Propuesta de lineamientos sobre cambio climático a escala de paisaje

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Esta publicación se desarrolla en el marco del proyecto Integración de las Áreas Protegidas del Bioma Amazónico - IAPA y es una contribución al fortalecimiento de la iniciativa regional Visión Amazónica de Redparques. El proyecto es financiado por la Unión Europea, coordinado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura - FAO e implementado en conjunto con WWF, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – UICN, ONU Medio Ambiente y Redparques. Este documento ha sido elaborado como parte de las acciones e incidencia del proyecto. Las opiniones expresadas son las de su(s) autor(es), y no reflejan necesariamente los puntos de vista o políticas de la Unión Europea, la FAO, UICN, WWF, ONU Medio Ambiente, y Redparques. Así mismo, la presentación del material en esta publicación y las denominaciones empleadas para las entidades geográficas no implican en absoluto la expresión de una opinión por parte de la Unión Europea, UICN, FAO, WWF, ONU Medio Ambiente y Redparques sobre la situación jurídica o nivel de desarrollo de un país, territorio o zona, de sus autoridades o acerca de la demarcación de sus límites o fronteras. Derechos Reservados: © REDPARQUES – Proyecto IAPA - Visión Amazónica Se autoriza el uso de esta publicación con fines educativos y otros fines no comerciales sin permiso escrito previo de parte de quien detenta los derechos de autor siempre y cuando se mencione la fuente. Se prohíbe reproducir esta publicación para la venta o para otros fines comerciales sin permiso escrito previo de quien detenta los derechos de autor. Citar como: Inchausty. V. 2018. Propuesta de lineamientos sobre cambio climático a escala de paisaje para ser incluidos en los planes de manejo (maestros) de las cinco áreas protegidas del Paisaje Sur. Proyecto IAPA – Visión Amazónica. Unión Europea, Redparques, WWF, FAO, UICN, ONU Medio Ambiente. Bogotá, Colombia.

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EQUIPO TÉCNICO Y DIRECTIVO Consultor Victor Inchausty Equipo coordinador Proyecto IAPA FAO Carolina Sofrony Esmeral Claudia Marín Daza Hivy Ortiz-Chour José Antonio Gómez Díaz Juliana Vélez Gómez Mónica Salinas Venegas UICN Karen Hildahl María Moreno de los Ríos ONU Medio Ambiente Alberto Pacheco Capella Juan Carlos Duque WWF Ana Isabel Martínez Paula A. Bueno Martínez Agradecimientos * Delegación de la Unión Europea * Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) * Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) * Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU – Medio Ambiente) * Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) Diseño: Juan Manuel Chavarría Quintero Fotografías: © Ricardo Lisboa / WWF-US (Portada)

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ÍNDICE 1.

RESUMEN

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PRESENTACIÓN

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3. DIAGNOSTICO Y SISTEMATIZACIÓN DE ELEMENTOS CLAVE SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO EN LOS PLANES DE MANEJO (MAESTROS) DE LAS CINCO (5) ÁREAS PROTEGIDAS DEL PAISAJE SUR DEL BIOMA AMAZÓNICO. 7 3.1 Introducción

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3.2 Contexto Global del Cambio Climático

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3.3 Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)

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3.4 Contexto regional de cambio climático

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3.5 Contexto Nacional

13

3.5.1 Bolivia.

13

3.5.2 Brasil

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3.5.3 Perú

20

3.6 Contexto Subnacional

21

3.6.1 Bolivia

21

3.6.2 Brasil

25

3.6.3 Perú

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3.7 Gestión de las Áreas Protegidas

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3.7.1 Áreas Protegidas en Bolivia

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3.7.2 Áreas Protegidas en Brasil

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3.7.3 Áreas Protegidas en Perú

36

3.8 Planes de manejo de las áreas protegidas

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3.9 Evaluación de efectividad de manejo de las áreas protegidas

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3.10 Principales hallazgos del diagnostico

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4. LINEAMIENTOS DE CAMBIO CLIMÁTICO A ESCALA DE PAISAJE PARA SER INCORPORADOS EN LOS PLANES DE MANEJO (MAESTROS) DE LAS CINCO APS DEL PAISAJE SUR 4.1 Planificación y cambio climático en las áreas protegidas.

44 44

5. LINEAMIENTOS GENERALES PARA LA ACTUALIZACIÓN DE PLANES DE MANEJO EN UN ESCENARIO DE CAMBIO CLIMÁTICO 48 6. LINEAMIENTOS PARA LA INCLUSIÓN DEL TEMA DE CAMBIO CLIMÁTICO EN CADA ÁREA PROTEGIDA DEL PAISAJE SUR DEL BIOMA AMAZÓNICO 55 6.1 RESERVA NACIONAL DE VIDA SILVESTRE AMAZONICA MANURIPI – BOLIVIA

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6.2 RESERVA EXTRACTIVISTA CAZUMBA IRACEMA – BRASIL

66

6.3 PARQUE ESTATAL CHANDLESS – BRASIL

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6.4 PARQUE NACIONAL ALTO PURÚS – PERÚ

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6.5 RESERVA COMUNAL PURÚS – Perú

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7. RECOMENDACIONES GENERALES

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BIBLIOGRAFIA

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ANEXO 1

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Figura1 - ANEXO

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1. RESUMEN El presente documento realiza un análisis exhaustivo de la problemática referida al cambio climático y como se está tratando a escala global, continental, nacional y a diferentes niveles subnacionales a fin de mitigar y adaptarnos a los posibles impactos causados por el cambio climático. Se observa la evolución del tratamiento del tema a escala global y como los diferentes niveles de los estados han tenido en cuenta la información científica generada y las diferentes metodologías de análisis que se han desarrollado. A diferentes escalas, se están iniciando actividades de mitigación y adaptación al cambio climático, sin embargo, se pudo observar que hasta la fecha el tema de cambio climático sigue siendo marginal en las discusiones locales e incluso a nivel nacional. Pese al trabajo técnico de las instituciones académicas y muchas organizaciones sin fines de lucro son pocas las instancias gubernamentales que han tenido en cuenta el tema de cambio climático en la elaboración de sus planes y proyectos. Si bien, existe el conocimiento y la realidad del cambio global, todavía las agendas de desarrollo están dirigidas al crecimiento económico y el desarrollo sostenible sigue siendo un concepto difícil de implementar en terreno. En todo este contexto las áreas protegidas tampoco cuentan con instructivas claras para incorporar el tema de cambio climático en sus principales herramientas de planificación como son sus planes de manejo (planes maestros) y recién se están incorporando secciones sobre cambio climático a ser tenidas en cuenta para sus evaluaciones de efectividad de la gestión, aunque de principio se basa en apreciaciones subjetivas. El rápido proceso de evolución normativa y conceptual hace imperativo que los sistemas de áreas protegidas actualicen las guías de elaboración de herramientas de planificación, seguimiento y evaluación de tal manera que incorporen variables de cambio climático y otros factores socio ambientales que cada vez están tomando mayor importancia en la gestión de las áreas protegidas. En la segunda sección se sistematiza la información existente sobre el abordaje actual de la gestión de las áreas protegidas en un escenario de cambio climático y proporciona insumos, propuestas y acciones que puedan ser tomados en cuenta en la actualización de los Planes de Manejo (Planes Maestros) de las Áreas Protegidas del Paisaje Sur del bioma amazónico. Se inicia con las recomendaciones generales a los sistemas nacionales de áreas protegidas, recomienda acciones a nivel de planificación central a nivel de sistemas de áreas protegidas y concluye con propuestas concretas para los Planes de Manejo (Planes Maestros) de cada una de las áreas protegidas en el paisaje sur. La importancia del análisis de los instrumentos de planificación a escala de área protegida es que es el nivel de aplicación en terreno de las políticas de conservación in situ y es imprescindible que se consideren factores y medidas para hacer frente a los posibles impactos del cambio climático. 5


Se considera como referencia los lineamientos del análisis de vulnerabilidad al cambio climático en el bioma amazónico que fue elaborado a través de la Visión Amazónica (Proyectos SNACCIAPA) y el análisis desarrollado entre WWF Bolivia y la alianza con Columbia University Center for Climate Systems Research (CCSR), así como bibliografía referida específicamente al tema. El análisis es específico para las cinco áreas del paisaje sur del bioma amazónico, sin embargo, se observa en los tres países abundante información acerca de la inclusión del escenario del cambio climático en la planificación territorial a diferentes escalas, lo cual hace imperativo que exista un proceso de coordinación y armonización en la planificación de las áreas protegidas y sus zonas de amortiguación. 2. PRESENTACIÓN El presente documento pretende aportar los lineamientos sobre el abordaje de la temática de cambio climático en los instrumentos de gestión de las áreas protegidas, específicamente las del paisaje sur del bioma amazónico, con el propósito de incorporar el enfoque de cambio climático a escala de paisaje en las actualizaciones de los Planes de Manejo (Maestros) que orientan la gestión de las áreas protegidas y proponer acciones concretas para consideración de los Sistemas Nacionales de Áreas Protegidas en este ámbito trinacional. Si bien, el tema de cambio climático es abordado tanto a nivel nacional como subnacional, todavía es un tema marginal y hasta el momento no se ha logrado realizar un proceso de planificación integral pese a que existen normas y herramientas específicas como en el caso de Bolivia. Cada área protegida en la actualidad tiene diferentes niveles de avance al igual que los sistemas nacionales de áreas protegidas, sin embargo, es evidente la necesidad de incorporar el escenario de cambio climático en las herramientas de planificación territorial y en especial en los Planes de Manejo (Maestros) de las áreas protegidas sin descuidar su integralidad y complementariedad con todas las otras herramientas de planificación sectorial y territorial que las circundan. Considerando todas esas diferencias se pretende establecer una serie de lineamientos generales y específicos que puedan servir de guía a los procesos de actualización de los Planes de Manejo, así como para la actualización de las diferentes herramientas que deben usarse para dicha actualización.

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3. DIAGNOSTICO Y SISTEMATIZACIÓN DE ELEMENTOS CLAVE SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO EN LOS PLANES DE MANEJO (MAESTROS) DE LAS CINCO (5) ÁREAS PROTEGIDAS DEL PAISAJE SUR DEL BIOMA AMAZÓNICO. 3.1 Introducción Varios autores (Cheng et al. 2013, Steege et al. 2013, Baker et al. 2014) han reportado que la Amazonía, al igual que otros bosques tropicales, se caracteriza por una alta biodiversidad y concentra el 30% de la diversidad de árboles del mundo, alberga aproximadamente el 25% de las especies terrestres a nivel mundial y cerca del 15% de la actividad fotosintética se desarrolla en el bioma (Malhi et al. 2008, Baker et al. 2014). Estos factores indican que modificaciones climáticas leves son de especial interés, ya que, al sobrepasar los umbrales de sensibilidad, pueden tener grandes impactos sobre los procesos biológicos y evolutivos (Bush 2002, Bush y Hooghiemstra 2005, World Bank 2013). En el planeta, el clima está cambiando a un ritmo nunca visto (Covey et al. 2012, Isaac and Williams 2013, Garcia et al. 2014) y a finales del siglo XXI gran parte de la Tierra podría sufrir variaciones climáticas que no se han experimentado en el pasado; mientras que algunos climas del siglo XX podrían desaparecer (Williams et al. 2007). Estas variaciones podrían deberse a cambios en la composición atmosférica por el aumento de Gases de Efecto Invernadero (GEI), producto de las actividades económico-productivas (Karl y Trenberth 2003, IPCC 2013, Schneider y Root 2013). Las concentraciones atmosféricas de los tres principales GEI desde el año 1750 al 2011 se han incrementado en 40% para el dióxido de carbono (CO2), 150% el metano (CH4) y 20% para el óxido nitroso (N2O) (IPCC 2013). Estos gases atrapan la radiación de onda larga que la Tierra devuelve al espacio, calentando el planeta (Karl y Trenberth 2003). Entre 1951 y 2010 los GEI han contribuido al aumento promedio de la temperatura superficial global entre 0,5 °C a 1,3 °C (IPCC 2013). En consecuencia, los climas tropicales son más calientes que los últimos dos millones de años (Colwell et al. 2008). Dado que las evidencias indican que el clima está cambiando a nivel global, se podría pensar que la Tierra va a tener una respuesta más o menos uniforme ante estos cambios; sin embargo, aún no hay consensos sobre cómo se distribuirán dichos cambios a nivel regional. Es posible que los eventos de precipitación extrema sean más intensos y frecuentes en las zonas húmedas tropicales acompañados por incrementos de la temperatura media global. Para la zona oeste de la Amazonía existe la tendencia de una mayor precipitación y es menos probable la ocurrencia de fuertes sequías, debido a que la precipitación es controlada por la convergencia de humedad de los Andes (Malhi et al. 2008). En las áreas montañosas tropicales, los posibles efectos del cambio climático incluyen un aumento general de la temperatura, aumento en la pérdida de agua por la evaporación, disminución de la humedad del suelo, incrementos de incendios y sequía, aumento del potencial de invasión de especies de pestes introducidas, entre otros (Isaac y Williams. 2013., Peralvo et al. 2012., Aguirre et al. 2015.) indican que en los Andes Tropicales se esperan impactos diferenciados, a nivel de especies, ecosistemas y funciones hidrológicas, como consecuencia de diferentes grados de exposición y sensibilidad de los sistemas andinos a las alteraciones climáticas proyectadas. Se estima, que estos cambios en el régimen de clima interactúen con procesos antrópicos (cambios 7


de cobertura y uso de la tierra), generando impactos amplificados sobre la integridad de los sistemas socio-ecológicos. En esta realidad de un escenario de cambio climático, Mansourian (2009) indica que las áreas protegidas son consideradas como instrumento imprescindible para la conservación de la diversidad biológica ya que se convierten en un mecanismo de adaptación frente a los impactos del cambio climático cumpliendo las siguientes funciones: a) proporcionar a las especies refugio y corredores de migración, b) proteger a las personas de los fenómenos climáticos repentinos, y c) reducir costos de los impactos negativos relacionados con el clima (gestión y reducción de desastres basados en ecosistemas). Considerando la importancia de la Amazonia en el aporte a la estabilidad climática global y la existencia de una vasta red de áreas protegidas de diferente escala y categorías, este análisis pretende establecer un diagnóstico preliminar acerca del estado de gestión de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico en relación al cambio climático analizando en que magnitud a nivel local y de gestión operativa integran políticas, estrategias, mecanismos y actividades que puedan incrementar la resiliencia del bioma, incluyendo las sociedades humanas, a los efectos del cambio climático. Una estrategia importante que pretende apoyar esta primera parte del estudio es la de transversalizar el enfoque de cambio climático en los procesos e instrumentos de planificación y gestión a diferentes escalas (área protegida, subnacional, nacional y regional), con énfasis en la Amazonía. Para de esta manera aportar elementos que permitan generar un marco regulatorio y normativo para que la gestión de las áreas protegidas incorpore mecanismos de mitigación y adaptación. 3.2 Contexto Global del Cambio Climático La Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) se estableció en 1992, en la «Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro» y entró en vigor en 1994 con el propósito de incrementar a nivel mundial el conocimiento y problemática respecto al cambio climático (UNCCC, 1992). De acuerdo con el texto de la convención: “El objetivo último de la presente Convención y de todo instrumento jurídico conexo que adopte la Conferencia de las Partes, es lograr, de conformidad con las disposiciones pertinentes de la Convención, la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmosfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. Ese nivel deberá lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible.” (UNCCC, 1992). La instancia superior de la convención es la Conferencia de las Partes (COP), que se realiza cada año y en la cual participan autoridades, organizaciones no gubernamentales y representantes de los pueblos indígenas. En la Figura 1 se describen todas las COP de la Convención Marco sobre el Cambio climático. 8


Figura 1. Breve reseña de las COP de la Convención Marco sobre el Cambio Climático. 1995, COP 1, Berlín. 1996, COP 2, Ginebra.

Primera reunión donde se redactó el Mandato de Berlín que consolida compromisos donde cada país definió las iniciativas a implementarse. Se propuso crear los “objetivos cuantitativos vinculantes” en la siguiente COP en Kioto para limitar la emisión de gases de efecto invernadero producidos por los países industrializados, considerando reducciones definidas para 2005, 2010 y 2020. 1997, COP 3, Se estableció el Protocolo de Kioto, considerado como uno de los acuerdos Kioto. fundamentales para regular las actividades humanas y disminuir sus impactos en el planeta. El protocolo estableció que los 37 países industrializados debían reducir sus emisiones de GEI en un 5% respecto al nivel de 1990, en el periodo 2008-2012. Estados Unidos y China, los mayores emisores de GEI, no firmaron el documento. 1998. COP 4 Estas nueve reuniones no mostraron avances ya que se usaron para definir el a 2006. COP Protocolo de Kioto, con la perspectiva al 2008. 12 1998, COP 4, Buenos Aires. / 1999, COP 5, Bonn. / 2000, COP 6, La Haya y (2ª parte), Bonn. / 2001, COP 7, Marrakech. / 2002, COP 8, Nueva Delhi. / 2003 COP 9, Milán. / 2004. COP 10, Buenos Aires. / 2005. COP 11, Montreal. / 2006, COP 12, Nairobi. 2007, COP Se adoptó el “Plan de Acción de Bali” que definió la ruta hacia la COP 15 y se 13, Bali. ratificó que las evidencias sobre el calentamiento global son concluyentes. 2008, COP Se definieron los detalles para la COP 15 y se estableció el programa de 14, Poznán. transferencia de tecnologías ecológicas racionales para países en desarrollo 2009, COP China y Estados Unidos, en una reunión en Tailandia tres semanas antes de la 15, COP 15, decidieron que los acuerdos de Copenhague no tendrían carácter Copenhague. vinculante, En el último día de la COP los presidentes de China, Estados Unidos, India, Brasil y Suráfrica, sin la presencia de los representantes europeos, ni los demás países, realizaron una reunión a puertas cerradas y redactaron en tres folios un acuerdo no vinculante que ni siquiera fue sometido a votación. 2010, COP Se crea el Fondo Verde del Clima para colaborar a los países con pocos recursos 16, Cancún. destinados a cubrir los costos de la lucha contra el Cambio Climático y se establece un monto de cien mil millones de dólares cada año, a partir de 2020, y treinta mil millones de dólares para el período 2010-2012, 2011, COP 17 Se redactó una hoja de ruta para un acuerdo global para el cumplimiento del Durban. Protocolo de Kioto, sin embargo, Canadá, apoyados por Japón y Rusia, indicaron la intención de no renovar el Protocolo. 2012, COP Se redactó la “Puerta Climática de Doha”, que prorroga hasta 2020 el Protocolo 18, Doha. de Kioto, pero la mayoría de las partes expresaron su disconformidad por que el texto final no considero las recomendaciones científicas, que requerían medidas inmediatas para contrarrestar el calentamiento global. En 2012 las emisiones de dióxido de carbono eran el doble de las de 1990.

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2013, COP 19, Varsovia. 2014, COP 20, Lima. 2015, COP 21, París.

2016, COP 22, Marrakech. 2017, COP 23, Fiji-Bonn. 2018, COP 24, Katowice, Polonia

Se elaboró la hoja de ruta hacia un pacto global y vinculante en 2015. Se produjo el abandono de las ONG y los sindicatos faltando un día del cierre de la cumbre, por primera vez en la historia de las COP’s. Los Estados Unidos y China establecieron un compromiso conjunto para la reducción de emisiones de GEI. El acuerdo de Paris fue adoptado por 197 países y su firma se inició oficialmente en abril de 2016 y se aplicara en 2020. El documento establece la disminución de emisiones de GEI para limitar el aumento de la temperatura global a 2º C. Se adoptó un documento de trabajo para la aplicación del Acuerdo de París y se aprobó una hoja de ruta para establecer las normas del acuerdo. Se definió la COP 24, como espacio donde se concluirá el documento y se iniciara la puesta en marcha. Se adoptó el Diálogo de Talanoa como base para la siguiente etapa de mayor ambición. Se definieron las directrices de implementación del Acuerdo de París. Del 3 al 14 de diciembre de 2018, en la ciudad polaca de Katowice, se celebrará la COP24 donde se concluirán las directrices para operativizar el Acuerdo y realizar un balance de logros de los países para cumplir con los objetivos de París.

Elaboración propia en base a Ramos Martin. 2001, Lázaro-Touza, Lara 2010, UNCCC. 2018.

3.3 Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es el principal órgano internacional para la evaluación del cambio climático de carácter estrictamente científico que revisa, analiza y sistematiza la más reciente bibliografía científica, técnica y socioeconómica de todo el mudo que está relacionada al cambio climático. El IPCC no realiza investigaciones propias ni supervisa datos o parámetros relativos al clima, produce evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta. El IPCC es un órgano intergubernamental y en la actualidad cuenta con 195 países miembro que son parte de la definición del alcance de los informes, la designación de los autores, el proceso de revisión y aceptan, adoptan y aprueban los informes en las sesiones plenarias. El Grupo de Expertos se reúne por lo menos una vez al año, reuniones en las cuales se toman las principales decisiones respecto al programa de trabajo del IPCC. Los informes del IPCC producen información científica rigurosa y equilibrada a los tomadores de decisión de carácter neutral. Desde 1988, el IPCC ha realizado cinco informes de evaluación y en la actualidad está en el sexto ciclo de evaluación. Durante este ciclo, el Grupo Intergubernamental de Expertos elaborará tres informes especiales, un informe metodológico sobre los inventarios nacionales de gases de 10


efecto invernadero y el Sexto Informe de Evaluación (IE6) que se concluirá el 2022 para el primer balance mundial de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). En esa COP los países evaluaran el avance logrado para mantener el calentamiento global debajo de 2 °C. Las contribuciones de los tres Grupos de trabajo al IE6 estarán listas en 2021. 3.4 Contexto regional de cambio climático Según los estudios de Magrin (2015), los países Latinoamericanos han incorporado temas ambientales en los procesos de toma de decisiones, especialmente en la institucionalidad ambiental y la normativa, sin embargo, falta su incorporación en las políticas públicas pertinentes. En la actualidad, existen prácticas y normativa relacionadas al cambio climático, sin embargo, es imperativo que también exista una visión integradora que aproveche las capacidades instaladas y que conecte la gestión contra el cambio climático con los planes de desarrollo y el adecuado ordenamiento territorial. De acuerdo con Melo Cevallos (2014), existen políticas públicas sobre cambio climático y su relación con el conocimiento tradicional que son coincidentes entre Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Las principales coincidencias son: a) las políticas ambientales son articuladas por las agendas y compromisos globales donde los procesos de adaptación no están priorizados y la relación con los conocimientos tradicionales es escasa; b) se han creado políticas, estrategias y programas sobre cambio climático y conocimientos tradicionales sin que exista articulación plena; c) la información existente no es suficiente para evaluar pertinencia y monto de las inversiones para el cambio climático debido a la falta de capacidades institucionales para la gestión de la información sobre inversiones en cambio climático; d) existen oportunidades para la implementación de plataformas regionales sobre estrategias de adaptación y su relación con los conocimientos tradicionales. En un estudio en 10 países de Latinoamérica (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Paraguay, Perú y Uruguay) realizado en base a los análisis y resultados de los informes nacionales al CMNUCC, se identifican y analizan patrones y características comunes de las políticas de cambio climático respecto al nivel de implementación, apoyo político, calidad del diseño y la institucionalidad de los organismos competentes. Se observa que existe falencia en la implementación de políticas y su integración con otras políticas sectoriales y macroeconómicas. Pese a que en las agendas políticas nacionales el tema es marginal se han podido mantener proyectos y líneas de trabajo a través del tiempo gracias a estructuras técnico-administrativas en los estados. Pese a existir mecanismos e instancias de participación ciudadana para el cambio climático, estos varían en gran medida caso a caso (Ryan D., 2012). Moreira (2012) indica que la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), constituida formalmente a través del Tratado suscrito en Brasilia en 2008, tiene como objetivo el construir una identidad y ciudadanía suramericanas y desarrollar un espacio regional integrado en lo político, económico, social, cultural, ambiental, energético y de infraestructura, para contribuir al fortalecimiento de la unidad de América Latina y el Caribe. Respecto al tema ambiental, se encuentra explícito en el preámbulo y en varias de las disposiciones del Tratado de Brasilia, debido a que la región contiene 27% del agua dulce global, grandes reservas hidrocarburiferas, 11


ocho millones de kilómetros cuadrados de bosque y una extensa costa en dos océanos. Uno de los objetivos específicos de UNASUR está referido a la conservación de la diversidad biológica, recursos hídricos y ecosistemas, incluyendo la prevención y reducción de riesgos y el combate a las causas y efectos del cambio climático. Pese a que la conservación de la diversidad biológica es uno de sus objetivos específicos, en los años de funcionamiento de la Unión no se desarrolló un programa o estructura administrativa dentro de UNASUR que pueda liderar el tema1. En el estudio de Moreira (2012) se observa que la dimensión ambiental es parte del MERCOSUR, así como su consolidación en la estructura institucional. Sin embargo, existen dificultades para avanzar en temas prioritarios, lo que demuestra que la protección del ambiente continúa ocupando un lugar periférico en las prioridades de los Estados miembro. La protección del ambiente en su concepción actual, basada en una visión global de los problemas y en el paradigma del desarrollo sustentable, es una de las dimensiones clave en todo proceso de integración regional. De acuerdo con Llenderrozas, (2016) en Latinoamérica se impulsó una nueva fase de regionalismo de carácter heterogéneo a partir de mecanismos regionales posliberales o poshegemónicos como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP); la Unión de Naciones del Sur (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que coexisten con un mecanismo que retoma la agenda del regionalismo abierto (Alianza del Pacífico) y apunta al acercamiento al nuevo centro de gravedad de la economía mundial (Asia y Pacífico). En esta fase de transición, varios mecanismos de baja institucionalización conviven con otros de marcado contenido ideológico, foros regionales se superponen a otras iniciativas subregionales preexistentes, por lo cual el regionalismo post liberal podría perder impulso. UNASUR, CELAC, ALBA se crearon en un escenario de economías en crecimiento, con gobiernos con solvencia financiera para invertir en propuestas regionales. En un contexto actual de desaceleración económica ocurre la disminución de la inversión en todas las iniciativas regionales porque las iniciativas nacionales son prioritarias. Las crisis políticas nacionales están debilitando a los mecanismos regionales y el capital político, el reconocimiento y la capacidad que UNASUR había conseguido en la mediación frente a crisis políticas de la región, comienzan a desvanecerse. Las instancias regionales como UNASUR, MERCOSUR y CAN han perdido el valor que las sociedades de la región les otorgaron. Las alianzas internacionales como BRICS, MIKTA, TPP y las negociaciones de los mega acuerdos comerciales, divide los intereses regionales. Los diferentes mecanismos regionales deberán servir como instrumentos de proyección externa, desarrollando su capacidad como actores internacionales. La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA, 2014) es una entidad Internacional intergubernamental donde la máxima instancia de decisión es la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores. El Tratado de Cooperación Amazónica (TCA) suscrito el 3 de julio de 1978 por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, fue el inicio del proceso de coordinación y cooperación regional que culmino en 1998 con la creación

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www.unasursg.org/

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de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y su Secretaría Permanente (SP) que en 2002 estableció su sede permanente en la ciudad de Brasilia, Brasil. La Agenda Estratégica de Cooperación Amazónica (AECA) es el principal documento de planificación de la OTCA, contempla actividades para el corto, mediano y largo plazo, y fue aprobada por los Ministros de Relaciones Exteriores en 2010 y tiene una vigencia de 8 años. En la AECA el Cambio Climático esta como un tema emergente que tiene como objetivo: “Coordinar y aunar esfuerzos en la región para hacer frente a los impactos del Cambio Climático, en particular a la protección de la Amazonía y sus poblaciones locales, identificando alternativas para fortalecer la cooperación regional”. Las tres áreas de trabajo de la OTCA (agua, bosques y salud) desarrollan actividades para combatir al cambio climático. Prussmann et al. (2016) indica que los retos del escenario de cambio climático en la Amazonia tienen una importancia para todo el planeta. Los patrones climáticos del bioma amazónico son de difícil caracterización y sus resultados muestran la probabilidad de un incremento continuo de temperatura entre 0.3 y 3 C. para el periodo 2021-2030. El índice de riesgo climático regional muestra que los estados brasileros de Para, Mato Grosso y Rondonia serán más influenciados por el cambio climático. El análisis de cambio en la distribución de especies frente a al cambio climático tiene un alto nivel de dependencia hacia la cobertura natural. Posiblemente exista perdida de áreas de hábitat para 24 especies clave del bioma amazónico, lo cual podría desencadenar procesos de efecto cascada. 3.5 Contexto Nacional En esta sección se describen los arreglos institucionales en cada país respecto a la gestión del cambio climático. En la Figura 2 se explicitan las fechas de adscripción y ratificación del Convenio por los tres países definidos en el presente estudio. Figura 2. Adscripción a la Convención marco para el Cambio Climático. País Bolivia Brasil Perú

