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El bienio radical-cedista

bienio radical cedista

El 19 de noviembre y el 3 de diciembre de 1933 se celebraron elecciones generales (primera y segunda vuelta) con la victoria de la CEDA de José María Gil-Robles con 115 escaños, el segundo partido más votado fue el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux con 102 escaños.

El siguiente partido fue el partido socialista de Largo Caballero e Indalecio Prieto con tan solo 59 escaños, 56 menos que en las elecciones de 1931, y la Acción Republicana de Azaña 5 escaños, 21 menos que en las elecciones de 1931. Al año siguiente Manuel Azaña disolvió Acción Republicana y fundó Izquierda Republicana.

Las elecciones de 1933 supusieron la consolidación de la CEDA como principal partido en el Parlamento, y un varapalo importante para la izquierda, que en ese año era la tercera votación que perdía. Incluso llegaron a presionar al presidente de la república Alcalá-Zamora para que convocara nuevas elecciones antes de constituir las Cortes. La radicalidad del Psoe iba en aumento, con la ayuda de las Juventudes Socialistas y el órgano del partido «El Socialista».

En el partido socialista a partir de ese momento había dos tendencias, por una parte la mayoritaria que quería destruir la república con el argumento de que había un peligro fascista, argumento falso porque el único partido fascista era la Falange y tuvo un solo escaño (tanto en las elecciones de 1933 como en las del año 1936), y por otra parte una minoría representada por Julián Besteiro que aceptaba la derrota y se opuso a esa radicalización del Psoe.

Aunque la coalición más votada fue la CEDA, el presidente de la república Niceto Alcalá-Zamora encargó la formación de gobierno a Alejandro Lerroux, por la afinidad que tenía algún partido de la CEDA con la monarquía, y sobre todo por el temor a posibles disturbios y violencia de los partidos de izquierda disconformes con el resultado de las elecciones.

Aún y así la CNT protagonizó una insurrección principalmente en Aragón, Valencia, Asturias, León, Cataluña con el resultado de 125 muertos, y grupos anarquistas causaron el descarrilamiento del tren de Barcelona a Sevilla con otros 25 muertos.

En abril de 1934 las cortes aprobaron la ley de amnistía, y salieron de la cárcel los intervinientes en el golpe de estado del año 1932, y también anarquistas condenados como por ejemplo el asesino del presidente del Consejo de Ministros en 1921, Eduardo Dato.

Sanjurjo se exilió a Portugal y el Presidente de la república, Niceto Alcalá-Zamora, tuvo que dimitir debido a las presiones de la izquierda a los que no gustó la amnistía (aunque ellos utilizaron este mismo método en 1931 cuando amnistiaron a los miembros del comité revolucionario que intervinieron en la sublevación de Jaca, y también lo harán en 1936 cuando amnistiaron a los intervinientes en la revolución de 1934.)

Hasta octubre de 1934 la CEDA apoyó al gobierno sin estar en el gobierno, aunque había ganado las elecciones, pero en octubre consiguió que entraran 3 ministros suyos en las carteras de agricultura, justicia y trabajo.

Ya desde inicios del año 1934 varias organizaciones de izquierda, principalmente el PSOE liderado por Largo Caballero, empezaron a organizar la revolución de 1934 que tenía como objetivo dar un golpe de estado y derrocar al gobierno radical-cedista, empezaron a acopiar armas y explosivos como por ejemplo las 18 toneladas trasladadas en el vapor Turquesa de Cádiz a San Esteban de Pravia (Asturias), operación por la que Indalecio Prieto estuvo implicado.

El 4 de octubre de 1934 se declaró una huelga general revolucionaria con hechos violentos en toda España, en Madrid intentaron asaltar a tiros la presidencia del gobierno, en Guipúzcoa asesinaron al diputado Marcelino Oreja, en Barcelona la propia Generalidad se sumó a la rebelión encabezándola el presidente Companys, declarando la independencia el día 6 de octubre por lo que fue detenido al día siguiente, y en Asturias asaltaron cuarteles, fábricas de armas, quemaron edificios públicos, etc… El 5 de octubre se declaró la ley marcial.

Alejandro Lerroux encargo el restablecimiento del orden al general de brigada Francisco Franco, fueron enviadas tropas de legionarios y regulares del ejército de África y hasta el día 19 no se pudo pacificar la región.

Los golpistas incendiaron la vieja universidad, dinamitaron la Cámara Santa de la Catedral o la caja fuerte del Banco de España, en total el balance de edificios incendiados o destruidos fue de 63 edificios públicos, 739 casas particulares, 58 iglesias, 26 fábricas, 5 centros culturales, 58 puentes, 66 vías de ferrocarril y 61 tramos de carreteras. Y los combates se saldaron con 1.061 civiles, 100 guardias civiles, 51 guardias de asalto, 16 carabineros, 19 miembros de otros fuerzas de seguridad y 98 militares muertos, 3.000 heridos, y multitud de desaparecidos.

La revolución planeada por PSOE y ERC no había triunfado pero había dejado a la república herida de muerte, a partir de este año 1934 se empezó a ver la posibilidad de una guerra civil.

La UGT y la CNT se unieron en UHP, Unión de Hermanos Proletarios. La unión de las izquierdas y nacionalistas culminará con el Frente Popular con el objetivo de instauran la dictadura del proletariado, los dos bandos estaban claramente delimitados.

En el año 1935 estalló el escándalo del estraperlo, que aunque judicialmente no tuvo ninguna repercusión sirvió para desprestigiar al Partido Radical. Alcalá-Zamora disolvió las cortes por segunda vez y convocó elecciones para el 16 de febrero de 1936 con un gobierno presidido por Portela Valladares.

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