Ensayo de una historia médico quirúrgica de la Isla de Puerto Rico (Tomo I) (1875)

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de 1u Un1Yenldadeei@arfa7 de Ea~bnr¡o; 4• la primera, o de loa boapUalee con el

l'ac1allad oon la J meaelon boliori8oa; de Ealraabi!IIOI ollllaloaado por el Oobimlo • 8ebn ...nJJa • Veraana; 8oalo conw- ' del JU.jlcio 7la Babua; de la·Soeledad •• 1"6emlllico; Caballero dela:r.,Jon de ~onor, &.t

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de N. C&oh~Ne¡rete,

1875.


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La' descripcion c¡ue

otr1~1nos d~ las ~~

fermed&4es

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yafe~O. .

nes de mayor interes ~igen á la i~ de Puerto Ri~, no deecanaa en ideas sino . en .un tudio concieDzudo y completo de todas lu geosr'fi as y mMicaa de la zona tropical caliente á la del mar, r de 1~ zona tem~ y fria, europea por asf, en las altat de Puerto Rico. Para conocer mejor afecciouea que o vi~eu á mauüeetane al m4dico, laa en_loe ugarea mismoe en c¡~e ae refa¡iabao; y 'en á loe enfermol á quieuee la falta de reclF'OI ~~ ~ · cuncibn 1arp '/· coet.oea, 1<'1 hemos abierto nuemu cuu en cÚferentee p.ueblÓI, vufDmúuJoll' en como noecÚó en Yaaco, eD cuyo pu&o, ~- datdoe,

~i&ll ~ 'einC11eD· •

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• eaWmOI pobllel, ricoe únicamente d81U8 males y Be la impor- . ' tancia científi~ que Jea acom~ba. :MQchos mueb~ea de gran.· uAlidad. faltaban en aquel asilo¡ pero la belleza de los cuos clinicol hubiera parecido dip de en á más de un rico hospital de loe climas tem 1 · En Yaúco alcanzaba nueetra uiltencia médica del lado dél Ette á Guayanilla, 4 Pefiuelae y l. Ponce, la villa de las afeccio~·y enfermedadea producidas por el calor excesivo y seco¡ de o&ra pene, al Oeste, noe era dable llegar huta loe eampos de Cabo Rojo. En eae valle de Yauco á Cabo Rojo ee extendía la o~acion al puerto de Guanica, famoeo por eu hermosura, no ménos que por sus campos pantanosos y rovistoa de aguas duloee de buena calidad;~ que dan lugar á infartOs del bazo cuando s~ las toma sin hervirlu previamente.-La gran la_.~a de Guanica derrama sobre los alrededores sus vapores mefiticoe, que engendran fiebres perniciosas .gravisimas. Somos de opinion que las casas debieran situarse al Es~ de la laguna· y si se levantan al Oeste, que sea sqbre una loma y lo más lé: joe posible~~ aconsejamos sembrar hbolea entre ia l~a y las cuas de VIvienda, usar las aguas de lluvja, y, eQ tiempo de se- . ca, mezc~r. á las que salen de tierra carbon animal, quina y azufre, hirvtendo esta mezcla ántes de usarla. · Comprendiase tambien d~e Yauco !k Sabana Grande, ese p~eblo central al pié de las moota~as, alejado del mar po.r las Jomu del Sur, y por lo tanto, muy expuesto K enfermedades · prov()C&du por el frio de las noches.-En fin, del lado del Norte, ee alcanzaban lu altnraa de Láres, los barrios de la Indiesa, de Bartolo,'etc., como tambien 1 montañas~ Adjuntas.-La salubridad en dichCT hoepital era grande y felices las óperacionee en 61 practicadas, porque estaba situado sobre la pendiente meridional~. Oh-loma que J~ defendía del viento del Norte, y á la na dominaba el pueJ>lo y Jos eafiaverales del valle, escapaodo de este modo al vapor de las lluvias y 4 lu emanaciones de loe pantaooe. Allí -no ee conocía el frio- Mmedo y penetran" de lu montaau, ni el aalor eofoe&llte de los llanoe de la coeca del Sur, y la u~eza upama a:e encargaba del mérito de

nue&traa curacioaes uunca lotf OPe~OS eran atacados de tétano, ni j~ DUt!IU'IU! amputacione~ n.~peraciones de ot.ro género se complica~ eeu lesiones ~n(}omunes en ~a plic· tica de los hospitales taleia co~o la erisiRtla, la infeccion purulenta y las que se llevan .ad sepulcro tantos milagros d~l arte en aq~llóti climas templadoi. de las comp~ones despuee de las Admirados de la más terrlbles hemos proclamado qne "no deben ope~ los enfermos de tierras tropicales en los plf- · ~ frioe tem]>lados de ó de América, aino por el eon • trario, que se deberla á ellas los enfEII'mOa de lm grandes · ~entros frlos de para que suft.iesen en Puerto Rico y algunas ·otras esas temib~es operaciones!" ~ta las heridas quirúrgicas los ojos, como la8 de la pupila artifi: cial y de la.catarata, fáciles y ilotabl por la falta de cQn:iplicaciones; ofreciendo la mayoría de 1 s casoi!, 6.un en loe· poco favorables, un · inesperado. · e, • Más tarde, cuando incendio devoró 1- segundo hospi~l que habíamos en 'lt,uco, d~sp i es de un estu.dio.de Láres se formó otro en Gu am~~o, cías á nuestros esfuerzos, y subsiste aún sostenido 'por la ridad de los habitantes. En él se la elefan~is como en Ponce, en Afioyd y en Patillas con su frecu~nci sobre las~ extremidades y los órganos no e6lo eDila nte pobre, sino asimismo en la clase de la eoci ad¡ no sólo en las personas de color, si·que entre loe blancos nacidos en el país .ó forutero8. ' ) cia se·habfa -$elto el sitio de.reu· En Cóamo nuestra nion de 10. enfermos de las y de la costa correspondiente al Sur, de reumatimlo bajo todas sus formas, deede las afeccioaee con sold~ura, h anqufl\l" sis falsa de las hJeta la parüisis muscular oiáe ge.. neraüzadL Lu conseguidas P,Or la accion de los baftos ' la so, 40 y 4:~os, aplicadoe · aesun una fórmula exa,..• ... _ ;por ' J e cacia ' CDI'lquiera ' awo métc:!do curativo. 2

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tudil\rse la enfi nu ade de Azu, de lío al ur, variables segun 1118 tem· porad quía r produci4as en generl41 por lo mía. llla p uHan o , la e ca z e 1 oa de rio y l.L multitud de lo P. i de ngu · qu produc n invariablemente la ioteri·i . t• m ndamo pu a incidentalmente, e· reojan la u1 d lluvio 1 n mucho mejor que 1 d pozo. ·En la V gu de Cay • como u uu tra otra!! viviendas de 1 ltura• 'lltr· tanto ufermo reunidos en las cuaa de lo nlr •d uor por nue tra dili nci , era fllcil notar la frecuencia d 1 a ·ccion.l': . producida por el frio h medo de estas r gione n d n e 1 lluvra e muy frecuente: allí el reumatismo e localiza muy á meuud . obre la cabeza y ha ta sob1·e el. mis1~o t~'gumento de lo hu ; de !)onde nacen osteítis y néuro i!' fr ouc te .-Lo que e observa ert e as alturas e , obre todo, la rnreza'de la tí · pulmonar; y el mejor consejo para prevenir ;.. t•nfo rruedad e ve tirse de lana de piés á 'cabeza, no só],, t: m utilidad facultativa, sino· por una obligacion indisP~' t.!.>le. ayey ~omina las do pendientes del Sur y del ort • e 1 altur · perm ·te tudiar todos los caso que se conden entre uaya por una parte y Cáguas por la otra lugares altos son el imperio del pudiendo as gur rs que frio blimedo. l . ucede a í en la c11pital de la Isla, eu au Juan de Puérto Rico en dond 1 calor con todo su poder y loS' vientos del E y orde r inan constantemente: E ta contradiccion ntrQ 1 ealor gu promueve el sudor y el viento que lo volati· liz., xplic claramente 1" frecueacia de las enfermedádes ti jri· ciudad t n calurosa.-Existe entre la capi'-1 y ms una di~ r~o ia que sorprendlt' :Cfno y le' inflige en· qu podrían evitar en la coeta ·del ur, porque tiene un lim un poco mú uniforme. Sin duda que por • te mccani m del. udor luégo del vienr.O vivo, oa~en en ]a ciudad en u alrededore tantos casoe deplorablet de tfeia y de ai;~cione iofl~matori cr nicas del tubo digestivo: esto¿

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matitis, anginas y "'"'rr.,.. Antero-bepatitis. e11corbuto reina allt con una gran in 'y frecuencia¡ 1endo el solo • ver· dadero rem dio o el vinj Íl Eu OP\\ 6 al Norte de América. · No se debe dEtia de la diferenci .de la arquitectura en la-capital, en · donde la m!\mpo tería casi exclu iva~ mente, cuando al rrm•u·.. rm en los campos al ur • o.l Este de aq~ll.~, lae casas S<?n casi su totalidad d madera y ~odeacks de una vegetacion por un r cío a~un~lante ó por . lluvias freouentísirna : , Carolin , Ríó-Piedrn , t't~ • guas., En los pueblos de ta, Toa-Baja, el Do~ado, V ga~Aita 1 etc., hemos podido obten la ce tidumpro e que las más fr · cuentes y penosas · ones en la is4\ de Puerto Rico. E-ran las de los órganos ito-uri·na-rios en 1os -do exos: finJo:,' is de 1 niños ó de · lo neée ita do la circunci ion, e trecheces del canal de 1 orina, hipertrofi ele lo. pr6 tato; piedra en la uretra, en la Pli<>!!U\~a. en: Ia veji a, en. los riflon(.'s; sang'~ en los orines; o los rificios nnturalcs dt! los niños y niñas, de los tos y a.dultas por le ion de unci· miento ó por inllamacion adhe iva si.mples ó espeCÍficus (sífilí , buba .)-Hemos un número i nito de tas afee· ciones con úxito feliz~ va hecha de ciertos cas8 de ~usencia del recto -y de la Mter•ior d 1 vejiga. Es el no· t'ar que lo qui tes del son ea Pue~t Rico y demn AntiUas, á diferencia de lo se observa. Eu)r.opa, má ra. ros que los. tumores fibros . La capital, edifil:ada una róca que e eleva sobre 1 mur, coria.da .á pico del lado y con u a inclinncion · nn,Jy l'llpida hácia el or,· ~as las cdndicione de.un bu· que fondeado eb el m la-patología de la c¡tpital ·se -asimila, por la falta de •rholee, la de .las arm da!!, y la frecuenCia en ella de' escorbuto este juicio. Las fiebres m pestilenciales e sobre todo comunes en las playu y en lot del Eete de In lela: N,~bo, H acao, Yabttcoa, . En el d tos puf>-

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bloe apareció el c6lera por la primera vez; el tetcero es un foco casi con tan te d ñ~bres g,:;aves, akctando la · forma epidémica bilios liJicad' de "ñe~ remitente bilioea" por .algunoe 'ruédico8 y de fi~bre amarilla por otros. Tanto una como otra clue de enfermedad necesitan para su desarro11o condiciones de humedad exc iva que les procuran las abundantes JluvÍIUJ y la declividad ae 1 valles qu se obeervan en astOt! pueblos. En emejRntes lugares no se debería vivir sin usar siempre la qui· . nina cada día como preservativo. En la costa del Norte :reinan lluvias más regularea y constantes que en la del Sur. Cuando hetnos llegado al ápice de 'las montañas que separan la lela en dos pendientes,-al Sur se nos ofrece, en los meses e seca, un. aspecto triste, el de las rocas desnud ; al Norte, una v getacion verde, rica, frond~ La patología de 1118 dos 'costa!! di6ere en la misma proporcion: las noches son muy temible en la costa del Norte y la diferencia de la temperatura es mayor entre la media noche y el medio dia.-De donde se sigue que las afecciones catarrales son más comunes allf y que las salidas de JJOO~e produ.cen enfermedad más seguras y duraderas de Mayagtlez -.Maunabo, al Norte, que de Patillas .A Sa.n German el\ el desierto de la seca, en la costa el Sur. . En la jurisdiccion de Hatillo, en el pueblo del Pajuil, á una legua de ,Arecibo, pusimos unO: Cll&a hos¡*aJaria á donde venían • todos loe pobres enfermos de Camuy, Rincon, Moca, Quebmdi· Ua, Isabel ManRtÍ,' Morovi , Ciáles y Ut~do. Alli se pudo notar que las afecciones crónicas orgánicas del latero, metritis, pó.lipos f cáncer, son muy comunes, obeervándoee que los lugares húmedos de la costa'del wte se acercan á la logía de las altut'l.ll. En efecto, nuestros viajes á Barranqui&as, de .&rro,.Comerlb, valles de CaAibouito, La Cidra, yey y de Cáguas noe sumi~n un gran' número de aCeccio-. ne~ del útero, prodn · · dadablemell&e por el CrifJ húmedo ~ aia&iéndoee d11pu11 del • . .faD A,recibo,-eavuelto al None por el ocáno, al Rete pot la booa oerrada de 1n rio, al Sur por el calio formado por el der·

Pato-

Campas

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rame •del rio eerrado en lugares baj.os; . ofreciendo al Oe~te r..ampos muy hondos el agua se estanca en tiempo de llu-; vias,-las enfermedades mJiunu"J.cas ó epi(lémicas nacen y se extienden' A menudo vecinos del "pueblo y de los campos¡ las fiebres afectan frecuentemente, la forma biliosa tifoidea, atáxica, y las delládo del higado se ven tambien' menudo. .La está casi aiempre indicada en estas fiebres, por que sean en pariencia. Ar~cibo necesita; para su máyor un puente en lugar de su a~con, una canaliucion la róca; y aeiise secarán . sus pan: tan os. En 1~ costa del Oeste, ?ylayagUez, ~encuentra la .Uuvlosas de la Isla. En ñas que 'd ominaban las abren ellas' y riegan regu11U1111ocuo.oc na en Mayagüez el T<>l'•nmrvtn fantiáais del escroto. ' compañerós, lps sqjetos debia rechazar ' el pretexto, á veces :mos que la reprodud'cion la operacion Ge la osq trabajo especial refercllte reunido ~toe sa~ios que invitan á tlegun la calificacion que ee-1es da en Puerto á someterse miedo á la cirugía, tan útil y tan ~raen casó. Hemos P.ract~o á m_enudoesta opeiacion en loe ~nito-~~ioe y nunca se nos · · ' · dee8raoi6 un solo En Hormiga~ el santo de Pnerto Rico, á donde concnrrfo b penpnoe de la ltla, loe incurable~ llegan llenoe de esperaua, Voto. pua epueguir el alivio de snllutigdbe ~~~= ncoaicJo nl&memeu o~aciones en este centro de y t1e calto•

D.de HormigQeroe • alcanzaban lo;.campoe húmedos <t.!

Mlpsuez, ~ pn peeblo

de la hla, y loe ele. Sap

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con nudo en·l

centro

us ri tftrt expuestos l\ crecientes y umáti a y palúdicas localizadas á me(eneningo-enoe.faliti reum~ticas

acaon ~ticas y climatológicas de Puerto Rincia de puen~, los rios crecidos qué los peones pasan t\ pi aunqu tán cubiertos de sudor; las Uoviznu finas, inviaibl , pero m temibles de los tiempos de Norte; los cbubucoe y agukceros violento repentino , inevitables, de la invern y en el eet.lo, flan cuen de la frecuencia aquí de las enfermt>dades mortal , agudas ó crónicas, producidas por la ac- · cion del frío húmedo.-Lo que hemo visto en Puerto R~o, taro bien lo hemos o rvado en Méjico, en la isla de Cuba, en S&ntcSm , Guadalupe y la Guayana ingl a:-con las misn~as · caUJ&s, enferruedaª análogas. Deben los habitantes considerar como mortales estas condicionee de mojadura y evitarlas .con el mayor cuidado. En Ures se encuentran 1 mi mas causas de enfermedades, aunque e tá situado n el ápice de 1 montatlas: en ellas, como en loe valle , los mi!'mo enemigos del homhre aparecen; ~to , el frio húmedo, 1 areno, la lloviznns, el roclo que tubre lu boju de los ce.feto ; la p icion de lo ranchos cerca de las quebradas, debajo de 1 pendidos que envu lven á 1 trabajado con su olas de vapore~ frios.-En ..Ur ,·en el hoepital que pusimos á nuestrlls expeu 8 personales para mejor conocer y aliviar 1~ males propi de 1 8 a1111'111, llegaban 1 enfermos· de Aguadilla, del Pepino, de Utuado y de Adjun . Allí la ic\ericia verdf', la cloroanemi profund nacida del régimen vegetal y del ·frio; imeri · y nemia, 1 dos mayores y más connantea enemigos , ele loe tral»j dorea dedicados al cultiv del oa~ y caña de azúcar, tanto en 1u almru como en la cona. Lu epid que heíD«M preeenciado, porque heiñoe ido en bUlO& de ellu ó ee n01 h preeeoudo por á IIÚIIDal, han eidq en r-rto Rico l de vóai&o aegro, viraelM, aSarina, arampion teria, e .-La &ebre amarilla respeta la moacdu,

como-reinan en la pero 1~ demas epidemi coet.a. Ea meóester felicitar á la Junta de Sanidad de los puer; tos de la isl" de Puerto q~e, por su vigi~ote eficacia, ha defendido á los h4bit.antes lu epidemi•s que hubiesen. podido serie traidas y por loe baques de comercio. Graciaa á la Sanidad la lela al cólen& que en 1866-66 diezmó á loa lisbitana de Guadal u pe, y 1uégo en 1866-67 á los de Santómas. Hemoe .... u ........v y aprobado la gran exacque hao apliéado éon ~nt.a ti\ud de 1óe Cuerpos de justicia y tatnafta frrme~ leye de las cuarentenas. Por. una per10nal t:xperi~ncia muy · Jl!Ll'ti~arios de ~1las. Hemos sufrido en el la Bas terre una cuarenantóm eut&uces atacado tena de veintiun días, de cólera; pero est.a tan ura prueba no Ós impide suplicar ' á los demas Cu!3rpo de de los· pue s intertropicales, . con la espe!' za de salvar ~ muque imiten ese buen' ch~ infelices y con la fé l ·camino .de la verdad científica.

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1. Buta at.raveur algunos m ,ees ]o valles y las Oeste y Sur ~e la ista de Puerto mont.aaas de las coew Rico, para conveocel'&cl influjo de las· e ndiciones geogrificu en fa marcba:de ea.s ep11jlelmUUI y en loe caract.éres paniculares de.IU enfmned.dee y ais~u. IAa oacJeDa de mon&aftu se ext.iende ele Este ' ~ con

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16 s~ puntos mú clevados,-el Yunque, Loquillo, Cayey, Aibonlto, Batranquitas, Adjuntas y otrás,-dibuja y separa en reali.&4 dos .· las diatintas: la del Norte Y. la del Sur, cuyas enfermeda:dea. h~n de eer divereaa y cuyas epidemias·esiariu' separa- · das s1 no mguen el camtno ~esviado del litoral. De la ~na. .eentral, dirigida de E i O, descienden ramas se9Qn~!U'iu que ganan, divqiendo, las costas opuestas de la Isla á tnterteptan otros tantos climas patológicos, que podmn tener i su turno enfermedades bien aisladas de las influencias noeocomialC!' dominantes en los clímas vecinos de la misma •region. , · En van los vientos del ·E, que reinaQ, habitualmente en la Isla, deede ajardo hasta Arecibo y Aguadilla para la ~osta ael . , de ;Maunabo á Cabo Rojo pa~ la del Sur, parecen condenar á la. más perfec~ uniformidad todos los climas geogtificos de dos coatu tan poco extensas: la experiencia enseña que esos vientos son impo~ntes para. confundir los dos 'climas geogmficos de las bandas N y S de la lsla, ni los climas secundarios de cada una de estas bandas. · 2. Las influencias meteorológicas no son,ménos marcadas que las condiciones geológicas. Las lluvias caen á torrentes sobre la COI'ta N y sobre la d.e l O, cuando la más completa sequia reina ~n la. del S. Esta dife~encia es tan grande, que la preocu· pae1on constante respecto dél cultivo en el S es la investigacion ·de los medios artifiCiales de irrigacion. • La catla de azúcar su. fre muc~o con la seca alrededor de Pónce y de Gúaya~a, -aqÚe· lla la pnmera y ésta la segunda ciudad de la co8ta S miéntras . ' que se resten te del excetO de laa aguas en la del N. ·lAa doe extremidades de la Isla disfrutan de una fertilidad tan grande, gracias á esa abundj\ncia de lluvlas, que pueden compararse sus afecciones, tan á men o ~tarrales, con las de la costa d"l N más bién que con 1&11 afecciones que se obeervan en la del. ur. · Así ~ que hácia la punta Oriental, en Naguabo, lo . mi_fmo qae hácu~ el ~tremo occiden&al de la Isla, en Mayaguez, caen con abu~anCJa tu lluviu en ~i todu las -.cioaee, y la }lq.

lT medad de las noches tiene ue ser un constante par~ todos los habitantes de region·. 3. Las agui}.S de la Isl acen un papel ; pero es prela 'Patología. En cuanto á . · minerales, no ciso notar que Jos manan de aguall 'me · cinales no nacen · sobre la vertiente uuJLijiUltu de las monta as de la Isla, sino al contrario, uniforme me de su pendient meridional. . Las fuentes de Ooamo, la~:~ de tana cerca de Ponce, las de San Lorenzo en el departame1;1 de .Guayaron, acen todas de las cuest . meridionales de cadena trasvers 1 de montañas de Puerto Rico. En las jurisdicciones de man, SabaQa Gr'an.de, la u•ouuo'''"'Ju P.~queñas montafias ó lo que se tocan po eus bases, in ter· r:epta con mucha más' · les. ' Aunque el pas.o de una cina baya pe ser difícil , los habitantes de montaflas y de sas hondonadas nó dejan de multiplicarse e111 gt•ndo en sus e sns solitarias, c.ons-' truidas de madera y hojas e palmera, que· ácilment~ se admite la cifra d1'l 600,000 representand la poblacion total de lá Isla. Cada cúspide, egue de t mmo, pone en evidencia ú oculta esos edifici abierto en t as direcciones, á todos los v~entos y á todos vapo~es:-á. t dos los vientos, s~ las cabafias dominan las ¡ á todas las Ulanáciúnes de las aguas esta.lncadas, 6 corrí tes pero d sbo dadas, si 4t habita· cion se abl·iga bajo los alea del pié de las colinas.~¡Dichosos sus moradores en . la estaci n del invierno, no vienen de todas partes imprevisto á· it~vadir y aún á arrastrar én su curso, navíos improvi ados, esas construcci~nes d~ tablas y d n é innndacion del 29 de Octubre de 1867. inve sa, la ventaja está. del lado de las casas campos so re las de la ciudad, cuando éstas se á causa el t~m blor de tierra, como en 18 de último ( 873.) La casa.. de madera es entónces u más seguro ue las habitaciones de la ciudad. 8

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Las tnfen'Ded des que han de reinar en esas dos clases

de la altur ó del valle, serán muy diferelltes: e . aíque se elevan y estañ expuestas á los vieutos, verán pohlaq de afecciones provocadas por el frío de la noche, uc diendo. 1 calor excesivo del dia. AlU podrán encontrara , con toda facilidad, las afecciones catarrales de las JllCm· braQas muco , tod la flegmasias francas ó ubagudas ·de ~o órgano parenquimato os y sobre todo del aparato ocular: las oftalmi la conjuntivitis, los pte.dgiol', la queratitis, ca i todas rmioada por op cidades variables de la córoea;"-ódel aparato r piratorio: angio imples ó granulo , bronquiti simpl ó complicadas de eofi ema;-& del aparato gastro·inte tina!: triti , enteriti , con ó in com1>licaciones del! do del híg do;-ó de las membranas sero as: artritis, endocarditis, derrame ero o 1 hidrocel s atribuidos, sin razon, á una equitacion C..'( gerada, aunqu realmente producido por las variacione bruscas de temperatura, que impre ionan á individuos mal ve tido ; en fio, un número . inaudito de neuralgiiUI reumáticas. 1 b. Entre las eolio las casas rebosan de afecciones palúdicas en todo lo grado : fiebre& intermitente , caquexias, hidrope {a , pleoomegali . , e cr6ful 1 adenia, disentería y enteritis cr6oic ; y en fin, sobre todo, ·¡a lientería tan coo:JUn aquí, y tan mortal p ra lo criollos como para. los extranjeros. 5. La vida de lo campé inos de las colina , áun de los más de provi toe exige el uso y el abuso del caballo, á causa·de la. multitud d los ríos y 1 e casez de los puentes, que las inundaciones arrastran y hacen imposibles: de donde resulta una especie de PátoJogia quirúrgica. nacida de la equitacion y de los eacudimientos desagradables que promueve en órgftnOS móviles y mal suspendido :-palpitaciones y tracciones dolorosas alqivel de loe vuos grue os del corazon y en su trayecto, lumbagos muy violentos, hematurias, uretritis, cistitis, estrec~P.ces, prostatiti pr Llp ua del recto, desarrollos varicoeotde las venas que, por otra parte, son favorecidos por los inflll'tos concomitanws del hfgado. 1

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6. A.\ lado de la vida tan laoiJniJll~ de cierkls trabajadores de los c11mpos, se ·coloca la cía co'ntemplt.tivo. de un· gcan número que viv.e d dieta. é "Jidad: en' uno. hamaca, en , un reposo continuo, consta balanceados pasan las no'ches y los dias . La higiene el uso de ese lecho aéreo durante el calor del dia, pero ~echaza por completo respecto á 1 las exigencias de la humedad las no~es. Durante éstas se contraen, bAjo de esas tiendas, numerables .afecciones reumáticas que obligan temprano á constantes mecedores á un reposo entórlces obligado. signos ie la poo:lllisis m u lar se manifie t~n, más <le un·a despertar, uando otros ór. ganos abri_gados en l~s esplánicas han resistido á aquella causa. En presencia 1\S hemiplegias de los adultos, observadas e¡1 esas cabañas, ó boh1os, ~ debe pensar.se en otra cosa¡ que en prescribir calier.~td y las fricciones ' La apople~fo. no se ve, sino con los preparados de estríen en la ancianidad, en e a en donde la an: mía desafla por vasculare~ s iles más avanlargo tiempo á las dege 'zadas. 7. En cuanto á las tu<;:<;<;l.Ulf '""! se originan del uso exagerado del tabaco, es preciso re<J<lnOCientu'e los a usos· sbn ·mayores en las colinas de Puerto en las e ozns aisladas de los· labrado~es, que entre los de las casas de co.!npo en Cuba, con más rareza aisl pues casi to as se hallan reu- ' nidis en aldeas. Aquí se ve el tabacó ~n polvo, ó rapé, depositado en'su canal habi el surco gi givo·bucal, prestándos~ n dicho punto á desalojll-roieotos dtllado de las vías igestivaa ó La tos obs inada¡ ó los sufrimientos ést;omacales de tomadores de olvo áel;len á menudo ser combatidos por la de tal apusd', sin agregar otro medio terapéutico. Las afecciones de la boca incalculables entre los habitantee del interior de esas las ronu montuosas de ,la la ven~ja de establec~r comlata. Semejantes usos no pensacio~es falsamente mv·~1011.11. El hábitolde los mascadoree no preserva la dentadura las otras inB.dencias desagrada-

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bl . que la amenazan, pite ea dif'teil encontrar en las Antillas un lugar en q~ e noten multiplicadas más gr~vemente las ~e~ciones del ,aparato den~l:.-fl grnones repeti~os, alveol.ítts ulc ro-purulenta , enucleacwn s dentales, cáne , necrósi , fistulas,-multiplicad . al infinito en toda las bocas. Sobre todo hácia 1mes de ' ctubre, cuando soplan los primeros vientos .del _Norte, ofrecen e as cll.batlas por todas partes un cuadro cast umforme: la deformidad de lo rostros por las fiuxiones · dentarias (corrimiento.) ue lo v tidos n bien inoc'lestamente medidos Pl!ra . e bs lug r ño : lo n:iños andan enteramente desnudm:t de día y de noche; sus padre los imitan de cerca, y el frío ejerce su infiu nci en regiones mejor abrigada , entre lo habitantes de las ciudad . ería dificil hallar en otra parte un pa.ís én que el hidrocele abunda e tanto como en Puerto Rico. Bu cábase el motivo en os hábito de eqúitacion forzada impue ta al vecino de 1 a~tura ; pero e menester-rechazar e ta interpretacion, pue e ven niflo , todavía de pecho, afectados de Jotidrocele con mucha frecuencia. Es· verdad que ee ha explicado el hidrocele de loe niños por la co tumbre de llevarlos las nodriza no en brazo , sino á ~orcajadas sobre la cadera izquierda, co~ e~ pecho aplicado obre el lado izquierdo de la madre, y las dos p1ernas de lo niños colocadas una delante de la otra por detrae de la que l9 lleva, libre a í en todos sus movimientos del lado derecho; pero encuéntran e niño que han e capado de e~ta friccion de la túnica vaginal y de la hiper ecrecion qué de ella puede resultar, del mi mo modo q se ven adulto , extraños absolutamen~ á la equitacion, cuyas bolsas se dejan hinchar por el derrame serosó. · Queda, pues, la verdadera interpreta~ion de la naturaleza y del mecanismo del hidrocele en Puerto Rico: éste se produce, c~mo. tantaa o~ras sufusiones serosas, gracias ~ las inftaenClas duectaa de las variaciones brus~ de tempera&ura y á las b~a modificaciones de las funciones de ~xcrecion que traen . J CODSigo. 8.

L<?e ojoe

y la frecuencia de aue afeccione. exigirían las

1 misrr{as explicaciones: á ºada Be encuentra a¡:¡ui lo que se·llaman "~os cos;" la de la córnea cubre el campo de ia pupih\ y !)jo' se fatig en esfuerzos de . ~strabi mq por bu car en )a ,. nfe'rencia d la opacidad un l¡ trayecto oblicuo hasta la pu .para los ray visuales. Los vientos de las alturas, el frio edo d 1 invi rno ·y áun delesde la sifilis las pústulas . de tío, los 'productos plásticos las viruelas, que las preocu de las ma res y la descom· posicion. de la vacuna fa y no comb ten con ventaja sus ojos bajo 1 formas d co- entre los hibriegos, se dispu roiditis, iritis, queratitis; y las ntas ráfag s de li luz solar se dirigen á. la retin.a y prod hemeralopia sin cuento. El niño del europeo no se bizco tan á enudo como el criollo cadl\. uno en su tierra natal. El estra ismo .esencial es una e~fermedad en extremo ariolla; su frecu ocia va á. la par , con las otras néuros1s convulsivas de la ~nfan<fa: aqqí _un niño ' se .resfdll,-convulsiones:-se ahoga de calor, ha comidO des- · ; medidam~nte frutos indigestos, él tr~bajo de 1 denticion .es dificil vérmes intestinales se han desarrollado exceso; bajo la ' • • 1 influencia de estas causas reunidas y a.caso ~ah,bi~n. de 1~ m~las aguas, convu siones por todas pa s; y s1 la mfl.uenc1a p~­ lúdica se mezcla á. las otras, si lla intoxic,acio estalfa en mamfestaciones 11gudas, la pernicio idad habrá de evestir casi neceSIIriamente la forma atá~ica convulsiva, y a contractura de forma pasajera impuesta á. loslmúsculos de1 do, durante-al~u­ nos momentos se hará definitiva, áun deepu de restablecida ' . la calma en todos los demas músculos. Por ot a parte, la mtsma Patología ~e l?s adultos permanéce fiel Aeso desó ~enes f¡\c,iles dellado·de los músculos, desarroll!lndo p r la fmsma. causa una afeccion catarral de las ID¡ucosas, gor · ej$mpio; en ell~s lo que de seguida se manifiesta ed la contractuqa espontánea, los calambreA de las piernas ó el tris.mo. En la~ ·niñas se ve, desde muy temprano, multiplicarse las convulsiones histerifor~es, tanto en los sujetos de la raza blanca como er, los de ~a negra. 9. Loe partos se efectúan por donde quiera ~on una gran. facilidad, sien~o cosa rara la intervencion · el cirujano. En

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Veracruz solía ~e~ baj~r de las alturas á las mejicanas · te. ~en u~ P ~to -;dificil. No dudo o, pues, que el calor ejerce c1er~ lnftuJo sobre 1 cualidades fí ica de lo tt>jido vivos, que relaJ .' como .sobre 1 de lo c'uenpos inorgánico , que dilata. L conforu~cion .de la p~lvis e tá la mú de lllS vece de acuerdo con las 1 y .·de los diámetros i111pue tas por los diú.me· tros de la beza fetal¡ el raquitismo es en extremo raro en. las dos razas; pe.ro no uc de lo mis111o con la afect:iones tuberculo as del tejid~ e p~njo d los hue o corto ó de las epifi is. El Dr. Benbe1t1a d 1 capital de la I~la, cirujano distinguí· do Y partero de fa1na, no· e ha vi to ino muy rar:as vece.H en el ca o de detenerse ante ej mplos de distocia atribuidos al es~uelet~:-tratáb.a e en ci~rta ocasion de una jóven ~u , en su mfaocaa, h bía tdo somettdn ú un tratamiento ortopédico por una d formacion. de 1~ region inferior lumbar de lllS vértebras, la ~ue d~ aparecaó para hacerse iuteriot·, de tal modo, que la emmencta formada t\ expensas de Jo. parte superior de la ca vi· dad pelviana, no permitió el d arrollo del útero en una situa· cion norm sino que de viaba el órgano á la izquie~dn y se opani~ á la sahda del feto y h ta de In P.lacenta. Todo bien exa. m10ado, se supo que la parida, llegada á Puerto Rico desde la más tierna infancia, ·po podf hacer excepcion á la belleza de conformacion de los hue os de la pélvi9 en las criollas, pues era de orígen europeo. .

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10. La.tfsis pulll:!_?nar nos ha parecido mucho más comun en lllS cas diseminadas de las alturas de Puerto Rico que 1 en las aldeas y ciudades de tercer órden de las llanuras· de Cuba. Ese ai lamitmto de las habitaciones impide la· facilidad de los mutu socc;>rro que e prestan sus moradores, tan benévo-los Y ~ospitalarios. Las privaciones son más ·completas en ~sas reclu tone de las fi milias; por numerosas que sean el cambio 1 de los servicios y de los alimentos no es posiblt>, la pobreza es ~ás absoluta¡ Ja alimentación, siempre uniforme, es mú insufi. ctente. La •ida inmóvil es á menudo forzosa en la estacion de lae lluviu, en que, crecido el arroyo, ·s e vuelve rio desbordado Y deñende la entrada como la salida de cada motltecillo. Esu

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subidas perpet~ multiplican los moyimi~ntds respira~rios, producen una sooreactividad funcional e lq_s pplmones, y ésta favorecE', á su turno, la localizaoiQn pulmonar dt los productos de la tuberculizacion., La frecuencia de las afe ciones catarra· les de las vías re piratorias, ó ·de las afecciones lamadu infec· ciosas de la sangre que llegan hasta la caquexia, las con~uncio· nes por la lactancia prolongada ó las prefteces m~altiplicadas has· ta lo infinito, completan las condiciones ~tiológicas que pret~i· den á la multiplicacion de la. tisis pulmonar ent e los campesinos de Puerto Rico; la i la más poblada de las ntlllal!. IL Las afecciones crónicas orgánicas delco azoo son muy numeroeat; pero los .soplos sintomáticos de la el ro-anemia on tan f.¡!ecuentes y tan intensos que invitan á mul ipliuarlos toda· vía equivocadamente. L¡1 cndocarditi 1 que ha re~idido 'á ~sas alteraciones orgánicas, ha pasado las niás · vec s madverttda, porque no va acompatlada ó precedida qel reu1 atÍI;mo poliarticula:r agudo febril· tan á menudo corno en Eur pa: la endocur· ,ditis es aquí con más frecuer1tia prim1tiva é in ependiente d~ toda,!lfeccio~ articular .anter.ior. . . . 1 . 12. La!l enfe.rmedades inflamaton~ agudas del~ t\rato,res· piratorio son mucho más raran:~ente renquim osa11 pero m~s á menudo membranosas aquí que en los climas mpl~<los. Sm eruba11go; vense má~ comunmente en los peque . os !Jfeblo~ de Cuba que en las caballas de Puerto Rico esas a ccimies catarrales epidémicas tan frecuertt4 en Ct.lrderlas, en Matán~s y hasta en la Habana, que son como lo huéspe<L s hab¡tuales·dé la c~a en ciertas es~~iones, y que t-rasforma l.os ~ uartos ·de dormu en !legras pns10nes, en las que cerrad~ to<}a las v~n· tanas no se deia por ocho dias entrar· ~1 aire m jla Íu2. Esta m· ' J 1 • • fiuenza toina en cada ciudad el nombre del acon• r.muento principal de la locali.d ad, y en ese período epidérnico ~ . guard~­ rian bien las víctimas dA tocar el agua durante cho tas, b&JO ningurt pretexto, ni siquier~ con las puntúe de los ded s, puefl el Úso quiere que todas las abluciores se efectúe con yel aguar;:diente de caña. Esta diferencia entre las epidemias 'catarralt>s de amb~ islas,- tao frecuentes e~ Cuba, muc~o raras en


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%4 Pue~to Rico, nace probablemente de la diferencia en el género

de vtd : en ~uba el labri go habita, en Puerto ·Rico acampa e~ la altura : el _cuban? se hace. ulnerable merced á la segurJd d de sus ~tbrtgo ; los campe mos de Puerto Rico se hacen invnln r bl s á 1 s gripas p r haberse habituado cada dia ó mejor dicho cad\l noche, á desafiar en pormenor las iafluen~ias del fri.o húmedo. · · · ' . i lll afeccione del aparato pulmonar llegan á ser paren, la mayoría de los médicos de Puerto Rico rechaquima zan las _ e~ui ione san guineas y á menudo hasta las preparacione t1btad , á cau de la debilidad anterior de los enfermos de _1 convalecencia interJ?ltnables que dichos métodos de. terrnman. Las neumonías son, pue , poco más Ó•ménos, en 1 todo lo ~e p~rtamento de la I la, abandonadns á un eimple m tod~ d1 tét~eo. Los p~ácticos que tienen ideas opuestas han aprendado todo en 'Europa, en o.ri n Madrid 6 en Barcelona. Puede .~echarse que e a timidez terapéutica tenga !!U parte d r pon bthdll en el núrueró de bronco-o umonias termina~a por manif, staciones de tuberculizacion pulmonar. 13. L fiebre tifoidea e más comun en Puerto Rico que en J~ i la de uba, en donde es tan rara, que muchos médicos . megan su xi tem~ia; ¡:>ero e ta xclu ion parece más teórica que fundada en la ob er acion pura: en efecto, en el a.fl.o de 1 65 á 66 ha podido s guir e más de un caso de calentura tifoidea Q el H.o pi tal · ·vil d la Habana. En pocas seauana se ofrecteron á nuestra ol> ervacion dos casos form !mente caracteri tico : lo do habían tenido ·su origen en 1 expo icion al enfriamiento por el agua de los ríos cuando el cue_rpo es.taba ud ndo. L'\ intermitencia de la fiebre no ~la enfi rmedad, como el seiTo ·del clih deJ do de agr ga ma palúd o, en que la quinina no es toda la materia médica P ~o, en. donde e impone á la terar,éutica hasta de las lesione~ · quarurg¡cas traumáticas. , Hasta 1860 esa enfermedad era mucho m rara que hoy; pero e ha mqltiplicado desde entónces en el .ur d: la 1 la, y sobre todo en el qepartamento de GuaJ yama. Cas1 en todos los casos, nos dice el Sr.J?r. Blondet, tné-

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de la localidad, la. fiebre tifoidea..ho. sido ex1:>ectac1on pur11, y se h11cc notar por 1~ cla~ida.~ de divid~n su marcha.

á la.

Capitulo 11. DsL :tuxlALOFrAJ..J¡[O,

DEL HicnoFrALHO Y EL ·ANOFTA

·' o me

RELAOION OON 'SL BOCI0 LAS AFECCIONES OllONICAS Y ORGA CAS DEL OOBA1 ZOlif1 DE LAS ARTICULACIONES Y DEL OTERO (cUER~OS FIBROSOS.)

El objeto principal de este capitulo es deruos~rar que: El bocio no es inseparable del exoftalmo, ast como éste no está unido neccsarÍI\mente á aquel. anegaloftalmo es el resultado de la loe lizacion de una afeccion gen.eral, q~e ·e el reumatismo. 1 Las otras ~feociones que s~ une, cotnut~tÜenté' al. megaloftalmo, no son stno las partes vanubles y m1Sv1ltls <IF un estado pa.tológico.S}ue puede modificar su localizacron ~_tlos ojos, en el cuerpo tiroideo, el aparato central de la circulacion, el aparato geni\al interno, y, eu fin, en e} sistema locomothr. El microftalauo es una afec~on d~l mismo ó den que ef ruegalo(talmo, puesto que la atrofia y la hipertrofia son dos fenómenos patológicos del mismo ór~en, que la tetar.éutica utiliza in profun<}izar su mecani&mo.-Así es que u a age te fisico irritante puede 6 bien aumental' .el volúmen ~e uua ~gion tumefacta, 6 bien d terminar su resolucion y hnsta 'parlllizar más tarde el trabujo de la nutricion local (atrofia.) . MIDGALOFTALXo.-1. La expresiob de la .mirada no ilustra solamente al filósofo qQe escruta los secretos e la ' P!ioología, sino que tambien suministra una brillante lu para el éstudio de ras enfermedades humanas.'

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La pos~cion del globo del ojo, que se·pr~senta sobresaliendo delante de la órbita, aumentado de volúmen y empujando los párpados hiucb do , constituye uua afoccion evidenw y especial¡ y _la ob ~rvaeiones relativa á éste punto de la Medicio~, han ab1erto u,n vasto campo en que abundan las incógnitas alred dor de un unto tan lleno de precision en la apariencia. 2. L~ idea dé una ·cnquexia espec1al ha sido hasta aqui una de la interpretaciones dadas á lo que se ha llamado la exoftalmía¡ pero quedaba por saber si se trataba de una caquexia especial, antigua y vulgarmente conocida, ó de una caquexia que mereciese una nueva denominacion . y naturaleza no determinada todavía. ,. · 3. Los autores q e se han ocup~do de In exoftalmía y del boeio que de ordinario la acompaña, asocian la idea de éste último /l. la de a u enQia del yodo¡ aserto tal vez útil en terapéutica, pero que uo debiera oponerse á la exactitud de las observaciones ·que nacen á la vi ta del médico, e n las monta.tl.ns de Puerto Rico, sobre la naturaleza de dicha afeccion. ' 4. En Cayey, situado en meqio de montatlas ~u ya altura h11 medido ainte Claire Deville¡ en Ba.rranquitas, en las montañas de Aibonito, en las etevaciones y los -valles de Barros de La Cidra, y . bre ~do, d abana. del Palmar (C.>merio) ¡ e~ todos esos puntos, formando de cerca ó de léjos lo que se ha con· venido en llamar el centro de la Isla de Puerto Rico se obser' peneva á la pu~sta de un ol tap ardiente, olas de humedad trante, que molestan, y áun afectan sensiblemente el organismo humano. ~os calores extremos del dia agrietan y s.e can las costna del Sur de la IJa¡ p ro no las del centro,· sobre todo la vertie.nte septentrional de las montañas¡ p~rque en el centr~ y sobre la pendiente que mira al Norte, Jos valles y las riberas de lo ríos que nacen de la alturas, se ven inundados de una · humedad q~.te parece alcanz r el máximum de saturncion del aire¡ y e ta ob ervacion es t-an cierta, que los balcones de las casas en las pobfaciones, del mismo modo que lall hojas de los plAtanoa en los campos, estan cubiertos de una capa dt: agua de muchos milímetros.de e!pesor. . ·

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Por el contrario, las casas ofrecen una const ccion que protege á sus habitanoos contra los rayos ve~.tical~ del sol, pero ; que no lo's ab~iga, gracias á su composicion de hojas de palma sep11radas, c0t1tra la penetracion d~ las olas de' niebla que lo!! <:ircundan durante la noche. · Los vestidos de los trabajadores 'en el campo, son todavía más ligeros que los de sus chozas ó bohíos, y 1 frio húmedo los sorpreude despues de haber sido como desarmados por el calor· del trabajo á la intemperie, bajq los rayos deÍ sol. En , cuanto á las\mujeres, se ~allan en las mismas condiciones de . vulnernbiÍidad respecto al frío húmedo de la noche, gracias á los trabajos domésticos de sus casas y cocinas, el). donde los ho}nos descansan por lo co!nun 6 muy bajo, ó obre el mismo suelo, inundando COn Sil calor á las que los atizan.' El cultivo del tabaco, que cohstituye la riqu za y rep?tacion de Sabana del Palmar, que otros llaman COfl).erio; del puéblo 1 de la Cidra, de la jurisdiccion de la Plat a y de todos esos terre' . nos negros, húmedos~ on que abundan arroyos que se pasan á pié-enjuto, Y. torrentes que jnm¡\s se at~aviesa~ sin peligro en la época de las aguas; el c~Jtivo del café, q_ue se abriga en las p~n­ die1ltes y b¡~.jo el espeso follaje de lo át~oles tpás. gra~des y co· posos y de donde fluye 11n cqnstante ocío, . • todas. esas disposicione~ geog~áficn~ y de plaqt!os, completf,~ las ~ireunstancias patológicas de que nacen ehfermedade var1adas hasta el infinito por su asiento, pero uniformes por ~u n tnraleza reumá-· tica. 5. . Al recorrer las altura de.Jn Isla,1 el mé ico que visita los bohíos aislados de los pobres1 no neceHita mas que uh arma,-la que se opon~ a las iormas diver~:~ns del reumat smo¡ y pM d~ ~ mejores es quizns el yodo. Así se explica ~ómo e1 práct~co .,uede con seguridad y sin más lógica que la lm¡{ues~ por la higrometrÍft 1 hacer UesUe Jéjos el diagnÓstico ae las enfermeda,del!, -con los ,ojos c~rrados, oJnndo quier~ tet¡ter á su mane.r a la calificacion de una afeccioq sin contar con el 6rgano daiiadQ, sin de~~erse ante la c;o~1dic~on de su prof~ncUda~ to~-;­ fica¡ ¡»adiendo d~cir, á. mledida' que sube las alturas' q~f

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atravi an la nubes,- reumnti mo; y si frnnquea los valles, "reum ti mo"-tambien y iempre r umati mo. El megalo~almo nac en ln alturas, e oculta en las chozas bañadas á u pi por un nrroyo, cuyo fácil nccc o e utilizado por Ün lado p ra el c~:~ltivo d 1 plátano: y por otro para el del café, que es 1 con uelo y el limento en~nñoso de los pobres crioll . 6. o es con el obje&o ·de manejar la contraclíccion, sino para dar una id más compl ta de la lesion, que decimos ''megaloftalmo'' en lugar de "exoftalmía," iendo el sentido anatómico de la primera palabra mucho más preciso. Un ojo pequeño pu de salir de la órbita; p ro un ojo volumino o debé salir d ella por efecto de su tamaño; el volúmen trae consigo la idea del deaalojam~ento, miéntras que la idea de é te no está necesariamente ligada á la de aquel. 7. Esta afeccion de Jos ojos no nos ha parecido una· entidad morb a que reclame un sitio aparte en lo cuadros nosológicos¡ us primeras manife taciones se presentan muy léjos de los ojos. La megaloftalmia no e otra cosa que el anillo de una cadena que ha comenz do mucho ántes del de arrollo de la lesion oclllar. Cuando una cau a morb a pe a sobre el organismo y esta ·causa es 'general, .sus primeros efectos pueden ser al principio una afeccion localizada en un 6rgano importante aun.que oculto, como el útero, que será acaso la causa disimuladl\ de nuevas' afeccione locali7..ada' en lo órgano periférico!~. 8. En a mujer, el órgano cuyn enfermedad tra L9r~a toda 1 economla, el útero,-por au lesiones, -la dismenorr('a y amenorrea, su in1lamacion superficial ó intersticinl, sus infiltraciociones plásticas originadas por fl~gmasías ya· antiguas, sus tumOJ:es infiltrados 6 polipiforroes,-dt~termina el histérico, la esterilidad, las perturbaciones profundu de la t;~utricion: la doroanemia, el enflaquecimien~, la caquexia en fin,~que1la que . ea permitido llamar "caquexia uterina,"-nacen y crecen poco i poco bajo el in1lajo de las causas r:eumáticu. Al abrigo de esas afeccionee ge~erales, producidas de segunda mano por Jaa leeionee del útero, se desarrollan otroe trastol'D08,-los de la este-

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rilidad, los de la a":lenorrea,-y gracias á e~o se manifiestan conge' tiones peri6 icas en los órgn.nos y e opciones exabtemáticru!. En tnl eituncion del org~nismo, si' ~obrevíene otro a~que de influencia reumt\tiea otr<l nfriamiento en medio del sudor, esta nueva cau a de eqfel·mednd ('n~c;>nt ará org~_~-nis· mo enteramente preparado á otras le ionc:s y desarmado para resistirlas, pudiendo el nlJarato ocular l!('r el as ento de la afeccion. El encadenamiento de los hechos es emasiado manifiesto par~ que el megaloftalmo puedR er c(>nsid('rado oomo una afeccion· t¡ne ha comenzado por sí misma que no hubiese necesitado del auxilio de otra alguna par~l de arrollarse desde un principio. . . 9. E tudiém.os ahora en unaobservncion d.eta lada lo sínto1nas del mega1oftalm.6.-Trátase de una mujer(y en as observaciones recogidas los casos se refieren al sexo femenino), de 55 atlos, que habita en las alturas de la 'Cidra, al centro de P_uerto Rico, que jamas ha tenido hijos pesar de estar nsnda de mucho tiempo otras: np pre enta ya las r('glas ni 8 as_o las ha tenido nunca,·aR! como tamp.oco abortos, ni un s.91o embnrn'lo si- . quiera en via de desarrollo. Se qu~ja .de do)ores il~ VÍ('ntre que se propagan á los vacíos ó flancos y á las ípgles, 6 bien· permanecen localizados en el Útero y EIUS )igarllento~, Ó Se irradian hasta la.region del estómogn, .y de aquí hasta delante del cuello ' · en forma de una bolo. Segun la enfi rrua, todas esas~ensaciones 8 acompotlan 'de fen6ruenqs que parecen producidos por desórdenes nerviosos, ataqu.es tal vez ligados á la ausenoia de la evo uciou menstrual, puesto que s<,m periódicos y mensu~les. Bmn pronto }n paciente se aboga, la respiracion es· sibill•nte, la sed viva, las digestiones diflciles, la dispepsia casi completa, con ~;~áus~as y desar· rollo de gasee intestinales, pero sin vómitos¡ cefalalgia, iDsomnio y todo el cortejo de los ataques histeriform~s. Dichos desórdenes duraban upa semana poco más ó mén~s, terminlindoee por' el retomo de la bola á su sitio primitivo, eá tmo de los.lados del bajo vientre, en donde permanece fija y revela su presencia por la aensacion de latidos simultáneos con Jos del corázon.

