Puerto Rico Ilustrado (13 abr. 1912)

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AEREAS Notas médicas. LAS EPIDEMIAS DEL TIFUS,

ln cuanto al tratamiento por los baños, puede decirse que se han conseguido éxitos muy

lisonjeros,

Como procedimiento engorroso y caro puede cumplirse bien en la elínica particular, donde siempre cuenta el médico con todo lo preciso en la abundancia y oportunidad necesarias. ln el hospital, cuando los casos son abundantés y la dotación pequeña, fracasan las mejores intenciones, y al ser incompleto el tratamiento, no es todo lo eficaz que debiera.

Las estadísticas de las epidemias de fie-

bre tifoidea indican como menos aptas para contraer esta enfermedad

jeres; pero entreel

¿las mu-

número igual de 68.

tas y de hombres atacados, hay mayor

viduas que

eran entecos% ntes de

lan,

en

ya

fermar del tifus, después de la convalecencia han adquirido un gran” vigor físico y un aspecto lozano y fuerte. Personas de reducido valer social “han, logrado luego prendas preciadísimas y cualidades robresalientes en el ejercicio de peupaciones para las que antes considorábanse ineptos. E individuos

de pocas 6 no vistas luces mentales han conseguido brillar después y ger admirados de gentes para

las que fué

perado y sorprendente tal condiciones,

A

este

aportan

resultado

de

3

tan

meéravilloso

que

antes de log cinco años es raro el tifus, De estas consideraciones fácil es extraer el dato “debilidad.” La mujer, más débil que el hombre; el viejo, más débil

que todos,

el niño,

que ninguno.

Por

más

exo los

fuerte

alcohó-

licos, los borrachos, rindeu un tributo formidable á la fiebre tifoidea por? su grado de degeneración, de dexgaste, de

debilidad

orgánica, en lin,

:

¿Dato de interés os la renovación que la Hebre tifoidea ocasiona en el individuo.cura

lo de

demiológicos

ella,

Los;

declaran

datos

epj-

trafisformacio=

liebre tifoidea, que no respete:

ningún

to voraz que se desarrolla en la convalecencia, de que todo el niundo tiene npetito es causa de algunos atrevimientos de alimentación que han costado muchas vidas. Porque encontrándose

aún la enfermedad entre el período de descenso y de convalecencia, $ apenás IS , 2 1

iniciado éste, y hallándose las

títicas del intestino sin

cicatrizar aún...

no puede ser consentida mas alimentación líquida. Pero los enfermos

úlceras

que

una

voluntariosos,

mal educados, aquellos.

que flan

Jos

poco

de los consejos autorizados del doctor y creen capricho y deseos de alargar la

enfermedad lo que

de facultades del

seo y comen alimentos de los que anhe-

indi-

es advertencia pru-

dente y sabia, dan

satisfacción

nero, ha rebajado bastante un tiempo se consideró el

La educición, la cultura y el refina» miento dela do,

*on

cosas

mujer de espíritu oleyaaparte

de

=u

instrucción

que puede ser más ó menos

vasta,

Hay ejertos tintes, elertas nes,

ciertas

sentimientos,

les, que sólo tienen

Vida y 4ln

por

Experiencia

maestra

que

sér, amasados conveimientor

encerrados

úá

en

es-

ser y fener

pd

una

AT

ln ese código ella debía de xer amas ble y discreta,

naturalmente

alegre

ó

to, franca y sincera, La boúdad de: bín reflejarse en ss ojos y ¿ld verdad

nuestro

idehles y tendencias, Negan 4 un gris. do superior de ev tara de donde dime |

trictas de lo que debía

las

del

luego con el caudal de que recoge nuestra inte

distinción,

cláusulas

buena crianza y es en este código don-

de estaban impresas

dulcemente melancólica, sin fingimien-

ligoncia, pulen y modelan nuestra per=: sonalidad que determinando mestros :

nada

en de

Ja

de los que

nos han eriado y educado al calor hogar, y

idea

á su de-

la que código

mujer para agradar,

expresio-

ciertos

1

Las facilidades con que invaden y alternan en nuestras sociedades moderni clases menos e0 tas que desconocen el goce y la inmmportancia de ciertos refinamientos que no siempre da el di-

dentro de los lHmites de la «Nnodestia, salir de «us Inbios. AA La belleza era considerada tomo coan secundaria, aunque el ser linda nunca estorba;

ántes

bien el

cuidado

así-

duo de la belleza era recomendado. Sin coquetismo,

pero*f llena de coquetería ;.

habíe que esforzarse en ser distinguida, : Kra

de

la visita

dico, si mo: fué llamado brutal del desenlace.

