AEREAS Notas médicas. LAS EPIDEMIAS DEL TIFUS,
ln cuanto al tratamiento por los baños, puede decirse que se han conseguido éxitos muy
lisonjeros,
Como procedimiento engorroso y caro puede cumplirse bien en la elínica particular, donde siempre cuenta el médico con todo lo preciso en la abundancia y oportunidad necesarias. ln el hospital, cuando los casos son abundantés y la dotación pequeña, fracasan las mejores intenciones, y al ser incompleto el tratamiento, no es todo lo eficaz que debiera.
Las estadísticas de las epidemias de fie-
bre tifoidea indican como menos aptas para contraer esta enfermedad
jeres; pero entreel
¿las mu-
número igual de 68.
tas y de hombres atacados, hay mayor
viduas que
eran entecos% ntes de
lan,
en
ya
fermar del tifus, después de la convalecencia han adquirido un gran” vigor físico y un aspecto lozano y fuerte. Personas de reducido valer social “han, logrado luego prendas preciadísimas y cualidades robresalientes en el ejercicio de peupaciones para las que antes considorábanse ineptos. E individuos
de pocas 6 no vistas luces mentales han conseguido brillar después y ger admirados de gentes para
las que fué
perado y sorprendente tal condiciones,
A
este
aportan
resultado
de
3
tan
meéravilloso
que
antes de log cinco años es raro el tifus, De estas consideraciones fácil es extraer el dato “debilidad.” La mujer, más débil que el hombre; el viejo, más débil
que todos,
el niño,
que ninguno.
Por
más
exo los
fuerte
alcohó-
licos, los borrachos, rindeu un tributo formidable á la fiebre tifoidea por? su grado de degeneración, de dexgaste, de
debilidad
orgánica, en lin,
:
¿Dato de interés os la renovación que la Hebre tifoidea ocasiona en el individuo.cura
lo de
demiológicos
ella,
Los;
declaran
datos
epj-
trafisformacio=
liebre tifoidea, que no respete:
ningún
to voraz que se desarrolla en la convalecencia, de que todo el niundo tiene npetito es causa de algunos atrevimientos de alimentación que han costado muchas vidas. Porque encontrándose
aún la enfermedad entre el período de descenso y de convalecencia, $ apenás IS , 2 1
iniciado éste, y hallándose las
títicas del intestino sin
cicatrizar aún...
no puede ser consentida mas alimentación líquida. Pero los enfermos
úlceras
que
una
voluntariosos,
mal educados, aquellos.
que flan
Jos
poco
de los consejos autorizados del doctor y creen capricho y deseos de alargar la
enfermedad lo que
de facultades del
seo y comen alimentos de los que anhe-
indi-
es advertencia pru-
dente y sabia, dan
satisfacción
nero, ha rebajado bastante un tiempo se consideró el
La educición, la cultura y el refina» miento dela do,
*on
cosas
mujer de espíritu oleyaaparte
de
=u
instrucción
que puede ser más ó menos
vasta,
Hay ejertos tintes, elertas nes,
ciertas
sentimientos,
les, que sólo tienen
Vida y 4ln
por
Experiencia
maestra
que
sér, amasados conveimientor
encerrados
úá
en
es-
ser y fener
pd
una
AT
ln ese código ella debía de xer amas ble y discreta,
naturalmente
alegre
ó
to, franca y sincera, La boúdad de: bín reflejarse en ss ojos y ¿ld verdad
nuestro
idehles y tendencias, Negan 4 un gris. do superior de ev tara de donde dime |
trictas de lo que debía
las
del
luego con el caudal de que recoge nuestra inte
distinción,
cláusulas
buena crianza y es en este código don-
de estaban impresas
dulcemente melancólica, sin fingimien-
ligoncia, pulen y modelan nuestra per=: sonalidad que determinando mestros :
nada
en de
Ja
de los que
nos han eriado y educado al calor hogar, y
idea
á su de-
la que código
mujer para agradar,
expresio-
ciertos
1
Las facilidades con que invaden y alternan en nuestras sociedades moderni clases menos e0 tas que desconocen el goce y la inmmportancia de ciertos refinamientos que no siempre da el di-
dentro de los lHmites de la «Nnodestia, salir de «us Inbios. AA La belleza era considerada tomo coan secundaria, aunque el ser linda nunca estorba;
ántes
bien el
cuidado
así-
duo de la belleza era recomendado. Sin coquetismo,
pero*f llena de coquetería ;.
habíe que esforzarse en ser distinguida, : Kra
de
la visita
dico, si mo: fué llamado brutal del desenlace.
