REPORTAJE Más que encanto James Dean, así como Newman se destacaron en Hollywood por ser más que caras bonitas y cuerpos esbeltos. A diferencia de los actores de los años 20 y 30 estos intérpretes rompieron con un estereotipo desarrollado por los estudios cinematográficos. El crítico de cine Arturo Rodríguez recuerda que Gable, Redford, McQueen y Grant comenzaron su carrera en el teatro y estudiaron en la Actor’s Study. Esta afamada academia los formó para protagonizar las obras más exigentes sobre las tablas de Broadway y “romper con un molde de actuación” establecido. “Hasta ese momento los actores habían sido muy estereotipados y esta escuela de Nueva York, donde también estudió Marlon Brando, los ayudó a desarrollar características especiales”, aseguró Rodríguez.
Rebelde sin causa
Paul Newman (1925-2008) Durante cinco décadas fue uno de los actores con mayor carisma de Hollywood. Su trabajo social y sus nueve nominaciones al premio Oscar lo convirtieron en una de las figuras más respetadas de la industria cinematográfica. También se desempeñó como productor y director. Sus amores: Jacqueline Witt, con quien tuvo tres hijos, y Joanne, su segunda y última esposa con la que procreó tres hijas. Sus películas: “El Color del dinero”, “Zinc Caliente”, “Éxodo”, “Dulce pájaro de juventud”, “Harper investigador privado” y “Cortina rásgada”.
Rock Hudson (1925-1985) Uno de los galanes más atractivos de los años 50 y 60. Su capacidad interpretativa le permitió hacer drama, teatro, comedia, lo que le valió una nominación al Oscar como mejor actor por la película “Gigante”. A finales de los 70 y 80 trabajó en series televisivas como “Dinasty”. Fue el primer actor en admitir su homosexualidad. Murió de SIDA en 1985, y esto hizo tambalear su imagen de galán. Sus amores: No se le conocieron. Sus películas: “Gigante”, “Un pijama para dos” y “Confidencias a medianoche”.
Otro de los aspectos que provocaron que estos intérpretes permanecieran en el recuerdo de seguidoras de diferentes generaciones es que “uno se convirtió en el heredero del otro”. Un ejemplo es que Newman realizó los papeles que le correspondían a Dean, luego de su inesperado fallecimiento. Para Lora esta generación de “galanes” se destacó, además, porque sobrevivió a la censura burocrática de los estudios y a periodos “tan turbulentos como el MacCarLo que el thismo”, que los acusó de comuviento se llevó. nistas y los apuntó en una “lista negra”. Por esta razón, considera Lora, cada uno dejó su legado. Newman, por ejemplo, asumió su profesión sin doblegar sus concepciones”; enfrentando las manipulaciones de los grandes estudios. “Siempre se mantuvo alejado de las veleidades del espectáculo y fue solidario con las buenas causas”. 30
ı mujer única ı noviembre 2008
Robert Redford (1936) Actor y director, ganador de los premios Oscar y Globo de Oro, lo convirtieron en una figura respetada del medio, que sigue ganando fama por auspiciar el cine independiente con la escuela y productora Sundance. Luego protagonizar junto a Paul Newman “Dos hombres y un destino” se convirtió en una estrella. Sus amores: Lola, su primera y única esposa. Se separaron en 1985. Sus películas: “El jinete eléctrico”, “El golpe”, “Los hombres del presidente”, “Memorias de África”, “Descalzos en el parque”, “Dos hombres y un destino”, “Un diamante al rojo vivo” y “Tal como éramos”.
El enganche de los galanes La película “Lo que el viento se llevó” acaparó la atención. En 1939 la imponente y arrogante Scarlett O’Hara (Vivien Leigh) y el atractivo, por demás adinerado, Rhett Butler (Clark Gable), subieron la temperatura a más de un espectador. Una de las escenas más recordadas de esta cinta es cuando Scarlett se presenta en la oficina de Rhett a solicitar un préstamo. Aunque vestía un imponente vestido verde, la última cortina que quedaba en la plantación “Tara”, él galán se dio cuenta de su pobreza. Las manos ásperas de la dama de sociedad la delataron. En esta cinta Gable hechizó a más de una; se convirtió en galán. Para Lora la escena aportó una visión de lo que debería ser “el hombre ideal”. Luego de que las mujeres de esa época asumieran el rol de amas de casa, finalizada la Segunda Guerra Mundial, el cine recuperó la popularidad de sus comienzos. De esta manera reanudaron las producciones que el conflicto bélico paralizó.