tan fáciles de obtener, no siempre son las primeras acciones que se vienen a la mente del empresario. Esto se debe principalmente por que el pequeño o mediano empresario en muchas ocasiones está inmerso en la operación del negocio y «no tiene tiempo» de ver estas situaciones y de pensar cómo hacer más eficiente su negocio. Y precisamente esta es una de las ventajas del apalancamiento, el apoyo a que el dueño pueda separarse de la operación del negocio apalanacandose de diferentes formas y en diferentes áreas que le permitan liberar su tiempo para dedicarse más a pensar cómo mejorar su negocio.

¿y tú, cómo puedes apalancar la operación de tu negocio?

Te agradezco enormemente que hayas leído este artículo. Deja tus comentarios, son muy relevantes para mí.

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