Algunas arañas no sangran. Si por
Abemolar Suavizar, dulcificar la voz. Abéñula Pestaña de los ojos. Aborrachado De color encarnado muy encendido. Abric Azufre. Acalculia Incapacidad patológica para calcular. Acazidir Antiguo nombre del estaño. Acensalí Musgo que cubre las piedras. Acibaroso Amargo. Acidia Pereza. Aciesis Esterilidad de la mujer. Aciguatado Pálido, amarillo. Aclasto Que deja pasar los rayos luminosos. Acólcetra Colcha.
algún azar se adhieren a una arista de acero afilado o si el amor de un ángel les arranca una antena, se arrastran arando una alargada huella de aceite azul añil que los abates usan para adivinar. Anascote, almodrote y alcrebite. Si no te suena el mate, a Quevedo lo tendrás por orate. Abada Hembra del rinoceronte. Abanación Destierro de un año. Abarrisco Sin consideración ni reparo. Abas Peso para las perlas. Abascantes Caracteres mágicos. Abellacar Estimar en poco.
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Acoquinamiento Cierta timidez. Acornarse Echar cuernos. Acosmia Desarreglo en los días críticos. Acroamático Modo de enseñar por medio de discursos o narraciones. Acusmático Que oye sin ver. Adarce Espuma salada del mar pegada a cuerpos sólidos. Adárgama Harina de flor. Adefina Secreto. Adehala Yapa. Aderra Maromilla con que se aprieta el orujo.
Adiaforia Indiferencia. Adrián Juanete. Adrolla Engaño en las compras o ventas. Adujarse Acomodarse en cualquier sitio por estrecho que sea. Aferes Negocios. Aflato Soplo, viento. Inspiración poética. Aflojístico Que quema sin llama. Afótico Sin luz. Profundidades del mar. Afrodisia Pubertad. Agerasia Vejez exenta de los achaques propios de esta edad.
Piezas para amar Pero por encima de todas las invenciones admirables, cuán soberana fue la mente de quien imaginó y halló la manera de comunicar sus más recónditos pensamientos, disponiendo de diversas maneras caracteres insignificantes sobre un papel. Galileo Galilei
Los griegos, inventores de preguntas, creían que el secreto de las cosas está en sus entrañas diminutas. De agua, fuego, tierra y aire, para uno, y de átomos sin cualidades sensibles para otro. Platón ilustra esa visión científica con una figura alfabética, diciendo que dichos elementos “no eran solo como letras y que 22
Jota, letra nueva, esperaste mil
musulmanes a los sultanes y príncipes. Jalbegue Afeite de mujeres para blanquearse el rostro. Jalbelgar Blanquear las paredes con cal. Jamurar Achicar el agua. Jaquelado Dividido en escaques. Jeme Distancia que hay desde la extremidad del dedo pulgar a la del índice. Jesnato Dícese de la persona dedicada desde su nacimiento a Jesús. Jesusear Repetir muchas veces el nombre de Jesús. Jismero Chismoso. Jiste Espuma de la cerveza.
años para ser inventada hija de la i, y para heredar de ella el nombre de iota y el punto, pero has encontrado pronto tu propia personalidad sonora. J, letra de jaque y jamás, de jota, jabera y jácara, de baile y de risa. Jabardillo Junta de gente baja. Jabeque Herida en el rostro hecha con arma blanca corta. Jacarandana Lenguaje de los rufianes. Jacilla Señal o huella que deja una cosa sobre la tierra en la que ha estado por un tiempo. Jadraque Tratamiento de respeto que se da entre los
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Jocalias Alhajas pertenecientes a las iglesias. Jocoserio Mezcla de serio y jocoso. Joguer Acostarse. Jorge Insecto coleóptero, abejorro.
Jorgina Hechicera. Jorgolín Compañero o criado de rufián. Jorguín Persona que hace hechicerías.
Medios de transporte vocabular Mi abuelo los llamaba los “chaucheros”, mi generación “colectivos”, actualmente se los denomina “micros”. A muchas palabras les encanta cambiar con el tiempo y las circunstancias; otras son más conservadoras… Luis H. Antezana
Algunos creen que las palabras son como taxis: se las encuentra vacías y se las hace ir a donde uno quiera. Pero ellas son más bien como colectivos que van, cargadas de sentido, de un lugar a otro fijo. Lo que uno sí puede hacer es tomarlas a medio camino y dejarlas donde le convenga. Muchas veces es necesario hacer combinaciones para llegar a destino.