Adscripción 9 de Mayo de1992 9 de Mayo de1992 9 de Mayo de1992

Ratificación 25 de julio de 1994 1994 13 de mayo de 1993

Instrumento legal Ley N°1576 Resolución Legislativa N° 26185

3.5.1 Bolivia. De acuerdo con Andrade (2008), el estudio del clima terrestre es un problema que necesita información temporo-espacial de la mayor precisión posible, con un enfoque multidisciplinario y rigurosidad científica. Existe consenso en la comunidad científica en que las observaciones muestran que la superficie de la Tierra se está calentando y que gran parte del calentamiento observado durante los últimos 50 años se ha producido probablemente por un aumento de concentraciones de gases de efecto invernadero debido a actividades humanas (IPCC, 2008). Debido a la complejidad del problema, los efectos probables del cambio climático en un país 13


como Bolivia, y la dificultad debido a la topografía y extensión de su territorio, es imprescindible la coordinación entre instituciones académicas y de investigación científica, investigación meteorológica y entidades responsables de la formulación de políticas públicas en temas de adaptación y mitigación (Andrade, 2008) Bolivia ha firmado la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático – CMNUCC- en 1992, y la ratifico el 25 de julio de 1994, bajo el decreto Ley N°1576, aprobado por el Congreso Nacional y el Ejecutivo. En noviembre de 1994 la Secretaría de la Convención recibe la ratificación (MDSP, 2000) En 1995 se creó el Programa Nacional de Cambio Climático (PNCC), que en la actualidad depende del Viceministerio de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Desarrollo Forestal, como instancia responsable para el cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de cambio climático (MDSP, 2000). De acuerdo con Pacheco (2014), en la Conferencia de Países sobre Cambio Climático de Naciones Unidas COP17 Bolivia planteo la idea de un Mecanismo alternativo que fue aprobado como “Enfoque conjunto de Mitigación y Adaptación en el marco de la Gestión Integral de Bosques”, mecanismo que integra, a través de un diseño metodológico de indicadores y metas, acciones de adaptación y mitigación en bosques implementados por una diversidad de actores productivos, indígenas y campesinos, públicos y privados, con un enfoque distinto que no se basa en el pago ex - post por resultados de mitigación (es decir tantas toneladas capturadas, tantos dólares pagados) sino en un financiamiento directo de proyectos locales de acciones conjuntas de adaptación y mitigación con metas e indicadores también conjuntos. La propuesta de Bolivia sigue un camino difícil debido a la resistencia de los promotores de los mecanismos de mercado. En complicadas negociaciones entre los años 2012 y 2013, se logra consolidar el mecanismo propuesto por Bolivia, siendo apoyado por decisiones oficiales provenientes de diferentes foros internacionales relacionados con la gestión de bosques y biodiversidad. El informe final sobre adaptación del IPCC (2014) establece que: “Los caminos de resiliencia climática son trayectorias de desarrollo sostenible que combinan la adaptación y la mitigación para reducir el cambio climático y sus impactos. Las condiciones para que esto suceda dependen de transformaciones económicas, sociales, tecnológicas, acciones y decisiones políticas. En el ámbito nacional, las transformaciones son efectivas cuando reflejan la propia visión y enfoques de los países para alcanzar el desarrollo sostenible” (IPCC, 2014). “Existen importantes cobeneficios, sinergias y complementariedad entre la mitigación y adaptación y entre las diferentes respuestas de adaptación; las interacciones ocurren al interior y entre regiones. Los esfuerzos para incrementar la mitigación y adaptación al cambio climático implican una creciente complejidad de las interacciones, particularmente en las intersecciones entre el agua, energía, uso del suelo y biodiversidad. Ejemplos de esas acciones incluyen el manejo sustentable de los bosques” (IPCC, 2014) El Mecanismo Conjunto está dirigido a desarrollar acciones para la mitigación del cambio climático y la adaptación a éste, mediante el manejo integral y el aprovechamiento sustentable de los bosques y los sistemas de vida de la Madre Tierra, fomentando la conservación y restauración de los sistemas de vida, el manejo, conservación y protección de la biodiversidad, 14


facilitando la transición hacia mejores usos del suelo, tomando en cuenta la expansión organizada de la frontera agrícola mediante el desarrollo de sistemas productivos más sustentables que reducen la deforestación inapropiada y la degradación forestal y avanzan en la erradicación de la pobreza (Pacheco., 2014) Según Pacheco (2014), el mecanismo conjunto articula la visión agraria y la de conservación de los bosques, hasta ahora disociadas en diferentes agendas políticas y económicas. También, cuestiona las políticas de desarrollo agropecuario basados en la agricultura y ganadería extensiva, y de la explotación maderera del bosque. La aplicación del Mecanismo Conjunto pretende establecer una nueva relación entre la gestión territorial, el manejo de bosques y los sistemas productivos agropecuarios. Se pudo observar que en la Política Plurinacional de Cambio Climático 2015 (APMT, 2015) no existe ni una sola mención a las áreas protegidas dentro de sus lineamientos y acciones estratégicas. En los procesos de Planificación Integral del Estado se encuentra el Subsistema de Planificación (SP) que está constituido por el conjunto de planes de largo, mediano y corto plazo de todos los niveles del Estado Plurinacional, y se implementa a través de lineamientos, procedimientos, metodologías e instrumentos técnicos de planificación (Ley 777 SPIE). La norma establece que: ● La planificación de largo plazo, con un horizonte de hasta veinticinco (25) años, está constituida por el Plan General de Desarrollo Económico y Social para Vivir Bien (PGDES). ● La planificación de mediano plazo, con un horizonte de cinco (5) años, está constituida por: ✓ El Plan de Desarrollo Económico y Social en el marco del Desarrollo Integral para Vivir Bien (PDES). ✓ Los Planes Sectoriales de Desarrollo Integral para Vivir Bien (PSDI). ✓ Los Planes Territoriales de Desarrollo Integral para Vivir Bien (PTDI). ✓ Los Planes de Gestión Territorial Comunitaria para Vivir Bien (PGTC). ✓ Los Planes Estratégicos Institucionales (PEI). ✓ Los Planes de Empresas Públicas. ✓ Las Estrategias de Desarrollo Integral (EDI) de regiones, regiones metropolitanas y macrorregiones estratégicas. De forma complementaria y vinculada a la planificación sectorial, se formularán los Planes Multisectoriales de Desarrollo Integral para Vivir Bien (PMDI) y los Planes Estratégicos Ministeriales (PEM) en los Ministerios con gestión transversal. La planificación de corto plazo está constituida por los Planes Operativos Anuales (POA) y los planes anuales de ejecución de las empresas públicas con un horizonte de un (1) año, y por los Planes Inmediatos con una duración de hasta dos (2) años (Ley 777 SPIE). Pese a que los compromisos internacionales han sido ratificados en su momento se puede observar que muchos mecanismos necesitan ser adecuados a la Ley 777 y normas asociadas, 15


siendo algunos de ellos la Estrategia y Plan de Acción de Biodiversidad y los planes de manejo de las áreas protegidas. En los Lineamientos Metodológicos para la formulación de Planes Territoriales de Desarrollo Integral Para Vivir Bien (PTDI), en la sección Gestión de riesgos y cambio climático indica que el análisis de riesgos y cambio climático en el marco del ordenamiento territorial comprende: • Descripción e identificación de áreas con amenazas permanentes que requieren de una vigilancia permanente. • Descripción e identificación de áreas con proyectos vinculadas a riesgos climáticos (sequía e inundación). • Descripción e identificación de las redes meteorológicas conectadas a las redes de alerta temprana. Este análisis estará apoyado por un mapa de gestión de riesgos en el territorio, visualizando los puntos analizados anteriormente (PDTI, 2016). En el libro La economía del cambio climático en el Estado Plurinacional de Bolivia (BID, 2014) se estimaron los costos del cambio climático sobre la biodiversidad, utilizando el concepto de biodiversidad (riqueza absoluta de especies) y la estimación de un modelo econométrico a nivel de municipios que muestra cómo la biodiversidad depende de aspectos climáticos y otros factores. Se reconocen los avances en la reducción de los niveles de deforestación a través del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) como entidad administradora y gestora de áreas protegidas de gran valor en cuanto a biodiversidad y reservorio de ecosistemas boscosos. Dentro de las áreas protegidas, por ejemplo, existen grandes extensiones de superficies en proceso de regeneración natural (SERNAP, 2013). En el Plan Sectorial de Desarrollo Integral del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (2015) se proyecta una tendencia de incremento en la temperatura y cambios en los patrones de precipitación (retraso en el inicio del período de las lluvias y un acortamiento en su extensión), y mayor frecuencia de eventos extremos (granizo y lluvias severas). Según datos del Documento de Contribución prevista Determinada Nacionalmente del Estado Plurinacional de Bolivia (NDC Bolivia), para el 2030 se estima que el 27% del territorio nacional podría estar afectado por una sequía persistente y el 24% por inundaciones altamente recurrentes. Bolivia tiene una importante superficie de bosques que alcanzaban a 52,5 millones de hectáreas al año 2015 y contribuyen de forma conjunta a la mitigación y a la adaptación al cambio climático. En la Ley Marco de la Madre Tierra y el Desarrollo Integral para Vivir Bien (Ley 300., 2012), se constituye la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra (APMT), como una entidad estratégica y autárquica de derecho público con autonomía de gestión administrativa, técnica y económica, bajo tuición del Ministerio de Medio Ambiente y Agua. El nuevo marco institucional jerarquizado integra los avances realizados por el Programa Nacional de Cambio Climático – PNCC en los pasados años, y se crea en la APMT tres mecanismos para la gestión de la adaptación y la mitigación climática que son:

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● Mecanismo Conjunto de Mitigación y Adaptación para el Manejo Integral de los Bosques y la Madre Tierra. Tiene el objetivo de fortalecer, conservar y proteger los Sistemas de Vida y sus funciones ambientales promoviendo y fortaleciendo la gestión social y comunitaria integral y sustentable de los bosques en el marco de metas conjuntas de mitigación y adaptación de los bosques. Se trata de un mecanismo no basado en mercados de carbono, y se constituye precisamente en el instrumento alternativo a los mercados de carbono en el contexto de REDD+ que Bolivia propuso en la COP 17 en Sudáfrica en la Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. ● Mecanismo de Mitigación para Vivir Bien. Está orientado a fortalecer y promover acciones de mitigación climática, incluyendo reducciones, limitaciones y acciones que eviten las emisiones de gases de efecto invernadero en distintas actividades industriales, productivas y energéticas entre otras. ● Mecanismo de Adaptación para Vivir Bien. Está orientado a gestionar los procesos de adaptación al Cambio Climático. Principalmente en lo referente a gestión integral del agua, seguridad y soberanía alimentaria, prevención y reducción del riesgo y educación y salud. Adicionalmente de manera transversal la revitalización de saberes ancestrales y locales. En el Plan Sectorial de Desarrollo Integral del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (2016) se indica que se ha realizado el análisis de riesgo y cambio climático en base a información general del Info SPIE (Figura 3), considerando los costos generalizados de gestión de reducción de riesgo y resiliencia climática en base a modelos lineales. Es en ese sentido que los índices de vulnerabilidad de las macrorregiones obtuvieron resultados muy generales y es preciso el análisis discretizado y con información mucho más específica. Está planificado el Análisis de Vulnerabilidad a los Riesgos y Cambio Climático a concluirse el 2018 utilizando modelos de cambio climático. Figura 3. Principales resultados de la primera aproximación de análisis de riesgos y cambio climático en Bolivia. Macrorregión Amazonía

Macrorregión Llanuras y Sabanas: Macrorregión Chiquitanía Pantanal: Macrorregión Chaco

La mayor amenaza en la macro región son los incendios forestales, seguidos de la amenaza de inundación. Los sectores más vulnerables que resultan de los indicadores son: Gestión ambiental, cuencas y biodiversidad y áreas protegidas. La mayor amenaza en la macro región son los incendios forestales, seguidos de la helada y la granizada. Los sectores más vulnerables que resultan de los indicadores son: forestal, biodiversidad áreas protegidas y riego. La mayor amenaza en la macrorregión son los incendios forestales, seguidos de la amenaza de granizada e inundación. Los sectores más vulnerables de acuerdo con los índices son: Forestal, Biodiversidad y áreas protegidas, y cuencas. La mayor amenaza en la macrorregión es la sequía, seguidos de la amenaza de granizada e incendio forestal. Los sectores más vulnerables de acuerdo con los índices son: Biodiversidad y áreas protegidas, forestal y riego

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Macrorregión Valles: Macrorregión Altiplano: Macrorregión Yungas Chapare:

La mayor amenaza en la macrorregión son la sequía, inundación y granizada. Los sectores más vulnerables de acuerdo con los índices son: Forestal, Biodiversidad y áreas protegidas y riego. La mayor amenaza en la macrorregión son la sequía, seguidos de la amenaza de granizada y helada. Los sectores más vulnerables de acuerdo con los índices son: Forestal, Biodiversidad y áreas protegidas, y residuos sólidos La mayor amenaza en la macrorregión son los incendios forestales, seguidos de la amenaza de granizada e inundación. Los sectores más vulnerables de acuerdo con los índices son: Forestal, gestión ambiental, y residuos sólidos.

Fuente: PSDI – MMAyA, 2016

3.5.2 Brasil Brasil se adscribió en 1992 a Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC, 1994) la ratificó en 1994. De acuerdo con Sweig (2010), Brasil es el país que tiene el mayor porcentaje (85%) de sus ciudadanos preocupados por el medio ambiente. El plan nacional sobre cambio climático tiene líneas estratégicas para eliminar la perdida de superficie forestal y reducir el índice medio de deforestación en un 70% antes de 2017. De acuerdo al Painel Brasileiro de Mudanças Climáticas (PBMC, 2013) los impactos esperados más relevantes en cada bioma por causa de los cambios climáticos serán abordados mediante las medidas principales de mitigación como ser la disminución y el control de los desmontes, los mecanismos de compensación ambiental, tales como los Pagos por Servicios Ambientales (PSA), la Reducción de las Emisiones por Desmonte y Degradación Forestal (REDD+), el aumento de la productividad agrícola, el ordenamiento territorial y el control de las quemas. Estas medidas buscan reducir las emisiones y aumentar las existencias de carbono. El mantenimiento de la cobertura forestal del bioma Amazónico contribuirá con importantes funciones que influyen directamente sobre el albedo, la temperatura y los patrones locales y globales de circulación atmosférica. En el Portal Regional para la Transferencia de Tecnología y la Acción frente al Cambio Climático en América Latina y el Caribe – REGATTA (2018) se encuentra que a partir de la creación de la Comisión Interministerial del Cambio Global del Clima-CIMGC, en 1999, la que luego fue sucedida por el Comité Interministerial sobre Cambio Climático-CIM, en 2007, y el Foro Brasileño sobre cambio climático en el año 2000, Brasil comenzó a desarrollar políticas de cambio climático a nivel nacional con el fin de elaborar un Plan Nacional sobre Cambio Climático e incluye un capítulo sobre identificación de impactos, mapeo de vulnerabilidades y posibilidades de adaptación. El Plan fue finalizado en 2008, y en 2009 se adoptó la Política Nacional sobre Cambio Climático y su reglamentación (Ley nº 12.187/2009 y Decreto reglamentario nº 7390/2010) la cual incluye el compromiso voluntario de reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero y directrices para incorporar la adaptación en todos los niveles de gobierno y la planificación para el desarrollo de una economía baja en carbono adoptando planes sectoriales de mitigación y 18


adaptación. La direccionalidad en el marco legal brasileño se encuentra en el área de mitigación, el país está trabajando sobre la vulnerabilidad y la identificación de impactos, a través del Panel Brasileño sobre el Cambio Climático (PBMC). El desarrollo de modelos climáticos y del Plan de Gestión de Riesgo de Eventos Extremos incluyendo acciones a nivel local son ejemplos de iniciativas en el área de adaptación al cambio climático. Brasil tiene normas relativas a la protección de los bosques y las costas de los cursos de agua (Ley Nº 12.651 de 2012), sobre política ambiental, sobre zonificación ecológica aplicable a los cultivos para biocombustibles, áreas protegidas, de impacto ambiental y de audiencias públicas, que son importantes para la adaptación al cambio climático. La mitigación fue incorporada en la planificación brasilera mediante diferentes instrumentos y con la incorporación del Fondo de Clima y otros fondos específicos con repercusión en acciones de cambio climático en el presupuesto nacional. Los planes sectoriales, tanto en desarrollo o proyectados, buscan el potencial de mitigación y adaptación en los sectores más relevantes de la economía. En 2012, los planes sectoriales para la mitigación y adaptación al cambio climático para los sectores de industria, minerales, transporte y movilidad urbana y salud han sido presentados para consulta pública. En 2010, fueron presentados los planes de Prevención y Combate a la deforestación en la Amazonia y la Sabana brasilera, el Plan Decenal de Energía, el Plan de Siderurgia y el plan sectorial sobre mitigación y adaptación al cambio climático para la consolidación de una economía de baja emisión de carbono en la agricultura (Plan ABC). Las entidades federales a cargo de las políticas de cambio climático (REGATTA, 2018., Moraga, 2016.) incluyen: ● Foro Brasileño sobre Cambio Climático (FBMC). Foro multisectorial presidido por el Presidente de la República, que incluye a 12 ministerios, 9 a 19 Agencias estatales y a un centenar de representantes de la sociedad civil, asociaciones y empresas designadas por el Presidente. Tiene como objetivo “concientizar y movilizar a la sociedad para la discusión y toma de decisiones” sobre los impactos de las emisiones de gases de efecto invernadero, provenientes de actividades humanas; ● La Comisión Interministerial del Cambio Global del Clima (CIMGC), creada en 1999 por el Decreto de 7 de julio de 1999, modificado por el Decreto de 10 de enero de 2006, es la autoridad nacional designada en Brasil para el análisis de los proyectos MDL así como para su reglamento. La presidencia y las funciones de Secretaría Ejecutiva de la Comisión son responsabilidad del Ministerio de Ciencia y Tecnología. ● El Comité Interministerial sobre Cambio Climático (CIM), creado en el año 2007 por Decreto 6263/2007, actualmente comprende a 17 organismos federales y al FBMC con la finalidad de orientar la elaboración, la implementación, el monitoreo y la evaluación del Plan Nacional sobre Cambio Climático, así como aprobar las proposiciones de su Grupo Ejecutivo; ● La Comisión Mixta Especial de Cambios Climáticos del Congreso Nacional, que tiene como objetivo acompañar, supervisar y fiscalizar las acciones referentes al cambio climático en Brasil (Res. 4, 2008 CN).

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El Panel Brasilero de Cambio Climático (PBMC) fue creado por los ministerios de Ciencia y Tecnología y de Medio Ambiente (Portaria Interministerial MCT/ MMA nº 356, 2009) y se estableció siguiendo la estructura del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC). EL PBMC reúne y analiza la información científica existente sobre el cambio climático en Brasil y publica regularmente los resultados de sus evaluaciones. Otros organismos científicos que trabajan sobre vulnerabilidad y adaptación incluyen el Centro de Previsión del Tiempo y Estudios del Clima (CPTEC/INPE), vinculado al Ministerio de Ciencia y Tecnología, una de las principales instituciones encargadas de la investigación sobre el cambio climático y la Rede Clima que reúne instituciones de investigación y enseñanza bajo la órbita del Ministerio de Ciencia y Tecnología. La Comisión Interministerial representa un esfuerzo inicial en el sentido de reunir las acciones gubernamentales relacionadas con el cambio climático global. Además, es importante destacar que la Comisión Interministerial es la Autoridad Nacional Designada (AND), encargada de evaluar y aprobar actividades de proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio (Ministry of Science and Technology, 2010). 3.5.3 Perú El Perú se adscribe a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en 1992 y en lo ratifica en 1993 (Ministerio del Ambiente., 2016). En el Portal Regional para la Transferencia de Tecnología y la Acción frente al Cambio Climático en América Latina y el Caribe – REGATTA (2018) indica que la Ley Marco del Sistema Nacional de Gestión Ambiental (Ley No 28245) establece que las funciones ambientales a cargo de las Entidades que conforman el Sistema Nacional de Gestión Ambiental se ejercen con sujeción a la Política Nacional del Ambiente, el Plan y la Agenda Nacional de Acción Ambiental y las normas transectoriales. La Política Nacional del Ambiente (Decreto Supremo 012-2009-MINAM) contempla entre sus objetivos: ● Incentivar la aplicación de medidas para la mitigación y adaptación al cambio climático con un enfoque preventivo. ● Establecer sistemas de monitoreo, alerta temprana y respuesta oportuna frente a los desastres asociados al cambio climático. ● Conducir los procesos de adaptación y mitigación al cambio climático difundiendo sus consecuencias, así como capacitar a los diversos actores sociales para organizarse. El Plan Nacional de Acción Ambiental 2011-2021 (Decreto Supremo N° 014-2011-MINAM) contiene metas prioritarias que incluyen acciones estratégicas específicas como la meta 4 que contempla la reducción a cero de la tasa de deforestación en 54 millones de hectáreas de bosques primarios bajo diversas categorías de ordenamiento territorial contribuyendo, juntamente con otras iniciativas, a reducir el 47.5% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generados por el cambio de uso de la tierra, así como a disminuir la vulnerabilidad frente al cambio climático. En materia de mitigación y reducción de gases de efecto invernadero, el Estado Peruano ha promovido la producción y el uso de energías renovables y ha aprobado las siguientes normas: 20


Política Energética del 2010 -2040, en la cual se establece como uno de sus objetivos “contar con un sector energético con mínimo impacto y bajas emisiones de carbono”; el Decreto Legislativo de Promoción de la Inversión para la Generación de Electricidad con el Uso de Energías Renovables (Decreto Supremo N°1002), el Reglamento para la generación de electricidad con energías renovables. Adicionalmente, se ha adoptado el Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático (Decreto Supremo N° 008-2010-MINAM), iniciado por el MINAM con la finalidad de preservar cerca del 80% de la cobertura boscosa del país. En diciembre de 2010, el MINAM presentó el Plan de Acción de adaptación y mitigación frente al cambio climático (Resolución Ministerial Nº 238-2010-MINAM), como una propuesta de programas, proyectos y acciones prioritarias de corto y mediano plazo. En septiembre de 2015, se aprobó la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) actualizada, a través del D. S. 011-2015-MINAM, en coordinación con la Comisión Nacional sobre Cambio Climático (CNCC), y uno de sus objetivos estratégicos se refiere a la adaptación al cambio climático. En abril 2018 se promulga la Ley Nº 30754, Ley Marco sobre cambio climático, la cual tiene por objeto establecer los principios, enfoques y disposiciones generales para coordinar, articular, diseñar, ejecutar, reportar, monitorear, evaluar y difundir las políticas públicas para la gestión integral, participativa y transparente de las medidas de adaptación y mitigación al cambio climático, a fin de reducir la vulnerabilidad del país al cambio climático, aprovechar las oportunidades del crecimiento bajo en carbono y cumplir con los compromisos internacionales asumidos por el Estado ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, con enfoque intergeneracional. Esta norma incorpora la Gestión de Riesgos en la gestión de las áreas naturales protegidas y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado incorpora la gestión de riesgos de desastres a la gestión de las áreas naturales protegidas. (Ley 30754) 3.6 Contexto Subnacional En esta sección se describen los arreglos institucionales a nivel subnacional (Estado, Departamento, Región, Municipio) para los tres países en este estudio. 3.6.1 Bolivia De acuerdo con los lineamientos metodológicos para la formulación de Planes Territoriales de Desarrollo Integral Para Vivir Bien (PTDI) que deben desarrollar los Gobiernos Autónomos Departamentales Regionales y Municipales (MPD, 2016), el análisis de riesgos y de cambio climático es una parte fundamental para la toma de decisiones respecto a las acciones a ser desarrolladas en el PTDI, mismo que comprende tres aspectos: i) presencia de amenazas sobre la región o territorio; ii) sensibilidad territorial; y iii) capacidad de adaptación al cambio climático a través de acciones de desarrollo integral de programas y proyectos. El Índice de Riesgo Municipal (IRM) se constituye en una base de información referencial que contiene valores 21


exclusivamente a nivel municipal de los aspectos mencionados anteriormente (sensibilidad + amenaza). Sin embargo, teniendo en cuenta que el análisis de riesgos se realizará en otros ámbitos distintos al municipal (departamental o regional) se puede obtener un valor promedio del IRM agregado a nivel de cada una de las regiones o departamentos del país. La información del IRM se puede obtener del sistema de información del INFO-SPIE. El PDTI del departamento de La Paz (2017) realiza un análisis de riesgos y de cambio climático de acuerdo con los lineamientos establecidos en el SPIE considerando cada uno de los aspectos a ser utilizados en el análisis de los riesgos y del cambio climático, por cada una de las siete regiones que contempla el Departamento de La Paz. Se determinan valores para los criterios de sensibilidad, amenaza, capacidad de adaptación, índice de vulnerabilidad y se proponen proyectos específicos, pero no existen políticas específicas para lidiar con el cambio climático. El departamento de Santa Cruz, a través de su Gobierno Autónomo ha desarrollado su Política Pública Departamental de mitigación y adaptación en cambio climático, que tiene como objetivo resguardar el patrimonio ambiental de Santa Cruz, además de otorgar protección efectiva a los bosques, recursos hídricos y generar oportunidades económicas por los esfuerzos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en actividades industriales, agrícolas, ganaderas y forestales.(Gobierno Autónomo de Santa Cruz, 2010.) El PDTI 2015-2020 del departamento de Pando tiene como lineamientos estratégicos: Gestión de riesgos y cambios climáticos; Producción agropecuaria con énfasis en la agricultura familiar comunitaria, indígena originaria y campesina; Aprovechamiento integral y sustentable de frutas amazónicas; Implantación de sistemas agroforestales sustentables y resilientes al cambio climático; Implantación de sistemas silvopastoriles sustentables y resilientes al cambio climático; Implantación de sistemas de pesca sustentable. El PDTI de Pando indica la dinámica y cambios que ha experimentado la Macro región de la Amazonia boliviana en lo que va del siglo, ha generado a la par de nuevos flujos económicos y de población, condiciones de vulnerabilidad que hacen de este territorio un escenario de riesgo cuya tendencia es al incremento. El departamento de Pando enfrenta dos tipos de amenazas: inundaciones e incendios. Las zonas de inundaciones, que por las características de relieve están presentes a lo largo de los ríos y cuyo grado de amenaza de inundación es relativamente bajo. La amenaza de incendios, por las características de cobertura que presenta (bosques), es una variable para observar con mayor cuidado, sobre todo en áreas que corresponden a los municipios de Ingavi, Santos Mercado, Villa Nueva, El Sena, San Lorenzo, donde están ubicadas las mayores áreas con grado de amenaza entre media y alta. Aunque, las superficies son reducidas, se tiene el riesgo de que los vientos puedan propagar los incendios. Por las características de humedad que presenta la región, seguida de una época corta de sequía, hay una tendencia a que gran parte del departamento presente amenazas de incendios de grado bajo. Sin embargo, en la cartografía se pueden observar áreas con un grado de amenaza medio que pueden ocasionar mayores daños, si no se toman los recaudos necesarios. La acción, planificación, seguimiento y evaluación integral con enfoque de sistemas de vida, cambio climático y gestión de riesgos, contempla asignación presupuestaria hasta 2020. 22


El PDTI (2016) del Municipio de la Santísima Trinidad (Beni) tiene un análisis detallado de los riegos por inundaciones, focos de calor y sequía. En la matriz de planificación en el pilar 9, meta 5 (Desarrollo de sistemas productivos sustentables en el marco de procesos de gestión territorial) indica dos acciones estratégicas: 1. Actualización e implementación de los programas de mitigación ante desastres naturales. 2. Ejecución de medidas estructurales de adaptación al cambio climático. El plan está muy detallado y propone acciones específicas, pero no desarrolla políticas puntuales sobre cambio climático, pero si acciones que responden a un análisis minucioso y priorizado de acuerdo con las guías nacionales. La ONG Nativa público el manual de planificación municipal para la adaptación al cambio climático que incorpora el método del SICCLIMA para la elaboración de planes municipales de Adaptación al Cambio Climático (Chávez et al., 2015). La metodología SICCLIMA consta de un tablero de control a escala municipal, para incluir el enfoque y acciones de adaptación al cambio climático en la gestión de los gobiernos locales. El método consiste en analizar las vulnerabilidades territoriales y formular las estrategias para desarrollar y mejorar las condiciones y capacidades de adaptación en el municipio. Las estrategias apuntan a disminuir el impacto de la variabilidad climática en la seguridad alimentaria, la salud humana, la funcionalidad ecosistémica, la disponibilidad hídrica y la gestión del riesgo de desastres naturales a escala local. El municipio de Villa Montes (departamento de Tarija, chaco boliviano) fue el primer municipio en desarrollar y ejecutar un Plan Municipal de Adaptación al Cambio Climático. El Plan de Adaptación al Cambio Climático, permite prever los riesgos y amenazas e impactos del cambio climático, en agricultura, ganadería y otras actividades productivas, otorgando mayor estabilidad y seguridad alimentaria. De acuerdo con Gonzales y Aparicio (2009), es importante el impacto del cambio climático en las condiciones de vida de las poblaciones rurales indígenas en Bolivia (Figura 4) que incluye la pérdida del conocimiento sobre indicadores meteorológicos de uso tradicional, especialmente porque el sistema cultural necesita periodos de tiempo extensos para adaptarse a las variaciones climáticas. Figura 4. Principales lecciones extraídas del proceso de adaptación en los rubros de salud, medios de vida, aspectos productivos y organizacionales Actividades de adaptación en salud

Se debe incorporar a las autoridades departamentales, locales y nacionales del sector salud y aportar al cambio de paradigma de la medicina como la ciencia de la salud y no solamente de la enfermedad. Las actividades realizadas en los diferentes proyectos incorporaron al interior de los programas operativos anuales de las redes el tema del cambio climático, que también fue considerado en planes y políticas departamentales y nacionales. La consideración del cambio climático como factor de riesgo adicional en salud fue considerada a raíz de la aparición reciente de enfermedades como la malaria en regiones de las que no son endémicas.

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Actividades adaptativas en medios de vida, actividades productivas y organizacionales

Ordenamiento territorial Seguridad hídrica Sistemas productivos robustos

Desarrollo organizacional Indicadores de capacidad adaptativa y/o resiliencia Enfoque positivo

La implementación de un modelo de vivienda saludable y de calidad es fundamental para reducir los impactos del cambio climático en la salud. Las medidas de adaptación identificadas en la estrategia buscan mejorar y fortalecer la capacidad de adaptación de las comunidades rurales a los efectos adversos del cambio climático y están orientadas a fortalecer los esfuerzos para mejorar la calidad de vida local. Esta estructura está diseñada como un instrumento para ser incorporado a los planes de desarrollo municipal (PDM) y para gestionar recursos financieros que permitan ejecutar los objetivos. En esta estrategia se identificó como eje central la planificación en el manejo de recursos hídricos, que agrupa e integra a todas las demás actividades, especialmente seguridad alimentaria y salud. Se trata de una estrategia de gestión de recursos, no de preservación. No debe confundirse con seguridad hídrica. Identificación de zonas vulnerables y de alto riesgo como recarga de aguas y bofedales. Implementación de áreas protegidas municipales. Preservación del recurso agua en lagunas, vertientes, ríos, pozos, humedales, manejo y recuperación de bofedales, ampliación de zonas de recarga de acuíferos. Los sistemas de producción agrícola en las regiones áridas y en el altiplano son muy vulnerables a los efectos de cambios micro climáticos por la directa dependencia de las condiciones climáticas normales. Los sistemas de producción en el altiplano son muy frágiles y rústicos, dependientes de las condiciones climáticas promedio y la mayoría de los cultivos depende de las lluvias para garantizar el riego mínimo necesario. A este escenario se suma la falta de manejo adecuado de semillas y prácticas culturales que requerirían la introducción de semillas mejoradas, la revitalización de ecotipos locales, el mejoramiento y manejo de la producción con un enfoque ecológico es fundamental para mejorar los sistemas de subsistencia. Los gestores y ejecutores de estas sugerencias deben ser los gobiernos municipales. Es importante desarrollar empresas comunitarias con grupos de emprendedores, banca comunitaria, seguros agrícolas, microcréditos, fortalecimiento y desarrollo de capacidades. Para realizar un seguimiento al proceso municipal de formación de capacidades se ha definido un grupo de indicadores que deberán ser parte del proceso de evaluación Un enfoque positivo significa poner atención y énfasis en las capacidades más que en el análisis de vulnerabilidades y problemas. Un enfoque positivo ayuda a encontrar potenciales y oportunidades de desarrollo; la resiliencia es una forma positiva de ver la vulnerabilidad.