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Loa accideot que preceden pare en haber durado lo quedurab la vid m<'n trual La mega oftalrnin se ha desarrollado á los 2b aftos, por-t>jemplo, plll'l\ despues retrogradar, per· 01anecer e tacionaria.y dúrar todl\ la .vida de las rt>glas. Vein-. te ad(l8 y nuis dice que han Mr i ~ido la amenorrea y lo. este· rilidad; y unos nueve· 6 diez los Btoquoe histeriform~e. . Al mismo tiempo el sueftó y lns fty~~tltades rebmlée languidecían medida que multiplicaban los ataques; y esta mu· jer que brillnb t su inteligencia, por su nlegria y belleza, se volvió triste y pt\lidB, fi ca, fea y amodorrada; la memoria decala y un~t tri tez acompadada de llanto ocupaba el lugar de u antigua energl11-. La pacien~ no recon_oce ya su vivE:zn de concepcion¡ todo le parece dificil de imaginar, de resolver y de ejecutar;'lo que hao{a colocado en un Jug¡'r excogido par~ hallarlo presto, lo olvidaba con facilidad y lo buscaba in encon· trarlo¡ y el r lato de una b? q.ccion hacia proqumpir e~ lágrimas de ternurn. El corazon p~tlpita lo mismo l¡ue todo:t . , 1 vasos ar~riales, superficiales y prof11ndo.., que levantan la piel y )os órganos ligeros ó móviles, con movimientos tumul· tuo os. Los orine on pálidos, escQ.IIos y algunas veces no ' corren sino gota á gota, con ó in dolor. SufrimientOs en todo ' el cuerpo, ya continUOS,)'!,\ 'intermitentes.-En ~ste caso par ·. cular, uno de los hechos negativos más importantes es la aueencia de metrorragia, cuando la mayor parte de las ·afecciQnes semejantes 6 la que aquí se observll en el úter.o, traen CRnsigo la hemorragia, y esta mujer preSienta un cuerpo fibro~o. . 10. Si se in<lBgt.n los antecedentes, se encuentratl afeccio- . nes reumát.icas en la familia, como flujos de las mucosas y an· · quilosis local~doa ó generllizadoe¡ comunme-nte. todas las leiones persoaalee y hereditarias que se ha convenido en califi~r de reumát.ioas. · · 11. Al cabl) de algunos llÚO$ de semejantes pa(lecimientos ' u~rinos, observó la enferrua que sus párpados ee hinchaban, que 10 vista e debilitaba¡ duran~ la noohe efa c4iepu brillantes que brotAban eo la oscuridad á cada mov~miento de loe párpadoe ¡ dolore~ én las aien~ y en loe oidos, de una in&en~da4

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notable, cuyo asiento tenía su mbimu~ del lado iérda. Emn tan fuertes de dia como de noche, cbwlo otros tantos latí· dos despertados por los . pulsaciones arteria lee. ElJRueño, de · suyo perturbudo', era interrumpido po.r sobre.saltos, ¡:¡or r~látn· pagos de .dolor en las sienes;'más tarde, .lo!! párpado~ estnban rojos con sensacion de c~rpo extraño· y escozor, ac mpafiada bien..pronto de u a liger turnefuccion de los iu&riores al desper~r. Esta faz de la enfermedad, consecutiva li lps dolores abdominales y á los ataques histeriformes, debió SEjr, segiJida muy luégo de una mauifestacion aguda por parte d 1 aparato '· de la vision. 12. Durante la ni.TCh , - bnjo la influeucia del fr ·ó de ún tiempo húUJedo, sin saberse la l1ora, la 'afticcion ocul r ' hace su ~xplo ion de un modo sobre-ngudo,. y un. ataque h terifurme acompadá súbitamente á ese prim.e r atuque de me aloftalmo. Todos los síntomas que permanecían cuino adÓrrn !dos por . parte del aparato visual, hacía alguñ tiempo, ·se exa peran; los . dolores de las sienes, de las órbitas, de la frente, de os oídos y globas oculares, propagados á la cabeza. tomau una nteosidad ipsólita; los conto~n(ls de la' órbita estan más caliente , la fiebre se enciende y ofrece un tipo periódico co idhwo; un sensacio.n de frio comienza á percibirse cada mañana perm.an ciendo todavía la enferma en la cama; el acceso, prime1'o m derado, ee hace 111ás intenso á medida que adelanta el dia¡ el e lor, ligero al principio, se exaspera bien pron\o; ~espues, Mci la mitad~ delliia, aparece el sudor y fluye halta la tarde en a undancia; el acceso se calma al cabo de ocho 6 diez horas d duracion. Le. mejoría de la tarde es bastante completa pára ermitir algun alimento ligero, tomndo sin apetito, y sin emb go Jigerido con facilidad. · , El cul'80 del dolor sigue al de la fiebre y ambos c'den junta· mente. Este ataque, compúesto de accesiones suce "vas, dura · ocho días, despues de los cuales desaparece la fieb :e, como 'el : dolor de loo ojos f de la c·abeza. Eu los cuatro difts ubsécuen~ al ataque, ec establece una conva,lecencia rápida~ y la enferma proeigoe sus trabajos¡ pero un nuevo ataque se ·repite al

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<;abo de algunoe t~ese de intervalo, coincidiendo siempre con manifestaciones hi teriformes previamente desarrolladu. 13. 1 cabo de lo ocho diaá del primer atKque febril de ncef11lopatia, sin saberlo la enferma, babia ocurrido la tr&t.formacioo oéular cambiando de volúroen el globo del ojo; y los pArpadoe empujadOs hácia adelante, y despues desmesuradamente abierto han dejado lir má de la itad de aquél. Otra persona fué la que anunció la. deforrnacion del ojo y de los párpado : la enferma tom un espejo y l'etrocede espantada; apénas e atr ve li re pirar ni á r, teme que al menor movimiento e dan la ataduras que retienen tlln imperfectamente á lo oj u u itio; el borde de lo párpados ha de aparecido ca i por completo y e nec üa lnucha atencion para de cubrir tod vía 1 extr miuad de la pe tuñlU!. bespues de e te ataqu 1 m gal ft lmia · había alcanzado !fU más alk> grado de d rrollo; pero poco á poco y á p ar de la rep ticion fuás ligerll d 1 iguiente acce , d' minuyó el ojo de tamaño, el e d a ió y iuo á colocarse sobre un rd de los. pArpa<l punto d 1 globo cular donde tuvo má n evidenpia. A ese perí o de actividad ucedió otro e uwionario. El cuadro de la m gt~loftalruia en el período estacionario, ncu 1 pe i teoci n la forma crónica de los tra tornos referido :-1 ojo tienen todos u movimientos y en todos sentid , á p ar d 1 alargami n de us fibras de atadura, que han 'eguido á u di locacioo hácia adel~tute. ' Los párpados no pued o cerral'll ent ente y d jau al descubierto . una porcioo de la e ·1 róti a , en forma de media luna. El color u lo ojo es claro, y parece ofrecer los ejemplos fr cu.entes d megaloftalmo. i e separan los párp dos par&. ' uiu11r hL pupila y observar la pe~isteocia d la contractilidad del fri , e ve que es perfecta; la vista efltl\ e o rvada en awoo lados, aunque de un modo de,eigual, pues el ojo izquierdo e en e te ca m11nifie tameote máa d~bil. J..a accion de la a\ropina es muy poderosa y se m t.iene todavfa tÍ pesar de que loe dos ojos uo parezcan imP.reaionarse con la misma facilidad 6 prontitud; el maía ~rdio en dilatarse ea aquel

cuya vista está ya .más alterada. Esta ~s mis. ~lara C!>D un buen sol que en tiempo <:ubierto; las chtspas, ·v1sllhes en otro ti mpo al pripcipio, lp· son siempre por la nochq cuando se abre el ojf? de repente, parecióudolc· á la enferma que se halla 1 ri pr~seneia d un incendio: vivacidad de impr~sion qu~ se conserva durante 1 din, ó. tal punto que la luz directa, s1 es demasiad9 fuert , puede er mfls daf!.o a que en e estado normal (f, nóiHen os d o111pr~> ion y de hidropesla'-o .ula'l':) Los colores aparee n con us 111atic ·uaturules: la co unt1va, p0r lo regular rola,, lu pe taña en número incomplet y algunos tumorcito rl 1 bord libr el lo púrpado , d muestran el trú.nsito a1 tado cr6uico tl 6 gmu la antigun . naturaleza r urnátic . · L vanumdo lo pávpados uperiores, se nota que lo globo oculare acu an una forma irregular, al jándose mucho más <1 11os por ~ u parte medio; lo que p~ovi e de que ~1 globo de~ ojo ha camhindo de fMmn, e tá ~otable 1ento d.eprlllliclo n 1 vértic el a ]a uno d u emtcircul supenor é iuf.'rior: rl<' c:tu<\ lado de t: ta rl ·pr iou médin, t1e leva suavetrieut unn doblo promiu et1 ia, como tn nbotag, niento r guIar, que fi gura n gm nto "d ' e ft)ra cuyo rudio mb pequeuo que el d 1 gl ho del ojo al e tado rmn.l, seme ando u~ octa dro d t'tngulo r (lonc'loado ; d man ra.que, a { deformado 1ojo, m 1' ccrln más bien, aunqu toscamente, e nombre de eubo que el de e f¡ ra, con una Jigera v ntl\ja á fa or del ángtJr lo sup rior in mo.- errado 1l(>B párpados, y, x loraudo ~oo las yema de los d do la consi t~ncia de los ojos, e ve que la blandura del globo y d su paredes es_ m~s ~ota le q ~.en el tado· noru.ial sobr~ todo al niyel de las gtbostda s del OJO, en medio y en 1 Íuter alo de c?ya ernioet~C<ias e tá ~us~d~ la depresion por 'un matiz más blánquecino ·de la zo11a,depnm1da. Hay motivos, pu , para p<'nsat que prolongados los tcndónes de los mú culo r ctos sup ' riore y de los o\ro , anclo por u · implantacÍ:on sobre la e el erótica m~tyor espesor l su, pared. fihroea, le permiten más re i tencia contra u~a fu za expansiva excéntrica que residie e en el ojo y se desarr~U a acctdentalmen~ darante el ataque de megalofta1mia. 6

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El volúmen total de los ojos está sin duda aumentado; efecto _ seguramente de la gran cantidad de humores derramados en poco tiempo en la-cavidad del globo oc1,1lar. La ~ruformacien del espesor de las paredes permite hasta cierto punto acep~r alguba semejanza de anatomía y.fisi?logía patológicas con lo que e ha convenido en llamar una aneurisma verdad ra. ' Las funciones del ojo y su adaptacion á las distancias debíañ modificane con lo bru cos cambios en él ocurridos. Modificada 1 e f¡ ricidad, se modifica á su turno la refringencia de las membranas y de lo medio . La enferma, que ántes veía muy bien, se ha convertido en míope despues del ataque, vie~do mejor, mucho mejor de cerc que de léjos.-Aigunas veces percibía una sensacion anómala en el saco óculo-palpebral: le parecía que un cuerpo extr ño, como un pequeño gusano, serpenteaba en re los párpados y el ojo; cuya sensacion era tan evidente, que la mano se dirigía involuntariamente, algunas veces, hácia e~ órgano de la vision pará sacar el gusanillo, que se • envolvía y enroscaba en el aco_óculo-palpebral, segun refiere la paciente. 15. Los síntomas geneta}es que han persistido despues de Jo ataqu de megaloftalmia aguda, son los de la neuropatia y á veces del histérico · y de 1 cloroan'emia con síncopes. A menudo sobrevienen temblores de los miembros y de todo el cuerpo, asociAndose e te conjunto de fenómenos á m~&nifesta­ ciones dolol'0888 que proceden del bajo vientre, sobre todo del lado izquierdo de esta region. En pre8encia de emejantes síntomas y de signos tan claros, seria precieo desconocer la historia de la afeccion para no interrogar á 14 enferma sobre la existencia <S ausencia de signos ó de sin tomas desarrollados del lado de los órganos de la fonacion y de 1 respiracion, puesto que el útero~ se lia hecho el uiento de trastornos, como la amenorrea, la esterilidad y el h~ tericismo. En el~ aquí obeervado, seria mellllter cierto esfa.erzo de eradicion para pensar en la laringe y en el cuerpo tiróides, en el bocio en una palabra. El cuerpo tiroides estaba

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invisible, no formaba ingun tumor, que desde luego hubiera sido fácil descubrir: :verdad ademas demostrada· por el aspecto de las fotQgrafl1'8 que . se ucaron, ofreciéndose en ellas como No se trata, pues, 11 orwal la eminencia de la region larlngea. del bocio exoftálmico, sino más bien de una megaloftalmia literica. 16. Sin embargo, si las preguntas despertaban en ese sentido la atencio!l de la enferma, acababa por declarar que, durante los ataques histeriformes, el cuello se le ponía¡caliente,. sus arterias latian con más fuerza, y la mano aplicada por delante de .la garganta, d~ba la sensacion de llenura y de una hincbazon general que desaparecía éon el ataque. Pero la enferma había notado qlle lflgunos acciden~s que se desarrollab n en el vien-tre, producían como por encanto un cambio en su voz, que . se hacia ménoá clara, y en su pala}.Jra ménos bi~n expresada; y despues, cuando desaparecía el dolor del vien¡tre, allnismo tiempo disminuía la sen acion de calor y de h' chazon en el cuello. 17. Otro hecho, no setlalado á lo que parece¡ es la coincidenc.ia de los ataques febriles con un ílujo nasal te, al principio simplemente mucoso, podía durante ellos lle r á ser ~asta sanguinolento,-todo ésto acompatlado de una . fluencia nasal y cefálica sanguínea, conllderable, constituyend un conjunto de síntomas semejantes á1a cori~a aguda; .aunqub sea muy verosirnil que esta coriza, coincidiepdo con, moviJD~ntos febril~.s, con loa accidentes de megalo~~ia, .con fos .df>lorea .del P~JO vientre, acusase á la vez su sobdar1~~d p_atológtc¡' y patog~ruca con l011 accidentes del cuéllo, ~ hic1ese de tod<1 ese corteJO de fenómerlos una enfermedad reumlitica, como cor4& aguda coman siendo ·todo simpático de una les ron uterina-t 18. ' En un período, que puede llamarse crón{co ó estacionario, quedaron zumbidos de oídos, d\ña sin signo~ de br~nquitis, tristeza, disuria, .eatretlimiento, náuseas secas y pomo ~18?0.• de. irritacion al e:úmen directo del útero; e?CI.men ;ue suministró· próximamente los resaltados siguientes: 19. Ahraves de las paredes del bajo vientr~ daba el útero ,

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En u.no bn tan

up rior. ' n el fondo de aco ant rior exi. tlu . una mn a sólida, r i. · tente, impeuetr bl~, dificil de mov r, confundí ;ndo~e algun en ion' con 1 prominencia d cuello, ó 1 a.r ci ndo compl · tatriente di .tínt d é te. El cuellO' e el iento del <le arrollo d tumore que lo hinch n, dándole una forma irregular¡ lo más á menudo ov lac En e te o 1 hocico de tenca ofrece la forma virginal, á p r de nuruer os año d tnatrimonio:n otro l cuell mú picado que de co tumb~. , á con ecuen i d parto a·compaft do la infiltracion de tejid s libro os. neo po terior ofr ce una di . 2 . El ámen d 1 fontl d p i •ion anál ga á ra d l nteri~r. El tumor invade el e . pací o confirma por el tacto.rectal. r erv do L.recto, cuyo hecho E d observacion qu l metrorr•gia , cuando coinciden ·con el d arrollo de cuerpo flbro os revelado por el tacto, no producen me lot't81mi o, ó no coinciden con ellas tan á ruenu<}o. 21. La variedad de megaloftalmit más poeitivamente·establecida, es la misma enfermedad general, la mitlllla caquexia, la misma lesion uterina (cufft'pos fibrosos), loe miSJDOIJ ataquee nerviO!O!l, pero sin megaloftalmia: 1o que quiere decir bien claramente, que el volúmen del ojo, así aumentado, ea un corolario de 1 afeccion bien determinada qae conduCe á la afeccion ocu·

lar; mas ésta puede ser incompleta, apénas bosquejada, aunque lo otro elemento patológico , signos? sín~ 111 , desórdene funcionltl 6.1 ionc mater~lil s, existan to os ménos la megaloftalmia; ·y no, obstante, e La 1~ ion ul par cer ausente eJ:C.Í,Ste en gérmen: lo qu parece hab r faltado, el '!Limo factor de la meg Ioft lmia ul parecer au. t)te, es la dete cion absoluta de las regltl . No ba ta ten r uu cuerpo fibroeo del útero para lleg"r á ofrecer la afcccion ocular; es preci o que la mujer no tenga sus reglas; y tod1wla mucho más tarde se presenta aquella si 1~ existencia del cu rpo libro o no ·sól es copciliable con la pe~i tencia de 1· reglas, sino que lus p oduce exage· radas por su prolongada duracion, ó por la ab~ndancin del1lu7 jo en un tiWJpo dado. La metrorragia es como el fenómeno de seguridad que impide la última explosion de 1 enfermedad general, con su mnnifestaciou oft1'1lmica. 22. Ln esterilidad ó la falta de pretleces ti n el misii1o nlor que la au cia de las r gla . Una mujer qllc ha pasado · uno ó varúos embarazo , ft ·ces ó de graciado , rto será megálo(tálmica -con la misma .facili · d que la que nu ca ha podjdo concebir.. · Despucs de lá pretlez, y: sobre todo <les pues de parto, la m u· jer está aquí muy expuesta á una erie e afecc ones que casi todas tienen igual signific lo, . e <lesignán bajo u u misma denominacion y ,dependen del mismo e tado; el est do puerperal. E las Antillas, inclu o Puerto Rico, el peligro d l e tado puarperal es mucho má grande que t1 lo clim templados: eu ltigar de los nu~e días clásicos exigibles, y en los cuales perola-. neceo las europeas en la posicion horizontal,..._despues del parto las mujeres criollas se levantan de la cama al quiuw di , se colocan en aus hamacas, lo que les inflige un.a posiclon en V, cuyo ángulo inferior tiende á aer oéupndo, gracias á la ley de loe declives, por el mismo útero, que por el contrario convendría inclinar á descender hácia7la extremidad superior de la rama de una V invertidL De eee abuso nacen la diateñsion de loe liga-. ·mentos sllSpenaorioe de la matriz, los deecen~oe·ael útero· y lu inflamacionee del cuello y del cuerpo por influjo de las varia-

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ciones en 1 temperatura. En emejante estado van 1M mujeres á recoger las cosechas de café, bajo el rocío de las matla· nM; y de aquí las- en14 rmedade! origiJaadas directamente por l ,humedad que.llfi ctan un órgano ea apariencia in.vulnerable al . fno, porq'oe halla corno oculto y abrigado entre las vísceras del abdómen, cua·ndo en · realidad e, más exterior y está más expuesto, por los cambio· de su funciones y sus aptitudes pa'to · lógicas,. á la!! afe~ciones nacidas de las variaciones del calor at frio húmedo. La ruetriti , en efecto, sobreviene con mu.cba frecuencia en Puerto Rico. ·Casi todas, las mujer~s van á consultar al médico con un diagnóstico h~cho de antemano, .é inspirado por sus snfrimiento especiales y la region que padece: .-"L matriz, dice cada una de ellu, la matriz es la causa de mi enfermedad." 23. No hay duda p ra nosotros: la metritis catarral primero, interstici 1 y parenqlfimatoaa despues, son las que producen los dep& ito plá!ticos de donde.. e ~orman lo cuerpos, fibrosos; -y es tan cierto que dicho cuerpos· deben las má's de las ve, ces su orígeó f una afi ccion de naturaleza reumática, que se ve, Y no otros hemo visto, una mujer sometida en vida á 'nueotro xámen, y cuya autopsia pernos practicado despues, la cual fué objeto de una con~ulta' entre todos los médico~ de la ciudad de .Mayagttez, la segunda ,quizaS"tle la isla de Puerto Rico. ·H aquí los resultado de dicha consulta :-Ouerpo fibroso del útero, oj~s grandes y altones, cubiertos_por un pterigio, ausencia del período menstrual durante muchos aftos, peritonitis secundaria, insuficiencia aórtica, rasgaduras de las paredes aónicas, antiguas bronquitis crónicas, artritis crónicas é hidartrosis, sub\uxacion externa de una articulacion fémoro-tibial, erosion del cartllago articular; afecciones todas Mcidas de influencias reumáticas repetidM, reumati mo crónico del corazon, de la aorta, del útero lesiones anatómicas ·reumliticú afecciones inoura~les. Era \JO& mujer de color, eecl~va, de á 50 años, llamada Roea Bey, y no podia acontejal'8e la extracci?n de los cuerpo- fibro!OII: digital, alcalinos, vestidos y alojamiento i propóe1to I>Jra reeguardane de la humedad, pues vi-

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vía junto'- un rio.-Un mea despues de la consulta murió la enferma eón todos los signos de una aneurÍ:9ma que se ha ro&o bruscamente: dolore8 'violentoa en el pecho, sofo~ion extrema, semisilenci'o de las' palpitaciones .del corazon, como ahogad$&, labios morados~ rostro turgente, muerte en -el espacio de algunM hora'J. Hecha la autopsia ~ las doce horas, se encontr6:-Cuerpos fibrosos del útero múltiples, subperitoneal~, pediculados;·metritis; ruptura de la aorta al nivel de su insercion en el ventrículo y de 1~ implantacion de las válvulas¡ coágulo enorme de sangre roja derramad!\ en el pericardio y comprim enélo el co·razon por todos lados; ventrículos vados, válrulas ,sigmoideas engrosadas¡ paredes de)a aorta ulceradas.con placaj¡ o~:~iformes; aneurisma disecante, comenzando al nivel del b culo de la aorta y abriéndose en su porcion lumbar. Rótulas f§mur derecho y tibias, extremidades articulares desprcwistajl qe cartílagos articulares; ojos grandes, pero de estrqcW~ra nteramente normal, á juzgar por sus caraotéres exteriores; pá pados infiltra.dos y gruesos, más el ihferior que el superior; pterigio; la vena oftálmica r_ao fué exa~inada, como tampocú e cerebro ni · sus envolturas.-Oonclusion: megaloftal~o result~nte_ de una afecoion del útero; muJt!r virgen con p tipos múlti*les del útero¡ lesion reumátíca generalizada: la ruégaloftalmla es el último ánillo de una cadena de afecciones reumáticas, culprimer eslabon está unido á la matriz. · . 24. Aseguramos que si hay ~a disposicion p lógica n'll~ ' cida de las modificaciones impuestas al organismo. yor el parto, hay tambien en este caso una disposicion morbosa¡ peculiar á laa mujeres, o~iunda de las modificaciones impue'tas !'1 organismo por la faltad~ parto, áun siendo ~mporal, por . la flllta 1 de reglas, y en todas circunstancias (como aquí) MI' ' un estado puerperal constante y que no concluye nunca, gracJas á la pre- 1 aencia de cuerpos extraftoe en' el espesor de 1~ del útero y por fuera ó por dentro de su cavidad. mal.26. Pero veamos ahora otras variedades del eepreDoe mujereJ obeeivadu en Barranqui~ (Puerto

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atan á uue tra con ul ta. Pr ocupados con la idea de la muj r cuyo r tr h m trazado, nos nc roamos á ellas: su ojos son g.rnnd pero au Y.. lúrnen casi nor•u,tl; y si ha variado, habrá 1d . de un modo inapreciable para un ob rvador noyicio: s e¡ u 1an. d!'l tr.. r'no ea 1 vi tn ' y de dolor s en los ojo!l y en · 1 órb1ta ;·ttenen el cu !lo delgRdo y· in bocio, son pálidas y ca i padecen do vapor 's que le suben al rostro de calor s fl~ 1 lns invad n úbitam n ; p nen como sofocadas y sus la-. lun como azulo "d trante los acc . Al mi mo tiempo us pié ti. n h_e~ado Y ~ cor~zon nl_tn al 111 nor pretexto; el· estómago f''i Utprt h o, el 111t tuw míln y clesinfitl n el mismo in . t.:~ u te~ d g e qú paree n d ,m•oll r in ca.u. a, como lns p J. pttn~lon.e y las of~c~ ion s. E tando muy agit¡sdn y n rviosa , gun d1c n el pmtu 1 nguidec n ella , u intelig ncias du rmen, Y en este tado de enwrp cimicn intel ctual, concluy n por encontrar un verdadero sueño, ¡\ tVtonudo repE'tido y r:olon ad .-A~ dente : catarros frecu nt<> . La meo truac•on es fi 1 ~a me., dura gua la x;eglu, de pu s se detie~e y al cabo de qumc du1.s obr viene una nu va. hemorraaia que · a.no P ~tenece á la 10 n truacion y qu puede dura~ ha~ 1JlliOC d1ru, qnejánrlo e en oc la enferma sobre todo de P en los ojo · El a pec~ del ro ·~ro · ·no e el dH In salud, P ro tampoco s 1 d ·pn _unple cloTOanemia: hay una cxr.r arM, u (> s ~o grnn<l y dt:l clerótic11.s. blat}· e:• qu e ~an. vuelto azules; hay faccioo s que llaman la aten•ton Y no ~nv1tan á decir: ''U t d ti ne uua aJi ccion del útero, afee ton es un cul'rpo libro n. ' · ' . 26. Por el tacto se comprueba el diaguóstico hecho de' léJO :-En la prim ra de e tn uo mu· res: sen acion de un cue.llo que o~e to<! lo carnctóre d la virginidad; un cuerpo ' fi~r~ ev1dente ocupa tod11 \1\ caviriad pel viana; la v(>jiga. oomprtmlda re ~nde CQn una lli~uria morca~a, y el intestino cou un trefiim1en tenaz.- L gnndn de ellas la mi\s débil muestra e1 c~llo_ def.ilrnt 1 cotuo tle pues d 1 tr~bajo ]aborios~ d ~n. parto anaóh.to.. ~ D~ tindiua. Ventura, de 85 años.) Reeidiendo en la JunsdiccJon de Barranquitae, barrio de p 1 .

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lo Hincado, declara que babia tenido un parto p~maturo y que fué preciso romper. la cabeza del feto para sacarlo ' peda- . zoe; lo c¡ue parece probaJ; que el cuerpo fib~, cuya. exiltencia es ahora tan mjlnifieeta exilúa ya. En amboe caeoa .e ha hecho el diagnóeLico como 4 dietanCÍa, y·el médico ha podido decir: be aqui doe mujerc~ ·~ Cbdida Ventura y D~ Joeefa Torres (viviendo ésta 41timaj.ambien en el éampo. 1\ orállas de un arroyo, á tal punto que 1 barrio es Que· bradaGrandey que lajuriJdiccion de Barranquiiaa aignifica tarobien terreno accidenta<}o con profundos repliegues, sQrcados pQt pequeftoe riacll~eloa),--he aqui doe mujeres que tienen la enfer· .medad de loe grandes ojos, sin tener loeojoe grandeeevidentemen· te; y es bastante decir que la megaloftalmia no conat.i\uye por ai sola una enfermedad especial, cuyo principal signo t>.S ~1 desarrollG> ' ·del ojo; sino que, por el oontrario, ae trata DIÚ bien de una en· fermedad en que el aumen\o de volúmen del ojo ea,como el.úl· timo si11toma de un edificio patológico cuya cúapid puede eer el abul~mie~to de los ojos, pero cuyas bases tan dn la maLriz, en la alte~;acion orgánica, tumor fibroso, c~erpo fibroeo del

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útero. · 27. Esos dos ca8ll8 prt1eban tambien que la e oftalmia en ellos, como en eÍ de aneurisma disecanle_de Rosa Bey, ha n.aci· do de una afeccion reumática; y demuestran todavi mucbo1nás claramen\8, que los ojos grand~ esta o ligados á dicha a~cion con umyor certez,J\ cuando se trata de uoa.Rirgeo no *glada, que cuando se observa o\ra que 1~ está; y, en fin,· ue el hecll,o ue una preftez aleja 'un mis la ~pdcti.va de una megalof\almia, (como complemento de la afeccio~ princ~pal, cuerpos fibro· sqa del útero y caque~ia uterina sintomática de la presencia de dichos cuerpos.) ) ~8. Para uioet.rar que el bocio ea separable deliJlegalot\al· mo, lo que &ocJDsaaben ya, y para afirmar que en auaeracia de la ocW. ee une aquel ' otra aCeccion del mismo ór<}eo, v. g., la alteracion del corazon y de sua grue,aoa vasoa. oit.amDOS cuo de una aeftora de edad, que ee el ~po de la in- · wpM1Id 4tlol ojO. y de eta al&eraoion del cuerpo tiróidee ani·

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del coruon: en ellá el

·de nu primera obeervaeion vida un esterilidad ~mpleta, miéntras qu• 1 o&ra ee mache de una numerosa familia. &a difereaci viene en •pÓyo de la verdad que in cribimo al principip de Le tudio: que el megaloftalmo es una afeceion de n turaleza reumática y go\o!la en relacion con las l · Crónica orgánicas del útero, lo mismo que, ó más todav.la, ooa u racion oo lo elementos Vll!Culares del cuerpo ·róid y coruoo: lo que es una prueba contra la entidad uorboea bocio «~XJ.fldlmA,co, pue to que se P,Uede sustituir á t~ uociacion d.e lesioae~, la uociacion siguiente: m.gawjlalmd tdfniao, m )oftalmia uterina y. cardíaca, y fibropatia uterinl\ ' m8@&lot\álmica. · 29. En .Mon Llano, juriediccion de Oayey, se presentó un eeliora celiba ría á la con,ulta, donde el centro provisional de nuestros estudios atraía algunos enfermo .-Tiene 33 aftoe y un cuerpo fibroso del útero. ue ojos son más abultadoe ·q • lot dé eu madre-que e tan hundidoe,-<¡ue los de su padre; y eobre todo loe de r.u hermano: ··ella m!ema dice que hace diea aJloa eran más pequeños que hoy. En 1860, cuando ia 18 años y goaba de una perfecta salud ee hallaba poi' lo &anto libre de todo ataque de' sufrimiento uterino: no había la menor apariencia de deturollo del cu~Uo, prueba &antu vecea repetida del papel enteramente subalterno que hacen en la enfermedad lot accidentéa y las lesionee del o11erpo tiróidee y de la laringe; nunca tuvo ataques · de histérico ni KCce.os de iebre. A111e0ci de la memoria, per~ tambien de hemorra- _ giu u&erinu; la menekuacion ee regular, dura cuatro diu, sin gran a dancia. El mayor sufrimiento qu• acom á loe caerpoe fibrosoe couiate, dude hace eeia afto., ea explosione, eJ. odtiOae c¡ue an deede ·la boca del eet6mago el ftOÍo d 1 de elle lado al t.¡atenlo. lA in~~lida4 del do)Dr ·

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era extremada, duraba la noche; gemidos, gri 'fómit.oe incoercibles y que pet"'riAAan tanto como el doler; algunu veces fiebre, la que podfa. faltar. La repeticion de- Jos ataqu~ ocurría cad oeho,dias, hl\bm siete años próximamen&e. Máe tarde cada dos ' ó tres meeee: eeneacion lumin011a en loe ojos, buen··'apetito, eetrefiimient.o de tres dias; ha en&.quecido ~~ cho de de hace ocho aloe, y eu hermarro ha calculado en tre•nta libras lo que ha perdido de peso desde que · principÍÍlr~n loe cdlicos. E e ntiguo e plendor de su !alud pasad~ exphca In . ausencia actual de la blquexia histérica debida 1d deearrolll• fácil del útero! h,.~cho que constituye á la ver4tad un puo e~1 qu~ la mcgaloftalruia se adelanta á los trastorn~s gene~l~e h18ten· formes y laríngeo · el hist rico falta y lalanoge permanece sa- · na omo en casi todos los·casoe. ' . E ta variedad puede calificarse ele megalofta.lmia uterina (d~ las pletóricas.)' La naturaleza re u~ ática parece 1evidente s1 l!e atiende á que la casa e tá situada en medio de una. llanlll'a hümeda, á uo tiro do fusil del río, y que entre las afecc1ones de su juventud e contaba el asma á cada luna nueva 30. El diagnó tico es fácil á :primera \lista no se•puede creer en un quis , en un abscesq, lin un tu~or duro ocupando el fondo de la ól'bita, porque estas o.fe ci.ones sqn len~ para producirse mióntras que la mbgaloftalro~a, por •lo ménos en loe casos-1~áe claros se ha dé arrollado de un 'tnoflo agudo. Los ' . . tumores 6 e~ está~! situado eu una qe las pared~ y emP,Uj&Jl él ojo en un sentido opueato al de fU asiento. ~s · aneurismu~ de la arteria oftálmica trasmiten Eks·latido& al globo ocular, Y en la rñegaloftalmia los ojos permanecen inmóviles. El c~n­ cer encefaloide es n1és doloroso y no da lugar ó. dudas amo por poco-tiempo; su marcha es rá.pida y su ter ina~i01~ pr~n­ tamente mortal:' Loé tumores de las regiones vem~as, como los del seno maxilar de )a$ f\)8a81 nasales, de la dora liwll'f,.se acompaflan e ltgn~ locales, y no de trastornos ~~mes y uterinoe.......Las t'ra~turas de las paredes de. la órb~ta ttenen J sus eonmemorativoe, y adenuus las hcmarrllgtaa retro-Oculares . J.l~~n eqtúmoeit ·Y la tra formacion de~ colores P{le

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... JWia por la abeorcion. La parálisis de loe múeouloa rectos del ojo, cie'loe IU loe oblícu cuyo fec e abamdonar el ojo por delu&e, pelido como e ' por In ela tícidAd d wjidoe blaoclol, que oeupan 1 órbitn. - rec uoc por In ten· cía d paráliaia mejan . en un np l'tlto m u ulor próximo ó

1 · no. dependiente de la ~t~i ma fu~nte n vi Por oh'n la· do, la in&egridad de 1 pupila, u falta d lilataciou ·cluye la 'id de una ion del nervio motor OCl;l r contUn. 81. El diagnóe&ico de 1 . cuerpos fibroeo no ofr ce anu· dific &ad á no er con el de 1 tumor e irro os n . ulcerado. de la m triz: un excelente igno e que la hemorra'ad loe cuerp()e fibrosos ee mucho uut precoz; y ogia bre &odo, la tendencia del cáncer á rebland cerse, E>xtendiéndoee á la vejiga y al intestino, que e perfol'an, mién.tros que el tumor fibroeo h ode á subir y se adelanta h cia el ombligo co;- · • mQ una p~ez, ó hácia los vacíos como un quiste del ovario.· hemorrasiaa abdominales ante 1) retro:uteriuos on úbita en IUI apariciones y determinan una deformacion blailda, pastol& .y clepreeible en uno de los repliegues po teriores ó ante~- del conducto vaginal: todos estos signos han faltado, y -péou ha ba,bido un poco de edema algu!las ocasiones. . .:MOI,.ui..II0.-82. Deepuea del eKudio de la me~lof\almia v , . por opoeicion y proximidad natura~, el de la microfialmia; Y para demoe&rar que la forma de la leeion anatómica de un .· órgano procede de una mi101a etiologia,-,y es preciso deClflo elia ves al hablar de loe ojos pequeftos, corno al hacer el ee · de loe gran --eiempre ee encontrará idén~ca causa . e te: el reuma · mo. uy digno de interee eerl el hallar, 'al lado de e te hecho una · 'IIICioo máa completa, f~ndada n una afeccion geoe~ tal de faccOree múluplee, con vaetornoe generales hietériforrues y alteNcioa ele loe órpaoe genitales. D. . ' Canap blanco, de 23 ailoe, n · o en el campo, en el t.rrio del Dteecho, dia'rito ·de Aiboai&o, en. el lapr do la Plata, célebre por el pue del rio mismo DOID~ que • el ma7or de la isla de Paeno Riao, y· por ~

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fertilidad de su tetTeno para· el tabaco; hijo de dos ~rimos, de . Vicen~ Cartagena, labrador y de Margarita Cartagéna. En el centro de la. Isla, ll donde no llegan t~xtranjeros, los criollos ~e v'en a i reducidos a\ e~ en ÍRmilia, resultando una' obserVI\cioh muy fécunlla en niloa incompletos, rdo&, mn· do&, fin brRZOS, sin piern , sin P!'rforacion ele los qrifici011 naturale , ó con comunic~~eion de los intestinos y de ln vagina, obliteracion de este último conducto, etc., etc. No vino al mund con ojos <lt'fornuldos: l01ttenía1bermosos y , muy buenos, como los ~ todos sus compañeros, ha to el pu·nto de poder cqbebrar una agujA¡ hizo uso de ellos has la eda<l de 14 años, y todi\vla hoy, t\ pt'f!Or tle la alteracion de •us ojos, tan pequefins, .trabnJ~ con el mochete en el chapeo, er cortar ra· mas de los á bolee, C~Y!' corteza sirve para hace llerdas con q\le atar los animales (majagua), y sobre todo, en ·ortar ia calla, separar sus hojas y dividirla en trozos fácile~ el mane-jar en las. carretas y de colocar en los cUindrOl! .de moler; odo lo cual extge una vista bastante bnel'la. Sembraba tabaco y oult~v~_tbn café; ahora siembr el primero, asi como maiz y-arroz, hace correas y hamacns; V€! dé léjo~ me· jorque de ceres; á pe,ar de la convexidad de la c~ea es présbita, y seria miope ei sólo la córnea ~e hubiera mo ifi~o, pero la rarefaccioJt de los bumoi'('S del OJO rra loe e ectos de· esa convexidad :--sigue bien su ca~ino, ee paséa soloen su ban:io; cuando de él sale, es más timido, pero pu . e d"t' oguir á un viajero que. pase á pié por delan~ de él, in ?r nrse y segui_r por la izq\llerda ó por la deredbt (cuando se cr zan los canlt· n011) aquel que le han !'co~sejtWo. En una palJbra, no está ciego, aunque ve conftasamen&e loa colores. . 33. Su ojoe ton pequeñoJ y de forma cónica, con. jla punta h~ia adelote y bomo cubi~r~ por la CÓI'Q~ traa~re,nte, qu~ ~o tiene más de once ó doce m1lfP1etros de diámet!'f en el lado nquimio, y de vece a catnrce ea el derecho, truvenale_s. En cean&o al ~etro vmi~l, ea máa pequejio 'en ambol ojos, y no pua en la «nea de ocho e\ nueve mitimettoe, como si di·: J · obat membanae hubienn eulrido un ligero A<Jo de ap.luta·

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47 tiempo, si va a\ llover, porque siente utl ·dolnr en los ojos, en ca~, dolor que muy grand y le obliga á llevarse la man1> á los ojoa¡ le parece que le dan marliUazos dentro de la oabeta. La nu~ ee el a ·ento de sufrimientos penosos, aunque paeaj~ros. Todas eaas10n pruebas del reuma.ismo. Chiapu de color rojo, azulea, nact'n y brotan en pN~rcion . déf dolor de cabe~: una . Teces brillan qnran~ el dia, otras por la noche; chispas que ·lo fati~an, lo · ra 'ornan en su marcha y le irupid n que di tingR Jos <:Ut>rpos extraños de <jli'e está embrado el camino. Ve O]nbras falsamente' dibujadn unte sus ojQs¡ ve árboles sin haber á.rb le., animales sin anjmales presente!', tnln~~ntes n un camino desierto. Dichas sombras son más familí,ares á u lado de día qut~ de noche. Duer111e b1en, pero se despierta obr ttaltano; si estaba llcostado horizontalmente; se coloca como de un sal~ en un1 posicioo sentada; echa al aire ou brazos y piernas opurriend ésto u.na ó do vece por la noche, pocos instantes dt> pues de haberse dormido, y siendo la fuero~& de los movimientos capaz de rOJ.npet· un oh tAculo poderoso. Gran tri teza, boena me;noria , tend ncia al sueño. La $agacidad, la agudeza de su _i ot ligencia y de sus otrás facultad' , han cr cido en· ~roporci n que di _111i.nuía la vista: los actos de s vida--han ganado mls en órden y ID!IÍtodo.--Olfato intacto, ~oriza rara.s o<;uiones; 1oído "r1o ha variado; Ja oreja derecha más pequeno; controccion muscula r poderosa¡ .robu tez en el trabajo. · 34. La cauea de la afeccion clara para el ~nferrno. Se levantó por 1~ madrugada, cubierto d udor y 'tal como estaba en la cama; sin darse tiempo para vestir , corrió al trabajo n. una siembm de plátanos. llena de rocio: si.n tió en seguitJrio en los ójoe, comO: ~n velo delante ·de ello , hubo dolores., mas él . COntinuÓ 8U .tarea, aunqt~e <:OD ~ificultod¡· y eesde eia época la vision fuá esCa.eando poco .é poco, en medio de 1 padecimientos que ataban de enumerarse y que siguen sÜ curso:dolor de cabeza, dolor en loe globos oculares, todo sjn fiebre, sin m•mifeatacion exterior que su f"milia haya podida notar al.'

laa órbitas y en lli

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guo vez.- o ooho hermanos y hermanas con buena vista; 1 m dre vi y u ojos 11011 bueno ; el padre murió con una am urdeia que debía á la e tambre de pescar en loe río por 1 noche con ana antorcha de taQ_anuco, y ya e taba bien viejo.-Lu enf4 rmedad dominantes en la familia y en 4tl ujeto que n01 ocupa han aido 1~· · ñebr · : el padr sufrió mucho tiempo de d.olo. en 1 region del e mago¡ tenía un hipo continuo, atribuido por amigo al hábito .· d tragar el jugo dol · t baco de m rque con tantemeote llevaba en la boca.ra.zon p lpita fácitmcn : 1 r lo d ma e un hombr

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Hablam aquí de un IliOn truo, no de un enferm • La micr ftalmia tiene, sin embargo, su pun de e ntacto con 1 anoftalmia, p~es el individuo de ojos pequeños y pr nta d orej c:L i u let' d fonnell: la dorechlL de lóbulo ó lo ofrc muy exlgu<f, miéutra que el de la izquierd. dema indo 1 rgo prolon~nd e obre la m jill11 , n íorrua d pli gue. El udio del uj to anoftálmico demu tra que sus rbitus, mo i tod l otr ion d su cuerpo, on· defi rm(' imperf4 . Entre tan ór anos que brillan por . u au enin y que ~ceo d una criatura sin ojos una verdadera· in1ita. u de' m0no, ca u a so~pre ver una cabeza bien confori!IA· d, . n apariencia por lo m no, y Ui,Ja intt-ligencia wauy sufiien para us ne idades cotidJana . · El tipo á que no referimo ·de ta le ion congénita, la a uncia de 1 ojos, e un hon*re de 30 año ; vecinO' del bnrrio d rcadillo juri diccion de Cayey: nunca ha alido del iti(l d a nacimiento; su pierna son má pequeñas que los · ,;,u 1t ; el pié der cho ofrece cuatro dedos, 1i l.táodole el quinto, y tando el n:.-ero y e arto reunjdos bajo una n~isma envoltura cu"nea¡ el pi& izquierdo ofrece los cuatro últimos dedos, t' gna artejo sol mente libre; en. la manos los dedos han rwrdido la e~&e ion y o fijados en ángulo recto sobre IR region del metacarpo. Las articulaciones falángicas carecen del movimien$o ~· tle•ion y de exten ·on.

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Las cavid1ules orbitarias se halla_n ~terament~ va~iu, si~ que . en .ellas se diatinga la menór· apar1e~c1a de rudimebto oo~lar: · detras de lo8 plrpados hundidos quedá tan . sólo una caVIdad libre capaz de alojar un grueeo grano de ma1t1: ~~m.USto .-1 ,En resúmen: una mujer, que es el objeto de la primera observacion, ofrece Üli cuerpo fibr~· de~ útero, apénas m~nifestacion tiroidea y un. megaloftalmo>.orb1tante. . U. :Qos mujeres con un grado mojerado_de exoftalmo~ Y éuyo rostro expresa un padecimi~nto tan e~pee1al, ue perttn~e reconocer 'dtstancia y sin examlf!&r el abdómen la presencta de cuerpos fibrosos en el útero.-Otra ~ujer, no ~sada,. cuyos oj.os al principio normalel3 ~e agrandan poco. á poo., s1_n ~ta. ques, á medida que sube y e desarrolla hasta-el _m~1? del vieotre'un ltumor fibroso enorme acompañado de p¡EmtonJtls. 111. u~·a negra, Ro a Bey, cuyo dueño vivi cerca de un rio en meilio de un ingenio,-.-el'que muere s 'bitamente . á. 1 co~secuen ·i~ de una_osifi.cacion. casi eviden~ d las a11tenas del cereb o y de una apoplegía,-fallece tambi ella de repente de una. ruptura de la aorta, al nivel de s inserc,on en el a'Óillo ftbroso vé •cu!ar izquierdo, con una a enris~a disec'aote de la .aorta, extendida desde el .báculo de ésta h~ta _la regioÓ )utríbai'; la rodilla izquierda pres.enta )~ . d.artrÓSlB ~10tomt\tica de un tumor blanco y los . at'tílagos d Ioerust_acJOrl b'an desapariecido,-manifestucibn articul~~ _del ~smo '~rden que la lesion "articular" det corazon ;-1nuJer ehbatar1a, de • cerca de 50 aftos, y con un enorme tumor fibros del úter~;. su cuello esti\ aano, pno eus ojos ~n francam ote exof\á.lm1~os, que metía miedo, segtm los térdt~nds de un test go _cuyo voto era invocado. · · IV. Despuee una·seftora septuagenaria, co~ 1>oci? en?r•~e, y ;obre todó. _éon todos loa aignos de _una afecctob del corazon, grave, crónica y orgbica, pero con OJOS ·entera m n~e nor1hall!s, pequefios y libréS de todo cxoftalmo. V. E fin, un jóve~ labNdor, ~abitan~o en. "edio ~e valles Mmedos eometido ! las mismas influenmls h1gtométncas de~¡. agractabl~, y llegando, por un pro~eder patogenésiCÓ ~~ilogo, 7 1 -

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i lo oonhvio del meg&loftalmo, á una diaminucion de los ojos, ; al mic:rof\almo sin hiperLrofia del corazon y sin lesion visible de loe órganoe genitales, ni del cuerpo tiróides, como si la naturaleza se Lubitee negado á producir léjos de los ojos una leion di(erente de la forma atrófica;éomo si una misma causa reuoa iea no pudiese producir la hipertrofia del corazon y del cuerpo tiroide. cuando acababa de determinar lo contrario del . megaloftalnio, la atroy de los ojos. · · • . VI. lA enweftanza que reeulta de esos hechos, parece infundir ea el obeervador, hasta la conviccion de la verdad. la siguiente deduccion: tOOoa uoa heclwa so,. andlogos. · VI[. inguno de 1 'ndi\'iduos reunidos en este grupo de obeerv clones .puede recusar la a~alogia de la causa que ha presidido A su afeccion: esta causa ha sido la humeqad y e} · , frio relativO. q~e la acompañai ~e donde resulta la analogfa dE! la n turaleza reumática de tales lesiones, por diferente que sea su localizacion. · VIII, La entidad morbosa está en la reunion de esas lesio,nes de asiento diverso¡ y ninguna de ellas aislada de los ojos, de la tiroidea, del corazon, de. la articuJ9n de la rodilla, del útero, mereee la calificacion de entidad m~boea separada y di!'tinta. ; ,IX. De ~tra manea, seria preciso admitir tantall entidades Jl!Orbosu separadas, como variantes pudieran imaginiU'Se ó enoon1iarae en la uniou, de dos én dos ó dé tres en tres, de las lesiones de eaoe diferentes órganO!, cuy~ creacion no podría corresponder lt. una realidad, pue11to que á la pretendida y nueva entidad quiere llamarse "bocio exof\álmico," "caquexia exoftálmica," y el exámen de todoe los hechos mencionados demuestra que el primer individuo que hemos estudiado ofrece ufl exof\almo sin bocio. La, asociacion del exoftalmo y de ·loe caerpoe fibroeoe del útero, en vista' de semejantes caso8, rnereceria con más justicia, por su constancia, que ee leconeideraee como uu nueva entidad morboea. El éxof'ta1mo resulta anatómicamente de 1~ hidropeeia aguda eaquia&ada de la hialóide. (una aeroeaJ y ee acompaña

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casi necesariamente de la lesion de la mayor pa~ de !u. grandes serosas del organismo, como la del tejido celular de la órbita, que está ó puede estar infiltrada á la v~z (otra serosa,) como la turgencia . é inftamacion de la ·túntca s~.rosa de los vasOs que se eptrelazap y anaátomosau para form~r ~aei todo el cuerpo tiróides ¡ de la afeccion de o·t ra •m:o•a as~JDISmo, como la ·del corazon y de la aorta, atacadas de b1pertrofi¡B, de d~e­ neflLcion y aneurisma; de la lesion ·de una ..ero!la ~o.mo la smovial de la rodilla en Rosa Bey; ó, en fin, como el pentoneo afectado de inflamaciones agudas repetidas en el caso 1Je la Sra. D.~ Ursula Aponte, de Cayey. Sin duda que ~1 reumatismo artl•cular agudo g.eneralizado y febril es una enttdad,. y ~u e ·. t~m­ . bien la endocarditis es una·localizacion de la nn ma ent1dad¡ pero cuando las dos afecciones liegan á asociarse, orque el co. raz(5n se ataca c9mo una coyuntu a· enferma, .awegada • l~e' otras coy~n uras del esqueleto, uo se trata de ~4cer una e.n~t­ dad que ~:~e llamaría "reumatismo poliarticul!'r ,udo, febn1, generalizado, eodocárdico:" este último epi~to tecdria la pretension de aftadir á la idea de reumatism·o .artic lar la · de un reutuatismol así com ·cado, convertido en una e fermedad totalmente diferente de-la que representa . el reum tism.o. artic~­ lar agudo gen raliz~do y febril, pero sin .end cardi_tls adicional. · · · XI. El reumatismo articular es una ~nferrpe ad y la en do- · carditis es otra¡ ambas hijas de un mismo padre ~1 reumatismo, y pudiendo bajo este título darse la mapo n formar un nuevo ser pato16gico. t ·· • XII. El m'egaloftalmo es unfl hidropesía en. istada, doble y sobreaguda, simétrica, de la bialóideJ, y ~na ht ropesfa dif~sa del tejido celular orbitari.o, que puede asoctarse la1 afecctOJl de cua lq uierll. .de. las serosas ya no mbradns. ?a a urla de las afecciones de esas diferentes serosas, no const1tu rt\,un e?Cof~al­ mo cardiaco ó aórtico, !'rtrítico ó peritoneal; si llas ~ rettnen bajo esta f~Jnna, no ha)trá en eso creacion de .u a entidad ocular y Cárd{aca, ocular y articular, ocular y p_entop~al.. La verdadera en~dad es el reumatismo, cuyo gemo pn!stde á la mlt-

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52 cion· de localizaciones, gun el grado de susceptiindividuf!l y no en irtud de una 1 y de a ciacion nealificativa y di tinta. El n simpático 1111 dificil d etstudiu en sus 1 iones que el ce~~ebro. En pre encia del r blandecimiento, por t-j mplo, ¿podemos decir i te ha nacido de una inflamacion, de una supuracion, de . uña in:i.bibicion mecánica, de unn degeneracion .ó de una d ornpo icion cadavérica, e tc.?- Do o . rvadore que e tudien ai lada y suceei'vamente el mismo encéfllo, acusado de haber ca'u do la muerte por u lesion, ¿ tarin egtuoe de ponerse de acuerdó en . su juicio? Todos ben d masiado la dificultad de semej nte problema de anat{)m{ patológica para admitir fácilm nte la probabilidad de tal acuerdo. si 1 dificultad s tan grnndo respecto al juicio de as lesio~ necroscópicas, ¿qué d be pcn arse, si en vez e cerebral tiene ante los ojo uno de los ganglios cericale del gran 'mpático? ¿Quién e atreverá á afirmnx qu usl ione 'no on el efecto de una irubibic;ion cadavérica variable, presente ó a.u ente, segun 1 actitudes del cadáver, del lor de 1 e cione , de la quedad e los tejidos 9 de su gordqra? IV. dice que el bocw e:rJOjtAlmico y sus de órdenes funcion 1 , próximo .6 lejano tan variado y numerosos, deriv ·n de un ettado congcsti~o p ajero del gran simpático) ó de u,n le ion permanente orglinica, crónica del istema nervÍ<>IO ganglionar; congest.ion ó le ion orgánica que -se vuelve cau de conge tlone fugitiva ó de lesio.nes irreparables en loe dive o órg nos, lo cuaJe ' pueden hipertrofia1'8e ó atrofiarse cousecuoncia de esa hiperemia. ~ V. Pero bien ae ve todo el tiempo que nece ita una congestion fugitiva, ó áuu la lesion permanente del gran simpé.tico, para traer en pos de sí, pieza por pieza, las lesiones de nu- · tricion acumuladas en la sombra1 en el ilencio y poco á poco¡ y no es {como se desarrolla el megaloftalmo:-en algunos diu si no en algunas horaa, pasa el globo ocular la abertura de loe párpadoe y ya su caída parece poeible al 'enfermo, quien

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lleva . á. él la mano y pr9cura no toser p'nra ~o tenerlo y no estremecerlo; procedimiento rápido, que se asemeja á las hidropesías agudn11, orgánicas y "regionales" bajo la if!· B.uencia de una causa eficiente aguda, que obro. sobro .órganos predispuesto~ á su accion de largo tiempo atrns, mucho má.s que á la fugaz de las congestiones pasajeras del gran s mpático, ó de una lesion pennanente ' de estructura en el sistema nervioso ganglionar. Este. tampoco podría reclamar 1a paternidad de una degeneracion osiforme de las válvulas del corazon, ni de una degeneracion grasienta de la aorta, produCÍe;Jli]O una aneurisma disecante; todanlÍI\ mé,nos de un cuerpo fib oso monát_ruo. so que ocupase el 'Útero; todavía ménos de una esion crónica &rgá.nica de ~a articulacion de la rodilla·, cou hidartrósis, alargamiento ~y de~truccion de 'los ligamentos laterales internos, y desaparicion casi completa del cartílago de incrul!tacion. XVI. La paternidad· del bocio parecería más{ácilmer.te reivindicada por una lesion de los ganglio!! cervicales del gran simpático; pero el bocio es á menudo brusco tdmbien, puesto que sin recurrir á las lentas influencias de la ·mervacion· perturbada, se le ha visto desarrollarse en alguno dias, hasta el punto de que la gente, en los trópi os, ha dad á ciertos bocio agudos el nombre de "nna ruptura," "un h.ernin ó quebradura." • , XVII. 'Despues de la muerte, s r(a ·el bo io mucho mús susceptible, por su enorme vasculari<lad enqu atada ó difúsa, de e'Xplicar por extravasacionE'tl vasculares 'saiJ.guin~~as la formacion de imbibiciones cndavér.icas que hubieran determinado un cambio de color en uno d't los ganglios cervicales inf~­ riores; y tambioo un cambio de foJma. Y si no es como lesion de contigüidlld ó por descomposicion cadavÓrica, tal vez suceda quE>, durante la vi<la, los lóbulo! laterales del boc::io puedan haber ejercido (ora por compreeion, ora haciendo participar) 6. todos los órganos vecinos de su propia vascularizacion epgerada) una inB.uencia sobre el color mb rojo, sobre el desarrollo de los vasos, ·y de consiguiente en el aumento ~.e sll volúmen. XVIII, Así coneiderado, ala inversa, el bo~io tendría m u-

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cboe m motivos par reclamar una influencia en la vitalidad d 1 ganglio cervic 1 in~ rior bre u d rrollo en volúnieo y n color, y h en la modificaeion de sus. elementos celularea ru Dt'l p ra permi,ir la creencia de un desarrollo oorme del bocio, qut' puede 1\ttibuirse A un desarrollo 8'Dormal vi ible 6 microecópico del tercer ganglio cervical del gran impitioo ó i pático mayor. . U . En cuanto á 1 hemorragias nasales, que aobrevieament n individuos que tambien bruscamente han 1bocio, no s é te un argumento en favor del papel o importante con di do al gran simpático y á su imperio so-. bre 1 gran i teml' d los va os capilar e. i ~os admiten que 1 cuello de un bombr puede de .repenw presentar un norme bocio n algunos dias y hllSta en algunas horas (Jo que no puede r el resultado de la accion del gran simpático, sino mAs prob blemente de una afeccion reumática aguda de los 1 JDeotoa · y vnsculfu, del cuerpo ti óid ), cuán fácil ea creer que se tumor úbito quC! ahoga, no ha cau!ado la conge tion lle los va o ~e la membrana wuco a nasal, ,puesto que puede torb r 1 circulacion venosa y aérea, liasta el pun&o de provocar la asfixie& y de recl mar una operacion desparada, la traqul'otomia in extremi8. Se acepta que en algunos instantes puede nacer una inftar,n cion por el frio húmedo, en un pulmon abr:igado por Jos v 'doe y protegido por la caja torácica: con mucha más razon puede admi'ine el desarrollo de una tnodiñcacion reumática de loe elemen~ va!k!ulares del cuerpo tiroides · con tumefac- · cioo, rubicundez y calor. ' l. i loe ganglios cervicale del simpátiéo mayor merecí n figurar con un pa~l tan importante en la produccion del megalot\almo acompañadd de bocio, con lesion cardiaca ó ooo eoerpoe fibroeoe del útero, ¿por qué había de ser solamente el poglio del simpitic11 mayor en relacion con el gl&ulo lateral d 1 cuerpo tiroides, y no tambien los que estan colocados fuera de la inftuencia de esa vecindad ;lirecta, y por qué Jos cJoe paslioe 10periores cervicalea 1e hao moltrado en la au-

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' una indemnidad abeoh~ta de lesion pe eptible ti la

topeia CQJI simple viatjl, óarmada del microscopio? XXII. En la hipótesis verificada por los hec.hos, la ecual el bocio pabe de.saparece para deapu~ reapa de admitirse que la leaion del ganglio delsjmpátic~ mayor ha nacido, ha dt'l&párecido ha reaparecido con la misma rapidez?-Esto seria cierto cuando mb en lo que toe., al elemento congeation, que es móvil, que es variable, pero no en cuanto IÍ la alteracion de loa elementos microscópicos, de laa células nerviosas que ae han encontrado una vez rarefactaa, nó en cuanto á la presencia del tejido conjuntivo, á la presencia comprobada de células fu&iformea, de glóbulós de grasa, á Jos wbos nervioso~ disminuidos 'd.e volúmen, A las mismas célul• que se han hecho muy raras, peque~ y reducidas algunas 4 simples granulaciones, c~~o han dicho los Sres. Peter y Lancereaux, nuestros sabios y concienzudos colegat' .d e la Clínica Médica del Hótel Dieu de París: "lesiones se~undarias fijas, y no fugaces ni m6viles como puede serlo el tumor del cuerpo·tlróides." XXIIl Tales son las objeciones que parecan más justas contra la doble teoría que atribuye al simpático mayor y á sus lesiones microscópicas la causa del desarrollo del megaloftalmo y del bpcio. 1 • XXIV. Tales son las razones que nos impiden admitir que estas doe últimas afecciones formen por su uoion, .........la cual se lia pretendido que es constante y nacida de una pr ndida constancia en la l~ion de un ganglio del gran simpático,-una en tidad morbosa que mereiC& un lpgar 'aparte en·Jos eoadroe. nosológicos. L XXV. Fácil ee criticar, pero muy .diftcil edifi una teoría sólida.-Ee menester creer que el espíritu qued~ máleatiaf&cho cuando 1e diga: el megaloftalmo es una afecdion que reclama casi lliempre tina causa reumática: el aumen~ de yoltmen del ojo ea el resultado de una hidropesía aguda de la ~roía hialoidea y de la seroaa.de Demours ó de DelceJDilt, hidropesía · puajera y móvil. ~ XX VI. La hinchuon del tejido celula¡ intraorbita'rio es

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veces el re ultado de una in1lltracion serosa, que podrá d par r, pero que es del mi mo órden que la hidropesía aguda del blalóides. l. El deaM"rollo del bocio '*ene por origen la mi ma influencia que el megalon.lmo. Esta dos a1i ccione se a oci n, porque u naturaleza a la n;i inai pero nil!_guna hac , re pecto de 1 otra, el papel de cau ó fec.to: su slgnificacíon e completa, pero e te complemento agregado por el bocio al megaloftalmo, ó vice-vena, no e indi pen able ni ins p~­ rable. ; VIII. ~ papel que desempefta el bocio para con 1 megalot\almo, lo puede hacer una aneuri ma de la aorta ó ·una afeccion del corazon, una lesion articular 6 una le ion uterina ' (cu rpo fib11 o.) . . Lo cuerpo fibrosos del útero han parecido a~om­ ~ar al ·~~galoft lmo con más con tancia y con una influencta mu lmpo nte que la d~l bocio con -relacion á la region · ocular. . El bocio e de arrolla { ·menudo al mismo. ti •mpo qu el meg loftalmo; y una afeccion de la glándula va cular e ntemport\nea de un afeccio!l ocular, ignifica. simultaneidad d~ ~~ y efecto, y no dependencia' de la una para con la otra, m ñ!lac1on dé u tantivo á adjetivo. l. Puesto que exi te una exoftafmia in bocio on dos afecciont>.s separable ¡ y si exi ten separada~ente co~ <!a· ract.érea ind~viduales y aisladO!, semejantes á lo que' ofr e n cu ndo se reunen, es porque forman n entid~d cuando e' eparan, lo mÍ!Imo que cuando e unen. • 11.. El cuerpo tiroides y la region ocular estan u.nido ' P?r.•~ euahdad de Órgl'nO Y. regiob superficiales, debiendo recJblT tplmente y por con cuencia, á la mism:l hora, los mismoa dafioe atmosférico . .....~.... 1. · Las pobre:t mujeres tienen las piernall y la regjon en que n&een las regla , donde se desarrolla el feto y donde el indujo reumátic del estado puerperal se deja ~CU~tir muy violentamente,-tan .poco cubiertas contra la humedad de la tier-

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ra, que el útero y la tiróides est1m casi con la' ru · cia expues los daños C&\usados por el frío hú turas de Puerto Rico. XXXIV. La asociacioo de ide~~;s,-me'r~tis ó .clferpo .fibroso exoMlmico,..:.._es tan j'usta como la del bocio exoftálmico; y lo es áun más, p.orqu la antérioridad de los cuerpos :fibrosos del , útcr.o, con relacion al megaloftalmo, es un hecho casi constante.

