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jueves, 8 de noviembre de 2018

¿Cómo hemos llegado a los actuales firmes asfálticos? Unos pequeños apuntes históricos - Parte 2. Los firmes se tiñen de oscuro hullero.

Los problemas del polvo de las carreteras y calles con las tipologías de firme de Telford y MacAdam, agravados con la aparición del automóvil (descritos en la literatura de entonces "como nubes de polvo que levanta el paso con velocidades de meteoro de los automóviles"), impulsaron el estudio y aplicación de soluciones basadas en incorporar ligantes que aportasen cohesión, como aceites, petróleo, alquitrán de hulla o asfaltos, bien en forma de riego sobre el macadam ya colocado, ya sea superficial o profundo,  o bien como revestimientos con capas conglomeradas con esos ligantes.
En este artículo se hace un pequeño recorrido por la generación de las soluciones basadas en alquitrán de hulla.

    A principios del siglo XIX se empezó a destilar la hulla de modo industrial para obtener gas de alumbrado; en ese proceso se generaban dos subproductos  principales,  un 50% de la hulla procesada era un residuo sólido, el coke, y un 5% lo constituía un residuo que era viscoso o sólido según fuese su temperatura, el alquitrán. Del alquitrán de hulla empezarían a verse pronto aplicaciones como ligante en los pavimentos de calles y calzadas. Entonces, y hasta no hace relativamente mucho tiempo, se desconocían sus negativos efectos sobre la salud; de hecho, en la normativa española no se suprimió su uso hasta la modificación del PG.3 por la O.C. de 27-12-1999.
     En 1834 John Henry Cassell, cuya familia poseía varias factorías para producir gas de hulla y alquitrán,  patenta su "pitch macadam", que podría ser uno de los primeros métodos para estabilizar las carreteras de macadam con un ligante de tipo bituminoso que incorporaría alquitrán de hulla.  En su factoría en Millwall, la "Patent Lava Stone Works" producía lo que denominaba "bituminous lava", cuya composición nunca estuvo clara pero, si bien Cassell dejaba entrever en su publicidad que estaba hecha con asfalto natural, sus vínculos con la producción de alquitrán y el consumo que hacía de éste dejan entrever que en la composición de la bituminous lava, además de betún natural y arena, el alquitrán debía tener una presencia significativa, cuando no mayoritaria. En 1835 publicó un documento indicando los usos y métodos para aplicar su invención en calles, carreteras y otros usos (Fig.1 )

Fig.1 - Publicación de Cassell de 1835

    Por ejemplo, una de las soluciones consistía en un sellado del cimiento o explanada, previamente uniformada y compactada, con un riego de su "bituminous lava", sobre el que situaba una capa de macadam de granito, cuyos huecos se rellenaban haciendo fluir bituminous lava en caliente, que se uniría con la capa de sellado del fondo, obteniendo al enfriarse una estructura sólida e impermeable. 
    En Francia, en la siguiente década empezaron a aplicarse en aceras y calles, como algunas de Paris, firmes con empleo del alquitrán de hulla promovido por firmas productoras de alquitrán (como Dez-Maurel o la de Polonceau), sin embargo bien por defectuosa ejecución o por su fragilidad en época fría, pronto cayeron en desuso. 
     Alguna referencia cita que los primeros empleos de alquitrán de hulla en revestimientos de firmes en EEUU serían los aplicados en Washington D.C, por N.B. Abbott en 1868 y por C.E. Evans in 1873, aunque los resultados en durabilidad y comportamiento parece que no fueron buenos. 