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El proceso debe basarse en la experiencia de los actores y en base a sus capacidades técnicas e institucionales, asegurando de este modo la sostenibilidad del proceso de formación de capacidades. Desarrollo desde La adaptación debe armonizar con las prioridades de las comunidades y adentro para lograr un proceso continuo de organización en la formación de capacidades es importante que los actores se apropien del proceso y ser llevado a cabo como los actores lo perciben El involucramiento continuo de actores puede generar un crecimiento exponencial de las actividades, es importante que la planificación se lleve a cabo de manera concertada para tener control sobre las actividades Compartiendo La gestión del conocimiento es un proceso importante para generar bases conocimientos de confianza entre los actores. No se debe limitar las oportunidades de diálogo para lograr un mayor involucramiento. La adaptación al cambio climático es un punto de ingreso para lograr la transformación social que se requiere para la sostenibilidad. Fuente: Gonzales y Aparicio 2009. Una experiencia de adaptación a nivel local en las regiones de montaña de Bolivia

3.6.2 Brasil De acuerdo con el Painel Brasileiro de Mudanças Climáticas (PBMC, 2013) se precisa evaluar la eficacia, la eficiencia y la equidad de los mecanismos y políticas, considerando factores como la participación y la transparencia, toda vez que la implementación y el seguimiento de estas políticas no podrán prescindir de los esfuerzos del Poder Legislativo, de las distintas entidades federativas y de las organizaciones de la sociedad civil. El Decreto nº 7.390/ 2010 previó la elaboración de los planes sectoriales de mitigación, con la inclusión de acciones, indicadores y metas específicas de reducción de emisiones y mecanismos destinados a la verificación de su cumplimiento. En algunos casos se han desarrollado instituciones intersectoriales de coordinación en la temática de cambio climático. Es importante evaluar la convergencia o la divergencia con otras políticas ambientales, tales como la de biodiversidad y la de recursos hídricos, y la tarea de tornarlas compatibles con otras, sectoriales, tales como la de energía y la de agricultura. La articulación de estas políticas, planes y programas de gobierno resulta imprescindible, así como asegurar la efectividad los resultados y los recursos invertidos, tanto los económicos como los humanos, en un país con una fragilidad considerable con relación al uso de la tierra, en especial la actividad ganadera, los incendios y la deforestación. Para que la política nacional cuente con una gobernanza y sea exitosa, es necesario que todas las esferas de gobierno, como así también la sociedad civil, adopten metas de reducción de sus emisiones, de protección de vertederos y medidas de adaptación. El Portal Regional para la Transferencia de Tecnología y la Acción frente al Cambio Climático en América Latina y el Caribe – REGATTA (2018), reporta que varios estados adoptaron leyes 25


relacionadas con el cambio climático que, entre otros aspectos, incentivan la reducción de emisiones, estimulan la protección de bosques y promueven el desarrollo y la adopción de tecnologías energéticamente menos intensivas. Algunos estados han desarrollado sus políticas locales, estableciendo normas para incentivar acciones de mitigación y adaptación, por ejemplo, el estado de São Paulo adoptó metas de reducción, así como también lo hicieron las ciudades de Rio de Janeiro y São Paulo. Según una publicación del Instituto de Investigación de Economía Aplicada (IPEA), a 2011, de las 27 unidades de la Federación, diez ya habían creado sus políticas de cambio climático y cinco tenían proyectos de ley, las cuales incorporan medidas de mitigación y acciones adaptativas ajustadas a las vulnerabilidades de cada región. Andrade (2017) realizó un estudio donde identifica 15 Estados brasileños que tienen legislación específica sobre el cambio climático. De estos 15 Estados, 12 tienen, además de la ley estatal, foros de discusión sobre el cambio climático. Cuatro Estados brasileños están con sus proyectos en el marco legislativo, tres sólo tienen foros de discusión y cinco Estados, hasta el final de la investigación, no tienen legislación sobre la lucha contra el cambio climático. De los 27 Estados brasileños, sólo los Estados de São Paulo, Río de Janeiro y Pernambuco han avanzado en la elaboración de leyes y políticas específicas para adaptar las ciudades al cambio climático, tales como: políticas de gestión de recursos hídricos, programas y acciones para reducir los desastres ambientales y la vulnerabilidad de las comunidades. El estudio de Andrade (2017) identificó la posición que ocupa el tema "adaptación de las ciudades al cambio climático" en la agenda de políticas públicas de los gobiernos estatales en Brasil, especialmente después de la publicación, en 2009, de la Política Nacional sobre el Cambio Climático (PNMC). El resultado de la investigación confirma que el tema de la adaptación de las ciudades brasileñas y sus poblaciones al cambio climático no tiene la relevancia necesaria. Si la indicación, en leyes y decretos, de las medidas de adaptación de las ciudades al cambio climático, en 12 Estados brasileños, puede considerarse un avance, las políticas públicas específicas y los marcos reglamentarios en el ámbito de la adaptación, todavía se limitan a sólo tres Estados brasileños (Pernambuco, São Paulo y Río de Janeiro), que, teniendo en cuenta las cifras de la defensa civil nacional para el período de 1991 a 2012 y las estimaciones disponibles sobre los impactos futuros del cambio climático global están lejos del compromiso necesario y urgente de los administradores públicos estatales y parlamentarios de cada estado brasileño a la economía, la población y el desarrollo sostenible de sus propias ciudades, frente al daño que los fenómenos climáticos extremos han estado causando cada año. La ausencia de políticas o planes estatales de adaptación de las ciudades al cambio climático, en más del 80% de los Estados brasileños, demuestra la falta de compromiso de las autoridades para poblaciones más vulnerables a fenómenos meteorológicos extremos. También pueden demostrar la presencia de elementos institucionales que limitan las acciones de las autoridades, como la falta de recursos financieros, humanos y tecnológicos, la ausencia de autoridad y jurisdicción o la baja coordinación vertical y horizontal entre organismos gubernamentales, etc. El resultado de esta investigación muestra que, debido al bajo estatus ocupado por el tema en la agenda de los gobiernos estatales, las poblaciones de las ciudades brasileñas están condenadas a seguir siendo rehenes de planes de emergencia y proyectos y ayuda humanitaria que, aunque se necesitan en situaciones de desastre, no resuelven ninguno de los problemas que surgen de 26


los desastres climáticos, a menudo previamente anunciados. Estas ciudades y sus poblaciones tienden a seguir siendo susceptibles a los discursos políticos vacíos del compromiso público necesario para evitar que, en el año siguiente, ocurran desastres similares y la misma población vuelva a ser afectada por las inundaciones, agua, helada, calor o frío intenso, etc. Contrariamente al compromiso efectivo de las autoridades públicas, que se observa en cada período de intensas lluvias o sequías, es la articulación de alcaldes y gobernadores con el poder ejecutivo federal para la transferencia de fondos destinados a la reconstrucción de las ciudades , la mitigación de los efectos de la sequía , la asistencia a las familias desplazadas por las inundaciones , etc. y las subsecuentes denuncias de uso indebido del recurso proporcionado por el gobierno federal a las prefecturas y secretarías del estado. A pesar de todos los indicadores existentes sobre la relevancia y urgencia de insertar el problema de la adaptación de las ciudades Brasil al cambio climático en las agendas de los administradores de estado, el escenario actual (e incluso los escenarios futuros) todavía no constituye una situación de oportunidad política para estos, donde la promoción de políticas públicas a medio y largo plazo puede ser más ventaja que la ausencia de estos. Otro aspecto a tener en cuenta, es la ausencia de emprendedores políticos dispuestos a defender la inclusión de medidas para adaptar las ciudades en la agenda del gobierno y la elaboración inmediata de planes estatales específicos para ampliar la capacidad de respuesta (o Resiliencia) de las ciudades y sus poblaciones a eventos climáticos extremos, reduciendo así las vulnerabilidades socioambientales locales. La ausencia de estos emprendedores, a pesar de las ventanas de oportunidad resultantes de la publicación del PNMC en 2009, la ocurrencia de eventos climáticos extremos y el establecimiento de redes de cooperación internacional con el objetivo de apoyar el debate y la implementación de medidas para adaptar las ciudades al cambio climático, puede haber contribuido a la no alineación de los Estados brasileños con una política pública más consistente en este campo. En el contexto del estado de São Paulo, la política estatal sobre el cambio climático – PEMC – es instituida por la ley estatal no. 13.798, de 9 de noviembre de 2009, que contiene sus principios, objetivos e instrumentos de aplicación. Esta ley está regulada por el Decreto de estado no. 55.947, de 24 de junio de 2010. El PEMC y sus reglamentos actúan en armonía con la Convención climática de las Naciones Unidas y la política nacional de cambio climático. El objetivo general de la PEMC es establecer el compromiso del estado con el desafío del cambio climático global, fijar las condiciones para las adaptaciones necesarias a los impactos derivados del cambio climático, así como contribuir a la reducción o Estabilizar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El cumplimiento de las metas y objetivos de la PEMC depende de su inserción en la contribución nacionalmente determinada (INDC), anunciada por Brasil para la Conferencia de las partes de la Convención marco sobre el cambio climático (CoP21) en París, 2015. La ley es puesta en práctica por su Comité Gestor, con miembros designados por los secretarios de estado. La resolución SMA Nº 5, de 19 de enero de 2012, prevé la organización de la labor relativa al cumplimiento de la PEMC dentro de la Secretaría de medio ambiente, así como la división de asignaciones entre sus entidades vinculadas. Dentro del concepto de evaluación 27


medioambiental estratégica, los productos proporcionados por el PEMC son documentos dinámicos, que requieren una actualización constante. De acuerdo con Margulis (2017), en Brasil, más del 80% de las personas viven en ciudades, pero hay grandes concentraciones en algunos lugares y muchas brechas demográficas, lo que hace que numerosos municipios y ciudades con baja densidad poblacional tengan serios riesgos climáticos. Mientras que casi el 70% de los municipios tienen menos de 20000 residentes y representan, en conjunto, sólo el 15% de la población entera, la suma de residentes de 41 ciudades y regiones metropolitanas con más de 500.000 habitantes es mayor que la mitad de la población. En términos de compromisos políticos, el Pacto Mundial para los alcaldes del clima y la energía – coalición internacional de alcaldes, se formó con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentando la resiliencia al cambio climático y permitiendo el monitoreo público del progreso de las ciudades – actualmente cuenta con 43 ciudades comprometidas. Además, otras 8 ciudades ya tenían iniciativas climáticas de hasta 2015, es decir, un total de 51 ciudades (Margulis, 2016). A nivel estatal, a orillas de la COP 21, se lanzó la iniciativa REGIONSADAPT para los gobiernos estatales para adoptar acciones concretas, cooperar y reportar sus esfuerzos en la adaptación climática – de los cuales 9 Estados brasileños forman parte. Estas disparidades crean una categoría de ciudades y municipios (y posiblemente Estados) con escasa capacidad para entender el problema del cambio climático y el plan de adaptación, que los deja muy vulnerables a los impactos. Así, hasta cierto punto, esto se convierte en la responsabilidad de los gobiernos estatales y/o del gobierno federal, que deben interceder y ayudar, de una manera más incisivo, a elaborar planes – o estrategias preliminares – de adaptación climática. Las consecuencias del cambio climático se manifiestan localmente. Aunque se perciben comúnmente como una cuestión global, su impacto tiene un carácter regional, influenciando los medios de subsistencia locales y las actividades económicas, así como el aumento de los riesgos para la salud humana y otros sistemas ambientales, sociales y económicos. Un problema global se traduce en fenómenos locales debido a una serie de factores relacionados con el medio ambiente, la sociedad y la economía (Snover et al., 2007). Algo poco enfatizado, en el contexto de este tema, es el impacto directo e indirecto en las empresas considerando que la interrupción de los servicios municipales – tales como los sistemas de transporte y comunicación, debido a las calles inundadas, la escasez de energía y el compromiso con el abastecimiento de agua, por ejemplo – leen el buen funcionamiento de las empresas, las industrias, así como las escuelas, los hospitales y edificios públicos, entre otros. De esta manera, las ciudades se vuelven menos competitivas, porque no están preparadas para lidiar con fenómenos meteorológicos extremos, lo que a su vez puede conducir a un menor número de inversiones. En el área social, la preocupación principal es con los más pobres. En las zonas urbanas y rurales, las personas con menores ingresos se verán alarmantemente afectadas por el cambio climático. La porción menos rica de brasileños tiende a vivir y trabajar en lugares más expuestos a los peligros climáticos, sin infraestructura para reducirlos, tales como casas y vecindarios en regiones vulnerables – y tampoco tiene medios para tomar medidas defensivas inmediatas. Los habitantes de bajos ingresos de las zonas rurales también sufrirán graves daños, ya que dependen de la agricultura y los ecosistemas, es así, de sectores directamente sacudidos 28


por el fenómeno. El cambio climático es sin duda un problema socialmente regresivo – y esto no es sólo para individuos de la misma ciudad, sino entre Estados y países. Los más ricos (países, ciudades e individuos) están más preparados para hacer frente a los impactos del cambio climático, para tener una infraestructura y servicios más adecuados, y para tener mejores condiciones de defensa y adaptación (Margulis, 2017). Margulis (2017) indica que numerosas instituciones internacionales han desarrollado guías, metodologías y marcos para los diversos niveles de gobierno para construir su plan de adaptación. La mayoría de las obras revisadas contienen los mismos elementos fundamentales, coincidiendo con respecto a los contenidos y componentes considerados críticos (Figura 5). Algunos de ellos contemplan un mayor o menor detalle sobre el proceso de redacción del plan, por ejemplo, el grado y el momento de participación pública, qué actores son relevantes, cómo crear términos de referencia, cómo y dónde buscar cierta información, etc. Otros detallan técnicas alternativas de adaptación para diversos tipos de impacto. Pocos se ocupan de los costos y beneficios de estas medidas. Figura 5. Consideraciones comunes en las pautas para la elaboración de los planes de adaptación 1) Identificar el problema – vulnerabilidades, riesgos climáticos e impactos 2) Identificar las alternativas de adaptación 3) Evaluar las compensaciones y los riesgos 4) Identificar limitaciones de capacidad 5) Transversalización (mainstream) de la adaptación en los planes sectoriales 6) Implementación, monitoreo y retroalimentación 7) Comunicación, compromiso y participación Fuente: Margulis, 2017

Un aspecto relevante es que ningún manual distingue explícitamente la parte técnica y sustantiva de los planes, el contenido, de su proceso de elaboración. Aunque todo el mundo tiene estos elementos, no hay diferenciación entre ellos. Así, el establecimiento de asociaciones, la solicitud de información y la presentación de informes de los resultados – partes del proceso de elaboración – se sitúan en el mismo contexto o secuencia de factores como la previsión del cambio climático, la cartografía de las vulnerabilidades y la identificación de alternativas de adaptación – acciones sustantivas que componen el contenido técnico. Las principales reflexiones efectuadas por Margulis (2017) son: ● Transversalización. - La diversidad de temas y sectores afectados por el cambio climático obligan a abordar el tema no por una Secretaría de gobierno, sino por varios o por todos ellos. Aunque se puede desarrollar un plan "maestro" de adaptación, esto no excluye la posibilidad de que las acciones, programas y proyectos sectoriales sean desarrollados por los distintos departamentos para adaptarse, aunque no sea el objetivo primordial. Los proyectos de infraestructura, por ejemplo, deberían utilizar patrones de construcción que incorporen los impactos climáticos esperados, para no tener que recalcular o redimensionar estos modelos en el futuro para dar cuenta de los efectos del cambio 29


climático. Las campañas educativas sobre el tema también ayudarán a la población a entender mejor el problema y a aceptar que se deben tomar decisiones oportunas para hacer frente al problema. ● Enfoque de adaptación. - Cada tipo de impacto y contexto específico implicará un conjunto de sectores y temas. Si el objetivo es adaptar los recursos hídricos, la mejor unidad de análisis serán las cuencas hidrográficas. En el caso de la biodiversidad, serían los ecosistemas, biomas y/o unidades de conservación y, en otros casos, el análisis será más ad hoc, como es el caso de las regiones costeras amenazadas por la elevación del nivel del mar. Planes sectoriales de adaptación, ecosistemas, cultivos agrícolas y determinados segmentos industriales, por fin, cualquiera que sea el tema puede generar un determinado plan de adaptación con alcance definido. No puede ser a priori afirmar si estos planes sectoriales y regionales son más apropiados que los planes de las diferentes esferas del gobierno, que tienen delimitación política. ● Temporalidad de la planificación. - Varios temas y cuestiones intersectoriales requieren horizontes de planificación mucho más largos que los mandatos típicos de los gobiernos, independientemente de su nivel. Esto no es específico de la agenda climática, ni de los órganos de la administración pública local. De hecho, cualquier sector enfrenta este problema. Las políticas públicas de educación, por ejemplo, no se pueden pensar cada cuatro años. Debe haber planificación e inversión paralelamente a horizontes más amplios. No existen fórmulas para convencer a las autoridades de adoptar perspectivas a largo plazo, sino de la presión y el control de la sociedad civil organizada y de los grupos de interés. 3.6.3 Perú De acuerdo con el MINAM, en el año 2013, se realizó el “Balance de la Gestión Regional frente al Cambio Climático en el País”, en el cual las regiones priorizaron los sectores, ecosistemas y grupos humanos vulnerables frente al cambio climático. De acuerdo con dicho balance, los sectores vulnerables priorizados son agricultura, pesca y los sistemas de recursos hídricos para distintos usos (factor que además condiciona el desarrollo de la actividad agrícola), así como el sector salud. Los grupos humanos vulnerables priorizados son las poblaciones rurales ligadas a la agricultura familiar de subsistencia y con débil articulación al mercado (muchas de ellas organizadas en comunidades campesinas o nativas); y los pescadores artesanales. Por su lado, los ecosistemas vulnerables priorizados son los montañosos andinos, los forestales, los amazónicos y los marinos costeros. Muchos de ellos tienen como eje común y articulador al agua, tal es el caso de las nacientes o cabeceras de cuencas, bofedales y cuerpos de agua, puna, humedales, praderas naturales, glaciares, etc. (MINAM, 2013). La Ley Orgánica de Gobiernos Regionales (Ley 27867), y su modificatoria (Ley 27902), establece en el artículo 53 inciso c) que estos deberán formular e implementar Estrategias Regionales del Cambio Climático (ERCC). Además de ser un mandato legal, resulta importante contar con ERCC porque: (i) Se tiene como prioridad atender los efectos adversos que genera el cambio climático en bienes y servicios públicos, e igualmente, permite aprovechar las oportunidades; (ii) Permite 30


contar con información útil para la toma de decisiones bajo una mirada transectorial, territorial e integral; (iii) Reúne los elementos y la problemática con relación a la condición climática definiendo acciones estratégicas que contribuyan a la adaptación, reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y gobernanza del cambio climático; (iv) Prioriza acciones estratégicas que contribuyan a la adaptación, reducción de GEI y gobernanza del cambio climático articulados a la planificación e inversión regional y local, y v) permite al Estado, agentes económicos, cooperación internacional, sociedad civil organizada y población en general implementar y monitorear acciones referidas a la gestión del cambio climático. Al año 2015, 16 gobiernos regionales cuentan con ERCC aprobadas, las cuales son: Amazonas, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Loreto, Lima Metropolitana, Piura, Puno, Tacna y Ucayali. De estas regiones, Apurímac y Cusco están ejecutando sus Planes de Implementación y Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, Moquegua, Piura, Puno y Tacna están formulando sus Planes de Implementación. Áncash, Ayacucho, La Libertad, Lambayeque, Lima Provincia, Madre de Dios, Tumbes y Pasco se encuentran formulando o actualizando sus ERCC e iniciarán la construcción de sus Planes de Implementación. Los 25 gobiernos regionales del Perú poseen equipos técnicos regionales de cambio climático activos e integrados por instituciones públicas, entidades técnico-científicas, entidades privadas y sociedad civil organizada. Las ERCC que actualmente vienen siendo formuladas, actualizadas o implementadas, cuyos procesos son liderados por los gobiernos regionales, en coordinación con los grupos técnicos regionales de cambio climático, se encuentran alineadas a la recientemente actualizada ENCC así como a instrumentos de planificación e inversión regional y locales en el marco de la modernización del Estado, para lo que cuentan con la asistencia, acompañamiento y seguimiento técnico de la DGCCDRH-MINAM. Se resalta el liderazgo de los gobiernos regionales a través de las gerencias regionales de recursos naturales y gestión del medio ambiente, y el involucramiento de los diferentes miembros de los grupos técnicos regionales de cambio climático. (MINAM, 2016.) Si bien se han dado pasos importantes en la inclusión de la variable climática en los planes de desarrollo concertado (PDRC), los nuevos lineamientos de planificación estratégica que promueve el CEPLAN, en el marco de la modernización del Estado peruano, aún no incluye la variable climática en el análisis estratégico del territorio, lo cual restringe la articulación entre la planificación y el presupuesto público para invertir en acciones concretas. No obstante, un paso importante en las ERCC que actualmente se encuentran en proceso de formulación, actualización o implementación es que estén articuladas a los objetivos estratégicos de los PDRC vigentes y en actualización (MINAM, 2016). 3.7 Gestión de las Áreas Protegidas Los ecosistemas, tanto dentro como fuera de las áreas protegidas, están expuestos a los efectos del cambio climático. Las áreas protegidas concentran los valores naturales más importantes del bioma por lo cual los impactos negativos del cambio climático sobre la biodiversidad pueden considerarse cualitativamente mayores. En una encuesta realizada a los gestores de áreas 31


protegidas españolas se observa que un 60% percibe evidencia suficiente de los efectos del cambio climático. En base a los resultados de las encuestas los impactos pueden agruparse en: cambios en el clima (tanto en parámetros meteorológicos como en la frecuencia de eventos extremos), cambios fenológicos (que son los más inequívocamente ligados al cambio climático), cambios en la distribución de la vegetación (con indicación de un buen número de casos concretos y documentados), cambios en los patrones de distribución de varias especies de fauna y flora, así como de su éxito reproductivo (menor regeneración, menor fructificación), así como alteraciones en procesos biofísicos clave como la formación de suelo, entre otros (EUROPARC España, 2018). Las alteraciones climáticas y los efectos observados en los ecosistemas y la biodiversidad requieren que se replantee el papel áreas protegidas, incorporando el cambio climático como una de sus prioridades (Araujo, 2011). Por su propia naturaleza, las áreas protegidas representan una oportunidad para desarrollar estrategias de respuesta al cambio climático. En primer lugar, por su gran extensión y representatividad: en el mundo comprenden 20,6 millones de kilómetros cuadrados terrestres y 12 millones de kilómetros cuadrados marinos, lo que representa 15,4 % de la superficie terrestre mundial y el 3,4 % de los mares y océanos. Las áreas protegidas pueden contribuir de forma significativa a contrarrestar el cambio climático desarrollando estrategias de respuesta en diferentes direcciones complementarias como: ● Prevenir la pérdida del carbono que ya está contenido en la vegetación y los suelos, (protegiendo –o restaurando en su caso– aquellos ecosistemas con alta capacidad de almacenar carbono, como los bosques, las turberas o las praderas de fanerógamas marinas, entre otros), y evitar la degradación de los ecosistemas naturales con mayores tasas de secuestro de carbono atmosférico. Muchos de estos ecosistemas pueden pasar de ser depósitos de carbono a emisores netos, dependiendo de la gestión que en ellos se realice. ● Mantener la capacidad de los ecosistemas de amortiguar perturbaciones extremas (como inundaciones, tormentas, sequías o incremento del nivel del mar), y mantener (o restaurar) las funciones ecológicas que garantizan el suministro de los servicios esenciales de los ecosistemas a la sociedad, reduciendo la vulnerabilidad del bienestar humano. ● Desarrollar sistemas de seguimiento a largo plazo de los efectos del cambio climático y difundir sus resultados. Proporcionar evidencias de las consecuencias del cambio climático sobre el funcionamiento de los ecosistemas (IUCN-WCPA, 2004; Dudley et al., 2010). El conjunto de las áreas protegidas, tanto por su extensión como por la diversidad de ecosistemas, representan un importante instrumento en la gestión del cambio global, ofreciendo una de las “soluciones naturales” más eficaces contra la crisis climática (Hansen et al., 2003; Dudley et al., 2010 The World Bank, 2009; Harley y Hodgson, 2008; Game et al., 2010; Lhumeau y Cordero, 2012). Según Mansourian et al. (2009) en el futuro posiblemente más personas se disputarán los escasos recursos y el cambio climático limitará los medios de vida humanos y la disponibilidad de los recursos, la pertinencia de las áreas protegidas como lugares viables dependerá de si las 32


comunidades dentro del área como las que dependen de ellas pueden satisfacer directamente sus necesidades vitales gracias a dichas áreas (Borrini-Feyerabend, Kothari y Oviedo, 2004). En la práctica, las áreas protegidas contribuyen menos a las estrategias de vida de cuanto podrían contribuir en teoría. En el futuro, los planes de diseño y gestión de áreas protegidas deberán poner énfasis en el compromiso de las comunidades locales, en los nexos con la estrategia de desarrollo nacional y en formas de ordenamiento alternativas tales como el ordenamiento por el sector privado o la comunidad. La gobernanza de las áreas protegidas probablemente deberá ser adecuada para que su eficacia sea mayor y para que puedan ser instrumentos de resolución de conflictos. Los encargados de la toma de decisiones deberán asegurar que el ambiente jurídicoinstitucional faculte a las personas para obtener beneficios directos de las áreas protegidas. Aunque, las hipótesis futuras respecto al cambio climático y sus repercusiones locales siguen siendo inciertas, lo que es seguro es que las áreas protegidas se verán afectadas. Sin embargo, estas áreas también pueden desempeñar una función no desdeñable en cuanto a la adaptación a los efectos del cambio climático. Las formas de mejorar la recuperación y adaptación frente al clima requerirán un enfoque diverso de la planificación, del establecimiento y del ordenamiento de áreas protegidas. Más aún, es indispensable reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y velar por que el aumento de la temperatura se contenga dentro de un límite de 2℃. Si estas condiciones no llegaran a cumplirse, los procesos de adaptación serán siempre insuficientes. En la reunión del Consejo de la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Parques Nacionales, otras Áreas Protegidas, Flora y Fauna Silvestres (REDPARQUES) realizada en Lima, Perú en 2016 se aprobó la Declaración sobre cambio climático y áreas protegidas que fue presentada durante la COP 21 en París. Los directores de las entidades responsables de los sistemas nacionales de áreas protegidas de 16 países de América Latina y el Caribe que conforman REDPARQUES, suscribieron la declaración que pretende que la comunidad internacional reconozca el aporte de las áreas protegidas a las estrategias nacionales para hacer frente a los efectos del cambio climático. Asimismo, la necesidad de una mayor asistencia técnica, tecnológica y financiera para abordar un manejo más efectivo de las áreas protegidas y asegurar el fortalecimiento de los sistemas nacionales bajo criterios de cambio climático. Para ello REDPARQUES se compromete a fortalecer los sistemas nacionales de áreas protegidas bajo una gestión con criterios para la adaptación y mitigación al cambio climático, y que promueva la participación de las comunidades locales y pueblos indígenas en el manejo sostenible de la biodiversidad. De acuerdo con Arguedas et al. 2015. en el documento Lecciones aprendidas y buenas prácticas para la gestión de áreas protegidas amazónicas, indican que en el tema de cambio climático los grandes desafíos son: ● Transversalizar el enfoque de CC en las herramientas de planificación y gestión a escala nacional, con énfasis en la Amazonía, para generar específicamente un marco regulatorio para el diseño y gestión de las AP, que incorpore mecanismos de mitigación y adaptación. 33


● Destacar ante la sociedad en general y, particularmente, ante los tomadores de decisión, el valor de las AP del bioma amazónico en su rol de mantener y/o incrementar la resiliencia social, económica y ambiental frente a los impactos del CC. ● Articular conocimiento científico y conocimiento tradicional en la planificación y toma de decisiones (de manera transversal). Incluir la generación e implementación de estrategias de adaptación y mitigación en la Amazonía. ● Instalar tecnologías para el análisis de vulnerabilidad de la biodiversidad y las comunidades locales ante el CC en AP y sus zonas de influencia. ● Considerar replantear límites o crear nuevas AP en el contexto de CC, para contar con espacios ecológicamente funcionales para el mantenimiento de la biodiversidad. Los procesos de ordenamiento deben estar directamente relacionados con los instrumentos de planificación del territorio no solo a nivel ambiental sino uno socio- económico, sin embargo es necesario que los planes de manejo de las áreas protegidas se vinculen y aporten lineamientos como la delimitación debida de las zonas de amortiguamiento y de los espacios de conectividad, que también deber ser valorado dentro de los planes reguladores En la actualidad, los corredores biológicos no presentan políticas territoriales a nivel municipal, que son los responsables de formular e implementar los planes reguladores, por los cuales la mayoría de categorías que identifican los planes reguladores se centran en actividades antrópicas e incorpora la conservación ecológica solo en categorías establecidas con este fin por el Estado, pero sin reconocer la importancia de la conservación como un eje de todos los espacios, de tal forma que se incorpore la importancia cultural y ecológica de los agro paisajes, setos vivos, de los ecosistemas riparios, entre otros. Así debería existir regulaciones alrededor de espacios protegidos, lo que tradicionalmente se denomina zonas de amortiguamiento que potencien y limiten algunas acciones antrópicas, trasladando el concepto de efecto de borde utilizado en la ecología del paisaje al ordenamiento territorial. Aunque la zonificación de los planes de manejo parte de una perspectiva netamente geográfica, presenta algunas carencias propias del avance cognitivo en esta temática como son la visión de redes que se complementan con el concepto dominante de zonificación. Por otro lado, el espacio también responde a factores ajenos a ese territorio, por lo cual los espacios son un continuo, lo cual implica reconocer la compatibilidad de entre planes reguladores entre sí. Por ejemplo, la formulación requiere evaluar lo que se realiza en cuanto a ordenamiento dentro de los cantones o espacios colindantes tanto por efecto de vecindad como por visión sistémica, por ejemplo, aspectos de cuencas hidrográficas. Además, se requiere comprender las dinámicas del capital internacional para reconocer la función en algunos espacios locales, por lo cual estos análisis de OT deben comprender aspectos globales. 3.7.1 Áreas Protegidas en Bolivia El Mecanismo Conjunto es la institucionalidad estratégica nacional para avanzar en el cumplimiento de los postulados de la Agenda Patriótica 2025 (Bolivia, 2013). El pilar 9 denominado “Soberanía Ambiental con Desarrollo Integral respetando los derechos de la Madre Tierra” está completamente articulado al rol y al accionar del Mecanismo Conjunto en todo el territorio del país, el cual representa el instrumento prioritario para que Bolivia alcance una nueva visión de desarrollo integral hacia el Vivir Bien. De las 8 metas que corresponden a este 34


pilar, por lo menos seis de ellas están vinculadas de forma directa con el Mecanismo Conjunto. La meta 4 denominada Sistema Plurinacional de Áreas Protegidas instruye la consolidación del Sistema Plurinacional de Áreas Protegidas incluyendo áreas del nivel central del Estado y de todas las entidades territoriales autónomas con participación y gestión comunitaria y social de pueblos y comunidades indígenas y campesinas, así como poblaciones locales. La Ley No. 300 reconoce que el Sistema Plurinacional de Áreas Protegidas es uno de los principales instrumentos de defensa de la Madre Tierra (artículo 23.6). El Mecanismo Conjunto en el marco del proceso de adscripción de las Áreas Protegidas podrá constituirse en un instrumento importante para promover la consolidación del Sistema reconociendo su valor agregado en procesos de mitigación y adaptación al cambio climático, como ningún otro escenario en el territorio nacional. (Pacheco, 2014) La Adscripción de programas y proyectos al Mecanismo Conjunto de Mitigación y Adaptación para el Manejo Integral y Sustentable de los Bosques y la Madre Tierra está sujeta a las disposiciones de la Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral Para Vivir Bien (Ley Nº 300 de 15 de octubre de 2012) y de su Decreto Reglamentario (Decreto Supremo Nº 1696 de 14 de agosto de 2013). El mecanismo de Adscripción será a través de un Plan de Adscripción que incorpore las actividades básicas que permiten crear las condiciones básicas para el funcionamiento del Mecanismo Conjunto en un espacio territorial determinado (departamento, región, municipios, Áreas protegidas o Territorios Indígena Originario Campesinos). En el caso de las Áreas Protegidas se sugiere que la Adscripción se realice en conjunción con las áreas político-administrativas que integran a las mismas (municipios, regiones, departamentos). El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) apoyará en los procesos de adscripción y certificación de iniciativas y en la fiscalización y control de procesos de conservación de bosques en Áreas Protegidas y deberá contar con un adecuado reglamento de cogestión. En el informe institucional 2017 del SERNAP no se menciona el cambio climático como un factor que se considera en la gestión. No esta visibilizado el tema en el reporte nacional (SERNAP, 2017) 3.7.2 Áreas Protegidas en Brasil De acuerdo con Soares-Filho et al, (2010) las áreas protegidas (APs) albergan el 54% de los bosques restantes de la Amazonía brasilera y contienen el 56% de su carbono forestal. Sin embargo, el papel de estas APs en la reducción de los flujos de carbono a la atmósfera de la deforestación y sus costos asociados son todavía inciertos. Se analizó el efecto de cada una de 595 APs de la Amazonia brasilera en la deforestación utilizando una métrica que explica las diferencias en la probabilidad de deforestación en áreas de comparación de Pares (pairwise) y se identificó que las tres principales categorías de APs (tierras indígenas, estrictamente protegidas y uso sustentable) mostraron un efecto inhibitorio, en promedio, entre 1997 y 2008. De 206 APs creadas después del año 1999, 115 demostraron eficacia creciente después de su designación según lo protegido. La reciente expansión de APs en la Amazonia brasileña fue responsable del 37% de la reducción total de la deforestación de la región entre 2004 y 2006 sin provocar fugas. 35


Todas las APs, si están completamente implementadas, tienen el potencial de evitar 8,0 ± 2,8 PG de emisiones de carbono por 2050. La implementación efectiva de APs en zonas bajo una amenaza antropogénica de alta corriente o futura ofrece altos beneficios para reducir las emisiones de carbono, y como resultado debe recibir una atención especial en la planificación de inversiones para la conservación regional. Sin embargo, esta estrategia exige flujos de recursos puntuales y predecibles. La red de áreas protegidas de la Amazonia representa un costo de US $147 ± 53 mil millones (valor actual neto) para Brasil en términos de ganancias percibidos e inversiones necesarias para su consolidación. Estos costos podrían ser parcialmente compensados por un acuerdo climático internacional que incluye incentivos económicos para los países tropicales que reducen sus emisiones de carbono de la deforestación y la degradación forestal. 3.7.3 Áreas Protegidas en Perú En la tercera comunicación nacional al CMNUCC Perú reporta las actividades del SERNANP como parte de la gestión de emisiones y la reducción de GEI en el sector forestal. Se menciona que el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) viene incorporando la variable climática en la planificación de las ANP. Asimismo, el SERNANP cuenta con una herramienta como el documento de trabajo 12: Análisis de Vulnerabilidad de las Áreas Naturales Protegidas frente al Cambio Climático, que viene siendo usado como un insumo importante para identificar el grado de vulnerabilidad de las ANP, y las acciones que deben implementarse en su gestión. Fortalecen este proceso proyectos de cooperación, ejecutados en coordinación con el SERNANP como el Proyecto “Gestión integrada del Cambio Climático en las Reservas Comunales en la Amazonia”, el Proyecto “Integración de Áreas Protegidas del Bioma Amazónico - IAPA” y el Proyecto “Fortalecimiento de la gestión de los sistemas nacionales de ANP para la mejor adaptación de las ANP al cambio climático” (MINAM, 2016). 3.8 Planes de manejo de las áreas protegidas Los tres sistemas de áreas protegidas analizados en este estudio cuentan con guías específicas para la elaboración y actualización de los planes de manejo. En Bolivia, la guía actualizada para elaboración de planes de manejo no explicita ningún aspecto relacionado al cambio climático y además fue publicada en el 2012, por lo cual el tema no fue considerado (SERNAP, 2012). La guía es un documento estrictamente procedimental para la elaboración a planes de manejo y deberá ser actualizada considerando los cambios en la legislación (ley de la madre tierra, etc.) así como los criterios definidos en el EGEM para que las herramientas sean compatibles. En Brasil, D’Amico et al. (2013) indica en el documento de lecciones aprendidas para la elaboración de planes de manejo para las unidades de conservación que estas no integran el escenario de cambio climático ni en la fase de diagnóstico ni en las recomendaciones.