XXXV. No eríajusto negar el papél que ha e el auQlen-

to de 'volómen del· ojo en lo que se llama el bocio exoftálmico:

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la liidroftl\lmia no compone toda la lesion <Jcular qq esta afeccion, pero elJa se agr~ga, aunque dentro de términos y límites más moderados que en la. hidroftalmia p l&ra, á las otras causas ltlecá.nica , vascuh\res, grasientas, serosas, etc., que tienen su asiento en lo órganos intra-orbitarios; XXXVI. Las diferencias que se esqablecen e tre el bocio . dicho exoftálmice y el que no lo fuera, oo parecen astan te fundada por la consideracion de la localizacion del ~mor en un lóbulo mlls bien que en el otro, ni por la coneideracion sacada de la estructura anatómica 111Ós .vascular del bóci exoftálmico, y más sólida, dura y pllrenquimatosa del bocio no E'xoftAimico. XXXVII. No es dudoso que el ocio dich exoftálmico ofr ce una fi.sonom{a diferente de la· de ocio en émico pero es preci o mucho cUidado en que las díferencias ue los separan no se hayan manifestado en la evolucion de las dos enfermedades, una rápioa, otra l~ta, y por la época enfue se consideren ambos bocios, el uno agudol.en IIU princi'pi , el otro cr~­ nico léjos de su principio, cuando los movimiento fl.egmásicos, aunque lentos, han producido con de pacio tr sformaciones orgánicas del c.uerp~ tiróides.' . · J - XXXVIII. La caquexi~ue se ba1la unida á¡la aíeccion á que se quiere dar el nombre de bocio exoftálmi~o, rto es uná caquexia que lleve el sello de esta sola afecdón, s no mb bien el de la afeccion t:eumática que la ha precedido, odificado,sin duda por el contingente de caquexias especialEf! producidas :

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~o;. e\enuuat.o histeriforme, sobre todo poderoso y rio cuando e eploftalmo está acompatiado"de pos fibrosoe del útero, de donde ·nace el hisúricúm'o. XUV. El bocio exoftálmico, de'Cimo~ co~ igual razon, la fibr~ utérina megalof\álmica es una neuropatia.; la endocarditis crónica, la aneutisma. de la aorta reclamarían en su favor la. misma influencia creadora, lo que ser!a .una fuerte afirmacion. XLV. No es una néurosisla q\fe preside á la congestion: ó mejor, á la serosidad'tiroidea, cardiaca, ocular y pterina; sino el reumatismo. XLVI. , La vesania más ó ménos completa que se liga á la pretendida eb'tidad bocio exoftálmico, no parece un argumen. to que demuestre que esta afeccion del corazon, de los ojos; etc., dependa de una uéurosis del ·sistema nerv10so del gr!(n simpático, y que esta afeccion del cerebro dep da tambien · de la misma néurosis. XLVII. Es justo creer que la vesania· que se socia al me.galoftalmo, al bocio, á las palpitaciones del cora y á )as perturbaciones y lesiones d~l útero, sea un resultado nuevo y móvil del vicio que preside al desanollo de 1~ . Qtros ani-:lloa de esta misma cadena, al vicio reumático que domina en realidad la pretendida entidad morbosa " ocio. exoftálmico." XLVIII. _,Decir que el bocio y la exo~ia on dos partes de una misma enfermedad, ·no puede ser racidno:l Cllf.DdO se presenta un bocio si o _exo~lmc¡ y un exoftal~o in bocio, ~o­ mo lo prueban alg~oos ejemplot_señalados en la memoria. XLIX. Si eta pretendida ent.i.dad morbosa "Bocio exof, "mico" fuese una néurosis congestiva-tcdmo qos lesiones orgánicas tan l)la&eriales babian de ser el resultado de ~os fenó- . JDeDOI tan !apees como la néuroaia y la.' coogeeLion, fecundos 1 en ftúidoe y liquidas de curso fugaz é inconstante? L. Si el bocio exoftálmico f11era producido por uDa lesion del 1ia&ema nervioso del gran simpático, no •et1a suficiente d~­ momv lA pruencia de u_na lesion de los plexa.l n~rviOIOS de hl

por 1 dinrsas 1 iones de órga.nos que acompañan al exof\almo, al mismo título que 1 bocio que s le asoci IX. Todos admiten una caquexia cardíaca; Bouillaud ' e admite am1 b deecritd, y los autores la han acept do. . bien un caquexi reumitica: el reumatismo es una de las caumás poderos de la anemia aguda. de11cribe una caquexi uterina, etc.- n tddas é t caquexias par9iaJes, agregad A la caquexia general reumt\tica que las ha engendrado, l que pueden solas con tituir la caqu xia del bocio exoftált~ico: no es por lo tanto una idéntica y propia; es variable, modificada, y á este tittllo no puede constituir un elemento de clai! cion, de descripcion, ni de tablecimiento o 1 cuadro n0110lógioo de una entidad morbosa especial; y no d berá deci;. e 'caquexia bocio-exoftálmica.' · · L. La l:uovilidad d~ la binchazon en el bocio exoftálmico no tiene necesidad para calificarse deJa explicacion basada en la inftuenci~ }ntermitente del sistema nervio ) del gran eimpt\tico. Es cosa propia de la na\u.raleza de 188 afeccione reumáticas el cambiar de lugar, e) ir y venir, el apagarse y volverse ¡\ encen~er, con. 6 sin la in rvencion d una nueva cauaa, ó de una n.o eva dóeis de la misma causa. \ XLI. Admirase uno de ver la palabra "congestiou" sirTieti, do de bue-ála cJasificacion de una afeccion tal como la denomin.Ada bocio exoftálmico; la congestion, palabra tan vaga, estado ·q'Ue no tiene limites fijos, eusceptiblé de variar en un Diomento de ~sion de inteDSidad. LIT. Lu congestiones v~cula no son un motivo sufi. ciente para acusar i la afeccion de ser una resultante de la lesion del pn simP'tico: el sol, el calor ·artificial, el frío los contacto~, 1al brnSCis variaciones de temperattra, todas l~s causu de loe eritemas, de los exanterpas reum6 ·coa, etc., son, como p\me tantos •gentes, los mot.ivoe de la congestiGn, con el auxi· lio indispenable de una alteracion del simt~tioo mayor. Lm. Un elemento bi tMico 1e mezcla eon el bocio v el mtploftalmo: este elemento huta para presidir' 1 co~ges­ tion lin que sea preciso inwcar 1m a lesioll del gran aimP'ti-

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~on cemeal, ·no mu bien la de todoe loe ganglios nervio· en qte i un aparato corre pondiente á vida orgánica que uiento de la 1 ion; por jetuplo, s ria menéster probar la

isteacia de ésta n el pl

üna entjdad morbosa: la entidad es la elefantiáeis en general; la de la resio de la órbita no es más que una ariedad y no una n~idtul.

o cardí co, J plexo oftálmi-

co, t-1 plexo uterino y en los ganglios principale de dichos pi oe; y nadie h demoetrado que haya mejante altemcion en ganglios. . .Ll El bocio exoftálmico no una entidad morbo a nacid de una néuroeis cong tíva y de nna le ,ion del gran simpático.- Esta pretendida enti~ad comprend las do partes d un tddo cuyos elemento pueden variar n su a oci cion, pero no en u género y naturaleza. LII. Todu alteracione orgánica p rten da uua sola nfermedad, una enferytedad reumáti , á 1 que pr ci o referirse p encontrar la verdadera entidad morbo a. LIII. L lesione bocio y megaloftalmo no on íno las re· localiz cione d una entidad de efe ·tos mó-

LIV. El reumatismo es una entidad que no pu de con tituir tan~ auevas entidades omo sitios nuev afecta: Ly. Hay mucha analogí entre un~t cometida de e,;;oftalmo agudo y lo que con tituye uu ataque de erisipela aguda de una pierna ("eri ipel " gun la cxpre ion u da entre la g nte de Puerto Rico.) ~Vl El cuadro del ataque de xoftslrnia n una señora, de que hemo hablado, de la Cidra, y el del prin'cipio febril de una leti nLiásia aguda tienen los mi mo dolores, la ruisma fiebre¡ 1 miam infiltracion que produce ~na tumefaccion primero en su miximurn, pero que muy oto decrece y despues permanece cionaria; y sobre todo la mi ma marcha periódica y 1 miama cau reumAtica. LVII. Loe trastornos funcionales solÓ.rueote diferencian ar:nbu afeecionee: . El meploftalmo e un elefi ntiásis de los Órgt'noe de la re-

gion

• .

La elmnüi

· del ojo y d~ 1 órbita no puede constituir

,. Capitulo 111.

DOOUJOqiTOS PA\U. LA HISTORIA D.B, LAS INDIOACJONBS v

OION~ Dl!l LA EXTIRPAOION DE L08 CUIRP08

t

OON'ta.liBDJOA-

PIB90S06 DIL OTERO

EN LAS ÍlÍJJBRES DI COLOR AFRTCANA81 T DE LA f OVARIOTOMÍA Elf LA

ORIOLWS BLANCAS,

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El objeto de este estudio es muy circuitscrito, aunque digno de interes, gracias á la actualid~d de una cu~hon en que la Cirugía francesa <.>uenta ya brilfantes resultadoJ, mas la rareza de esta clase de tumores no permite aguardar 1 completo de tales documentos con la investigacion de una erie 4e cuerpos fibrosos del útero operables y de una reuní de quistes del ovario extirpados en estAls regiones. · § l. En el departamento de May,agü~z, e te la~ mujeres . de orft,<en africano pertenecientes ai la . xplota ion del ingenio 1 de azúcar que poeeía el hacendado D. Simon . y,-quien falleció súbitaménte, hace cinco emanas, de un apoplegía cerebral fulminante, á la edad de sysenta y :siete ftos,--ee presenta. nuestro ·exámeo una uegraLcriada y ania de llaves detdifunto, nacida en Congo, y que qreve tiempo de pues va á sucumbir de una muerte súbita de la ~isma clase. . OaennotOR.-Roea Bey es de cuarenta y , iete ' Jcincilenta aíios: ee halla bajo el peso de una afec<:ion moral Uívencible y causada por la muerte de eu Ilmo. Tiene en la ca'tiaad abdomi. nal un tumor voluminoso desde hace once dO!, que ella acaaa de producir hemorragias uterinas graves y ~petidas7 -la últiml\

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is ane.et. La ~cien te declara que prefuriri UtOrir 'cona rv r u tumor; pero te ea tan daiioeo 1 u&ado ge 1, qae no pueda observ n1e en ella' un aspecto de 1116ciente alud. o e encuentra ningan signo de vecindad, determinado por la compresiÓn e-jercida por el Lumor: Ju puede~ bdoruinale e. Lán solevantadas, pero·nó diatendid ofreciendo como el volúmen d~ un útero grávido en elséptlmo ruu de la preJlez, aunque desviado hicia la derecha y no ·en la liot>a media. · idieado de ana á otra espina ilíaca la elevacion del vientre, al nivel de su mayor volúmen, se encuentra un arco de veinte y média pulgadas iogleeu. La fMma del Lumor, revelada por la palpacioo, es aBáloga á la de ua ee&ómago que tuvieee .au tuberosidad mayor dirigida h6.cia delante y á la ~uierda, y su extremidap pil6rica hácia la region ilíaca derecha, en donde se pierde sin permitir valG&r Ju dim.ension dt~l pedículo, que pat"ece· unir dicho tumor al ouerpa del 6Lero, segun la opinioo adoptada por k>doe loa médicoe que hao eat.ucliado el caso actual , S movilidad ee evide te; y por un movu iento dt~ 'totalidad de u lado á ot.ro, ae p~e deaalojar el t11wor. pelO PN"ece ooosiderabl y puede sospechane cu¿¡ aea por la durea de toda su auperficie, que no presea~ ningun pan~ aloomao&e.

laay tipos de periton~ie en el ~ acLU&l ai' en loe anteoedea&ea. P~ l. .xploracion , di&ital del c~reUo del 6tero,,se eac~ae~a&n por del ate .Y á la izquierda del cirujuo, á la derecha de la enferma, u o tumor que parece colocado~ &N la caa pol&eriol' de la vt¡ip y la uierior del cullo uteri• no: este nuevo Lumor 81 ir~r y oúece mameloaes ruV.l&ipJe. qae dM oemo la aeaaclon de ' un pulado

ae ·ave-

. ia4¡uiemo del útero y 111 cara poeWÍ(Jr paceeea li4e1oM pRMiuccioll p.aoJó&ica. Bl Ueae la rorma .. - -u.. del ú&e YÚf'D. La

poeicio~ del' cSrgtlno es elevada 1 parece haber hAcia hle partei8U~t'ee de la ~vie.

arrutrado

Elreeultado de este exámen permite. pw~11 afirlnar que, mb abajo d&l •amor 6bl'C?'O principal, exit&e otlro eu.etnxJ ftbrO!O¡ ya ped'eulado; ya eB ..-fa de eliminaci<m, ya 6nico1 fa' multilobular y dependiente de la cara. antJerior del ouell ó de l• parte mb illferior del cuerpo. Eslle último tumer pa~ria reclamar 'por su cuenta la explicacion .de .t.e bemorngiae periódicas extTa-mtnstrualee, cuya maa~~ion de~~piertan las ffpetidlts expl'ofscionee de loe médieoe. . .... Los ovatios parecen gozar de nna perfecta in~idad. El hfgado, loe in'ieetinos y la cavidad abdominal ~n librea de · todo desarrollo ineólito y de todo derrame, á deapeeho de las fiebre!- intePmiteetee qt?-e acusan los antecedtfltell de la-enferma. 1 1 • Lo pulmones se hallfln en un 1e&tado perfect<f.-Sólo el apa, . rato circulatorio atrae la ateócion vivamente y parece,. Aun por el aspecto úni¿meftte delroetro, que .~ea una le~on 'eró- . nica y orginica an~gua. Loe ojos de Ja enfunha aon muy salrenteS, disposicion que, iegun sus amigos, data- e Jll~ de diez aftos. 1 Las venas del cuello estan distendidu. El pulto ea an• cho, fue~W, dietendido. Dolores de ca~za fre uen~. .· El corazon es más voluminoso que e el está o normaL Loe ruidoe han perdido SU8~r&C~ fisiológicoe: M alLe!'aCÍOD &efia· }a la aorta como mento "e dee6rdenes anatómicos en IU MVUC'tura, y leeionee an,logM ea loe prificioe y rilva,lu ~cae. En la bale y en el eegundo tiempo~ oye un soplo muy claro; otro hay ligero ' la bue y en el printer aempo: revelan ' la . ""la iDIIUDeieacia de las vAlva las a~rticas y la. próbabilidad de una diftc:alead en la circulaclon durante la &olej del ventriculo isqaiel'do, debida.i la miema regio" a~rtica priftda de su flexibilidad y de la regularidad de 10 eutr,rftéie:-Tegela'cionea¡ placu ateromatoeu de la aorta; dilataoion probable de este ?.o.-La mú minacioea in~o~, m~nte la palpeciow, Ja perollliea ·y. 1 aatealtaoicm, no petmite eom~

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nct de un Lumor aneurismático o niugun punto d l a rta, aunque ta 1 ion h ya sido el objeto de un preocu¡.cion.repetida. Una 1·particularidad llama la atencion y es que los ruid quo ee manifiestan en lot dos tiempo y en la ba e del co· razon, en el orificio de la aorta y en su trayecto 1 se trasmiten b ta el nivel del hombro· der che, por detras, tlln bien que · v uno incitado á creer en una ióduracion acaso tuberculo a : del puhaon derecho; pero la inten idad e 1 ruidos, en ee punto, no permite fijar ningun máximun que asÍ' sería distinto del de loe .tu idos análogos bal\ado en la base del corazon, pu no i te ningun punto en que e o dos ti cos de ruido infra~oeoe e ten separado por un límite de decrecimiento d(! múaimum. · Bl diagbóstico relativo á la naturaleza de la enfermedad, la indicaciones y contramdicacione ile la op r~tcion pueden re umirae del modo siguiente: 1? Cuerpos fibroso múltiples del útero; hemorragiru~ pro· blemente intomá~icas de la evolucion de otro pólipo en vfa d formacioo y cuyo üio e _diferente del de los tumOre apreci bies por la exploracion dir cta.- La extraccion del tumor fibroeo princip l, solicitada por la enferma, ¿ serai capaz de u ~nder lu !nekorragias, cuy repeticion eolamente hace corr r peligro. á la enferma? Et dudoso. -'fal vez el tumor encontrádo por el toque rugital ea intersticiai y exigiría )a extraccioo de una parte del cuerpo del útero hasta el cuello; lo que cooa~wiria una operacion taq grave, sobre todo si se piensa en J falta de integridad de loe centros circulatorios, que sería impraden&e uumir la responsabilidad de una operacion tan ríe goea en mejan&ea condicione!'. Las hemorragias pueden uspendene por mucho tÍel\lpo todavía y la vida prolongarse CIIAD&o lo permita el estado de fos demas Órganos, liD que el f1 • amiento ~tológico del útero ponga á ello ningun obs*'culo. Ua 80ió motivo puede jualificar la operacion, y es )& declaraionaal, por parte de la enfernia, de que quieN aometene á

qub, , segun ~ le habrá ~­ plicado ántes Qlaramente, ·la expone á correr no~nta y cinco probabilidades malas contra cinco b~enas. . Des pues de la &l!terior apre iacion, una jóv.e n criolla, blanca~ ' qm! acab~ba de ser operada (extraccion de un quiste multilocular del ovario deré?ho), sucumbió al séptimo . ~~a de la ope.racion, y los deseo,s de Rosa Bey se apagaron, grác1as á esta n oticia llegada de la ciudad vedna.~Ya nadie se ftiC~rdaba de 1a operacion cHndo, de repente el 14 de St:tiembre, á las ocho de la noche, lanzó la enferma gritos repetidos, bajo . el peso . de una ao iedad extren1a; cijjo en ilabas entreco tadas:-"que - me abogo! que me muero!" · mmos observado este ataque á las diez y roed a de la noche, es decir, dos horas y media despues de priocipi o. Rosa es· tá sentada en una hamaca, con un brazo extendí o,· el izquieL'· do la sostiene á la cuerda; sus gritos han disminu do, pero por momentos se pueden oir fuera de la casa; su acti ud expresa el terror, la ~focacion inminente; t!U pulso es lfeno,, ancho, fuerte y saltot~; todas las arterias superficiales se levant n fuertemente á cada lattdo del corazon, que cuenta de nove ta á noventa ' y cua~ro pulsaciones p~r minuto. . , Las venas el cuello · atan 1 más hin!!hadas qu en el estado de repo o, y se dejan levantar p r los latido de las carótidas. , 1 La arteria humeral, 'en el. pliegue del códo, ofi ece mia anomaHa, pue!l.late por fuera del tendon del bíceps. y precipiLos movimientos respiratorjos son frecueo • tados. . l Explica sus gñtos por un dolor violento al ni ve de 1 rcgion del corazon; otroe doe puntos dolotosos se mani estan en la base del cuello, de ada lado; pero el punto más doloroso corresponde' la 'parte superior y posterior· del ~o~bJO derecho. -Al mismo tiempo, dolor ae cabeza violento, aumentado por cada latido del corazon. Descubierto. el pech'o, aparece levantado , on violencia por el impul~ poderoao del corazon, cuyos lat dos· aon, co-.

todos Íos riesgos de una operaC¡ion

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Lra ecto de l

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oh 01 dicho de cuca de noventa' noventa y cuatro por miDa&o. La pal.-cion no revela ningun ruido de sierra; la punta del COI'a8011l late ~n su poeicion caai rwnnal, apénÚ ae la ve depri. a y na poco iaclinada hácia afuera; loelatidoe eort aaperfi· cia1 ee tienten claratnt:nte bajó la mano, como· se .oyen loa ruidoe bajo 1 oído. Eetoe rnidoe 100 los mian:Joe que loe obM!r~'lhl btee del ataque, sólo que son máa enérgicos: siempre un plo doble en los dos tiempos con su máximum en la baoe 1 a eJ trayecto de la a rta b ta por fuera del borde derecho del eeternoo, y h lar gion su~rior y posterior d 1 hombro derecho. En ninguo punto se encuentran dos focos ofrecieodo•cada uno un wmum el uno n la base del corazon, el que e OOIIlprueb& realmen en dicha base, y el otro en un punto lej no y parados entre i por un minimum. dolor d l hombro van crecie do; la enferma suplica que lo cubran de eanguijuelas . y sin embargo no se nota allí niogun eoplo ninguna macicez anormal, ningun r<?Ce superfici&J, niogGna ~ensacion de expaMion con l tidoe. ómitoe muy cortos y poco abudantes: acababa de comer cuaodo filé tacada. o hay tinte asflxico en los te~umentos 'de la boca. Lengua blanca, normal y pálida. Vientre intacto, ain perturbaciones que participerr.del cuadro sintomático. Buo é lúgado normal · Todo mMi~ que hub¡ visto á dicha enferma f>or rimera vez, ein haber co probado las lesiones vasc'ulares áote! de' esos ¡ deeórdenes sintomático , podía en e te pais pensar en la endopericarditia, en a1gun fen6meno·de intoxicacion palúdea insólita, en UD& p&eareeía diafragmática, y tambien en la pleuresía del medias&ioo. Eá ef'ec&o, la piel íreaca en 1 cara y un poco calien&eiÓlo loe brazoe y en el pecho con sudor general y orina

e.tá

DOnul.

Lol oen&roe nervi0101 no llaman la ateno on: el movimiento,

elletl · ia&o y loe een,idoe han couervado eu integridad.

En. preeencia de un ataque tan fuerte, el maPóetico que desde lut\go se impone i nuestro juicio es el sigtriente: aneu·. risma probable en un punto cualquit'ra del trayecto de la aor· ta, aunq~e ignore~oe la localiucion de , eata.lesion. Ruptura d la anellrisma. ¿Derrame de sangre en loe medidtinoe, sobre todo por' detr11! '¿Punto pleurhico posible, i la derecha, con. aecu\ivo i esa infiltracion de la sangre de la aneurisma? Muer· te probable y 'm uy pronto. . Tratamiento inmediato: eangrfa de brazo; alrniemo tiempo veinte anguijuelu sobre la region cardiaca; lavativas revulsi· vas; purgante&; sinapismos; vejigatorio volante scbre. la region del hombro derecho, por detrae; pocion· con extracto de digital. .. .

La 'mejoría es· poco sensible~ la ortopnea conti;Dúa, los gritos

ee calma un poco; y dejamoé la enferma con este método 8 las tres de la madlugada. En nuestra segunda visita á las cinco y media de la niañann, enconlramos un cadáver.- Los cambibs ariat6micos importan· · . ; . te• ocarrid~ en la région del corazon deepues de nuestra piU"· tida, son 1 que siguen: toda la region c~rdiaca preeenta un ·signo del mayor interes para ilustrar el diagnós ioo, el cual es la macicez absolut~ de toda la region precordial signo que faltaba al principio del ataque. Desd la· clavícula izquierda bastala octava costina correspondiente, desde el .orde derecho del eeternon basta una línea vertical -qué traza 1 borde anterior de la axila izquierda, la percusion . compr eba un 80nido macizo y el dedo un choque ~sistente. E~ evi ente que ~e ha producido, durante nuestra ad.encia del lado de la enf,nna, un ' derrame de sangre muy abundante al .rededor. del oorazon y en la eavidad del periC!'rdio! la desgarradura vaecular ha debido eer intta-pericáraica. . ) AmoPIU..:.....& verificó á las tres y ·media d' )a tarde, diez boru deapuee de la muerte. Eetado genera) del cadáver:-Rigidez muy m~rcada; loe bra· zos, en eemlflexion forzada, eon extendidos con dificultad. ,La dila&acion delu veau del cuello no ha diam nuído¡ esta •re1


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gion ha aúmentado todavi de volúmen. L pierna_ derecha,· qne eoepech b er el Mi oto de la claudicacioo, mal disimulad duran~ la vida pre cota una le ion evidente de la rodilla, que tieo todoe Jos ignos do la hidartr it~, con desvíaion muy pronunciad del piern líácia afuera y sol>re e\ muslo. tn& de la afecl!ion que hemo e tudiado bajo ¡¡ nom-. bre de "pierna gambada,"~omo veremo en otro capítulo de te "En yo "-pero sin que se noá hubie áun ofrecido la ·on de observar su anato~i patológica, para confirmar ó · modificar nuestraa hipóte is sobre la nuturaleza de la lesion. Loe artejos no han eufrido desviacion hAcia ad~Lro como en lu peciee que anteriormente habíamos recogido en gente de olor.-Doe cicatrices por delante dé las tibia .- Las aimensionee re) tivu á 1 longitu<!del cadáver, miden dos varas español mónot os pulgadas.:- o hay tumefaccion ganglionar notableen ninguo regiori del cuerpo (ingle , cuello, axilas.)Un solo diepM! incisivo en la mandíbula uperior; faltando Jos okos.-Algunoe dibujos africanos sobre la punta de la nariz.~ muy exoftálmicos, como durante la ida.-Lns parótidas muy de. rrolladas, así como la masa célulo-grasiénta. que rodea: esta hiochazon simÓtrica y tan marcada de .cada lada, por debajo del lóbulo de la oreja respectiva y por detras de laa ~maa ver,iealea de la mandíbula inferior, unida á la hinch~n de la baae del cuello, sirve de marco á la mit.ad inferior ' de la cara; iendo una di po icion propia d-e algunos ne-

fibroso del tamatlo de un huevo pequefio de galUna, con un pedículo muy corto y una circunferencia muy estrecha. · Es.te tumor ovalar es liso por fuera y sin ninguna depr811ion. .. 3? En la crira anterior del útero se obset'\1L un tercer tu' . mor pequeño, fibroso, del volúrueu ..le un garbaqzo y de forma irregular; estA pedicuÍizado y el pedículo es muy pequefio, pero basta para impefu que el tumor sea sesil para que sea, por el contrario, fácilmente separaole. 4? Más abajo, por delante y á la derllcha, implantado sobre la cara anterior y lateral· derecha del cuello, aparece un cuarto tumor, que corrésponde exactamente por su sitip y su forma al que se des~ubria por el tacto y parecía situado entre la vejiga y fa cara an~rior del cuello, comparaclo á un p fiado de ave· llanas. .En efecto, su forma es irreg,ular y su 'uperficie pro.fundamente tmrcada por numerosas depresiones que le dan el aspecto de un tomate voluminoso. Este tumo j es igualmente pediculizado como los otros; el pedículo es m~y corto y su circuriferencja IIO .mide más de 0,(1)2 centÍmetros. . • El cuerpo del útero no ofrec ' fuera de dicholl tumores pedicul~dos, ninguna abolladura en su super6.Qi exterior que permita comprobar en ella el j n.ocimiento de nuevos' tumore,s en vía de evolucion y que hubieran producido más tarde hemorragias des pues de la .extraccion 'de... los primeros ·tumores ~enlizados. . . Solamente la cara interna de a cavidad del ¡cuello presenta, en el punto en que termi~a la cavidad del' cuerpo, un tumor pequeño, del tamaño de una f•nendra, dé copsietencia blaada, de color rojizo y pediculizado. La consistepcia ~e dicho tumor no permite asimilarlo á los cuerp011 fibrosos prec;edentes por la estructura; pero autoriZ!l á pensar que era · e\ centro, la causa y tal · vez la fuente de las hémorragi• repétidas de que en vid& se quejaba Rosa Bey. La exüaecion de loe cuatro" tnmoree pediculisadoa era. pues fácil oon lk>lo el magullador (écrueur); pero el pólipo mucoso intra-uterino hubiera persistido y con él, sin duda, t. hemor~ ragia periódica que era J.& parte más desagradable de la afee- ·

gros. Cavidad abdominal:-Una in,cision de diez y ocho ceotímetroe en lallnea media basta para que pueda salir el tumor. El d~tico hecho durante la vida era verdadero: 1~ El tumor principal del vientre está, ~n efecto, cone,ituido por un cuerpo fibroso pedicul,izado, cuya' · insercion se efectúa en el borde superior y en el fondo 'del útero. Las dimensiones del pedfcnlo eon . lae siguientes: su circunferencia es de 0,07 centfmetros y su longitud cuenta más de 0,05

no

oe11Umetroe'.

r.' Sobre la cara anterior de este pedículo existe otf? tu~or

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- cioo: de doadela necesid d de sondar 1 útero áotes de practicar operacion . El peeo d l órg noe genitales internos con sus anexos fiiológicot y p tológicoe (ótero, ovario , tumores .6bl'0$08), llega ' 3,500 gram . Era puc' , en seguida, p~ der á la~iseccion d esos órpooe y de esos tumore , A fin de obt,ener dato más precisos acerca del resultado probahle de la operacion propuesta. dtn'G iU loalvmoru en aua relacion con la ckl útero.El earicter distintivo de los tres tumore secundarios, por el voldmen y por la época de u desarrollo, la homogeneidad per(ecta de su eatructu r~ fibrosa en toda su txtension ¡ la palidez blaoquecin de u corttl y la resistencia al escalpelo son como loe lignoe de la juven&ud en loa tumor s fibroso del útero. -Por el con "'rio, el tumor princip 1, que ! causad su volúmeD solicita' la intervencion quirúrgic~t, "no ofrece ya esa csU'uctura uniforme en todo 1 e pe or de su corte como los precedenⅇ y puede decirse que loe ~uerpos fibrosos antiguos d<::l ú&ero, al perder 1 homogeneidad de u tructura, revisten loe atributoe m. característicos e u Yejez. i, adrmtiendo 1lh &amor fibroeo bastante antiguo y ba tante conciliable con la .vida.1 con los.actoe funcionales de los demas órganos parR sufrir la evolucioade todas rus fues, llegarla sin duda ! un perlod~ que pudie~ llamarse de destruc~n espontánea: estos &ejidoe fibroeoe &eodrfan en deelinacioD, del mimio modo que loe tejidoe fisiológicos, y su d6si8 de vida estaría fijada. En efedo, pueden nobtne, al corte del tumdr principal que de once dioe, muu amarilleo depotitadu e el eepe- • - ..-.,·,·...o fibroeo 1 no enqui8tadaa. Lu cavidades practieDRe loe elementoe del tejido principal para recibir dicha gruientu, son · perf~tameote esféri~ lu unas, UUVu que W oku titaD abueeadu eD diftnOI MD&idoe, co. . .ñ. qH D de 1lD& milma rotUDda. ..O. mon-

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del tocJÓ COm•

cea o de .UO. abaecaNe, ' n &-.roo, ea fMma ele 1ID 1fq • ll'lllpUeale 1 de color cetrino,

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' que rodea en otras partel el contorno de eaae en p¡edio del cual se hallan como aisladas, cual lo estaría' un feto. En tal·concepto, la produccion liquida seria la 4~ma palabra de la tl'&fform~cion de .. muaJibrou; la liqu~on' ~e loe productO! parasitarios fibrosos vendría á preatarl011, ' ofrecerlcie 1\ loa niétodoe curativos .De la ~irugía, á la punciob, á la evacuacion e:Í:terior de su cáscara fibrosa, que había formado parte de sus elf'mentos constitutivos para llegar Aser; en fin, la bolsa de un verdadero quiste eel'080. • Lo~, por otro lado, distingue ese tejido amarillento del tejido que lo roqea, es que la masa amarillenta. no tiene ya la estructura fibrosa, que es uno de )os caractéree, de la organizacion superior: '¿no se diría que· son el resultado de hemorra'gias intersticiales que se han diseminado sucesivamente en el espesor del tejido fibroso, desde que ha llegado éste á cierto grado de vascularizacio(l? Es cierto que aqui se presenta una objeciqn é. la-teoría de las hemorragias para explicar la presencia y el rigen de dichas masas amarillentas; y es que las hemorragias, n diversas épocas diseminadas en el espesor del tlljido fibroscf-Y" en la madurez, si puede decine asf,-no tendrían, toda4 lq. misma edad en su produccion, la misma expresion uniforme en la trasformacion de loe productos derramados; habrla núcleos ·.apopléticos ru!e jóvenes, m&e rojos, ó cuando m nos más fibrinoeoe y no siempre aemejantet! una masa amorfa, eeá cual fuere ·por otra P!lrte el volúmen delmonton grasoso. En p~esencia de dicha o~qon, ~o hay ~as remedio q_ue volver á caer en el dominio de la hipótesis de una degeDeracion eepontáne& que puede variar en cantidad por la .acumulacioo de aua productos, pero o~ por su natúraleza ni por su modo de acumularse. El depósito ea .sin d~a inte"ticial, y no se ~ría enoonkar la menor -continuidad en~ laa fibras del &ejido principal1loe elementos del depósito 1ccidental: GBtá pegado, pero no adherente á las' paredes 10 membranoeu del eep~~eio que mi!mo se ha oreado e.'! . espesor de loe J elftJJtiJq propi01 del cuerpo fibroeo¡ vermornd,!)le Ja sepa~

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78 · • 72

ciOD del dep6eito por una cPpecie de enucleacion y no por ruptol'l'.

Dtl p«lfctdo €U loa cuerpos .fihro 011.- En atencion á la truotora l pedfculo perten ci n al tumor principal, parece evidente 9ue no hubieta dejado de pr<>4ucirse u~a líemorragia abundante i la eparacioti del tumor se hubie~:~e operado por medi«! del in trumento cortante y no por el magullad r. En efecto, este ~!culo y toda ,la pafte del útero que le irv de bue el borde superior y una p 'rte de la cara anterior, . aproximind al borde derecho d l órgano, no tienen la e~uuctura (lb dura y blanca d 1,resto del tumor en euanto al pediculo, y del r to del útero en cuanto á. la eupnrficie de impl n ion. En lugar de la dur za, que par cía natural en estu regione encuentra un tejido fl xible y blando; en vez de la sequed d propia del tumor y caracteri tica de .u n útero en el estado d r po o, de una mujer próxim~ á los 50 año , domina l!na · va cularizacion en esas do~ regiones y se v!Jelve \ punto d par i de v da.d roa nos muy ancho , . que se_ arrutran p r l~t superfici del. tumor ó estaJl cavados e!' u es. Dich s n of cen ,-cn la superficie del tumor, el aspecto de lo oondo to va cular ero-fibro o de la dura-roa· dre, y los v que p n tran i n n la apariencia de los que serpean en e\ tejido óseo, e d cir.,~ que son incompresibles y pe'rmanecen abiertos cuando estan vacios. La capacidad de 1 v euperficiale darla bida á una plun1a de gan· o de medl.no caliVe, y la d los va os profundos á una pluma fip

a

de cuervo. ·• Estos v parten del pedículo que los recibe de la superfici de implantacion del útero; di posicion que autoriza, con bastante fandamento, '-comparar l pedículo y el punto del útero I)Ue lo su ten á dOtt v retad ras pl cen~s,-la placenta del pedieo\o ó fetal, y la placenta uterina, que alimentan reciproeamente y sumini tran ün cuerpo fibroso, sus 1'8808 superfiei 1 y t.ri ngulares, y sus ramas profundas y cilf dricas; La placeata uterina e alimenta 6. expen s de las añeri!lS uteri· nu 1 po por an tomoeis debidas á las arteria- cervicales; ha·

bie~do permane<lido el cuello duro, bta.co y como fib~o, es dec•r, con. el aspecto normal que carae&eriza su estado de reposo.. La parte inferior del útero, sobre todo ~oía la pared posterior, ~a ~nservado el mismo aspecto- y se· :ha extmido de ]a traBformacaon. El geritóneo, qÚe cubre el tumor principa~ eet6. separado. a~· · los tejtdoe subyacentes, al rededor del pedic"o y sobre la base del tUJ~o~, en una extension qué pudiera tener 0,12 centime· tros de d~~metro; pero á medida que se aleja uno del pedículo,.,la t(lm~a seroéa del cuerpo fibroso se pone eada vez más adherente é ~~separable. Al nivel de Jos senos, parece el peritoneo como ~1slado del cuerpo fibroso en toda la distancia coeti· tuida. por a1 calibre del ~aso ·superficial, y la vacuidad del seno P~~~~ que esta membrana se aplaste en la luz del vaso; die. ~ostcJdn q~e da á la superficie exterior del t 'mor un aspecto , smuoso y .veteado de azul, gracias á la trasparancia del segm~nto subpentoneal de las parede11 vasculares. 1 U~ he~ho más se e.videncia en este estudio, 1y es que la vas- ' · cularJ~CIOn, ~u~e~te en los tumores jóvenes, es pam Jos viejos un atnbuto dtsttntlVo d~ su edaa, y un medi , un agente probable de ~u .degenera~10n sen11, más bien qu ·una fuente de progreso h:\c1a una orgmlizacion super-ior. L vascularizacion para los cuerpos 'fibro os- del útero, '1i.Q.. es tan una superioridad en ia . gerarquía orgánica, cuanto un mé o todavía .más afirmaiivo d~ su próxima decrepitud. A.hora bien: la teorla de la evolu01on de dicho tumor fibroso no tien de insólito c~ando ee observa que, en la fejez de los teji~ fisiolc:SgicOt. ~e maDJfiesta y opera ~sta senilidtld por la vascul•rizacion ven~sa. En el pun~ de vJsta,práctico y médico-quin1rgico, la estruct~~ placentana del pedículo y del útero oféec~ tod las 000• d1ctonee desfavorables de una flebitis in pa:J esos tejidos, cuando e1 .m.is~o instru.mento e} aprieta-nudos, los baya dlVldtdo por la b~e del pec:liolll~-c~onsid,eracio­ nes anatómicas que demuestran la gravedad de loa cuerpos fibroMOs del útero y la ue~ugraidiiP ovariotomía.

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10

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.. • T5

7t

.

E~ efecto, loe pediellb de loe ui.stea del ovario, á.wll011 mú u~ y mú volamiDOIOI, en medio ?e ofrecer .vaiOI o:Jiirl· 001 de aocho calibre, no llegan á eer el a11ento de una multi~ ca loe vaaoe an~oe, de una c~cion de n~­ vaa anutomoeis que colocan al pedículo y al utero. ea condi· cion• au& paerperales.-fodría hacerse la liga&ua de loe va de un pedkulo oválico; per.o no tendria ningun efecto po. 'bi. ·reeJ>ecto & loe vasos reticulado~ · de loe ped{cul~ ~n los e erpoe fibroeos del útero; y el clamp e mucho mál ·~dlape~­ ble \00 v\a para éstos últimQS ·pedículos que para los pn• mel'OI. · & fin, el mtema vascular del útero apénas ca~bia ~n l?s q1Ü1&41 del ovario: ·el útero cOOJerva en~ónces la ap~nencta ti de tu.a músculoe; pero eu vaecularidad y eetructura cam· bian en el caao de tumores fibrosos de dicho órgano, que re· v~ y toma en parte la estructura y la pt.tología puerperal. . •1 • El pediculo-del tUIJIOr libroso inferior, que ofrece la figura de un tomate, ~ene á menudo una túnica periton~l fácilmente eepuable del pedículo y ·permanece poco adherente al tu- . mor proloD8bdoee .obre eu ·~mento inferior; pero esta merute nell'é eD e.xt.remo adherente, al nivel de loa surcos . q• la cara superior de este cuerpo ibróso. . La ee&mc'ura del cuello del úter~, coasiderada en 1111 pare'dee, en aada difiere de la de un cúello norm~; y cualquiera eolucim1 d8 ogp"auidad quirú.r~, en él praotu:ada po.r la cavi4ad peri&oQ.l, lo hubiera hallado en oondjcionea ~ 8tiol~ gicu, y ele OGDiiguiente poco pred:ispuesto á las COUiplicaciolaes que reqlp 4e un camb1o de eetract.\lf& en la

.....

bra,;.

m.Miea

ma&riJ. Coa mot.ivo de e.a graduao~n en las modilcaoionea de loe ~· ji41oe, M puede oreer qae loe ¡radoe en la beaignidad d•Jae ope~ que debían tfectuaree eD ·el cuo acsual, eru loe ei-

.

•:

1! ·x.. excieioo ó la eatlaog~ del pecUculo .W t.umor mú grande hubiera determinado una·in1lamacion ~ficUm~P$6

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eircunacrita, pero casi con certeza tra&misible 'la pf4eenta ute· . ' nna. · · 2? La exciaion necesaria de 10! otros tres ta.Itnorl~ de vohí· . meo variable hu}>iera determinado la· formac.,n d~otroa tan· tos focos de peritónitis que tenderían á generalizars<lYhabrían comprom~tido el áxito de la operacion; lo que es tj mbieó un · · · argumento contra la ablacion del c.uerpo del útero. 3? La excision parcial del cuerpo del·út.e~ eau indicada, pero era dificil conocer el punto sobre el cualt ebfa opetane; promet~a una hemort'llgia grave y una compli aoion pa· renquim tosa, inflamatoria y nada.!ácil de evi~. • 4:? La exemion por encill!a del cuello paJ~~ía ~ recer las condiciones orgánicas de resultados mb comple os; pe era útil conservar sobre el f~mdo de saco peritoneal, un pa del cuerpo del útero suficiente para aplicar á ella los ntedios hemoS&á· ticos: el clamp. : · . . 6? Oomprend1endo ~o uná sola altlputacio el ttttnor inf.erlor, que podía levantarse hácia arriba y- e~ la nion del cuarto inferior del cuerpo· del útero con los tres cuartÓs suMri<>res,-~.. ~ podía uno considerar en las mejores condiciollea de buen éxito bajo el pu~to de vist~ de la implantacion de 1 s cuelipos fibro801 y de las modificaciones puerper les .dél cue del útero. 6~ Esta amputacion, así practica a, pone a descubierto fa cavidad del cuerpo del útero que, por eú comb icacion' con el exterior, deberi hacer un papel toda'ria indeterminado y quizu "Tol'lble. en la evolucion d~ los fenómen~ nftl\r_natorio¡, y IObre tocio en la encuacion della s'niea y del pus que vnn á producirle deepuee de la operacion. . 71? Esa cavidad parece tener la desventa de poner, por macho tiempo, el foco en comunicacion con aire exterior; pel'(l eU et más bie1.1 posible que real en. el eetlldo <}e tepó!IO, y la hlitaeucia ~1 aire que penetra por lR eavida del cuello~ se'rfa &! 11 importancia muy secundaria detputM de una openoion y eh laoiliones tan profundas. ~ Qaedarfa por conocer el auxilio que pu iera éacane dé _ J una sonda meülica introducida, des pues de la ~mputacion del


1

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'~ Ji ro, por 1 cavidad de dentro á fuera, y que permitiese el pa· 1 ligaduras y l ·n,reccionc detersiva , ó en todo caso,

10 i

que fac\1' ra 1 lida del pus y la oclu ion mb pronta de la herid d 1 a p d del ~tbdómen. . Cbraamt t¡'IHIIO .-D pu del úter , todo 1 iukr , toda la dificul d del diagn~tico y mñ rde toda la riqueza anáto· mo ·patológica del caso pr ent. e encu otra concentrados al rededor del corazon•y d 1 grand s vasos que emergen de su b . otee de abrir el pecho, como ya se babia verificado obre el lecho de muerte pu.cde comprobarse todaVía, una hora d spues de ta, la ~xten ion tan considerable de la maci<:ez de la region torácica del lado izquierdot d sde la clavícula h ta la octava co till , d de el borde der cho el ternon b ta el borde ant ri .r de ia axila izquierda. P ro l,a exten ion de la macic z no s ha pro· pagado h ci atra , des uc de haber fijado el cadáver in· variablemente en el decúbito dorsal :-el derrame s, pues, enquistado; no puede serlo sino en la· cavidad del pericardio, y la rupwra vascular es intra-pericárdica. En efecto, si con cuidado se quita la pared torácica anterior, aparece 'el pericardio con él upécto de una gmn vejiga negra y azul fluctuante¡ el corazon. es completamente invisible; loe pulmones han ido recha.zadoe de cad lado y no cubren ya el pericardio. De esta ·, . bo quf tica emerge la aorta¡ p ro. tod Sl} r gion a cendentey trasve está libre de tumor, i no de tod dilatacion y de una .Uteracion grasienta manifiesta. La masa del derrame se halla pénaa reunida en un coágulo muy blando, si no lfquido, cuyo borde anperior sube y cubre una parte de la cara anterior de loe dos grandes 80 en su raíz. Con fu mente y bajo el espesor de la o.:apa celulosa que en· vuelve 1 aorta al nivM y á . l~& izquierda de la circunferencia exteni de la arteria subclavia izquierda, en su origen, aparece una pequefla abolladura de la aorta, del volómeo de una a.vella· na, que no se revel á primera vista, ni se deecubre bien Bino deepaee· de haber eumin do el vaao por medio de los col1es ~QIUA

77 .

r

T~l es el aapecto ex&erio.r del

pericardio y d los grandE-s va-

aoe, que á primera v~ta no puede soepechme U)la leeion tan grave de la aorta, y todavía ménos Ja d., la arteria pulDR>nar.

.

.

La ca'vid~ dei ~ricardio contiene una catUidad de sangre, cuyo peao se ha t!val~ado en 150 ·gramos: derrame reuniao en .. una especie de jalea que opupa toda 1a cara anterior del corazon y no se extiende hácia atrás; ·los contornos adelgazados del coágulo apénaa se meten por debajo de los bo des del corazou, lo que prueba la coincidencia de su formacion eon lus últimos momentos de la vida. Una Gorbata negra. rodea la raíz· de los dds grandes vasos y la baae del' éorazon, estando formada por una sufusion sanguínea que ha disecado, separado y levantado Jos diversos elémentos de la •ase del corazon, de la arteria pulmonar y de la aorta, que se encuentran como separadas. Esta u(mosis se. propaga á lo léjos siguiendo las· r!l111as de' la art ·ia pulmon·ar, penetra con ellas en los elementos que compo en la raíz de los • pulmones y se esparce debajo de la pleura e la cara interna de éstos últimos. Miéntras más se desciende ácia el orígen de Jos dos gruesos vasos, más se espesa la equím sis y toma las dimensiones de un verdadero coágulo, que ale nza en un punto un centíwe,ro y med1o de espesor 1 redt:do de diehos vasos. -Loa tejidos de la base del .corazon han per do su flexibilidád y son li~raruente crepitan tes á la preslon:- laspecto exterior de lu paredes ventriculares no suministra nit¡guno de los camctéres de la hipertrofia; el 1entrfcuJo der ho parece e01arichado y achatado; sus paredes~stan Hojas, y u color amarillo . atesti~a que.sus tejidos se han hecho al,l(i nto de una degeneraoton gt'Ulenta tan abundante y ti!J& comp eta, que laa fibras musculares ~ la cóloracion que lae caracteri~ perm;J¡ecen apénas diatin&u i la vista. 1 El ventriculo izquierdo se halla tambien c•bicrto de una ca· pa ligera de grua, y aua paredes eatan sensiblemente engro-

Mdu Lu cavidadee de loa ,veotricwoe

·

yde Jos

1101

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asían del tQ.