La eclosión: los tratamientos contra el polvo

     Aunque es bastante más tardía, pero quizás por la difusión alcanzada, la solución más reconocida y reivindicada, la que se ha llevado los honores y citada como el primer alquitranado superficial de carreteras (aunque como se describe más adelante no es correcto), es la pavimentación experimental hecha en Mónaco, en 1902, por el suizo Ernest Guglielminetti (médico, inventor de un aparato de respiración autónoma y fundador de la Sociedad de médicos de Mónaco y de la Liga contra el polvo de las carreteras), para resolver el problema del polvo generado por vehículos y carruajes en sus emblemáticos paseos, que molestaban sobremanera a los influyentes personajes que por allí vivían y, en particular, a su soberano el príncipe Alberto I, que buscaba una solución. Guglielminetti, que residia en Mónaco desde 1984, dió una conferencia sobre el mal de altura y las ventajas de su equipo de respiración autónoma. Entre los asistentes estaba Alberto I, que le comentó el problema del polvo que tanto le preocupaba y le dijo "¿Por qué no se dedica más bien a mejorar la respiración de todos los que estamos aquí".  A raíz de ello recordó que en hospitales indonesios, en los que había estado, resolvían el problema del polvo en su entorno regando la tierra con petróleo.
     Basado en ello, perfeccionó esa idea y con el apoyo del príncipe Alberto, hizo un tramo de prueba, de unos 40 m, en la pista de tierra que bordeaba el Museo Oceanográfico, con un riego de alquitrán de hulla. Tras su éxito, eliminando el polvo y reduciendo el ruido generado por los carruajes o hipomóviles y los nacientes automóviles, el sistema se expandió con gran rapidez, aplicándose con profusión en las carreteras de macadam, apoyado por los influyentes Clubs Automovilísticos, como el Touring Club de France que, ese mismo otoño, financió otra exitosa prueba en las afueras de Paris,en Champigny o la Liga contra el Polvo, que fundó en 1903, y fue capaz lograr financiación para tratar un tramo más extenso de la carretera costera de Mónaco a Niza y contribuir a la difusión del tratamiento. Por ello se le llegó a conocer como "Docteur Goudron" (Dr. Alquitrán).
    El tratamiento en general se aplicaba en caliente con una dotación entre 1 y 1,5 kg/m2 y se conseguía una penetración en el macadam de 3 a 4 cms; en su caso se aplicaba una ligera capa de arena encima, si no se había secado en 24-48 hr para abrir a la circulación.
Fig.2 Alquitranadoras francesas  (ROP - Ref 3) 
     El Principado de Mónaco ha recordado el éxito derivado de este primer ensayo de alquitranado de las carreteras con emisiones de sellos conmemorativos
Fig.3  Sellos postales alegóricos a la prueba de Ernest Guglielminetti
    Guglielminetti era un tanto filántropo y desprendido y no patentó su invención, sino que al contrario, difundió el empleo libre de la misma. Así, en 1908 acudió a Paris, al primer Congreso Internacional de Carreteras, donde lo expuso con detalle. 
    Sus paisanos suizos conmemoraron en 1962 en su localidad natal de Brigues, el centenario de su nacimiento con una fiesta alegórica de la invención de ese primer asfaltado superficial por el Dr.Goudron, con demostraciones con equipos e indumentaria de época en la plaza de la estación de esa localidad.

    


Fig.4 - 1962 Commemoraciones en Brigues


     El método de Guglielminetti se probó también en España y la Dirección General de Obras Públicas dictó una orden sobre Alquitranado de las carreteras a los Ingenieros Jefes de Madrid, Valladolid. Orense, Oviedo, Jaén y Valencia (Ref.3) en la que se decía : "El problema de la supresión del polvo y barro en las carreteras, no sólo debe mirarse desdo el punto de  vista de la comodidad del tránsito, si que también de la higiene y economía en la conservación.
     Varias secciones vienen dedicándose hace tiempo á su estudio, haciendo ensayos por medio del alquitranado, y aun cuando hasta el presente no puedo formularse opinión definitiva. sin embargo, los resultados prácticos permiten esperar una solución satisfactoria del  problema.
Nada todavía no ha intentado en España en este particular, y siendo de notoria conveniencia apreciar por nosotros mismos las ventajas del procedimiento, debiendo verificarse en provincias de distintos climas y condiciones que, por disponer de cilindros de vapor, están para ello más capacitadas, S. M. el Rey (q. D. g.).  de acuerdo con lo propuesto por esta Dirección general, ha resuelto que. por el pronto, las provincias donde se ha de verificar el ensayo del alquitranado sean las de Madrid, Valladolid, Orense, Oviedo, Jaén y Valencia,
     Los ensayos deben efectuarse en las carreteras que parten de la capital, por ser de mayor tránsito, contribuir á la salubridad do las poblaciones y estar más directa y eficazmente inspeccionadas.
      En breve plazo elevará esa Jefatura á esta Dirección general, el presupuesto que estime necesario para el ensayo práctico del alquitranado en los afirmados de las travesías de esa población y en medio kilómetro de las afluentes”.
      En realidad, en esto del alquitranado de carreteras, unos se han llevado la fama (Guglielminetti)  pero han sido otros los que han cardado la lana. Un año antes que Guglielminetti, el italiano Guido Rimini, ingeniero provincial de Lugo (Ravena), ya había hecho un tratamiento superficial antipolvo con alquitrán (Ref.4). A raíz de leer en la revista Le Strade un artículo sobre la aplicación, desde 1888, por el ingeniero californiano Londgen de petróleo como riego de caminos macadamizados, como el petróleo resultaba mucho más caro en Italia que en California, tuvo la idea de usar un material más barato, como era el alquitrán, disponible en una factoría de gas en Bolonia. Él mismo nos decía que "Sobre la capa de macadam que, debido a la sequía, empieza a producir polvo, se vierte alquitrán del gas bien líquido que penetra cementando el conglomerado, formando  una costra superficial muy dura que resiste bien al tráfico". El alquitrán se calentaba a 60º C y se compactaba con rodillos movidos a vapor.  Así pues, esos primeros tramos de la historia serían los hechos en los alrededores de Lugo, en Quarantola y Felisio.
    Este hecho pronto se publicó en España, incluso antes del ensayo monegasco, en una noticia de El Correo Español de 26 de Febrero de 1902 (Fig 4),