éste MM
ante
lo seno
es sino la eterna cuestión de la fé en el médico, quien, á veces por defectos de
cultura de algunas familias, no
conbi:
casi totalidad de los casos. | Cual en el cólera, el individuo
nes somplétass é increíbles, cambio. de constituciones, de temperamentos, au.
espíritu, | Así,
antes
la
noticia, pues es de sabiduria vulgar. liste mismo excesivo y deflatentado
ya ocasión de decir
aún
una enfermedad como
enorme conmoción que represónta para
Hemos
tenido
viduo fallece
acostumbrada del día siguiente del mé.
gue ser totalmente respetado y absulu-
órgano ni nparato, removiéndolos y apartándolos de su cauce fisiológico, y deutro lado, la reacción poderosa thanifestuda por la maturaleza victoriosa de la infección y exteriorizada po:el apeti-
pequeños.
KI resultado inmediato es la: perito:
nitis inconcusamente mortal, y el indi-"
la
una
proporción de muertes en las primeras, Es decir, que las mujeres parecen re sistirmenos la enfermedad. En los viejos dicha proporción es de un 100 por 100 mientras en los niños apenas si el Dieilo tifoso produce estragos y en tanto
menor cantidad cuanto más
lo perforan abriéndolo en el peritoneo.
parte,
sus efectos. de
la economía
rehecha, Jas «ubs:
tancias ingeridas -al llegar al intestino
Débese, pues insistir y nunca rá poco—sobre este extremo, que
¡nes-
cambio
Si la mucosa intestinal no estaba suficientemente
parte de la educación
saber
eami-
nar, hablar, reírse, accionar, y -cual=«Quiera que fuera el genio ó carácter, te-
ner siempre el dominio de $us nervios,
Los ademanes debían de se” nobles, ?
$
4
j
EL
$
tamente obedecido comu
merete
en la
cón-
valeciente de fiebre tifoidea representa
un peligro de infección considerable,
Habiendo adquirido su organismo la inmunidad contra los bacilos y sus
toxinas (sus venenos) aquellos habitan por algún tiempo el tubo gastrointesti-
nal del convaleciente,
permaneciendo
inofensivos porno podar atacar lo que
* para ellos es ya invulnerable,
Pero como la acción de defensa «de
los tejidos es, pudiéramos decir, pasi='
va, limitada siempre á rechazar, no á ofender, los
pero
microbios están vivos
durante algún tiempo, allí se reproducen y son expulsados al exterior con las deyecciones,
que
hasta
paulatina-
mente va quedando limpio de bacilos del tifus aquel intestino. HN Ahora bién: duranteel trancursode
todo ese tiempo, el convaleciente debe ser considerado como enfermo todavía
pen los efectos de la esterilización
de
as deyecciones ú-fin de evitarla difu-
sión de la epidemia.
¡
Victor García Martínez. | acompasados, rítmicos. insinuante,
. La voz sunve,
melodiosa.
- Debía emanar
de toda la persona algo kuavo,
dulce,
tierno y aún apasionado, pero siempre . contenido. Nada de nudacia ni alardes varoniles, ni bríos de emancipación,
cons todas que desagradan al hombre y
les
hace
mucha que
perder
la
cortesía
tenga para
Para agradar
poca ó
el sexo débil,
es preciso mostrarse
débiles, para reinar en el
hombre sor admitida
en
corazón
del
sus fntimos
consejos, para que nos consulten y nos hagan sus amigas es necesario saber ga-
nar esas posiciones tan importantes pa-
ra nuestra propia felicidad á fuerza de paciencia y perseverancia. Un el fon:
do de todo hombre hayun niño. y de
toda mujer una madre,»
ya otra vez no lo olviden,
les he disho pues
en. es-
to tal vez; se encierra todo el arte de agradar, Mis mejores cariños para todas.
Tas abraza, -: CLARA. p
Por la copia; Gala Sencidla.
po
m
VI