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1


78

79

algun coágulo. La, dlvul

Jbiualee son muy sipoideu de la rt. igualmeo~ <'ogros das, pero no patecen alteradas' ele un modo notable, b &a 1 e_unto de que deblo cau r la eshe&. El ee&edo la 1 ionee.de la aorta toricioa impide probar ma rialmen&e la in ~fiei ocia. Las v:6Jvulas del lado . b!>, 1 de 1 an~ria pulrqonar y del orificio aurieulo-ftftt.ricuJar 11 mb am rillae que de c::oetumb.J"e, pero no engro-

pero no ioaufiei n s; las vüvula

El circulatorio cent.ral, iocluyeudo aorta h ta el origen de las arterias ilfacaa primitivas y el pericardi todavfa lleno d sangre, ea de 1-,4 5 gram011. .Aiwdio Je loa doa ~~ N80, ~.-La arteria pul· f'I'IOMr, y no 1 orta, ha ido por sus leeiOMII la ca1111a de la muerte súbita en ee enferma: de la primera !le ha escapado la •fl8'"8 Ttida en el pericardio; ell~ ee la que ee ha deegar· ndo, graci á la tenuidad de tn11 paredee, que han safrido un uabejo de degeneracion grasienta de reabeoreioo de 11011 elementoe.-El puoio precito de la fi Ta de lu pa edee de 1 "arteria pulmonar ituado al nivel del borde supt!riOl' de una de 1 vllvulas aigmoideas, 1e encuen&ra en relacion con la Ulquierda y corretpODdc! la prolongacion de la línH tricuJar. Ea e region, que puede llamarse borde , . i,.,llielrdo de 1 arteri pulmonar, -~an sido lu fla~ en una gnm · , el asiento de tal atrofia, que el mecanismo de Ja 101 ·mr de cf>a in "dad Rr llléooe el reebhado de . uaa deeganadura que de una deeaparicron éotbplM& de Ju t.ó.Diou; lA &tara ePA cerrada por la infihncion ngefa que )u ftdlt de "do celular que lmlboe va801 r le ,..._,,.. eobre la bue del coruon, ~ o id ai•el Al Yen· trieulo bo. U a a dieeqcion perfecta ba eeparado 1 ·aorta y la ok'a arteria. pnao ea qw el derrame ee ha ab~ •n del nm!IDa'ttio 0011 rlllpoade ' Ja fttan de la que dado 18lida' la eaogre del vaao: en ekdo, eolaDUlD&e al nivel del bañe dencbo ele la a1eria 1e ha mto leNII t*'i·

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parece

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~ca, ezia&ieadQ el ti&io _preci10 de la he~;ifa en loe tejidot &Qt&ID&ol dtgen~ que 1e hallaban ~b~tos por la aurícu. la derecha. Por couipieo~, la aangre ha. debido d~•ribir liD trayecto aeuüeiNuJuo de iaquierda á derecha, áll&el de derramane en .el pericardio; 'y aaí ee ·explica la olaridad eupe~ial de loe ruidoe . .del oora.,o y la manifee~ion de loe doloree en la Ngion cardiaca duru&e lu cinco primeru·boru dtl •ttque. ·Estoe dolores y su trasmision allJombto de~chó han sido, sin ~ada, el ~o de la diateoeion prosreeiva y de la compre·

&on ez'*-mca de loe elemento. del plexo bervioeo cardiaco y de ,iue anutomotie oon loe nervioe d~ la vida de relacioD•

. La ol1opJJea íué producida á la vez. por eeoe trastornoe oerv&OIQII y po~ la compreaion concénlrica. ejerc.i~a por el co'gulo ~br~ .la au~rficie exterior de la arteria puTmonar, que hl!o deb&do encontrane oon au calibre en parte borrado. ' E~ preeencia de dichu lesiones, era fácil .~blecer el diagnóet&co de ~ qaueaa del ataque mortal, ·y e~ diagnóatico ae ha bechó; f*o ántet del ataque era imposibl4 prever que las · . paredes reabeorbidas de la 4J1eria pulmonar i n muy pronto á romperse. . .

~· Ie.iorw:- de ~ aorl.a 1011 muy ct!l_uas de interee: ofrecen u_n eJemplo bien ev&dente de la aneurisma · ecau&e eeguida haeta e~ aiv~ del trípode oeUaco. Este vaso presenta á pri· .mera vaeta Alnguna apt.riencia de tumor extt! r, que aobreealga de u~ modo ootf9Je; sig etqbergo, la &O]' está uniforJne· mea&e dila.&wk, eoW. todo allaivel de Jaa cu tro 6 cinco vórte~ dcMM.laa IDedi,u, lae oual• llevan á la lzqeierda, ~b{'e loe d..,. «M 1111 ourpoe, Ita huellu ~ QD& detreeion mú mar· cada~ J."!ue •• oblerva habitualmente. J abr)l la aorta, aparee4J OQbaena de c•pu aterom•toq.s y uf4 oeifonne~ sobre &Gdo eil au regioa abtfominal. · Deade la bue de la aneria aubqlavia i¡quierda bae&a el nivel d~l tripode celfa.co se mánifieata la preeeeoia dp una aneurisma d~teCMW. ~~ Ji~ superior co~e a] ~n¡or' pequeño,


"' 80

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ya eeft lado en el lado externo . de _la inscrcion de las paredes de 1 ubclavia izquierda; y el mfe~10r á 0,05 centímetros por

obtueoe; sua elementos estan confundidos; nihguna fisura, ninguna aeparacion de lit membrana interna y de la mMia aparecen sobre dicllos h9rdes, ni ae observa por lo •~to ninguna in· filtracion· de sangre al nivel del borde 'libre 4e eaa hendidura: 8e diria que ea un orificio fiai'ol6gico, natural,-tin&o se parece por sua bordes al orificio y 6. los bordea redon~eadCll de la dl. · vula que pone en comunicacion .el ileon con dl ciego. Considerando estas lesionee-y compadndolu 6. loe sintomu, -dos· soplos 'la base en el primero y aegu~;ado tiempoe,-no puede m6nos de admitirse que el primer soplo del primer ti~m­ po SE' producía, segun toda verosimilitud, d111'$lte el paso de la sangre del.cayado al ~ubo invaginante al ~vés del f>jal¡ y que el segundo soplo en el segundo tiempo se realizaba durante la slsto1e arterial, cuando la pared única del tubo invaginante, por poco retr!ctil que fuera (túnica (lxterna)., po inferior que sea en este sentido i la túnica média, se retraía determinaba un movimiento de reflujo hácia·el cayado, 6. 'trarés del ojal de la , column~ de sangre invaginante. . La explicacion de estos dos ruidos por' la do~le ieaion que necesitarían para producirse, al nivel de las v lvulaa aórtioas y 'del orificio que ~as lleva, insufi~iencia de las u., estrechez del otro, esbl Mjos de ser tan satisfactoria. :r,.s dlvulas sigmoideas se hallan alter$das,. las paredes aórticas írregul~, pero no basta el pnnto de reclamar, por aq cue ta·solamente, la produccion exclusiva de los soplos que ref'ue , principian y concluyen. lnrñeaia&amente encima d•\ ojal' mencian saco que ya se oblerv6 por Í\Jera del tronco- b eatin colocaclCllloados coiguloa pequ., alo' 011 en el bgulo de ee~ de Ju paredes de loe tabol en n~múmto. Err. 1l& • . pregunw,e si DO exiatfa ~ 80p al nml de la extremidac1 iaferior ele la aneurilma dieeoante, del trlpode .celfaco; pero bemOl b'ucado huta el ... o iDttrior ael omóplato liD ~ber peMibido nlngan ruido D eli elle panto. Sea como fuere; puede admitirle eD priD ·o.que habfa allí una condicion de ruido patoldgico, puédo q e Ju colum~Jia

1

d bajo del tripooe celiaco.. . El fondo de co del ápt~ de la aneun~ma ofrece dos pe· queftoe coá;guloe de concavidad infi rior mirando para la con· idad del tubo inyaginantt> amoldados sobre el án~lo de se· rae ion de las túni~u externa é interna, y de convextjad superior en contacto on la póvPda qué por arriba limita l1\ an uri ma disecan . La integridad de la aorta en u ~rcion intra~ricárdica d • mu tra que el vaso no l1a concurndo á la formac10n del derram apoplético en la cavidad del pericardio. . Al fin de la porcion trasnrsa de la aorta, en el punto en que f, r a un codo p ra volverse de cendente, .se ve que el_ cond~c­ to a rtico hace doble: uno de Jo tubos sirve de contmuamon la aorta con u calibre y sus paredes internas: el otro presen· ta un ojal que le irve de orificio superior y como de embocadura, permi,iéndole comunicarse con el carado de .la aorta, con 8ue dos paredes internas perforada& El pnmc:r tu~ ee c~n­ tr 1, 1 egundo envuelve al primero. El tubo t.nva:gmado ~o iene má pared que las túnicas interna y medta: el tubo lU· vagiaante tiene de paredes, por fuera á la túnica externa de )a na normal, y .por dentro á las par-ides del tubo invaginado, decir, la túnica media. Al~nu bridas celulosas atravie&an '. 1 tubo invagioamte y unen las paredes externa y media. Ambof! tubos hallan tambien en contacto, segun una línea que orresponde á ·la cara 'poSterior de la ll<)rta normal. La onda sanguínea d 1 cayado, una vez que ha llegado al origrn rior de loe tubo! se diYidia en dos corrientes, un_a entra\ que, pe~emnclo en el tubo invaginldo, ~gnía •• cavidad del cayado pro)ongada por sus paredes mtemu; otrA. . ~riférica, que. salia de dich!> báculo por ~ ojal, alrav~ndo lu doe Lúnicu, interna y media.- ás abaJO las dCll-oomentes reuolan, co111o lu ~edes, nrr poco debajo del • celia. co, cuyoe eslan muy dilatadoe. ~ bordes del ojalaon peñeclamen~ heoe, redondeadoe y

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.

d. I&Dp invaginantea é invaginadas se unían para confundirse, pe•rado lu doe columnu de un tubo aislado más estrecho i un tubo .U ancho y COJ;OUD. LOe~ llaman mucho la atenoion 'por su integridad, que elti en opoeicion con laleeionee tan intenu.s de loe cen\l'Os circulatoriol. Diríue que. la localizacion tan grave de las leiones en un aparato, babia redundado en pro.vecho de la integridad de loe otroe aparatos habitualmente sometidos 'las mismas ca118&8 de afecciones. No hay tubérculos, ni signos de cl\tarroe en las mucosu; pero si enfisema de loe bordee anteriores y de la circunferencia de la base, que parece eer el resultado del ~llftO de maerte y no de una afeccion anterior, contemporinea de la vida. En el vértice del pulmon derecho existe un núcleo apoplético'del volúmen de un avellana, que htcia tal vez cierto papel en el dolor y en la uumision · más clara de loa ruidos al nivel del hombro derecho. .En la superficie exterior de los órganos, vetas á manera de lineas negras di.aeminadas por todos loe lados. . En la raiz de 1~ pulmones, en medio de sus ele~entos, se ven al¡unoe ganglioe linfáticos negros. El pulmon derecpo pesa 195 gramos; el izquierdo 180, segun lá evaluacion de un ayudante que no era médico. . 1Wo digutivo.-La membrana mucosa estA espesa y azulosa en toda su exteuion, cuyo color parece ser el resultado de un oblticulo i la oirculacion de la vena porta. Loe otros órganoe, bazo y páncreas no ofrecen signos de semejante congeetion. ' · El ~Hao es de. un pequeño vol 'limen: su ~metro. vertical 0,10 centilneUos; ehruveno 0,07 idem;-una chapa fibrosa e1peea en la cara interna de BU extremidad inferior; ooDIIÍBtencia t'r6gil y dura á 1& vezroolor moreno oecuro; apariencia carDa. del corte. El AigMo DO ofreoe congeation a1gau, BU tejido eetl. un. poco condeDIIdo al divel del centro aponeurótioo del diafragma. en donde existen Biguoe de peri&Qnitil.antigua diafragmitica y

·.

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2

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r

· adherencias intimas; veaieula biliu llena¡ bilie~n su aspec.to normal. El pdncréas es notable pqr ia dlseminacion d¡ ene elementos alrededor. de la segunda porcion d.e l duoden,o que rodea en parte con sue racimos: su estructura está intac . El peao1del aparato digestivo, sin el bazo ni el ijfgado, pero con el páncreas, d~e el ~'~iaB hasta el recto, ewdp 1330 gramos. Lu gldf&dtdal meltnttMIJIJs eon nudlel'OIIas y roluminoeae como otras tantas habas; sn corte es claro. .A~ urinario.~Los rillonea estan poco deSarrollados; tl\ voh\m~n ee no~al, aunque su corte sea azul · ~i negro y pre- \ sen te u.na. confueton perfecta de las dos ~pae co,..Ucal y central, lo que n?' pare~ sea claramente el 'resultado de una congeetion pura y stmple, smo de un fenómeno que acaso ueda atribuirse t\ los t~-.lom~a de la hema~ y-an~ogo !lo q .ae observa en los vasos capilares del tubo digestivo que tiene el mismo color. :Las ·cá.paulas están. D)uy desarrolladas. La cá.paula supra-renal del'echa mide {),05 centimetros de · la~go por ~,025 _milime~ros de altura . . La izq ierda tiene las mtsmas dtmenstones. , ·El ~so ~el riñon derecho, con ·su cá.pBula~ es e 145 gramos; . ei ·dellZqute:¡:do de 135 gramos. 1 · 1 La vejiga·está vacía' y normal. . · ' .·. Los centros neryiosos np han si o xaprin~a. · ·

Anatom'!J patoldgica de la rodilla en la ''p · ga'l'flhada" de las per~ de color.-:-La rodilla e~tá volumin a; su . cavidad .

Y el Uqmdo q~e contiene estan aumentados; el esqueleto pare- '

ce mú volummoso aún debaj~ de los ~gumei:Jtos. • Abierta la articulacion de la roailla, sale una serosidad ama~ · .rilla, eepesa, oleaginosa y abundante. · El teji~o grasiento situado en el fondo de ea4o articUlar eu~ perior, por «letras del tend~n de~ trlcepa femoral, ha tomado ll\ forma de-un racimo, de donde penden granos ñofdeifermes iñnumerabte. y ~os finamente ~os. tmguno de es.~ cuerpos ee ha eeparado del haz, ni t~.Ubrtpehte en la ca·

!\did articular.


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M

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· Lol doe tercioe interno y 'externo de la superficie articular de la rówla han per:dido su cartílago de incruetacion. ~a cree- • taque lepara esas doeeuperficies arti~ularee eetA cub1erta, no ya de clicho carúlago, sino de vegetaciones fnngoeas muy numeroeu y ealientee. Al rededor de esa cresta se ve el cartílago de la sona mMia norma~. . _ g01 bordee eon irregnlaree, sembrados de elevaCionM y depreaion.a, que acuean lae ·huella~ de antiguos productos pericSiuooe.

Examinadu lu 111perficies articulares del fémur, se observa que el cóndilo interno ha· descendido á un nivel 'no~blemen~ inferiol' al normal. El cartílago de incrustacion de este' cóndtlo ha coDJervado su natural espesor. El !!Óndilo externo ofrece la dilpoeicion completa de todO¡ su d.rtilago de incruetacion; y e~ su lugar sólo queda .una au~rficie roja, pálida, pertene. ciente al tejido eb1Írn.eo del hueso. En la cavidad intercondilea hay numerosas vegetactOnee. El borde anterior de la aúperficie articular del fémur ofrece una s6rie de espinas 6eeu y de canalee,-traefor~adae por la participacioq del cartílago y del tejido bue~o ~ubyacen~. El tejido eaponjoeo del fémur está amarillo, reblandectdo; lo mitmo que el tejido degenerado de lu arterias y del tumor. principal. · · La \ibia ~ alteraciones análogas y que se corresponden

'.

rectprocameute. . .. . lA 111perticie articular de la tuberotndad mterna ha coneervado in\lgl'O en cartilago de incruetacion, aei como su carti-

laio eemilunar.

·

La wberolidad interna e la ubia presenta una superficie articular coJQpletamente pPyada de BU cartfiago, del que apéDU quedan a1gnn01

86

·muy grueso¡ efecto probable del ~sgaste y seguidos de un trabajo ftcgmásico prolongado. El manojo ántero-exterbo del ligamento cr•zado está como. mascado y divjd'do en gran pnrie por el bo~d~ interno del cóndilo enemo que aplastaba este 1igarpento contra la espina de · la tibia, gra~iaa á la desvi.ácion d!ill hueso hácia ~uera.-Ee justo creer que en ese punto tenía lugar un mdVimiento decir. . cunduc~ion al rededor del cóndiJo interno como centro, y con la longitud de los dos cóndilos como radio. • 1 efet:to de loe frotamien&os ea ~var la cúpull' externa de la i]?ia·y limar su circunferencia y el cartílago que la cubre. El tejido esponjoso de la tibia es tambien de olor ama~il19 y de coneiettncia blanda. . .La serosa articular está e-spesa y enrojecill , l~vantándola millares de cuerpos hordeiformes l}edicuHzado . El ligamento lateral interno se ha puesto m y voluminoso; y cuando se endereza la pierna ·sobre el muslo en uña .Posicion casi normal, e~ formaentónces un intervalo : m y ancho entre · ~ el ligamento y la ~ara interna de 1~ rodilla. El ligamento lateral externo está p9co desax¡rollado; pero no se ha acortado basta el punto de oponerse á la reduccion dé la 'pierna 80bre el muelo en una po11icion bastan análoga á la del l~do san~; eirl embargo,· este ligamento' está uy ~delga~d.o, et no cv1dentemente acortado. . § 11. En el puertO de Mayagüez, en la m' a época en que era objeto de_ nuestra solicitud la '!mujer de e or á que se. refiere el ee~udto precedente, se ofrecía. para la peracion de la ovariotomla una jóven crioll~ blanca, con n quiste enorme -del ovario, de 11 años, inútilmente punci9naab treinta y nuev~ veces, y ' la. que amenazaba una muerte ·p~óxima. Obaert~acion.-La Srita. ~Adela Mas, de aftqe de edad Y. eoltera, se ha negado varias veces á 1~ opetacion de la ova· n~to~; pero hoy la 80licita de concierto coteu 'familia, prefinendo coner los riesgos de la muerte ' u a espera mucho mú prolongada. La determinac;ion es tardia, y ya la paciente ha llepdo ' UD grado tal de maraiDlo, que apén., le queda la

So

renoe bajo la ferma d$ tres ó enano lentes

clileminadu. FAta 11nper&cie ha guado aai- en profundidad; e1 eb(lmea 7 de UD rojo encendido. El cartilago eemHnnar u- · \emo ee\1. áDplarmente hipertrofiado, balta el punto de reempluar el ~ . Por lo demu, ha perdido la capa cañilapc.a 7 tenDido el upeoto de UD verdadero ligamento fibroeo


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6

peranza de algunoe nte s más de ·vida, si permanece aban· donad f. e{ misma. .· ~ de la forma esférica del vientre, que simula una hi· dropeeia aedtm, el número de ~as pu_nciones anteriores pr~u·· ciendo cantidades de liquido muy diferentes en·cada punc10n, probaba que era en e~ecto un· qu~te del ov~rio de bolsas ~úl· tiples. Lae cualidades de los .Hqutdos extrat~os de es~ d1ver· 808 compartimientos no eran ménos ?iferentes y a~rmattvas_de 1 na\uraleza multilocalar del tumor: una sero8ldad cetnna muy tru~nte y 6úida, ó bien una verda_dera jale_a con resistencia al derrame, liquidos viscosos y semeJantes alJatllbe, unas veces de color blanco otras del moreno, y, en fin, francamente purulentos, habfan ~verado claramente la natul'aleza del q~is· te y la irremediable necesidad de recurrir t\ una .extracc10n quirú ica, eficaz en otro tiempo, mas en la actuah~ad dema· siado tardla para suministrar probabilidades de éXJto seguro. Por otra parte, ademas de la anemia casi a.bsoluta de la en· ferma, todos lo órganos gozan de lUÍa integridad perfecta. Las razones que se oponen t\ la .operacion son demasiado , ~ evidentes para todos 1~ médicbs que han sido llatnados á formar jutcio acerca de sus contraindicaciones: debilidad· poco concili~ble con las pérdidas de fuerzu exigidas por la misma operacion y ns resultados;-peli~ de sincope m~rtal t\ntes de terminarse la operacion, t\un snponiendo la pérdt(la de una 1 ' · minima caQtidad de sangre·-adherencias ·geDera.lizadae y ad· ' . mi.sibles basta por la parte poeterior;-estado de asfixia crúruca, debido á la repulsi.o n de loe pulmones y atestiguado por la de· form.acicm permanente de las costillae, levantada& todas Y em· pu,;.du hAcia arriba y adelante, de donde loe trastornos de la bema&óeie.

l.

se

.

Lu fancionee del tubo diges\ivo se conservan l pesar del poco apeCho de la eufermL . o obdante" ..., desfavorables condicW.es, y i ri.eago de deeaereditme y deeacredi\V la Operacion 4e la ovariotomía, acceéti6 el cirujallo á las indallciu de la familia y de la enfer· ma para que pncticue la mirpacion del qm.&e.

El cloroformo fué administrado en cantidad y la operada no perdió el sentimiento. . Hizose una incision de 0,24: centímetros por ~ebajo del ombli· go, y mú tarde se le·aumentó en 0,08, evitando poi medio de una deiviacion ' la izquierda, el intere~r la cicatriá umbilical. Las pa~ee abdominales, aunque surcadas por venas tegumentari&a y epigástricu, desarrolladas P.Or las necesidades de una circul11cion suplementaria, se hallan tan distenllidas dUiante la incieion y despues .retraidas tan fue~mente, lina vez hecha la incision completa, que sale por la herida una cantidad muy mínima de sangre. Sin embargo, E!S!l retraccion no es posible sino en 1~ puntos correspondientes t\ la zona· s~perior y al seg· . mento inferior del quiste, cuya parte média está unida t\ la linea blanca .~or adherencias perfectas. . Es preciso disecar las peri.t~neales, lo que hace muchQ . mt\s lenta la operacion, que dura una hor~, pero no hay ninguna ~n las otrts caras del ·tu· mor. Se vacil\n, uno á. uno, los diferentes quistes yuxtapues, ; tos y á menudo invaginados el uno en el o~ro. El tumor no aplasta sino en el momento . en que ~na de 1 s punciones he· chas clln t>l bisturí da ~aUda á una ola de liq 'do cuyo volúmen recuerda las punciones de otro tiempo que daban, por el trócar, haata 24'1itros de fiquido. · 1 · El tumor pasa entónces muy fácilm~te por ¡1a herida. · El pedículo del ovario derech-o es el que ha, s miuistrado esos quistes y se encuen·tra tan espeso, que las ra as de un clamp de la dimensio~ acostumbrada ·no pueden a~arcarlo, siendo menester dividirlo paralelame-nte\_á. su eje y co~ar al hilo eh· cendo la porcion que el clamp no puede comprimir. ~ in&eat.inos 7 la cavidad peritoneal se lav~n eón cuidad<> deepuea de algunos minutos de reposo; toda la parte J'uperior de 1• herida Sé ~e con hilos de plata; y ~e coloca á. la operada en una cama seca, no sin peligros repetidos de sinéopee, que exigen las máa asiduas aplicaciones de un m6todo bciute en6rgieo:--amo11iaco, fricciones con cepillos, eiDapiemoe, caf~, rom, reapiracion artificial, caldos; tÓdo á dqeii ligera,.pero re:: : petidL

'

~


rde 1 pul , á menudo in ensible durante l~ ope· racion h r cobrado un poco de elevncion; el calor normal habl re' parecido¡ oñol nci , ed viva, udores. Una serosidad abund' nte b tr udado de 1 herid y lo pedículos: compre· • de gá.rico, plic~tdas sobre el pósito, de\iénen esta maní-

Por 1

.

vet es una confirmacion en favor de ella la sup~rvivencia de siete dias en una persona ya tan extenuada ántes de verificarse la extraccion. oso~ros he~os sido únicamente el testigo,, el' auxiliar y E'l confidente•de d1cha· oper.acion, la cual ha· sido practicada por un .coféga muy distinguido: á él sólo. corresponde hacer comentanos más extensos.

r

fe tacion. . , noche algunas·cucbarad!\8 de ja¡abe de codeína, 30 gra-

· 'CoNoLu tON& .-Oontraindicacione~ para la exttaccion de dichos cuet-pos foros os del títeru, fundadas en el solo hecho de los soplos 'acJrtiq,os· orgdnicos -I. EJ diagnóstico "r ptura vascu-

mos para 1 de agu . airo . . El p o del quis . privado d · su contenido, es de 1320 ram , gun no dij ron; el del contenido no ha podido va-

lar cerca de1 corazon," no ha sido dudoso un solo instante en presencia de los síntomas que han inaugurado el ataqu'e mortal de Ro á y. · . . II. Para ~egarse á la operacion, áun despues de ser solici-' c1tada con a~ meo, hubieran bastado .las reservas il:npuestas por el ~oble soplo en los dos tiern pos, oídos en la base del coraton áun cuando no pareciesen de unrt gravedad mani sta las lesio~ nes de que eran sintomáticos. III. E .tos soplo~, que atestiguan la deg\')neracton de ~s paredes de los vasos, ttenen un valor de contraindi~acion á opera~, tan grande como la de los signos evidE-ntes de la aneurisma; porque ~ to~ son, confo en el caso actual muqho más tiempo concHiables con la vida, que esas reabs,or~ioneL de l.as paredes vasculares que eluden el JUicio más atento ha ta el momentQ de la ruptura. Indicaciones..y contraindicaciones para la opetacio'n act1tal, s,acaci~Js de la ercploracion de la cavidad uterina. Al ver las piezas ~n~t.ómicas de ese út\_ro cargado ae alee cuerpo'!! fibrosos mult1ples por fuera, y de su pólipo muco heruorragíparo por dentro, se puede sentir que no se ha,'a racticado el . cateterismo de la matriz. • V. Era unp ile los medios más claros P.ara con cer a causa de las hemorragins y para ilustrar ra cueétion de as {ndicaciones ó contraindicaci¿nes á la operacion. VI. La abrasion de las vegetaciones ó de~ p~lipo mucoso · comprobado por la exploracion ~e la cavidad uteri a podía bas-

luarse. El gundo dia la herida produce algun dolor y las fuerzas parecen aumentu, gr cías á la cuch r das de caldo repetidas.

·

·

·

~ rcer día de 1 operacion 1 pul o es ménos vacio, ~ás

duro, más ír cuen , pero sin niogun igno de peritonitis. Curacion con los polvo de quina. 5? di : hinchazon de lo bordes de 1a heridá. El pedicúlo poue negro; el que está entre loSJ comprendido en 1 clamp nud del alambre con erva u color normal Y· ha aumentado de volúmen en vez de atrofiarse como la. e:~ttremidacl cegida en el clamp. La enferma exhala al ndedor uyo un olor fétido que no el' de una supuracion franca, y que parece ya de un mal ; · pron' tico, aunque no se ob érv n íotomas de peritonitis franca. 6? di : 1 mi moa .signo de olor .á epticemia.; fiebre más marcada, oñolenoia; signos de peritonitis. Ouracion de la herid con medios apropiados á la desinfeccion; compresas embebidas en ácido fénico. Se combate la peritonitis tanto como lo p6tmite la debilid~d de la enferma. ~ dia: agravacion de loe síntomas de la peritonbis.

'r! dia: muerte. Ea evide~te que, para todoe loe médicos ~re8entes á la ope· raóion y coneecuencias, esta terminacion no · acusa en ningun modo al operador ni á la o\'atiotomfa: muy léjos de eao, tal

1

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·u

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t.ar. pam impedir las hemorragias de que eran la fuente, y hacer recbuar bien léj en el porvenir todo pensamiento de extirpacioD de los cuerpos fibrosos pediculizados, inocentes de dichas hemorragias segun toda erosimilitud. · igtw• prolxi6U. para ~aru de la edad de 19• mwpo• fi· br0101 tJkrÍ'AOI¡fveniM de indicaciones y contraindicacion6s operatoria8.-Vli. La' tructura de los di(er ntes cuerpos fibrodel útero en Rosa Bey, co.nside'rados en las diversas épocas de s\1 desarrollo, probaria que estos tu m orea eran jdvenea los unos, graciKo ¿ la pureia de su e tado fibróso, adultos lors otros en los puntos en que la ascularizacion de nuev~ creacion se m~zcla con el <'atado .fibroso puro de otro tiempo; que el carácter de la v je2 de e os cuerpos sería la degeheracion y la formacion de masas grasientas enquistadas¡ y, en fin, que su carácte ae decrepitud corre ponderla á la formacion de quistes serosos alrededor, cu el qentro ó independientemente de las masas amarilfas. VIII. La dó is de vida de e tos cuerpos fibrosos, subsistiendo a i á expen~:~as del útero, parecía pues fijada por leye!l precisa , como la duncio~ de la aptitud funcional se hallaba de antemano medida por el órgano portador de diches .tumores. IX. La tendencia Mcia la trasformacion serosa de es~t tumor fibroso de 11 afios era, segun todas las .apariencias, su última evolucion retrógrada; d'e donde resulta que hubiera sido b tan te justo no tentar la extirpacion· sino despues d~ u~a puncion exploradora puesto que este procedet )>odia detenmnar 1 evacuacion de una cantidad de liquido, la revelacion de una contraindicacion para operar y la indicacion de un tratamientó médico-quirúrgico, tal vez por medio de las iñyecciones yodadáa. . Sitio. tk el«cion que huhÚ!a sido preciM> atfo.pta1· para la ~ cúáoft de lalu tumoru,Jvera de la ufera eh la8 modifo;acionu caai pumperalu aufri<lal tn ut8 caaa por el úterQ.-X. La dife- rencia de gravedad entre la operacion de la excision de estos . cueí-pos ftbr0808 del útero y la ovariotomía, residía por com¡»1~ en ltl difel'lQCla de es~<Ü1U'& de loe pUDtos ~e implant4\-

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cion de dichos tumores, que estan provistos de redes vascula res de nueva fortnacion, coneti&uyendo una verdadera plac"enta doble del pedículo y del útero, en opoeicion con la. vascularizncioñ de Jos ,pediculos de los quistes del ovari~, que 11e provee de ·. ios elementos ~ormale! ó simplemente hipertrofiados. XI. La flebitis del pedículo y de' la placenta uterina a, ese gran tumor era la consecuencia casi necesaria de \as modificaciones anatómicas determinadas por su evolucion. j XII. Toda solucion de continuidad por medio ~e un instrumento cortante 6 contundente, que ~ubiese interésado utiá de esas placentas, la del pedíc.ulo 1y la uterina1 hubipra sido más fecunda ~n co~plic~ciones ftegmásicas, que habieddo tenido lugar en los puntos donde áun existía la estructura normal del útero¡ en la union de la parte inferior del cuerpo qon el cuello, .l . · por ejemplo. · XIII. La naturaleza vasqul~r de la trasformll on del ~tero interesado, y no el volúmen del órgano separado, !lubiera constituido aquí los elementos de gravedad del pronó tico desfmes de la ablacion del cuerpo fibroso principal. · XIV. ~ra pues preciso separar, no la parte peq eña, á. l::t menor cantidad posible de la, sustancia u~·na; era menester cortar toda la parte . vas~ularizada y llegar osadamente hasta la region del órgano que 'hubiera'-oonserva la estructura propia del estado de vacuidad del útero. . 1 XV. Otra razou para separar toda la place ta uterina de ese gran tumor "fibroso, fuera de las complicacio es inflall)atorias posibles, es que ~a misrt:Ja platenta ¡¡ería tal ve2 apta para . reproducir, si se respetase en totahdad ó en part¡e, otro tumor fibroso semejante al que. es~ pla,centa babia alimentado duran. · • · te once años. 1 XVI. La gravedad de los resultados de la operacton aumentarla, quías. ménos por haberse · sepai-ado lt mator parte del útero vucularizado, que por•haber respetado pna exteneion · suya demuiado grande. XVII. lA ·abertura prw:t.icada, por la extirp~cion del euer~ po d~l útero, de la cavidad de este órgano no. Jfrecia que .ha-

ás

1


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bia.de agregar nueyas condiciones de gravedad á una operaciaD' ya tan ampliameQte pródiga en las comunicaciones entre 1foco de dicha operacion y el aire atmosférico. vtJL La experiencia podrá enseñar si la abertura de la e vidad uterin no tiene sus-ventajas deaeables, más b~en que u1 peligros de hmer. .' IX. Despues de la ablacion de la placenta uterina de este tumo-r aca o hubiéramos ioíentndo. por 1~ cavidad cérvicouterin~ li. introduccion, de arrib~ abajo, de una sonda metálica de un diimetro apropiado, que hubiese recibido los hilos para lu ligadD1'&8, permitido el dujo continuo ó intermitente de la niee del foco, admitido en caso necesario ligeras tentativas de inyecciones de ·abajo arriba en el foco y facilitado la oclueion más rápida de la herida de las pared~s abdominales. Alguno• 1igno1 tU 0 ruptura tU la arteria pulmonar.-XX. La ruptura de esta arteria en su origen reclamarla como sintomal:ologia especial, si hemos dé referirnos al caso actual: 1? · Un dolor agudo y súbito, teríiendo por asiento la region del corazon, propagándose en la direccion de .las arterias y de los vasos del plexo cardiaco que soportan, y formando tres fo. coa separados principales: en la base d~l cuello, de cada lado, y en la. parte · . y superior del hombro derecho .. · XX). ~? sofocacion prt>gresiva, con sensac1on de muerte causada por t~tornos nerviQSOs y citculato' · rios (dismin del calibre de lá arteria por la compresion coocén\rica al derrame sanguíneo.) . XXII. El del ataque es .fácil 'como hecho g~neral, "ruptura intrapericárdica;" pero es dificil de afirmar que la ee ha efectuado á exppsas de la arteria pulmonar.

del ataque era absolutamen~ imposible de prever qut, rtalJKllrDlau lu paredes gr8808U de la arteria pulmooar, fueran prontD á romperse. .

um.

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WUiilCIJ.

dt la• aneurilma• diMcantu.-XXIV.

Las

propagan.eegun el eje de las arterias, diaeno pareceD de¡,e; n~mente limiar •u

trabajo.al nivel de los anillos· naturales que arterias atraviesan, á pesar del obstAculo de éstos á la expanaion de las aneurismas. XXV. La ex~fta.lmia parece de :un valor koportante, á lo ménos co~o signo de probalidad de la: existenciJl de una lesion central vascular gravé, aunque no revestida de síntomas espec.iales evidente. que la manifiesten. ., . :XXVt. Cuando la aneuri.ama disecan~ como en el caso actual, tiene _su origen en e] ~ado de la ~ona, el paso .de ]a sangre al tubo aórticQ invaginante, á través del !ojal que ,perfora las túnicas interna y média y &irve de embocJiura á la aneurisma, da d,os ruidos alternativos ia6cronos con sfak>les ventricular y aórLl.ca, y que ofrecen con bastante fijlelidad el tim·bre, el asiento y la tendencia á! la propagacion ¡en las arterias de los so~los:caracterlsticos de la insuficiencia y de la estrechez aórtteas. ·' 1 XXVII, . Los ruidos ~rodu~_idos por el p~ de la sangr~ al través del OJal de la aneunsma disecante,difiereQ de los que se obs~rvan en los tumores aneurismáticos más e munmente ob1 • servados. XJ\VIU a. Los ruidos de doplo doble, s"ntomáticos del paso de la sangre por el ojal, tenían un timbre mts vascular, un volúmen más tubulado, un foco méno concent ado aislamiento imperceptible de los ruidos vasculares rterlales límites indecisos y una pr~pngacio~ dif~Sa. ·· ' ' ·. . XXVIII: b. Al. mvel de la x;eg¡on del pecho próxiq~a al OJal, se prCJuzgaba ménos la e:xú~ncia, en dicho-punto, de una :erdade.ra fuente de ruidos vasouJJ.res que ~ presencia de una mdurac1on de los pulmones reforzando los ruidos nacido• más cerca del_cora~on. 1.

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un

Aproz•macwne& de anatomfa patoldgica general, au~a• por el CiliO ~.&84 Bey, entre · , 1? La 'artrftis crónica de la "pierna gambada." 2? La angiocardftis crónica que ha présidido i la ruptura de la arteria pulmonar y á la formacion de la Uleu11fM& dilecan te de la aorta. " '

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06

94

de lo cuerpos fibro os. anatómicas de las partes blandas la rodilla en la pierna gambada de los afriobservadae; y es evidente que corresde 1 e artrltls r um,tica crónicl\11. . La de lacion de la pierna hácia afuera.en e8ta afee· cion, b.eue por r . ultado \ra~formar los antiguos movimiento d progresion po ftexion y extension ..alternativas en una serie de movimientos e semicircunduccion de la p~erna sobre el muslo de atraa a el nte, á pesar de que el cóndilo externo del fémur se deslice, de fuera adentro, obre la tuberosidad externa d la libia, a tando el ligamento cruzado contra la espinad este hu o 'y cortando el haz anterior y externo del ligamento citado. I. Grac as á esa deecomp0sicion de los movimientos operada en la r~Ula, se efectúa la progresion, no·ya á favor de 1 movimien de la pierna sobre el muslo, sino á favor de la ftexion y d la extension alternativas del muslo sobre la pélvis. _ XXXII. a. Iias lesiones anatómicas principa1e~ de la rodilla r ultan de e truformacion del mecanismo de los nuevos movitnieQtos verifiQ&dos en sus superficies. La mitad interna de 1 s superficies cticulares estará poco alterada, los cartilagos quedarán intactos; i la inversa, tc?<Ia la mitad externa de la coyuntura tibio-felboral habri perdido absolutamente sus cartí· lagos de incru tacion. X 11. 6.• De la . naturaleza de ·las les~ones artríticas y reumib.cas de la rodilla se puede, por medio de una fácil in- . _ duccion, admitir que las lesiones an~t<Smicu en el aparato car.ctiaco, ea etta rodill& de otro género y en los grandes vuoa son de la milma nduraleza re}lmitica. Semejante uimilacion entre lu anrltis y angiocarclkil num,tieu ea todavia macho mú legitima en lu per. , _ de color que , en la raza blanca, gn.eiu l la frecuencia ea de lu af'ecciones origin.a.. por los enfriamientos. · .XXXIV. El renma\ilmo articular crónico de lu peqaeftu

xxxrn.

arÚcul~ciones de los artejOIJ y la desviacion

hicia adentro de estos dedos, acompañamiento habitual de "pierna gam~da," h,a faltado_ aquí, porque Rosa era tambi«~n una excepciOn, por s~s Mbtto~ de abrigo y su vida sedertliaria en la casa, á lns c~tum?res d~ ~as otras peNonas que_ tr.bajaban en los campos y andaban stempre con loe piés desnudo!. •. ~V. ¿No· pudie~ estar uno autoriZado J?Bra a~ro'xiwar l~s tumores fibrosos deT útero á esos' dive~s productos patológtcos observ~dos, al re~~atismo de la rodilla, del corazo~ y-de los ~randes vasos, admtttendo que en eeta mujer de color .han debtdo desarrollarse -varias metritis mucosas é inte._¡ciales de donde han J1Bcido es~11 diversos exudados que mis tarde han llegado i ser túmores fibrosos del útero. ' ' · XXXVI: Las masas grasientas obser.vadas en loe in·t enticios de h>s cuerpos fibrosos antiguos, 'pudieran 8 r comparadas con las placas aterómato~as de la ·aorta y de la rteria pulmonar, sobte todo de las paredes d.el ventriculo acaso con la· trusformacion grasienta del tejido esponjos~ de os huesos que forman él esqueleto de la rodilla datlada. · ' XXXVII. Una palabra _dorrtna la vida·y la 1 ue.r~ . de Ro- · sa ~y y de toda la raza a.f ncana en Puerto Ric y en todd latt • Anttllns: esta palabra es Rl!lUJUTlBKO. 1

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· Ca~ tul't 1~. ,

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IDl'RI BL PIAN

BLAaOOS,

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6 suBAs DE'

1 LOS NltOBOS y

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sil'tLI• DI LO&

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Au_n no ·se ha hec;ho con claridad el diagnóstico diferencial del paa~ ~bubas) de los negros 'J¡ de la sUilis en Jos blancos; y d~grac1~amen~ el presente estudio no puedé preten4er ' la dicha de iluatrar mucho la naturaleza del pian en lt18 relacio-

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· Se p~ede tambien tomar por barinanitiliticas Íaa que en loe ni1los de color son produaidas por la falta de ~o, las irri\a·

nee con 1 aiflli de lo negro . Veamo , sin embargo, algunos heehoe útiles 6. este punto referentes: . Loa hombres de color tienen el pian, que aqui los cr101los Ql\· • d a. •• &.-- de cuyo n,gmbre se ha abu ado, llamlindose l .tocan V1MH, • • 1 bubas al pian, ¡\ la sifilis y á e 11 que no son' m lo uno m o otro. E una palabr que en boca de las gentes es .origen .de confU8iOn en Medicina. i los negros padec n el ptan, Y t1e- · neo adem la fi cultad de contraer la sUiJjs; be aqui por lo. mé• uda conciliacion de las do enfermedade obre un mtsmo _ 0011

ciones secretorias á menu~o , traumáticas: tales ~on las descamaciones de las n~g1111 mace~das por los liquid04 ~e las excreciones, hiégo deaecadas y despues frotadas sobre el J:>razo de la' nodriza ó éobre el' asiento: 'tales son asimismo las de los pu_iios ó muñecas y de las rodillas de los negros pái!Vulos que andan gateando. No todas las placas cobrizas son invisibles, pu las lesiones, de la sifilis dejan sobre la piel de los negros hue las más oscuras todavía que el tinte nor~al del aMcano de olor más s';l-

rreno. . 'fill · Ahora bieu, nada es tan comun como las afecciOnes s1 t~cas en loe hombrea de color, y escogeriamo el y~duro de P?tasto Y el mercurio ¡ nos viéramós reducido á e)egtr dos me,dlCamenpara a istJr al azar los ingenio de Puerto Rico y ?uba .. La affiJis contraída por uno de o obreros pue~e 11e~ considerada como uua falta eS 1m motivo de _die~ e pec1a~. ·::; Y la ffilia e oculta, la mayor piu d los accidentes pnmtttvos se pr tan al di imulo lo accidentes cundarios no son·claros so- . bre la piel de los n' gros, como lo són en la {le los bl~~cos, escapan á la ob ervacion, y el enfermo, á fuerza de habthdad para su$traerse á lo beneficios del tratamiento, lleg~ al perl~~ de las afecciones viscerale11, cuya naturaleu es desconoctda pot'qu'e sus primeras faces han pasado in~dye~tidas para el médico.i se nos dice siempre: en p_resencta de una persona de color, entre una afeccion crónica orgánica d:l cor11,zon, una afeccion subaguda ó crónica del higa?o, es p~ect!;!O apres~ra~s~ á llenar }a.indicacion' tácita, la que debe inspirar la sffihs dtsl· m~~

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.

La experiencia nos ha mo trado que ese ~a¡tido prevto es siempre sin inconveniente y útil en una multitud de casos en que la indicacion éra in'9erosimil. Sin ~mbargo, sólo la roseola sé' ha sustraído h~ta ahora i\ nuestro estudio. El color rosado desaparece debaJO del negro; mas no sucede lo mismo co~ las descamaciones epiteliales, cuya harina blanca exagera en evidencia sobre el fondo oscuro de loe segamentoe.

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Las placas' mucosas abun~ab en los negros y se disimulan más difieilmente que muchas manifestaciones de_ia mismo. causa:-su matiz es más .oscuro q¡ e eni los blancos; áun es preciso notar· que la circunferenqia_'de dichas placa en aqu~llos está casi siempre circunscrita por una zona.blanc que separa la placa m oscul'a de la piel in~rmal más clara: Las manifestaciones e~cam sas cunden en la sí lis, tanto co: mo son raras en el dominio d~ los dartros entre lo ·negros. . El índividuo afectado ae mal de Pott, que en, otra ocasion belOQS estudiado para ptobar la rareza del raquiti.smo, tenÍ$ un psoriásis traumático. Jamas so rP. ·las rodill s hewo~ visto el psoriásis dnrtroso con suJ escamas 'brill~nte ; y la misu¡n reserva debewo~ hacer respecto al aifi.Htico'por no aberse ofrecido á nuestras investigaciones. . . La forma húmeda Oe las WfDUestaciones , sifilíticas par~ce wá$ cot;mri' que la forma seca eil.la raza que exa~inamos. El eczema es muy comun, asi coold el impétigo. Se ven negros y negras cubiertos, sobre todo al nivel de los pliegu articulares, de una capa amarillenta semisólida, semiflúida, se~ejante á gotas de miel confluentes, espe~as, elevadas, amarill~ primero y muy pronto oscuras, con un tinte sucio pardo y moreno. Se ha vida una mujer de color (muida), coti semejan¡te manifestacion venérea, curar sin tratamiento, porque la coincidencia de un embarazo imponía temores , El nifio que paci6, dé idéntico·

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'color, no preeentaba v tigioe de la infeccion de que debía estar tundo. La rupia y el éctima son las manifestaciones ven~reas m''l comunea en loe hombr s de color, ya bajo forma confluente, ya 6 menudo bajo la discreta..- Cuando esos granoe se curan, queda una placa negra en e .tremo o cura. · Las otrae lesiones con cidas ·no dan cicatrices curadas con un· tinte tan negro en el ' tio qu~ ocupaoon. Los vejigatorios, 1 m~s de Milan dejan matices oscuros sobre la piél de.los ' hombree de color, mae no e acercan é las que dejan en suba e la rupias y los éctima . El pénfigo precede algunas vece al impétigo, ó bien J.. la vez · se encuentra el pénfigo sifilítico sobre las regiones exteriores de p'elfina, coltlo obre el ro· tro, y el impétigo sobre las re· gíones de piel gruesa, como la cara externa de los miembros. · Lasco tra , que algunas veces cubren la superficie de esas m nife taciones liquidas, simulan por sus ádherencias los producto' córneo . . Esto se de arrollan las más de las ocasiones en las planta~ de loe pié& y en )IUI palmas de las manos. . · En estas dos regiónes nacen Á menudo productos de diverso origen, los uno verdaderamente sifilí~icoe, los otros completamente independientes de toda infeccion de ese género, pero produCidas únicatnente por las contusionee repetidas de la piel apretada contra planos r i te~tes. El clavo de bubas e unn lesion de la planta del pié de este g'nero; llev el nombre de una afec~ion e peciñca y puede ya justificar esta acusacion, ya ser completamente inocente. La forma de clavos de buba , que hemos obserVado en los negroe, jam ha merecido semejante califica~ion si111itica, ni por u ..caractér , ni por la naturaleza del método curativo que es útil o.vonerles. · _ _ afecciones veooreas de loe hue801 abundan en dicha raza; y mucb oáries y ulceraciones de los huesOs atribuidas á la lepra, no han sido sino gomas aifillti~, curadas despues con el yoduro de po io.

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Láa periostitis y las exuberancias óseas que oogendran son muy frecuentes, aeí como los condilomas de todas las regiones 1 , • \ membranoeas, vasculares y fibrosas. Una exóetosis sifilitica del volúmeq de un nuevo de pavo ' fué obeetva_da ton una mujer de sangre mestiza en la ciudad de AAaaco, segun los documentos. que nos facilitó el Dr. García . . ,Esta mujer, que nos pareció .planea, fué á consultar nueatro . colega cuando ya él tumor, ~ituado sobr.e la cata anterior de lae.vórtebras cervicales, empujaba hácia adela~ el veJo del paladar, oblllruía 1~ vías aére~ y digestivas~ ah~gaba durante la noche, daba una disfagia tal de dia, que los líquidos saHan por la nl).riz y los sólidos por lo. boca, y el pan mascado no pa · · saba al eeófit:go. En ménos de un mes de8aparecieron todos los accídentes, y- el tumor adquir~ó las dimensiones e la mitad de un huevo pequefto de gallina,gra:Cias al yoduro de potasio en alta dósis (8 gramos para 200 de agu·a.) E ta mujer no ·preeentaba ganglios cervicafe posleriore11, ó bien apénas eran apreciables. Es el momento de repetir, respecto de· !os ne remos en el estudio de la adenia de Oliventia, de glándulas cervicales y axilares hipertrofiad , y del negro criollo de San. José, ptovi~to de infu.l'tos ga~glio ·ares inguinales:-Loe hombres de color ofrec en sns en rmedades en genetal, "'/ ea la sífilis en particular, pocas manlfé taciones ganglionares cervicales.-Hablamos -de loe Ílegros uros, pues la misma observaoion pierde su ~igor á 'medida qu se aproxima uno á los de sangTe mezclada yecinos de la ~aza lanca. , ~ Para mejor estudiar los catahéres düerenciale entre la sífi,li.s de loe blancos y laa bubas de Jos hombrea d eolor, hemos tomado l11 doe enfermedades en una de sus nifeataciones adlogas. Ht!mos tomado la sífilis crónica planta deJos primeros y una manifeetaciC?n tambien crónica 6 igual ~nte eacamo~ en loe 111g11ndos.; y lu ponemos en· paralelo sigue:

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101

100

!Apta, criollo blanco, <k CWJrenta afio .

. l. ífili .plantar. 2. Produccion cól'n as piteli le . . .Anlecedentu: ac id n\e ve néreo hace cuatro m

4. Alitnto: en 1 pi

mano.

5. Pr 'ncipio: ace 4 atlo .

. .Dir«JCion de 1 productos, que en loa dos s on epidérmicot:-p ralelos al plano de lo gumeñto .

7.

&pcr~-4ie

estos elemen·

\al: se hace con butante fa-

cilidad por exfoliacion parcial. . 8. ~: en loe pié , éobte loe pan toe de frotamiento, aobre los pliegues articuW.. En 1u m sobré la emiDenoia que corrn-

· ponde á la Hnea de loe tendones ftexores.

'mona et•iolla negra, de diez y ocJw allos.

9. Oircunjerencia. 1418 placas tienen ~rdes libr~s, dehiscentes, pudiéndo sépararse .artificialmente y despegain. dose por sí mismos de la pje) que ha permanecido san~. ¡o. .Estado genertJl: enflaquecimientq, aunqué sometido al jOduro d potasio. 11. Gldrniulas . cervicales pos. teriores: infartadas. 12. Cabellos tflénos numerosos.

l. Ejemplo <le pian (bubas.) 2. Produc()ionés epidérmicas.

a. Jmpo ibles

de comprobar;

1 contrario, vida en comnn con otras negras qqe tienen el pian. 4. Localizacion _muy persistente en un. olo punto, el antebrazo, en donde la piel estaba adelgazada por una ci catriz antigua. 5. En la infancia. Curacion y recaída; la última hace seis , meses. 6. Perpendiculares al plano de. 1 tegumentos. Se parecen á una verruga que. primero ha ocupado "to. da la ·cicatriz, y reducida despuell poco ai posro por el yoduro. 7. Se hace diflcilmente por ruptura, 6 por el nio y deegaste de la cara libré. .

8. Placa : primero utension lenticular, deepuee progresos ripidoe: en doe me&e8 . ocupa toda-la uteaaion de una cicatriz antigua ipal 4

13. Líquidos excretados: ninguno.

1

la mitad del Despues reducida ' las OJ'Illlenlsiones de nn ~· 9. La costra esti compue ta de elementos priJm'ticos cuya cil'cunferenci se hall como encajada en la base, en el espesor de la piel veciba ..

10. qordura, ta vez á causa del yoduro. 1

111. No hay tal e sa. 12. Ninguna alo ni ge~eral ni local. 13. Algunas V~ s, en la cir- ·. conferencia e las placas, 1 flujo sanioso a mentado por las quem~du·r s practicadas. ' En otro tiem un abceso al rededor de la placa. lit. Simona es* secuestrada en. un lug r a alado, separada del resto los trabajadores: Se con idera su 1\fec~c ion como m y contagiosa, '-Aun bajo esta forma ~A menudo tocado á esta mujer. · n eo,ftrmar esa exageract o. · 15. La forma seóa de llas bobas no impide su eontagioeidad.

o

U. Contagio: ninguno. •

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r.emoe

.15. La eiftlia se 'trasmite por sua manifee&acionee húme· du aolamente. 16. I. á6liJ neceei&a el con~

\lck).

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.

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102

108

Ú. H.,..W,.- Upez pi nsa 17. o ea admilible la berenque debe recb,.zane toda cia. Contagio recibido. id de b rencill.

cunscrita, como la de nna sien ¡-el tumor, prim~ro eeail, .apénu visible, alcanza bien pronto el volumen de un chícharo, luego de un grano de maiz y deepuet el de un limon grande. Los unos son ,pediculados, graeias l. sus progred que parecen enuclearlos y sel?ararlos ,de la piel; Jos otros, por el contrario, se sumergen debajo de la piel y parEl\:en 'pediculiz&rse en eentido opuesto, es decir, tienden á hacerse subcu~neos, independiente!! del dérmis, móviles y como enucleables por un sola incision lineal de la piel que los cubre. Su color es el del dérmis, eu consi!tencia es e ástica, su dureza y sen ibilidad constantes; y si una ligera u]c racion cubre su vértice, es. ~~ un mecanismo de frotamiento y no á ~onee-­ cuencia de una evoluoion espont4nea. Los p;boe son raros, . j ~ pero normalee,eobre loe tegumentos al~rados,,los 10lículos sebá· · ceos abren algtlnas veces sus boca* r'egras obli das, en for- . ma de puntos, así en los alrededores de lo11 'peq fios turéores como encima de ellos, pero sin que lae glltndulás. eebéeeas parezcan en nada constituir el tumor no ofrece te un centro umbilicado, ni hay materia filiforme y como pAsa a en el ]ami· nador por la presion. Los individuos son gener~lmente1 anémicos. L · d'os hombres . presentaban una complicacit>n análoga: un9 {a una l~xa­ eion del pié hácia adf>ntro, el otr::o una separaoio · del radio. y la artieulacion, y al nivel de esta• 8eformidad. u 'a hipertrofia · l · , notable de la piel. El mal. parece incurable, niogun rt)medio ha<l desaparecer los tumores:' ee 'preciso exti;parlo¡. Hemos operado y se ha • operado 'cierta enfenna de Pone~,\ quien se le_¡quitaron más de ciento de eeos tumores. · Las heridas se cicairjjEan bien y la inoisio~ ee ?Nenta. El c?rte' del tumor es fib~cartilaginoeo y rechma ligenntente · b11 el escalpelo.-<Mlulae y flt»>as de tejido conectivo: ta]ee son Jos · elcrdenCoe que rewla el 'bticros· copio.-IA inocoea deJa lengua ha .presentado u~a ves lVI' pa·

papltulo V. EauPCio o• "011oa. LanrOULAus Y PISIPOJUIE, OUT.unaoe y sUB- · .UfKOS, GDUALIUDOS Y OONl'LU&NTES¡ AOOJIPAib.DA DI LUXA0101'1. Dll CI.IIU.ü D:TUJIJDADBB.