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En Perú se aprobaron las disposiciones complementarias al reglamento de la ley de áreas naturales protegidas en materia de Planes Maestros de áreas naturales protegidas de administración nacional en febrero de 2014 con resolución Presidencial 49-2014-SERNANP y son disposiciones muy específicas para la elaboración de los planes maestros, pero no de especifica el contenido o temas sino se hace énfasis en el proceso y procedimientos. SERNANP y WCS. (2017) publicaron el Documento de Trabajo 17. Elaboración o actualización de Planes Maestros de las Áreas Naturales Protegidas que está en base a la resolución presidencial 49-2014. En las guías de los tres países se da mayor énfasis a lo procedimental y en especial a los procesos participativos en la elaboración de los planes de manejo más que el componente y fundamento teórico para la gestión de las áreas protegida. 3.9 Evaluación de efectividad de manejo de las áreas protegidas Los tres países evaluados cuentan con diferentes herramientas para evaluar la efectividad de la gestión de las áreas protegidas que han sido desarrolladas y testeadas en los últimos años. Todas estas herramientas consideran los lineamientos generales para la efectividad de manejo publicados por diferentes autores en el marco de la UICN. En Bolivia, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas – SERNAP, ha desarrollado la herramienta de Estado de la Gestión y Efectividad de Manejo – EGEM de las Áreas Protegidas Nacionales - APN con la finalidad de generar información sistematizada de la gestión integral de las Áreas Protegidas, así como desarrollar procesos e instrumentos de autoevaluación y análisis para una adecuada toma de decisiones en la planificación (SERNAP 2017). Para la aplicación del EGEM se precisa un equipo de evaluación, conformado por personal técnico u operativo de la Dirección de Planificación y de la Dirección de Monitoreo Ambiental, además de personal técnico, operativo u administrativo de las Áreas Protegidas. La guía para medir Estado de la Gestión y Efectividad de Manejo está muy detallada y en un formato bastante amigable (Figura 6). Existe una sección específica para el tema de cambio climático que tiene por objetivo el analizar y estimar la valoración de los recursos naturales importantes del Área Protegida que están siendo afectados en la actualidad por el cambio climático o que lo serán potencialmente en el futuro. Los resultados del análisis se utilizarán para definir las decisiones de gestión en relación con los efectos del cambio climático. Figura 6. Elementos de la herramienta para la medición del Estado de la Gestión y Efectividad de Manejo – EGEM. La integración en el paisaje. Área protegida con una variación de altitud. Áreas protegidas transfronterizas.

Las conexiones entre áreas protegidas, zonas de amortiguamiento y corredores para mejorar la capacidad de resistencia y adaptación al cambio climático Variación de altitud del AP favorece la permanencia de las especies (más especies migrarán a las zonas más favorables) Los acuerdos de cooperación para la gestión de los ecosistemas transfronterizos para mejorar la capacidad de resistencia y adaptación al cambio climático 37


Hábitats Relevantes La restauración del hábitat. La planificación intersectorial La política ambiental

El financiamiento sostenible. Socioeconómico.

Identificación / disponibilidad de áreas adecuadas para la adaptación al cambio climático Identificación / disponibilidad de áreas degradadas mejoradas que contribuye a la mitigación del cambio climático Integración de los efectos del cambio climático en la planificación general del Área Protegida Integración de las medidas de respuesta al cambio climático en las políticas y legislación sobre el medio ambiente y las áreas protegidas Integración de las medidas de respuesta al cambio climático en la provisión de fondos para la biodiversidad y los recursos naturales Integración de los problemas socioeconómicos de la población local para la mitigación al cambio climático

Fuente: Elaboración propia en base a SERNAP (2017)

En la guía no está muy clara la metodología para definir indicadores para diferentes temas como ser mitigación y adaptación y tampoco es muy explícito- en cómo integrar la información de los nueve temas y lograr valores que guíen la planificación. En Brasil se ha publicado el Manual de aplicación del SAMGe (ICMBio, 2017) que es el sistema de análisis y monitoreo de la gestión, que es una metodología de evaluación y seguimiento de la gestión, para la mejora continua, diseñada por el Instituto Chico Mendes de conservación de la biodiversidad (ICMBIO). SAMGe contribuye a la toma de decisiones localmente, sistematizando y monitoreando la información territorial sobre una base común y generando informes generales o específicos. Además, reúne a los actores involucrados en la gestión de las áreas protegidas a través de diversas formas, como el asesoramiento, la visualización de la información y la difusión de los resultados. Para hacer esto, la herramienta debe ser un protocolo mínimo que mida la efectividad de la gestión de unidades de conservación desde el análisis de la interrelación de recursos y valores-RV (lo que se busca mantener), de los usos (interfaces entre la RV y la sociedad) y de las acciones de gestión realizada por el organismo responsable. Las experiencias en la implementación han permitido el perfeccionamiento de la metodología, apoyando a los gestores en la toma de decisiones locales, además de servir como base para la elaboración y revisión de planes de manejo. El Ministerio de Medio Ambiente (MMA) ha validado la SAMGe como instrumento para medir la efectividad de la gestión de unidades de conservación bajo el paraguas de varios proyectos, además de estar evaluando otras formas de aplicación de la metodología como herramienta de ayuda en la asignación de recursos. El diseño de SAMGe, tuvo como principal objetivo el reducir las brechas existentes en la gestión de las unidades de conservación. Es en este sentido que ha evitado la superposición con otras metodologías, las cuales tienen como objetivo responder a la efectividad de la gestión, como la RAPPAM, y las que el SAMGe busca relacionar, como ser los estándares abiertos para la práctica

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de conservación o los indicadores globales de Efectividad de la Unión Internacional para la conservación de la naturaleza (UICN). Para el análisis del SAMGe se usaron seis elementos de los indicadores globales de efectividad de gestión de la UICN, que son: 1) resultados, 2) productos y servicios, 3) contexto, 4) planificación, 5) insumos y 6) procesos. La metodología abierta a la práctica de conservación es utilizada por el ICMBio en diferentes ámbitos, tales como: elaboración de los planes de acción nacionales (PAN) y para la revisión de algunos planes de gestión. SAMGe, a su vez, utiliza una lógica similar para ordenar elementos, permitiendo la migración de parte significativa de su contenido a plataformas de estándares abiertos (ICMBio, 2017). En la metodología, pese a que es bastante completa, no se observa ninguna referencia a cambio climático o a gestión de riesgos ni siquiera en el glosario. En Perú se ha publicado el documento Gestión Efectiva del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE) y tiene como objetivo visibilizar la base conceptual de cómo el SERNANP concibe la gestión efectiva de áreas naturales protegidas (sistema y áreas), y bajo ese marco proporciona ejemplos de cómo se espera que las etapas, instrumentos y herramientas interactúen para lograr una gestión adaptativa. El documento es un texto de soporte para aquellos que desarrollan actividades relacionadas a la construcción y fortalecimiento del SINANPE (SERNANP y WCS, 2017.) Perú cuenta con una gran diversidad de zonas de vida y tiene grandes desafíos frente al cambio climático. Existen en las áreas protegidas grupos humanos altamente vulnerables a climas extremos que viven en condiciones de pobreza; por otro lado, las capacidades estructurales para lidiar con los desafíos impuestos por el clima son limitados. Posiblemente, en el futuro cercano, las fluctuaciones climáticas impacten de forma moderada a fuerte sobre poblaciones humanas, además de especies de flora y fauna, paisajes y ecosistemas (SERNANP, 2014). El SERNANP ha desarrollado una metodología para el análisis de la vulnerabilidad de las Áreas Naturales Protegidas que conforman el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado- SINANPE, con el objetivo principal de determinar el grado de vulnerabilidad de las ANP frente al cambio climático. Se ha utilizado los conceptos básicos de Adger (2001), que indican que la vulnerabilidad es una expresión de la exposición del objeto de estudio sumada a la sensibilidad de este, menos su capacidad de adaptación. En esta metodología, la vulnerabilidad comprende la exposición climática, la exposición no climática y la capacidad adaptativa de gestión de las ANP. Como indicador de la exposición climática se empleó el Índice Regional de Cambio Climático (IRCC), el cual fue calculado con los datos de temperatura y precipitación estimados por los modelos globales de circulación desarrollados en el marco de la quinta fase del proyecto de Comparación entre Modelos Acoplados (CMIP5). Esta información representa el estándar más robusto disponible a la fecha para el modelamiento del clima futuro y es la base de las estimaciones de impacto presentadas en el quinto reporte del IPCC. La exposición no climática fue medida a partir de: (i) índice de efectos (según las matrices de monitoreo del SERNANP), (ii) índice de accesibilidad a cada ANP, y (iii) tasa de crecimiento población al local. La capacidad

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adaptativa comprendió dos variables: las capacidades técnicas con las que cuenta el personal de cada ANP y el índice de relación de actores locales con cada ANP. Los resultados de la exposición climática obtenidos por el IRCC para el año 2030 muestran dos focos de alerta para el cambio climático: uno en la zona sur y otro en la zona noroeste del país. Para el año 2050, estos focos se intensifican y amplían su alcance hacia la zona central y oriental. Hacia el año 2080, los impactos están ampliamente diseminados a lo largo de todo el país. En mayor detalle, al 2030 el 15% de las áreas naturales protegidas del país, bajo las condiciones de exposición y capacidad adaptativa actual, tendrán una alta vulnerabilidad al cambio climático y 62% de las ANP tendrán una vulnerabilidad media, cabe destacar que para este periodo no se ha encontrado ANP con muy alta vulnerabilidad. Al 2050, 11% de las ANP tendrán una vulnerabilidad muy alta, 30% tendrán una vulnerabilidad alta y 58% tendrán una vulnerabilidad media. Al 2080 los resultados son incluso más críticos, con un 26% de las ANP con una vulnerabilidad muy alta, 50% con una vulnerabilidad alta y 24% con una vulnerabilidad media. Los resultados obtenidos en este estudio identifican a las ANP potencialmente más vulnerables al cambio climático. Este es el primer paso para priorizar la mejora de su capacidad adaptativa y disminuir su vulnerabilidad. Además, permiten identificar los aspectos en los que se debe incidir para disminuir la vulnerabilidad mediante la reducción de factores no climáticos. Del mismo modo, es posible identificar qué elementos del clima serán los más relevantes en el futuro para cada ANP, lo cual ayudará a orientar los esfuerzos A en mejorar la capacidad adaptativa correspondiente. Esta información es clave para el diseño de medidas de adaptación que aseguren la conservación de las ANP a largo plazo. La planificación e implementación de medidas de conservación en un clima cambiante es más difícil que en un clima “estable”, debido a la incertidumbre de las condiciones climáticas y a cómo las especies responderán a estos cambios. Los impactos del cambio climático en la biodiversidad a nivel mundial se evidencian en cambios en el rango de distribución altitudinal y latitudinal de las especies, cambios en la composición de las comunidades que derivan en especies mejor adaptadas a temperaturas más cálidas, así como cambios en la fenología y el comportamiento reproductivo (Root, 2003; Chapman, 2005; Parmesan, 2006; Seimon, 2007; Moritz, 2008). Estos cambios desafían el concepto clásico del manejo de áreas protegidas, ya que los límites de estas son fijos, mientras que los rangos de distribución de las especies son dinámicos (Thomas et al., 2012). En efecto, diversos estudios sugieren que el rol de las áreas protegidas de asegurar la persistencia de las especies estaría seriamente comprometido, ya que estas no cubrirían los requerimientos de nichos de las diversas especies (Burns, 2003; Araujo, 2004; Thomas, 2004; Pyke, 2005; Loarie, 2009). De acuerdo con los datos observados, el nivel de representatividad de las áreas protegidas disminuirá por la pérdida de especies y ecosistemas producto del cambio climático. Sin embargo, las áreas protegidas toman importancia en la medida en que pueden servir como nuevos espacios para especies que responden al cambio climático, siempre y cuando sean capaces de colonizar estas zonas y sus condiciones de hábitat (sin fragmentación) sean idóneas (Thomas ,2012). 40


Los tres países tienen varios años desarrollando y afinando las herramientas de efectividad de manejo y si bien utilizan criterios ampliamente aceptados (UICN, 2015) cada país ha desarrollado sus metodologías especificas (Figura 7). Figura 7. Herramientas para evaluar la efectividad de manejo en Bolivia, Brasil y Perú. Bolivia Estado de la Gestión y Efectividad de Manejo – EGEM de las Áreas Protegidas Nacionales Existe una sección específica para el tema de cambio climático que tiene por objetivo el analizar y estimar la valoración de los recursos naturales importantes del Área Protegida que están siendo afectados en la actualidad por el cambio climático o que lo serán potencialmente en el futuro. Los resultados del análisis se utilizarán para definir las decisiones de gestión en relación con los efectos del cambio climático.

Brasil Sistema de Análisis y Monitoreo de la Gestión SAMGe SAMGe como instrumento para medir la efectividad de la gestión de unidades de conservación bajo el paraguas de varios proyectos, además de estar evaluando otras formas de aplicación de la metodología como Herramienta de ayuda en la asignación de recursos.

Perú Gestión Efectiva del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE) RAPPAM como herramienta para efectividad de manejo. Los manuales no hacen mención explícita del tema de cambio climático. SERNANP, WWF-Perú. (2014) elaboraron la metodología para el análisis de la vulnerabilidad de las Áreas Naturales Protegidas del SINANPE, para determinar el grado de vulnerabilidad de las ANP frente al cambio climático. Como indicador de la exposición climática se empleó el Índice Regional de Cambio Climático (IRCC), el cual fue calculado con los datos de temperatura y precipitación estimados por los modelos globales de circulación. Los resultados obtenidos en este estudio identifican a las ANP potencialmente más vulnerables al cambio climático.

Fuente: Elaboración propia en base a SERNAP (2017), ICMBio (2017), SERNANP y WWF-Perú (2014)

3.10 Principales hallazgos del diagnostico A nivel global las negociaciones seguirán avanzando y parece que el acuerdo de Paris si será implementado de acuerdo a los compromisos acordados.

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De acuerdo con los instrumentos de planificación del Estado Plurinacional de Bolivia el país seguirá jugando un rol importante en la negociación con la posición de no a la mercantilización de los recursos de la Madre Tierra y opuesto a mercados de carbono. Bolivia, seguirá avanzando en el mecanismo conjunto de implementación. Todos los demás países seguirán con los procesos REDD+ de acuerdo a lo avanzado en la Convención, así como con las estrategias nacionales de adaptación. A nivel global, posiblemente las áreas protegidas no sean muy visibles pese a los esfuerzos de REDPARQUES, sin embargo, es una ventana de oportunidad ya que se ha incrementado el número de publicaciones científicas que identifican el rol de las áreas protegidas en un escenario de cambio climático. Las diferentes organizaciones internacionales seguirán difundiendo la necesidad de incluir a las áreas protegidas como una estrategia para la mitigación y adaptación al cambio climático, especialmente la necesidad de considerar la planificación a escala de paisaje o mayor. La Amazonia está retomando la visibilidad a nivel global y se puede evidenciar ya que se ha creado en el ámbito del GEF una línea temática sobre esta región. Así mismo, el Papa Francisco ha convocado al Sínodo por la Amazonia que se realizará en el 2019. La carta de los obispos católicos se denominó cuidando la casa común y muestra una gran preocupación por la pérdida de la biodiversidad en la Amazonia. En el contexto latinoamericano se puede observar que los procesos de integración están en otra etapa de evolución y frente a los cambios políticos sus prioridades están cambiando y por lo tanto sus niveles de influencia también. El papel de REDPARQUES fue muy importante al enviar una Declaración a la Convención de Cambio Climático enfatizando el rol que tienen las áreas protegidas para la adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático, sin embargo, la red no cuenta con la fortaleza institucional y política necesaria para visibilizar más las áreas protegidas. Se pudo observar el gran avance de los tres países en lo que se refiere al marco nacional para el cambio climático y el gran número de mecanismos existentes a los diferentes niveles del estado. Si bien, existen normas marco, planes y estrategias de adaptación y mitigación, estas todavía no han sido utilizadas a nivel subnacional ni de las áreas protegidas. Los tres países han desarrollado herramientas de planificación integral y también metodologías oficiales para medir la vulnerabilidad al cambio climático, aunque todavía es difícil visibilizarlo a nivel de todos los sectores. A nivel subnacional (Estados, Departamentos, Regiones, Municipios) ya se han desarrollado análisis de vulnerabilidad al cambio climático y algunos gobiernos subnacionales ya están implementando planes y estrategias para la adaptación al cambio climático. Algunas ciudades ya han desarrollado sus planes para adaptación al cambio climático y se encuentran en proceso de implementación, especialmente a lo que se refiere a gestión de recursos hídricos y saneamiento básico.

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Es importante coordinar la implementación de las diferentes herramientas de adaptación al cambio climático a diferentes escalas y en diferentes ámbitos administrativos, en especial al momento de la actualización de los instrumentos de planificación de las áreas protegidas. Los planes de manejo (maestros) tienen una estructura similar y en los últimos la sección de diagnóstico es mucho más corta. En general no cuentan con una sección específica para implementar medidas de adaptación y mitigación en las áreas protegidas Los sistemas de áreas protegidas no tienen el tema de cambio climático en las guías para la elaboración de planes de manejo, solamente Perú ha desarrollado una metodología para determinar la vulnerabilidad al cambio climático y ha desarrollado un Índice Regional de Cambio Climático (IRCC), que ha sido aplicado a todas las áreas protegidas del SINANPE. Los resultados obtenidos en el estudio utilizando el IRCC en Perú identifican a las ANP potencialmente más vulnerables al cambio climático lo cual deberá ser utilizado tanto en la planificación del Plan Maestro del sistema como en los diferentes planes de manejo de las áreas protegidas. La aplicación del IRCC en las áreas protegidas del Perú permitirá el diseño de medidas de adaptación que aseguren la conservación de las ANP a largo plazo. En las guías para la elaboración de planes de manejo de los tres países se da mayor énfasis a lo procedimental, en especial a los procesos participativos para la elaboración de los planes de manejo, más que a los componentes técnico-teóricos para la gestión de las áreas protegidas. Solamente Bolivia ha desarrollado una nueva metodología para efectividad de manejo que cuenta con una sección específica para evaluar sí el área protegida está implementando medidas de adaptación o mitigación a los efectos del cambio climático, sin embargo, igual que los otros países no tiene la sección específica en sus planes de manejo. Los cambios en las normas a nivel nacional requieren que los instrumentos de planificación de las áreas protegidas sean actualizados constantemente y se deben ajustar los periodos de vigencia de los planes de manejo (maestros) a la legislación actual, especialmente para el caso de Bolivia. Los tres países están desarrollando diferentes herramientas de planificación a diversas escalas y todavía no existe una planificación integral, aunque en el caso de Bolivia existe una norma que establece una planificación integral, sin embargo, las herramientas de planificación de las áreas protegidas no están explicitadas en las normas nacionales de planificación. Ya existen procesos piloto de adaptación al cambio climático a nivel de Estados (Departamentos, Regiones) y a nivel de Municipios (en especial ciudades) que requieren ser fortalecidos mediante la réplica y ampliación de experiencias en otras áreas. Estas experiencias en algunos casos se encuentran en áreas protegidas o en su zona de influencia para lo cual es muy importante adaptar las herramientas de planificación de tal manera que sean concordantes entre ellas.

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Todavía el tema de cambio climático sigue siendo marginal en los tres países y recién se están considerando a nivel de los sistemas de áreas protegidas donde existen diferentes niveles de avance en cada país analizado. Al existir extensa bibliografía y experiencias, en los tres países se podría pensar en adecuar las diferentes estrategias para enfrentar los efectos del cambio climático en las áreas protegidas, utilizando lineamientos generales aplicables a todas las categorías de áreas protegidas en los tres países, que a su vez puedan ser incorporados fácilmente en las guías para elaborar y actualizar planes de manejo. Uno de los mayores desafíos es el de armonizar las herramientas de planificación nacionales, subnacionales y de áreas protegidas en un mismo territorio. 4. LINEAMIENTOS DE CAMBIO CLIMÁTICO A ESCALA DE PAISAJE PARA SER INCORPORADOS EN LOS PLANES DE MANEJO (MAESTROS) DE LAS CINCO APS DEL PAISAJE SUR 4.1 Planificación y cambio climático en las áreas protegidas. La comunidad de conservación en general y muchos autores indican que los sistemas de áreas protegidas juegan un papel fundamental como la estrategia actual más efectiva para la conservación de la biodiversidad a escala global, regional y nacional (Margules & Sarkar., 2009; Hole et al., 2011a). Existe diversa bibliografía acerca de los instrumentos y herramientas de planificación que hacen referencia a la integración del escenario de cambio climático en la gestión de áreas protegidas, entre ellas, Barborak et al (2015) realiza un análisis exhaustivo sobre la planificación de las áreas protegidas y su relación al cambio climático y desarrolla una propuesta de lineamientos o criterios de importancia para mejorar la gestión de las áreas protegidas con el fin de mantener e incrementar la capacidad de resiliencia de los sistemas nacionales de áreas protegidas (SNAP) hacia los impactos del cambio climático y otros factores que afectan los objetivos de conservación de los sistemas. De acuerdo con Cuesta (2015), son tres los principales lineamientos que se debe considerar a nivel de sistema: a) Repensar el diseño de los sistemas de áreas protegidas En el debate actual de la gestión ambiental es evidente que ya no se puede considerar a las áreas protegidas como elementos independientes y suficientes para garantizar la continuidad de los procesos biológicos y evolutivos de ecosistemas bajo proceso de intervención. Desde hace muchos años, los ecólogos debaten acerca de la planificación para la conservación en escenarios de cambios ambientales en torno a teorías de la ecología del paisaje y la ecología de poblaciones (i.e. viabilidad poblacional). Es en esas discusiones que se observan y sistematizan las oportunidades y desventajas de gestionar sistemas nacionales compuestos por pocas áreas protegidas (de diferente nivel administrativo) de gran extensión (dependiendo de la extensión original y remanente del ecosistema) versus muchas áreas pequeñas pero cercanas (Heller & 44


Zavaleta, 2009). El debate científico es en torno a si las áreas grandes serán lo suficientemente amplias como para garantizar que los nichos climáticos desplazados estén presentes o si por el contrario, las áreas pequeñas, localizadas a lo largo de gradientes ambientales, estarán lo suficientemente cercanas como para garantizar la conectividad favoreciendo el movimiento de las especies entre ellas. También existen propuestas intermedias que plantean el establecimiento de una red de áreas protegidas grandes y pequeñas, dentro de paisaje (matriz) de diferentes usos del suelo que favorecen el desplazamiento de las especies y la colonización de hábitats disponibles (Opdam Wascher, 2004; Opdam et al., 2006). Algunos sistemas (Sistema Nacional de Unidades de Conservación de Brasil SNUC-LEY 9.985/2000) han iniciado procesos de gestión integral donde no solo se contemplan áreas protegidas de diferente nivel administrativo (federales, estatales y municipales) y 12 categorías de Unidades de Conservación, cuyos objetivos específicos difieren en forma de protección y usos permitidos (como tierras de pueblos indígenas, reservas de la biosfera, reservas extractivistas, predios agrícolas, etc.) a fin de aumentar la probabilidad de propiciar el movimiento de las especies y sobre todo ofrecer hábitats para mantener a las especies desplazadas en el sistema de áreas protegidas (Ministerio do Meio Ambiente). Varios autores destacan que se debe mantener la conectividad a lo largo de gradientes altitudinales, humedad y condiciones edáficas (Killeen & Solórzano, 2008; Hole et al., 2011). Estas gradientes son importantes para las dinámicas de la comunidad de especies. Adicionalmente, la mayoría de las especies andinas tienen distribuciones elongadas (alargadas), es posible que este diseño físico administrativo del área protegida incremente la posibilidad de contener poblaciones diferentes de una especie que puedan garantizar una mejor capacidad adaptativa ya que tendrían mayor diversidad genética (Jump & Peñuelas, 2005; Thuiller et al., 2008). A nivel de sistemas se recomienda incluir los ecotonos en el diseño de las áreas ya que son clave porque mantienen poblaciones que han estado sometidas a continuas variaciones micro climáticas, y por lo tanto a condiciones continuas de estrés fisiológico (Kupfer & Cairns, 1996; Lutz et al., 2013). Es posible que permanecer en los ecotonos, los individuos de esas poblaciones al estar sometidos a estas condiciones ambientales hayan desarrollado estrategias fisiológicas o ecológicas que les proporciona mayor plasticidad y capacidad adaptativa respecto de las poblaciones que ocurren en los óptimos climáticos (Cavieres & Piper, 2004). Con esta estrategia se estaría incorporando poblaciones de flora y fauna con mayor capacidad de adaptación a las variaciones climáticas y por lo tanto optimizando el mantenimiento de los procesos biológicos y evolutivos en las áreas protegidas y sus áreas de influencia. Existen varios modelos de nicho climático a escala global y otras menores que permiten identificar áreas climáticamente estables en escenarios futuros, las cuales pueden ser consideradas como refugios biológicos, similares a los sugeridos por Fjeldsa (1995) durante las fluctuaciones climáticas del Pleistoceno. Estas áreas contendrían poblaciones pequeñas donde no han ocurrido extinciones locales. El incluir estas áreas climáticamente estables es un criterio clave en el diseño de los sistemas de áreas protegidas, ya que en un enfoque meta poblacional pueden funcionar como conectores entre antiguas y nuevas áreas de concentración de biodiversidad (Vos et al., 2008). 45


Existen diversos estudios que dado el alto grado de incertidumbre respecto a los impactos del cambio climático, la prioridad en la gestión de áreas protegidas debe estar dirigida a incrementar la permeabilidad y conectividad del paisaje a través de la incorporación de nuevas áreas en localidades que reduzcan la distancia entre las áreas protegidas o unidades de conservación existentes, de tal manera que se garantice la capacidad de migración y colonización efectiva de las especies (Opdam & Wascher, 2004; Williams et al., 2005). La recomendación más frecuente reportada por la literatura es la de mejorar la conectividad del paisaje para facilitar migración y colonización de las nuevas áreas climáticamente aptas (Heller y Zavaleta, 2008; Travis, 2003; Opdam & Wascher, 2004; Resco de Dios et al., 2007). El incrementar la cobertura de gradientes ambientales mediante el establecimiento de corredores de conservación es una recomendación frecuente en la literatura, sin embargo no existen suficientes estudios empíricos sobre la efectividad de estos corredores y son dos elementos clave que deben ser investigados: (1) cuál es la configuración espacial que garantice mantener la conectividad entre las poblaciones, (2) cual debería ser la herramienta de monitoreo que asegure que el corredor no facilite la colonización de especies invasoras o la transmisión de vectores que propaguen enfermedades entre áreas protegidas . Antes de utilizar y establecer corredores de conservación o biológicos como herramientas de adaptación al cambio climático, es importante evaluar los dos elementos clave mencionados (Scott et al., 2001; Williams et al., 2005; Loss et al., 2011). En la mayoría de las legislaciones sobre áreas protegidas en Latinoamérica, los corredores de conservación o biológicos no son áreas protegidas per se y por lo tanto no tienen una categoría de manejo, por lo cual se deberá desarrollar lineamientos y guías de buenas prácticas que orienten la gestión de estos corredores definiendo sus objetivos y funcionalidad biológica, su diseño, el modelo de gobernanza, y los aspectos institucionales/administrativos que faciliten su implementación. Varios autores han publicado acerca del diseño de corredores para incrementar la conectividad y en muchos casos favorecer las actividades productivas en áreas rurales que sirvan como herramientas de amortiguación (Vos et al., 2008; Scott Lemieux, 2007; Alger et al., 2001). El enfoque de gestión de paisaje considera la matriz de diversos usos de suelo como un área de uso y ocupación humana que debe incrementar su permeabilidad bajo un enfoque de conservación y restauración para mejorar la capacidad de resiliencia de las áreas protegidas (DeFries et al., 2010). Las recomendaciones para los corredores están dirigidas a fomentar (i.e. a través de incentivos) la incorporación de mejores prácticas de uso de la tierra, tales como sistemas agroforestales para modificar la matriz del paisaje de pastos cultivados hacia sistemas multiestrato, como café y cacao bajo sombra, y sistemas agroforestales en general. Estas medidas pretenden desarrollar una matriz más permeable que facilite la dispersión y movimiento de especies entre los parches de hábitat remanentes que promueva los procesos de restauración y ayude a la regeneración de hábitats idóneos que favorezcan la dispersión y colonización de especies pioneras, contribuyendo a los procesos de sucesión vegetal (Travis, 2003; Opdam & Wascher, 2004). Todas las recomendaciones para el diseño de los sistemas de áreas protegidas, considerando los factores mencionados, tienden a un enfoque de gestión integral de áreas y unidades de uso múltiple con diferentes niveles administrativos, con objetivos de conservación y desarrollo sostenible complementarios (provisión de agua, microclimas, etc.) asociados a las 46


áreas protegidas de diferentes categorías de manejo y nivel administrativo que ya cuentan con gestión. b) Desarrollar un programa de investigación/monitoreo que informe y retroalimente la efectividad de las acciones de manejo que se desarrollen Este segundo lineamiento plantea la idea de generar una red de sitios de investigación de largo plazo (parcelas permanentes) en las zonas definidas en sus planes de manejo (planes maestros) dentro de las áreas protegidas. Esta información es muy importante dentro del enfoque de manejo adaptativo, en especial en un escenario de cambio climático. El conocimiento preliminar sobre los posibles efectos del cambio climático en la biodiversidad se fundamenta primordialmente de modelos de nicho. Es importante desarrollar instrumentos de análisis complementarios para evaluar de manera integral el grado de sensibilidad, exposición y capacidad adaptativa de los elementos de la biodiversidad a diferentes escalas espaciales (Bush et al., 2004). De acuerdo a Cuesta (2015), es importante desarrollar un enfoque integral para el diseño e implementación efectiva de estrategias de adaptación, para lo cual es necesario mejorar el entendimiento de la naturaleza de las amenazas del cambio climático a través de múltiples enfoques. Las observaciones directas, incluyendo los programas de monitoreo de largo plazo, son aplicables a un amplio rango de escalas y son empleadas para evaluar múltiples dimensiones de la vulnerabilidad (Magurran et al., 2010). Los registros paleo ecológicos permiten ampliar las bases de las observaciones empíricas a un conjunto más amplio de tasa, magnitudes y tipos de cambio climático (Bush et al., 2005; Bush et al., 2009; Valencia et al., 2010). Esta información permite explicar la capacidad adaptativa y el grado de riesgos de los organismos, bajo un enfoque evolutivo. Los modelos de nicho son modelos estadísticos basados en correlaciones entre los patrones geográficos de la distribución documentada de las especies y las condiciones del hábitat (i.e. clima) (Elith et al., 2011). Estas metodologías están diseñadas para evaluar el grado de exposición de un conjunto amplio de especies al cambio climático. Los modelos mecanísticos, tales como los modelos poblacionales y eco fisiológicos son diversos, requieren parámetros de calibración específicos a nivel de cada taxón (Sierra-Almeida & Cavieres, 2010) y son muy útiles para evaluar el grado de sensibilidad y capacidad adaptativa. Los métodos experimentales proveen información respecto a los diferentes niveles de la sensibilidad y capacidad adaptativa, y son muy apropiados para parametrizar los modelos mecanísticos (Dawson et al., 2011). c) Planificar para la conservación desarrollando estudios orientados a identificar áreas prioritarias de conservación en escenarios de cambios ambientales globales Si bien, existe bastante literatura sobre herramientas e instrumentos para la planificación sistemática de la conservación (Margules & Sarkak, 2009), los estudios sobre áreas prioritarias de conservación permitirán evaluar la representatividad de los actuales sistemas nacionales, considerando integrar los siguientes factores: ● Modelos asociados de cambio climático y uso de la tierra que permiten integrar a los dos grandes factores de cambios ambientales en la región andina (Chazal & Rounsevell, 2009). 47