éste MM

ante

lo seno

es sino la eterna cuestión de la fé en el médico, quien, á veces por defectos de

cultura de algunas familias, no

conbi:

casi totalidad de los casos. | Cual en el cólera, el individuo

nes somplétass é increíbles, cambio. de constituciones, de temperamentos, au.

espíritu, | Así,

antes

la

noticia, pues es de sabiduria vulgar. liste mismo excesivo y deflatentado

ya ocasión de decir

aún

una enfermedad como

enorme conmoción que represónta para

Hemos

tenido

viduo fallece

acostumbrada del día siguiente del mé.

gue ser totalmente respetado y absulu-

órgano ni nparato, removiéndolos y apartándolos de su cauce fisiológico, y deutro lado, la reacción poderosa thanifestuda por la maturaleza victoriosa de la infección y exteriorizada po:el apeti-

pequeños.

KI resultado inmediato es la: perito:

nitis inconcusamente mortal, y el indi-"

la

una

proporción de muertes en las primeras, Es decir, que las mujeres parecen re sistirmenos la enfermedad. En los viejos dicha proporción es de un 100 por 100 mientras en los niños apenas si el Dieilo tifoso produce estragos y en tanto

menor cantidad cuanto más

lo perforan abriéndolo en el peritoneo.

parte,

sus efectos. de

la economía

rehecha, Jas «ubs:

tancias ingeridas -al llegar al intestino

Débese, pues insistir y nunca rá poco—sobre este extremo, que

¡nes-

cambio

Si la mucosa intestinal no estaba suficientemente

parte de la educación

saber

eami-

nar, hablar, reírse, accionar, y -cual=«Quiera que fuera el genio ó carácter, te-

ner siempre el dominio de $us nervios,

Los ademanes debían de se” nobles, ?

$

4

j

EL

$

tamente obedecido comu

merete

en la

cón-

valeciente de fiebre tifoidea representa

un peligro de infección considerable,

Habiendo adquirido su organismo la inmunidad contra los bacilos y sus

toxinas (sus venenos) aquellos habitan por algún tiempo el tubo gastrointesti-

nal del convaleciente,

permaneciendo

inofensivos porno podar atacar lo que

* para ellos es ya invulnerable,

Pero como la acción de defensa «de

los tejidos es, pudiéramos decir, pasi='

va, limitada siempre á rechazar, no á ofender, los

pero

microbios están vivos

durante algún tiempo, allí se reproducen y son expulsados al exterior con las deyecciones,

que

hasta

paulatina-

mente va quedando limpio de bacilos del tifus aquel intestino. HN Ahora bién: duranteel trancursode

todo ese tiempo, el convaleciente debe ser considerado como enfermo todavía

pen los efectos de la esterilización

de

as deyecciones ú-fin de evitarla difu-

sión de la epidemia.

¡

Victor García Martínez. | acompasados, rítmicos. insinuante,

. La voz sunve,

melodiosa.

- Debía emanar

de toda la persona algo kuavo,

dulce,

tierno y aún apasionado, pero siempre . contenido. Nada de nudacia ni alardes varoniles, ni bríos de emancipación,

cons todas que desagradan al hombre y

les

hace

mucha que

perder

la

cortesía

tenga para

Para agradar

poca ó

el sexo débil,

es preciso mostrarse

débiles, para reinar en el

hombre sor admitida

en

corazón

del

sus fntimos

consejos, para que nos consulten y nos hagan sus amigas es necesario saber ga-

nar esas posiciones tan importantes pa-

ra nuestra propia felicidad á fuerza de paciencia y perseverancia. Un el fon:

do de todo hombre hayun niño. y de

toda mujer una madre,»

ya otra vez no lo olviden,

les he disho pues

en. es-

to tal vez; se encierra todo el arte de agradar, Mis mejores cariños para todas.

Tas abraza, -: CLARA. p

Por la copia; Gala Sencidla.

po

m

VI


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