Fig 4- Noticia de El Correo Español 26/2/1902
      En España, también tuvo rápido eco la lucha contra el polvo basada en la aplicación del alquitrán y  pronto se vieron aplicaciones, siendo una de las primeras la llevada a cabo en Junio de 1904, en el frondoso paseo de acceso a un balneario gallego, el de Herrerías do Incio, en la provincia de Lugo, en la que el polvo generado por los coches incordiaba sobremanera a los numerosos agüistas que subían a la fuente de aguas ferruginosas. Se emplearon 5 t de alquitrán procedente de la fábrica de gas de La Coruña. En un artículo publicado en la ROP (Ref.5), Eusebio Pellegrí describe detalladamente esta aplicación del alquitrán o chapapote mediante un procedimiento muy manual, siendo su coste final de 0.22 pesetas/m2.
Fig.5 Una vieja postal con el camino objeto del alquitranado
   De unos años más tarde, hacia 1910, es este documento gráfico de su aplicación en el Paseo de Gracia en Barcelona, por Fomento de Obras y Construcciones, S.A.   
Fig 6 Alquitranado en el Paseo de Gracia, Barcelona, hacia 1910. (fcc.es)

Las mezclas con alquitrán de hulla. El tarmac

       Por otra parte, la que parece ser primera mezcla, fabricada fuera del lugar de empleo, de alquitrán con macadam, se descubrió un poco por casualidad en 1901 por el inspector del Condado de Nottinghamshire Edgar Purnell Hooley, cuando observó cómo, tras derramarse un bidón de alquitrán en un camino y verterle encima escorias de una acería aledaña para salir del paso y volverlo transitable, su comportamiento era muy superior a lo entonces conocido. Por ello en 1902 patentó el proceso de calentar el alquitrán al que añadía escorias o piedras de machaqueo de macadam para conseguir mediante agitación mecánica una mezcla, que bautizó como Tarmac (de tar y macadam),  que se extendía y compactaba con rodillo para obtener una capa de rodadura. Tras poner a punto la operación, Hooley comenzó a aplicarla en la superficie de las carreteras, siendo un tramo de 5 millas en la Radcliffe Road, Nottingham, la primera carretera asfaltada en el mundo con este tipo de mezcla, un macadam bituminoso.
Fig.7 Edgar Purnell Hooley