● Consolidar y mejorar las bases de datos de ocurrencia actual de especies y ecosistemas para e generar escenarios de priorización con conjuntos de datos más completos sobre los elementos de la biodiversidad (Feeley & Silman, 2011). ● Comparar resultados para diferentes combinaciones de grupos de especies de interés para evaluar si cuando se utilizan diferentes grupos de especies para priorizar áreas, existe una correspondencia entre las áreas seleccionadas o estas áreas cambian. Esto permitirá tener un diseño mucho más robusto de las áreas de conservación (Bladt et al., 2008). ● Generar varios escenarios a partir de diferentes umbrales de dispersión para las diferentes especies modeladas para mejorar los análisis de exposición e identificar especies más sensibles (Thuiller et al., 2008). ● Incorporar la provisión de bienes ecosistémicos claves para el desarrollo y bienestar humano (agua, carbono, etc.) como criterios para la selección de áreas prioritarias de biodiversidad (Chan et al., 2006; Egoh et al., 2008). A manera de conclusión se puede indicar que las áreas protegidas juegan un rol importante al ser la estrategia actual más efectiva para la conservación de la biodiversidad a diferentes escalas geográficas (Hole et al., 2011). Sin embargo, las áreas que componen los sistemas son estáticas en el espacio y en el tiempo. Conforme las dinámicas de uso del suelo y el calentamiento global progresan, los ecosistemas y especies contenidos en su interior experimentan cambios sustanciales. Esto requiere tener un enfoque de repensar a los sistemas de áreas protegidas como parte del enfoque de manejo de paisajes resilientes basados en la teoría de islas, las dinámicas poblacionales y la restauración ecológica. Este manejo del paisaje debe estar articulado a procesos y protocolos de planificación territorial anclados a los esquemas e instrumentos de gobernanza de los sistemas de áreas protegidas en sus diferentes escalas de planificación. La restricción actual es el desconocimiento de cómo la biodiversidad va a responder localmente a estos procesos de cambio, por lo cual el diseño de estrategias basadas en el sentido común, el conocimiento histórico y la información empírica generada a la fecha no es suficiente. Se requiere estructurar un programa de investigación y monitoreo a largo plazo que permita llenar los vacíos de conocimiento, así como monitorear y evaluar las acciones de adaptación bajo un enfoque de manejo adaptativo que retroalimente nuestras decisiones. (Margules& Sarkar., 2009.; Barborak & Cuesta, 2015) 5. LINEAMIENTOS GENERALES PARA LA ACTUALIZACIÓN DE PLANES DE MANEJO EN UN ESCENARIO DE CAMBIO CLIMÁTICO Barborak et al (2015) indica que las áreas protegidas pueden jugar un rol importante en los esfuerzos para mitigar los impactos del cambio climático, adaptarse a los cambios y servir como laboratorios de referencia para el monitoreo de los cambios provocados por el cambio climático. Las áreas protegidas se pueden constituir como aulas al aire libre para educar a los visitantes acerca el cambio climático, su impacto en los ecosistemas y el papel de las áreas protegidas en la mitigación y adaptación (Dudley et al., 2009). En la actualidad, algunos países ya contemplan la realización de una evaluación de vulnerabilidad y un análisis de escenarios posibles de cambio en ecosistemas y el entorno socioeconómico al momento de elaborar un plan de manejo o su actualización (SERNANP, 2014; ICMBIO, 2013) En las guías para la elaboración de planes de 48


manejo de los diferentes países se consideran los posibles efectos y consecuencias de los cambios ambientales sobre el área protegida en los capítulos de diagnóstico esencialmente y en especial en la parte descriptiva del documento (SERNAP, 2012; SERNANP, 2014; IBAMA, 2006). De acuerdo a la bibliografía actual es muy importante que las administraciones de los sistemas nacionales de áreas protegidas actualicen las guías metodológicas para la elaboración de planes de manejo, ya que, si bien la mayoría de los documentos mencionan un escenario de cambio climático e incluso existen análisis de vulnerabilidad al cambio climático, en los capítulos de diagnóstico se identificó que no existen las directrices para que se definan estrategias y acciones destinadas a combatir los efectos del cambio climático. Posiblemente, esta realidad se debe a que las guías fueron publicadas en Bolivia el 2012 y en Perú el 2014. En el caso de Brasil los nuevos planes de manejo están elaborados a partir de la adaptación al contexto legal brasileño del documento utilizado por el servicio de parques nacionales de los Estados Unidos de América (NPS) denominado “Document Foundation”. Esta metodología unifica el enfoque de los planes de gestión de las diferentes categorías de unidades de conservación y simplifica el proceso de elaboración en términos de estructura y enfoque, además de optimizar el tiempo y los recursos. Sin embargo, en planes de manejo aprobados en octubre de 2018 todavía se ha utilizado como principales marcos jurídicos la Ley Nº 9.985 de 2000 (Brasil, 2000), el Decreto Nº 4.340 de 2002 (Brasil, 2002) y la hoja de ruta metodológica para la elaboración de planes nacionales de ordenación forestal (ICMBio, 2009). Las recomendaciones propuestas por March et al (2011) y Barborak et al (2015) para la actualización de los planes de manejo, considerando los impactos del cambio climático así como los grandes desafíos en el tema de cambio climático para la gestión de áreas protegidas amazónicas descritas en el documento sobre lecciones aprendidas y buenas prácticas (Arguedas et al., 2015), están sistematizadas en la Figura 8 que integra y pretende consolidar una propuesta general de lineamientos que deben ser considerados al momento de elaborar y actualizar planes de manejo pese a las diferencias metodológicas y normativas que existen en cada uno de los tres países. Figura 8. Lineamientos generales para la actualización de los planes de manejo en las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico, considerando un escenario de cambio climático Línea estratégica Conservación de la biodiversidad en el paisaje sur del bioma amazónico en un escenario de cambio climático

Acciones ● Evaluar el potencial de almacenamiento de CO2 en pie de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. ● Considerar medidas para aumentar la resiliencia de los ecosistemas afectados por el Cambio climático en cada una de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. ● Evaluar las sinergias que existen con otros sectores gubernamentales para la reducción de amenazas y evitar sinergias adversas, especialmente las relacionadas a programas y estrategias bi y trinacionales en el paisaje sur del bioma amazónico. 49


● Desarrollar modelos de escenarios de Cambio Climático utilizando información a escala de paisaje y área protegida en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Considerar e interactuar con instituciones territoriales locales a fin de armonizar la planificación y las diferentes herramientas para el ordenamiento territorial paisaje sur del bioma amazónico. ● Integrar los planes de manejo de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico en las estrategias locales, nacionales, regionales y globales de Cambio Climático y biodiversidad ● Evitar la fragmentación y aislamiento del paisaje sur del bioma amazónico. mediante propuestas para mejorar la conectividad altitudinal, ecológica y latitudinal. ● Analizar la posibilidad de ampliar el tamaño y límites de las áreas protegidas del paisaje sur, para contar con espacios ecológicamente funcionales para el mantenimiento de la biodiversidad en el bioma amazónico. ● Realizar recomendaciones sobre la creación y políticas de gestión de zonas de amortiguamiento y corredores de conectividad en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Maximizar la representación de tipos de hábitats (terrestres, lacustres y palustres) y ecosistemas en el paisaje sur del bioma amazónico, a través de gradientes ambientales y ecológicos. ● Proteger los posibles refugios climáticos del paisaje sur del bioma amazónico que proporcionan protección a las especies y ecosistemas que tienen la mejor oportunidad de adaptarse al cambio climático global. ● Mantener los regímenes naturales del fuego (evitar supresión innecesaria en ecosistemas adaptados) en el paisaje sur del bioma amazónico. ● No alterar los regímenes naturales de inundación en el paisaje sur del bioma amazónico para mantener los procesos biológicos a largo plazo. ● Fomentar técnicas para promover la productividad y valor ecológico; así como el valor de conectividad de los bosques y sistemas agroforestales en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Prevenir la conversión a monocultivos y practicar los aprovechamientos forestales de baja intensidad en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Considerar la aplicación tecnologías para el análisis de vulnerabilidad de la biodiversidad y las comunidades locales ante el Cambio Climático en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Reconfigurar las redes de áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. para maximizar la resiliencia climática 50


● Desarrollar modelos bioclimáticos del paisaje sur del bioma amazónico. que combinen información específica sobre localización y especies con escenarios de cambio climático para proyectar las tasas, magnitudes y direcciones de las respuestas de las diferentes especies y regiones al cambio climático. ● Proteger áreas de hábitat heterogéneos y fomentar paisajes heterogéneos, o sistemas complejos y variables, con una diversidad de opciones para que las especies las utilicen en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Considerar los sistemas hídricos como corredores de conectividad del bioma amazónico. Gestión participativa en las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico en un escenario de cambio climático

● Considerar el marco legal y las políticas clave en la actualización de los planes de manejo para garantizar la participación comunitaria en las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. ● Respetar los derechos de acceso a los recursos de los pobladores de las áreas protegidas y de sus zonas de amortiguamiento en el marco de las regulaciones de las áreas protegidas, considerando el escenario de cambio climático. ● Considerar en el plan de manejo la coordinación de los esfuerzos privados y públicos para maximizar los mecanismos de adaptación y mitigación en las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. ● Comunicar a los actores del paisaje sur del bioma amazónico. sobre la actualización de los planes de manejo, el valor de las áreas protegidas en el rol de mantener y/o incrementar la resiliencia social, económica y ambiental frente a los impactos del Cambio Climático. ● Articular el conocimiento científico y conocimiento tradicional para los mecanismos de toma de decisiones local en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Identificar los nuevos actores (basado en enfoque de derechos) presentes en el paisaje sur del bioma amazónico que se interesan por la gestión de las Áreas Protegidas en el contexto de Cambio Climático ● Incorporar la problemática del Cambio Climático en las actividades educativas e interpretativas del programa de educación y comunicación ambiental de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. ● Articular el plan de manejo de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico con las diferentes herramientas de planificación a diferentes escalas administrativas incluyendo escenarios de cambio climático

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● Involucrar a las autoridades de las ciudades en el área de influencia de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico para coordinar acciones conjuntas en el marco de la planificación integral. ● Articular estrategias de desarrollo local del paisaje sur del bioma amazónico considerando los escenarios de cambio climático y desarrollar planes de adaptación Restauración de los ecosistemas del paisaje sur del bioma amazónico, considerando un escenario de cambio climático

● Evaluar el estado de conservación de los hábitats y ecosistemas actuales del paisaje sur del bioma amazónico y cómo se pueden recuperar en caso de degradación. ● Definir los objetivos de restauración del paisaje sur del bioma amazónico considerando las condiciones futuras, no las históricas ● Identificar los cambios potenciales en los ecosistemas del paisaje sur del bioma amazónico por efecto del Cambio Climático ● Identificar en las áreas protegidas y sus zonas de amortiguación del paisaje sur del bioma amazónico se están implementando estrategias y actividades de restauración. ● Identificar la existencia de áreas disponibles en el paisaje sur del bioma amazónico para la restauración de ecosistemas, reforestación/forestación ● Proponer y establecer las acciones de restauración tomando en cuenta las áreas adyacentes al área protegida y criterios de conectividad (como corredores) para reducir la fragmentación del paisaje sur del bioma amazónico ● Recomendar sitios y técnicas de restauración ecológica sistemática para las áreas protegidas y zonas de amortiguamiento en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Mantener la diversidad genética y promover la salud de los ecosistemas del paisaje sur del bioma amazónico a través de la restauración. ● Mantener y facilitar los procesos de migraciones locales de especies y en caso necesario realizar introducciones en nuevas áreas del paisaje sur del bioma amazónico o crear corredores para favorecer la conectividad. ● Proteger a las especies (ex situ) en situación más crítica o en peligro, y cuando sea posible restaurar poblaciones de especies anteriormente presentes en sitios apropiados del paisaje sur del bioma amazónico. ● Articular el conocimiento científico y conocimiento tradicional (técnicas ancestrales) en la restauración del paisaje sur del bioma amazónico.

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● Identificar hidro ecosistemas del paisaje sur del bioma amazónico que hayan sido alterados y proponer adecuaciones para recobrar su funcionalidad Manejo de especies, ecosistemas y biomas en un escenario de cambio climático

● Considerar la información actualizada acerca el efecto del Cambio Climático en las especies y procesos ecológicos del paisaje sur del bioma amazónico para incluir en los planes de manejo de las áreas protegidas. ● Evaluar si existe la posibilidad de que las especies migren y sean viables en el paisaje sur del bioma amazónico si las condiciones de las áreas protegidas se ven afectadas por el Cambio climático. ● Evaluar las sinergias entre las áreas protegidas y otros instrumentos de conservación del paisaje sur del bioma amazónico para una adaptación a los efectos del Cambio Climático. ● Considerar sitios de paso (islas y fragmentos de bosque) como elementos de conectividad, conservación y desarrollo sostenible para actividades agrícolas y ganaderas dentro del paisaje sur del bioma amazónico. ● Considerar la conectividad de los ecosistemas más allá de las zonas de amortiguación de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. ● Proteger grupos funcionales de especies clave del paisaje sur del bioma amazónico. ● Controlar activamente plagas y especies invasoras en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Fomentar técnicas para promover la productividad y valor ecológico; así como el valor de conectividad de los bosques y sistemas agroforestales en el paisaje sur del bioma amazónico dentro, alrededor y entre áreas protegidas. ● Prevenir la conversión a monocultivos y practicar los aprovechamientos forestales de baja intensidad en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Proteger ex situ a las especies en situación más crítica o en peligro, y cuando sea posible restaurar poblaciones de especies anteriormente presentes en sitios apropiados del paisaje sur del bioma amazónico. ● Desarrollar redes de áreas protegidas y medidas de conectividad que puedan adaptarse al cambio climático en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Proteger el ecosistema y sus funciones que construyen la resiliencia del paisaje sur del bioma amazónico frente al cambio climático. ● Considerar la conservación de especies clave como mecanismo de conservación para hábitats y ecosistemas del paisaje sur del bioma amazónico 53


● Considerar el mantenimiento de la calidad del agua en los hidro ecosistemas del paisaje sur del bioma amazónico a fin de preservar las dinámicas naturales y la presencia de los recursos hidrobiológicos. Servicios ecosistémicos en un escenario de cambio climático

● Identificar, evaluar y dar a conocer la importancia de los servicios ecosistémicos de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico ● Analizar si las estrategias de desarrollo de la región y sus herramientas de planificación toman en consideración los servicios ecosistémicos que brindan las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. ● Analizar los posibles efectos del cambio climático a los servicios ecosistémicos que brindan las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico ● Evaluar si el tamaño actual de las áreas protegidas es adecuado para asegurar los servicios ecosistémicos del paisaje sur del bioma amazónico considerando un escenario de cambio climático. ● Identificar medidas para garantizar la permanencia de los servicios ecosistémicos en el paisaje sur del bioma amazónico ● Identificar los nuevos actores que se interesan por los servicios ecosistémicos que brinda las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico ● Articular conocimiento científico y conocimiento tradicional para la identificación de servicios ecosistémicos del paisaje sur del bioma amazónico.

Rescate de especies en un escenario de cambio climático

● El plan de manejo debe considerar acciones para el rescate de especies de flora y fauna priorizadas por su vulnerabilidad frente a fenómenos climáticos extremos ● Identificar las especies endémicas y amenazadas de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico que se deben considerar para una estrategia de conservación ex situ ● Establecer alianzas estratégicas con organizaciones de conservación nacionales e internacionales especializadas en conservación ex situ.

Reducción de riesgos y desastres en un escenario de cambio climático

● Identificar las zonas y poblaciones vulnerables al interior y fuera de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. ● Investigar acerca de la relación entre la gestión del área protegida y su papel en la reducción de los impactos de los eventos climáticos extremos ● Incluir a las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico en la estrategia regional de reducción de riesgo ante desastres

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● Diseñar mecanismos de coordinación entre las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico y las instituciones responsables de la gestión de riesgos y desastres (defensa civil, ejercito, policía, bomberos, etc.) para una planificación preventiva, alerta temprana y lucha frente a desastres ● Comunicar la importancia de las áreas protegidas para la reducción de riesgos y desastres a las instituciones que elaboran las propuestas de estrategias de desarrollo en el paisaje sur del bioma amazónico. ● Elaborar una estrategia para reducción de riesgos y responder ante emergencias del paisaje sur del bioma amazónico. ● Articular conocimiento científico y conocimiento tradicional, así como los mecanismos de organización social local para el diseño de la estrategia de gestión de riesgos y desastres de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. Gestión administrativa del área protegida

● Desarrollar un plan financiero que considere la mitigación de impactos económicos, debidos al cambio climático, a la gestión (logística, reducción de riesgos, gestión de desastres) de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. ● Considerar mecanismos financieros para la sostenibilidad de la gestión de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico que considere los impactos del cambio climático ● Fortalecer las capacidades sobre cambio climático del personal de las áreas protegidas, los actores institucionales y población involucrada en las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. ● Desarrollar un programa de difusión del plan de manejo y en especial del rol e importancia que tiene el área protegida en el paisaje sur del bioma amazónico en un escenario de cambio climático.

Fuente: Elaboración propia en base a: Amend S. (2010).; Arguedas, S. et al (2015); Barborak et al (2015); March et al (2011); Schramm D. et al (2011)

6. LINEAMIENTOS PARA LA INCLUSIÓN DEL TEMA DE CAMBIO CLIMÁTICO EN CADA ÁREA PROTEGIDA DEL PAISAJE SUR DEL BIOMA AMAZÓNICO A continuación, se describen propuestas específicas de las cinco áreas protegidas que se encuentran en el paisaje sur del bioma amazónico considerando sus planes de manejo actuales y las futuras adecuaciones que se deben realizar en las guías para la actualización de los instrumentos de planificación de las áreas protegidas.

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Muchos de estos procesos de actualización de los planes de manejo de las áreas protegidas ya se iniciaron algún tiempo atrás y es oportuno considerar la temática del cambio climático en los procesos de consulta y en especial en la elaboración final de los instrumentos de planificación. Las propuestas solo son indicativas ya que en el proceso de actualización pueden cambiar las guías e incluso directivas estratégicas en cada sistema de áreas protegidas por lo cual no tienen un carácter prescriptivo. 6.1 RESERVA NACIONAL DE VIDA SILVESTRE AMAZONICA MANURIPI – BOLIVIA Antecedentes El Plan de Manejo de la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica 2012 – 2022, ha sido elaborado con la participación de los actores sociales y económicos presentes en la Reserva y es el instrumento estratégico que permite orientar la gestión del área protegida hacia un proceso de mejora continua, a través de acciones estratégicas para el mediano y largo plazo. El Plan de Manejo está orientado a conservar la diversidad biológica, el mantenimiento de la calidad ambiental y a mejorar las condiciones de vida de los actores que se encuentran dentro el área protegida, respondiendo de esta manera a los objetivos y políticas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) de Bolivia. Para guiar la gestión del área protegida hacia una situación ideal a la cual desean llegar tanto los actores sociales como el SERNAP, se ha construido la siguiente visión compartida: “En 2021 la RNVSA Manuripi, fuente de vida y herencia para el país, mantiene sus funciones ambientales, culturales, sociales y económicas, donde la población vive bien a través del aprovechamiento ordenado y certificado del bosque” Los objetivos de gestión del área protegida son: •

Preservar de forma efectiva el patrimonio natural de la Reserva Manuripi.

Contribuir al desarrollo socioeconómico en beneficio de la población de la reserva.

Profundizar la participación de los actores locales de la reserva en la gestión compartida.

Integrar la gestión del área protegida al contexto local, nacional e internacional.

Fortalecer y desarrollar capacidades integrales del SERNAP

El Plan de Manejo mantiene el formato establecido por el SERNAP y el componente de planificación tiene la visión, objetivos de gestión, lineamientos y programas. En el plan de manejo vigente no se menciona de manera explícita temas de cambio climático, solo en el diagnóstico se menciona el escenario de cambio climático como un factor limitante en los procesos productivos ya que se incrementan las sequias, lo que también incrementa el riesgo de incendios. No existe en el diagnostico un capítulo específico para determinar el posible impacto (escenarios) del cambio climático en la reserva y por lo tanto la planificación no provee mecanismos para 56


evaluar la gestión en un escenario de cambio climático. Para la actualización del plan de manejo se debe explicar las opciones de hacer un análisis de vulnerabilidad al cambio climático o adoptar la implementación de medidas robustas de acuerdo con la Convención Marco sobre Cambio Climático. En la actualidad existe un documento de trabajo con una propuesta preliminar para incluir el enfoque de cambio climático y gestión de riesgos en los lineamientos estratégicos (Cabrera, 2017), en el supuesto que se mantendrían las guías actuales para la actualización de planes de manejo, las directrices políticas a nivel nacional y la estructura actual del instrumento de planificación. La guía actualizada para la elaboración de planes de manejo no contiene instrucciones para la consideración de aspectos de cambio climático en ninguno de sus componentes, lo cual deberá ser complementado a fin de que el principal órgano de planificación del área protegida sea consistente con la herramienta de Estado de gestión y efectividad de manejo (EGEM), la cual contempla una sección específica sobre cambio climático. En la actualidad la guía para la elaboración de planes de manejo es más una guía procedimental para la elaboración a planes de manejo y deberá ser actualizada en la parte sustantiva considerando los cambios en la legislación (ley de la madre tierra, Ley 777 SPIE, etc.) así como los criterios definidos en el EGEM para que las herramientas sean compatibles a través de las diferentes escalas administrativas y territoriales. En octubre de 2017 se realizó el Taller de escenarios climáticos para la planeación y manejo de la Reserva Manuripi en la Ciudad de Cobija, a fin de reflexionar y generar discusiones relacionadas a los efectos de la variabilidad climática vinculada a los medios de vida de las personas. En el taller se llegaron a conclusiones (Figura 9) que serán un insumo importante para afinar los procesos de planificación del área protegida.

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Figura 9. Conclusiones del Taller: Escenarios Climáticos para la Planeación y Manejo de la RNVSA Manuripi (WWF, 2017). CIPA-Universidad Amazónica de Pando La generación de alianzas estratégicas institucionales son una oportunidad para impulsar acciones de adaptación a los efectos del cambio climático en la región del norte amazónico.

SERNAP WWF Universidad de Columbia, USA UFAC – Acre, Brasil UMSS ACEAA CIPCA

Agenda específica institucional sobre las acciones inmediatas, importantes y urgentes a realizarse para contrarrestar los efectos del cambio climático en la producción de la castaña en el norte amazónico.

Se debe incluir la variable de cambio climático dentro la planificación y la generación de instrumentos de planificación de las áreas protegidas, asociado a la incorporación de los nuevos lineamientos de planificación establecido por el Estado Plurinacional de Bolivia.

Investigación dinámica poblacional Investigación polinizadores Investigación sobre enfermedades y plagas Investigación sobre dispersores

Ley 777 del Sistema de Planificación Integral del Estado – SPIE. Ley 071 Derechos de la Madre tierra Ley 300 Marco de la Madre Tierra

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Perdida de la navegación por al menos 6 meses Reducción de la producción de la castaña de 40 al 70% Afectación a los cultivos de subsistencia Alteraciones de la producción de Asaí Riesgos climáticos y los impactos ambientales más importantes en la Reserva Nacional de Vida Silvestre Manuripi.

Interrupción de los caminos carreteros Disminución del turismo Muerte de animales por sequias e inundaciones Incremento de los incendios forestales Alteración de los ciclos reproductivos Incremento de enfermedades tropicales Invasión de fauna silvestre a los cultivos Muerte de árboles Incremento de plagas y enfermedades Mayor presión sobre el bosque Migración de la gente.

Fuente: Taller Escenarios Climáticos para la Planeación y manejo de la RNVSA Manuripi. WWF (2017)

En el reporte de Advance, que es una asociación entre el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y el Centro de la Universidad de Columbia para la investigación de sistemas climáticos (CCSR) en el Instituto de la tierra (Horton, 2016), se indica que la temperatura estacional y las proyecciones de precipitación para la Reserva Nacional de Vida Silvestre Manuripi indican un calentamiento anual de aproximadamente 1 a 1,5 º C en un futuro próximo (2011-2040), aumentando a 2-3 º c a mediados de siglo (2041-2070). El calentamiento es más pronunciado durante la estación seca que durante la estación húmeda. Para mediados de siglo, este patrón se intensifica a un medio grado considerable de calentamiento adicional en comparación con la estación húmeda. Los aumentos moderados o las disminuciones en la precipitación total anual (~ 5%) son igualmente plausibles en un futuro próximo, con una probabilidad ligeramente mayor de una 59


tendencia de secado hacia mediados de siglo. La lluvia de temporada húmeda muestra una variedad de cambios probables similares a los del nivel anual, con aumentos moderados o disminuciones probables. Por el contrario, el rango de cambios probables proyectados en la lluvia de la estación seca se desplaza marcadamente hacia las condiciones de la secadora, lo que implica una disminución significativa (17%) a leves aumentos (2%). Un cierto grado de calentamiento durante la estación de lluvias es virtualmente seguro que se espera una la tensión evaporativa al ecosistema. Durante la estación húmeda, esto podría ser parcial o totalmente compensado por aumentos en la lluvia, o exacerbado por el secado. Para la estación seca, la combinación de la tendencia de secado con un fuerte calentamiento es probable que resulte en una mayor frecuencia y severidad de la sequía. Estas predicciones climáticas pueden tener implicaciones para la castaña y posiblemente para otros productos del bosque ya que sus rendimientos pueden verse afectados. La Castaña es un recurso natural importante para la reserva, ya que produjo más de 1 millón de bolivianos por concepto de uso de recursos naturales. El plan de manejo indica que Manuripi tiene importancia por sus funciones de regulación del clima, mitigación de efectos del cambio climático y el mantenimiento de procesos hídricos. Funciones que son importantes para el sustento de la vida natural, incluyendo el hombre. El plan de manejo actual tiene 5 objetivos estratégicos (Figura 10) que marcan las rutas de acciones más aconsejables para la concreción de la visión y de los objetivos de gestión. Los lineamientos deben tener una dimensión conceptual, de principios u orientaciones generales que guíen las actividades específicas que se derivan de éstas. Además, señalan los principales actores involucrados como responsables o ejecutores, así como la priorización temporal (en tiempo o en grado de priorización) y espacial que deben orientar las actividades en la fase de planificación operativa posterior (SERNAP, Guía para la Elaboración de Planes de Manejo, 2005). Figura 10. Objetivos de Gestión del Plan de Manejo de la RNVSA Manuripi 2012 – 2022. OG1: Preservar de forma efectiva el patrimonio natural y cultural de la reserva Manuripi OG2: Contribuir al desarrollo socioeconómico en beneficio de la población de la reserva. OE3: Profundizar la participación de los actores locales de la reserva hacia la gestión compartida OE4: Integrar la gestión del área protegida al contexto local, nacional e internacional OE5: Fortalecer y desarrollar capacidades integrales del SERNAP‐Manuripi y en los actores sociales locales para la gestión efectiva del área protegida. Fuente: Plan de Manejo de la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi 2012 – 2022.

Cada objetivo estratégico está dividido a su vez en lineamientos estratégicos que contienen las acciones dirigidas a cumplir con los objetivos de gestión y visión planteados para la RNVSA Manuripi. En ningún nivel de este instrumento de planificación se encuentra referencia al cambio climático, sin embargo, muchas de estas acciones son elementos que contribuyen efectivamente a paliar

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los efectos del cambio climático y será muy fácil incorporar conceptos de cambio climático e indicadores en una actualización del plan de manejo. Esta herramienta de planificación se operativiza a través de programas de gestión en los cuales tampoco existe mención al tema de cambio climático. Está muy detallada la zonificación, pero no existe como criterio el mantenimiento de los hábitats para incrementar resiliencia al cambio climático. De acuerdo con la Guía para la Elaboración y Actualización de Planes de Manejo de áreas Protegidas (SERNAP, 2012), en la sección específica de actualización de Planes de Manejo de Áreas Protegidas se sugieren 6 etapas para el proceso de actualización (Figura 11). Figura 11. Etapas y pasos para la actualización de planes de manejo de áreas protegidas de Bolivia ETAPAS ETAPA 1. ESTABLECIMIENTO DE CONDICIONES PREVIAS

ETAPA 2. ORGANIZACIÓN DEL PROCESO PARA LA PLANIFICACIÓN

ETAPA 3. DIAGNÓSTICO

ETAPA 4. ZONIFICACIÓN

PASOS PASO 1.1. Evaluación del nivel de ejecución y cumplimiento del Plan de Manejo anterior e identificación de los requerimientos prioritarios de actualización y ajuste. PASO 1.2. Formulación del proyecto de actualización del Plan de Manejo en función a las prioridades de actualización identificadas. PASO 1.3. Concertación y aprobación del proyecto de actualización del plan de manejo. PASO 2.1. Contratación del equipo técnico de apoyo a la actualización del plan de manejo (si corresponde). PASO 2.2. Conformación del comité impulsor del plan de manejo (si se ve pertinente según el proyecto de actualización del Plan de Manejo). PASO 2.3. Elaboración del plan de trabajo a detalle para la actualización del plan de manejo. PASO 2.4. Inicio del proceso de información y capacitación sobre el Plan de Manejo y su proceso de actualización (si se considera pertinente). PASO 3.1. Revisión de modificaciones a los mandatos normativo, político y social del área protegida, desde la conclusión de la formulación del anterior plan de manejo. PASO 3.2. Identificación de cambios relevantes en la información actual disponible que justifique la actualización del diagnóstico y relevamiento de información secundaria y primaria en función a los requerimientos de actualización priorizados. PASO 3.3. Revisión y ajuste de la caracterización del AP, con énfasis en los requerimientos prioritarios de actualización identificados. PASO 3.4. Revisión y ajuste del diagnóstico del AP en función a los requerimientos de actualización identificados y priorizados. PASO 4.1. Identificación y evaluación de los conflictos surgidos de la aplicación de la zonificación actual. PASO 4.2. Concertación de la zonificación ajustada del área protegida. 61


ETAPA 5. MARCO ESTRATÉGICO (LARGO PLAZO – 10 AÑOS) ETAPA 6. MARCO PROGRAMÁTICO (MEDIANO PLAZO – 3 AÑOS)

PASO 4.3. Reporte técnico del proceso de actualización y ajuste concertado de la zonificación. PASO 5.1. Revisión y evaluación de la vigencia del Marco estratégico actual e identificación de requerimientos de ajuste y actualización. PASO 5.2. Propuesta de marco estratégico ajustado y concertación. PASO 5.3. Definición (revisión) de indicadores de impacto y establecimiento de metas trianuales a cumplir. PASO 6.1. Construcción y concertación de los objetivos generales por programa (ámbito) de gestión. PASO 6.2. Construcción y concertación de los objetivos específicos por objetivo general de cada programa (ámbito). PASO 6.3. Construcción y concertación de los lineamientos de acción por cada objetivo específico. PASO 6.4. Definición de indicadores de resultado/proceso y metas anuales a cumplir.

Fuente: Elaboración propia en base a SERNAP (2012)

Si bien la guía es más indicativa que prescriptiva, menciona claramente los pasos para realizar el proceso mencionado en el paso 5.1. Sobre la revisión y evaluación de la vigencia del Marco estratégico actual e identificación de requerimientos de ajuste y actualización, la guía indica que considerando los posibles cambios identificados en los mandatos normativo, político y social del AP, la actualización de la caracterización en función a la nueva información relevante identificada, el ajuste del diagnóstico realizado en función al análisis de la información de la caracterización contrastando con los mandatos del AP, etc., será necesario realizar una evaluación y ajuste de los cambios necesarios al marco estratégico del Plan de Manejo en proceso de actualización, para ello será oportuno realizar una revisión y actualización de la visión, objetivos y lineamientos en función al diagnóstico actualizado y a la evaluación del nivel de cumplimiento de los mismos. En el paso 5.2. se indica que una vez identificados los requerimientos de actualización y ajuste de la visión, los objetivos estratégicos y los lineamientos estratégicos, se debería proceder a trabajar técnica y socialmente la redacción de las modificaciones a los mismos, construyendo un marco estratégico actualizado que sea puesto, según el nivel de ajustes y modificaciones realizados, a consideración del comité impulsor, el comité de gestión o, si así se lo ve pertinente, de los actores sociales locales involucrados en la gestión integral del área protegida. Este proceso de concertación de la actualización del marco estratégico debería concluir con un acta de conformidad con el marco estratégico actualizado y consensuado. Considerando los pasos 5.1 y 5.2 es evidente que todo el marco de planificación podría cambiar y por lo tanto cualquier ejercicio sobre la base del plan vigente será solamente referencial ya que la actualización dependerá mucho de cómo se realice el proceso y cuanto pudo cambiar la realidad y las condiciones del área protegida. Cabrera, (2017) ha desarrollado una propuesta para la incorporación de lineamientos de cambio climático en el actual plan de manejo de la Reserva Manuripi que ha sido elaborada participativamente con los principales actores de la Reserva. La propuesta se basa en el actual 62


plan de manejo y mantiene todos los objetivos de gestión y se adicionan lineamientos específicos para considerar el escenario de cambio climático. La figura 12, muestra la incorporación de los lineamientos específicos referidos a cambio climático en la matriz de lineamientos del Plan de Manejo actual del área protegida (en verde). Estos lineamientos también consideran los lineamientos generales descritos en la sección 2 del presente documento. Figura 12. Lineamientos estratégicos específicos para considerar el escenario de cambio climático. Objetivos de Gestión OG1: Preservar de forma efectiva el patrimonio natural y cultural de la reserva Manuripi.

Lineamientos Estratégicos Lineamientos estratégicos OE1 LE.1.1. Desarrollo e implementación del sistema de protección y vigilancia en el marco de la gestión compartida entre SERNAP, comunidades y barraqueros. LE.1.2. Consolidación de los sistemas de: monitoreo biológico, aprovechamiento de los recursos forestales no maderables y de las actividades, obras y proyectos. LE.1.3. Recuperación de ambientes degradados y contaminados a través de prácticas y técnicas como la reforestación. LE.1.4. Diseño, concertación y aplicación de normas locales y técnicas para la preservación de la biodiversidad. LE.1.5. Desarrollo de un programa de investigación básica y aplicada relevante para la gestión del área protegida. LE.1.6. Desarrollo de un plan de contingencia, gestión de riesgos climáticos y desastres naturales. LE.1.7. Desarrollo de acciones y líneas de investigación en cambio y riesgos climáticos. LE.1.8. Implementación de acciones de prevención y control de incendios forestales. LE.1.9. Diseño e implementación de un plan de gestión de residuos sólidos.