Jie aqu( una enfermedad de la .que poaeem~ eiete obeerva·ion , cioco en individuos del xo femenino y dos en bombr : de las mujeres, una era blanca, dos de color y dos negra . En niogun autor hemos visto setlaladóé estos· hechos 'y hn ménos deecritios:· Íuplicamos, pues, á nuestros' comprofesorea que · irvao darnoe eu opinion acerca de la naturaleza de ell , 'para il\llkar la patologia compara6a de las dos 'razas en cu o&o al i tema tegumentario. .En todos los caeos .Ja piel es ' · atacad11 de una fuerte hipertrofia' general, parece haberse pues&o det ei.do ancha, tanto que en fas man~ se diría que los 'su. llevan guo&ea der.na iado anchos.la cabeza hastA los piés, pero con ménos frecuencia n lu pu1ee cu.bier&u, y con más abundancia en las regiones ,ez~l!ll&l.a oom-.n enWI 'las variaciones atmosféricas,-en el I'OIU'o, huta en el c:nero cabelludo, en la nuca, el pecho, laa loe ao&ebruoe, 1 · piernas etc., ee obeervan peq11efios &a cayo oris- eube en general ' la infancia, euyo cuno en el vohimen y número ea progresivo, y cuyo Miento pll'eee. . .el dénnia y dependenciu. Al priacipio UBa leateja, lueso ciento, deepaea mil aacen y crecen en una extena cir-

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10.

106

Capitulo VI. Co.J>.UU

OANOUONARES LUIJ'ATJ008 Klf

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la extrema facilidad, á menudo Qbservada, d~ la manifes ci exterior y rápida de los infarto~ gangl~onares de las r gionee inguinales por el trauma~ismo ó lot parásitos nigllas) en lo negro de sangre pura; y el contrario, sobre u reeiatenci &itual y característica á las manifestaciones exteriores ó pr0i11ndas de los iufarios ganglionares crónicos de 1 regiones su riores (cuello, axila), ya por el traumatismo, ya r diátetis . iialemoe, n seguida, la di po icion inversa de los blabcos . y de los de sugre mezclada, y 1!> facilidad en ellos y la frfL cuencia bien arcada de infartos linfáticos ganglionares de las partes superio e por diáwsis ó traumatismo; a~i como la ~reza . en loe miamoe de las manifestaciones de la misma causa cuan- · do se dirigen aparato gangliónico inguinal. Tal ee la fórmula que encierra un largo capítulo q-.e pudiér&mGI detallar sobre la Patología comparada; peroJos pormeno~ perjudicarían á la claridad del pensamiento, fundado en una obeervacion á menudo repetida. No es todavía una ley que querallJ08 sentar y sostener á cualquier. precio; es el fruto de inveatigaci~E!s cuyo algnificado nOÍI aorpreode á nosotros miamOIJ. No 4ebewos 9lvidar, en efecto, que en el estudio de una pidemia ue, bajo l• forma de anasarca, diezmaba loe negroa de loe in&~mios de Cárdenas y otros depanamen&oe de la itla de Cube,aoe llamaM .la atencion el desarrollo general del aia&ema g&Dgli~nar exterior y esplánnico, huta el puoto de parecernoslegfkao agregar i lu otras cali.fi.cacianea de la enferme;dad la de~- (1) Eeto es cierto tambien en el cuo

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(1) V............ &. U, ..... -711113·

por

de lOs irifartoe inguiulea de loe negroe: no trata, i decir verdad; de una enfermedad, sino de una afecciqn. Un golpe lastima el pi~ de un blane<! y causa en !SI una b~' da, ein que ·ocurra la adenitis: en circunstanciaa idénti9111 no eecapati de 'ella un negro: he aquí nuestra tésia; 1108tiene una v ~Itera aptitud traumttica ·de los negros, una idiosincrasia 8a;«Jionar, 1alea que no podrfan ellos sustraene tan fácilmente como loi blancos á iu.resultas de las sol11ciont>s de continuidad de~os tegumentos. Es como una aent~ibilidad especial de loe idoe gangliocomun con narea de los negros, senaibilidad que nada tiene la diátetia eacrof1,1losa; y-esto es tan cierto qu puede, esta vez, afirmane oaadamente, cotrlo se baria con un ley, que la escrdjula ,u·ioti africanos gue produce el mMilo :gO'I"io, COil .prominencia y _tuberculizacion de las glándulu de ticha regi.on, ea cosa muy rqra. El n~gro se vuelve hidrópico ~tee de Hegar á la dege,neracion tuberculosa·ó aolameote Morofuloea de Jos ganglios cervicales. No sut ooerá lo miamo ·c6n el blanco. o suma, estos dos hechos tan opuestos son conciables en el miemo wujetó; hay tejidos qúe tJo' resisten al traum tiamo Y. que resisten A las afecciones ~neraies: es todo lo que emos querido qemostrar respecto de las ganglios linfáticos en l.os- hombres de color. . , _ Citemos un ejemplo de las diferenci que sepa ·n- 1~ afecciones glandulares linfáticas, adenopatía mguinal los negrós, ' cervical de los blancos. ·, 1? Blanco criollo. 2? Olivent.ia Luis, 20 aftas. 3? Natural de Hormigueros,

1? Negro criollo. 21.,Francisco' Faj o, 12 aftos: 3? Nacido en el genio San José (Hormigo os.) (Mayagftez.) •? Hinchazon glandular de los ~? Hinchuon glndulat lingangl,iOI parOtideos, cervi- . fátf'ea inguinal. cales y uil11es. 5? Reridtlll de lee pi~ y de las 5? Heridas de loa perO tambi~ ftiiii'IMOIIR piemui Nigau aotiguu, ain , manat y de desarrollo de bincbazon glan1


·108

dwar linfática ~n laa ingles.

6? Ia&egridad de las g1á~dulas · 4e 1M inglea. Adenia: Diá~ linfá&.ica evidente. r? Herman01 m uertós de · la miama enfermedad. 8? u cau, de madera y hojas de palma (yagua ) , está i tuada al pié de kes colinaa y rod a de un platanal. 9? Régimen mty malo. 10. Poca vulnerabilidad de u · tema glan¡]ular inguinal al traumatis o.

·.

107

ningun desarrollo · conaecutivo de las glándulas del cuello y de la uila como en el blanco. 6? Integridad de laa glándulaá del cuello. No hay apariencias de la menor diátesia. 7~ Buena salud en su familia. 8?.Vive en el ingenio, y es muy bien ntendido.

9~ Buen régimen . . 10. Vulnerabilidad muy mar, cada de su uparato glanqular al traumatismo, hasta el punto que puede reconocer· se en eso (en cotE1jo con la indiferencia ·de las glándu· las del blanco) una verda-· dera · idioeincrasia inguinal traumá.ti~a glandular. '

z== = · 1

Capitulo Vfl: IJrvamo~CJO 18 A.CDOA. DB LA. .A.T80.FU Y DE LA. IDPDTB;OriA BAJO BL ,

PUn'O Dll Vlirr.l Dll LA. a.DA..KTLUIJS DEL ESOBOTO.-()SQOBOIOKÍA.,

.

.

.

lJITIOOOocto•.-Un mal que los enfermos ocuhan con pesar y que el médico debe descubrir, arrostrando ~odas laa suaceptibi. b~e1 oticie•úJicas '1 an~ihumanitariaa;-que no se conoce·

tod.vía. ~ien, porque loe enfermos rechazan el ex me_p hasta el momento en que se ha hecho la evidencia, quedando inutiliza· da la te~plsutica,-merecía sin duda los esfuerzos que han en· caminad() nuestros estudios. Con .~na gran sati~ccion_ se llega á manjf~tar la cQnviccion de. que la osqueot() ía, esto es, la abla.cion del escroto afectado de ·elefantiúis, es u a de lu más bellu conquistas de Já Cirugía moderna: es un beneflcio para los. enfe!U'os, que deben entregarse ' elJa con cotfianq, y un deber para los cirujanos, encargado-s de reempl~ la falta de resultados de la Medicina interna, aconsejando con audacia ls imponiendo con seguridad la osqueotomia. · La designacion de "elefantiásis del escroto" ~s incompleta, pues las más de las veces existe una elefantiásis t ticular contemporánea y'paralela con la de las bolsu, y h anterior á ta, porque las glándulas han tomado ya un vol 1 en doble y triple de sus dimensiones normales cuando apénas se marca él engrosamiento del escroto. Las glándulas nQ o recen, como el escrotd, el exantema elefantiásico que presi.d e su desarrqllo, y el mismo· escroto carece mucho más á me udo de este exantema que las piernas de las Barbadasf que no \x>drlan per· mnnecer mucho más de un m;s_ sin sor el asiento e un nuévo tra'bajo inflamatorio tegumentapo. La ·elefantiási parece una multiplicacion lujuriante de las fuerzas de 'asi facion y de produccion; pero no es en el fondo sin na pru a de la pobreza en la nutricion. Esos tumores tan vol,umin sos son, como los bocios, los resultados d& una caquexia e ecial que á mt>nudo va acompatlada de uqaflehre elejantid8ica muy distiQ· ta de la que se observa en la pire'(ia exaritematQsa porque es~a fieb~ puede emtir aislada de t~ ·exantema, de toda rubtcundez en la piel. La pretendida hipertrofia , lla~ada elefantiás s es~, por el contrario, mucho más cereal de la átrofia, que ~ece su an· tagoniata, que de cualquier ottó·estado pato16gico de} organis· mo: Ambas· nacen por un trastorno en la nutricio y especial· mente en la inervaoion; ámblls·parten de una fu nte comun, ocupando un lugar eleyado en los misterios de la ~da; pero e.

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ta elevacion milma del punto de partida en Ja atrofia é hipertrofia, fAvorece mej,or ra divergencia de su curao. La seccion eJe un filete nervioao da Ja atrofia i toda una region muscular 'en qae no in6a1a sino i distancia y por anaatomóiis. La · anemia, que coaduce ' la an-ulacion de Ju funci.ones de inernoion, Ueft el organismo i 108 esplendores engafioaoa d~ una obelidad mucho m¡¡ digna· del nombre de a.tro6a. Elefantiisit ó t.rOfia, ee decir, mollltrUosídades adquiridas ·con Ja mileria ó comu1Ucad• durante )a vida fetal, 'gracias á la · pobreza patoMfPca de una madre ó de una familia, que han reci.b ido una herencia de escrófula, de reu!,Jlatismo, de sífilis ó de cincer; la expt'81ion de esa pJéyade etiológica hereditaria es para el huevo la avo1la, fellpecto del cual no difiere de la atrofia comun propeaiva deJidulto; porque el huevo humano es UD sér ya oozqpteto en el momento de la concepcion, y desde ese momento patee, en potencia, sus miembros todavía ausentes, como -el aiAq ya Dacido poaee su talla de adulto, que nada puede quitarle ·abeolotamente. Las palabrás ddencion de de8arrollo del huevo ocultan un pensamiento equivocado, y la palabra atro.1"' es ~mbien ¡ara él, cqn más exactitud, la e1presion de una · P'rdida IUfrida, y no de una ganancia que ha faltado. . Una de 1u cauau de Ju monstrnoeida~es atróficas é mpert.ró&U ea~ aclimatacion, y miéntras más siente un extranjero el iDBÚjo de la nueva zona climat.é rica que le domina, miéntraa. mú pierde de m riqueza orgánica de europeo, más se aproxi: ma ' lu CO!ldiciones que favorecen ó ~gendran la eJefantiásia. Al lado del poder extenlJaute del clima. se colocan las condiciones delfavorablea del cruzamiento de lae razas, de la mezcla , de lu eaogree; el negro ae une al blanco en todos loa gradoa, lu eaogree ae mezclan en todas las dóei,e, y el efecto negativo del cruamient.o,tao ú\il entre individuos de la misma raza pura, va ' parar en lu Antilta:s i las monstruosidades hipertróficu. Loe hijoe é hiju de hermanos lié unen aqui por todas pu1ee; y por eao abundan en donde quiera la atrofia, el idio- . &iluao, la eordera, la mudez Y. la elefanliasis. Nuestro arte no pGIII tliiCnto de borrar, OOD UD 10lo J'U80 de 111 medicacion,

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los hechos consumados; pero puede detener, y uqo~oua•~ to cada dia, los hechos que ae pt:eparan y !un que e1tanl en vía de cumplil'f!e: lo que la medica~ion no ó i~pedir, la cir~gfa lo bQrra, y la oaqueo.tomfa. .co~n.tea éxitos completoa, !'in recidivaa, ó incompletos pero con re- . cidivaa leJJtaa y'justificándo la operacioo, para t¡ue. ésta uede. entre lobná.a belloaarranqu¡ea de audacia de la e· y de los cirujanos de Francia. · ~ ColfBIDIWCJOIUB Gi1Nb4LI8.-.Fdcies de la elejant . . ,¡,z -Cada afeccioa general, localizad4 de largo tie o atraa~ajo forma de tum?r, imprime á la e onomia una fácie ·especial. He aquí un ind~viduo que puede ser conaiderado colno el ti de eaa fisonomla elefantiásica dependiente de loa ttmores d eaci:oto.: ea· 4-lejandro Maldonado~ de 40 añoa d~ ed&d y oficio tonelero; llev entre los muslos un tumor elefa tuwco deJ ~ 1 croto, cuya cir~unfur,ncia, de 11\ irigle ~erecb~ i la izqwer,dl\, cuenta 0,97 centimetros,-y la circunferencia ato-posterior, del púbis a~ ano, mide 0,8~ centí~etroa; el tu· or desci~nde hasta deblljO de las rQdillaa; los testículos no lle an . á toc~e, pero se aienten los cordones esRermáticoa un p~o por deJ>ajo del ptlbis, h~,'ia la parte posteripr. El' canal dtt a -uretra katá completa!Ílente oculto; la pi-el d,~l pene, tirada há ia abajo, ¡forIDIL una bolsa (Dr. Bétauces) en que p manece depoeit&dps loa líquidos· cada vez que el sujeto orina, v,iéjose obli~do despues de eate acto á hacer una compreaio .sob e los lados y por delante para termina-r el cu so de los orín hácia afdera. -~péoaa puede marchar, esta e~nuado, un $somnio conti-. nuo le priva del descanso durantJ. las noches; 1 peao del .tumor le despierta cada vez que ae_queda · amodo do .Y catnbia de posicion. La vida del pobre enférmo ea u~ sup1icip conata!lte, del que más tard~ se verá libre, gracias i lá osqu.Otomía practicad& con felicidnd por el Dr. Bétancu de Ja Faenltad de

escroto.

París. Antes de la opera.cion, la flaqueza del paciente, llevada ·hu- , · ta el m,arasmo en algunos indiwduoa, el aboy~entq de }a cara en o&roa, co~o en M. Arrocho, son dos de un ~

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· ~o análogo de 1 nutricion; la expresion de las facciones

tten el eeUo d la tristeza ; la cabeza se inclina como los hombroe hicia adel nte, para abandonar de léjos, al tumor 1 . roto, una parte . de los tegumentos del vientre, y para apartar el tumor de un contacto inmediato con la cara anterim de loe ma loe. El vieñtre ha conservado una elevacion Datural e~ opoeicio~ al vac~e dejado en eata region por esas enormee hermas, esas enterO-epiploceles que desalojan el vientre con provecho de laa bolsas y simulan baetante fielmente la elefantiúie del eacroto.-,-La marcha de estos hombres desde la mayor distancia á que ·s e les distingue, es bien carac~rlstica: se. ~tde~ntan .lentamente, con las piernas separadas, como hacen tnrihdoe atacados de una doble luxacion de los muslos· todoe prefieren 1 po lCIOD sentada que les aliviá, otros esta~ eonden dos á llevar su tumor en una carretilla como cierto 1uj to de ntómas; les gusta el deoúbito lat&r;l derecho sobre todo y si se' eonen rápidamente sobre sus piernas, exp~ri­ meJltan un mal~tar independiente _del peso del tumor, pero que pUedé refenrse á la trama vascular que lo compone. ·Estoe ~nómenas cefálicos pudieran estar ligados ~ la capJcidad de.d1chos voeos, que de. repente quita á la ci~cttlacion general una g_ran cantidad del estimulante de lo1 órganos; de donde la neeen~~ de los apatatoe de compresion aplicad<>! sobre el tumor Y,s pendidos á los hombros y al cuello cuando el indivi' . duo anda. · ' · Ene e~njun~ de caractéres b~sta,- por· sí solo, para .reconocer e léJOII Y fiJO exámen directo la :Verdadera naturaleza del

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l. .&ol.cion de la ek.fantiw tÚ loa órganoa genitales ea:ter-· noe.-1. La Cirugía francesa reélama con justicill una gran parte en la opetacion de la C?Variotomía y en sus buenos resul~oe: á m lado viene .l. col~e la oequeotomía por la seme-JIIlza en l01 aparatos afectos, por -sus peligroe, sus éxitos felieee Y la pañe tan favorable que en ella reclaman tambien la Francia y loe dacfpuloe que ha formado. La · la de Puerto Rieo un foco fecundo de elefantiAsis:

e~ otro tiempo los casos eran más raros: ¿deberá eata progresion del mal á la inmigracion en la Isla de ~01 habitan&ea de países vecinos, 6 bien á aoalogias poco á poco t~stablecida•, en sil~ncio, entre climas hasta entónccs diferentea, gracia• á su patología e~pecial? . 2. Las afecciones de lQB órganos genitales s ternOll abundan en las montañas co'mo en las ciudades de P erto Rico: se distinguen sobre todo por la solidaridad de sueles ones, aunque sean muy ~rentes por el sitio anatómico en lae glándulas seminales y en los tegumentos, ó por su forma lfqui a (hidrocele) y sólida (hipertrofia, elefantiásis.) La elefantiásis del escroto se acompatla -casi si mpre de derriUDe de serosi~~d en la cavidad serosá' que env el ve las glándulas y facilita sus deslizamientos; de suerte que participando cada membmna del trabajo morboso, expresa á a manera la influencia de u~ estado ·patológico; lá piel mult plica sus productos epidérmicos secos (pelos); y. la serosa mult plica sus productos líquidos. 3. · Las fuentes en qu~ toman las· envolturas las.glándulaslos eleme tos de su nu ricion, son muy distin s por su distribucion y taro bien por s punto de partida; he bo. que autorizada á. pensar qu'e el asi nt~ de la lesion que p side á la ele~ fantiási~ del escroto, y,-~ )~ ·vez, á la hipe!.trofi~ : e laa '¡lá~u- . las, res1de, no en Jos· tE-JidOs que babia . adt¡u1io qna·nueva cualidad m01:boea, inheren~e ~ su estr~c~ura,, sin en la region genital, en todo~;~ los elementos anatómicos de q se compone y que opedecen.al propio tiempo lttlf leyes p¡at.oló icas de la dBclividad~ · . \ · , ~ Las arterias, los filetes nt:rviososlienen inú,ilmtnte un origen d~erente para las glán}iulas y sus túnicas pl'utec rau, pues termman en. una milfma region decliv~. Eu vano son loe t.e•tea de la naturaleza .de las glándulas y ·sus cubiertas de la nJuraleza elemental de las membranas; unos y otra vaf4 á participar · de una hipertl'otia anaUoga, aunque en grad01 difetentes. .Para demoetrar mejor que ÚJ rkclividad rtiu ~ la etiolo. gla ocasional de la afeccion, más seguramente que la eatrucL~·

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~ 4e loe idos, basta haeer notar la misma tendencia á la elefantiúie en todas lu regiones pendientes de un mismo iodivi-

dao, que ofrece un alargamiento del lóbulo de la oreja á la par que d~l etcroto. .' E toe beohoe rebajan la elefantiá.sis del escroto á la clade las afeeeionee mecán1c y le harían perder muchos de 1111 derechos á en reputacion de enfermedad dia~sica especial. o debiera objebme que .el aumento de vol6men de laa glAn· dnl inales no es ineeparable de la el fantiésis del escroto. bipertroña debe.considerar 'corno siendo ciertamente la regla, p las excepciones se hallan. ien compen adas por esrto, c~ya respon bilidad asumimo , y es que en nuestrllll in tigaciones sobre el p ríodo iuicial de la elefantiáaie, hemoe encontrado más de una ve7; la hinchazon de los testículos mucho mb avanzada que la lesion paralela del e croto. Una membrana. inflamada pu de determinar, cualquiera que ._ exigüidad de su esp&~or, la hipertrofia de un órgano voluminoso: tal es el papel de la endo(>erdicardítis en la evolucion de lu hipertrofias del corazon, y, ~s más fácil de creer, e~;~ le patogenia de la elefi ntiá is, en la influencia de la inBamacioo d loe tesdculos Qn el desarrollo hipertrófico de las envo)tnru de eetu glándulas. 6. . La hipenroila de lo elementos d 1 cordon estA asociad inyari blemente A la de las glándulas, puesto que han p&l1icipado del mismo trabajo ubinfiamatÓrio ó francamen· te tlegmúico de ellas; y áun c~ando tuesén indiferentes IÍ tado del órganp que depende d~ su integridad· funcional, no padrian serlo á las tracciones ejercidas obre el cordon por la glindala hipertrofiada ó por el hidrocele que la rodea, penoaaecjcmdo aquella con eu volúmen normal. La presion y la constante solicitacion de loe elementos de un tejido por un peso exagera~o, no. pueden ménoa de deepertar en M, ' la larga, un trabajo semejante de nutricion exagerada que Yieoe' comple&ar lu condiciones nacidas de la decliVidad. · Bl miento de loa cordones no es sólo una realizacion de tOda la facul&ad que poeeen sus ñbru de eetil'l.11e sin rom-

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perse; si fuera á creerse en esta expUcacion, di8mi1áui.rfa metro del cilindro forma,do por el espes~r del cu1Juu.cw te y muy por el contrario, él e&libre y la d~cto aumlmtan con su elongacion. 6. El condncto deferente hasta debe de calihre y de espesor cuando ha pennanegido id.éntico ~1 de .las glándulas, porque su peso no es necesario pata q~ ID tracc1on se 'ejerza con mayor fuerza sobre el. cordo·n: ~envolturas · de los testículos los arrastran en su alargam1e to,! para. hallar una excepcion de esta ley, seria forzoso. ene trnt tamb1en .un caso de persistencia del canal_seroso pm:toneal_dutante la VJda intrauterina. En esta sola Clrcunstanc~a puchera la glándula r i tirse á ób ecer al pe o de sus cubiertas, aloj!odose en las cavidades anómalas de su conducto seroso erlistente, que . . . s guirfa solo E;l movimie.nto dE' dE>scen o. : Para escapar del de censo impuesto á su h b1t al sJtuac1on por el de arrollo del e croto, la única latitud ej ~a A 1~ glándula se mide por la elasticidad del cordou la ustanCJa que lo se.para de u 1 contacto exacto con .el segme to nperior de la ero a voginat, ó por el limite de elasticidad e sta membra· na: por otra parte, el cordon engruesa por s sicion, inde· pendientemente de los tracciones. 7. La expo 1cion de éste mecanismo del ~sceoso de la glándula toes de e rca á la teoría de )a · fonnac olt de ·ciertas variedades por lo ménos de hidroceles que acomp ñan ·' ~a elefantiáeis del escroto y tambien de ciertos tumore~ hermanos,. La elongacion del cordon no puede operarse s1 _qu~ las mt• mas venas espermáticas sean ala:st_das y,. ~r con 1gme~te, CO• 1110 estrechada Esta disminucion provtslonal d l 1C!lhbre de dic~as venM, ser' seguida más tarde de una dilata iol) varicoea con frecuencia observada; pero, ~? ambos casos, necesariametlte en esas venas obst¡tculos para la en retorno, y la hid;ocele se formará iambi~~ ·de necesidad. 8, Si liL elóngacion no produjeee e~te jlfstiBcar et 'orfgen de esa hidrocele mec:ániéa y á la circulacion en retorno, la compresion delséillll'ent:o

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direc mente, del segmento auperior del cordon indirectaruen-

. te contra las paredee del conducto inguinal y sobre todo contra loe hacea fibrosós que componen el pilar externo é inferior del orificio inguinal xterno. • .9. áa '-rde es el pilar, e el mismo conduck> inguinal el que cederi bajo la pre ion del cordoo, y del miamo mecanismo nacerá la hernia pa iva ó ccundaria de 1 elefantiáais; hernia posible pero no nece ria, puesto que us causas tienen una fuerza variable como' la edad y el grado de la lesion que las pone en juego. • !Jil hidrocele, eu .la elefantiá iil del e croto, ofrece pue11 diverau variedad e ; y el ' mi mo derrame en la túnica vaginal puede ser la re ohante de cau a suce ivamente distintae: la hidrocele podr , en us diferentes períodos, reivindicar sucesivamente 1 vez uua ·explicacion 1? mecAnica ó por hipercrinia; 2? por inílam cion. i &a.mbien el volúmen de la glándula esta léjos de poder explicarse siempre por la misma cnusa: turgencia del epididi- · mo por obstaculo á la circulacion en retorno¡ hipertrofia erdadera; flegmasía aguda ó crónica, 'antigua ó reciente. 10. La hipertrofia ea de todas las lesiones del t.flaticulo la que más á menudo c.oincide con la elefantiási.s del eacroto:"puede verse en ciertos sujeto (Burgos) que las dos glándulas semin.al han adquirido el tamaJio de un huevo de pavo cuando lu,env.olturas son apénas uficiente, á pesar de su hipertrofia ligera pero evidente, para cubrir el volúmen anormal de la11 dos gliuadulas. · · · En casos semejantes no debe fordtulane la naturaleza de la afeccion,. diciendo: "erisipela del etcroto, con hipertrofia de las gltndulaa seruinaleta," ino "elefantiáais de lu glándulas seminal con hipertrofia sec11ndaria del escroto."-Eataa glándulaa llegan tener muy pronto un g~n volúmeo; en tres meses 1 ve triplicar de tamafio. 11. i ~~e. buscan los Írastornoe gentU'alee que han inaugurado modificaciouee glandulare•, se epcuentraa loe de las ~bree contwuaa ó eeudo-iDtermitentes, que á menudo coiuci-

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dea con un ea&ado ctquéctico manifiesto.: .palidez loe ~­ melitos,·eoplor-cardfacos en el primer tiempo .Y las ás v.eces en la punta; disnea, ~usencia de toda sensacion de la neces1dad de alimentarse. Las personas que sufren es~as afee<iones son, con mucha frecuencia, vfctimas de una gran miserfa puando su · . · mal no es hereditari<>. Esta prim9~itura .de la elefantiá~is d~ las glándúlM, del!~r­ rolltindose casi libres de todo encadenamtento con la elefantJásis .del eecroto;au coincidencia con una caquexia cloroanémica evidente; la solidaridad, algunas veées observada, de lasafecciones del aparato vocal y sus dependencias, por un ladb, y de las lesiones de la~ glándulas seminales por 6tro, imponen un pensamiento qne es preciso consignar ahora. 11. Paralelo entre el bocio y la elefantidsis :::-12, Cuando .el bocio se presenta bajo una forma aguda y en med o de una caquexia evicrente; ¿no tiene derecho á que se le acerque t\ la hipertrofia aguda elefantiásica ,de l~s glándulas seminales, desarrollada en las mismas condiciones? . • En las ()()e afecciones las causas son asimilables: los ojos de la gente debe acusarse la naturaleza de las aguas, y la ciencia adopta de bu~n grado esta interpretacion, p&ro agrep: es una caquexia especial que rige las dos afecciones. La. ~natomía patológica aproxi•h~ muy claramente ciertas formas de bocios vasculares l. la elefantiásie' de los órganos ~enitales e ternos, en· que lu venas' se denrrollan al exoes . U niforroe iridicacio- .. nes terapéuticu dominan el tratamiento de .ambas nfecciones: el yodo y la comp~sion;-para ambas, la ed~d de !p pubertad parece .coiocidir con suma facilidad con su nacim·i~nto; tintes de la pabertad pueden v~ree en la Isla hidroceles hasta en nifionecien-nacido!, y ésta es un4 -~é las razorie$ qu ordenan la aeparacion de esta bidropeefa,-á la que quisiera r estiree de una impol't&ncia etiológica en la produccion de la elefantiásis, -de la biperii'Qfia de las glindulas, que · espera se despierten lu funclon• teurparales de loi testi011l0e ~ eu evolucion. Una vea inaugurado, el movimiento de la. doe órpnC18 ·puede ser lento, aunqae m~y


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~o; ligue, casi siempre, su 'evolucion .progresiva y ' menudo moostruoea, y e une á o aparatos por toda la vida genital de loe individuos. En la vejez puede verse que 1~ tumores elefantiásicos genitales pierden la périodicidad de sus erupciones (JXYU31tts) in~amatorias vaaculare 1 si ha exi tido, y continúan un movimiento retrógrado. · _ Podo demu, liubiera podido afirmarse, por sólo la generalizaciou de lo hechos de anatomía patológica general ya cono. cidoe, qJle la elefant.iá.sis de lo .órgano genitales exteroot-~, co mo la hipertrofiad 1 cuerpo tiróides, debían aplastarse con la edad, pues es uQa·ley establecida que todo~ loe tumores ven'osos (varicoceles) disminuyen y marchan hácia la curacion en proporcion directa de loe años del anciano. · 13. No tiene el que quiere upa elefantiá is de lo!! órganos genitales externos: ése es un lujo de la juventud, dificil para toda decrepitud genital. Hay pues cierta intuicion fundada en q~e 1~ gente de ciértos paises atribuya al bocio una idea de belpa , semejante' á la que conceae tambien, aunque; con más discrecion, á la elefanti.ásis moderada de las glándulas y del eecroto que las envuelve. Si los ancianos presentan todavía enormes .tumores del cuello y del escroto, no son ya tumores vivoe, lino loa efectos de un trabajo apagado en la actuali~ad: uf, ,el bocio y la elefanti.ásis del anciano, cuele,quiera que 1ean su volúmen y su peso, no son sino los frutos maduros y 1 marchitos de un movimiento de· liquid s nutritivos, que una caoa general patológica babia hecho.suuir ó bajar hácia regiO: nes t&n lejanas y tan r~almente solidar-ias. . 15. A la inversa de los tejidos normales de los viejos, que descienden· á la ularidad qficoea de sue vasos capilares y que rarefacen eua tramas esponjoeas óeeaa 6 pulmona~101 bocioe y las hipertrofi.as elefant.iá.sica~~ de las glándulas lellliulee y de .1\11 tegumentos abaadonan la riqueza de eua tramu vucularte y dejan predominar aua elementos fibroeoe. · embu¡o, loe viej01 pueden ofrecer erupcionee de erisipela 4

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·Ja éWua&MI de Ju pierDu.

ló. La aplicacion de estas vérdades vuelve á encontrarse útilmente en la terapéutica: en vano se fatigaría con el yódo bajo todas sus formas y en todas las dósis á quien ~ubieae pasado ya, sin dada. posible y hasta por su propia confwon. el periodo de ac~ividad de las funciones de reprodocci : el yodo exig ,. para ser ~ficaz, la actividad hasta patológicA de estea tumores; eate precioso medicamento no ·11tacará á. productos pal'lisito!! del organismo~ que ya no se alimentanlvidamente á expensas suyas; sino que mantiene, en tal mento, en el grado de nutrioion neces•ria para dejar que an ·tolerables y sin peligro para el organismo.que en otro ti mpo los ha producido, y cuyo s:ompleto abandono podría h,acerlo periclitar. ' , · 1 . Tambien seria inútil exponer al paciente que se acerca á los sesenta, á los riesgos de una operacion siempre pQligrosa áun en Jos paises cálidos, · e u donde . la cirugía p ede permitirse casi irupuhemente todos los rasgos de audacia los tumores no tienen ya sino inconvenientes mecánicos; si, s tolerables, será prudente ioportarlos. 16. Sin ,embatrgo, en un hoi!Jbre de 50 á' 60 a os tendrá la operacion todas las probabilidades posibles de no recidiva, porque'la vitnlidad especial y propia de las glándulas eeminal~s y de la atmósfera de tegumentos prQtectores que las od~ ha dis- _ minuido notablemente y tenderá, cada Oía¡ 6. la e~tincion completa. . Y si se quiete subir en la vidll hasta la juventud, se encuentra que las probabilidadea de recidiva aumentan ajo este pun~ de vi~ta, de~pu~s de la osqueooorfa, en las ndiciones Y' proporoa~nea eagu1entes: Un adultO operado, que ha conservado una glán ula seminal despuea de lb operacion, está en la ·ednd adnlt! m eip'esto á la recidiva, que· el hombre provecto operado por a osqueotomía, sin caalracio~ siquiera unilateral. · · . ' El adulto operado por la oaqueoto,gúa oon Cllltracion doble y completa, todavfa· iná e:zpuelto ~ la . ~cJiva que ·~ hombre de ed~ avauada operado por el milmv pro-

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de laa doe g1bdulaa ie-

doe eoC.rmoe couducell 'la mi•ma indicaqion y ter•péotica de lu aoe afecciones panlelaá. La ram• pa~raa ea originaria de Eepaaa, la materna ea de Puerto Rioo, curo cruzamiento fú propicio ' loe bijoe ll&oidoe de este matrimonio, que eon, en aúma, de una bermoea aparienciá. Él ~ -nuri6 de esa afeccior, que ae. llev! i tan toa europeo. Paerto Rico y en la• oLraa Antillaa. · t:uyo.aaiento eona'-bte sobre la mucosa gutro-intestin~ a&eata que el tubo digtslivo y aus aoe:xoe aon tal vez loe que aien&en con mú viveza lu influencias de la aclimatacion. La enteritis crónica ha~ aqtlf, ain · duda alguna, más vfctimu que todu las enferm~e11 epidémh:ae,cuyo Imperio es ~u limitado i oriJlu dtl m~r. La afeccion del padre • d~,tr6 tres afioe; babia sido prececJjda de una afe<;cion paralitica del brazo derecho y.de la piem izquierda, atacados á la vez de una contractura permanente que fo~ calificada, como la enteritis, de reumitica, sin penau para nada en loe centrtle nerviosos: los o~ros dos miembros estaban sanos; los sentidos y la palabra conservados; una afelcon eifilítica babia precedido á esta parálisis cruzada: _e n fip, ra calificar más cli\J'amentie la naturaleza de la afeccion que objeto de .estos e11tudios, dicho sujeto, atacado de contractura cular yde enteri&is crónica, llevaba él origen de la afecci que debía probablemente trasmitir i 8UShijos; tenia una ele antiá11i111 DO del escroto, sino de la pierna derecha. · · 18. Aproximando estoa hechos, se halla UQ& esion, cuya uaturaleia es deaconocida,· acondicionada entre. d entidade11 patol6giéu qDe seria dificil de sustraer, plml un europeo ~n loe pafaea cQidoe, i la calificacion habitual y ~n bien j a~ftOida de laa u&eritia crónicas y de la codtractura m~»eular que arras· tra eoaeigo la poderoea inftuencia de las brusca• variacionN de t.empeat.~Ua. · • La madre wve con buena salud; y como si fuera meMI&er ca:eer que lu diapolicionea maternlle se t~i&i111~' lu biju, mi~ntru que la herencia· patológica del padre MI ...ra i loe varo.oee, las doe hembru gozan de una alud ~. como la madre delde 18 iofaacia y ahora, _pero uoa CS. lila heraaaM

a ae la ablacion de 1ai doe glándulas !<'minales, region una actividad genital, 6 na nutricion ea~arque IObretiYe i tu· g1bdulu y ee maniftelta en loe ór· guoe que, bu&& de 1~ coñéurrian 6 sus funciones. doe \01 de la misma edad, lu grandes probabilidad d .nciclin, despuee de 1 oequeototnfa, estarin del lado c!él operado ~os matil do y que haya podido conservu por lo ntf¡noe una gtindula eemi"naJ. atet de 1a pubertad &endri la oequeotomía mu prob bilidadet de-que el operado l lu amenazu de recidiva, Aun cuando laa doe glándulas eatuviesen conservadas, que ·si se trade 110 htdividwo en plena pubertad, operado huta en condi-

qaeaa·en 1

en

mu

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ciones aoilapa. uestioa del periodo de pubertad es la que domina el porenir de la operacion de oequeo~mfa: la vejez la hace poco n~,1a, ~ro tambien m6noe amenuadora. . De todoe modoe, la influencia de la puberad, por evidente qué a, no impide poner encima de ella otras causas más po deróela todavfa, y de lu que no es mu que ún auxHiar: la aaia hipertrófica, la declividad y el clima. m. :De l4 ~ gltmdtdar.-17. Serán útilealpe hecltoe púa tervir de apoyo é las ideu que de ellos nacen.-He aquí ef cuadro npido de la ensetlanza fecunda que presenta ' . famili ' en la cual la e)efantiiai de Jos órganos geninlei'BOII: de doe hermanos, ciiolloe bhrncos, Juan es adruiüdo en el hoepi'-1 ci~ de ayagüez.; el otro, J~, perma- · ~ en su casa, n un arrabal elevado y muy saludable de la Ciudad. El mayor, Jua, tiene !6 aloe; y el otro 23, no puede lir¡ amboe 1011 eaquécticoe y febriciantes: el primerollepa i la poblaciótl y ee ezpone i menudo al calor del horno: el otro era apador; ambo., pues, bajo una influencia proft..

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• , Jo calieGte 11o trio, llepa por loe eontrutes ~- 1 del aaror ' la millri nnJiaDte patolóMllluti~ Lal UteeecleD&M ~ Ja familia y de )01

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h parido hace d meses y u niño ofre e una hidrocele del tam io de un ca taña pequella po terior al nacimiento y perfec mente irr ductihle '; ea ó no justo y suficiente, debe notarque 10!' pafia le de este niño, por bi n cuidadq -que esté por parte p rmanecen tods ía húmedos de su contacto con órganos geni 1 . · 19. La hi ria per onel de lo h rm no ofrece nnte' denque no earec:._n de i.otere : .mbo fu ron afectado varia vece de calenturas intermitente ha f;á produór la caquexia palúdica y ia hidrope {a; varias vec e vieron desarrollar bajo e ta ínflu ncia ed mas repetido -d 1 ' croto y de las pi~rna y no es nada dudo o que la aparicion r petida de los ed mas a una d IM condiciones má favor ble para la produccion de la ele/antiA i o lo individu pr di pue to. ; iendo precieo formular do 1 valor ·ue lo demas en la patogenia de la eleCan ti is, y decir que e ta d e ion procede 'en parte de la so-· Jidifieacion en la orgnnizacion d lo lamentos orgá11icos derr&UJado duran e un s rie de ed ma ucesivos. Una. dispo!icion ·em ~au á . 11s infiltra 'ion 'repetidas se notó en dichos das hertn no y obr todo n 1 mnyor que, e.n el año de 1 ,51, fué atacado d una hidropesía más pronunciada que lalf iguientes 1 cual acompañó de fi br s inconciliables con todo trabejo por e pacio de año y medio. E tas fiebre lentas no son rar.JlS n lo anteced n de la Pl fantiásie, se acompa· ·flan de una perturbacion profunda d~ . la nutricion y contributa lesion lo earactére nega h·os que Je perten yen ' dar ' e o y que ocult~t bnjo la nparienoin d u a nutricion mis floreci~n . • La •nucrte d 1 padre había de mejorado para los dos jóvenes, la poaicion de )~ fauuilia hace cuatro añ y de de entónces se vieron los dos hermano xpuc tos á nu va causas de debilitaoí n; á diarr frecuent , á af~ccione catarrales repetidas de lu vfu ret~pi'l"'l&oria , de las vía lacrimalc ; en fin, á vadear ríos, á baftos friOe intempestivo . Ambos rechazan toda cau gonorreiea, ó ve!)érea, y toda manüee&acion cu nea e crofulosa ó. de otro género en sus antcce-

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dentes. · Et ·principio deJa afeccion en. uno y otro lugar hacll dos afios, ·uno despue~ de 1~ muerte del padre. 21). ·Los pr6dromos, los síntomas y la mar?ha la afee:.. . fiegcion en ambos excluyeron basta aquí toda m,stica local: no se encuéntran en la evolucion' de elefantiasis escrotal E:Sas erupciones. eritema tosas, . esas manifestaciones que la gente califica de e~islpe1R~ ~ que par~cen ser una erupcion (pousste) inflamatoria, cuyos1t10 an~~m~co más ~robable es el conjunto d" las membranas serosas hnfát1cas y venosas del · . escroto. Si es incontestable que' las Jnem branas serosas vas uláres_son el Miento anatómico, n donde con predil~ccion se localiza el trabajo fleg~ásica · de esas erupciones periódicas, ile debe~·ia tener cuidtldo·en aprojtjmar la indicacion nnátomo..... patológ•ca á las indicaciones eti'o16gicas y dar may.or crédito á esta fórmula:-Las influencias reumáticas en In elefantiAsi están de, mostradas por la coinci.d encia de las éau~:~as. y de os efectos habitua1es del reumnti mo en las otras regiones: . ariaciones ·bruscas de temperat~rá y roembranlls serosas. . 21. · Los dos hermanos han pa9-ecido de l1incbaz nes de las piernas, al mismo tiempo que la hipertrofia d~ las glán_dulns ~e­ minales y del' escroto; olam~te en el más JÓ~en, J~sé Burgns, esos abotagamiéntos temporales no han d. ~ac!_o h10cha.zon cJefipitiva; la medida de los piée y de las prer-nns da en él.' una igualdad perfecta: .una modificacion cután!!o, clar_a perslste~­ tente1 atesta sin embargo eso$ aumentos anteno s de volumen ; pliegues finos y 111uy multiplicados se dibujan e~ la ·cara dorsal de los piés y acusan sus antetedentes patot gtcos mis fielmente que la exactitud de la medicion. El hermano roayor no estA francamente atacado e una ·elefantibis incipiente de Jos piés; pe11o ofrece de más ?e su pe~­ mano u~a diferencio en 1a medida de 0,{12 con vent Ja del pté derecho; tom.á ndo e la medida co~parJltiva dando. la fue~ta al pié de la planta á la cara dorsal. Algunas gl! dulas mguinal~ infartada.s del lado derecllo coi'!cide.n c~n eta Jo_calizacion v •c11sanan un 11ufrimiento material de los asoe hnf!-

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tic< de acuerdo con las declaraciones del enfermo, qu.e dice haber sufrido una cri ipela de la pierna derecha "hace cuatro m en go to de 1 67. ' 22. . Por voluminoso que e ponga en lo adelante el e croto de los do hermanos, hoy que ..predecir uua verdad .incontestable: 11unc llegarán á padecer ulceraciones en el escroto, y ap4na se verán ame11 zados 'de infiltraciones y fístulas urino' que on de una naturaleza. muy difi rente· de la úlcera de la piernas. A la inver a, si los piernas hacen lo que parecen pro~eter, i on e! asiento de una' elefantiá i progresiva y voluouno a, puede afirmar e que una y otra erán afectada de erisip la repetidas y ca i ciertamente de ulceraciones persistent . La razon de e ta diferencia entre la evolucion de Jo lef&ntiáais del escroto y la elefantiá is de las piernas e tá en la f~tcultad de que goza el e .. croto, y no las piernas, á cau a de la disposicion ana.tómica de éstas, de coger' á las regiones vecin un parte de sus tegu~entos (muslo , é hipogastrio) y de acrecen~rse indefinid mente, gracias. á la riqueza de su red de vasos capilares¡ lo tegumentos de las piernas y de Jos muslos; más fibroso , ménos vasculares, reducidoa á sus propios re urs de extension se rompen, bajo la e:xpansion de las infiltraciones repetida y d~ la hinchazon progre i a del miembro . ~~ ulceraciones de lo tegumentos de las piernas pueden con 11derarse como el efecto de esas distenaiOlles excePivae así co' . , ~o d los tra tornos de nutricion de los mis~ os tegumentos, y eetas u_lceraciones e vuelven fistulae lin~ticas superfidales, ó exutdr1011 más profundos que permiten la evácuacion de loa Hquidoe acumulados en los miembros y se Óponen así ,á loe progreeos de r expansion de la regioll. Esta interpretacion de loe hechos conduce á indicaciones terapéutica11 racionales: no ' es la ulceracion de !as piernas elefantiásicas, sino .el estado de los vaso obliterados y dilatados, el estado del tt-jido celular infiltrado, 1 que debe tJ;atarse primero¡ la ulceracion de las piero elefi otiáaicua no es una lesion nueva agrt'g&da. á las otra. e:s un p~i~ieoto naLIU'&l de curacion eepon.,.nea, que la etrugía debe tmttar .y no combatir desde luégo.

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23. · Lts ·medidas ofrecen datos :precisos, que pru an qúe el papel principal lo desempeñl;ln las glándulas semina~es-en la. cena patológica pref!entada por los dos hermlnos¡ mngun derrame seroso en las túnicas vaginales, ninguna h~rnia actual reclama su par~ en las· dimensiones de dichos tumores. El mayor de los sujetos se a1:!uerda de u¡;~a hernia que tuvo 18 · meses. en su primera infancia y se curó espontáneame te.

del m4s jd'Ven.

1Umor del hermano mayar, Circunferencia del pedículo . ... . . . . Circunferencia antero-posterior, en su · mttad ..... . ·: .. : .·......... ·. .. Circunfer:encia horizontal eñ su medio · debajo de la.~mergencia del prepucio Longitud del prepucio sobresaliendo del meato . .......... . .... . ... . De la espina .del púbis á la extremidad inferior del tumor . . . . . . . .. Circunferencia transversal de una á otra ingle . . . . , . .' ...... ." .. ... . Del perineo á la emergen.ci!L del forro prepucial .. .. .... . ........ . Longitud normal del prepucio., .. . . De lq extre01~dad del forro á la' parte m_ás declive del escroto ...•.... Cir.:unf~tencia horizontal de la glandula izquierda solamente, en su~ .· -de la glándula derecha ... . ..... . CircunferenCia vertical de la gliindu. . . d . . 1 1a tZqater a ......... , .... , ... . -de ,a glándula.derecha ......... .

o 17

0,27 0,24

27

0,26

O,OR. 0,17 ' 15

0,25 0,23

o:a9 '

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0,05

... . ,25 )

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,21 .

El espesor del escroto es suficiente en ~1 ma~or par. impedir . el aialamieoto de lu dos glándula•; 11eodo JJ111Úictao&e en el mbj6ve~.

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1.


124 E~ loe doe CUOfl1 tod via el forro está sano y el escroto po· co alterado relativamente: toda la afeccion paruce concentrad d un modo exclus' vo en las glándulas seminales que son enorme y cayo d arrollo v acompañado, en el mayor, de un m~ agudo r ci nte del prepucio y del escroto, atribuido por 1 pacten te á la accion del agüa fria, y en el más jóven, de una fiebre prolong da, de de hace algunos dias, ·don remisiones. 24. Un hecho de u'na gmn importancia se ,manifiesta en el hermanó mayor: 1 brazo dereébo fu{el asiento en In noche dell? al 2 de .Enero de .1 68, de un oolor sord~ acompatlado de tumefaccion localizada en ,la region anterior y media del brazo todo to in fiebre. El 8 de Enero se extendieron los in tornas locales de arrib abajo basta la region,anterior del antebrazo por debajo del pliegue del codo. Eleábado ó sea Ell dia siguiente, lo dolores y la turuefaccion ganaron Ía region timar d_ la m no derecha. Comprimiendo esta region, queda un sell~ ó im~re ion ligera, pero irrecu able¡ el color de la piel se ha P.a esto hgeramente ro!!ada, y la medida de los dos antebrazo~ da 0,04 por d bajo. del pliegue ·del codo, á la izquierda una cncunferencia de 0,21 y á la derecha una difer~ncia en más de 0,,02 centímetro ; .~e donde hay que deducir, que á per del aumento natural del antebr~Azo derecho en los diextros q~eda sLil .embar~o una diferencia imputable al trabajo patoli _gtco.de q,!le atuento e te miembro. Una banda rosada ocupa la m1tad tnterua de 1 e ra anterior ~el antebrazo derecho' y falta abaolutamente á la izquierda. · S1 se pcliizca la mitad interna d~l antebrazo sano, 1 este acto es fá~il, se aisla fácilmente u? pliegue de loe tegum~nto en e ta region, lo que no se conmgue con el antebrazo derecho, porque la piel estirada se resiste á ello. . 25. Es preciso r conocer la analog~a que une lo que pasa actualme11te en el brazo d~recbo con las manifestaciones antiguas de laa piernaa izquierda y 'derecba, y eobre -todo con la • erupcion eritematosa que ayer se manifestó en~) escroto es decir, un dia ántee de la aparioiou de los miemoe signoe e~ el 10• ..._derecho.

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Este individuo está, pues, bajo el golpe de una m6vil en sus apariciones, pero generalizada en su . 1.Y. á pe· sar de lt' ausencia del infarto de las glándulas hnfé.&JCas del brazo der~:~cho no puede uno uegnrse {\ reconocet todos los signos de la a~gioleucitis: fal vez n.~ sea ella toda la[llfecci?n, ni la únic" afecciot?; la ser?sa del teJido celular p~rec~ ~an• bten '. afectada; pero esta lesion del tejido celular no t1end !nada de comun ·con el fiegmon, y se ve bien que no entra e u naturaleza el llegar a la sup~racion. . Una picadura de animal, de ins~cto venenoso, pro ce sintomas locales bastante nnálogs>s á pstos; per~ la lesio tiende como del céntto de un circulo á su mrcunfere ia, aunque ha procedi<lo ~or baudu, y de arriba abajo no s guri~ picaour¡~. El golpe de vista es- bastante seméj esta_,!! regiones están cubiertas, y no se notan hue!l de una 'descamucion siqlliera incipieutEl é insensible. .. Dado caso que ~llí exista la fie~iti , ·no h~ rev~sti1 sus .~in­ tomas: no hay cordones .nudosos, d'-!ros, cllindnc.os, localiza· dos· las venas cubi'tales del ur¡\ZO derecho solamentl an desapa~ecido debajo del. edema que nena ;las mallas ~e tejido celular •mbcutó.nch Es cierto que si faltan los cordone e la flebitis, inútilmente se busca un .Jonton de pequeño cilind~os . filiformes nudosos y dispu~stos 1\ manera de rosari La superficie enferma es muy lisa y muy horno nea al tac o. Q~e- . di}. pues la angioleucitis profunda, la que se descubr~ ás b1en por la ioduqcion, y se revela por exclusion más bien . ~se manifiesta ~or signos francamente apreciables al tacto d1 1tal. El eritema. que se observa pertenecería;. una ma.nife~~~~ion cutá- • nea superficial, qué no justifica e' n!kla la cal)ficacl h popular de "erisipela,". en atencion á que su plano llO se. ele~v. sobre el nivel de la piel, y sus bordes, léjos de foonar emmen a., apénas están definidos pllra los ojos y mucho ménos para. tactb.En esta manifeatacíon por parte del brazo, pierde al o ~e s~s derechoe la teoria de la declividad; gracias á semejilnte generalizacion,.no es en ios sólidos donde resi~e - el geni . del ma.l; fl precito qu~ au causa tenga en el orpmsmo una mtiuenota


126 mb g~neralizada qu la que r sulta para tales s&lidos y tales tejid ro de u aoalogla 6 identid d de e tructura. El· oferm b bla de una QChe que pa ó con el buzo fuera. de la cama y olocado debajo e u cabeza á guisa de almohada. n pre Ion .como é.a habría sido muy inofensiva eu 1m individuo qu no hubie estado bajo la accion de una .causa domio dora d<> toda la economía . . Por lo ménos tuvo frio, pues en la 1 1 de Puerto-Rico la difer ocia de lo dias y de las Doche marca en el termómetro muchos grado. j y si DO hay ah'{ una maoifestacion móvil de una afeccion que no comporta la unidad d lugar, de t ~ido, de a iento anatómico, como el reu~at' mo, e mene t r confe ar que 1 analogía existe, gracus á e a movilidad, com~ ya exi tia por las causas ocasionales y por la uniformidad de sitio anatómico en un t jido seroso (tejido celular y vaso .) iert alimento producen en la .Antillas afecciones cutáne que indican una variedad de intoxicacion análoga á la que r pita del maíz, que consumen en gran cantidad los dos herman ; pero en ninguno de e tos paises cálidos se declara 1 Pelagra con los síntomas que parecen emanar del sistema n~rvi ni con los otro . ~¡ la pelagra tiene sus rubicundeces, '110 l~ pre nta en forma de bandas¡ por otra parte, es una af~clon e~, y en ninguna ocasion edematosa y mucho ménos .h1pertrófi~ . La.fermentacion de la harina de maíz y Ja dese.cacioo de e te grano en el horno, p.ara prevenir toda alteraeion originada por e a transformacion, DO és aplica'ble á los campe ioo de Puerto Rico. Cada peq@fta finca hace sucoeccha arreglada á su necesiáades, cada casa posee su molino improvisado; dos·piedras en forma de discos hacen sus veces· ~ prepara la harina de maiz en pequeiia cantidad para algun~ días solamente, y t\ menudo son to tadas las espigas y coasumid en granos. De lo cont.tario, ~a humedad tan grande de la Isla eería mucho mis á propósito que el clima de Europa, y basta de la Lo~bardía, para lu alteraciones de las harinas de maíz. El ~do no iempre es aquí, en la costa, de an uso inocen&e, dudo lupr ' m'• de un euvenenamiento apdo 6 crónico.