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Razón: Rey que rebuzna se rompe
Raca Anillo grande de hierro que sirve para que alguna cosa, a él sujeta, pueda correr fácilmente por el palo o cabo a que deba estar unida. Radiestesia Sensibilidad especial para captar ciertas radiaciones, utilizada por los zahoríes para descubrir manantiales subterráneos. Rahez Vil, despreciable. Rahezar Perder valor las cosas. Reble Nalga. Rebudiar Roncar el jabalí. Recancamusa Maña o artificio para encubrir un engaño. Recazo Lomo de cuchillo.
de risa y de rabia. Rumor: Reina ramera no respira si reza y recibe si regresa. Recuerdo: Rey rahez rechaza su retrato de rata. Revés: Reina redonda se ruboriza como rosa. Rabazuz Arrope de zumo de regaliz. Rabisalsera Mujer que tiene mucho despejo, viveza y desenvoltura excesiva. Rabiza Ramera muy despreciable. Rábula Abogado indocto, charlatán y vocinglero.
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El lenguaje no cubre, es La idea de que el lenguaje tiene un propósito debe ser abandonada con la idea de que el lenguaje es un medio. Richard Rorty
Encontrar en el espacio de las palabras un hueco nuevo; por ejemplo del tamaño que cubre la palabra ansiedad, que solo puede ser llenado –a falta de ella– con una larga serie de otras palabras, siempre más larga que una simple definición. Encontrar un hueco tal e inventarse una palabra para llenarlo. Un descubrimiento así podría llevar un nombre científico con el apellido del poeta, como el pájaro Scytalopus Schlenberg, como el bacilo de Koch o como el cráter de la luna Nasireddin que llevan el nombre del sabio que los observó por primera vez.
Reconcomio Prurito o deseo persistente. Movimiento interior del ánimo. Recoquín Hombre muy pequeño y gordo. Redrosaca Estafa, socaliña. Refitolear Curiosear y entremeterse en cosas de poca importancia. Refitolero Que cuida de refectorio. Regunzar Contar, referir. Rehalí Errante, nómade. Remanecer Aparecer de nuevo e inopinadamente.
Remediavagos Libro o manual que resume una materia en poco espacio, para facilitar su estudio. Rencoso Que tiene un solo testículo. Rendibú Agasajo que se hace a una persona, por lo general con la intención de adularla. Repeluzno Escalofrío leve y pasajero. Temor indefinido o repugnancia que inspira algo. Repentón Suceso grave e imprevisto. Repercudida Retroceso de un cuerpo que choca contra otro. 102
La mayoría de los glosarios contienen palabras útiles y prácticas, dicho de otra manera, palabras profanas. Este pequeño libro de Jorge Patiño Sarcinelli es precisamente lo contrario; las palabras aquí recogidas no son de uso diario, aunque el mundo está plagado de “nefelibatas” y “apeables” y de “raheces”. Este es en realidad un libro para iniciados, no en la filología o en la ortografía, sino para iniciados en las artes del placer. Flaubert había dicho que la mejor manera de soportar la existencia era sumergirse dentro de la literatura como dentro de una orgía perpetua. Jorge Patiño en su CODA AL DICCIONARIO, nos demuestra que una orgía, no necesariamente perpetua pero de innumerables variantes, nos espera si incursionamos en el laberinto superficial, absurdo, a veces pobre y algunas otras magnífico del diccionario, en especial si es el de la Real Academia de la Lengua. Solo la avidez y la pericia de un maniático, solo un sentido del humor “transcollamantino” a.v.p., solo un manejo acertado de la “nocturnancia” y en algunas noches tal vez también del “dilúpulo”, podían haber producido el “estro” para esta pequeña joya. Jorge Patiño confiesa su temor de “estar dejando su alma criptográficamente desnuda en este libro”, lo ha hecho, al final de cuentas, como escribe san Juan, “al principio fue el verbo…”. AGUSTÍN ECHALAR