OG2: Contribuir al desarrollo socioeconómico en beneficio de la población de la reserva.

Lineamientos estratégicos OG2 LE.2.1. Impulso de la certificación de producción ecológica (orgánica) sustentable de productos no maderables del bosque: castaña, goma, otros. LE.2.2. Ordenamiento del aprovechamiento sustentable del bosque. LE.2.3. Diseño e implementación de estrategias, planes, proyectos y programas para la seguridad alimentaria, el manejo de vida silvestre y el turismo.

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OE3: Profundizar la participación de los actores locales de la reserva hacia la gestión compartida.

OE4: Integrar la gestión del área protegida al contexto local, nacional e internacional

OE5: Fortalecer y desarrollar capacidades integrales del SERNAPManuripi y en los actores sociales locales para la gestión efectiva del área protegida.

LE.2.4. Desarrollo y compatibilización de normativa técnica y local para el manejo de recursos dentro de la reserva. LE.2.5. Impulso de la diversificación de la producción sustentable forestal no maderables del bosque: Castaña, Goma, Asaí, otros. LE.2.6. Diseño de un plan de enriquecimiento del bosque de Castaña. LE 2.7. Prevenir la conversión a monocultivos y practicar los aprovechamientos forestales de baja intensidad en zonas donde el plan de manejo y el índice de vulnerabilidad lo permitan. Lineamientos estratégicos OE3 LE.3.1. Fortalecimiento de la instancia de participación social (Comité de Gestión) como instancia de articulación de los actores locales de la reserva. LE. 3.2. Diseño e implementación de un plan de educación ambiental para la inserción de la temática ambiental en el Sistema Educativo. LE. 3.3 Articular conocimiento científico y conocimiento tradicional para la identificación de servicios ecosistémicos. Lineamientos estratégicos OE4 LE.4.1. Articulación de acciones de la reserva con los actores públicos y no públicos relevantes para la gestión a nivel local, nacional e internacional. LE 4.2. Coordinar con las herramientas de planificación y las diferentes herramientas para el ordenamiento territorial más allá de la jurisdicción del área protegida LE 4.3 Integrar el plan de manejo del área protegida en las estrategias nacionales y regionales de cambio climático y biodiversidad Lineamientos estratégicos OE5 LE.5.1. Desarrollo de capacidades integrales (técnicas, financieras y administrativas) de los gestores estatales de la reserva. LE.5.2. Desarrollo de capacidades integrales de los actores locales (comunidades, propietarios de predios individuales o barraqueros) para la gestión de la reserva. LE.5.3. Implementación de acciones para la formación de líderes en cambio climático y gestión de riesgos. LE 5.4 Implementación de técnicas para promover la productividad y valor ecológico; así como el valor de conectividad de los bosques y sistemas agroforestales dentro, alrededor y entre áreas protegidas.

Fuente: Elaboración propia en base a Cabrera (2017)

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Se puede observar que la propuesta integra muchos de los lineamientos generales descritos en la literatura, sin embargo, la incorporación de lineamientos estratégicos depende del proceso de actualización, es por eso la importancia de que todos los instrumentos de planificación hayan sido revisados y adecuados a nuevas normas y conocimientos técnicos y científicos desarrollados las guías de actualización del plan de manejo y adecuarlas al EGEM para que el sistema de planificación, evaluación y monitoreo utilicen las mismas variables y criterios. Conclusiones para la RNVSA Manuripi El desarrollo de lineamientos específicos para la actualización del plan de manejo para la Reserva Manuripi debe ser considerado más que nada como parte de recomendaciones e insumos técnicos ya que el contenido final debe seguir los procesos establecidos por el SERNAP. Es importante considerar los lineamientos generales sobre el contenido de los planes de manejo en un escenario de cambio climático ya que proporcionan una fuente de información amplia y fácilmente adaptable a los planes de manejo de las áreas protegidas en la región. El plan de manejo de la reserva será actualizado cuando concluya su periodo de vigencia (2022), sin embargo, de ser necesario podría ser actualizado antes y debe considerar adecuadamente la necesidad de integrarse con las diferentes herramientas de gestión, tanto de nivel nacional como internacional. De acuerdo la SPIE (Ley 777) la única herramienta de planificación con vigencia de 10 años es el PGDES y las otras herramientas de planificación territorial (PSDI, PDTI) tienen una vigencia de 5 años. La autoridad competente en áreas protegidas deberá adecuar sus procedimientos en función a la norma existente, lo cual podría modificar el tiempo de vigencia de los planes de manejo. Los ejercicios específicos sobre la actual herramienta de planificación solo tienen un carácter referencial ya que en el proceso de actualización se pueden cambiar los objetivos de gestión y por lo tanto existirán nuevas líneas estratégicas a las cuales deberá responder el equipo planificador. Sin embargo, el contar con información general (lineamientos) facilita la discusión con los diferentes actores y permite escoger las mejores opciones para cada área. El ordenamiento territorial integral es la mejor herramienta para contrarrestar los posibles efectos de cambio climático en las áreas protegidas y requiere sistemas de diseño y monitoreo que permitan investigar el impacto de la variabilidad climática La herramienta para evaluar la gestión y efectividad de manejo de las áreas protegidas (EGEM) contiene una sección específica sobre el cambio climático sin embargo no determina criterios para la determinación de cambios o impactos causados por el cambio climático lo cual se presta a valoraciones subjetivas, Las normas actuales no consideran a los planes de manejo de áreas protegidas como componente del sistema de planificación integral del estado ya que la temporalidad para la mayoría de los planes estratégicos es de cinco años.

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Recomendaciones para la RNSV Manuripi Se recomienda la elaboración de lineamientos generales que incorporen las variables de cambio climático a nivel del sistema nacional de áreas Protegidas para que sirvan de guía en los procesos de elaboración y actualización de planes de manejo. Las guías deben ser más específicas en lo que se refiere al contenido y en especial a que información y herramientas de análisis que estén integradas al EGEM y otras herramientas de planificación del Sistema Nacional de Áreas protegidas La autoridad competente debe desarrollar las guías de planificación, así como los formatos para la inclusión del cambio climático en la gestión de las áreas protegidas. Se deben ampliar las consideraciones sociales ya que la mayoría de los documentos están más dirigidos al componente de la biodiversidad más que a la gestión participativa de las áreas protegidas. Se debe coordinar con el Ministerio de Planificación del Desarrollo para que los instrumentos de planificación de las áreas protegidas sean parte del sistema Integral de planificación. Se debe desarrollar planes de investigación y monitoreo a largo plazo donde las universidades y centros de investigación provean información para apoyar la toma de decisiones en el área protegida respecto al impacto de la variabilidad climática y el cambio climático. Se debe analizar el grado el índice de vulnerabilidad que tiene la RNVSA Manuripi, en especial considerando que casi todo el estado de Acre se encuentra en un alto grado de intervención y la RNVSA solo mantiene conectividad ecosistémica con el Perú. Se deberán utilizar herramientas de manejo adaptativo en el proceso de actualización del plan de manejo y considerar los ejercicios específicos sobre la actual herramienta de planificación como elementos referenciales y no prescriptivos. Se debe considerar los conceptos de sistemas de vida para vivir bien como herramienta de planificación integral como parte del conjunto de medidas que sirvan para contrarrestar los posibles efectos del cambio climático en las áreas protegidas. La herramienta para evaluar la gestión y efectividad de manejo de las áreas protegidas (EGEM) debe incluir criterios y metodologías de evaluación de impactos causados por el cambio climático. Esta herramienta podrá ser de gran utilidad para el personal en terreno ya que eliminará las valoraciones subjetivas. 6.2 RESERVA EXTRACTIVISTA CAZUMBA IRACEMA – BRASIL Las reservas extractivistas son unidades de conservación (UC) creadas bajo la demanda de comunidades extractivistas interesadas en mantener su forma de vida tradicional. Las primeras UC de este tipo fueron creadas por decreto federal en 1990, en un contexto en el que las principales decisiones relacionadas con su gestión eran prerrogativas de sus asambleas comunitarias, teniendo como instrumento rector su plan de uso (normas para el uso de los recursos naturales y la buena convivencia), preparados por los residentes de la zona. La 66


incorporación de reservas extractivistas al Sistema Nacional de Unidades de Conservación (SNUC), en 2000, fue el resultado del reconocimiento de su importancia como instrumento de conservación. La misión de la Reserva Extractivista Cazumba – Iracema es "promover, a partir de alianzas con diversos segmentos de la sociedad, especialmente con las comunidades locales, sobre la condición de beneficiarios principales y para la gestión de la unidad, la conservación, preservación y uso sostenible de recursos naturales de una porción significativa del bioma amazónico en el estado de Acre, asegurando el mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones residentes, en armonía con el mantenimiento de su cultura y estilo de vida tradicional." Los objetivos específicos son: ● Mantener una baja presión antrópico en toda la reserva, asegurando el mantenimiento de la biodiversidad y servicios ambientales ofrecidos por la Unidad de Conservación; ● Preservar el valioso material biológico, valores y conocimiento cultural, permitiendo su uso presente y futuro por las comunidades tradicionales y otros segmentos de la sociedad; ● Fortalecer la organización de las comunidades residentes, para que comprendan y ejerzan plenamente su papel socioambiental de cogestión de la unidad; ● Asegurar que los residentes estén registrados en la accesibilidad a los recursos naturales vitales, a largo plazo, de acuerdo con la tradición extractivista; ● Mejorar las condiciones de vida de los residentes de la UC y, si es posible, el medio ambiente, especialmente en materia de salud y educación; ● Fortalecer la organización de las comunidades residentes para permitir, entre otros beneficios, su desarrollo económico de una manera compatible con los objetivos de la UC, a partir de las pautas establecidas en este plan; ● Asegurar que la reserva funcione como zona de amortiguamiento, contribuyendo a reducir los impactos socioambientales negativos en las áreas protegidas ubicadas en su entorno, y que admitan menos grado de intervención; ● Proteger la microcuenca del río Caeté; ● Aumentar el conocimiento sobre la biodiversidad y los procesos ecológicos de la reserva con el fin de subvencionar las acciones específicas de gestión y la generación de beneficios para la sociedad; ● Proteger la fauna, la flora y otros recursos naturales, regulando su uso en las áreas permitidas, de acuerdo con los instrumentos de manejo, y estableciendo áreas seguras para su mantenimiento;

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● Contribuir a la difusión y a una mejor comprensión de la importancia socio-ambiental y económica de la reserva por los distintos actores locales y regionales, con el objetivo de su inserción y mayor integración a los procesos de desarrollo regional. En el plan de manejo se indica que las áreas del SNUC contribuyen a objetivos amplios y uno de ellos es la regulación del clima, sin embargo, el documento del plan de manejo de la Resex Cazumba Iracema no hace referencia explícita al cambio climático, sin embargo, existen acciones que mitigan los efectos del cambio climático. En la RESEX Cazumba Iracema existen iniciativas para la gestión de recursos naturales en el marco del PRONATEC y no se pudo evidenciar si en todas esas iniciativas existe la preocupación de los impactos del cambio climático (da silva 2018). La zonificación de la reserva se compone de su división en sectores o zonas, con objetivos operacionales para ordenar el uso del espacio, con el fin de asegurar el uso sustentable de los recursos naturales y la conservación y preservación de ambientes frágiles. Es un instrumento de planificación que establece normas y restricciones en el uso de recursos en las diferentes regiones de la unidad para que sus objetivos a largo plazo se logren, en el plan de manejo se definen 8 zonas, siendo la de preservación similar a la zona núcleo en la legislación boliviana. A diferencia de otros planes de manejo de otros países se destaca la relación de gestión que debe existir con otras áreas protegidas colindantes y cercanas ya que la reserva juega un rol de buffer o amortiguación a otras categorías en el sistema de unidades de conservación. La reserva extractivista aporta al SNUC ya que colinda con dos florestas nacionales y un parque estatal, lo cual la hace parte de un importante corredor en el paisaje sur. En el documento: Roteiro Metodológico para elaboração do Plano de Manejo das Reservas Extrativistas e de Desenvolvimento Sustentável Federais (IBAMA. 2006) explica las 7 etapas para la elaboración del plan de manejo de las reservas extractivistas, se puede observar que no se incluye la variable de cambio climático en ninguna fase de la guía. El plan de manejo se operativiza a través de programas de sostenibilidad ambiental y socioeconómica que a su vez están divididos en sub-programas en los que se organizan las acciones y propuestas que se van a implementar en la unidad (Figura 13), con el objetivo de promover la gestión sostenible de los recursos y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales. El proceso privilegia las demandas planteadas por las comunidades extractivas que se benefician de la unidad. La implementación de estos programas y sub-programas se logrará con la colaboración de los socios involucrados con la unidad y participación efectiva de las comunidades, a través de la elaboración y ejecución de proyectos concretos, que se acondicionarán para Aprobación del IBAMA y del Consejo Deliberativo. Con el fin de satisfacer las especificidades de las unidades, se pueden enumerar otros programas y subprogramas, así como la supresión de algunos de los mencionados a manera indicativa a continuación.

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Figura 13. Lista indicativa de programas y subprogramas de los planes de manejo de Reservas extractivistas. PROGRAMAS Programa de calidad de vida y ciudadanía propone definir estrategias para apoyar y promover alianzas con las instituciones públicas competentes, garantizando el acceso de los residentes a la salud, la educación, el saneamiento, Vivienda, cultura y ocio. Para cada subprograma que se constituya, resalte los objetivos a alcanzar.

SUBPROGRAMAS • Subprograma salud: identificar las necesidades de las comunidades en cuanto a los siguientes aspectos: mejoramiento y expansión de la infraestructura (clínicas de salud, transporte para la remoción de pacientes, otros); Apoyo especializado (agentes sanitarios, médicos, dentistas); Alianzas existentes o necesarias con los distintos niveles gubernamentales (municipales, estatales y federales). • Subprograma de educación: identificar las necesidades de las comunidades con respecto a los siguientes aspectos: mejoramiento y expansión de la infraestructura (escuelas, transporte escolar); Ampliación de la oferta de vacantes docentes (elemental, media, técnica y superior); La necesidad de adaptar el currículo y la pedagogía escolar a la realidad local; Alianzas existentes o necesarias con los distintos niveles gubernamentales (municipales, estatales y federales); • Subprograma de saneamiento: identificar las necesidades de las comunidades en relación con los siguientes aspectos: implantación o ampliación de sistemas de saneamiento y recolección de agua (comunidad y familia); Eliminación y/o tratamiento de residuos (aguas residuales y residuos); Capacitación de agentes de vigilancia de la salud comunitaria; Alianzas existentes o necesarias con los distintos niveles gubernamentales (municipales, estatales y federales); • Subprograma vivienda: identificar las necesidades de las comunidades en relación con los siguientes aspectos: demandas de casas con las técnicas vernáculas apropiadas (técnica constructiva de la cultura regional), fuentes de recursos oficiales y donantes para la construcción y/o mejoramiento de la vivienda; • Subprograma comunicación: identificar las necesidades de implantación y/o mejora de sistemas de comunicación internos y externos de las comunidades (radiocomunicación, periódicos locales y boletines, telefonía, radios comunitarias, uso de espacios en programas y otros), con el objetivo de una mayor integración de las comunidades, entre ellos y el exterior de la unidad; • Subprograma cultura: identificar las necesidades de las comunidades en relación con los siguientes aspectos: promover la redención de la cultura y registrar el conocimiento de las

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comunidades; Promover acciones relacionadas con la cultura local; • Subprograma ocio y deporte: identificar las necesidades de las comunidades en cuanto a los siguientes aspectos: demandas de infraestructura para recreación, ocio y deporte. • Subprograma energía: identificar las demandas de las comunidades en cuanto a la necesidad de fuentes de energía y tecnologías disponibles (células fotovoltaicas, biocombustible, modular, energía eólica). • Subprograma transporte: identificar las demandas de las comunidades en cuanto a las necesidades de transporte terrestre, fluvial o marítimo, con el objetivo de mejorar el acceso a las actividades culturales, la educación, la atención sanitaria, el ocio y otros. Programa para la gestión • Subprograma productos no maderables (extracción): de los recursos naturales y relacionar las especies exploradas en la reserva e identificar las cadenas productivas la necesidades de mejora de los procesos de producción propuesta busca mejorar (adquisición de equipos, asistencia técnica, fuentes de los ingresos y la calidad de financiación, nuevos Tecnologías) con el fin de añadir valor a los vida de las comunidades productos extraídos. Los diversos productos explorados en la extractivas beneficiarias reserva pueden ser detallados en sub-programas o proyectos basadas en el uso específicos; sustentable de los recursos • Subprograma gestión de animales salvajes: relacionar las naturales de la unidad. especies de fauna gestionada en la reserva e identificar las Para que cada necesidades de mejora de los procesos de gestión (adquisición subprograma sea de equipos, infraestructura, asistencia técnica, fuentes de constituido, resalte los financiación, Nuevas tecnologías) con el fin de añadir valor a objetivos a alcanzar, estos productos; adaptándose siempre a la • Subprograma recursos pesqueros: identificar las especies de legislación ictiofauna actualmente explotadas y esos potenciales, medioambiental vigente. señalando las necesidades de mejora de los procesos de gestión, o las acciones necesarias para que se efectivicen; • Subprograma de inocuidad de los alimentos: identificar los usos de la tierra (no extractivos) como la agricultura y la ganadería, proponer acciones y estrategias (capacitación de residentes, asistencia técnica, SAF, aumento de la productividad, agregación de valor), para Uso de estas áreas con el fin de minimizar los impactos ambientales y aumentar el suministro de productos, prediciendo la disponibilidad de alimentos y la estacionalidad de las diferentes fuentes (pesca, caza, agricultura, agricultura y extracción de plantas) proponiendo acciones para el Períodos de mayor escasez de alimentos y déficits nutricionales. Predecir el empoderamiento de la comunidad para incorporar nuevos conceptos y 70


tecnologías para maximizar El uso y la utilización de fuentes de alimentación disponibles. • Subprograma de productos madereros: para señalar macro con potencial de madera, en el que se pueden implementar planes de manejo forestal sustentable para uso múltiple comunitario – PMFs de la comunidad, definiendo las estrategias y acciones necesarias para el Explotación sostenible de este recurso. Específicamente para el Resexs, la tala comercial sólo será admitida sobre una base sostenible en situaciones especiales y complementaria a las otras actividades desarrolladas en la unidad; • Subprograma de turismo: identificar el potencial turístico de la unidad (turismo ecológico y cultural), así como proponer acciones dirigidas a la implantación de esta actividad (empoderamiento y asociaciones comunitarias, creación de infraestructuras básicas, otros) ; • Subprograma de investigación: definir las líneas prioritarias de investigación, que deben contar con la participación efectiva de las comunidades, orientadas a la sostenibilidad socioeconómica y medioambiental, identificando los potenciales productos de la flora y fauna susceptibles de uso sostenible, relacionando las actividades y acciones necesarias para implementar su posible implementación; • Subprograma de certificación ambiental: identificar los productos extractivos capaces de obtener la certificación medioambiental, en vista de las condiciones socioambientales de sostenibilidad en las que se explotan. Recomendar acciones dirigidas a la reunión de procedimientos de certificación medioambiental. Programa recuperación de • Subprograma recuperación de áreas degradadas: proponer áreas degradadas se acciones para la recuperación y/o mitigación de áreas propone identificar áreas degradadas tales como reforestación, implementación de SAF, degradadas y aquellas IAP, otros; acciones que causan • Subprograma impactos ambientales: proponer acciones para impactos significativos en minimizar los impactos nocivos al ecosistema derivado de los ecosistemas, indicando actividades como: caza indiscriminada, tala ilegal, reducción de las medidas de mitigación poblaciones de peces, incendios, para frenar irregularidades y necesarias. Para cada Recuperar los recursos naturales (inspección, estudios técnicos, subprograma que se criterios de uso). constituya, resalte los objetivos a alcanzar. Programa de monitoreo y • Subprograma de monitoreo: definir acciones, procedimientos, protección ambiental se métodos e insumos para identificar y registrar la dinámica en la propone subvencionar la unidad y su zona de amortiguamiento con respecto a los 71


gestión de la reserva mediante información que permita la toma de decisiones y la corrección de las actividades desarrolladas, así como el seguimiento de las actividades potencialmente y el contaminante en la unidad y su zona de amortiguación. Para cada subprograma que se constituya, resalte los objetivos a alcanzar.

aspectos sociales, culturales, ambientales y económicos. Este subprograma debe articularse con el macro monitoreo de IBAMA/Disámara, que cuenta con indicadores generales para la RESEX y SRDS e indicadores específicos adaptados a la realidad local cuando sea necesario. El monitoreo tiene que hacer el retorno de la información para que las comunidades y sus entidades puedan conocer el estado de los recursos naturales y de ellos mismos, y así apoyar sus acciones basadas en estos conocimientos; • Subprograma de protección ambiental: este subprograma debe predecir las articulaciones del IBAMA con las comunidades, de manera conjunta, con el objetivo de identificar las acciones de control e inspección dentro de la zona de amortiguamiento y amortiguación, así como las medidas a ser Adoptadas para frenar el uso indebido, observando la legislación y los acuerdos pertinentes a la unidad; • Predecir la necesidad de implementar el subprograma "agentes ambientales voluntarios". Identificar la necesidad de una infraestructura adecuada para las actividades de protección medioambiental. Programa de gestión y • Gestión de subprogramas: identificar las necesidades de administración se propone formación de las instituciones que representan a las establecer la estructura y comunidades beneficiarias de la unidad, tales como el funcionamiento de la asociaciones, núcleos base, otras formas asociativas y el unidad de gestión. Para Consejo Deliberativo. Prever acciones para revisar y/o aplicar cada subprograma que se los acuerdos firmados con las comunidades (plan de uso, reglas constituya, resalte los de convivencia, contrato de concesión real de uso). Estas reglas objetivos a alcanzar. no pueden contradecir la legislación ambiental actual y otras normas y directrices del IBAMA con respecto a la gestión de la unidad. Proporcionar alianzas y formas de implementación para la realización de diversas acciones y programas en la unidad; • Subprograma administración: identificar la estructura administrativa mínima necesaria para la gestión compartida de la unidad (creación de sede y sub de la unidad gestora, infraestructura para apoyar asociaciones, obras de infraestructura en la unidad, Sistemas de comunicación); • Subprograma de comunicación: identificar los medios de comunicación necesarios para difundir la importancia de la unidad en los distintos contextos (locales, regionales, nacionales e internacionales), donde se puedan divulgar las acciones y proyectos en desarrollo, Objetivos medioambientales y socioeconómicos y el modelo de gestión (IBAMA, Consejo Deliberativo, asociaciones, plan de gestión). Fuente: Elaboración propia en base a IBAMA (2006)

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En el caso de esta reserva extractivista el componente de cambio climático puede estar distribuido en cada subprograma que corresponda o también se podría crear un programa específico, todo dependerá del proceso y los actores en el área. En diciembre de 2017 se emite la Instrucción Normativa ICMBIO Nº 07, la cual establece las pautas y procedimientos para la elaboración y revisión de planes de manejo de unidades de conservación de la naturaleza federal. (Caso no. 02070.003748/2013-99). Esta directiva tiene un capítulo específico para las Reservas Extractivistas (RESEX), Reservas de Desarrollo Sustentable (RDS) y otras Unidades de Conservación de Uso Sostenible con población tradicional (Figura 14).

Figura 14, Elaboración y revisión de planes de manejo. Capítulo 4 de la normativa 07 referida a Reservas Extractivistas (RESEX), Reservas de desarrollo sustentable (RDS) y otras Unidades de Conservación de Uso Sostenible con población tradicional. Art. 11-la elaboración del plan de manejo de la UC para uso sustentable con poblaciones tradicionales debe considerar los siguientes principios y pautas adicionales I-reconocimiento, aprecio y respeto por la diversidad socioambiental y cultural de las poblaciones tradicionales y sus sistemas de organización económica, social y cultural; II-reconocimiento de que los territorios tradicionales son espacios para la protección de la reproducción social, cultural y económica de las poblaciones tradicionales; III-garantizar los medios necesarios y adecuados para la participación efectiva de las poblaciones tradicionales en los procesos de toma de decisiones y su protagonismo en la planificación y gestión de RESEX y RDS, como lo indica el grupo de gobernanza; IV-reconocimiento y apreciación de las diferentes formas de conocimiento, especialmente las prácticas y el conocimiento de las poblaciones tradicionales; V-el deber de buscar la mejora de la calidad de vida de las poblaciones tradicionales, el acceso a los servicios básicos y los derechos de ciudadanía, respetando sus especificidades y características socioculturales; Y VI-considerar que las prácticas tradicionales y extractivas se constituyen en procesos históricos sujetos a adaptaciones, innovaciones e incorporaciones de nuevas tecnologías, respetando los atributos de la sostenibilidad y produciendo el desarrollo étnico. Art. 12-el proceso de redacción o revisión de los planes de gestión de RESEX y RDS debe observar lo siguiente: I-las concesionarias de la CCDRU o, en las unidades que aún no hayan concluido el contrato para la concesión del derecho de uso real, las asociaciones, indicarán a un representante de la población tradicional que integre al equipo de planificación del plan de gestión; II-la representación de la población tradicional en el grupo de gobierno, referido en el art. 2, el punto IV, será establecido por el concesionario del CCDRU o, en las unidades que aún no hayan concluido el contrato de concesión de la ley de uso real, por las asociaciones, junto con el Consejo Deliberativo, observó la participación mayoritaria y Representante de la población tradicional;

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III-los principios y normas sobre el uso de la zona y la gestión de los recursos naturales serán discutidos y propuestos en los talleres comunitarios; IV-el taller para la preparación del plan de manejo, proporcionado en el arte. 2, punto X, consistirá en población tradicional, servidores públicos, especialistas, representantes del Consejo Deliberativo y el concesionario de la CCDRU, observó la participación mayoritaria y representativa de la población tradicional; V-el plan de gestión en RESEX y RDS será aprobado en la Asamblea intercomunitaria antes de su remisión a la aprobación del Consejo Deliberativo, salvo en los casos en que las entidades representativas de la población tradicional, en común acuerdo con el grupo de gobierno Del punto IV del art. 2º, considerarlo innecesario; VI-cualquier plan de uso o acuerdo de gestión vigente se incorporará al plan de gestión, en lo que sea compatible, mediante un análisis razonado del grupo de gobierno. § 1-la composición de la Asamblea a que se refiere la sección V de dicho artículo será definida por las entidades representativas de la población tradicional. § 2-en el sentido de promover la autonomía de las comunidades locales y garantizar las condiciones adecuadas para la realidad local, la definición de los métodos y la provisión de medios para la celebración de la Asamblea a que se refiere el párrafo V de dicho artículo será responsabilidad de Entidades representativas de la población tradicional. Art. 13-el proceso de elaboración o revisión de planes de manejo de UC para uso sustentable con población tradicional puede iniciarse a partir de la solicitud de la población tradicional, sus representaciones o por iniciativa del Instituto Chico Mendes, observó la Previsiones de art. Cuarto y quinto. Art. 14-las normas de los planes específicos sobre el uso de la zona y la gestión de los recursos naturales por parte de las poblaciones tradicionales, cumplieron las disposiciones del arte. 12 y 13, deben tener en cuenta lo siguiente: I-será construido conjuntamente por el Instituto Chico Mendes y por las poblaciones tradicionales, respetando la legislación vigente; II-tratar de regular de manera más integral el uso de la zona, la gestión de los recursos naturales, la protección de los conocimientos y las prácticas de las poblaciones tradicionales, según lo indicado en el plan de gestión; III-sólo las normas para el uso de los recursos no contemplados en la legislación vigente u otros instrumentos de gestión, o complementarios a ellos, tales como los términos del compromiso, las condiciones de ajuste de la conducta, Perfil de la familia beneficiaria, resolución del Consejo, entre otros. Fuente: Normativa ICMBIO Nº 07 (2017).

Con base a todas estas herramientas metodológicas la RESEX Cazumba Iracema ha desarrollado el plan de manejo que contiene diez (10) programas de gestión que están detallados en la figura 15, la cual incluye sugerencias de líneas de acción sobre cambio climático (en verde).

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Figura 15. Programas del Plan de Manejo de la RESEX Cazumba Iracema incluyendo las propuestas de lรญneas de acciรณn en los subprogramas, Programa: Administraciรณn 1,1 Subprograma de infraestructura y mantenimiento a) construir la sede administrativa de la unidad, en el SENA MADUREIRA b) crear bases de apoyo/centros comunitarios en la reserva c) adquirir equipo esencial para la implementaciรณn de este plan de manejo d) asegurar el mantenimiento de la infraestructura y del equipo de la reserva; e) ampliar y mantener el marco de recursos humanos 1,2. Subprograma de regularizaciรณn de la tierra a) desarrollar e implementar plan de regularizaciรณn de la tenencia de la tierra para la unidad b) expandir la seรฑalizaciรณn de la reserva c) conducir la demarcaciรณn de la unidad Programa Gestiรณn participativa 2,1. Subprograma de apoyo a la organizaciรณn comunitaria a) facilitando y apoyando la diseminaciรณn, asimilaciรณn y cumplimiento de las reglas de convivencia b) promover y apoyar las actividades de fortalecimiento de las asociaciones comunitarias c) mantener actualizado el registro informatizado de los residentes de la reserva d) desarrollar habilidades de gestiรณn y moderaciรณn de conflictos en las organizaciones comunitarias e) facultar a los residentes para desarrollar y administrar proyectos f) comunicar a los actores de la RESEX sobre la actualizaciรณn del plan de manejo, el valor de las รกreas protegidas en el rol de mantener y/o incrementar la resiliencia social, econรณmica y ambiental frente a los impactos del Cambio Climรกtico. 2,2. Subprograma de fortalecimiento del Consejo deliberativo a realizar acciones para mantener y fortalecer el Consejo Deliberativo 2,3. Subprograma de seguimiento y revisiรณn del plan de gestiรณn a) establecer plazos mรญnimos, normas y procedimientos para la revisiรณn del PM 2,4. Subprograma de establecimiento de alianzas formales a) establecer mecanismos de coordinaciรณn formal para la planificaciรณn territorial en un escenario de cambio climรกtico. Programa Comunicaciรณn 3,1. Subprograma de comunicaciรณn comunitaria a) implementar el sistema de radiocomunicaciรณn b) desarrollar habilidades comunitarias en procesos educomunicaciรณn c) desarrollar programas de educaciรณn ambiental referidas al cambio climรกtico 3,2. subprograma de difusiรณn y promociรณn de la unidad a) difundir y promover la unidad b) hacer un mejor uso de los medios de comunicaciรณn (radio, televisiรณn, periรณdicos) Programa Conservaciรณn y protecciรณn de la UC 4.1. Subprograma de conservaciรณn 75


a) realizar acciones de educación ambiental b) implementar acciones de recuperación de áreas degradadas en la unidad c) considerar medidas para aumentar la resiliencia de los ecosistemas afectados por el cambio climático d) implementar acciones para recuperar recursos de fauna (caza y pesca) y flora e) evitar la fragmentación y aislamiento mediante propuestas para mejorar la conectividad altitudinal, ecológica y latitudinal. 4,2. Subprograma de protección de unidades a) realizar operaciones de inspección en la reserva b) acciones recíprocas y de apoyo de agentes ambientales voluntarios – AAV c) capacitación para la prevención y control de incendios y para la quema d) considerar los sistemas hídricos como corredores de conectividad y mantener los procesos naturales con la menor alteración posible. Programa Infraestructura 5.1. Subprograma saneamiento a) desarrollar acciones de orientación e implementación en el área de saneamiento 5,2. Subprograma de vivienda 5,3. Subprograma energía a) ampliar el acceso de los residentes a la energía, con métodos apropiados a la realidad de la UC 5.4. Subprograma de transporte a) disponer adecuadamente de desechos de transporte terrestres y marítimos interiores b) velar por el mantenimiento de las rutas de acceso y normalizar la apertura de nuevas rutas Programa Salud a). implementar acciones de orientación y prevención b) implementar acciones de planificación y salud familiar c) implementar sistema de evacuación de emergencia de enfermos d) ampliar el rendimiento de los agentes de salud e) estimular y valorar las prácticas de medicina tradicional f) implementar planes epidemiológicos considerando un escenario de cambio climático (enfermedades emergentes y reemergentes). Programa Educación 7.1. Subprograma de educación formal a) evaluar la necesidad de implementar escuelas en la reserva y asegurar su mantenimiento b) aumentar la asistencia a la escuela secundaria en la reserva c) garantizar la distribución del almuerzo, los útiles escolares y los programas educativos d) crear bibliotecas comunitarias e implementar programas para fomentar la lectura e) apoyar iniciativas comunitarias para el transporte escolar f) apoyar iniciativas para la valorización y la capacitación continuada de los docentes para trabajar con la educación ambiental, enfatizando, fundamentalmente, aspectos de la realidad local 7,2. Subprograma de educación no formal

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a) fomentar y crear las condiciones para la formación profesional de los jóvenes y los adultos b) incorporar la problemática del Cambio Climático en las actividades educativas e interpretativas del programa de educación y comunicación ambiental del área protegida c) identificar, evaluar y dar a conocer la importancia de los servicios ecosistémicos del área protegida Programa Apreciación de la cultura tradicional, incentivo a la cultura y ocio e inclusión SOCIAL 8.1. Subprograma de cultura a) implementar actividades culturales en la UC y fomentar la cultura extractiva tradicional b) articular el conocimiento científico y conocimiento tradicional local en el proceso de actualización del plan de manejo. 8,2. Subprograma de ocio a) implementar actividades de esparcimiento en las comunidades 8,3. Subprograma de inclusión social y equidad a) implementar acciones para abordar las cuestiones de género y de la mujer b) implementar acciones en temas de raza y etnicidad c) implementar acciones dirigidas a la cuestión intergeneracional d) estimular el respeto por la diversidad de credos e) combatir la homofobia Programa Desarrollo económico 9,1. Subprograma de productos no maderables a) identifique productos e implemente PM para la producción y su exploración 9,2. Subprograma de productos madereros a) cultivar y administrar especies forestales para la producción de madera b) identificar y definir áreas para la gestión comunitaria de la madera 9,3. Subprograma de actividades agropastoril a) realizar actividades de mejoramiento y manejo de pasturas ya existentes en la UC b) mejorar los sistemas de cría de animales pequeños c) implementar actividades de cultivo y manejo de plantas con potencial para uso medicinal, insecticida y cosmético d) mejorar el sistema de producción agrícola tradicional y fomentar la diversificación de la agricultura familiar e) implementar sistemas agroforestales (SAF´s) f) prevenir la conversión a monocultivos y practicar los aprovechamientos forestales de baja intensidad. 9.4. Subprograma de fauna a) implantar sistemas de creación y gestión de animales silvestres; b) aplicar sistemas de gestión de los recursos pesqueros; c) creación de abejas sin aguijón (meliponidas) d) plan de manejo debe considerar el rescate de especies frente a fenómenos climáticos extremos 77


9.5. Subprograma de turismo a) evaluar el potencial ecoturístico de la unidad b) desarrollar actividades ecoturísticas en la reserva c) empoderar a los residentes y técnicos para implementar el ecoturismo 9,6. Subprograma valorización y promoción de marketing de productos de UC a) desarrollar estrategias de mercado, comercialización y comercialización de productos b) establecer alianzas para el desarrollo de la de nuevos productos y acciones emprendedoras c) fomentar técnicas para promover la productividad y valor ecológico; así como el valor de conectividad de los bosques y sistemas agroforestales dentro, alrededor y entre áreas protegidas. 9,7. Subprograma de gestión de proyectos de producción a) facultar a los residentes para desarrollar y manejar proyectos productivos b) buscar asistencia técnica para mejorar la producción y la agregación de valor 9,8. Subprograma de servicios medioambientales a) identificar oportunidades para obtener ingresos de los servicios ambientales de la UC Programa Investigación, Monitoreo y Evaluación 10,1. Subprograma de búsqueda a) estimular, regular y ordenar las actividades de investigación en la reserva b) construir y mantener una base de datos actualizada de la investigación conducida en UC c) identificar las zonas y poblaciones vulnerables al interior y fuera del área protegida. d) investigar a cerca de la relación entre la gestión del área protegida y su papel en la reducción de los impactos de los eventos climáticos extremos. 10,2. Subprograma de monitoreo a) establecer estrategias e implementar instrumentos de monitoreo en la UC 10,3. Subprograma de evaluación a) evaluar los programas, proyectos y acciones emprendidas o en curso en la unidad En la figura nueve (9) se incluyen subprogramas en color verde que podrían ser incluidos en el nuevo documento de plan de manejo después de su actualización.

