Despacio

despacioA veces, hay que sacar un lunes para poner todo en slow-motion.

Caminar despacio,

escuchar música suave.

Crear nubes blancas en un cielo azul y despejado.

Leer despacio,

trabajar despacio,

comer despacio.

Tomarse una Coca-Cola despacio, ¿qué importa que al final sea más agua que gaseosa?

Hacer el amor despacio,

no pensar mucho.

Hablar despacio,

escribir más despacio aún,

llenar espacios.

 

Vivimos de pantalla en pantalla,

piénsenlo.

Salir de una oficina, horas y horas frente a un ordenador,

textos y más textos desde el celular de camino a casa,

descargar un libro en una tableta,

leer dos capítulos,

ver una película,

dos episodios de una serie,

escribir en un blog.

Ir a la cama, hablar por Skype.

Dormir… despertar… repetir…

 

Cae bien cerrar Twitter por un día;

ese flujo vertiginoso de información, enlaces, fotos y palabras que poco importan,

tan poco como este escrito,

quizás…

 

El punto es ir despacio porque vamos lejos.

Disfrutar el viaje, aunque sea un día a la semana.

Nadie nos espera. Ni la vida ni el tiempo.

Bueno, la muerte nos espera… ¿Preferiremos ir tan rápido hacia ella?

 

Vivimos tan deprisa que confundimos el silencio con la brisa de la ciudad.

 

No temamos a ir despacio, temamos a no avanzar.

Deja un comentario