La Honestidad

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ISBN 978-160-3466-85-1

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- -··-··-en to stnt10 mt1 "Prometo que a partir de ahora siempre voy a decir la verdad''. Esa misma noche, cuando el papá regresó a la casa difo.: "Un ventilador roto siempre se puede arregl pero la falta de honestidad o vivir entre mentiras crea un dañ.o que muchas veces es irreparable". B o habí aprendido una ran lección

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LA HONEST Había una vez que un pobre leñador que vivía, junto a su familia, en una pequeña aldea cerca de la ciudad. �El hijo mayor, Beto, era muy �-despreocupado y travieso. Le encantaba jugar a futb J con sus -��amigos

--�-

.Su hermano men r, Ga riel, era muy listo a la vez que bastante cuidadoso colil todo o que hacía .


Un día el papá de Beto trajo a casa un nueYo ventilador ya que el viejo se había roto hacía unos días. Los chicos estaban muy contentos ya que pensaban que así ya no pasarían tanto calo'r durante el verano. ¡Incluso la abuelita estaba emocionada y quería verlo funcionar ya!


"Beto, ya sabía que Gabr:iel era inocente. Sólo queríamos ver si tú eras lo suficientemente honesto como para admitir tu error", dijo la mamá. "Debiste reconocer tu error desde el principio y haberno contado lo , sucedido 1

".


Sin embargo la mamá de Beto no dejó que nadie tocara el ventilador pues pensaba que podrían romperlo. ¡Cómo deseaban todos encender el ventilador nuevo aunque fuera por unos minutos! Esa misma noche, cuando todos se marcharon a dormir, Beta se, levantó de su cama para ver el ventilador...

uando Beto regresó a la casa, vio que su mamá estaba regañando a Gabriel: "Gabriel ¿por qué rompiste el ventilador?", preguntaba muy enfadada. Beto se sintió entonces tan mal que decidió contarle a su mamá que fue él realmente, y no su hermano, quielíl había roto el ventilador.

..,,,

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Pero no era así. Beta salió a jugar con sus amigos pero se sentía muy triste. Cuando sus amigos le preguntaron por el motivo de su tristeza, Beta les contó todo. "Mejor guarda silencio y no digas nada", le aconsejaron todos.

. Llegó hasta donde lo habían coloca o y para ver cómo lo podía encender. Pero en ese preci instante, se le resbaló de las manos y ¡el ventilador se cayó! ¡Con horror vio cómo las aspas del ventilador se rompían! Beta no dijo nada y, sabiéndose culpable de lo ocurrido, regresó s·igilosamente a su cama. Sin e bargo Gabriel había visto todo lo que había pasado


A la mañana sigui.ehte, Beto oyó a su mamá llorando y lam·entándose: "El viento debe haber derribad0 el ventilador durante la noche y ahora está roto". Pero Beto no dijo nada y continuó como si a él no te importara lo sucedido.

I


A la mañana sigui.ehte, Beto oyó a su mamá llorando y lam·entándose: "El viento debe haber derribad0 el ventilador durante la noche y ahora está roto". Pero Beto no dijo nada y continuó como si a él no te importara lo sucedido.

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Pero no era así. Beta salió a jugar con sus amigos pero se sentía muy triste. Cuando sus amigos le preguntaron por el motivo de su tristeza, Beta les contó todo. "Mejor guarda silencio y no digas nada", le aconsejaron todos.

. Llegó hasta donde lo habían coloca o y para ver cómo lo podía encender. Pero en ese preci instante, se le resbaló de las manos y ¡el ventilador se cayó! ¡Con horror vio cómo las aspas del ventilador se rompían! Beta no dijo nada y, sabiéndose culpable de lo ocurrido, regresó s·igilosamente a su cama. Sin e bargo Gabriel había visto todo lo que había pasado



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Sin embargo la mamá de Beto no dejó que nadie tocara el ventilador pues pensaba que podrían romperlo. ¡Cómo deseaban todos encender el ventilador nuevo aunque fuera por unos minutos! Esa misma noche, cuando todos se marcharon a dormir, Beta se, levantó de su cama para ver el ventilador...

uando Beto regresó a la casa, vio que su mamá estaba regañando a Gabriel: "Gabriel ¿por qué rompiste el ventilador?", preguntaba muy enfadada. Beto se sintió entonces tan mal que decidió contarle a su mamá que fue él realmente, y no su hermano, quielíl había roto el ventilador.

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Un día el papá de Beto trajo a casa un nueYo ventilador ya que el viejo se había roto hacía unos días. Los chicos estaban muy contentos ya que pensaban que así ya no pasarían tanto calo'r durante el verano. ¡Incluso la abuelita estaba emocionada y quería verlo funcionar ya!


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.Su hermano men r, Ga riel, era muy listo a la vez que bastante cuidadoso colil todo o que hacía .



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