Continúa el conflicto del supergás con una nueva ocupación a la planta de Acodike por parte de la Asociación Laboral de Funcionarios de Acodike Supergás (Alfas). La medida se da en el marco de una intensificación de las acciones del sindicato en contra de la empresa, ya que los trabajadores consideran que Acodike no mostró voluntad real de negociar para destrabar el conflicto, que se originó luego de que la empresa despidiera a 48 trabajadores -34 tercerizados y 14 efectivos-, 15 de los cuales siguen reclamando sus puestos.

En diálogo con la diaria, Danilo Barreto, secretario general de Alfas, comentó que la ocupación comenzó cerca de las 13.00 en una zona específica de la operación de la planta de envasado, pero los otros sectores del establecimiento siguen trabajando y no impidieron la entrada y salida de camiones.

El motivo de la medida fueron dos denuncias que realizó la empresa en contra de los trabajadores despedidos que ocuparon en ocasiones anteriores. Apuntó que Acodike denunció que el sindicato ha llevado a cabo medidas que comprometen la seguridad de la zona y que han amenazado a los empleados tercerizados que trabajan en el turno vespertino. Sin embargo, Barreto aseguró que las denuncias “no son fundamentadas” porque “no hay riesgo de seguridad” y “todas las ocupaciones fueron pacíficas”.

Explicó que la empresa basa sus acciones legales bajo el argumento de que los trabajadores despedidos que ocuparon cometieron un delito de violación a la propiedad privada. El sindicato considera que el argumento no es válido, ya que siguen siendo afiliados a Alfas y continúan reclamando sus puestos de trabajo. A causa de las denuncias, el viernes pasado seis de los trabajadores despedidos fueron a declarar.

Además, las denuncias se suman a otras sanciones que Acodike aplicó en contra de los trabajadores que aún continúan trabajando en la planta y tomaron medidas sindicales. Por otra parte, Barreto señaló que “hay encargados que están amenazando y tratando de asustar a los afiliados” diciéndoles que no pueden participar en medidas sindicales. “Están tratando de amedrentarnos por todos lados, a algunos con sanciones, a otros con denuncias y a otros con el discurso. Es una clara persecución sindical que cada vez está escalando más”, sostuvo.

Según él, ocupan en el horario de la tarde porque es el turno en que trabajaban los empleados despedidos. Recordó que el argumento de la empresa era que no necesitaba a los trabajadores de ese turno; sin embargo, contrataron a empleados tercerizados para sustituirlos. “Mientras ellos traten de poner trabajadores en ese turno nosotros vamos a ocupar, vamos a estar el tiempo que sea necesario”, aseguró.

Además de la ocupación, el sindicato está haciendo paralizaciones en las jornadas de trabajo, en las que cada 40 minutos de trabajo paran diez. Para él, el conflicto ameritaba también para realizar una huelga, pero dijo que no tienen “garantías”, ya que en caso de hacerla “la empresa va a contratar más personal rompehuelgas, aunque esto sea ilegal”. Por eso, afirmó que continuarán con las medidas actuales, que saben que “están pegando”.

Barreto planteó que, a causa del agravamiento del conflicto, se está generando un desabastecimiento de gas, sobre todo en el interior, y que la situación va a empeorar si la situación continúa. “Lamentablemente es algo que no queremos, pero no nos queda otra”, apuntó.

El secretario general de Alfas contó que el próximo miércoles 5 de julio volverán a acudir a la Comisión de Legislación de Trabajo y Seguridad Social de Diputados. En esa instancia también se presentarán el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, y el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic.

De todas formas, indicó que no tiene ninguna instancia de negociación en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. “Entendemos que si de parte del gobierno no se destraba, no va a haber destranque porque la empresa está dispuesta a perder lo que sea por tratar de eliminar al sindicato”, aseguró Barreto. Por esa misma línea, agregó que en el sector el único sindicato que continúa “con fuerza” es Alfas y que la intención de la empresa es destruir “a la organización sindical fuerte del supergás”.

En ese sentido, señaló que una posible medida que puede tomar el gobierno para ayudar al sindicato es que los deje mantener las ocupaciones sin desalojarlos, con el objetivo de que “la empresa se siente a negociar de buena fe”. “Sabemos que si la ocupación dura un tiempo más la empresa va a ir en otra posición [a negociar]. Si esto sigue así, no vemos que haya un cambio”, insistió.

Sobre las posibles nuevas medidas que el sindicato puede tomar en el futuro, el presidente de Alfas, Andrés Guichón, dijo a la diaria que en los próximos días se reunirán con la coordinadora de sindicatos de Ancap y con la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios, a la que pertenece su sector.

Comentó que evaluarán en conjunto de qué forma profundizarán las medidas y añadió que desde el sindicato plantean ir por acciones como un paro general. La idea es tomar medidas que repercutan más allá del conflicto, porque “la empresa está dispuesta a continuar con este lío si no hay otros actores por fuera que intervengan”, indicó. Por eso, comentó que también están planificando una reunión con el PIT-CNT para “hacer este tipo de pedidos”.