Símbolo primitivo de las bellezas innumerables de la naturaleza en sus formas y sus colores. T rajes, jardines, tapices, frescos, cerámicas abigarrados evocan esta riqueza indefinida de la vida, invocan implícitamente la prosperidad y traducen un deseo de identificación con esta naturaleza proteiforme, siempre renovada.

Las diosas y los dioses de la fecundidad, los reyes en diversos países y los sacerdotes en los oficios se revestían a menudo de mantos o túnicas abigarradas, sea en algunas partes o ya totalmente.