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El estado agudo está. ligado á su causa coñ dem claridad y la cronicidad es demasiado inocente y oscura, p ra que re . clamen e as manifestaciones ertáticas de la pierna al escrotodel escroto al brazo, reveladas en él caso de Búrgos. El baca, tao salado es el , pescado .habitual de los pobres en Ja Isla; los peces de rio se guardan más bien para las clases acomodadas que sufren mucho inénos de elefancía y que no sufr,D, ademas, de ella·en· proporcion directa dé la cantidad de pescado. Las af~cciones cutáneas secas, con escozor y cJLid de los pelos son los únicos inconvenientes. que parece prod cir aq_uí el · us~ repetido de la carne de pescado y de ínolusco . La pitiriásis encuentra eñ esto causas de desarrollo y de sbstenimiento, si no de aume~~ y de progreso dpido; pero d.e a P.itiriásis al edema y sobre todo á la. hipertrofia hay gran d1~ ab01a.-La car~e de puerco es un lujo rard para los enfer ~ ya nombrados. . • ~ _ Revélan e las afecciones del h ado· por mancha de la piel; ·pero no son eritema~sas, sino m , s l?ien simplem~ te pigmentarias. El hígado produce la infiltracion serosa d peritoneo, aunque por un método puramenté mecánico y no á( consecuencia de una alteracion especial de la sangre terminándose en edema!! especiales que pudieran llamarse bepé.ticos. .Las afeccione del hígado on muchO' más conn~ne~, habi~ c;:uen~ de toda prop rcion, que la misma elefantlá s. : .Ad mas, d1chas . afecciones están y estuvieron fuera de causa en uestros dos enfermos, ahora y iempre . .._ Sea como fuere en cuanto á los permenores d las causas, hay ün hecho que se destaca de estts observado s paral.elas, • y es que existía una perturbacion ftrofunda en 1 orgamsmo cuando empezaron esas manifestaciones elefantiás cae: las funcion~igestivas fueron reemP.lazadas por desórdl!~es prolo~­ gados, el hambre di minuyó y se perdió; las deye~ones Uquldas se multiplicaban diariamente,. algun11s eran biliosas y otras sanguinolentas; \'iniendo á mezclarse.con tales mUlÜestaciones la fiebre de forma continua é intermitente. · · No es que estos síntoma sean indispensables ell 1~ antece-


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de l s víctima do la 1 fantiá i ¡ p o la nutricion puep rturhadt\ pr fundament , Aun en ujetos que no tien n d eolio conci ucia, obre todo cu udo trata de niños d ocho di z añ . J . -Aproonma üm , r la atrofia y la hipe,·tro.fia.-25 Est tiologia, i>or in ompl tn qtM~ ea, stu lesiones anatómicas, ft bhi y an iolt~ucítis, t~tn pr .ci u ·en 11pltrÍencia, no ncu 1\0 b t nte 1 n tural z ·d 1 mal, 'de 1 hip rtrofia 1 funtiá it:a, y no erA fu r d prop6 ito qu r una,no aqu_í todo los argumento ·fi vor b1e á e te u orto: la 1 fantiásis, como la rltrofia n e b jo la influ nci d ' un ·nlteracion funcional ú orgánica d 1 e ntr nervio o , e r ro-espinal 6 del imp&tico mayor. a v rdad patológica ha toma o carta de ciudadanía o 1 cienoia:- la ~rofia na al influjo de las alt raciones d'c · lo centro nervio o . Fácil s encontrar y citar ejemplps nuen apoyo de e ta opioion tocant á la atrofia; pero fallO rur que ·la trofi y la elefuntiá is e tán ·unidas por numero o , y qu , d una á otrn, pu den tra n ferirse las ncia funcionales ó anatomo-patol gica que las hacen nar, y todo to n virtud de una n imilacioo legítima. E preci pu : itnr je111plo de atrofitl originada videntement por 1 lter cione de lo drgano d e en ibilidnd y de movimiento; j mplo de proximidad ruan iñ e ta entre la hipertrofia y 1 a: rofi en ]a el funcfa de Jo grieg6 cu un 1ui roo indi. vid uo 6 -de e~efancia en un sujeto que tuvie e · un niño atacado · ,d trofi . Lo ca iguientes ván á ofrer;er 10 argumentos de apoyo en t 1 aproKimaciones, y on sacados de la patolog{a de los crioJI s blancos de Puerto Ric '· que acerca'll la elefanti is A 1 atrofi mu cu1ar progr ivn, y é ta. á la le ion de l ceo ros nervioso . La f milia Quij .• . ha ocupado un rango d i tingui~ en la ooiedad de la I sla, gr cía á la in truccion que brilla ~n sus divereos miembr .-El jefe de ella, el r. ••Q . . ofrece en sus doe m nos l ignos de m a iado manifie tos de '!na atrofia moscul r progre iva, en su máximun; en la mano derecho, en los JDtebruoe '1 brazos, mú atacados del lado derecho que del i~-

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quierdo. El Sr Q.. escribe con la mano izquierda y medio · de ella se p.o ne E!n relacion con los objetos · Loa . miÍ!cnloa del hombro no están exentos de ~~ ataques de la atrofia; los músculos pectoral mayor, ~m.fra-espino os de ambos ladoH han ebfiaquecido de ~n modo notable, y la cabe~a ·de los }lúmer9s apénas e~tá cubte: . por. un deltóides. Todos los dedos guardan una actttud de se tfiex1o~, . á manera de gancho, de lás do!! úTtim~s · falange~ 110 ~e la pn- · mera, ·que ha conl!ervado su posicio~. Las emmen té~ar é hipoténar !lstán c811 ¡-¡,0rradas, lo- rmsm~ que-los mf-6aculos mteróseos. La s~nsibilidad del tacto, del peso, del gra o de con. . traccion y de la& variacione'! en la. t~mperátu~ILt se. alla muy e mbotad .- P or el contrario, lQH mtembros mfen ~es y ~011 músculos del abdómen pareoen i~:~tactos. La memo a y la m- . teligencia son bd llántes. Tal es sin duda el cuadr? e l.a atrofia ~uscular progresiva qué, en este .ca:s~, ~a perm~nec~d~ como siempr~ mu y ·conciliable con la mtegndad de 1 s d1ver:11os aparatos. . En los negros pe A frica, 6 d~ las c~lomas, debe ~¡ en..e~tre­ rno rara esta afeccion, .puesto que, en el trascurs de. cmco años 1 ni una vez siquiera se ha presentado á la·obs vacton.A }a iover a, la parálisis es .c;:om un .im los ho~b~es e color, Y sobre todo 1a ·parálisis sintomátic~ de una.-afecct~n Ellos cen· tros nerviosos. En esas p~rálisis emtomáttcas restst n de buen gr~do los africanos á la atrofia; pero 'pued compro rse queJa . _ pretendida conservacion de los mú~culos eo!t re~re ntada por una gordura local: ésta, .e·n fin, desaparece .!\ .la lar a y desenmascara la verda4era atro~a de los músculos. ·. Asi pues á p~sar de la rarez~ deJa atrofia proE$ estva mus·culi\T en 1~ hombres de color, nada ¡lermitirfa rec azar, como no siéndoles aplicables, las observaciones recogid~s n personas de la raza bla~ con motivo de la átrofia progres1 La fámilia del Sr. Q.. se compone principal m nte de )una. Jíermana y un Jsermano, dignos de se~ coteja~os . el!Jlayor de ellos. Estos dos individuos son rublos, J>'hdoe, •"'_....,., ata• cadoe de sinquilis, de fotofobia en lepo dia; sus ofrecen

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la embrua iris UD poco deeoolorida y se agi~n en todoe ten.d~eafermoe uí afec~d01, pertenecientes al mismo tronco que UD sujeto portador de una lrofia muscular progre· aiva, pueden aervir de lazo de union entre la atrofia que tiene el . Q.. y la elefantiá ie con recidiva del Sr. Tomás C., cuyoe jÓvenee hijoe tán tambieq atacados; de eí.nquisis el menor, y de eiCI'Ofúlide la mayor.-El Sr. Tomb C., que-pa· deee de una elefantiAsis del ~scroto y de una recidiva.que más tard juzsaremoe, y él r. .. . con su atrofia muscular, pa· recen aproximarse, i no claramente en ~ud de los caractéres opueetoe de us afecciones, á lo ménoi i_ndirectamente, gracias á la eemej nza de lae afecciones que llevan los indiViduos eali· d , en ~nea cola ral 6 directa, del miemo tronco que ellos. D tado eneral análogo domina lae d familias, y una misma diapoeicion se lra manifestado por lesiones que parecen clasiñcadu en lae dos opuestae extremidades de los cuadros noeológiooe¡ atrofia, hipertro~a. Akib ' yase el 4 tremor iridis," el sinqui is, á una. fluidifica· cion del cuerpo vítreo del ojo, á una rarefaccion de sus ele· mentOl 'líquidoe en e61idos; cualquiera que sea el mecanismo de los trastornos del iris, debe admitirse que esta membrana ~iembla, porque tambien. ella ha perdido, graciAs á la atrofia mu colar de aus fibrae, la facultad de resistir, como en su esta- · do normal, á loe eetremecimientos de los humores. Aun cuan· do se ~la atrofia de los elementos musculares del iris en ámbu familias, quedaría iempre la calificacion comun de le· ' Sion de nutricion, probablemente dé naturaieza E!l!crofulosa, en lu dos ti millas heridas de atrofia por ún lado y de elefancia por tl Gtro.-Una y otra dolencia de la nutrlcion,-hipertrofia elefanta 'ca y alrofia,-parecen diverger; pero, en realidad, tienen numeroi!IOS puntos de contacto, y si se necesitaaen nuev pruebas, pudiera recordane lo que se observa en 1u fami· liu atacadas de la leprt, como en la que hemoe es~udi&do con el objeto de tablecer y comprobar nuevas coincideDciae eb· tre la awia y la hipertrofia: euminei*J las orejas, las cejas, • las mejillu del Sr. R .. , 1 ~e veli que eetot órganoe, que •

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regiones ofrecen una piel meada evidente~ente trotla¡ y éi se observan las manos delll)ismo sujeto, sé """'"~n. tran 1 mism lesiones de atrofia muscular que Q.. ¡ y la apr :x:imacion sería comp~ ts, si el eequeleto del R .. no ofreciera pérdidas de sustancia en varias faknges diferente• ded91 de lae manos. Al h rmano del Sr. R . . acaba de amputársele u a pierna á causa de un tu~or bla~co del pié; la ·operacion fué eliz, pe· ro la ·cicatriz \ard y desaBa aún, al cabo de .cinci:) mes~s, todos loe tpedios empleados p ra favorl!cerla, He ~otra vez á la escrófula colocada al lado de la atrofia. y de la h'pertrofia en la familia R .. , asi como se colocaba al lado de la atrofia en la familia Q . . y de la elefantiásis en la familia del Sr. Tomás C.; de donq~ se sigue que si la influencia -ner 'osa domida }a atrofia, justo es creer que domina la elefancia ·27. Veamos un hecho que prueba la potente ·acci n de las lesiones de un mete nervio~o hasta en la atrofia de un aparato muscul~r, en que no influye directamente, sino sólo p r ~edio de anastomósis. ·El Sr. X .. , de 25 año~róximamente, mayordomo el inge· nio de S. José, se hirió con la punta de un instrumen cortan· te en la parte media del borde interno del antebrazo derechb. -Codsecuencjas en siete meses: .retraccion en la pos'cion me· dio-doblada é inut'lizacion del auricular y el anular e la ma· • no correspondiente: estos dos dedos han 'pe dido el movimien: to de fle:xion y la sensibilidad. Durante la m9lienda de 1867 puso dicho sujeto el dedo anular derecho en u'na plancha de hierro q1.1e teonfnaba en la caldera de vapor,·acondicibnada en el yeso y descubierta tan sólo t:;pacios. Al cabo de algunos instantes ofrecía la punta del de~o una escara quema· dura, no viniendo á advertirlo la víctima· sino con los o~os. Muy 1uégo se.deprimió la eminencia _hipoténar y ~hizo. coUJp1~ta la atrofia en toda la esfera de accton del nervto cubtta : éste ha· bia sido sin duda··d ividido por la extremidad del in 1'1lmento cortante; pero poco tiempo despues, perdió el pulgar la fuerza <le 1111 movimientot de oporicion, y la eminencia ténar fd

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mbien a da progresivamente de atrofi muscular¡ quedan· do ai demostrado que la nutricion de los r;núsculos es regida por la idaencia, !lun á di tancia, de los filetes que por IUI88· tomÓIÍ8 contribuyen á 'suplir 1 accion d 1 nervio motor y sensi· tivo direoto y pñncipal. El r. . . no b notado si la bemor· ragia tenia lugar á manera d chorro con sacudidas, ó .por una corriente con~ínua¡ lo único que le llamó 1 a ncion fué au abundanciL · 28. En vano parecería indebido proximar estas dos expresiones patológic , elefi ntiásis y irofia, porque ocupasen los dos polos opuestos d~ la P.atologfa y no hacen mas que atacar el mentos orgánicos diferente : elefancía del d·oto, de las membran tegum n rías protector • y de deslizamiento de loe vaaoe venoso y arterial : de un 1 do; atrofia de Jos músculos del otro. E ta diferencia en los órganos alterados no trae consi~ una diferencia en la naturaleza del fenómeno patológi- . co: o ec á do variantes de un mi mo error de funcion se• mejante al punto de partida, aunque diferente en sus expresion . ~

V. De loa vicios de oonjormiJCion,-ll.ipertrofia elenfanciaca y atNJ.fia --en aus •·dacWne& con la vida intrauteriM.-29, La monstruosidad hipertrófic de la el fantiásis y 1~ monstruosi· dad nacida de la atrofia muscular de loe interó eos deberían ser por mú de un titulo 'referisas á ca u as intrauterinaS, análogas á lu que rigen las lesiones cong(mitas aparentes desde el mo. , IJ)ento mitlno del nacimiento.-He -aqui cómo ¡tueden confundirse 1 elefancia y la atrofia.en un mis o origen contemporáneo de' la vida {; tal. · Un gérmen. recibe la vid por el .concurso de dos factores depaeradoe:-gracias á la influencia daftina de e te origen, vi7 dado por la aclimatacion ó el parente9Co, que no excluye en lu lelas, tanto como en Europa, numeroeos enlaoes,-el prodadO que nace ofrece monstruosidades de los miembros supe~ como el niftb cuyo modelo en yeso hemos preeentado y diriplo de la Habana á 1 Sociedad de Cirugía de Pw; ó ~producto preeeata lu al&eracioa• de 1~ miembroe

inferiores mencionados y descritos en otr~ memoria.-Lo que separa desde luégo y como . violentamente esa atrofia de loa mi'embros del feto de la elefanlliá.sis del adulto, estépoca del desar~ollo de esta última afeccion; péro la elefanti · puede ser congénita, y pudiera invocar en apoyo de s mejante ~ertoJaa declaraciones de la familia de un ·uiño ·de »ayamon que tetúa una eiE;fantiá&~ del brazo y que se-.cita en la otra memoria á qu~ nos referimos. · LaS monatruosidades atróficas del feto no se alejan ues, tan· to como parece, de laa monstruosidadés hipertr~ficas de la edad adulta. ¿l';o puede decirse, en efecto, que la época rdía de la manifestacion en las ·monstruosidades no podria in errumpir la serie de ideaa· de patogenia general que las une? a elefantiásis, por desar pllarse en la vida extrauterina ¿ n pudiera tambien cqnsiderarse, las más yeces, como una enfer edad de . causa ~on~énita á largo plazo? .A los ~8 oftos, e~ 1~ ar _de 9 meses, ó á 2 veces 9 aftos; la monstruosidad elefant1ás a v1ene /l. · desarrollarse, á larga distancia de las monetruosid des atró·. ficas. · . Puede aproximarse asimismo la atrofia progresiva adulta y Ja elefantiásis de la misma edad por' la apli cion á la atrofia prosresiva de iguales contlideraciones.-J'ue o que·las dos afecciones son hereditarias, puede decirse: esa a rofia .pro· gresiv~ como esa lefanti~ill, no son sino las maní staciones · tardías de un vicio de que estaba herido--elhuevo· d de· la h~­ rida. intrauterina, y cuya incv.bacion no debía. termi arse por una ecloeiQ~ manifiesta sino en I!J edad adulta, en la pubertad. Para que esta considerocion sea justa, no es necee Ío que el vicio hereditario trasmitido sea, en( el sujeto obeerv do, el ho-. mónimo del vicio de que adolecia dn. autor¡ no es in · _pensable que el sujeto atacado de atrofia progresiva sea enge drado por autores tambien. atacados de atrofia. Vense las afe cioqes de loa autores y det .i ndiviquo mencionados, atacados e ~na de laa formas de la afeccion,-elefancia y atrofia,-en vtrtud de una eepeoie de trumision cruzada, ya de una á otra, . ya del abuelo á loe nietos, puando por aobr• una

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186 .En apoyo de las ideas qne preceden, véase el ejem lo de una

114 men libre d todo vioi atrófico óhipertrófico: por ejemplo, b y individuo que niendo un abuelo uropeo y una ab 1 criol loa bij qu lgan d te matrimonio mix~ pod n r xpu to1 al vicio atrófico ó hipertró.fi . i loe ab 1 , an 1 doe ya uropeo , ya cripllos, ofrecie n del 1 materno v. g. una afeccion oancerou entónces puede ver- hemos vi to 1 primera y so~retodo la aegunda generaoion mancb d del vicio hipertrófico ó atrófico. Este vicio podrá ser couid fa5lo como la reault.ante d 1 ac.c;ion co~binada de la encioo de las ramu á medid q e se alejan del tronco . principal de la accion alte nte de la aclima cion y del vicio canceroso, de otro órden, en u ·aparicion, que la ~ipertroüo. y 1 atr fia, p o qu DO g u ménoe de una gran influencia etion o dos géner d perturb ciones en la nutricion. 1 • ta que lo vicios hereditario hayan influido, d 1o.uuoto n el equilibrio d us funcione de nu¡ricion, para que UD m· mo icio congénito termin unas veces en la trofia y otr en 1 hipertro.fi , n L' elefantiá · . Aca 'p r zca impropio aproximar la-atrofia progresiva del dulto 1 trofia fetal de donde nacerl.la mon trnosidad: una ej r á xpen de uQa organizacion que ya babia sufrido u volucion completa, la otra con perjuicio de un gérmen en via do evolucion incipiente; pero te alejamiento de 106 dos mio de· la coropaT&Cion no es real, el huevo ea su vida in. .rin ncierra y un poder, el d proceder al desarrollo de · m1 mbr el cual no es sólo uná abs ra.ccion , sino que ~Mtttuye un atributo in p rabie del g rmen, así como las regao de u r y r atizad . La d tenoion del desarrollo es Jo m· mo para 1 ér todavía incompleto que .para el individu~ Y ,.¡· la pérdida d una parte que para el feto inacabado e · ya en derecho, aunque no e té efectuada. El feto q. sufre ~na d ncion de desarrollo pierde manifesta~o del miembro; y no pu~era decine que le fa.Jte la adquiei· Cl~n de ~~ parte que n n · ha existido: he ahi cómo puede q ilane el m ni mo de etta trofia del gérmen ' la el bo.

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madre atacada de elefantiAsis doble de los árabes y ando nacimiento á ,UD niño que tendrf. una atrofia del brazo erecbo. Esta atrofia del niño no ha sido congénita, sino ·dental; pero eJ desarrollo de tal atrofia fué tan vecino de ]a ida fetal, que p11ede 111iraree este vicio como teniendo ,su· punf de partida en la vida intrauterina. La Sra. C. G .. vive en Mayagitez, pero ha nac~do im Curazao hace 60 aftos: ofrece una elefantiásis voluminos de ambas piernas; es de raza blanca; SUS - partos numerosos desempeñab un papel importante en su vida anterior, y acaso tarrlbien en el mecanismo de la elefancia de las piernas, gracias á a compresiQD ejercida por el útero grávido e'n los órganos que presiden á la nutricion de 1 órganos intrapelvianos. El primero de sus partos data de la edad de 18 años, y á los 40 tuvo ~ugar el último de sus ocho partos; á la edad de 3Q aftos prin<Íipió ]a elefantiAsis de las dos piernas por una sede de erisipel que nunca fllháron de pues.-EI r. D.. G., hijo, atacado de trofia, nació cuando au tñadre tenia 31 aftos y la elefanti~s s de ésta · cóntaba un año.-:-El efecto directo de esos ptrtos ué produ- · cir en dich&~ Sra. un prolápsus persistente•del útero. La mortalidad en su familia cuenta una de sus ruja&, que a umbió de una .fiebre cetebral á la edad dé de 22 .años, y otra muerta en medio de los s~ntomás de \lna ·calentura perniciosa bapiendo ofrecido durante su vida acces~ repetidos --de erisi el a en ]u piernas, que presidian al desarrollo1 de una elef~ti ·8 aniloga • á la que presentaba su madre. . Puede cr8ene sin dificultad q~e eáta última hija de la Sra. G. y su hijo,-Ja una atacada de eleifnt.iásis como ·ejo madre, y el otro afectado de atrotia,-forman un~po de afee<lionea parecidas, si no idénticas, y cuya e&USI!o aube á la geswñon: la el• fan'iásil que ea~nce1 k!nia la madre, se ha m110w~o eq loe fetos por un vicio •~logo f comull en el origen, y ue alejándOle del punto de partida, ba producido como la icotemizacion de llll prioeipio morboso ñuico bajo forma d~ ipenrofia, ~ elefaotiúil en la bija, y de atrofia en el hijo. · n 10b~o

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un d arrollo elefanciaco dt>l lado

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pi roa , en el .punto or,m~

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la salida del baño, perdió el niño los movimientos del brazo derecho :y d~ los músculos posteriores del cuello; el razo per· maneció caido á lo largo del cuerpo, y la barba apo ada sobre el pecho. 'Todos lQs tra~mientos fueron inútiles p~a despertar la nutricion en el brazo; se fué haciendo cada váz más lánguida, el esque.leto, c;o~o las partes blandas,. parJcipó.de la atrofia, y con motivo de ligeras violencias tompióse el húmero rlos ~casione~ á la edad de' 12 y de 15 años, á conse uehcia de caídas. .repetidas.-Los 111úsculos del cuello han recobrado en parte su volúmen, y su energía algunos meses más rde, cuya wejoría coincidió cou una disentería grave: la cabeza se ende. r zó durante la convalecencia. E: tado oc ual.-No qaedau en los miembros inferiores vestigios de macllns ,erupciones de erisipela que los habi~n atacado; dcspues del u o dél yoduro de plomo, desaparecierbn esos eriteru á sin d jar hinchazon lefantiásica. i fuera preciso referir la atrofia del brazo del Sr¡ G .. , hijo, :\ lu elefantia is de las piernas de su madre, sería dificil hallar mejore argumentos confirm tivo de esta idea, qu esas manifestaciones ri ipelntosas do las pieróAs, que pued ser consideradas como preparatorias de una elefantiAsis e vía de desarrollo. Debe agregarse qu&el hijo sufrió de una hid cele, cuya union con el vicio elefanciaco. parece bastante ver símil, si no dl'mostrado,. ~ara e tablecer un nuevo principio de rueba á .favor de este juicio y de su exacti~ud. El sujeto_ d qu~ habl«- · mos ofrecía loa signos de los do' vicios, hipertrófi o y atrófico á la. vez, y se presenta. coruo una prueba viva de la onciliacio~ de á,mbos_ femSruenos, en aparien~ia ~n opuestos. .. laz:dmen del miem!Jro tordcico ckrec.\.o.-La mano sola ha conervado algunos movimientos. Los caractéres e la atrofia que ha herido esta mano son bien diferentes de 1 e de la atro· fia muscular progresiva y de los de la atrofia de los Laprinos, de loe leprosos. En efecto, la mano d~l St·. G., hijo, ·es pequeña, todos sus elementos óseos son delgados, no háy deaecacion en los tejidos, las dos eminencias de la alma de 1~ 18

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mano no o aplastad ; lo teodon a de lo fiexorea no b en en forma de cuerda! en la parte média.de la palma de 1 mano. Loe hueso !OD pequetlos, pero completos; la flexion de los ded in en ible. 1 omópla es uu cuarto máa pequeño que el hue o corre pondiente del hombr;o izquierdo. La .el vícul d rech e de 0,02 mb corta que la izquierda Lo hue del brazo, áelan brazo, del rpo, del metacarpo de lOt deJ h n di minuido en 1 mism~ proporcioo¡ pero todo lo elemento de esta regiou del esqueleto tlstán del todo completos. · mú t:u108 ea n borrado casi ab olutameote. El deltói· dea e tá in en ible, el pectoral mayor e rudimentario, los músculo d 11 do derecho del cuello han di minuido tambien; los de lo e nale evidentemente atrofiadOs, notándo e en e e punto una depre. ion que contr ta con la elevacion de la region homónima Á la izquierda.-El bíceps y el trlcep ~e hallan abolidos, como u funcione : la extension y 1 fiexion del antebrazo aobre el brazo !On impo ible . La region del antebrazo e tá mb de rrollada 1 actitud d la mano e la semiflexion. Los movimiento. de fiexion y de extension de los dedos e tán conservad ¡ pero el sujeto no puede escribir !_ino con la mano izquierda.- La sen ibilidad de todo el br zo derecho está. bien con ervada, y bien de rrollado el sistema pilo o de eeta·region. Las costillas del lado derecho son id!perfectamente levantadu por 1 múaculos corre pondientes; pero en ia inspiracion los .múscul0t1 dell do izquierdo arrastran las costillas derechas por. la trasmision de la elevacion de las costillas izquierdas al e tetnt>n.-Las piernas !On iguales en todos sentido . Es nec rio notar que los ojos son mbien impresionados vivamente por la luz !Olar inte~ Loa antecedentes patológicoe revelan bronquitis frecuentes, catarros, asma, accell08 de láringftis eatridulou. He ah{, á nu tro modo de Mr, una serie de argumentos en favor de la aproximaoion de ~ elefancía ó de la hipertrofia por una parte y la atrofia por otra. 31. Citemos un ejemplo de atrofia con~nita, que halla cabida en eatoe eetudios paralelot de la elefan\iáaia y de la atro-

fia, siendo un argumento .contra la aclimatacion de 1M razas africanas. en las Antillas y á la falta de cruzamie~to de los pro. duetos de éstas razas: en efecto, el padre y la madre lde esajóven sordo-muda atró.fi~a,-aon un hijo y una hija de dbs hermanos. Se verülcó el matrimonio cuando los padres de Juana tenían d& 30 t\. 35 lliios, p9co más ó' inénos. La {>Obre. ordo-muda fué el último 'de los hijos de esta union¡ los otr'o son:-1~ un varon, que murió de 5 ños á consecl.\encia de una enteritis con. delirio crónico: el niño se roía los dedos has•• ~ace113e sangre,Jy era preciso atarle las man011¡ .pero su conlormacion era muy hermosa, siet1do ademat~ ele notarse que el ~dre y la · madre eran k>davia jQvenes cuand9 él · nació;-~? trrs aftos y medio des pues del nacimiento de' dicho niño, nacfó, fna he m bra que se presentÓ C9n todas las deformaciones de Juana, muriendo asfixiada · en ·el parto ;-3° el tercer niño fu~ Juana, q~ien vino al mundo ~res nfios desr1ues que el segun~o: 'si sus cuatro miembros están deformados, si le faltan el oidp y la palabra, salvo las sílabas "papá" y "vapor'' (vive cerda de una máquina de Ingenio), su inte1'igencia gozll de activid d; debabajo d~ esa ~onstruosidad de los miembros y de los 11entidos, sus facultades afectivas están muy 1 desarrolladiJs, y os signos le bastan-para. que comprenda en pocos. instantes la ustancia de largQs discursos.--~Da;ómos algunos pormenores cerca de la alteracion de sus miembro : Juana Francisca, ~a tural de. Cabo Rojo de. trece años . de ·edad, mulata, bija de padres de co1or, mestiZos ambo y oriundos de una misma fainilia (primo 9:-atrofia congén ta;-sordo-mudez. · Objeto: la cualidad del individuo (~estizo) conduce las máa vecee l. la hipertrofia (elefantiásis) dEf. escroto, pero tam bien .lleva Á la atrofia congénita.ó' adquirida: luégo las . do afecciones !OD vecinas de su origen ó fuepte.

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C'u{Jdro ~ las dejorinida~. . Mano derecha. -Ausencia del Cledo medio, uña'a rudfmen; tari~ tepreaentadat ~r d01 M81Dentol aterales.


,<.. 140 . ano i&quierda - trofia, d viacios del 5° me carpiano. n&ebnzo derecho.-Au encía d 1 cúbi . Jdem izqui rdo. -Lux cion i~ ompleta y p rmanente d la tTemidad upé 'ot d Tradio b ·i atra . Braz d rechQ.- formacion de la do pHi i'S uperior' é infi rior del búmer . Bnzo izquierdo . -Parece norm 1. · Edpula der cha. -La ~vid d gl no id a parece Mtar ó ser incompleta. · pul iz ui rd .-Dicha cavidad p recc ·normal,. Pié derecho.-Dedo grue o .rudimentario 'y de hu n aspec i el gundo au ent ¡ lo otr tre rtejo , r unidos bajo"'una piel comun, in division interdigital. Pié izquierdo. - Lux o sob el 1 do' e roo de la pier· ' n . El gruE' o rú>jo y el dedo m dio a u en s; 1 otro dedos n rudimentari . . Piern derecha.-C mio bre 1 extremidad de la tibia, Ji re de a relacion con el tarso rudimentl\rio y · lu ado. • o hay peroné sensibl , ni róJula. Pierna izquierda-Atrofiada n el mismo grado que la dere· cha, á pe r del d arr llo má compl to ,del bra· zo izqui rdo. osl trofi de lo dos fémur s. Column ve~bral.-Rectllinea; parece b~n conformada. Tón rrollo compi to. ' Cabe;a.-Form regul r, volúmen nor~al.-Inteligencia bue· ' na. uy sensible. · nductos auditivOll exteruos.-.Muy pronunciad-os, van estre~ chándose hlcia 1 fondo; 1 membrana del timpa· no insen ible. P bellon de la oreja.-Perfecto á la izquierda. El hélix falta á la derecha. Ojos.-Con un poco de exofamia.! de blefaritis· ciliar. Cuello.-Poco d rroll~do. Laringe y cartílago tiróides poco lien ; e et'pO tiroides inseneible. VI. ~lea cwacicm ~1M lea elt/~.-3~. Det·

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pues de todo, la pasiviflad ·es lo que caracterizá"' el do de evoluc\o.n de la hiperttofia elefantiAsica, p<Jr acusada ue esté la forma engaftosa de esta afeccion tan falazmenü octWa. En vo:to se t~:ataria de apartar l.a e)efantihis, MÍ como la poli!l81' •cia,-de que referimos eu otro capítulo un- ejem~lo en una ne· gra que pesaba 28 librns,-por su genio productor,~el qut1 pres~de á la~ le~iones de 'nutri?ion atróficas: es 'menes r poner un s1gno pnvat1vo -en presen01a de unas y otras afeo · nes. 84 .. . Sea como fuete de esas aproximacic;mes, un h cho llama la ·atencion por su evidencia, y es _que la elefantil\aia ó la hipertrofia de una re~on, del escroto por ejemplo, at1astra un enflaquecimiento propo~cional de las otras rPgiones áel cuer· po. Puede verse ® ·todos nuestro elefanciacos un nflaquecirniento consi~orable y e~quelético de los. miembros m:ácicoe y de sus dependencias, (r gionee supra é infr~clav~ulores): indudablemente, lo que han ganado en volúmen las p ern88 de las Barbadas, lo pan ~erdi~o los brazos ¡. lu economí. de esos hombres no dispone sino de una p~tencia 'dada de utricion, sino de. cierta dósis de facultad de asimilacion: lo que ciertas regiones ganan, otrasllo pierd.Eln por ·necesidad. . . El equilibrio de las fuerzas que presiden á la gordura "regional," puede ser per.turbado en él reino vegetal, p r causas análog s á las que determinan la binchazon en lus esr.ecies animales.-Ciertas pal~as de las.Islas ofrecen, en un p to de su altura,verdaderas tutbefacciones e}efantiásicas; babia empezado por un astil ó tallo delgado _y 1erecho, 'pero de re ente 'engruesan y se ensancqan; el tronco del árbol gana en circunferencia, mas en la mi~ma proporcion sufre como una· trofia en el sentido ae la al~, y todos sus elementos se encue tran con· . densadoe y acortados¡ á la vez. 1 Si se indaga .á qué periodo de las influencias telári,eas y me· teorológicas corresponden esas bin11hazones,-:-se des4ubre que son el efecto de 1~ r~union de lu condiciones desfatorab~a á la prosperidad de la 'nutricion del vegetal. El tJr. Bellot, bo~nico diJtinguido de May&guez,' da con elte motivo una fórmula: "Cuando la vegetacion laoguidece1 el

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wonco la palma engrue a aurn nt eJI circunferencia y n 1 va y r ciprocamente."-A i t rnbi n, cuando la \Jtriqion d 1 animal 1anguidec , las mi ma condicione favorecen 1 di pp i ion de 1 r gione p ndient s á u cre\!imi nto en circunfi ren cia;·y 1 1 fanti i , cuya di posicion adquirida 6 erooi ria ob ervaba n el indi ldJ101 6 de arrolla eut6ncea mucho más eguramente que en la condiciotles opue tas d p peridad en la nutricio[). 85. En un suj to predi puesto podría apresurar y prov á oluntad uya 1 localizacion de la · el fantiá is en la ' region periférica que e cogiera¡ y para determinar esta m n tru 'dad accidental, ba taria u traer, en condicio~ arreglad y m 6> méno compl tas, la region el gida á la nu~ncl n neral y á sus leye . n lazo colocado entre lo capide doncl<' uel en lo flúido y el centro á donde convergen para ·r nodificados y puesto en movimiento podría proda ir n ell e i que, moderadoe !U péndidos atentamente, a b rí n por la acumulacion de flúidos, la ingurgitacion y la 1 tan ti i' . · 36. na v z acumulados los liquido nutricios, ·e tán en exceso; es preciso que se organicen 6 que sean llevad.o á la cireul ion y al movimiento de la a imilacion general, 6 eu fin eliminados hácia fuera. Para obtener semejantes re ultados ee d rroÚan · esaa erisipela peri6dic , que son al mismó tiem·po el efecto de su estancacion y su causa de su nueva en\nd' en la circulacion general¡ modifican los fenómenos ca piJ por UD mecanismo anáJoso al del colirio en los quémoj crónicoe, 1 p4nnu y los nefélion, y 'en los procedimientoe cora&ivoe de la n turaleza s• encuen~ran feil6oienos análogos á loe que rep11 ntan lu eriaipelas en ·el periodo avanzado de la afeccioo: son veroaderos f~n6menoe crlticos, que juzgan el mal provi!iooalmente por Jo ménoe; . . más tarde la repeticioa de loe miamoe fen6mtnoe del jefe del Estado morboso, reproducid la misma crúis, la. mismos esfuerzos curativo ftegmUicoe, y de alternativa nace la intermitencia de la eriliptla critiea.-Loe aWc&mieotoe y t.odu lu eetran¡ulacio-

nes mec'nicas obs~rvadas en las h rnias, m,erc~d á lo planos 1ibrOSOB, pre ntan un. quadro .análogo de fenóme~os con agud za y calma alterna.ti'(a8: primero el ederua aparece ( espue11 de la.congestio? insensible)¡ luégo viene el dolor, desRUes un tr&ba~o ftegmás1co qu puede ser ftegmonoso y gatJ enoso: Grac1as é. e te e,n cadenamieoto de hechos, el atrágan miento 6 atasco 'l::t!sa y la es~eria e ~alm.a hasta un nuevo ataq e.-Los .flegmones no son raros en la elefantiásis de las pierna ; no se les ve mucho en la del escroto, á causa de la extensio de sus dimen iones, que puede ser indefinida y que no est{\ imitada . e~ el esc.roto, co~1o en los tegumentos de 11\8 piernas, por un CJe 6seo Inextensible y irYiendo de punto de apoyo á la "estrangulacion de los tejiClos. • .· 37. Pr~ciso' es ~<?nvenir en que las erupciones i~flanaato­ nas d~l pnmer periodo de la elefan iásis, en ocasion e que el tumor se halla en vía' de de arrollo y presenta un olúruen muy mfoimo, no erílfn capaces de explicarse tan fi ilmente por el mismo fenómeno crítico, encargádo de elimi ar ó de reabsdrber el e:xc o de la region; y sip embargo, e; exceso no podría medirse tampoco por el volúmen del tum~ · mucho dista de é~to, pues lo tejidos, ·no acpstu mbrados toda Ía á es111 ingurgitaciones, en su principio, defen sentirlas más vivamen- ' te que 108 tumores antiguos y reacc nar tambien m s pronto por medio de la ecisipela contra es s acumulaciones aún insólitas. "' .s.fgue~e. ~el exámen, y de la com aracion de la ,eri ipela pri_nntlV.&, lDJClal, y de la erisipela crlt a secundllria, q parecen análogas en SU naturaleza y que tiren ' JIO · obstan ,' efectos . btep separados:. la. primera pre!id~ la fvolucion, al ecimien- . to de la elefa.ottásl8; la ~gunda á 8 ddetruccion es ntánea. 38. La curacion e~ntAnea de la elerlntiásie 1 eseroto por la erisipela fiegmonoea' no es 1 único procédi 'en~ c;Je deetruccion espontánea que resulta de la évolucioo tural ele 1~ tumores 'elefanciaeos. Hay ot o: este· procedí ien&o de destr~ccion resulta del alargamien~ del forro prep ial y del es<!roto, de la infiltracion urinosa y de la destrucci por gan-

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ha ctuado del lado del rot.o lo qu con más fr cuen-· pl'l!l nga como en e piral y exfr midad dt>l pene.

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cion de nuevu cantidades de liquido urinario, cada deplecion de la vejiga, puesto que el conducto írl..••n~,,..,;a se. ha hecho inextricable. Cuarido ha, pasado el periodQ agudo de esos ac(:J,lUmlles infiltraciones urinosas, loa conductqe fi&tul0808 se sus nuevas funciones, ee revisten de una membrana p,iogénica que sumi!Jistra úua excrecion purulenta incesaÍlte y· e sobrevive al corrimiento · urinario por las fist~Jas en el inWrvalo d~ las mi~ciones. Esta alternativa de resudaciones ~1narias y puruledtas convierte el tumor de las bolsas en un oo de ex1 halaciones fétidas, intolerables para el enfermo y l s que lo asisten . E tos accidentes y estas incomodidades tienen si sus ventajas: merced á e as excreciones crónica , el tum'o r ·el fantiásico, despues de cada lli:J!ll'f'lll!llll rulenta urino a, disminuye· de volúmen; disminu efectúa Eln lá mis!Jia proporcion que el flujo de 1 purul ntos por las fl tulas. A veces un tum9r del era tan volu~ino o que lleg ba cerca del suelo y babia desaparecido debajo de sus cubiertos, que hasta la po icion sentada en una, silla eran i.m atacado de infiltraciones urinarias y de erupciones a , y <lisminuye pocq á poco, en algunos años, de permitir.la P'IIÍci.on~entad~ y caminatas prc•IOJ1RSIOa que el tumor, gracias á dicho trabajo, se eleya h de las rodillas; y as{ disminuido, e ha vuelto con una vida bien miserable por otra parte. Otras veces pueden las fistulas secarse, det;er~(efll~ . zarse la pérdida de su ancia del escroto, in f.,,.,,.,,..hl las ffstulae 1 dejan o como vestigios dlsu existencilt pérdida en forma de depresion, de pocillo ·de ,.,...,~~n.~n r.a guiares. El sitio habitual de esos pocillos r.orrPAnolu1 tro del segmento inferior de la esfera escrotal; y oculta hace que á .menudo pase inadvertiaa la aet: orrnac~JOJ~. pudiendo sospecharla el observador cuando ,.·,rniPrai>•n pliegues radiados huta el segmento más anterior


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de 1 fiatulu • upli~ p~~ ] mmacioll de un 1010 que baya pueeto de nuevo en cotnuoicacion 1 m &o con eJ conducto prepucial por medio de 1lD circuito iado qu ha fraaqu do e primer ob~uJo i beneficio de ...:18Cl·le f1 na, ó por n trabajo ulcerativo que compie~eote J ainuosidadee deecritas por 1alar· mi n&o contorneado prepucio. pu1ir de Ja curaciosa de las fistu~ crece de nuevo el 'e croto, y ex "on, que ile opera en teda la periferia de qu 1 ocon ndoee embridada por el tejido. cicatricial de las ao · fiatulu 1011 bordee del pozuelo t~igu-en ]os el nuevo movimiento e céntrico de la hipertrofia del escroto, y el fondo parece deprimiree todavía mis en todo el peaor nuevo de 1tt boltu elevarse por delante. ú ardo el alargamiento einuoso del prepucio aigue su cuno, 6 lu bala opotitis adhesivas oponen nuevas barreras, y encónoea · blecen inñltracion y fistulas urinarias de sepDd& formacioo diating\liéodoee so sitio de las primeras, po.r ~ bocat mu inferiores rP.gularmente; pero pu.Wen ser poe\e.rio.rea á J i pri'me á cau• de las qigencias de las antigua • brid cicat.rici J .- Con lae nuevas supuraciones, empieza de nuevo el tumor au marcha t.róg_rada hácia la reeolucioll. E\ pronde ·co de la afeccion gana, ues, coa eetu complica· clones y laa indicacionet quirúrgicu cuya fu te llegan f. eer, lo q ha idq,por loe riesgoe que engendran fas aupuraciones. ioepiracionee que saca la Terapé~tica de en medio de héchoa, son favorablea á loe eedalea· puados metódica y uoeaivamesate en las diferen\es regiones del tumor,-comenaodo por eedalel int.roducidoe h,o rizontalmente .en el • gmento iaferior, y aiguieodo con eedalea verticales pasadoe por la circanferencia con un cabo nperior que salga alternativamente de loe di ladoa del t mor, y otro inferior aaliendo·por un ori6oio iav..;.blf' central 6 ipferior. 38. Entre 1 'obeervacionea qué apoyan lo expuesto, hay merece por Jo méDOI eer CODiigoada aqai tD forma

Tátue de ft peregriao que filé i pié huta detde Guaoioa en la coeta Sud de la JeJa, opa die: _ tanoia d'e ceftla de ocho 18811_!18 en. el auno do Octu~ro¡ á Diciembre d 867, eon un wmor· eleíantiáeico del eseto~ muy incómodo, y ein embArgo baetaote diaminuido por lu tulae y las infilt:ra6ioaes 'lllidoau.-Gregorio Cru tiene 6$ a os, de raza blaaca, esflatura pequeña, lleva en su rostro Jai hu llae de ua. grao agotamiento, oolor amarillo ae ~ piel, tlaquctno!a, barba y cabellos blucoe. :SI tumor principió hace 14 afi Ca u.., deieOonooidaa; · pero ha vivido aiemP.re en la coe ud .de .· Paerto-Rico, la máe fecunda en tumoree elefantiásicpe ·e n Jos • habitaJatee. de ambae razas.-El volúmen del tumor Ue hasta el nivel de la parte ÍJJferior de las pll~&orrilla11; 1t equi la marcha eran impoei~les, cuando hace d~ez años s uj#!· roa accide~t~ de · infil~racion urin?aa: dolores vivoe, r 1 hin· chuon ráp1da y e.xagel:..da, supreston del curso de 1 o inae, y sin embargo evaquacion bien apreciida de estos Jfq±d en el 1 • 1 eapeeor de) tumor. 0 da esfuerzo de miccion ~um D ba los dolores y 1~ signos d tlegmoo gangten~o, fo.rmac de colecoiones purulen~, sfacelo, salida de líquidos p~J ntos urinarios. Segmento pnferior del &UfDOr acribi~Jado , agujejeros, q~e dej~ puar orina; pér(ijda de sua.ta.ncia e eecro· &o; ma!'ifestacton de ti.stula!! sobre ~na euperficte a ctuosa. A medida que ee vert a el pU81 el enfermo veía en a · nas llemanu. diaminuir el iu;nor en · todos sentidos y res blecerse Jae fanoionee de venc~ad que imptdia aq el Pas tb algun · tiempo, curacioJ? de "algunu fi tulae, rt'cuperándoae e durso de lae orinu po~ el prep4eiu alargado. · ..1liMio ~.-Olor urinoso intolerable, que.hace 1 enfer·. mo un obje&o de compasion, y de dukusto la resudaé ob intermitent.e uri oaa que *'ña el escroto y los vestidos. Betas fls'ulu enán abienu • la cara inferior y anterior del eecroto y b~ta por debajo ~e la emergencia de la parte libre del p"pu· c1o. El mayor númeto de ellas convérge hácia una loacá cuya nptrfioil ezterna corresponde, por debajo, i un • ~rdida dt ea•ncia en el eecroto. Algunas ee~n borradas; y'nd q~eda de

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• l.S flalado por algunoe botones camoeo~ rojiaol, que. hallan eecaJonados desde el forro hasta la union de lu caNI an&erior é inferior del escroto. Las más elevadas eonl que hao ciQaLfizad9 más completamente; laa mis b6m n 1 que M aproximan más al centro d 1 segmen. i ee ve la ed d y el 6rden de forwacion de las fistula : 1 superiores ee han formado y curado lns prim~ras. La fórmula destinada '- xpresar la uc 'on progre iva de las infiltraci o y de la fi tula8 urioiriae, seria: de arriba abajo y de del n&e át . Es fáb\1 de creer que e te órdeñ este descñso progreeivo y eatll mult.iplicacion de· las .infi_ltraciones .Y de 1 fimllas no h n deeempeiiado- un papel n 1mportanc1a en 1 acto de la disminucion parcial y total del tumor. ~s mible que el ~ino directo y de de el primer golpe de a:rriba abaj~ á travea del m yor e pe110r, segun el diámetro más grande de la esfera eserotal, no hubiera producido la disminucion del Lwdor en una proporcion iguMl. i por una coincidencia fortuita hubiera motivos para suponer la exi~t.encia de es recheces del conducto uretral en un mismo individuo atacado de elefanta is d~l escroto con hundimiento del pene en el eapeeor del Lumor, se reconocerla muy fácilmente su causa, leai9n de -a.nalizacion. si pue , nunca las fistulas urina- · riu de la elefantiáais pasarán de un plano vertical que separe lá mit.acl an&erior de la polñerior del escroto. Las fistulas pre~ pociales eérá~ t.odu anteriores, jamas serán perin&ales, áun ménos inguinales y dirigidas en su e~ de arriba abajo: ee&oi doe úhimoe caractérea no pert.eneéen ni p ·eden lier impu Loe lino á direcciones de líquidoe, cuya fuente se halla. por de&ru de la apooeu.róeis media;, pudiendo tam.bien ebeenarae "en 1u flJt u situada sobre la region pubiana é inguinal. De dOIKle e.t.a gueraliDcion:-Siémpre que se abran fistulu aobre el aegmento poet.erior de un tumor elefant.iásioo del eecro. to, rin cui con llf!SUridad á una estrechez de la ureVL ~qor· de las boleas ha disminuido tanto en el caso actual, por PfOC"dimiemo de .ounciou elpODaáata, que en lupr de

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Uu mu que el orüicio

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descender por debajo las pantorrillas, sube en la ac á cu tro travesea de dekio por encima de la rodilla. ¿Debía ó~rarse «l.l. Gregorio Oruz ?-Le hemos puesto la operacaon por ·las azones . siguientes, que nos han parecido otras tantas indicac· nes formales: · 1? J.a castrad n, que puede ser útil é ioe i~ble, tenía pocos incoqveniente en ésa edad¡ 2? Gregorio CtPz, 'por sus resualciones urinar· S y purulentas, se ha hecho u objeto de disgi.\Sto para lo otros y para é! mismo; 3? Gracias á la estrechez y más tarde d la obliteracion de 11\8 antigua fistulas, puede temerse)a pr de nuevas infiltracione urinarias, capaces de. ser 4? El flujo purulento qpe tale de esas fistulas múltiple es una cau.sa de agotami.ent() ~~ra el s~;~jeto; 6? Toda profesio es impostble, y el pa01ente bstá reducido á la mendicidad· 6? L8 ' vascularidad ha diswinu.ido por lo11 flegmones. Aceptada y despues rechazada la operacion, se.tlalar moslas contraindicaci~nl!s que,pu~d~n co~solarlo de su nega iva: 1~ la edad de 68 a11.os¡ 2? la ex1ste.ncta probable de brid fibro.·sas cicatri~ial~s ten?rfa~ el inconveniente en un jóve de haCer m4s difí01lla d1sec •ton y la enlicleacion de las· g ndulas s~min~les, aunqu? esto órgano~ y los cordones, graci á su st_Luac~on en el segmenló posterior de la elefantiásis, h dtd~ e~~apar állos efectos de los flegmones urinarios Y. catrtzacton de sus foco i 3? lqs buenos resultados sefta las est.adisticas se reñe en á personas tod . ia jóvenes, · que la edad del tumor 1actual dejaba s\Js resu tados á 1 visto; 4? un anciano tolerará difícilmente opetacioo cuodu en gangrena. de loa colgajos y en complicacio ticémioas.. Y sin embargo, podia copteatarse que ele bia adquirido, por sue infiltraciones ~petidas y_ la~ r dacio- • • nes purulenLu, el hábito de cierto grado ·de intoxica · n att!atiguado por au aparien ia caquéctica. A falta de ope~cion completa ~abiamoe propuesto ~ edfer~o que aceptase por lo ménoa una operacioo. parci_al "e hubiera dado por resultado -la reeeccion de la parte tumor oorr~~pondieote ' eu .fgmento anteri2.r, oompnadien o ea el~

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la N@ion hipertrofiada del forro prepueial y todos lol dial ~01 por 1 .infiltracion. Beta operacion .,-Hativa ?ubi ra o ido por ofecto conciliar los te~orea. y lu negat1vas d l ciente con la n e i.dad de deeemhanlar l pene y de &abl r 1 cuno na'u~l de la miccion. bazada como la ablacion t.Otal (y por motivos i la. juati6cadoe), ett& .._ecc·IO·a tenia el iocóoveniente de a herida mú difique la que hubier. tado de la ablácion cil de ci tri co~~ . . VIII. MMotlo la 'oompruion y fklaa 'iwionU múlnplu: ljru para el. ucrotu, 4tmoatradaa por la aMlogfa.-40. 1 rep~gnan i la mayor parte de loa enfermos; pero u logio r ha d 1 e tudio prect>d nte: ¿no podrl. obtener e n sultado tan favorable sin loe edale ? Para responder é. preci o invocar la id ntidnd de naturaleza que existe nt 1 1 n iá i d 1 e croto y 1 de lu pierna. Véaee el ~ ruplo d 'un horubr de color~ que muoboe"vieron salir d 1 H pi tal d Ma agüe2 en un tado muy próximo á la curacion, m e d á J. inc· ionE> múltip1es h chae para combatir el e do moo nioeo de sus piernas. El a gro criollo Pablo Geigel, nacido en la capital d ·la Isd 27 afi cuando entró en el hospital civil d Maya· de c\ubre de 1866: el eecro\o conservaba una intelu ; ninguna ulceracion ni en loe. surcos profund . qu ·· bao 1 plie ea existen a entre la cara anterior de' la pi roa y la garganta del pié, los de esta ¡:egion y 1 · uperior de loe artei . El peso·· de las piernas era tan ve1 trastornado u eq'tlilibrio.. En vano se trad ~zplicar la in~grldad d~l croto por 1!!- intemidad de la Jeeion de 1 piem 1 pote veo pierna que parecen coosumit el genio el fanei.co reinante en un organiemo, y in embal¡o, i pesar de 1 emaciacion.eufrida por lae ~emae regiones clel c:uerpe, 1 ro\o de alguaos individuos no deja de ser ata· ·«*~o muy fanem n de lefaotiúis. Padiera emitirse, sin • - • ·MJá ncilaeion, e1te peuamien\o: que la t'lefm i'IIÍI del fiOI'* oompüoa la delu ~en pl'Oporcion de .l a activi-

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dad ~nital de la y{ctima: eolicila la looali'mcioo otal como las -~-rofeliooee, qae ~aYOrecen la etrtftcion vertical rolo~ga-- .. da, ~hm\atl la l~lfaaon en 181 piernu. Pablo Ge gel eetabe aJe P':8 de causa de 'u oficio de vendedor bulan-. te. El prioeipio IIU enfermedad da\aba de la ed de nñoe, habiendo su' evolucion repe,id~ eri,i Ju. Su elhdo general'•ha 'a · o de muuho tiempo atrae;· )as hlanoe deecarnadae del prueban su. estado de e disimulado por Ja oonformaeion dt~l rostro. He'_ aquí eltratamientoeficaz y en,rgioo aeguidp. en Y aplicable en todo á Ja elefantiásis del escroto, dado ue fuese . • rechaada la oequeotonHa: el arseniato de eoea y el y uro de .potasio . . e repartieron los honores del tratamiento m dico·' las mcmonee, loe cauterios y la compresion los. del tratam eóto qui-. rúrgico. Estos' mooioe fueron e1npleados paralelam nte, ayudados de ba11os repetidos y purgantes de eulfato de agnesia cada 15 dias, Itas inoisio~es hecha11. p()r el Sr.. Dr. Betances eran vortic11les, múltiples y sucesivas;· tenían de 0,0 á 0,06 centímetros de longitud y de 0 102 á 0,08 de pro uodida~ De~pues de derrarnane la serosidad coottlnida en· la regiones vecmae, nueetro colega colocaba en algunas qe ell un fragmento de nitrato de plata, el cual se fijaba en el fo do de la inci~io~ por medio de hilas mantenidas con un ven aj comprestvo. Al cabo de algunos. ~ias un fiújo purulento 'reemplazaba al aeroeo que, asu vez, babia sucedido~ un fiu· o eanguíneo.-Eo nueetra opinion, no se conoce · gun tamiento · eficaz contra la elefantiásis de las piernas; todaa eau ro turu ton illút.ilea; la compresion solamente puede pree\ar alguó utilidad. Káa \arde lu vendü -compretivu íuerón reempla por graodee bo&u ele cuero, qae el Dr. ~tanoea ~ · para•~ euf!rm~: eet.aban heA<lidas. por fáera, e am"ba a~Q, parnecidae de OJetel 1 luos que penuia1an una compreaibn ·útil· y • ~ta utilidacl ee ~~ 11' que para demoetrarla &en~ot ...,~ g¡tla la olttetvae~on . de un he111bre de oolor, l.uia 'ui., que aaooa babia teDido ea loe piés la eJefaotiúii q• ~ en . lu ~roa.t, porque_!iempre babia nevaclo rapa&GI.