    Purnell Hooley formó en 1903 la Tar Macadam Syndicate Ltd y registró Tarmac como marca, aunque al poco acabó vendiendo todo al propietario de una acería que generaba escorias, que relanzó la empresa como Tarmac en 1905 con gran éxito.
      El tarmac tuvo una amplia difusión en los afirmados y, aunque más tarde se sustituyó el alquitrán por el betún, es un término que se sigue empleando e, incluso, en algunos países se usa para designar mezclas bituminosas en general.
      En España, se incluyó como una de las soluciones en los tramos de ensayo del Circuito Nacional de Firmes Especiales (CNFE) de la década de 1920. Así en la Ref.6, el profesor de la Escuela de Caminos, Manuel Aguilar, recoge su aplicación en la carretera de Cornell a Fogás de Tordera e indica: "Con el fin de obtener buenos firmes a precio relativamente moderado, se eligieron para los ensayos algunas variedades de tarmacadan, y con excelente orientación se pensó desde luego en utilizar alquitranes refinados. ...... Careciendo de antecedentes en España, era difícil acertar desde el primer momento con las proporciones convenientes de árido y aglomerante apropiadas para el clima de Barcelona, por lo que los tramos de ensayo se hicieron cortos, siendo, en cambio, relativamente grande su número....... El tarmacadam se hace en tres capas. La inferior, de 4,50 cm de grueso, empleando piedra partida de tamaños comprendidos entre 3,50 y 4 cm. La intemedia, de 2,5 cm de grueso, empleando piedra menuda de 2 a 2,5 cm, y la superior, de 1 cm de grueso, con detrito de piedra, de 0,5 a 1 cm.." . 
      Como ligante se combinaba un 65-70% de alquitrán con un 35-30% de aceite de antraceno, calentándolos hasta su fusión a 100ºC, removiéndolos para su completa mezcla. Para obtener el tarmacadam se utilizaba una "máquina calentadora, secadora y mezcladora a un tiempo, que para dicho objeto adquirió la Mancomunidad" que "recoge  y eleva la piedra o gravilla, la vierte en un cilindro-caldera rotativo, donde se calienta al mismo tiempo que pierde el polvo y agua de sus poros; a continuación, la misma máquina eleva el material a un depósito situado sobre una romana, para la determinación de la dosificación en peso (se hacen pesadas uniformes de 230 kg), y en seguida vierte a un mezclador, donde se añade la cantidad de aglomerante que corresponde según la dosificación prevista para el material de cada capa, material que es elevado hasta el punto de manipulación, desde la caldera donde se ha mezclado y calentado, por medio de una bomba accionada por la misma máquina". Tras los ensayos y dos años de observaciones de su comportamiento, las dosificaciones de ligante adoptadas fueron del 3,50% para la primera capa, del 4% para la segunda, y del 8% para la tercera
     El alquitrán de hulla también se usó como componente de mezclas de granulometría continua, hormigones de alquitrán, hechas en caliente y con un alto contenido de fíller, presentando una cierta ventaja con una puesta en obra a menos temperatura que sus equivalentes con betún.
       Aunque perduró en el tiempo a lo largo del siglo XX, el empleo del alquitrán de hulla fué progresivamante abandonado por la irrupción de los betunes derivados del petróleo y sus emulsiones, tanto en tratamientos superficiales y riegos de penetración como en mezclas. Posteriormente, la confirmación de efectos perniciosos para la salud por la emisión en caliente de compuestos orgánicos volátiles ha hecho que haya sido retirado de normativas y caído en desuso.  Por ello, en los tratamientos de reciclado de firmes antiguos ha de tenerse cuidado a efectos de determinar su posible presencia y, en ese caso, obviar tratamientos en caliente  

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Referencias

  • Ref.1  John Cassell -A Treatise on Roads and Streets: wherein the advantages of a patent for the paving of streets and the making of roads (1835) 
  • Ref.2  Dr. Guglielminetti - Les avantages du goudronnage des chaussées. Ses effets sur la végétation  (Le Génie civil- Revue générale des industries françaises et étrangères- 22/7/1911)
  • Ref. 3 Rufo García Rendueles - Alquitranado - (Revista Obras Publicas 1910, num 1830)
  • Ref. 4 - Ing. ALBERTO BUCCH- LA STORIA DELLE STRADE  (Univ.Bologna 2014)
  • Ref. 5 -  Eusebio Pelegrí y Fusella - Alquitranado de carreteras en España- (Revista de Obras Publicas 1906, num 1593)
  • Ref. 6 Manuel Aguilar - Ensayos de firmes especiales para carreteras- Revista Obras Públicas nº2439 -1925 



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