Conclusiones para la RESEX Cazumba Iracema El actual plan de manejo se encuentra en fase de actualización y sigue los lineamientos establecidos en el ICMbio de acuerdo a los parámetros establecidos. El plan de manejo de la RESEX responde a los objetivos del área y a la realidad de tener una población al interior que es económicamente activa. La complejidad de los problemas en el área hace que el plan de manejo sea extenso y que trate de cubrir todos los problemas existentes en el área y es por esa razón que tienen 10 programas lo cual requiere un gran esfuerzo financiero para cumplir con los objetivos trazados. La mayoría de las líneas estratégicas generales (Figuras 1 y 2) se pueden utilizar como base y ser incluidas en el nuevo documento de plan de manejo. 78


Las ultimas directivas desde el ICMbio son indicativas y simplifican el proceso de actualización de los planes de manejo lo cual acelerara los procesos de actualización de las herramientas de planificación a nivel del SNUC. El tema de cambio climático no está visibilizado en el plan de manejo actual y tampoco en las guías indicativas del ICMbio. La estructura por subprogramas permite una planificación adaptativa y es muy fácil de comprender por diferentes actores relacionados al área protegida. Las RESEX requieren mayor atención en los procesos de planificación ya que son las áreas que tienen mayor uso y por lo tanto se podrán notar más rápidamente los efectos del cambio climático en las poblaciones locales. La gestión de las RESEX tiene muchas particularidades al ser una categoría de uso dentro del SNUC lo cual representa el desafío de integrar las actividades productivas de los habitantes de la RESEX y los objetivos de conservación y de uso sostenible de la RESEX. Se requiere una línea fuerte de investigación sobre la funcionalidad de la RESEX en un escenario de cambio climático. Se observa que los procesos de capacitación y comunicación a poblaciones locales y las que utilizan los recursos de la RESEX deben ser sostenidos en el tiempo y con recursos permanentes a fin de garantizar una gestión adecuada de la RESEX. Las consideraciones de superficie están restringidas por el proceso de regularización de derechos propietarios y de uso lo cual limitará las opciones para implementar una zonificación estricta, sin embargo, deberá regularse los usos a fin de mantener la funcionalidad del ecosistema. Al existir la normativa adecuada en Brasil será necesario explorar los mecanismos financieros para la mitigación y de manera paralela elaborar los planes de adaptación al cambio climático. Recomendaciones para la RESEX Cazumba Iracema Actualizar el plan de manejo de acuerdo a los lineamientos establecidos en el ICMbio de acuerdo a los nuevos parámetros establecidos y acorde a la propuesta que hace el proyecto IAPA sobre la ruta de actualización. El plan de manejo de la RESEX debe mantener el enfoque hacia la población residente en la RESEX a fin de cumplir con el objetivo de creación. En el proceso de planificación se debe establecer sinergias con las diferentes autoridades gubernamentales a nivel de estado o municipales para desarrollar actividades conjuntas. Se deben integrar las líneas estratégicas generales (Figuras 1 y 2) que sean pertinentes para la realidad de la RESEX. En el plan de manejo se debe visibilizar en tema de cambio climático y desarrollar actividades que también apoyaran a zonas de amenguamiento 79


El tema de cambio climático no está visibilizado en el plan de manejo actual y tampoco en las guías indicativas del ICMbio lo que hace necesario incluir el tema de cambio climático en el nuevo plan de manejo. Se recomienda optimizar el número de programas y subprogramas a fin de implementar una planificación adaptativa en un escenario de cambio climático. Se recomienda coordinar con las diferentes instituciones dentro y relacionadas a la RESEX para desarrollar un proceso de planificación integral a fin de prevenir los efectos del cambio climático en las poblaciones locales. Se recomienda desarrollar una línea de investigación sobre la funcionalidad biológica de la RESEX en un escenario de cambio climático y contrastarla con líneas de investigación socioeconómica a fin de presentar alternativas integrales. Se recomienda desarrollar procesos de capacitación y comunicación a poblaciones locales y las que utilizan los recursos de la RESEX de largo alcance y con recursos financieros y humanos permanentes a fin de garantizar una gestión adecuada de la RESEX. Es imperativo resolver los problemas de tenencia de la tierra dentro de la RESEX a fin de adecuar la zonificación de la unidad de conservación. Se recomienda indagar mecanismos como el Fondo Verde del Clima y otros para obtener recursos adicionales para la incorporación del tema de cambio climático en la gestión de la RESEX. 6.3 PARQUE ESTATAL CHANDLESS – BRASIL El Parque Estatal de Chandless es una unidad de conservación integral de la protección, situada en el sudoeste central del estado de Acre y mantiene un área de 695.304 hectáreas, representando el 4,23% del territorio del estado de Acre, de bosque en gran parte situado en la frontera Brasil-Perú. Fue creado por el decreto núm. 10.670 del 2 de septiembre de 2004 con el objetivo de "garantizar la preservación de los ecosistemas naturales de gran relevancia ecológica y belleza escénica, posibilitando la realización de investigaciones científicas y el desarrollo de actividades de educación e interpretación ambiental, de recreación en contacto con la naturaleza y el turismo ecológico"(Art. 2). El plan de manejo fue desarrollado en 15 fases y la estructura final del informe del plan de gestión sigue la metodología y estrategia presentadas en la "hoja de ruta metodológica para la planificación – parques nacionales, reservas biológicas y estaciones ecológicas" (IBAMA, 2002), que define los límites temáticos y el contenido Mínimo del plan de gestión adaptado a las características específicas de la zona y a la realidad local, así como a las orientaciones del equipo de planificación. En el plan de manejo, se construyó una visión estratégica para 2015 (considerando cinco años de implementación) y su planificación se guío por los resultados que se lograron en este período. Se planificaron todas las acciones y actividades para contribuir a lograr los resultados necesarios

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para construir la visión estratégica. El plan de manejo se organiza por programas y las acciones se identifican en cuanto al resultado que ayudará a lograr. El documento comienza con la hoja de datos técnicos de la unidad de conservación, y en la secuencia, los siguientes insertos: 1- Contextualización de la unidad de conservación: inserta el Parque estadual Chandless (PEC) en el enfoque federal bajo varios aspectos, y describe la importancia y representatividad de la Unidad de Conservación (UC) para los SNUC y SEANP, y, a nivel estatal, aborda las relaciones institucionales y socioambientales y su Importancia como área protegida dentro del estado; 2- Análisis de la región de la UC: contextualiza la región de la UC, que abarca los municipios en los que se inserta el PEC, y, estrictamente, su zona de amortiguación (ZA); 3- Análisis de la unidad de conservación: su objetivo central es el diagnóstico del PEC, a través del análisis de sus factores bióticos, abióticos, así como los factores relacionados con las actividades humanas existentes en la UC. También se describe: la infraestructura disponible, las actividades actualmente desarrolladas en la unidad, tanto apropiadas como conflictivas, y su potencialidad para el uso público. Al final se realiza una síntesis de los factores internos y externos de la UC, a partir del cual se extraen los aspectos relevantes de la UC, destacando su importancia como área protegida; 4- Planificación: donde se trata de la planificación del Parque Estatal Chandless y su zona de amortiguación. El folleto aborda la evaluación estratégica de la unidad, considerando sus elementos estructurales (objetivos específicos de gestión, visión estratégica, resultados esperados) y sus elementos operacionales (zonificación, planificación por áreas de actividad) en El horizonte quinquenal previsto para su aplicación. Este plan de manejo fue preparado por la asociación SOS Amazônia, con recursos de ARPAPrograma áreas protegidas de la Amazonia del Ministerio de Medio Ambiente y con la gestión físico-financiera a cargo del Fondo Nacional para el Medio Ambiente (FUNBIO), La SEMASecretaria de Estado para el Medio Ambiente del Acre como coadyuvante en el proceso. El Parque Estadual Chandless no tiene un plan de investigación permanente pese a que fue previsto en el plan de manejo, pero se pudo constatar que se realizó investigaciones en el marco de acuerdos institucionales diversos, sin embargo, se pudo constatar que son temas puntuales y no responden a un programa de investigación (Da silva, 2018).

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Objetivos concretos para la gestión del Parque Estatal Chandless

Visión estratégica del futuro del Parque Estatal Chandless Resultados esperados para 2015 Elementos estructurales del Plan de Manejo del Parque Estatal Chandless

En el plan de manejo se describen los elementos operacionales (Figura 16) así como las acciones para gestión interna y externa (Figura 17) que están definidas en la planificación del Parque Estatal Chandless. Figura 16. Elementos operacionales del plan de gestión del PEC Elementos zonificación operacionales del plan de gestión de la PEC

organización de zonificación

zona intangible Zona Primitiva zona de ocupación temporal Zona de Uso Especial zona de amortiguación de PEC

Los elementos operacionales determinan la zonificación del PEC y establecen las limitaciones de uso y ocupación en cada una de las cinco (5) zonas. Figura 17. Planificación por áreas de especialización Acciones de gestión interna (AGI)

Acciones gerenciales externas (AGE)

Programa de protección y control Programa de investigación y monitoreo. Programa de Uso Público Programa de operacionalización Programa de educación ambiental Programa de mitigación de impactos y reducción de presión Programa de difusión y comunicación Programa de integración externa Programa de alternativas de desarrollo 82


El plan de anejo define de manera concreta las acciones a nivel territorial (Figura 18) tanto dentro del PEC como en su área de amortiguamiento e influencia. Figura 18. Planificación por áreas estratégicas. Áreas Estratégicas Internas (AEI) Área estratégica interna Fazenda Jussara Área estratégica interna residentes del PEC Área estratégica interna reentregada Área estratégica interna aislada

Áreas estratégicas externas (ESA) Área estratégica externa Mamoadate Área estratégica externa Resex Cazumbá-Iracema Entrada de área estratégica externa del alto río Purus Área estratégica externa Manuel urbano Área estratégica externa PA Santa Rosa Área estratégica externa Santa Rosa do Purus Área estratégica moneda externa PEC-Perú.

El plan de manejo tiene un plan de integración externa que es integral y comprende a todos los ámbitos territoriales que tienen influencia o son influenciados por el parque y comprende: 1. implementar acuerdos bilaterales Brasil – Perú para intercambiar experiencia en gestión de unidades de conservación. 2. incluir el PEC en los foros de discusión de las dinámicas transfronterizas lideradas por la sociedad civil organizada, como GTT, GCAF y la iniciativa MAP entre otros. 3. crear un grupo de trabajo, compuesto inicialmente por representantes de PE Chandless, EE Rio Acre, TI mamoadate, TI Cabeceiras do Rio Acre y TI alto Purus para proponer la implementación y estructuración de la gestión mosaica de las áreas protegidas de la región. Buscar los arreglos políticos e institucionales para la formación e implementación del mosaico de áreas protegidas del corredor suroeste de Amazonia. 4. articular con las prefecturas de Santa Rosa do Purus y Manuel urbano protocolos para el desarrollo de acciones integradas teniendo en cuenta los siguientes temas. 4,1. acuerdo con la Secretaría Municipal de educación para la implementación del programa de educación ambiental; 4,2. buscar y/o mejorar alternativas como el turismo, la ICMS social y ambiental y el rápido desarrollo de Santa Rosa do Purus; 4,3. agilizar la implementación del ICMS socioambiental en los municipios de la sede; 4,4. contratar mano de obra local para servicios en el PEC siempre que sea posible; 4,5. articular para la creación de un centro de capacitación en gestión de áreas protegidas para la alta Purus en SRP. 5. articular con los encargados y las comunidades del colmo TIs Purus y Mamoadate. 83


5,1. celebrar reuniones con los líderes de la frontera (Mamoadate y alto Purus) para conocer las interfaces y explicar los objetivos del PE Chandless. 5,2. analizar los resultados de la mamoadate etno (en preparación) e identificar el potencial de acción integrado del monitoreo y manejo del sur de PE Chandless y noroeste de TI. 6. articular con los encargados y las comunidades de Resex Cazumbá-Iracema. 6,1. Reúnase con la comunidad de Resex para conocer el PM e intercambiar información con el PM del PEC. Programa de alternativas de desarrollo 1. promover la diseminación de técnicas ambientalmente sustentables en el ZA de la UC . 1,1. orientación y sensibilización de los residentes y de los pueblos indígenas para el uso racional de los recursos; 1,2. articular la implementación de programas dirigidos a la agricultura familiar en Santa Rosa PA. El gobierno de Acre, a través de la Secretaría de Estado para el Medio Ambiente (SEMA) y el Instituto de Cambio Climático (IMC), han consolidado un acuerdo para fortalecer la política de desarrollo sostenible y para lograr esto, la dirección instituyó un acuerdo con la Unión Internacional de Conservación de la naturaleza (UICN). El acuerdo de cooperación técnica suscrito entre los órganos prevé la ejecución de acciones en el Parque Estatal de Chandless y en las tierras indígenas (TI) Mamoadate y alto río Purus, a través de un acuerdo con la Fundación Nacional de la India (FUNAI). La Asociación tiene como objetivo fortalecer las actividades de vigilancia territorial de la comunidad en Chandless, así como las iniciativas apoyadas por el sistema de incentivos para los servicios ambientales (SISA). El acuerdo suscrito entre el gobierno del estado y UINC es efectivo hasta el 2020 de diciembre, garantizando la continuidad de la política de desarrollo sostenible en la próxima gestión. Propuesta de Lineamientos para cambio climático en el nuevo plan de manejo del Parque Estatal Chandless Los lineamientos propuestos (Figs. 19 y 20) pueden servir de base para el proceso de actualización del plan de manejo del PEC y se debe analizar su aplicación tanto a nivel de acciones internas y externas (programático) como a las áreas estratégicas externas e internas (territorial) en base al plan de manejo actual. Figura 19. Propuesta de Acciones de gestión interna (AGI) Acciones gerenciales externas (AGE) Programa de protección y control Programa de investigación y monitoreo.

Considerar zonas resilientes a los efectos del cambio climático como base de la estrategia de protección. Evaluar el potencial de almacenamiento de CO2 del área protegida por ecosistemas y zonificación.

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Programa de operacionalización Programa de educación ambiental Programa de difusión y comunicación Programa de integración externa

Programa de alternativas de desarrollo

Evitar la fragmentación y aislamiento mediante propuestas para mejorar la conectividad altitudinal, ecológica y latitudinal. Maximizar la representación de tipos de ecosistemas a través de gradientes ambientales y ecológicos. Proteger los posibles refugios climáticos que proporcionan protección a las especies y ecosistemas que tienen la mejor oportunidad de adaptarse al cambio climático global. Mantener los regímenes naturales del fuego (evitar supresión innecesaria en ecosistemas adaptados). Fomentar técnicas para promover la productividad y valor ecológico; así como el valor de conectividad de los bosques y sistemas agroforestales dentro, alrededor y entre áreas protegidas. Considerar la aplicación tecnologías para el análisis de vulnerabilidad de la biodiversidad y las comunidades locales ante el Cambio Climático en el área protegida y sus zonas de influencia. Utilizar modelos bioclimáticos del área protegida que combinen información específica sobre localización y especies con escenarios de cambio climático para proyectar las tasas, magnitudes y direcciones de las respuestas de las diferentes especies y regiones al cambio climático. Proteger áreas de hábitat heterogéneos y fomentar paisajes heterogéneos, o sistemas complejos y variables, con una diversidad de opciones para que las especies las utilicen. Proteger el ecosistema y sus funciones que son las que determinan el grado de resiliencia en el sistema al cambio climático. Incorporar la problemática del Cambio Climático en las actividades educativas e interpretativas del programa de educación y comunicación ambiental del área protegida Identificar, evaluar y dar a conocer la importancia de los servicios ecosistémicos del área protegida Desarrollar redes de áreas protegidas y medidas de conectividad que puedan adaptarse al cambio climático. Preservar y mejorar acceso a "refugios climáticos" que son áreas que, debido a su ubicación o estabilidad inherente, se espera que cambien lo menos en respuesta al cambio climático. Proteger el ecosistema y sus funciones que construyen la resiliencia frente al cambio climático. Realizar recomendaciones sobre la creación y políticas de gestión de zonas de amortiguamiento y corredores de conectividad. Fomentar técnicas para promover la productividad y valor ecológico; así como el valor de conectividad de los bosques y sistemas agroforestales dentro, alrededor y entre áreas protegidas. 85


Prevenir la conversión a monocultivos y practicar los aprovechamientos forestales de baja intensidad. Elaboración propia en base al plan de manejo y lineamientos generales para cambio climático.

Figura 20. Propuesta de Acciones en ámbito territorial internas y externas. Áreas Estratégicas Internas (AEI) Considerar medidas para aumentar la resiliencia de los ecosistemas afectados por el Cambio climático Tomar en cuenta los escenarios de Cambio Climático en la zonificación del Área Protegida Analizar la posibilidad de ampliar el tamaño y límites del área protegida, y cambiar la categoría de manejo, de ser posible, para contar con espacios ecológicamente funcionales para el mantenimiento de la biodiversidad. Maximizar la representación de tipos de ecosistemas a través de gradientes ambientales y ecológicos. Proteger los posibles refugios climáticos que proporcionan protección a las especies y ecosistemas que tienen la mejor oportunidad de adaptarse al cambio climático global. Fomentar técnicas para promover la productividad y valor ecológico; así como el valor de conectividad de los bosques y sistemas agroforestales dentro, alrededor y entre áreas protegidas. Considerar la aplicación tecnologías para el análisis de vulnerabilidad de la biodiversidad y las comunidades locales ante el Cambio Climático en el área protegida y sus zonas de influencia. Utilizar modelos bioclimáticos del área protegida que combinen información específica sobre localización y especies con escenarios de cambio climático para proyectar las tasas, magnitudes y direcciones de las respuestas de las diferentes especies y regiones al cambio climático.

Áreas Estratégicas Externas (ESA) Evaluar las sinergias que existen con otros sectores gubernamentales para la reducción de amenazas y evitar sinergias adversas. Considerar e interactuar con la planificación y las diferentes herramientas para el ordenamiento territorial más allá de la jurisdicción del área protegida Integrar el plan de manejo del área protegida en las estrategias nacionales y regionales de Cambio Climático y biodiversidad Evitar la fragmentación y aislamiento mediante propuestas para mejorar la conectividad altitudinal, ecológica y latitudinal Realizar recomendaciones sobre la creación y políticas de gestión de zonas de amortiguamiento y corredores de conectividad. Reconfigurar las redes de áreas protegidas para maximizar la resiliencia climática utilizando recursos públicos limitados Proteger áreas de hábitat heterogéneos y fomentar paisajes heterogéneos, o sistemas complejos y variables, con una diversidad de opciones para que las especies las utilicen.

Elaboración propia en base al plan de manejo y lineamientos generales para cambio climático.

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Conclusiones para el Parque Estatal Chandless El Plan de Manejo del Parque Estatal Chandless (PEC) es un documento de planificación completo que integra todos los ámbitos de temáticos y territoriales tanto a nivel nacional como entre los diferentes países. El documento del Plan de Manejo del PEC no tiene ninguna consideración para temas de cambio climático ni siquiera en la fase de diagnostico El plan de manejo del PEC ha seguido un proceso en fases bastante completo lo cual ha asegurado la participación de todos los actores relevantes para la gestión del parque. Se han considerado todas las temáticas que son relevantes para la gestión del parque y existe mucho énfasis en la zonificación y la coordinación interna y externa. La gestión del PEC tiene muchas particularidades al ser un área que tiene relación territorial con tres territorios indígenas, una RESEX y un área protegida en el Perú, lo cual representa el desafío de integrar la planificación de todos estos territorios. Los diferentes programas que han desarrollado actividades en el PEC han logrado consolidar acuerdos estratégicos de mediano plazo lo cual apoyará la coordinación de las diferentes unidades de conservación iniciando por la armonización de los planes de manejo. Los programas de usos de recursos son muy importantes ya que al ser un área estatal se convierte en un modelo demostrativo local para la gestión sostenible. Debido a que las condiciones pueden cambiar se elaboró la propuesta base para ser incluida y discutida en base a los componentes actuales del plan de manejo. Recomendaciones para el Parque Estatal Chandless Se recomienda que en el proceso de actualización del plan de manejo se consideren la propuesta de líneas estratégicas (Fig. 8) a fin de incluir el tema del cambio climático en la herramienta de planificación acorde a la propuesta que hace el proyecto IAPA sobre la ruta de actualización. Se debe evaluar si es mejor realizar un análisis de vulnerabilidad al cambio climático o implementar medidas robustas de acuerdo con lo establecido en la convención. Esta decisión representará un gran cambio no solo en el aspecto financiero sino en lo metodológico y administrativo. Se debe mantener el nivel de información incluido en el Plan de Manejo ya que la dinámica de las poblaciones, comunidades y habitantes dentro del PEC es de cambio permanente y cada cierto periodo será necesario actualizar los documentos de diagnóstico. El plan de manejo del PEC ha seguido un proceso en fases bastante completo y seguramente se mantendrán los mismos pasos en los nuevos documentos guía para la planificación del PEC.

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Se podrían incrementar alguna de las temáticas que son relevantes para la gestión del PEC, en especial las relacionadas a la investigación de los procesos biológicos y evolutivos para comprender los posibles impactos del cambio climático. La gestión de las Unidades de Conservación Estatales tiene gran importancia ya que al ser una responsabilidad del Gobierno estatal puede ser un modelo de desarrollo sostenible que podría ser replicado afuera de las áreas protegidas y constituirse en áreas de conectividad lo cual aumentaría la resiliencia de los sistemas. La planificación de esta área deberá estar muy bien compatibilizada con las diferentes unidades de conservación brasileras, así como con el área protegida peruana colindante con el mosaico de áreas brasileras. Se recomienda armonizar los tiempos de actualización de los diferentes planes de manejo para poder coordinar entre áreas la planificación y que sea un proceso concurrente incluso con las instancias subnacionales. Se recomienda implementar un programa permanente de capacitación y difusión a fin de tener a los actores con el mismo nivel de información para la toma de decisiones informada. 6.4 PARQUE NACIONAL ALTO PURÚS – PERÚ Se ha desarrollado el proceso de actualización del Plan Maestro 2012-2017 del Parque Nacional Alto Purús que ha contado con el liderazgo de la Jefatura del Parque y la participación de los pobladores de los diferentes sectores. El Plan Maestro tiene una visión a largo plazo (20 años) y sus objetivos estratégicos se plantean para cinco años y permitirán establecer las bases necesarias para cumplir el mandato de establecimiento de esta Área Natural Protegida (ANP). La visión del PNAP es: "Al 2032, el Parque Nacional Alto Purús mantiene la continuidad de los procesos ecológicos para la conservación (protección y uso ancestral) de su alta biodiversidad y la protección del área donde habitan los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial, destacándose en su gestión el valioso aporte de la población aledaña que la conserva, consciente de su importancia". Los objetivos estratégicos del Plan Maestro son: 1. Proteger la alta biodiversidad y las especies amenazadas presentes en el PNAP. 2. Conservar los recursos naturales utilizados ancestralmente por los pobladores.1 3. Consolidar la gestión participativa para la protección del PNAP. La estructura del Plan maestro está de acuerdo con las directivas del SERNANP y cuenta con tres objetivos estratégicos y 7 objetivos específicos. En el texto del plan maestro vigente no se encuentra ni una mención al escenario de cambio climático que podría tener influencia directa en los dos primeros objetivos estratégicos. 88


El SERNANP ha aprobado en el año 2017 dos metodologías directamente relacionadas a la gestión de las ANPs y los impactos del cambio climático y la evaluación de la vulnerabilidad y será muy importante tomar en cuenta estas metodologías, incluyendo la nueva guía la para la elaboración de planes maestros en el proceso de actualización del plan maestro. En el caso del Parque Nacional Alto Purus, la zona de protección estricta cubre el territorio donde se han realizado avistamiento de pueblos indígenas en aislamiento voluntario y por lo tanto se tratará de evitar el contacto del personal del Área con las diferentes etnias en aislamiento voluntario (medidas precautorias establecidas en el artículo 91° del Reglamento de Ley de ANP). Si aconteciera algún tipo de contacto, el personal actuará de acuerdo con el protocolo de acciones que se deben seguir en caso de contacto con los PIAV y el Plan Antropológico, tratando de evitar interacciones negativas entre ambas partes. De igual forma, se tendrán en consideración los principios y recomendaciones del Convenio 169 de la OIT y de las directivas nacionales e internacionales sobre este tema. Propuesta de Lineamientos para cambio climático en el nuevo Plan Maestro del Parque Nacional Alto Purus Los lineamientos propuestos (en verde) se basan en el Plan Maestro actual del Parque y deberán ser considerados como indicativos en el proceso de actualización del Plan Maestro del parque Nacional alto Purús. OBJETIVO ESTRATÉGICO 1: PROTEGER LA BIODIVERSIDAD Y LAS ESPECIES AMENAZADAS PRESENTES EN EL PARQUE NACIONAL ALTO PURÚS. Objetivo específico 1.1: Mantener las condiciones naturales del área donde habitan pueblos indígenas aislados y en contacto inicial. Este objetivo busca que se mantengan los procesos ecológicos que son el sustento de los servicios ambientales para el interior y exterior del PNAP, con el fin de garantizar el buen estado de los recursos y la calidad de los territorios donde habitan los pobladores en aislamiento y en contacto inicial. Líneas de acción referenciales 1.1.1 Aplicadas las directivas del Plan Antropológico por pobladores y autoridades. 1.1.2 Concertadas las acciones sobre indígenas aislados y contacto inicial entre los organismos y sectores involucrados. 1.1.3 Definidas y aplicadas las estrategias para la integración de los pueblos indígenas en contacto inicial. 1.1.4 Seguidas técnicamente las actividades de exploración de hidrocarburos en la Zona de Amortiguamiento. 1.1.5 Utilizar modelos bioclimáticos del área protegida que combinen información específica sobre localización y especies con escenarios de cambio climático para proyectar las tasas,

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magnitudes y direcciones de las respuestas de las diferentes especies y regiones al cambio climático. Objetivo específico 1.2: Fortalecer el sistema de control y vigilancia. Este objetivo se propone que el sistema proteja efectivamente la biodiversidad ante posibles amenazas, especialmente en los sectores donde se ha detectado tala ilegal (Sepahua y Tahuamanu), minería y desplazamiento poblacional (sector Tahuamanu), y que vele por las actividades de manejo de recursos en el sector Purús. Líneas de acción referenciales 1.2.1 Implementado y ejecutado el Plan de Control y Vigilancia. 1.2.2 Establecidos y aplicados los lineamientos contra el desarrollo de actividades ilegales. 1.2.3 Monitoreado y conocido el desplazamiento poblacional en áreas de influencia del sector Tahuamanu. 1.2.4 Monitoreada la actividad minera en la zona de influencia del sector Madre de Dios del PNAP. OBJETIVO ESTRATÉGICO 2: CONSERVAR ANCESTRALMENTE POR LOS POBLADORES.

LOS

RECURSOS

NATURALES

UTILIZADOS

Objetivo específico 2.1: Ordenar las actividades ancestrales para el aprovechamiento sostenible. Este objetivo está orientado a fortalecer el ordenamiento de la gestión de la fauna en el PNAP, principalmente la que se da en el sector Purús como actividad ancestral; esto en coordinación con la Jefatura de la Reserva Comunal Purús y las otras instituciones involucradas (ECOPURUS, entre otras). Líneas de acción referenciales 2.1.1 Realizadas de manera ordenada las actividades ancestrales de aprovechamiento dentro del PNAP en el sector Purús. 2.1.2 Consolidado el modelo de gestión sostenible de las poblaciones de quelonios (charapa y taricaya) en el área de la ZA. 2.1.3 Establecido el programa de manejo de grandes bagres que mantiene su disponibilidad para la pesca en la ZA. 2.1.4 Gestionada la fauna sujeta a cacería por ser considerada como una actividad de subsistencia dentro del PNAP. 2.1.5 Articular el conocimiento científico y conocimiento tradicional local en el proceso de actualización del plan de manejo. 2.1.6 Fomentar técnicas para promover la productividad y valor ecológico; así como el valor de conectividad de los bosques y sistemas agroforestales dentro, alrededor y entre áreas protegidas. 90


Objetivo específico 2.2: Promover actividades para el aprovechamiento de recursos naturales en áreas aledañas al Parque Nacional Alto Purús. Este objetivo, complementario al anterior, pretende consolidar la gestión con las comunidades, pero en la Zona de Amortiguamiento. Líneas de acción referenciales 2.2.1 Realizadas de manera sostenible las actividades de aprovechamiento de recursos naturales en las comunidades nativas de los sectores Purús y Yurúa. 2.2.2 Implementadas las actividades para la gestión de fauna en la Zona de Amortiguamiento del sector Purús y en la zona de influencia de Madre de Dios. 2.2.3 Consolidado proceso de gobernanza por el desarrollo de proyectos con participación de instituciones locales. 2.2.4 Recomendar sitios y técnicas de restauración ecológica sistemática para el área protegida y su zona de amortiguamiento. OBJETIVO ESTRATÉGICO 3: CONSOLIDAR LA GESTIÓN PARTICIPATIVA PARA LA PROTECCIÓN DEL PARQUE NACIONAL ALTO PURÚS. Objetivo específico 3.1: Establecer alianzas estratégicas. Este objetivo se enmarca en la consolidación del PNAP ante las diversas instituciones y actores, a los que considera potenciales aliados. Líneas de acción referenciales 3.1.1 Generadas alianzas institucionales con los sectores del Estado y los gobiernos regionales y los gobiernos locales para fortalecer la gestión del PNAP frente a las amenazas. 3.1.2 Desarrolladas actividades educativas y de investigación por las instituciones académicas en alianza con el PNAP. 3.1.3 Lograda la integración binacional con el Brasil, para fortalecer la protección del PNAP, las otras ANP y otros espacios destinados a la conservación. 3.1.4 Fortalecido Comité de Gestión (CG) del PNAP por la formación y promoción de capacidades para su actuación. 3.1.5 Mantenido un efectivo relacionamiento institucional que permite la sostenibilidad financiera. 3.1.6 Seguida y evaluada permanentemente la implementación exitosa del Plan Maestro. 3.1.7 Identificar los nuevos actores que se interesan por el área protegida en el contexto de cambio climático Objetivo específico 3.2: Posicionar y promover el Parque Nacional Alto Purús.