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161 pu a catorce metes de permanecer en el Hospital ci· d ayáf¡U z, aalió P blo ellO de Diciembre de 1866¡ la • vil sen\e le con id ba como curado y granae era la admiracion qae i os a su ea do¡ pero no completa la ~tiafaccion 1 Dr. Betancee, qai n bien vefa en lu piemu lo gérmene11 • de una probabt' recidiva. ,1, He aqai otro jemplo en que-bem s visto y podemos afirmar la curacion, oon eólo esta re 'ccion, que simple a · r · toe nos atestiguan que una elefantiáais Antes exi ten te~ se halla en 1a actualidaa curada. Juan Ruiz é muy .digno de crédito cu ndo uegora que en otro tiempo oí una elefantiásis de lu piernas, hoy e da á ben ficio de las incisione-! r petid , pu to que u hermano Lui , 1\ntes mencionado, ofrece en los dos tobillos y en 1 pi roas un principio de elefantiásis mani· y su padre la preaentab n las piernas y el e croto, que lo llevó i 1 tumb á la edad de 51 at(os, á consecuencia de un ataque de eriiipela el fantiá ica. Juan Ruiz fué atacado, deede la ad de 22 añoe, de elefantiá is en la pierna derecha, acom· pdada de u a erisipela elefantiásica mensu 1: el volúmen de aa piem era &an con iderable q-ue llenaba la del pantalon; el enfermo taba dispuesto á dicha afeccion por la doble cuali· dad de heredero de un padr 1 fanciaco, y de mulato. · Erale impo~~"ble toda profeaion: .con una cuchilla se practicó él mismo iaciaion• móltipl cuyu huellas pueden verse, contándo· II!Ú de d~; entóncea sufría de una erisipela: bajo la inftaen · de la sangre venida por algnna de las heridas, y de dad por todu las ioci ion , una rápida mej ria le permitió en ü horas dejar la cama, en donde se encontraba con fiebre. Becidine de lu eriaipel~ al cabo de dpe mese&: cinco Dueftl inciáoDee, y nueva curacion de las erisipelas en veinti• caa&ro horu. e entóncea no sufrió má de ellat! Juan Rais, ni de hincbazon el~antiúica de lu piernas, pero fné ataC*Jo, UDa nz solamente, de ~risipela de lot brazos. No ea la· piÍIIMII"& oeuion ·que vemoe genetalizane la erisipela y traeportane i un miembro Concico en virtud de una especie de me&útuia~-Otiro ejemplo enconwamoe en el Sr. R6rgoe, de Maya-

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gUez, ya citado al principio de este -trabajo, coin~iQiendo en él, como en ·el caso de Juan Ruiz, si no con la cura don de su elefantiásis del escroto, á Jo ménos con. la deeaparicion de la erupcion de angioleucfCis que padecía. 42. Cualquiera qu~ sea la naturaleza comparada de la ele· f~ntiásis de los griegos.y de la el~fantiásis de los árabes, es preCISO notar que Jos ~edtos cprativos de la primera, si existieran, deberían ser iquiera experirnenta<Ios contra la 2~ afeccion situada en el e croto ó en las piernas. El Sr. Dr. D. N. Rodríguez, uno de los decanos entre Jos profesores de Puer~ .Rico,. ha tenido 1~ bondad de darnos la nota siguiente, cuya exactttud garanttza:-Hace algunos años que en el ingenio "San José" vivía un negro jóven Jlamado Cárlos, como de 20 ntlos: e te da grnci .do se hallaba atacado cfé elefantiw ae les griegQs, de la enferlll.edad . conocida en el país con el nombre de "San Lázaro;" tenia las iversas regiones del rostro sembra· da~ de tubérculos 'y us manos gancho~s ya babian p~dido Já libertad de l(>s movimientos. Encomiábase entónces una planta originaria de Venezuela llamada " · uichwichuH," de la famil~ ~e 1~ Rubiáce_a ; procuró_sela el Dr. Rodrigu~z, y segun las tndtdac10nes recomendadas administró tres dósis al enfermo, de un escrúpulo cada una. Los efectos de dicha planta fueron espnntosos, agrega nuestro colega de Cabo Rojo·: el cuadro de Jos desórdene funcionales provocados por el medicamento representaba con bastante fi~elid~td e e los sfntomas del cólera (calamb;es, vómito ,·evacuaciones alv_inas incoerci· bles). No se hizo otra medicacion y ei enfermo se curó: este hecho descansa en )a afirmncion nuestro compañerq, tan digno de fé; pero no se ha podido prtJcurar otra dósis de la planta, ni sabe de otro caso de tratamiento del mismo mal por el mismo remedio. El grado avanzado de Ja enferm~dad no permite creer 1en una curacion 4;spont~nea, porque el estado preciso de laa Jeai~ nea ofrecidas por las extremidades del jóven enfermo es .el sigúiente:.-ya babia perdido dos falanges de los dos pulgarés, l~ J:lles falanges del índice de la mano izquierda, las dos faJan. 20

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d 1 medio y d 1 anular de la mi ma mano· los dos pi s haian perdido todos su artejo . Por más que sea un b,cho ai o la atencioo de nu tro venerable colega de Cabo Rojo, el r. D ... Ticolás Rodríguez le concede un valor serio, y la planmerecí ser e ludiad tuA completamente y con mayor aunticidad. _ Lo efecto de e te m dicamento han ido lo~ de un ogente tó~ico; y ai se fuera á escog~r eÍltre· ello , tal vez sería ju to pen r en la administracion, cuerdam~nte mesurada, · progresiva y re ervada de la e tricnin11, como agen~e podero11o capaz de de pertar y regul r lo movimientos de la nutricion d via• d ; y como medio sucedáneo de u o externo, no estaria fuera de !_a electricidad, la que de propósito experimen r los efec no puede dejar de poner en juego, 'p or lo méno , todos los elementos contráctil de la region que, en el aparato vascular, hacen un pape .import nte n la circulacion y .en los e t.ási que son el efe-cto de tod laa cau tl!l que le ponen obstáculo . VIII. De la o queotomta s 'n recidiva.- 43. Puesto que In ateria médica, y 1 Terapéutica no ofrecen . irio re.cursos tan fugace y tan inciertos, ea preci ocurrir á la operacion, á la ablacion del tumor elefantiásico de las bol a , á la OBqtleo~mta. Ee preciso buscar individuos operado y á larga distancia de pu de la operacion ver sus buena consecuencias ó sus recidiv Vamos 4 dar el fruto de nuestras investigaciones; pero deide luégo de~mo señalar una memoria, un trabajo pre entado á 1!' Sociedad de Cirugía de París, en ~1864, por el r. Dr. Betan~, de Mayagüez; trabajo que hasta ahora no habíamos citado como s" merece, por no b&ber llegado á nuestras manos, figurando en él las notas que babia tenido la bon'd ad de comunicarnos el Dr. Audinot, como resultado de su colaboracion con el profesor ánte mencionado. . El trabajo de nuestro diatioguido colega contiene tres ob ervacion principale de osqueotomfa~ escritas con pormenores · yh b con felicidad,~n un blanco, el Sr. Arrocbo, y ha\!e hwoo partieularmente i la osqueotomi{l practicada en dos blancoe loe S~ea. B. bennaq011 puyu doe hermanas ofrecían las

. piernas de las Barbadat~, y cuya familia ,había pe!gido dos niftas, tamoien us hermanas, atacadas de~nlbuminurio. Los datos tambien . que hemoS' podido recoger respecto del Sr. Arrocho, hablan todos en favor de la osqueotoinía y de nuestro colega él J)r. Betances, y á contiauacion de eltos hablarémos de un cuarto operado, el Sr. T. 0., de que .tampoco '.ee h~bla en su preciosa memoria, aunque merezca figura~ en la historia de dicha operacion y de sus ·resultados. 44. · Fermin Arrochp, de Maya¡Uez: h9mbre blanco, de una · constitucion empobrecida: de un temperamento llofático y dé _ec:}ad de 45 atl.os, tiene (dice el Dr. B~tances en 1864) un tumor dél escroto que le hace insoportable la vida; y pide que se le opere, á un cuand deba morir dEl resultas de la operacion. Lleva en las pierhas1 el cuerpo y la cara numerosas cicatrices de vil:uelns, y cicatric s de bubones en los puntos que ántes de su enfermedad pcupabao la~:~ ingles. El tumor babia empe· eado á desarrollarse ha.cía dos aftos por un. infarto ligero de In~ . bolsa ; bnjalia hasta erJcirna.· de las· rodillas en la época de la operacionr y exhalaba ~n olor' nauseab~ndo .• Situacion de Ja·raiz del pene: á ocho trfl.'(éses de dedo por debaj_o d~l púbis.- Los cordones espermtiticos escapan á la exploracion; se siente bien ' la posicion de los cuerpos cavernosos.-El 1? de Júlio de 1860 es operado el enferma de la manera siguiente:-;-Posicion del paciente: como para lQI operacion <18-la talla, s~bre una' me~a. Manual operatorio: doaiñéisiones profundas, partiendo cada una del orificio externd' del conducto inguino1 y yendo á reunirse en V por debajo de la raíz actual del pene, ó más bien de ·Ja ,piel de éste que se enéuentra' contorneada á manera de un sacacorchos. A dos traveses de dedo detprofundidad se encue~­ tra tejido celulosa blanco-amt~:rillent.o infiltrado de serosidad, ·Y' á cada inc~ion se vierte san~re -yenosa en abundancia. En el ángulo de las..dos inci$iones está el cuerpo del pene, que es ~i­ secadó prontamenté,. ¡por debajo y á los lados,. y qué se hace levantar sobre el viehtre. Entónces dos nuevas incisiónes, principiando en el mismo punto que las dos primeras, van tambien ' unine contorneando el tuínor, que •• ~aotiene leva"Ota· · . 1 . . . . , .

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do, ' 0'10 centímetros por delante del ano. Debajp de las dos primeras inci iones se t'ncuentran lo cordones por detrae, ro de 'tejido e lulo-adiposo abundante ~infiltrado de serote carácter ha permitido reconocer despues al operaaidad. dor la sita ion de los cordone ántes de descubrirlo . La cantidad de ngre abundante; Ta constitucion del ujeto no deja prolongar mucho 1 diseccion, y el cH-uj.\no no se atreve detenene par enucle r los testículo . ~or loa inci ione ya hecha ee encontraba el tumor pediculizado, y sobre este ped1culo se aplic el magullador (tcra&Mer) lineal. El o~rador siente no ha- • ~r \eoido 1 id a de pasar la cadena hácia adentro de los cor- · dones, para lvar los órganos genitales. L aplicacion del' magullador, bien hecha, con ·ene lo hemorragia y di ipa los temores. otee de la ccion, el pedículo no tenía mÜ..cho más de ' 0,02 centímetros cuando e rorupióJa cadena. En u lugar e pone una ligadura, e termina ti lizm nte con el bi turi, aunque deplorando 1 pérdida de los testículo . L piel del pene, desplegada y tirada báci arriba, reformó la vaina de lo cuerpos caverno y d 1 conducto uretral. El colgajo pudo aplicane muy bien obre la }lerida, practican suturas de ámbos 1 doe y aplica ion de co~pre a ·moj das en agua fria. La operacion duró trein minutos. El tumor pesaba nueve libras • sin cont.ar con l¡i angre y la sero idad. -Nada notable ocurrió loe diu iguientes, á no er un ligero olor de gangrena que para el Dr. Betanc e explica por la supresion brusca de los medios' de nutri<!ion que llevaban á los tejidos innumerables va1011 ·venosos; ademas la gangrena, tan fácil (esp.ues de la osqQeotomfa, le impone un!' gran reserva en el empleo del percloruro de hierro como agénte hemostático. . El exAmen del · tumor denotó una infiltracion' de la tr ma celular y una gian abundancia de sangre¡ lo que récuerda que, en un gru número de observaciones en que ha habido hemorrapu, ee ha enCXIDtrado la trama del tumor compuesta en gran parte de \ejido ~luJar de ma11as en nchadaa-y conteniendo un lfquido aeroeo, denso y amari1lento. El enfermo sale curaeSo la diae deepues dt la operacion, y mili. tarde ee ha ocu·

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pado en el servicio rle correo á .pié. El Sr. Dr. Betances llama 1 la ate~cion sobre lrS ventajas del magullador en el caso del Sr. Arrocho y supo é que ha evitado, · gracias á este procedi-miento, 1 peligro q e presentan las venas voluminosas. · Despues de la l~ctura de la memoria á que nos referimos, creemos que e de 'una gran importancia p\lra el porvenir de la osqueote111la aber, si pasados siete años y medio de iuterva- . lo,, la operacion ta11 felitmente hecha . y terminada no ha sido seg~ipa de recidiva Hemos enc6utra o al 'Sr. Arrocho y obtenido de ~llqs documentos que siguen: En primer lugar, proclarnémoslo" con viva satisfaccion para el porvenir de la o erncion: en_siete años y medio no ha recidivado el tumor elefantiá ico del escrot . La piel destinada á revestir el pe.ne· ·ha ido méno respetaoa que el colgajo más corto que ha cerrado la h rida de la operacion por detrae y por debajo. La extrem1idad inferior del olgajo que fué cortado sobre la cara anterior del antiguo tumor, tomándolo con objeto de formar el pi·epu~io á tejido que contenían ~1 gérmen de la elefantiAsis, y esa ek ten ion considerable de tegtlmentos reser• . vados hao permitido el .desarrollo del tumor .elefantiásico que existe actualmente s . el prepucio del Sr. Arrocho, y cuyas medidas daremos más Í¿jo . Podemos pues señalar ~se hermoso resultado, que e el mejor elogio de la o queotomia y una _ conquista definitiva en honor de la Ciru ia moderna. Un poco ménos de temor en abandonar la. extremidad del pene em · órgano tegumentario de protecciori, y la opei'acion se hubiera salvado por completo hasta del pequeño reproche de haber permitido una manifestaciqn tan li~era de elefa~tiáeie prepu· ~ cial ¡ afeccion parcia1 que in teresa ¡t>r otJO lado tejidos tan poI'"' co extensos, que el magullador dará cuenta muy pronto de tal exuberancia. Parece justo creer que el escroto no se ha escapado. de la recidiva, sino por el sacri4cJo de las glándulas seminales tan sentido por otra parte ,del Dr. Betances¡ gracias ~ esta castracion, se pudo haeer el. colgajo p~sterio~ lo ftJAs corto posible, y colocarlo así en 1"'


168 condiciones mat rial s d dimension las más guras para la n r i<)iva. El r. rrocho 11 v en 1 pierua d recha una tumefaccion cuyo v lor importa j1.1zgarlo b jo el punto de vi t de la hi toria de 1 r c~div11 á distanci . La pierna izquierda- tampoco goza de un integridad perfecta; pre enta cicatrices que, ei he· DlO$ d dar credito á las protestas negativas de dicho r. acere de u antecedente , no p rtenec.e rían á antiguas · manife' ta· cion ifiHti ; adema , l color qe e cicatrices e muy blan . La pierna izquierda no .ofr ce por·todo tumor ino 1 for.n do por dilat oione varico a , indote'ntes y reductibles, d pendiente de. la vena afena interna y situadas en el borde interno del hueco poplíteo.otecedente de la pierna derecha: · b na ánt de ta op r cion, se ha pues tumefact solae pue de 1 blacion del tumor e)efantillsico del e eroroen . Dit>z y o ho mt>ses de pues de la. operacion,· apareció una hinch zoo no ble, no t~in dolor, e cogiendo por sitio principal · iuici 1 la region m 1 ol r derecha. El pié derecho no ofreció ino dilataciones venosa ¡ encjma del rodete formado al 're· dor d los t billo por e ta tumefaccion cubierto de una . piel un poco rugosa, se dibujó poco á poco una hinchazon cubierta d un piel li y al parecer fina, á lo ménos por ~u disteosion. Eata tumefaccion de la region !rupramaleolar está mbrad de p~acu cicatricial s, huellas de heridas que E! form&r()n do añ91 despues de la operacion, acompañándo e de · dolor~ viv y del flujo muy abundante·.de líquidos saniosos: Hace' poco tiempo que las heridas se han secado, y el Sr. Arrocho decl raque 1 ·de la pierna derecha estaban todavía abier· h brá quinct> di . Ea verdad que, como· hemos dicho, d.em~fi.aba el ~· Arrocho el oficio de correo ' pié, atrave · ndo nos en medto de su cureb; pero desde unos seis meses tiene otro empleo en el servicio municipal del departamento y m marchu_ ee efectúan á caballo y.no á. pié. Sea lo que fuere del m~nismo, he ahí una hinchazon que, sobrevenida á dis· oeia }' al cabo de un intervalo de dos añOf, de pues de la ablacion de ~o tumor elefantiúico del eecroto, podria tal vez

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juzgar e como una manitestacio~L del mismo. órden operada á di tnncia fle su a iento primitivo; si bien algunos antecedentes pued n atenuar, ya que no borrar completamente, este pensa· mi nto: la primera afeccion conocida fué un flegrnon circunscrito de Ja pi rna, y segun dice él, fué un abceso precediao de un .tumor y eguido de una llaga que persistió dos aftos desyues de la ahert,ura de la coleccion purulenta ·POt el bisturí. El Sr. Arocho tenia 12 años; cuaodo se curó esa herida de la piern·a derecha, e desarrolló un flegmon periadenftico de la ingle derecha qqe terminó por la formacion espontánea de una colecci~n purulentt( despu s de una aplicabion prolongada de tópicos emoli nte , 'contando edtónces el Sr. Arocho 14 años. Darémos ahora las medidas de las piernas del Sr. Arocho. Las difi renciat~ n as iguienteA:

~ {~ . 00 . .tzquter . d a. . . . 0 , 18 •.trcun,e' · . centímetr d . s} pterna . por encmu e1ip1ce .· d h n rencta . . . d lé p1erna erec a .... . . v, 21 . e1m o1o tnterno. · pantorrilla izquierda. 0, 127 pantorrilla derecha. . O, 83· ·Por encima y por debajo dP. la rodilla .. .' . lguahiad. · 45.' ¿Qut'l r lacidm p~ede existir entre la .rnauiféstacion de la elefantiAsis del escroto, lo antecedentes personales de un sujeto que padece esta afeccion y los d&-su. familia?-Eilta es una cuestio~ poco estudiada en sus pormenore.t!. ·El padre del enfermo ha muerto de hidropesía én u1a edad avanzada eDI el pueblo de Añasco, donde hnbia nacidb: su madre era de RZI\ blanca co~po su padre y como éste tiunda de Añasco, habitn· • do muerto de fi~bres; :eis hermanos, todos fallecidos de enfermedades desconocidas: ninguno ha presentado la elefanti.ásis, ni · el padre ni la madre; tres de los hermanos murieron jóVtenes, los otros tres de fn.As edad, casados, y dejando hijos que viven gozan de buena slilud. De siete hermanas, cuairofalleciertm, tres de éstalt jóvenes p.erio' casadas y dejando hijos (de los cualea uno .vive y el Q~rp h!lo mq~rto), iendo uQo tniliciano, ~o~ualq¡ell~

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cado pita!; u profi ion cusa u vigot:.-Primer miento del r. rocho: la primera 01uj r sucumbió en 1 56 d 1 último e l ra que azotó la I 1 : no tuvo hijos de esta union, ·. porqae, eguo die , ntnb más d 50 año , era viuda y on hijos de- u primer enla , di frutnndo una buena salud. gundo ca miento: ha tenido l~ar de pue de la castracion y de la o qu otomJa; lo que parece er una nueva 'prueba de la inutilidad de 1 ahlacion ·de las gl ndula seminal a p aniq.uilar lo d eo enór o ,· pue á p ar de 1 op~ra­ c' o continuó el mencionado ujeto xp dmentando u ce Idade ual , in duda con m • no fr cuencia que n otro tiempo, !o y de pue del d arrollo d 1 tumor, pero todavia muy m re d · on do de 1 ca tracioo, habri llenado sus deber conyug 1 lo ruéno d vece por mana. La dureza. de 1o cu rpo verno o durante acto de la cópula la erecci n e n muy cmnpletn , gun dice, y agrega con insi tenci que· cad un d a relacione e eguida de la emision de un liquido, cuyo color seria 1 de 1 clara de huevo, y su ntidad omo 1 e pacio ~ . una pieza de dos francos ( 6 de cuatro reale .) fuy probablemente e trota del líquido prostático; y por mu h que ea 1 confianza del operado, au espo: j ha pr ent do, bien entendido, los signos de la fecundacion. • ntecedente personal s p tológie :-enteritis repetidas y prolongadas, 'que e atribuyen á la accion del ol ;-di enterías múl iples, con d yeccione sanguinolentils cada "ez. Siempre se ha qu~ado de haber sufrido dolore en lo hue os cuando cambia el tiempo. Nunca fué _vacuoadó. '(!na viruela eon8caeote y grave lo puso en peligro ! la edad de 46 afio , durando cuarenta dias é infligiéndole las marcas que 'todavia lleva. · ntecedentea especiales ! los órganos afectados de elefan. :-Una primera gonorrea en 1842, que no fué seguida de . adenitis ni de orquíti . u ocia de chancroe. La gonorrea ee CGró en un mes, sin necesidad de qu~ su pendiese sus trabajol. o .hubo hidrocele. Y A pesar ~e eata falta de com-

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plicaciones el Sr. A. n? vacila en athacar su ~lefanda ! aquella ·gonorre.a.-Prinoipio: en efecto, seis meses despues de ella empezó el tumor de las bolsas, siendo de notarse que era tam· bien la época de su mayor actividad genital. 46. Estaáo autual en 13 de Diciembre de 1867.-Apariencia de un adulto castraQo siete años y medio · desp~es de la os• queotomía:-La talla del sujeto es inás que mediana¡ la cara y las otra r giones: del cuérpo e~:~t!n casi absolutamente ~espro-. vistas.de polo ; apénas alguno vestigios de bigotes; no hay patilla; cabellos grises con un tinte terroso. 'Sistema venoso de arrollado en las manos¡ señales de ventosas debajo de la 'clavícula izquierda, con motivo de unl\' b'rooconeumonia sufrida. en 1847 próximamente; marcas de sanguijuelas en la boca del estómago, visibles en medio de anchas venas superficiales, y que se refiéreo 'al tratamiento de las complicaciones de la ínisma enfermedad. E tas venas epigástricas se unen·con las ramas de law tegumentarias abdommales y de las mamarias: ¿estaría su desan:ollo en relacion con 'el de las venas esctotales en otro tiempo tan exageradas? Creíase que todo el sistema venoso abdominal superfici~l se babia desenvuelto en proporcion de los impedimentos del aparato venoso profun~o que ya no podía dar abasto á las olas de ;sangre llevadas del tumoll del escroto, lentamente en la estacion veTtical, mb rApidamente en la p sicion acostada. IDgado, bazo, inte11tinos: integridad a Juta de vol6men, de estruqtura y de funciones.-Lumbagos frecuentes; funcib- · nes urinarias perfectas¡ sudores abundantes flcile1.-Los sen,idos intactos: solamente las orejas ofrecen en sus lóbulos una _lesion que tiene mucha • imp~Itfncia, puesto ,que esas dos • regiones, que han llevado largo t1edipo aretes, estAn desarrolladas de un modo elefantibico y tienen un tumor con todos los caractéres de los tegumentos elefantiásicos del escroto; tumor que preaenta.las dimensiones de dos p~ezas de dos ~coa (cuatro reales) superpuestas.-Loa ojos permanecen en bpen estado, lu ceju con pocos pelos, y un arco senil muy marcado al rededor de lt comea traeparente.

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pecial d' 1 pen , fi ct o de 1 hip rtrofia del forro ,prepucial mer ce una atencion pecial: parece que 1 tegumen que lo componen e hallan triplicado de volúmen eti p or, y duplicado n lo gitud. El prepucio engroeado eobree le del glande en una e tension de 0,06 y la circunferencia de te 6rga_no hipertrofiado mide 0,12 e' ntímel . D 1 extremidad del -prepucio hácia 1 raíz d 1 miembro, la tumefaccion v disminuyendo in n iblemcnt . . longitud total de 1 t gumento d ·¡ forro, a i atacados de h1pertrofia e de ,05 e ntime ro · d de la raiz hasta el extrP.mo del prepu io. e to parece ult r que la punta d 1 colgajo anterior en hubi ra sido útilm u e cortado má cor~ y m nos bajo en m- dio d lo tejido al rados; y, para de~ todo nue tro pen ami nto, creemo q e lo colgaj o ufic~ente d b n má bi n ser medi_do . tri m_ente q~e no prodig dos con lar ruez . L penenCJ d la 1nfiltracJOne urinari_ m~ tra tod lo di cuá n ft\ il para la glándulu mmales 1quedar 1)' in !gajos ortad de una ola pi za pn· ra cubrirl . ; losmameloue carno o de 1 llAga del roto d . truido por 1 gangrena, b tan para 1 formacion d un croto cicatrocial; y por a imilacion legitima, puéde d cirs lo mi . mo del forro, qu debe mbi n form . e d una ola-pieza p r eleolo poder de lo mamelones carno o . El re proch qoe e ha heclio á e cicntrice 1 d ser in en ibl 1 e méno grave qu~ la atnplitud de 1 col jos tan n ·e ariam n fi cuud.a en recid'ivas locales. •Es me ter doptar regl : no·· toru r nada regiones alterada , por ligera y por pequ ft qu fieie del colpjo que ofrezca las huella , 'q1,1ie1a

poeibk!e e)efi owi . 48. En cu hto 1

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odelaad regione ínguino-crurale u relacioo con la oeotomia y ]a alteracion actual de 1 piern ,-:-1 cicatri~e ~e la a!'tigua operacion, de hace siete y medio aft d1bujan eobre una region pubiana co i glabra, en ~ _de lin blanquecinas muy poco diforlllfl.- No hay hernw 01 trazas de dilatacion de los couductoe inguinales. La

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piel de la region estli sana, pero el tejido celtdar subcutáneo a_reolar y ~aminoso d las dos rt>giones for'~a _un paquete- elát~­ tlc~'s me.14nte á ~n cono que tuviese su base dirigida bácia arnba. En med1o d e ta masa indolente del tejido celular atacado de una hipettrofia estacionaria; se siente aunque confusamente un rosario de glándula" linfáticas indolentes pero cuyo infarto poco desarrollado iguala al volÍimen de un~ avellana. _E n v~no . e bu ca en el s~tema glandular cervical algo que se parezf!a á la plóyade posterior 'y que invoque recuerdos ·de la sifilis. T?dos los tejidos d todas las regiones son. flojos, bll,lndos, mac1lentos como en los individuos de temperamento linfático exagerado, y de cloroanemia profundamente inveterada. Un gran número de afec~iooes reuml\ticas han medrado con esta dispoeicion. · · · _El Sr. A. es ~l digno miembro de una familia de valetudina: rios que todos han muerto temprano, . aunque sin afecci~n que pueda comparárse á la de dicho sujeto. ·. Las preparaciones yoduradas h.an parecido indicadas. El. r. A. las h tomado y 'las asoóia al trátamiento análéptico. Acabamos de irazar la historia de un hombre, que, gor s{ ola, vale una serie de argumentos irrefutables en favor de la osqueotomia y contra la objecion de las recidivas 'que se le opone. i · IX. Juatification c?e la reddiva verifoaña dun despues de la

dutruccion por gangrena de loa colgajo conaeMJados.-Variedad eacrofuloaa.-49. Los hechos que siguen on ménos feÚ-

ces, pero se refieren t\ sujetos que han tenido el peHgroso ponor de escaparse d la castracion en sus operaciones de os· ( • queot.omia. He •qui una persona de raza \,)anca, perteneciente á una • clase más acomodada de la sociedad que la anterior: el primero era un criollo, éste es un europeo; esta cualidad nega&ivA !le extranjero de antemano. dis~inliye mucho las prob~ilida­ dea favorables de' recidiva que la posicion social ha pqesto del lado del Sr. T. C. de Mayagtlez. Una elefan~sis del' escroto,

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ngrena. pue pr e· iodag r direct ó indir c~mente la naturaleza po ible y probable de la cau que an pre idido á e ta recidiv operada en condicione que le p~trecían tan de favorable . • 50. La Íl mili del r. T. . er , como ~ oriund de astilla y us cu ro abu los materno no muri ron sino de vejez en . su paú n tal.- El padre murió más jóven, de 30 años, en Madrid, de enteritis¡ y la madre, de 38 a1lo , de una fiebre escarlatina. Tres aiioe ánte d u muerte, había' sido ella operada de un cAncer de la mama izquierda n antiago de Galicia. El tumo¡ del pecho era tan voluPJinoso, que no pe ba ménos de 91 lib . En el momento en que murió la operada, no había todavía r p~uccion aparente. En el estu,dio que ha de guir al del r. T. C. vamo á encontrar, por una aproximacion digna de. notarse, que la madre de .;.iatro sujeto elefanciaco sucumbió de resultas de un cáncer del útero. En 1 linea colater 1 e ,encuentra que las afecciones reumáticas dominan: loe tios de dicho Sr. han sufrido neumoníÚ, pleuftlfu y calenturas intermitentes; tías muertas de parto; an ermano umático.-Penonalmente el r. T. C. señala en a juventud afecciones repetid ..de los ojos, muy probablent.e queratiti.l superficiales: en efecto, la córnea del lado debo ha perdido eu tralparencia; M opalina, de donde la im·

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perfeccion de la en este lado.-'- A la edad de 25 años, un' abceao frío debajo de la mandíbula, á ~a derecha, que durante · un· afio dió pus hasta el efecto útil de un tratamient~ que se compu o de depurativo . Con mucha. frecuencia corizas.;En Mayagüez,· á los 35 afio , manife&Saciones . reumáticas; el reumatismo era subagudo y ca i apiré~ico, había invadido el brazo der ch,o y las dos pi rna , d jando libre el brazo izquierdo, .duró seis meses [y se curó en quin e dias por los revulsivos intestinales.-Afeccfonés de los -órganos genitales externos: una · primera gonohea á los tH uños, que se curó sola y estuvo abandonada ochQ meses á su propio curso, sin ser seguida de orqufti~; á los 35 afio , otra blenorragia, que duró quince días, sin complicaci ne locale ni gener~les; despues de ella, se manifestó una hi?rocele. doble; su principió fué insensible, sin trabajo inflamat rio notable en la túnica vaginal: e~tas hidrocéles alcanza'ron en eis meseS" el volúmen de dos naranjas grandes, fueron op~adas por. la inyecciones yodadas y curadas perfectam~pte. La vida de las cólouias presentó ~us enfermedades: en cali ad de militar, el Sr. T. C. desembatcó,e~ la capital de la Isla hace 14 años, .Y despues de cu~tro de per~ maneucia; fué atac do de la fit-bre amarilla en 1852: se em-' plearon los purgantfs como método especial. ·Las enfermedades de aclimatacion pueden con iderarse como predisponien~o á los sujetos, así dotar:os de una vida nueva, á las afecciones máa · comune& de los cr ollos, y·á la elefantiásis en ~1 caso actual 51 Lá descend ocia de un individu afectado de elefancia del escroto está m¡s directamente ligada á él, que las enfermedades anteriore más generales y más lejanas: en un primer matrimonio, t.uvo Sr. T. C. hijos que él mismo ha calificado de linfáti~os y que han padecido l¡ronquítis crópicas muy per·. siltentee, sobretod en una nifla; -lo muchaoho.ha tenido gl~· dulas 'linf&ticae debajo de los maxilart-s, que han seguido en algunos ml!aes uBa evolución rápida de mu á méooe:-elaegundo cuamiento dió dos niñas que hemos asistido en tus dolencias; una de 7 afios, cubierta de escrotülides. que, resiaten ' Wdoe nueltrol tratamiento• durante muchoe m"ee y ceclea


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mbio de habitacion y al tratamiento habitual de la escrófula cu 'oe . La rrim ra part d 1 tratamiento b abia coincidido con 1 poca d la lluvia , la cuales tienen aquí ~na gran influ nci en 1 prolongacion de las afecciones húmedas de loe nifi ; i que viene' el invierno de lo trópico , e decir, 1buen ti t~tpo, 1 <>quedad, el viento, la temperatura fr sea de 1 noch que no excluye el -calor de lo ·aiae, las llaga~ se n ~mbien en lo ofermito que s impr gna n de.humedad como verdaderas esponjas.- E l niño mts pequetló cuenta d a6oe, u denticion fÚé muy ~orra co a y acompañada de enteriti ·febril, qu por e pacio de un mes hemos combatido; unavez curada, r cidivaba iempre. E te ruño es rubio como su berm n ; us ojos ofr cen uria afeccion fr cuente en lo criollos jóv n d Pue.rto-Rico¡ stán agitado de movimientos que nad e lma, y sin embargo su vieta parece clara; estrabismo interno ligero¡ para la conv lt>cencia de l.a enteritis se manifestó un eflo cencia de crofúlide, en forma de éctima, sobre 1 pierna . El principio de la elefantiaisi d l escroto en el Sr. T. C. fué como igue:- Hace iete años qu,e la tum faccion del escroto manift obre la línea nredia del e éroto y en su parte inferior : hacia 13 años de su llegada ~ la I la; como militar, y deepue eu u proilsion civil, estuvo muy expuestó durante &rea al oe á laa vicisitudes del tiempo, gracias á las al ternativ d 1 te~peratura. Des~e hace 11 años, se ocu pa dicho S... de la direccion de un matadero importante (1)¡ jamas ha visto á uno eolo de los empleados· del .e tablecimiep to, , direct&UMnte expu to al contacto de la sangre d los ani males y .na detpojos, ofrecer la mi ma afeccion del escroto; pero, digimoelo incidentalmente y con sorpre a; lo que él ha observado delde hace 11 afto es que catorce de sus em pleados, matadorea ó peaadores de carne, han ncumbido á la tisis pulmonar. Habría motivo para asombrarse de semejan te resul-

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( 1 ) 1M ....... ~rieelwJOI n .... • tableclmiuto eu1 tCMloe aoo b11e1• • 1IJ11DU , &oaaY111 lfttaoe Cllt11m111, ~o il an total eJe t GOO ea-

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'tRdo, tan opuesto a fldreciente asp~cto (ue da la camicetfa n E uropa, si el ab~so deJ~s alcohóhcos y . otro~ abUJ!OS análogo · no explicáran 1~ af~cton. Todas esas victtmas contaban d 20 .á 40 aijos. - tl uso ~e la carne de puerco (2) es acusa· do animosamente d producir la elefantiAsis e~ los ~ombres de color, aunque no p ede decirse que se la est~me mocente en lo blanco!t. Lli te ría de los parásitos se' ve acaso Rlgo confirmada en el desarro~lo, de ~ata afecc~on en sujetos sometido~ á eliOs contactos y á ~sa influencia de los animales;_ ~ero se necesita ser muy reS$"V-IldO ántes 'd e _pensar en admtttr una teoría que nada justi fi~a todavía. , . . 52. Ninguna e~isi pel a , ningu¡;¡a angioleucitts,- tal es el puuto más importab'te en la historiA de esta elefancía _d el es· croto observada e ~ Sr. 'L C.: es ú~ _car_á~ter negattvo del todo ex cepcional , puesto que todos los ~ndtv1duos que hemos . observado bah ofrecido erupciones inflamatorias ~.un áótes del desarrollo del tumbr 1 como se tiene. un ejemplo en los dos hermanos Búrgos. E h ef enfermo que nos ocupa,_ ese desax:ollo no babia teuidó nE I ida~ del mecanismo de d1cbas erupciOnes (P9U$Bsts) de an ioleucitis para crecer y pa~a llegar s.l peso de 532 gramos en 11espacio de dos años:. el peso_~o~o molestaba durante la m rcha. La piel del forro no parttc1p.aba entónces del desarroJld elefanciaco del escroto; sin emba~go, doce afios ántes el Sr. 't· C. babia experimentado una h1ncbazon apirética, pasager. , de aJ'gunos días y si~ recidiva; entónces vió que la piel del pene, como la de{\'(!lcroto, se desarrollaba sin causa notable ~Q el conducto de la ure~ra. ' 63. La operadiob qu~ sufrió el Sr. T. d. fué practicada en Noviembre de 18~~ por el Dr. Betances: El Dr. ·D: Pedro Arroyo asistió á ella y adm~nistfó el cloroformo, medidlmento que inspira muchos recelos eh la Isla y reclama por lq ménos una de&gracia ántes, durante y despues de la oequeotomia. -El manual operatorio, segun nos ha dicho el Dr. Arroyo, fu~ el siguien\e: 4 '~e hizo una ligadura circular al rededOr del pe.

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df ulo, '' fin dé prevenir 1 he m rrogía y de poder separar la11 on uperi r , toda ía ind mn d toda 1 ion, da las atacad . hizo d pue un inci ion circular por debajo d la ,li •dura, e 1uo en la amputa ·ion circular del muslo; no mpleó 1 m gullndor (tcra llttr) in embargo no hubo h m rragia.. T1unp co fu\ p-r ci, p!1lcti · r ninguna, ligadura. Luégo proximó 1 borde p_o t rior, gun una línea tr \·ersal, y bici r n utur en ortijnda . . lgun s di a d pue d . 1 • opéracion, atacó á los colgajo la gangr na. iendo n e ario r tirar 1 lfilere y. reemplazarlo por tira d paradrápo; 1 r union P.ór primera intenoion impo ibl , y la gltit1dulns que habian ido alojadas fué p dificilm 'nte por deb jo de la utura, porqu lo colgajo ron e r , e y ron y á pe ar de la longitud de lo cordones e cubrieron de un e croto de formacion nternmente cicatricial. 54. Y si.n embargo, ·á pe ar de las ¡;ondiciones tan favorable á 1 o r cidiva, ésta e realizó hácia fine delatl.o que siguió á la oper cion, es decir, de 1863. !)el lado izquierdo se 10 nifi t(, primero la recrud cen~, sin que la auxiliara ninguna rupe~on exantemática ó de otro género.- Por otra par' el r. T. . no se ometió á ningun ratamiento interno d pu~ de la operacion. He aqui, ademas, en qué ~stado se ncuetitra la. region en el mes de Diciembre de 186 7: la a paricioo de la alud general buena; no obstante, hace dos fto.., deci.r, tres d pue de la operacion, que el enfermo fué atacado, de anasarc in causa conocida, sin ningun sintoma precur r local ó general; esta hidr~pesia duró tres meses, ·endo atribuid á cau a de este t.ecidente al .uso intempestivo de un vomhivo violento por su dóai y seguido de una salida en condiciones que lo expu iero~ al Emfriami:ento y á la humedad. Algunas horas despuee de la saUda principió la infiltrac:ioD por el perineo. Tratamiento del accidente: pildoraa de Blancard, diurétiooe, baños tibios, purgantet.-Desaparicion de la uuarca en va meeee; cuando se hubo genenlizado, loa &ejidoe cicatricialea del perineo, ¡)or donde se inici~, ' no siguie· roa i lu otru regionee en su desarrollo.

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Veamos, cinco afto$ déspues de la opernaion, el escroto patológico de nueva formacion: 1 Circunferencia del pedículo ............ ·..... 0,24 Del púbis al perineo, circunferencia tomada en-la • ¡ linea media . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . • . . . . O,l\0 Del orificio del conducto inguinal al punto más declive del tumor, ·á la derecha .. . ..... ~ ... : ... 0,09 Id. id., á la iz:quierda ..... : . .... . ............ 0,12 ircunfetencia trasversal y horizontal encima de · · la emergencia del.folTo . ................... 0,24 El forro prepucial no ha participado de una manera notable del desarrollo del nuevo'escroto' patológico. . . L mitad derecha de e te nuevo órgano está ménos desarrollada que la izquierda; la primera ha aumentado en longi.t ud, la segunda en w.olúmen y anchura. 1 . Los colgajos reproducidos pasan más allá del nivel del glande, cuyo prepucio parece normal; pero evidentemente la parte superior de los tegnnientos ha aumentado de v<?lúmen · en su mitad superior. AlU se observa una red de ·vasos venosos muy desarrollados, vi ibles por sus cordones· a.zulosos del volúmen de una pluma de ganso de mediana dilnension. El estado varicoso de e tas venas parece manifiesto . . Las glándulas seminales son más voluminosas que en el estado normal en proporcion deJa estatura del operado, que mide S.piés 3 pulgad:ls (medida ~ pañola). · Los c~rdones ofrecen· una dureza anómala en us elementos. No hay hi<h-ocele 1\i hernia :-Par. tes decl.ives, miembros pelvianos: pierna izquierda con cicatrices. antiguas; circunferenc_ia del tobillo izquierdo, en O,Oil mb hinchada que el derecho. Ingle. izquierda: cicatriz producida por la abertura artificial de un 11etmon periadenhico. desarr~ liado á consecuencia de una linfangltis de la pierna izquierda; pero ésta, por lo méno'3, no parece repetir la historia de una erupcion elefafltiasipara, ~in o haher sido d~spertad~, se.pn. dice el sujeto, por :una onixts dt~l grneso arteJO del p1é tzquterdo.-Deade hace tresafioslleva un suspensorio, siendo los efectos de -este vendaj.e la disminucion del tumor, su mllrcha re· 22

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- 171

170

trógrada; y

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guido. progre o

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y un n.ndar

roA tki1.

• . .· 55. 't.ado d lo oiferen t.e a par to : nutneton ? rfecta j 1 gord'\1'11, legitima ó no, e muy uperior á la medla¡-:-pulmone cor;azon higado y bazo en buen tado;-lo~ OJO , ó mejor dicho, ·}o' pllrpados ofr cen una ' particularidad ~a bi_en bservada en todo lo individuo de temperamento hnfát1co : rado: n dtlpÓ ito de una . u ta.ncia ~~arillen~~· que p t cen muy uperfi.ciales, .como sub-epldérml.cos, al mv~l d los ángulo mayores y en los párpado s~pertorel!¡ el m1. mo d'epósito bajo forma de un" . delgada m dja luna, en 1~ mf~ · rior . ¡ tema pil o muy poco de arrollado, tendencll\ fá tl prec z {l la canicie. El tratamientó adoptado por 1 ~- T . . b con i tido en un vejigatorio permanent en el brozo d _r cho y n purgante repetidos. o otros acon ejamo el ac l · ~ d h{gado de bacalao y l~s . preparacion. . yoduradn . bt ten (XIO una elefantuúns y una reCJdwa que no tomamos la libertad de calificar ae escrof~dosa , ·por opo icion á las elef nti ai - qu e colocan b jo una -iufiu ncia no corre ~on · dient.e á 1 · otras diáte i que. rig n In m_á vece la mnmfe taci~n~ patológica .

Justificocwn de do osqueotomla on recidivas,. Vat· · · dadt uérojuloaa y sifiliticll.-56. Pero para j uzgar ~<'~or ~~

caso, útil no p rece aproximarlo de 1 <lo elefantu\s1 1· guient ' igo lmente desarrolladas en d_o blancos, ambo . op r&dos con un misma ·fon11a d e recid1va, cuya natural zn. eO. fin parece á la de la ~feccion det r. T. C.-Terminar~- · mOII como hemos ewpeZIIdo, con la bi toria de dos herru~tn os que ofrecieron recidivas y D!ereceñ estudiarse paralelamen~e. El Dr. Bet.aneee, en u ootab'le trabajo pre entado á la ~cte· dad de Cirugta, dice E'D 1 página 19 de una manera sucmta: " He operado a dos h_ermaaos ~oya ~única v~_nal estaba. sana y no con\eoia ~M-rOitdad; en la muma fam1ha. dos mu~ere , berman&ll de l91 operados, han muerto de' oefrit1 albumm088. y oLr dos b n tenido la hinchazon conocida con el nombre de "pi rna de las Barbadas."

Hemos buscado lot1 operados á que hace alusion el Dr. Betaoces, y hemos · tem<Jo la fortuna de visitarlos y d~ obtener acerca: de su estado y el d eu familia los document.<>s precisos qu pasamos á suministrar.-Dicbos dos hermanos l'iven en Mayagüez, como la persona cuyo estudio precede: ambos se ntregan á trab11jos sedentarios; el mRyor tiene SO atlos, está CB!ado y con ·hijo ; el rná jóven tiene 26 años. · Uno y otro han sido operado por ei)Dr. Betancés ?e un.a elefancía del escroto, el mayor en 1861 y el más jóven-en Setiembre de 1863. - En 'los auteceden~e del mayor, s~_gun nos dicl el Dr. D. Pedro Arroyo, de Caráca , puede observarse úna idrocele á la derecha, que fu.é operada por el ~r. D. José Ma¡ ía Anoyo (de Parl) hace 18 años, cuando aq.uel no era roas que un muchacho ocupado en sus estudios de la. escuela. La piel del e~­ croto no ofreéfa . .ent6nces, cuando existía el desnr~o1lo de la hidrocele, ninguna a.lterncion que anunciase lR> elefi ntibis que babia de nacer algun dia~ La etiología de esta ~idrocele se e conde aquf, como siempre ~1 ' uicio del enfer~; .pero es precisó adoptar sin embargo una justifica~io~ que are.ce uni- · versal, y es una costu1.n bre muy esparcida entre. ) s niños del;· paí ' de arrojarae t\ las aguas de .los rios, siel~;pre uy frias y en desacuerdo. con el calor y hasta con el sudor nseparable de una temperatura elevada invariablemente. Es e nitlo, co!no sus- pequeños compatleros, se precipitaba habitu ]mente en el agua desde una alt11ra de dos )netros, en actitud s propicias , á choques á menudo penosos en el miau) · nst~nt ...--La ope· racion fué efec~uada por punciona é iny~ccio,ues odadas.Aunque, en los '~tecedentes del hermano más j venl no se no'te la aparicion de la hidr.ocele, se debe apuntar con cuidado este hecho en el mayor, porquetsu valor puede aumentar • por la reunion de casos análogolt, y .puede signiñcar que ,:¡1 bajo inicial 'de la elefantiási'J no comienza siempre necesatia. mente por las membranas externas, ' sino t«Jnbien por l's in · ternas. Ya los bér~anos Búrgoe nos han probado una verd4d, al principio de es~ trabajo: que elefancia puede ser'prime-' ro ¡landular, ea decir, ~omenzar por los miamoe tea~a, El eí- .

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1 .


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11!

rabisÍDo, desarrollado desde la máa tie·r_na infancia completa loe nteced nt penon le : e trabt mo es externo;:-loe jóvene criollo ofrec u un e L abi mo tull . comunmente •.nterno. Dicho trabitmo e• aqui ocular: el OJO der cho, a t de · vi do, perdido IR el rid d d~ la en acioo lumioo ·as .Y la faculLad d d :cifrar l carac r de imprenta. El trabtsmo flt>recho dt> apar e , p ro no 1 tra to-rno de la vision i se cierr l. ojo izquierdo, que el buen~. Metnb~au~ de las·_boló m mbrana ocular 1 e qui ·ao alteraciOnes orgámca , una produciendo 1 · hidro~ele, otro la impo ibilid~d de ~a vi· ion: ¿podria un v r n é o do . afecto . 6 Jlllltllf, ta •tones di.t: rente d un 111i. m e us g neral? · Los aotec deute del hermano wcnor . reunen el linfati mo y la slfili . R pecto á lll primera iofiu~nci , e er~~uentrau r ult.ante r u m· tic a, cat n-ale , repettd en el nmo, y fluj mucoso g ni l J externo ; á los 19 ·año una gonorrea, Y i h existido en realidad algun chandeepues un eguud . cro, ha p sado entertunente inadvertido pnru 1 eufer~o; pone en duda. 1 accilleute primatio , pero los ecundanos no eon dudoeo . lnmediatam nt d pues de ll\ primera gonorr a, aparicio u de ' llng ulcero as rebelde en la pierna der~- . cb.a l cual dur ron un año, no cedieron sino nl U!{O dellicor'de Van· ~i teu y d j roñ este miembro má voluminoso que el otro, in que hinchazoo permaneate _haya seguido u o~ warcha j>rogre iva d de· dicha época.· La ptet;na der~cha sufrió en eguid de llag s ulcero as análogas: se curó al m~mo tiempo que ll\ izquierd~ d pue de d~.ar un a.fto la afeccion. Habi bas do emplear un tratamiento especifico de trece diaa para determinar de e e la~o una curacio.n inútilmente ~s­ petada de cualquier otro método que el us~ de los mer~una­ lee. Tres meses 'rascurrieron entre la éuracton de las ptemas y la manifeetacion de la. ele!•ncia; y parece m~y probable ~~e , el liofatimlo exagerado y la eiñlis se hayu unido p_a ra presidir al deean'ollo de eata elefan'tiásis · del escroto. Loe dos fueron ~oe de en~ltis, ó por lo mén.oe tuvieron diarreas cuando ya la 'elefantiúia ~taba no&ablemen\e deaarrolll&da; reiDarou

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cll•s desde Mayo de 1859 hasta Octubré de 1861, que la marcha de ~a enfermedad se viera eu nada influid pérdiJM prolongadas. , 57. ~ her~ncia¡ no se explica, ó. .lo ménos direc llmeute y por mamfe:~tamones de aftlctos homónimos en la fami ia: los ascendientes están ex.entos de elefautibis; pero lu ma re de los Sres. ~· ~urió de un cáncer dél úterQ .á los ·45 afio~ e1 padre de e~a. . c.h arreas ,tr()pica\es, á menudo inexplicadas y alguuas veces mcuraul s, á!los 55: la madre babia nacido en CostaFirme; y el padre en Santo Pomingo, de padres or undos de Catalufta. Un tio solamente, del lado· paterno, ofre ió una hidrocele cuti.rido ten' a 38 años: fué tratada por el D . D. José Mari_!l Arroyo mediante la punciou simple sin iny ccion· as{ fué preci ·o re u ovar A.meuudo la PJ.IOCÍon, 'y sin e m argo ~in· guna elefanti1tsi~ P,el escroto sigujó á e a solicitacio es locales. ~8. El iuicio del m11l en el hermano mayor oc1rrió cinco aftos_despues d~ op~ra~a la. hid.roce!e.: el sujeto ten a de 19 á ~O anos cuando la afeccwh se htzo vistble, y la oper ·ion prac· ttcada por el br. Bétnnces en 1861 .tuvo lugar en u tulllor de . 18 años de duracio . Eu el momento de efectuar él volú roen de.I aan:'dcele .:ya irregular; su forma oval, ~on gruesa extremt~ad s.Upe.riot y la punta dirigida hácia' ab~jo el .diámetro verttcal medta cerca de ocho traveses de dedo d longitud. A la xtremidad del forro sobresalia el tumor en cu tro traveses de dedo. Nunca la marcha de la afeccion es~u o aCQmp~­ tlada de los at.aquep de angioleu itis señala'dos en os hermanos Btírgos. El hermano menor ofreció ántes.de la operacio!l Un desarrollp de 1~ bo . Jeas que alcanzÓ . ert l!el8 me S el VOlúmeo que justificó ·l operacion, despues de la cual e la reci· diva mucho ruáa rdia en su evotic.ion qué lo ,ha ia sido la • J~a.nifestacion pri~iti~a. La auselrcia de la_ angio ucitis ha sado aquí u~o de ·1~ ~aractére~ más · notables .de la evolucic:m del mal en el Sr. ':8. JÓven: mpguoa rubicundez, el _ exantema peri6dicd. En cuanto ¿la complicacioo observw ~en el mayor, detpuee de la otMlraclion te presentó en el Dláa jóven.

