La hierba, la maría, la marihuana, ¿se puede adulterar? ¡Pues si! Y de hecho, ¿se adultera? No es lo más común, pero si que puede pasar. Así que os contamos:

Generalmente los adulterantes en los derivados del cannabis son para sacar un mayor rendimiento económico en su venta; cuando la maría proviene del llamado mercado negro, es común que pase por varias manos y que éstas quieran sacar provecho.

Nos podemos encontrar que a los cogollos de la planta se ha «añadido» un poco de arena, azúcar o incluso restos de vidrio en polvo. O que estos se han rociado con aerosol, para que se peguen bien y cueste distinguirlo a simple vista. Estos elementos aumentan el peso de la maría y así se puede cobrar más por menos.

Otros aerosoles, o de nuevo el azúcar, o colorantes alimentarios, o ciertos detergentes, se pueden añadir para «embellecer» la planta o potenciar su olor y que parezca de más calidad de lo que es.

 

Y finalmente, existe la posibilidad de que se haya aumentado la potencia añadiendo otros «drogas», evaporándolas con alcohol sobre los restos vegetales; hablamos de cocaína, PCP o de otros. Es algo excepcional y pasa poco, ya que no sale a cuenta adulterar un producto «barato» como la marihuana con otros más caros; no tiene mucho sentido comercial.

Aparte, hay otro tema cuando no hablamos de cogollos de la planta, sino más bien de bolsitas de hierba; que se le haya añadido hoja de la planta o restos de otras plantas que se parezcan para «alargar» la marihuana (tal vez has oído que le ponen orégano, si haces caso a las leyendas urbanas;))
Entrada originalmente publicada en ElPep.info