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La valoración del PNAP frente a la población organizada del CG y ante las instituciones públicas y privadas es fundamental, en especial con los municipios locales, con los que la articulación de la gestión creará sinergias para la gestión del ANP y de los programas ambientales ediles. Líneas de acción referenciales 3.2.1 Involucrados efectivamente otros sectores del Estado por el SERNANP, la Jefatura del PNAP (JPNAP) y el CG, lo que mejora la gobernanza del Parque. 3.2.2 Controladas propuestas adversas para la conservación del PNAP por un efectivo y pertinente trabajo de incidencia implementado a diferentes niveles. 3.2.3 Ampliada la línea de base y el conocimiento de la biodiversidad para su valoración, monitoreo y actividades de gestión. 3.2.4 Sensibilizada la mayoría de la población de las áreas aledañas al PNAP. 3.2.5 Incluido el PNAP en los planes de desarrollo concertado de los gobiernos locales y gobiernos regionales. 3.2.6 Comunicar a los actores la actualización del plan de manejo, el valor del área protegida en su rol de mantener y/o incrementar la resiliencia social, económica y ambiental frente a los impactos del Cambio Climático. Objetivo específico 3.3: Consolidar la valoración del Parque Nacional Alto Purús por medio de la educación ambiental. En este caso se busca educar a la población demostrando los diversos valores que posee el PNAP, todo como parte de un programa educativo constante y equipado. Líneas de acción referenciales 3.3.1 Construida la infraestructura necesaria para la interpretación ambiental y la promoción del PNAP. 3.3.2 Establecido el Programa de Educación Ambiental en los cuatro sectores del PNAP. 3.3.3 Fluida producción de material de difusión y capacitación. 3.3.4 Incorporar la problemática del cambio climático en las actividades educativas e interpretativas del programa de educación y comunicación ambiental del área protegida En las líneas de acción se encuentran en verde propuestas que podrían incluirse en el proceso de actualización del plan de manejo y que fortalecería la visión de la gestión del área protegida en un escenario de cambio climático. Conclusiones para el Parque Nacional Alto Purús El documento del plan maestro actualizado 2018 es bastante más corto comparado con otros documentos de planificación de otras ANPs y es muy explícito hacia el instrumento de

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planificación. Es un texto muy concreto y dirigido a una audiencia general, lo cual requiere muy buena capacidad de síntesis. Al tener solo tres objetivos específicos es más fácil definir prioridades y establecer las líneas estratégicas. Al igual que otras herramientas de planificación contemplan todos los factores que influyen en la gestión de las ANPs. El documento actualizado no contiene referencias al cambio climático y es importante que en el nuevo plan de manejo sea considerado el tema. Se observa una directiva muy clara de coordinación territorial a nivel de instrumentos de planificación lo cual es una gran ventaja para la gestión del área protegida. Las líneas de acción actuales además de ser muy concretas integran los procesos necesarios para una gestión integral del área protegida. El nivel de priorización en el plan de manejo vigente es bastante bueno y permite una efectiva gestión del área protegida. Recomendaciones para el Parque Nacional Alto Purús Se debe mantener la simplicidad del documento con solo tres objetivos específicos (o cuatro de ser necesario) a fin de mantener el foco en las prioridades y el logro de las acciones de las líneas estratégicas definidas. Se recomienda usar los lineamientos generales (Figura 8) como base para que en el proceso se incluyan los lineamientos apropiados sobre el cambio climático. Se recomienda que el plan de manejo PNAS sea actualizado considerando los documentos de análisis elaborados para el paisaje sur del bioma amazónico lo cual permitirá avanzar hacia un proceso de gestión integral y en el enfoque de paisaje que consideren el escenario de cambio climático. Se recomienda fortalecer los procesos de capacitación e información a los diferentes actores institucionales y locales a fin de mantener un nivel de gestión adecuado. Se recomienda participar en los procesos de planificación de otras áreas colindantes y de ser posible en las del país vecino a fin de lograr una planificación a nivel de paisaje. 6.5 RESERVA COMUNAL PURÚS – Perú El segundo plan maestro de la Reserva Comunal Purús es el resultado de una serie de reuniones con la participación de comunidades nativas de todos los pueblos indígenas de la provincia de Purús, habiéndose incorporado en el plan maestro su cosmovisión y principios ancestrales respecto al uso de recursos naturales de forma sostenible. De la misma forma, instituciones estatales y privadas han aportado para aunar esfuerzos y enriquecer el documento con acciones técnicas basadas en su experiencia local.

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La estrategia del plan maestro se focaliza en asegurar los procesos ecológicos para el aprovechamiento sostenible de recursos naturales, lo cual beneficiará a la población local de la Provincia de Purús para enfrentar las consecuencias del cambio climático y generar actividades económicas sostenibles. De esta forma la población e instituciones locales puedan usar este plan como una herramienta de gestión para el área natural protegida. La visión de la RCP es: "Al 2032, la Reserva Comunal Purús (RCP) es ejemplo de cogestión entre el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) y el Ejecutor del Contrato de Administración (ECOPURUS). Mantiene tres tipos de Bosque Húmedo Tropical (de terraza baja, de colina baja con bambú y de colina baja), garantizando el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, promoviendo la inserción de algunos productos en las cadenas productivas para el desarrollo económico y social y consolidando su rol como Zona de Amortiguamiento (ZA) del Parque Nacional Alto Purús (PNAP)." Al 2038 la Reserva Comunal Purús, mantiene la cobertura vegetal y el estado de conservación de sus diferentes ecosistemas que son bosque con pacales, bajiales y bosque de colinas; albergando una alta biodiversidad de especies amenazadas como la caoba, la charapa, la taricaya, el teparo, el mono maquisapa, el paujil común y grandes bagres. Es interesante observar el cambio de la formulación de la visión que solo tienen un intervalo de seis años. Los objetivos Estratégicos del Plan Maestro son: 1. Mantener los principales procesos ecológicos1 que sostienen los recursos naturales para uso de la población indígena y otros pobladores. 2. Promover el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales de uso local. 3. Consolidar la cogestión entre la Jefatura de la Reserva Comunal Purús y el Ejecutor del Contrato de Administración (ECOPURUS). La estructura del Plan maestro está de acuerdo con las directivas del SERNANP y cuenta con tres objetivos estratégicos y 6 objetivos específicos. En la versión disponible al público en la web no se observa mención al cambio climático excepto en la introducción. La RC Purús tiene por objetivo “Conservar la diversidad biológica del área y el manejo sostenible de los recursos naturales para beneficio de las poblaciones locales cuyos territorios se encuentran en el área de influencia”, forma parte de la zona de amortiguamiento del PN Alto Purús, y fue establecida por iniciativa de las comunidades nativas de los pueblos indígenas Huni Kuin (Juni kuin), Sharanahua, Madijá (Culina), Mastanahua, Asháninka, Amahuaca, Chaninahua y Yine. Se localiza en la Amazonía peruana, en el distrito de Purús, provincia de Purús (región Ucayali), y en el distrito de Iñapari, provincia de Tahuamanu (región Madre de Dios) con una extensión de 202,033.21 ha. 94


En el documento de trabajo para actualizar el Plan Maestro de Reserva Comunal Purús se menciona como supuesto al Cambio Climático que puede afectar las metas de los objetivos ambientales y metas de los objetivos económicos. La Reserva Comunal tiene por finalidad resguardar la provisión de bienes y servicios ecosistémicos para el desarrollo de actividades ancestrales por parte de sus comunidades beneficiarias. Esta categoría en el Perú cuenta con un modelo de Cogestión entre el estado y comunidades, representados por un ejecutor de contrato que en este caso es ECOPURUS. El modelo de Cogestión consensuado entre los Ejecutores de Contrato de Administración y el SERNANP promueve la perspectiva de un desarrollo regional en donde el área natural protegida es una fuente de servicios ecosistémicos y activo del desarrollo local, cumpliendo con los objetivos de las Reservas Comunales y las expectativas de las comunidades de mantener, recuperar y mejorar su calidad de vida. La planificación en la cogestión encamina a consolidar el cumplimiento de responsabilidades compartidas entre el Estado y los pueblos indígenas, pertenecientes a las 26 comunidades beneficiarias de 8 pueblos indígenas; a través del cual se reconocen funciones y competencias del SERNANP y el ECA-RCP y se potencia el trabajo conjunto y complementario entre ambos. La gestión integral de la RCP y la subsede de la provincia de Purús del PNAP, se unifican en un solo esfuerzo, que asegura el estado de conservación de ambas ANP, para brindar bienes y servicios ecosistémicos a la población, que en su mayoría son pueblos indígenas. Su estrategia de intervención considera el respeto de las diversas cosmovisiones indígenas y la de otros pueblos locales. El tercer plan maestro, vigente a la fecha, se ha actualizado en un proceso participativo con la población asentada en la zona de amortiguamiento de la RCP, desarrollado en el marco de las normas vigentes y se llevó a cabo mediante 11 reuniones de trabajo realizados en los sectores de la RCP, proceso que duro casi un año de trabajo, que conllevo al involucramiento de los actores que acompañan y cogestionan la RCP. Este proceso fue posible gracias al compromiso conjunto entre la jefatura, la junta directiva del ECOPURÚS, el comité de gestión, la jefatura del Parque Nacional Alto Purús y el valioso aporte técnico-financiero del grupo de apoyo del Plan Maestro, así como los profesionales del SERNANP. De los tres objetivos se puede encontrar que en dos se menciona el cambio climático. En el objetivo ambiental se considera al cambio climático como supuesto que puede afectar la meta de cobertura vegetal y en el objetivo económico dentro de la línea de acción promover las actividades económicas sostenibles de los servicios ecosistémicos principalmente de quelonios acuáticos, recursos pesqueros, productos no maderables, entre otros al interior del ANP y su entorno, considera al CC como supuesto que puede afectar la meta de aprovechamiento de quelonios El cambio climático es también es supuesto que puede afectar la meta de promoción de actividades económicas sostenibles en el entorno. (SERNANP, 2018).

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El SERNANP ha aprobado en las 2017 dos metodologías directamente relacionadas a la gestión de las ANPs y los impactos del cambio climático y la evaluación de la vulnerabilidad y será muy importante tomar en cuenta estas metodologías, incluyendo la nueva guía la para la elaboración de planes maestros en el proceso de actualización del plan maestro. Propuesta de Lineamientos para cambio climático en el nuevo plan maestro de la Reserva Comunal Alto Purús Los lineamientos propuestos (en verde) están en base al plan Maestro actual de la Reserva Comunal y deberán ser considerados como indicativos en el proceso de actualización del Plan Maestro. El Plan Maestro de la Reserva Comunal Alto Purus tiene tres objetivos estratégicos y se desglosa a continuación: OBJETIVO ESTRATÉGICO 1: PROTEGER LA BIODIVERSIDAD Y LAS ESPECIES AMENAZADAS PRESENTES EN EL PARQUE NACIONAL ALTO PURÚS. Objetivo específico 1.1: Mantener las condiciones naturales del área donde habitan pueblos indígenas aislados y en contacto inicial. Este objetivo busca que se mantengan los procesos ecológicos que son el sustento de los servicios ambientales para el interior y exterior del PNAP, con el fin de garantizar el buen estado de los recursos y la calidad de los territorios donde habitan los pobladores en aislamiento y en contacto inicial. Líneas de acción referenciales 1.1.1 Aplicadas las directivas del Plan Antropológico por pobladores y autoridades. 1.1.2 Concertadas las acciones sobre indígenas aislados y contacto inicial entre los organismos y sectores involucrados. 1.1.3 Definidas y aplicadas las estrategias para la integración de los pueblos indígenas en contacto inicial. 1.1.4 Seguidas técnicamente las actividades de exploración de hidrocarburos en la Zona de Amortiguamiento. 1.1.5 Proteger áreas de hábitat heterogéneos y fomentar paisajes heterogéneos, o sistemas complejos y variables, con una diversidad de opciones para que las especies las utilicen. 1.1.6 Proteger el ecosistema y sus funciones que son las que determinan el grado de resiliencia en el sistema al cambio climático. 1.1.7 Considerar los sistemas hídricos como corredores de conectividad y mantener los procesos naturales con la menor alteración posible. Objetivo específico 1.2: Fortalecer el sistema de control y vigilancia.

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Este objetivo se propone que el sistema proteja efectivamente la biodiversidad ante posibles amenazas, especialmente en los sectores donde se ha detectado tala ilegal (Sepahua y Tahuamanu), minería y desplazamiento poblacional (sector Tahuamanu), y que vele por las actividades de manejo de recursos en el sector Purús. Líneas de acción referenciales 1.2.1 Implementado y ejecutado el Plan de Control y Vigilancia. 1.2.2 Establecidos y aplicados los lineamientos contra el desarrollo de actividades ilegales. 1.2.3 Monitoreado y conocido el desplazamiento poblacional en áreas de influencia del sector Tahuamanu. 1.2.4 Monitoreada la actividad minera en la zona de influencia del sector Madre de Dios del PNAP. 1.2.5 Evaluar el estado de conservación de los ecosistemas actuales y cómo se pueden recuperar en caso de degradación. 1.2.6 Definir los objetivos de restauración considerando las condiciones futuras, no las históricas 1.2.7 Identificar los cambios potenciales en los ecosistemas por efecto del cambio climático OBJETIVO ESTRATÉGICO 2: CONSERVAR ANCESTRALMENTE POR LOS POBLADORES.

LOS

RECURSOS

NATURALES

UTILIZADOS

Objetivo específico 2.1: Ordenar las actividades ancestrales para el aprovechamiento sostenible. Este objetivo está orientado a fortalecer el ordenamiento de la gestión de la fauna en el PNAP, principalmente la que se da en el sector Purús como actividad ancestral; esto en coordinación con la Jefatura de la Reserva Comunal Purús y las otras instituciones involucradas (ECOPURUS, entre otras). Líneas de acción referenciales 2.1.1 Realizadas de manera ordenada las actividades ancestrales de aprovechamiento dentro del PNAP en el sector Purús. 2.1.2 Consolidado el modelo de gestión sostenible de las poblaciones de quelonios (charapa y taricaya) en el área de la ZA. 2.1.3 Establecido el programa de manejo de grandes bagres que mantiene su disponibilidad para la pesca en la ZA. 2.1.4 Gestionada la fauna sujeta a cacería por ser considerada como una actividad de subsistencia dentro del PNAP. 2.1.5 Considerar la información actualizada acerca del efecto del cambio climático en las especies y procesos ecológicos y su impacto dentro y fuera del área protegida.

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Objetivo específico 2.2: Promover actividades para el aprovechamiento de recursos naturales en áreas aledañas al Parque Nacional Alto Purús. Este objetivo, complementario al anterior, pretende consolidar la gestión con las comunidades, pero en la Zona de Amortiguamiento. Líneas de acción referenciales 2.2.1 Realizadas de manera sostenible las actividades de aprovechamiento de recursos naturales en las comunidades nativas de los sectores Purús y Yurúa. 2.2.2 Implementadas las actividades para la gestión de fauna en la Zona de Amortiguamiento del sector Purús y en la zona de influencia de Madre de Dios. 2.2.3 Consolidado proceso de gobernanza por el desarrollo de proyectos con participación de instituciones locales. 2.2.4 Considerar la conservación de especies clave como mecanismo de conservación para hábitats y ecosistemas 2.2.5 Considerar el mantenimiento de la calidad del agua en los hidro ecosistemas a fin de preservar las dinámicas naturales y la presencia de los recursos hidrobiológicos. OBJETIVO ESTRATÉGICO 3: CONSOLIDAR LA GESTIÓN PARTICIPATIVA PARA LA PROTECCIÓN DEL PARQUE NACIONAL ALTO PURÚS. Objetivo específico 3.1: Establecer alianzas estratégicas. Este objetivo se enmarca en la consolidación del PNAP ante las diversas instituciones y actores, a los que considera potenciales aliados. Líneas de acción referenciales 3.1.1 Generadas alianzas institucionales con los sectores del Estado y los gobiernos regionales y los gobiernos locales para fortalecer la gestión del PNAP frente a las amenazas. 3.1.2 Desarrolladas actividades educativas y de investigación por las instituciones académicas en alianza con el PNAP. 3.1.3 Lograda la integración binacional con el Brasil, para fortalecer la protección del PNAP, las otras ANP y otros espacios destinados a la conservación. 3.1.4 Fortalecido Comité de Gestión (CG) del PNAP por la formación y promoción de capacidades para su actuación. 3.1.5 Mantenido un efectivo relacionamiento institucional que permite la sostenibilidad financiera. 3.1.6 Seguida y evaluada permanentemente la implementación exitosa del Plan Maestro. 3.1.7 Articular el conocimiento científico y tradicional local en el proceso de actualización del plan de manejo. 98


3.1.8 Identificar los nuevos actores que se interesan por el Área Protegida en el contexto de cambio climático Objetivo específico 3.2: Posicionar y promover el Parque Nacional Alto Purús. La valoración del PNAP frente a la población organizada del CG y ante las instituciones públicas y privadas es fundamental, en especial con los municipios locales, con los que la articulación de la gestión creará sinergias para la gestión del ANP y de los programas ambientales ediles. Líneas de acción referenciales 3.2.1 Involucrados efectivamente otros sectores del Estado por el SERNANP, la Jefatura del PNAP (JPNAP) y el CG, lo que mejora la gobernanza del Parque. 3.2.2 Controladas propuestas adversas para la conservación del PNAP por un efectivo y pertinente trabajo de incidencia implementado a diferentes niveles. 3.2.3 Ampliada la línea de base y el conocimiento de la biodiversidad para su valoración, monitoreo y actividades de gestión. 3.2.4 Sensibilizada la mayoría de la población de las áreas aledañas al PNAP. 3.2.5 Incluido el PNAP en los planes de desarrollo concertado de los gobiernos locales y gobiernos regionales. 3.2.6 Comunicar a los actores, el valor del área protegida en su rol de mantener y/o incrementar la resiliencia social, económica y ambiental frente a los impactos del cambio climático. Objetivo específico 3.3: Consolidar la valoración del Parque Nacional Alto Purús por medio de la educación ambiental. En este caso se busca educar a la población demostrando los diversos valores que posee el PNAP, todo como parte de un programa educativo constante y equipado. Líneas de acción referenciales 3.3.1 Construida la infraestructura necesaria para la interpretación ambiental y la promoción del PNAP. 3.3.2 Establecido el Programa de Educación Ambiental en los cuatro sectores del PNAP. 3.3.3 Fluida producción de material de difusión y capacitación. 3.3.4 Incorporar la problemática del cambio climático en las actividades educativas e interpretativas del programa de educación y comunicación ambiental del área protegida. Conclusiones para la Reserva Comunal Alto Purús. Al tener solo tres objetivos específicos es más fácil definir prioridades y establecer líneas estratégicas.

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Al igual que otras herramientas de planificación contemplan todos los factores que influyen en la gestión de las ANPs. El documento no contiene referencias al cambio climático y es importante que en el nuevo plan de manejo sea considerado. Existen muchas oportunidades para incluir temas de cambio climático en las líneas estratégicas referenciales en el plan de manejo. La mayoría de las líneas estratégicas generales (Figura 8) se pueden utilizar como base y ser incluidas en el nuevo documento de plan de manejo. Uno de los diferenciadores de esta área protegida es la presencia de pueblos indígenas en aislamiento voluntario lo cual requiere mayor esfuerzo para mantener las condiciones del ecosistema en las condiciones más naturales posibles. Esta Reserva Comunal está en contrato de coadministración lo cual implica una gran participación local y al mismo tiempo la apropiación del concepto de área protegida por parte de los actores locales. Es importante destacar que dentro del Plan de Manejo de la Reserva Comunal está el de consolidar el Parque Nacional, lo cual muestra una visión de gestión del paisaje que no se encuentra normalmente en los sistemas de Áreas Protegidas. Recomendaciones para la Reserva Comunal Alto Purus Es recomendable mantener el documento del plan de manejo en el tamaño actual ya que su lectura y compresión es mejor, en especial cuando será usado por diferentes actores. Se debe mantener la simplicidad del documento con solo tres objetivos específicos (o cuatro de ser necesario) a fin de mantener el foco en las prioridades y el logro de las acciones de las líneas estratégicas definidas. Se recomienda usar los lineamientos generales (Figura 8) como base para que en el proceso se incluyan los lineamientos apropiados sobre el cambio climático. Se recomienda que el plan de manejo sea actualizado considerando los documentos de análisis elaborados para el paisaje sur del bioma amazónico lo cual permitirá avanzar hacia un proceso de gestión integral y en el enfoque de paisaje que consideren el escenario de cambio climático. Se recomienda realizar análisis comparativo acerca de las gestiones de un área cogestionada por una organización local frente aquellas que son administradas directamente, en especial los factores referidos a la gobernanza y efectividad de manejo. Se recomienda difundir los aprendizajes del Perú respecto a la cogestión de las Áreas Protegidas en Bolivia y en Brasil a fin de fomentar la discusión interna y regional para implementar procesos innovadores que hayan dado buenos resultados en la gestión de las áreas protegidas.

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7. RECOMENDACIONES GENERALES Se recomienda que las autoridades de los sistemas de áreas protegidas, a través de la cabeza de sector, puedan aportar técnicamente en los procesos de negociación de la Convención Marco para el Cambio Climático y así visibilizar el rol que juegan las áreas protegidas en un escenario de cambio climático. Es importante fortalecer la figura de REDPARQUES para que tenga mayor peso institucional y político en los países y también puedan ser partícipes de la CELAC a fin de visibilizar el rol de las áreas protegidas en los Objetivos para el Desarrollo Sostenible y en un sinnúmero de compromisos internacionales. Se recomienda profundizar las alianzas institucionales iniciando por las Organizaciones no gubernamentales de conservación que trabajan en las áreas protegidas y aquellas Organizaciones no gubernamentales de desarrollo rural que trabajan en poblaciones dentro de áreas protegidas y sus zonas de amortiguamiento. Esas alianzas institucionales deberán extenderse a los gobiernos subnacionales a fin de incidir en sus instrumentos de planificación y abordar los procesos de ordenamiento territorial de manera integral, especialmente con aquellos gobiernos que ya hayan considerado el cambio climático en sus instrumentos de planificación. Los diferentes mecanismos existentes a nivel nacional (análisis de vulnerabilidad al cambio climático y aplicación de medidas robustas) deben ser utilizados y oficializados dentro de las herramientas de planificación de los sistemas nacionales y en especial a nivel de las áreas protegidas. Se recomienda visibilizar las herramientas de planificación de las áreas protegidas como parte de los procesos de planificación nacional tanto sectorial como multisectorial a fin de que tengan el mismo reconocimiento como herramienta de gestión territorial tanto a nivel nacional como subnacional. A nivel nacional se deben actualizar los instrumentos de planificación para que cuenten con secciones específicas que consideren el escenario de cambio climático en la gestión de las áreas protegidas tanto en el diagnostico como en los objetivos y líneas de acción. Se recomienda actualizar periódicamente las guías para la elaboración y actualización de planes de manejo de tal manera que consideren de manera explícita el abordaje del tema de cambio climático en las diferentes secciones y en especial en los lineamientos operativos. Se recomienda elaborar una propuesta de lineamientos generales para la inclusión del tema de cambio climático en las herramientas de planificación tanto a nivel de sistema como de las áreas protegidas para que sirva de guía en los procesos nacionales y así armonizar las diferentes herramientas tanto a nivel nacional como regional. Los lineamientos generales podrían ser utilizados a nivel del paisaje sur aprovechando que los planes de manejo actuales incluyen secciones de coordinación con otras áreas colindantes tanto nacionales como internacionales.

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Se recomienda elaborar un manual específico sobre el cambio climático y las áreas protegidas para capacitar a los funcionarios de las áreas protegidas y los diferentes actores relacionados de manera directa e indirecta en la gestión de las áreas protegidas. Se recomienda actualizar las herramientas para evaluar la efectividad de manejo de tal manera que consideren el tema de cambio climático en la gestión del área protegida. Se debe incluir el tema de cambio climático en los criterios de zonificación de tal manera que las áreas núcleo y otras zonas de uso restringido tengan explicita la función de adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático. Se deben considerar las áreas protegidas para su inclusión en las diferentes oportunidades de financiamiento referidas al cambio climático demostrando su rol en la mitigación y adaptación. En el caso boliviano se recomienda adscribir programas y proyectos dentro de áreas protegidas al mecanismo conjunto de implementación de acuerdo con la normativa y procedimientos actuales. Se recomienda desarrollar un programa de difusión acerca del valor de las áreas protegidas para nuestras sociedades a fin de influir directamente en los procesos de planificación nacional y subnacional, considerando el alcanzar los Objetivos de desarrollo Sustentable en un escenario de cambio climático. Se recomienda crear un mecanismo de información que permita abordar diferentes temáticas, en especial lo referido a planes de manejo, ya que si bien la mayoría de la información está en las páginas oficiales de las instituciones encargadas de las áreas protegidas a veces no es de fácil acceso para el público interesado. Se recomienda integrar las herramientas específicas desarrolladas para evaluar los efectos del cambio climático en cada país con los procesos de planificación de en las áreas protegidas, como por ejemplo en el caso del Perú. Se recomienda consolidar mecanismos formales y no formales para que REDPARQUES pueda constituirse en un mecanismo no solo a nivel de las máximas autoridades de áreas protegidas sino también a nivel de mandos medios y directores de áreas a fin de incrementar los procesos de aprendizaje – acción.

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Soares-Filho, B., Moutinho, P., Nepstad, D., Anderson, A., Rodrigues, H., Garcia, R., Dietzsch, L., Merry, F., Bowman, M., Hissa, L., Silvestrini, R., Maretti, C. 2010. Role of Brazilian Amazon protected areas in climate change mitigation. Proceedings of the National Academy of Sciences Jun 2010, 107 (24) 10821-10826; DOI: 10.1073/pnas.0913048107 Sweig, J. 2010. La extensa agenda global de Brasil. Política Exterior, 24(138), 132-148. Retrieved from http://www.jstor.org/stable/23054176 ter Steege H. [et al}. 2013. Hyperdominance in the Amazonian Tree Flora. Science Vol. 342, Issue 6156, 1243092 The World Bank. 2009 Convenient Solutions to an Inconvenient Truth: Ecosystem-based Approaches to Climate Change. The World Bank, Washington DC. Thuiller W., Albert C., Araújo M.B., Berry P.M., Cabeza M., Guisan A., Hickler T., Midgley G.F., Paterson J., Schurr F.M., Sykes M.T. & Zimmermann N.E. (2008) Predicting global change impacts on plant species’ distributions: Future challenges. Perspectives in Plant Ecology, Evolution and Systematics, 9, 137-152. Travis J. (2003) Climate change and habitat destruction: a deadly anthropogenic cocktail. Proceedings of the Royal Society B 270, 467-473. UNCCC. 1992. Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. FCCC/INFORMAL/84* GE.05-62301 (S) 220705 220705 Valencia B., Urrego D.H., Silman M.R. & Bush M.B. (2010) From ice age to modern: a record of landscape change in an Andean cloud forest. Journal of Biogeography, 37, 1637-1647. Vos C.C., Berry P., Opdam P., Baveco H., Nijhof B., O’Hanley J., Bell C. & Kuipers H. (2008) Adapting landscapes to climate change: examples of climate-proof ecosystem networks and priority adaptation zones. Journal of Applied Ecology, 45, 1722-1731. Williams P.H., Hannah L., Andelman S., Midgley G., Araujo M., Hughes G., Manne L., MartinezMeyer E. & Pearson R. (2005) Planning for Climate Change: Identifying minimum-dispersal corridors for the Cape Proteaceae. Conservation Biology, 19, 1063-1074. WWF. 2017. Memoria del Taller: Escenarios Climáticos para la Planeación y Manejo de la RNVSA Manuripi. SERNAP - Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi. WWF Bolivia Octubre 2017

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ANEXO 1 TALLER DE ESCENARIOS CLIMÁTICOS Y GOBERNANZA - IAPA El 16 y 17 de agosto se realizó el Taller de escenarios climáticos y gobernanza en la gestión de las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico en la ciudad de Rio Branco, Acre, Brasil. Participaron en el taller funcionarios (directores y jefes de área) de las cinco áreas protegidas del paisaje sur, autoridades de los tres sistemas nacionales de áreas protegidas, expertos en temas de cambio climático, gobernanza y planes de manejo. La sesión de trabajo referida al tema de cambio climático tuvo como objetivos: • Presentar el contexto actual sobre la inclusión del escenario de cambio climático a diferentes escalas dentro del bioma amazónico • Identificar las acciones actualmente incluidas en los planes de manejo (maestros) de las áreas protegidas para mitigar y adaptarse al cambio climático • Definir lineamientos de cambio climático y hoja de ruta preliminar para incluir directrices de CC en los SNAP y en especial en las áreas protegidas del paisaje sur de los SNAP de la Amazonía Sur Se presentó lo avanzado hasta la fecha en el proyecto IAPA respecto a la inclusión de la temática sobre cambio climático a diferentes escalas (Bioma, paisaje, área protegida) y que sea la base para la discusión de los lineamientos de cambio climático. La primera presentación estuvo referida al análisis sobre cambio climático en el bioma amazónico en base a modelos climáticos globales. La segunda presentación fue el análisis sobre cambio climático a nivel del paisaje amazónico sur (paisaje) La tercera presentación fue el análisis a escala de área protegida (estudio de caso Manuripi) y la presentación del diagnóstico preliminar a nivel de cada área protegida. En el taller se trabajó en grupos con el propósito de identificar las acciones actualmente incluidas en los planes de manejo (maestros) para la mitigación y adaptación al cambio climático a diferentes escales (Bioma, paisaje, Área protegida) considerando las particularidades de cada país, así como, definir lineamientos para incluir el tema (acciones) sobre cambio climático en las diferentes herramientas de planificación a diferentes escalas privilegiando la operativización. Se discutió de manera preliminar una hoja de ruta para la inclusión de acciones de mitigación y adaptación en los planes de manejos(maestros) de las áreas protegida y los SNAPs, de tal manera que estén en concordancia con las estrategias de cambio climático existente en la planificación subnacional, nacional y regional (internacional), En las discusiones se acordó que es importante el fortalecer a REDPARQUES a fin de profundizar la coordinación Andino Amazónica ya que ambos son interdependientes. Se analizaron las oportunidades de conservación en las 2 unidades de paisajes, norte y sur. 111


Se recalcó la importancia de lograr la sostenibilidad financiera a nivel de bioma. Se compartió acerca de los diferentes sistemas y herramientas utilizadas en los sistemas para evaluar la efectividad de manejo de las áreas protegidas. Se elaboró una lista de temas comunes para introducir en los planes de manejo que pueden tener influencia en la mitigación y adaptación al cambio climático. Figura1 - ANEXO Temas comunes en las áreas protegidas del paisaje sur del bioma amazónico. Articulación territorial (Escala paisaje e integra articulación sectorial) Ordenamiento territorial

Servicios (funciones) ecosistémicas

Conocimiento y percepción local rescate)

Monitoreo transfronterizo

Sistemas productivos sustentables

Educación ambiental

Mejorar la gobernanza de áreas protegidas

Manejo de recursos

Medidas robustas

Sostenibilidad (Técnica, Financiera. Social).

Fortalecimiento de capacidades

Monitoreo de variación climática a nivel local (comunidades de las áreas protegidas.) Monitoreo recursos hidrobiológicos (transfronterizos)

Control de incendios

Protección

Mitigación (Dialogo Inter científico)

Gestión de las cuencas y cabeceras de cuenca transfronteriza (Acre, Purus, Tahuamanu, Yaco. Regulación pesquerías

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