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5. El do hermano eñala uua recidiv : b quí n r laoion con el método opetatori . El cJc.rofonuo fu' m pi do n nml>o ca· con é ·ito por el Dr. D. P dro rroyo. En el mayor, 1 manu 1operator_io fu.; el mi m qu para el r. rrocho, con ta dif1 rencin, que en los h rruano B. fu r e 11 erv da la glándula seminal ;, e hiz<J el e lgt~jo tri ugular añteriJr y el po terior, el.uno para el pen 1otro para 1 glánd\)la ; e hici ron di ecci<?nes útil e para p~rar de la pi 1 de lo colgaj el tejido e lular afectado d iod11racion; 130 mpleó 1 magull dor; J~ can ti da~ de angre fu' in· mb rgo poco abundante, pero no sucedió lo mismo cton la ro id d cuya cantidad fué co'n idernble: alfilel' , utun rLijada , compr a d ' agua fria; curacion en 25 dia . rmanci menor tarpbien fué operado por 1 Dr. Betanc o i robre de 1 68: en la prim ra operacion·no e toa! forro ue tod vfa no estaba ah rado, limitándo e aqueclu ivamente al croto; de las envol ur e epar? una qu ba como una Ubra (420 gramo). tanf .fué nece ría una egunda pperacion, tarubien practicada por el Dr. Betanc el 7 de Julio de 1867, y que e limi&ó exclu ivamen al forro prepucial: éste habia adquirido l d rr llo que el volúmen de lo tegumento que 'de él se n no petaba méno de 1 onZáS. Uso del cloroformo con bue xitQ. Método comun d~ la operacion del flmosi~. Al 2~ · dia d dicha operacion .se manife tó la gangrena y fué t~ d por compresas embeb.idas en qllina. ~0. Ee do ctnal, en lO' de Diciembre de 1 67, cinco afio despue de operado el hennano mayor: ~uracion oefinitiva ha durado tree años.; al cabo de e te tiempo notO el enfenno que poco á poco la piel, in cambiar de color ni de sensi· bilidad, ee ponía cada vez mú extens. y más colgante. Esto duro hu&a fines de 1866 : & principios de 186'1 e de pertó un dol. iYO en la mitad der'echa del escroto, parecitmdo loca1i• ..,... en todos los tegutaen&oe correspondientes del testfcuJo; se ordeDd la aplicacion de tónicoe emoliente ¡ el r. -Dr. Feliú

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vió al enfermo de ~~el! del Dr. Betances y prescribió friccio·n s on un~l1e.nto niercuríal en 1867, que no. dió apénas resultnd~. Y qu_e hr1tó m~cho los tegumentos: pocos dias despues se n~no sp ntánt>am,nte una coleccion purulenta que tenía su a tento én el espesqr de las bolsas y parecía en relacion · con el t~stioulo del ruiM1o lado; este foco purul11nto t>stá hoy representado P?r una fis~·ula abierta al lauo derech~ de la raíz del pe~e. Hác!a. fi~es d; Febrero del mismo año, se abrió otra colecCion por el mifmo trayecto fistuloso;. despues se founó una tercera colecci?n, que se ábrió con 1 lan~eta; desarrollóe una .cu~rta en el mes de Marzo último y ·se •vació por el primer orJ~cto. ~esde el mes de Marzo no ha ce~ado de fluir una resudaCJ~n samo a p rulenta, qu·e basta para iDJpregnar todos lo~ d1as, . en los dos tercios d~ su extension, un lechino que puede tepe~. e~ /peso de 8 gr~tmos próximamente: En elj6_ven B. faltan por completo las con¡pHeaciones obaénadas en u· hermano IQayor. . · 61.

En lo •dos hermanos es manifiesta la re9idi'ta: e)) el asiento de é~ta, sobre todo en los dos terá la .derech.a, pox delante y debajo de ,una ~·tpertrofia muy m~rcada, imposibl_e de desconocer por ser.· una hipertrofia elef:nC1aca. La piel escrotal es indolente pero ~ás oscura en s,u color que la region del escroto oorr:spond1~nt.e á la glándula del l~tdo izquierdo. Lis cicatrices se dibuJan á manera d. líneas muy deprimidas· que represtntan toscamente la formal de .la l~tra n. El su el ó_desatado que une el lleno d.erec~o allle_bo tzquter~o corresponde al origen delsegmentomfenordelfckro: en la extremidad deeseéueltofiguran dos fistulaa; la de la der?cha .es muy fecunda, la· izquierda está casi seca; en el extremo .~.n~erJOr de e~e &¡.treo oicatrici~l derecho hay ; ~tra abertura poco 'Visible. Esta, cidatriz es adherente á tejidos mdurados que parecen ellos mismos unidos al epidídimo á la derecha. Esta ~asa es baatante dolorol!a. El testículo derec~o está. iomo~lij&ado pOr laa adherencias; el zquie~o 116 ~~la en perfecto eetado de volúmen, de moviHdad y d,e seneib1hdad nor¡ua}, F~mosis muy marcado, de dolide resulta una

~ayor el escroto e el ctos d~ su exoonsion,

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· reo á elefantiáeis del escroto de la misma naturaleza que la del Sr. Arrooho, será sin duda preciso eacat'est.a conclusion: que la oequ.eotomia, ó los procedimientOs operatori~, . 6 las circunstauciu accesorias peculi•res á los dos individuos B., . ataca u l.a operacion y disQliuuyen su importancia. Pero est.a concluaion sería contra nuesi~ convicciones, y asi es menester esforzarse en explicar tata recidiva en los dos hermanos y demostrar cómo su afeccion debe ser s~parada de la del Sr. Arrocho.

116

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CAr CTJm:s DE LA ELu.AwriÁBIS OBSPJBVADA:

l!'n los Srés. B. hermanos.

En el S r. .A.

Sin recidiva.

Principio.-N<¡ ;hay hidrocele.

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x oriaciones

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Estado genel·al.-·Espccifico:

Con recidiva. El ..Punto de partida de la elefantiásis del escroto parece ser una hidrocele en el mayor, por extratla que sea es· ta aftlccion, por otra parte, 1 á. la naturaleza del mal. Lo~ dos herm~nós preeentan los signos ev:ipentes de la '1 diátesis escrofulosa., tanto . ellos como los suyos. ,

no hay ninguno de h>s rasgos de las fisonomías dichas sifiliticas ó escrofulosas·; y si existe el sello de una én· fermedad especial, es pre· 1 ci.so decir que ofrece los . signos de una diátesis especial, que se puedeJlamar ele· ja'flli4WA.

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Papel de 1tu gldnrJN1 ts.semina· A lea.-Parece haber sido secundario ántes, dura-gte y deapues de la·operaoion. El epid!di~JJO JIO ~!! l!L Jocal~ de loe bermanoe. B. ee refie-

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s de la operacion, ea muy v_eroeimil el papel cJel 'telti· culo en la formacion de la hidrocele. Deapuee )de la OPf!nLCÍotl, el' ~culo pao

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1T8 e' n ·de la afeccion generil. o ee Yé qae haya habido la meno.r n racion hipertrófica de la túnica vaginal.

Propagacioft.-Del escroto e extendi61a tumefaccion t~le­ fanciaca al forro prepuci l.

t.atut"Glaa.-La afeccion reu-

rece er el sue de· tida, tanto él pendencias (epiclfdimo, t-única vaginal), d loe ft gmon ecnndariol recientemeo desarrollado•. Adherencia de la cicatrice - al ep\d1dimo. El forro prepucin.l jama ha e · sado de mostr,ane perfectamente· indif< rente á la elefantiA'sia del escroto. La afecc~on constituye una verdadera escrofúlide genital , vi ceral y tegumentaria.

ne todos los caractéres g nerales y locale d una afeccion erpeeUica, verdaderamen elefantiási esencial es "decir libre de tod influencia extraña á ella mil m Trrtrptuticit.-La ' cirugi es El yodo y el mercurio son má!l efk-ac que la operación ¡>Qderosa contra ta elefanobre lesionett qúe son es· cia pnra, edando sin ~fe.c­ crofúlide en el mayor, y esto la medicacion.. arsenical croful<H!ifilides en- el ber: 6 cualqui.e ra otra. mano más j6ven. ~--Es mb dificil Niliguno de los caeos de tumor de las bolsas puramenUD IUjeto atacado de ele· te eleíancia<'.o ~ ha aeoru· Caaliúil del escroto e pecipañado, eomo en el Sr. B. fiea, que en las person&ll mayor, de abceeoe múltiples afecadu de otra diátesis fistulo808. qae doaliH elefallcia ' ia Üllíllil ~ial. La · nrdac!en, ~n- La afeccion e . ~o estos · hermanos más bien médioa. oial, • 1iW quir(lrgica que

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6~ . Las düerenciae que eeparan el cu6 del Sr. A. de loa otros do• no podrían n•ne; y léan 6 nó fáciles de demostrar, ex)Jten aeguramente, y creemos que es menester introducir en la leeion anat(>mica "eh·f':'ntiásia del escroto" numerosas divieicmea basadas en la naturaleza' de las enfermedades en . medió de las oualee ha nacido el tumor: desea"!JlOS pues, que se admita este. pensamiento y formularlo por medio de la siguiente d'vision: 1? Eletantiásis reumática. . .· 2? Elefantiáais escrofulosa. . . Elefantiásis 8? Elefantiá~ sifil{\ica. del esQroto. . 4? Elefantiásifl._especifica 6 esencial;. es de~r, nacida de un eeta~o general que tamQien puede llamarse "elefantiásico."

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. Pudieran multiplicarse e tas divisiones; pero los bech~ observados hasta aqhf nos autorizan .llolamente á establecer y á sustenta~ lñ dist~n~i.ones P,recede.ntes,. No es decir es~ que loa tres pnmeros ~rm~no~ de n~estra division sean bien eeparables del cua~to: es prec1so reconocer q~e, par:a adquirir una ele~antiáels del ·esCioto e~crofulosa ó de otra naturaleza es ne. . ' ceeano eltar en condiciones climatéricas y exteriores 6 diaté. . . ' sacas y prop~s del11njefo afectado, q~c se presten la manifes· tacion d~ la elefantiáeis de los bolsns y que domihen 1~ afee· cion. 65. Qui.zaa con juHticia, al estudiar 1 tumores del éscroto en loa Sn~s. ~- hermanos, se lléga á pemmr .I)Ue el edema del escroto_, la bapertrofia edematosa escrofulosa, más bien que la elefantiáai• verdadera, reclaman los cosos de los dos hermano• B. y del Sr. T. C. t • He aqtú, con este motivo, un frecho que nos refiere el Sr. D. Nicolu RodrigUe:, dF Cabo Rojo.-Fué llaJllado en consulta para un sujeto que se decía atacado de una elefan~i• del eecroto. El facultativo consultante rechazó este· diágríóetico ~ 1~ ~ustituy6 el de "edema hipertrófico," p:r1>scribi6 puttturas é IDCISII)Del profundas y loa anti-escrofulotos. Al eabo de algun 1


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ti mpo ee obtuvo uoa ouracion ~mpleta. El diagnóstico, en •o, fund11ba para llostener la ele&ntiásis pura del e croto, en 1 t.iow muy· negro, accidental, de loe ~idos, rel ti· V mente m )'OT en el eaci'O\o 4el enfermo, que e mulat.o, que en lu o&.ru region del cuerpo: tambien ~basaba en la an,i· güedad d 1 tumQr, que databa de much atloe. ~te hecho, á d ·) fa) de porm<'nor , pru baque la elefantiási del rot.o pu de muy -bien no r presentar ·no el epftet.o califica· tivo d un gr n número de mQdo de ser de los orgn~ismos que la Uev n. 1- , racion d6 1:~. eleja!Mf,a. De l~ lt ..mostasi4 por las BUpMJmti .-66. El pQrvenir de·uoa elefantiásis, las probabilidades d recidivu que amenaza~ al operador, dependen mucho de- un buen e tudio anterior del género á que pertene· ce la afeccion obse~aaa. Si el e tado general, el modo de alimentacion y por e,onsiguiente la nutricion-especial del suje· &o han mejorado; si la exactitud del diagnóstico en la 1\preciacion e la naturaleza del mal, ha conducido á indicacione terapeúti formale ; i el operadpr se penetra de esta verdad, que la longitud de lo colgaj lfe a á las recidivas, é tas pueden alejarse á una di tanc'a por lo m •nos equival nte á una curacion indefinida. .Sobre t.odo está bien indicado el aconsej r á loe cuya edad más avanzada los h~ce dueños de toe apcti funcionale d · e órganos que prolÓng~en su repoeo y qu h lo et rnicen, gracias á los mediosae que disponen 1 expcri . ncia. y 1 terapéutica. Los anahxli!iacos serán rú(m n a oci do á los anti-escrofulo os, á los mer\!U· i 1 en lo enórco á lo al 1din'o n 1 . reumatizanws y loe go , á ) preparaciones ar eni le cuando dartros húmedoe ac mpaftan 6 bi n han pr cedido á. la manifestacion de

1 elefaAti i .

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El repoeo voluntario de 1a.t funciones es una· necesidad para 1 ope...OO. . Tal operado ofreció una recidiva ó una primer• manifi ion d l'lado d ·1 prepucio, despue de laoequeot.omía, que hubi vi do 1 r' ~idiv del lado del e roto despojado de glbdul s semiaalea que protegía, si po hubiera cedido

181

á un ligero arranque de vanidad tal vez, d~terminando afluencias funcionales p iódicas, por·dicba sustr:aidas á Bl! voluntad po~ pa~te del escrxt.o. El yoduro de p tasio paree!! s r el' medicamento de la terapeútica de la elefa ola, la {filia, la e~¡crófula y el reumatismo: t.odas lo reclaman, ¡y sin embargo casi no cuenta iuo malos re· sultados; pero es pp.rque siempre ihtervi ne demasiado tarde . y su intluencia no .erial sino profiláctica de una primera mani: festacion¡ aunque do oSarla10os decirlo de una recidiva. Cuando el ~um1)r aparece y jse ha formado definitivamente, es del dominio de la Cirugía michi.simo mAs que de la Medicina. La erisipela, y mejor sería, orlo ménos, qecir la serosidad, demanda la incision; las infiltr ciones edematosas reclaman la incision, á falta de bueno r sultado~~,¡ y la osqueotomía lo más pronto · posible. • . . 67. La májror parte de los métodos op ratorios han tenido la gra~ desventaj!l de d~jar:' su ejecucion á merced de las he- · morragia$, cuya abhndancia obliga á terminar lo más presto y t\ sacrificar las glánijulas serpinales. La cuestion que debe resolverse en esta op racion es la siguiente: hallar un medio hemostático desde án es de ln primera incJSJon. · He aqur una ten~tiva en este septido: en la Habana, en ·la sala del hospi· tal de Sao Ambrosib reservada al' servicio de ci fa tuvo la ~ ' bon.dad e! jefe de ,ste de con noé una cama ocupada por un hombre de epi r atacado de elcfantiásis (forma leonina), abandonáJ¡donos d de luégo la opera · n; calificada por otra parte de elemental. Fácilmente fué ejecuta,do el ~ét.odo de 1 profiláxis anti-hemorrágica; el individuo perdió poca SllDgre; se paearo(l una ¡¡eri+ de alfileres de sutura al través de la base del colgajo de ~fumeotos que (lra preciso ~parar; y sepa, saron sobre la hend una serie de alas por medio db on hilo soetenido á las extrelT dtdes de los al.filer~s; la sutura se adelantaba siguiendo la incieion á medida que el bisturí pa&l\ba uñ 11lfiler mú. De.anU!rnano se babia comprimido el colgajO y vaciado de &oda la sl\ngre que contenía. · · , La aplicacion de este mét.odo hemoStático, profiláctico, á ..

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1Q

Otqaeotom1 no ofrece más que. dos dilicultades: la· primera, el r del p dículo pero la longitud y solidez de loe alfileres dar" ca n de ella¡'¡ egunda es .la dificul.tad de re pet.ar y d introducir el cordon y la glándula debaJo de los c~lgaJoe Y por ncima de la aturas ya pu tas. Esta segunda dificultad no ' ría : haci ndo ~ntltrar un alfiler por fuera de la l.ínea rtica1 que pa a por el anillo inguin~l extern.o,. se evitará aiempre el cordon, el qu , adtlmas, se s1ent~ ca111 ~1empre, explorando la cara po terior del pedículo. Y ?or lo que toca á 1 reduccion 1 cordon y de la glándula encuna de la sutura, 1 fi cil gracias al intervalo que e.ha dejado entre 1~~~ alella file que ocupan el t~rdo medio d 1 pedículo, en ~cuyo mtervalo podnÍ ink-rcala.rse sin dilicultad otro alfiler despues de reducida 1 gl,ndula. o e11 fundado el temor de .punzar ~os elemento del cordon, puesto que pueden · introducuse aguJa& d punta roma, cuya via haya aido preparada por dos puntu~ ra !Obre los tegumentos re istenteá. Puede afirmarse gue loa alfile t\un en la au encía de hilo ,' bastan para m.antener lu d.oe caras opde tas de los tegumento del pedículo en un tado de aproximacioo provisional que produce los ~fec.to de 1~ compreeion : rá uficiente, áutl ántea de la apbcam~n de las a de la aututa, para detener ó moderar la hemorrag¡a veooa d te todo el tiempo de 1 ~iseccion. consagrada á ai 1 r 1 e rdon de las glán 1. Qm ona.-1. Es evi ent qu :xi te unajdcies ilejanT

tWúico.·

n. ' La ovariotomí

y la

osqu~otoJ'I)Í!\ pre entan punto de

oontac~.

· · 111. La elefancía y el edema aon in tparab.Ies. . . IV. La declividad domina la patogenia de la elefantiás11 del etK:J'oto, má que el clima. y la aptitud e!P.ecial de los tejidoa.

V. La elefantili is ea, ántee que todo, una afeccion caquéc. tica y mecánica. VI.

En el alargumieoto y el deearrollo del cordon en ~ ·

P"Of', 1 gl,ndulu por au pno y el esc~to~ por eua traccto·

1

IM

,.,

nes indirectas hacen un papel importante; pero el cordon se engrue "tam.bie'n independientemente de ·esa11 tracciones. ·. ·VII. Las glá*ulas no pueden resistir al de desdn!lo que le i ponen sus envolturaa:.la sol~ 'latitud dejada al testículo para r sistir á dicha trnccion, tiene su medida en la elasticidad del qordon. · .

movimien~

VIII. ,Las trachiones sobre el cordoñ comprimen las veuas espermáticas ,y pród cen una de las variedades de hidrocele que complican la ~feccion, una hidrocele por obstáculo áJa ci.-culaoion en retdrno. 1

me~anismo,:._d~. lu~ tr~cciones

IX. Del mismo¡ soportadits por el cordon y trasmitidas a] cou.ducto .JDgtimal,--nacen las hernias inguinales, que 'lleden complicar la elefuntiásis del escroto. Existe una de los que no está bajo Ja depen-deAcia Je la elefantiásis del escroto.

X~

~lefaotíásis

t~tlculos

XI.- 'Un ruovirufento febril de formá continua ó seudo-ín. .t ermitente preside menudo al desarrollo elefan¿iaco efe] .tes: ticulo como al del escroto.

~

~

XII. El bocio la elefantiááie del escroto 'tienen derecho á una ~proxiruacion fundada en la simpatfa patológica de loa órganos genitales de los que dependen de la laringe, en la estructuta tan vascular de los dos tumores, en 1 infiuencia conJUn de la pubertad sobre las dos regiones y e~ sus causas dominadas habitual~ente por una caquexia especial. XIII. , El d'e la de los y del escroto, y el a~erta de la vida genital so dos hechos contein· poráneos las más de, las ocasiones. .

nacim~ento

elefantíási~

tec~tes

XIV. En los an9ianos no se ven erupciones exantem4ticaa de la elefantiásis del escroto; pero puede ob91!rvarse ese fenómeno patológico en 1a elefantiásis 'e las piernaa' hasta la vejez~ mú avanzada. 1 · XV. La medica ion interna ea poco eficaz en la ele.fanü4sia de loa ancianos, las incisiones son muy podero~ paJa combatir la elefantilisis' de sus piernas complicada de erupcion exantema\tica, pues •la operacion de la oeqneotomía ma\a dificilmen&e admilible .,ara· el viejo que para el aduho.

·.en .'


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1 4

186

uando un op mdo h p a(lo ya de la edad adulta t\ 1 n ctud, e bolla t.>n 1 m jor condiciones de la recidiva de pu s d la o queotomía. VII. Eu la dad adulta todo operado que ha con rva• d una gl!lnJula seminal de pue d la op~>racion de osqueotowía, e .t má cxpu que el hombre provecto que la haya port do in tracion iquiera unili,tt ral. El adulto que ha- xperirnent.'\dO la queotomía con ca tracion complet bilateral, está má e;pue to á la recidiv dut nte todo el perlod<? en que perman ce adulto, que el nciauo que ha ido operado sin tracion siquiera unila- . ral. TX. L vida g nital que reina en In regiones externas desde 1 púbi ha ta el-perineo, áun deepues de la castracion, pr id á 1 recidiva t n bien como la conservacion de colgaj d~ma iado largo . Entre do adulto de la mi mn edad, las probabilidau s más grandes de recidivas de pues de la o queotomía estan'm del lado del operado ménos mutilado y que haya conserv do vor lo ménos una glándula eminal. XXI. La pub rtad, por infioyenfe que 11ea para determinar la reoidiv no es tan podero a. como la exist ocia y lo.s pro- . ava zado de la \!aquexia el fanciaca, ni que la persisnci prolongada de la vida en 1os dlima cálido , que han de·rmilljldo sta caquexia. XJI. La exposicion permanent /J proporcional al ftio húmedo y la con etv cion de la diáte il anteriores tendrll.D> . ' una gran influencia en la reoidiv!l. XXIII. Bajo el punto de vista de las recidivas cJespues .de la oequeotomía •ee ·preciso clasificar la .elefaotit\sis del escroto en el primer rango entre las enfermedade nacidas de la aclima&acioa. XXIV. El sujeto, cuyo padre hubiera sido tambien ataca · do de una elefantiisia, ya del escroto, ya de las piernaa, estarla mú apueeto 4 la recidiva, gracias al influjo de la heren-

xvnr.

.

o

¿

ireaos

cia, que ti ~eee ana afeocion ldquirida 1 no hefeditari•,

XXV. Combatir las condicic~mea que pu,edeh despertar infiltraciooes edematosas (frío, anemia) en la regipn donde existía ~a el~fllntiállis ántes de la osqueotomía,_:_es prever y combatir enérgicamente las recidivas que tuvieran tendencia á manifes~rse. . XXVI. La elefantiásis del escr9to parece producida · por la organizacion y la solidificacion de los líquidos derramados ~o u,na ¡,érie de manlféstaciones edematosas. · . XX\T]I. Las gooórreas despues. de la operacion · pueden BElr. consideradas como muy daftosas al buen éxito definitivo y 1 sin recidiva~ de las osqueotomías. . Las . erupciones dichas erisipelatosas está.n más fácil merite aisladas de la elefancía· del escroto y de sus· tendencias á la· recidiva, que de la elefaotiásis de las piernas. · ' XXIX. ,Toclas las manifestacjones exantematosas en las regiones sujetas 'á: la elef~n.cía, no Hon real y necesariamente se-= guidas: los exantemas pueden detenerse y no dejar en su lu- · gar sina las Bl'rugas de una eflorescencia que s~ ha marchita· do despues y cuya causa se-ha extinguido. XXX. La adenopatía inguinal no está por necesidad liga~ da al desarrollo de la elefantiásis del éscroto. · 4X4J. _Las ulceraciones elefantiásicas: de las piern!ls de las Barbadas y las fístulas linfátic-as qúe las acOJDl'aftan l!(>n .medios de curacion espontánea- que se debe imitar, léjos de comenzar por comJ:>ati.rlas "de~e luégo. _ . · XXXII. Si fuer~ preciso cÓnsider r la elefantiásia y sus progresQS como el. resultado de una lesion propia de tales tejí-· dos tegumentarios, no se vería con tanta frécuencia la elefantiásis del teatículo acornpafta¡¡do á la del escroto. · XXXIII. Es tan verosímil qUila conservacion de un testículo elefantiáaico traerla consigl una recidiva despues de 1¡ osqueotomía~ que DO' hay por qué .vacilar en aconsejar eu sacrificio cuando se trata de un individuo que ya no '4'ive en . condiciones geQitales. ) XXXIy. Antes de la osqueotomía ser.á ménos ~egura la &Utenoia de recidivas s1 los exantemas repetidos se han mani24

xxvn.r.


f¡ tado o ·otras r gion lej na del asiento de la elefanti,sis, como en el brazo por ejemplo, porque esa generalizacion de • loe e.zantemuprucb& que la localizacion pierd~ de su valor p ra afirmar 1 eficaci de la oaqueotomia. . V. Hechos umerosos autorizan á creer que la atrofia la hipertrofia eon dos lesiones de nutricioo que parecen , colocadas en los doa polos opueetos de la Patología y que, en r alidad, dependen de una aheracion funcional ú órganica aná.; loia y teniendo el mismo pu~to do p rtida en los centros nervi oe cerebro-espinal y det simpático mayor. I. Los argumentos · en favor de esta aproxiotaciou n: la r union en un mismo sujekJ atacado de clefanti~sis de lo griego con hipertrofia tuberculo a de la piel de la cara y atrofia de la mano ; la reunion en la mi ma familia de la elefanti i de los árab s en la madre y de la atrofia de un brazo n el hijo.

y

XVII. Do familias presentan, una la el~fantiá i del escrotot a otra la atrofia muscular progre iva, y. arubas on asiruil blc 1 ó á lo ménos aproximadas por otros miembros evidentemente escrofuloso .

VIII. i pues 1 alteracione de los centro _nervioso dominan la atrofia, taJnbien domin n la hipertrofia elefanc~acu. XXXIX. Ciertós hecho autorizan á creer qúe la elefancía puede ser congénito y d~pender de Ona le ion hiper~rófica nacida en . la v.ida intra-uterina, así como la atrofias llamada congénjtas. . . L. AS<:eildien canceroeos pueden ofrecer en la pnme:. 'ra ó en la segunda geueracion d eeadienfée atacados de atrofia ó de hipenrofia. XLI. B.sta que uno de eatoe vicios ·hereditarioa,-atrofia, hipertrofia,-bayan influido en uno de loe progenitores, para que el detoendienu e té afectado del otro vicio,-hipertrofia elefanlliá•ica ó atrotio,--i!n virtud de una e.pecie de &rumíion aruzada. • . UI. El feto que sufr~ una . detencion -eu su deaartollo piftde u o part. de ai mitiQo que el quevo coptepia 'f8 en po.

tencia, aunque no en réalidad: no podría decirse que falta la adquisicion de una parte qúe nunca ha existido. · XLIIL · Vense ! menudo padres jóvenes, hijos ó hermanos de atró~c~ ó hipertróficos (elefancía) atacados de sínquisis. .XLIV. Los matrimonios entre parientes prónmos (primos), en los mestizos, ofrecen una descendencia herida de atrofia; y puede ,creene que la . m~rna circnusianciá favorezca la hipertrofia, la e~efantiávs. XLV. Las lesiones y Jos trastornos de las funciones de nutrieron que determinan. la elefancía .Jo mismo que la atrofia, pertenecen ! la clase de los fenómenos pasivos á pesar de su aparente actividad (exantemas febriles.)

X~ VI. En un in'dividuo•predispuesto d Ja manifestacion hereditaria de la elefll'htiásis, todo conduce·á creer que, para determinar· su ~QcaJizacion, bastaría sustraer una· region dada á .la influencia de la circulacion en retorno y de la inervacíon por medio de un lazo, así,corno ha ha tndo cortar en un suje... to un filete nervioso para determinar la atrofia de todas las regiones que de él-dependen, aunque sea sólo por anastomósis. · . XLVII. Ciertas manifestaciones exanÍematessts, elefantiósiena, pueden ser considerados no. ya como ~edios de· desarrollo de la eleft~nc!a, sino como esfuerzos críticos tendiendo á devolver á la circulacion gsnerallos-- líquidos depositados en la regio'n por loe edemas antepores. XLVIII. La curacion espontánea de la elef11ntiásis de las piernas tiende á efectuarse por ciertn;s m'hnifestaciones fl~gmo­ nosas dest!onocidas en la elefantiásis del escroto. XLIX. El alargamiento del forro prepucial determina tlegtuonet~ IR'inoaos que, por un lnecanisrp~difereote y mt\s peligroso, llegan al mismo resultado:~ nu;tcha retrógrada de la • elefantiásis del escroto. · L. Lo que distingue las fistulas urinosas originadas por la elefanti.áais del forro prepucial y del escroto, de las que f\¡esen producidas por u~a estrechez de la uretra y coincidieren con la elefancía, es que el tlujo de la primera·s es interm~tenre y CQI'retponde ' los momentos que sjguen t\ la t>tnieion volunÚz-


1

ria .de la orina solamente.-Las resudacione de las estrecheeon Pf"M~ é Í'ntJol~a. LT. Las fi tulM urinarius d bidas á la elefantiásis d('l pr pu no &ienen su Miento por detrae, sobre el pe~ineo, sino iempr en la línea media¡ progr an de arriba abRjo y com·er·g o todas háci el polo inferior del tumor. LII. · u ndo las ti ulas urina~ias del e croto el fa nciaco curan, el tumor e crotal pr98igue u crecimiento á ex pensas del segmento posterio~ más bien que del a~terior, gra~ias ~ 1 obstácu lo creados· por el tejido fibroso resistente y ClcatrJcial de la antigu fistula urin$ri :. el fon~o del 'tumor tiend as( á iMlin rse hácia adelante y arriba. LIII. Lo fectos cúrativo!t ev.identes de !as infiltraciones de la tulas urinarias son indicaciones en favo r del método curativo por medio de lo sedale , cuando el enfermo teme la 05queotomía. . LIV. En el e o de fistulas urinarias y de rechazarse la o qu tomía, pudiera proponf!J'Se al paciente la r seccion de un segmento nterior, separando 1 forro y )n físt ulas y des· ernb razando as! 1mentQ. LV. . LR elefantiá is d.el e croto v ndní á unirse á la de la pierna , que exi tia anteriormente, en proporcion de la actividad especial impuesta. 1\ lo órgano genitales externos. LVI. La e tricnina y. la electricidad parecen m uy lógicámeote indi · da en una rE>gion que tiene perturbada u nu tricion y que g za d un g ran núm ero de elemE-ntos contráctiles n su e tructura. . . · LVII. En la ~lef:tntiási del eséroto, co}no en los otros tu..:. mores1 es preci o r conocer mucha variedad<> d iatésicas á la . v 'z que mucha formaa anatómicaQ. LVIII. La lefantilsis del e croto, libre de toda influencia diatá ica por lo ménos clara y manifiesta y mereciendo en ver d del nombre de t umor origi nado J>or una diáteeis elefantiái pura,-e In qu exLirpnrá la operacion de la osqueotom!a con m yor pon fianza y 'm' no temor de recidiva. LIX. La destrucoioo del escroto y del forro prepucial por

·la gangrena en las fiebres, y sobretodo en las-infiltrncionee urinosas, Y.la reprod~ccion en una eola pieza d~ esos ó~nos. por el traba,¡o de los ~amelones carnosos, deben comunicar valor para hacér colgajo~ cortos y tallados léjos de los Hmites de la degeneracion.

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y

LX. La genera1izacion de las erupcion es exaot('ruatosas, • paHando del escroto aJ brazo, prueban que las tumefacciones permanen tes' de las ~os piernas, ó de una sola, consecutivas á la osqueotomía, ·atenúllrl el valor de la no recidiva local. ~I. Bajo el punto de vist,a de la anatomía patológica, debe señ~laree la presencia de un desarrollo muy marcado de las venas. tegument~rias abdominales y epigás'tricas en re lacio sin duda, con la eqorme multiplicac.íon y dilatacion' de las ve: nas del tumor, que lno4!ncuentran y~ en las venas ilíacas una salida suficic~ te y ~astan te rápida, sobre todo cuando el sujeto to ma bruscarnert'te la posicion horizontal.

n

-LXU. La manifes tacion de la elefantiAsis en el forro del pene, despues de haberse .practi«ado Ja ·osqueotomía con fort u.na y sin recidiva, f be hacer qlte se eviten al prepucio los con-. ~actos de la orina; si · fuere al.go J'!'lás largo de la cuenta, es ·, JUsto proponer la ci cuncis~on hasta de un prepucio todavía sano por otra parte · LXIU. El cán res digno de ser notado por s~ frecuen · cia eq los antecede~tes de familia dé los elefanciacos. LXIV. En los . ntecedentes de los sujetos atacados de una el~fantiásis d el es~r to! nada es tan com n como el hidrocele, el c~al no parece lrfl!Ju en el desarrollo de _d icho tumor, sino ~ac~do de lali mis~rs influencias y sobre todo de las bruscas varJacJones de temper atura. ·

. LXV. Convien~ señalar la extre¡:na frecuencia de las afee- · • Clones oculares en 1~ familias de lol elefanciacos. · LXVI. En el espacio de doce dias¡ término'medio se cura la herida hecha por~ la osq_ue'otomía. ' · LXVII. ,Las poltladas compuestas de ungUento' ruercbrial tienen mal éxito, pues despiertan erupciones endtema~ que no determina el p~ipitado blanco.

1


Laa m nili taciqnes flegmonosas. en la recidiva, osqueotomfa, no ligan á la elefancía (esencial), d pn ino á J qu domin n la crófula, las e crofúlidt's de las glándu1 minal ó de 1'1 anexos.

191

LXX~.

in in{:onveniente pue

1 conducto inguinal dilAtado. 1

LXI Las recidiT de pu de la o queotomía de ci r• tos tumor volumino os del croto no acusan tanto. el extre·valor de la operacion, que e preci o celebrar ante los p ci n y los cirujan , como la dificultad que e.xiste para la el ific cion de lo tumor .d los k>gumentos que protegen 1 t tícul .

n

.LXX. La hipertrofia e crofulosa.y

110

elefantiásica, el ede-

ma, 1 clerema local y crónicos etc., reclaman más de un tum r de la bolsas; que. pueden .Por otra parte calificarse de elef~tntiá i en el estado a<?tual del diagnéstico diferencial r l~tti­ v á e te a unto.

•u

LXXI. En 'la elefañtiá i del escroto deben establecerse nur c1 fundadas en el e ' tudio exacto de las condicio-

n ¡p_ iológicas qu~ dominan cada individualidad : reumática, ifilftiea, escrofulosa, propia 6 esencial

· LXXII. ás de una .vez deberán sustituil'lle á la osqueototon•Ia. las inci iones repetidas, la eom presion, el aceit!') de hígado de bacalao, los ·yoduro 1 los alcalinos, los analépticos y el arsénico en fin. LXXlli. Cuando .han fracAilÁdo las incisi2nes y el tratami oto interno, la osqueotomía será nect'sariamente acon ejada y aeeptada sio temor. · L XIV. Poode repomenda.rse, como medio de pro.filáx.is hetnos"tiea, que es bueno empléar, ántes de la incisio~es, la implantacion en el pedlculo de la elefantiás.is del escroto de una lérie de alftleree de sutura, respe~ndo el tercio medio del pedículo limitado par dos lineas verticales que patao por el orüicio inguinal externo. Con asu de hilo se acaba la sutura' medida que el b.istwi trupua el nivel de cada alfiler. Comp~ 111 nómero sobre el &ercio medio, deapuee de la reclaccioa 'de Joi cordoaes y de loe testículos por encima del borde libre de los colgajoe.

eu~tlojar ";, las glánduh11 en

Capitulo ;VIII •.

VA~~~~A~SS

', 1 ANATÓH

TfCULARTOA n

AS DE LA

&LEFANTIASIS Y ALGUNAS OM SUS PAR-

P uRRTO - Rroo.- - OBSmRvAcrONES. 1

l. L·t frecuencia de la elefantiásis.es extremada en Puer· to-Rico, puclien,.4o ~nco.ntrarse en la raza blanca, cómo hemos observado un caso n una señora criolla, de 40 años de edad, que vivía e u Añasqo, departamento de Mayagüez; pero. no hemos .podido hanar b.1 n solo hombre de color, nacido en Africa y atacado aq¡uf de ¡elefantiásis;. y los médicos qel litoral, con· - largos atios de prá¡:tica en la !sll\i, jamas han ·VÍIIto 'á los JICgros, recie'ntement desembarcadG~s, i.nvadi~os de esta afeccioo contraída en su pala. No debe decirse que los negros llegados de A frica l'lo puedan aquí contraer la enfermedad: se han visto algunos; pero lo que sí 1es preciso establecer sobre ~o, es la influenci1a poderosa del clima d~ las Indias 9ccidentales en el desa rollo de esta afeécion. · · En los cliiollos de color particularmente l!bunda la elefan tiAsis en Puerto-Rio'o, lo que prueir iai vez la iniluencia de la sangré de los negro11 para favorecer. esta enfertnedad; pero mú seguramente todavía la prepon{erancia etiol6gicn del cli- ~ ma eobre la de la Mngre. · ' Sobre &ódo entrt loe criollos de color del Sur de Pnerto-"Rico ae mol~ plica 11 ,&feccioa. Ea el ceatro . de la I~Ja, tp las alturas, DQ ,e la ob erva con fa.eilidad; la ~ del Norte eepeeialmeate ofntc'e euos poco numer0108; ·pero abudda al S. E. la eletaQcía, eá&te Maanabo y Ponoe,


102

198

linfl ogltis qu irv •n d pr ludio al d arrollo de la i e m nifi tan en una época influida de una maner:a &ala evidente por 1 movimiento lunar, que eate hecho co011tituye uno de los punto más notables en loe progre!los d d 1 afi ccion. En efecto, la primer liofanglti d •1 principio ba coincidido 1 'm de 1 vece , á ll\ vi ta de alg unos ob erva~ores flxperimentados, con la aparición de la Luu.a nueva. Y en seguid bre el abotagamiento .que baya sucedido á la primera liofi ngítia del pié y <le la pi rna, obreyendrán otras linfangíti en 'época lunares e-meja'ote . · í pue , s fáCJl pr v r 1 de arrollo de dicha linfi ngfti~ égun . toa datos m teorol gic , é. in tituir por con iguiente un trntamiento profilácti· co : saa¡rfaa locales á raíz del miembro afectado. uando la elef~&ntiási e ha declarado sobre la pierna de una mujer observa que desde el día en que los brotes de an- · e m nifi atan, 1 funcione uterinaa, la menstruaion, e d arr glao y b ta se u penden. De modo que caó tres m e ' má ó méno ' "en 1 lun ., como ellas didicen, e ve ap recer la aogioleuclti , d tener las reglas si han cmflriado, reempl zar! s y durar ' el iempo que duraba por lumbre el flujo roen trual. Recfproc mente, lo _men truo pued n faltnr ántes del ·de rrollo de 1 aogioleucitia, y e ta au encia ó e te retardo puede h cer presagiar la linfangiti próxima y autorizar á imponer cq~ reaervu el tratamiento pr.:~filActico, á un tintes del de : ·rrollo evidente de la !egma fa ~lll!cular. ta menatruaciorí artificiat qtie repre entan las heworragi · 1núltiplea originadas por las picaduras de las sanguijuelas, h b tado mude una ,vez, por indicacion del Dr. Blondot, médico francea ejerciendo en Guayama, para oonjlll'ar la aparicion de una angioleucitia, cuya probabilidad é inminencia &enfan el valor de una pretencia, gracias' las leccionea suruiniltndM por loe hecboe anterioree. Usil era imitar ' la n•tánleu. proceder por hemon:agius

colocando 4 sanguijuelas sola~ente ·á la v~ ~ada di a, ó sean dos en cada pierna, á la rafz del mlem bro y sobre el trayecto de loa vasos linfáticos. N~ debiera, sin embargo, consiE1 rnrse la dismenórrt-a de laa mujeres de color ~omo un trador~ poco frecuente, fuera de las condiciones diatésicas que pres· en á la elefantiáais; 'ntea al contrario, ellas mu~ho más que as blancas, en igualdttd de r~gimen y de sang~e, ofrecen á menudo trastornos uterinos, la amenorrea. ·La causa más clara de esta afeccion se encuebtrQ. .en la anemia primero, y deepues en la influ~ncia de la vida de los ingenios. Dura oto el verano, ó de Junio á ~tiembre, el trabajo de las mujeres en el cultivo de la calla de azúcar e sobre todo chapear los campos de calla¡ por la matlana muy temprano, por medio del rocío penetran en los plnntfos y st; cubren de agua glaci 1; y ·en pleno mediodía, bajo el peso del sol, con el cuerpo empapado todo en sudor, reciben á menudo bruscos chubascos que mojan sus ljgeros vestidos án.tes ~ue tengan tiempo do l~eg'ar al carro de abrigo <JUe les está desttnndo. · . Si el flujo menstrual coincide con e~tos ac.cidentes, es dete; ntdo bruscamente. Esas amenorreas de causa' conocida pierden su valor próuóstico del acceso de la linfangftis en Ja mujer negra atacada de elefantiásis. 1 . 2 Si se buscan en -seguida todas las variedades de elefantiAsis que en la I la ofrecen una fo ma digna de ser cl{lsificada · y sometida al est•tdjo, se encuentran la siguientes: En la cabece a''a 1departamentd do 'Ba¡}'amon, á poca dist~tncia de la costa Norte, hemos observado 'una variedad de elefantiásis que todavía no se nos h'abía presentado, la de una ekfantitúú congtnita, afirmada po 1 lá familia. El jóven Santos López, de 4 añ 8 meses, hijo de dos crío-~ llos blancos, naturales de la Isla, tiene en la region antero-externa del brazo izquierdo un tumor que trajo al nacer, si hemos de dar crédito á las aseveracio.nes del padre. ) El volúmen dei ~mor· en proporcion era más gran!)e en el momento del nacimiento y no par~ce haber abandonado com· 25

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tQcesivu y diecre&u, proloupdu por eepacio de 8, 6 á 8 diu,


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p\ tamente su periodo de activi ad, ~ue. lo qut>, ~ in~rvalos d igu lea, se d pier en él un movmnento fluxtonarh> san· guineo, muy allálogo por us caractére á la liufangiti pro· binflllmatorias son unas espontánea funda. Estaa erupcion y 1 otroa detenninadas p_o~ violencias. . ~s fluxiones doloroaa detienen, por alguno d1a , Jo mov1m1entos del ~razo, ~ ta inniovilidad forzada llega á ser, á u turno, el lllt'JOr m~::­ t.odo curativo d 1 accidente; por el r po o olo e a~ate la tumefaccion en este tumor sesil y' el· calor e ex~ingue. Vena superficiales y como varico a e dibujan bajo lu pi~::l del hontbro izquierdo, obre la rt>gion 'torácica y hasta sobre · • el hipocondrio derecho. Al mi mo · tiempo que se manifies· tan eso trastorno y e a lesiones natdmicas de la circulacion capilar, se pre entan cambios n la pigmentacion sobre _el lado izquierdo del pecho y otras r~giones del tronco, del m1 · · mo lado. -La piel de la region axilar, del hombro, del antebrazo, e tá como hinchada, más o cura, con manchas blancas disem~badas. . · Puede dividirse en dos part s el tumor del brazo: e t.as do part s. e táu uperpue tas; la una, super~c~al, está cou~~ituida · por la piel; la otra, profunda, est~ con t1tu1da por el teJido celuJar subcutáneo. El tumor de la piel tiene el tamallo de un limen•, y es blando, lo que lo di tingue de el del tejido cel~lar, q~e es du_ro, como fibro o y multilobular: no ofrece lattdos. m reducttbt·. Jidad. · iendo difuso 1 limites del tu~or cutáneo, y más difu os . ' todavía loe de las lesiones mis superficiales que tienen su aaiento sobre todo el lado izquiardo del tronco, se rechaza la ablacion del tumor solicitada por la familia, y se aconseja un vendaje compre ivo y las preparaciones yoduradas. . 3. Lat variedade de estructura con que se ha presentado t naeatro estudio la elefantiásis del escro\o en Mayagüez, que babia tomado us caso tepetidos del departamento de Ponce, revistieron tre fQr'ma ~natóínicas diferente ; y la utilidad de blecer r 1~ de las iDdicaciones ~rapéuticas variable•

segu n que se trate de una ú otra en los tumores qne se obser· ven en el escroto. 1? · La forma ertctil pued.e hasta cierto punto di.stinguirse de las otras, Antes que la- incisjon de los tejidos revele lá abun· dancia de la vascularizacion. Mediante Já compreslon se puede disminuir el volúmen de los t.umores de esta clase sin que durante la maniobra de dicha reducci.on se· determine al mis· mo ti mpo la fo~macion. de esas señ11les características de la · tumefaccione~ puramente edematosas. · No quiere decir esto que los tumores del escroto en que se multiplica· el elemento vaséular no p'u edan ofrecer al mismo . tiempo un E'jemplo de las otras formas anatómicas: por el contrario, lasjormas mW:tas no son raras, y segun la region del tumor á donde llega el operador, encue~tra algunas veces una série de modfficAciones anatómicas de los tt>jidos patológicos, rn~zclindoee en ellos el elemento fibroso en exceso y las sufuiones serosas, sobre todo en las partes más declives. . Citaremos uti ejemplo de .estos hechos, que ·nos suministran dos individuos de la raza bla~1ca y la negra (mestiza): Caso de elejat~tidsis del escroto deforma ert'tJti(-El Dr. Audinot, _avecindado en Mayagliez, nos suministra las notas si: guientes sobre esta forma: . El llamado Toro, mulato, adulto,, de 20 l\ .25 años, natural de Pónce y viviendo allí; s~n antece entes sifiliticos. Volúmen del tu'mor, cons'iderable· consis~encia d~l es~roto, blanda y floja; circunferencia en el medhr, O, '70 centímetros: longitud. desde In ~spi~a del púbis hnsta el punto- más inferior de la prominencia de la bolsas, 0'40.-Piernas sanos, aunque tiene dos hermanas con elefantit\sis ele . los árabes en dichos miembro. ·\ . Operaci~n, e_l 26 de Abril ele 1864. Método operntorio:'en cinco tiempos; ell?, formacion de un colgajo en V con su ápice.bácia abajo pam cont~tituir el forr(? prepucial del pene; ·e~- 2?, destinado á hacer un. colgajo posterior por delante del ano para formar el escroto y cobrir fo11 testfculos; el S", di e<!cion · de los tt>gumentos del pene y d~ lo¡

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196 cordon , de arriba abajo, por . una ~specie de e cultura; ~n, cu ndo por uucl acion e h~tbian aislado dicho tres órgano y apli ba obre el pedfculo de 1 m lefanciaca el magu· 11 dor, que á menudo se rompí y no ba taba para abarcar 1 pedículo d 1 tumor, iendo pr ci o al rgar la cad Dll con un hilo de 1 n. menudo, n ca o de romper e el magulladar, li'8-dur oper cion cabatl obr 1 ligadura por una inci ion con el biRturi. La 11 tomí p tológica d 1 túnica vaginal qfrecía al estudio un trao formaci'on libro a. i rupre, ó casi siempre, so h córnpatlado la elefantiá ·¡ d 1 croto de hidroceles; en cuyo e , •ci ion de una parte del saco vaginal para vaciar su cont nido y determinar n él una inflamacion adhesiva. En el jeu1plo actuallll e pe or de lo colgajos era de 0'004: fluyó una gr n cantjdad de sangre, pues dominaba. la structura er ctil v n a. Lo t te han mo 'tndo .tambien con un voltímen t>xAgedo e la gl ndul ; particularidad que no e ha. notapo en lo otros e so sometido á la mi nÍa operacion: una vez vaciado ·el h\droctll , ap r cían lo t tículo con u volúmen normnl. pu de l vacu ciou delllquido del hidrocele doble, de cubrió un hip rtrofi persi tente d las glándulas. Peso del tumor t gumentario de pues de su «blacion: 14 libra e p ñola , ó an i kilógrnmo 720 gramo . u ño el pu d la op rncion, la reproduccion no parecía amenuinr la r giou prin1erurnente atacada con una. nueva manifl ta~ioo 1 fi ntiá ica. de lo co]gajo , y in que e n ta la · ' · m nor t nJ ucia á las eru ciona 'de linfangíti . El r ultado ha probado la pródiga genPro idad que l1a preidiJo 1 trazado de lo qolgajo , lo qu es exponerse á gran d deformidad actuales y á próximas recidivas. 2? La forma dematosa está muy ra~as veces aislatll\ de tomezcl , y s má- bi n una complicacion anatómica, ligada á un período actual ó ,ú un uutiguo: Ja.cou1presion de loa apor 1 formacion t-n exce~ o del tt>jido fibroso n la raíz del tumor, ó l coutu ione ó estiramiento , reclallla.n la. produc-

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cion de eatoe edelll,88. Algunos han deb!do..,eer contemporáneos de luaerupcionee de .augioleucítis que han· acompafiado á la evolucion del tufnor. Otras veces, ton fin, la. anemia, la cloro~nernia. 6 el e tado de caquexia marcada del sujeto, han producido esat ¡oufusiones seliosas que conviene hacer que dea•P..arezcau por medio de la corupresion ántes de la operacion, •i es 'posible. . Un!L va.r1eaad de la forma serosa es la' siguiente: por uno de .}os mecanismos · preced ntes, y probablemente por el último, la. ~qnica vaglfaal ha. debido inflamarse una ó varias veces·y 'llenar, bajo forma de hidrocele, su cavidad ~e una serosidad que permanece enquistada, ya ·de un solo_ludo, ya al rededor de las glándti'las seminales. La presendin. de este hidrocele, único ó doble, exige que en un tiempo d~ ln. operacion se practique no sólo la puncion ·de las dos cavidacfes vaginales, sino \ambien la ablaoion con el ir strumento cortante de un segmento de la túnica vaginal, hasta del lado libre de todo hidroce)e, no sea que la simple puncion no 1permita la. cicatriz y·se reproduzca el derrame. Sirviendo dichas túnicas de paredes á los derrames, por lo co mun h1\n adquirido un engrosa miento, una transformacion fibrosa muy 'evidente. Un .ejemplo de la forma edamatosa unida á la forma eréctil cte la elefautiá i del escroto, lo tenemos en el <taso ~el Sr. Arrocho, da que P,emos ha)Jiado en el capitulo ant'erior (pág. 155), y cuyo tejido cel ular ofrecía u1 a estructura de .n1~1las flojas, paradas por tabiques espesos y llenas de eerosid.ad amarillenta; caso en que e sacrificaron los testes, con sentimienio 'del drujanQ, sirviéndonos de regla que jamaa la& lesiones anatómicas de 1ns glándulas seminales autorizan la cutracibn, porque á consecuencia de Jo[~peracion podrían curarse:' en un solo CllSO pudiera. aceptar e, y eso de ·un solo testiculo, cuando la lentitud ae la operacion, acarreada por el deaeo de .!alva'r e11te órga.no, pone e~ peligro la vid!l del enfermo)' causa de la hemorragi~. . · 1 3? La forma flhrosa •• manifiesta por eu ptao, uf como por o

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i o<:ia al tacto: Ell in trumento cortante, miéntras que. por 1 contrario la forma er 'ctil necesita et mpleó del m gull dor. qo rechaza ó a~mite in indicacion preci a á vólun d d 1 op rador la fi rma demato a. ta divi ion no e inú il, put- más d una nz ha ucedillo han ef¡ ctu do h morragia n gran abundancia por hahecho u o del in trumento cortante n la forma t-réctjl; ó bien, á la inve a, ha rsto romperse el "écra . ur" y 11 • ~nd e la operacion, porque e habilln empleado hasta los fu rt de os ·in trumento pora extirpar elefantiósi del de natur leza fibros . a omo fuer r .recto á los instrumentos y R. lo accidenli r que tr e con jgo o lt-~ ion, lo reeuTtados han sido f< líe ; y qu d eatabl cido, como consecuencia de tan tftdistica , que lu complicacione son muy rnrn de la blacion d los tumores elefantiá icos del e croto que 1 re idiv no e han pre.entado á lo prim ro rebu~ o lo operadore en e te entido. P r on iguiente, má · útil y méno peligro o hacer. la blacion d un tumor el fanciaco del e' croto, que la amputo· ciot\' de una pierna !Atacada de la misma afeccion. . Pu d~ afirmarse, de pues de lo resultados que hemos vi toob ncr en 1& Habana al Dr. Gálvez, y en Mayagtlez á los r . •tone y udinot, que la ablacion de los tumor del mto lefi nciaco no d r negada por el cirujano al en· fi rml> t¡u la olicita puesto que todas la inv tigacione qu . h é n n 11 gan á de cubrir _la recidiva , y qu In oper"CIOII no ofr e complicacinne· ton temiblt- n In amputa· ne d un mi mbro. • mo ej mplo de elE>fi, ntiá i ~bro a .pura, in tE'jido r~cti l in dema, op rado tambien con buen éxito, eñalnremos los obtervado por el r. Audinot, ele Mayagti z, quien agr{'ga lat iguientes con ideracione . La mayor part de .Jns elefantiá 'i del e croto, ,;qni enconrad , vienen d 1 ciudad 'd e PoncE'. ·¿Por qué? ¡,E n a~o porqoe la lefantiA i a má comu.n en lo negro y éstos má

comune en Pone que en .Mayagüez, dada laol'iqneza de Pon· ce, que. s agricola, y la dtJ .Mayagüez, que es comercial?-E! territorio dtl las do ciudades merece ser· eatudiado: Pooce des· can~~~ sobre uua vast)' llanura f~rmada por un terreno de aluvion, y lll orte se extienden los pautanoe; Mayagüez ofrec todo'lo contrario, es•á situada S<?bre una co.lina y á continuacion comienzan á ele~~ar e us tuoutaftas, los tierras son color~das ,y muy' ricas erl óxido d~ hierr.o, 6 l>ien eon rocns Qrida!', existiendo pantános ¡al· ur de la ciudad,-de áond'e e ta con. ec.u.encía: el viento ije] Norte afiania la salud en Mayogüez y lleva á Ponce las fiebres perniciosas. Al ca o actual corresponde un fut-rte mulato adulto, naturul de Pone , di tinguféb ose .u tu111or por la dur~ZI\ insólita que ofrecía. Su pe o, ~echa la ablacion, era de 26 libras 6 st-an 12 quil6gran¡oll, cuatrocientos och nta· gramos. Operado en Febrero de ·186'6 po medio del bisturí, no se ha reproducido hasta ahora. Segun otra ebser~cioll, tambien 11e·cogida en Mayogüez pqr el Dr. Audinot, pertTnt~ce á la el'e(antiásis fibrosa d l e croto, no eréctil ni edema~sa (seca), el ne~ro Maldonado, natural y vecino d~ Ponce, sin antecedentes sifilíticos.-Él volúmen del tu_mor del e croto de cien de hasta debajo de·las rodillas. -Dimensiones:

De la espina dei púhle' á Ía raíz del pene, 28 centímetros. Circunfe~encia del pedículo del tu or : ...... 0,49 Circunferencia del e crQto en la parte média .. 0,97

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Piernas

ederuacia~as, ganglio

liufáticoe inguinales muy sa( . • Operacion, practicada como la aLterior por el Dr. Betances ántee de nues~ra lle~da á Puerto-Rico, el 3 de Noviemhre de V' 1873.-Método opel'!ltorio: doe colgajo11 en V con el ápipe inferior; aplicacion del magullador. Reeist.t-ncia fibrosa de loa tejidoa¡ 'apénaa algun~ leve cantidad de eañgre por ]u jocisio· nea; ' la simple VÍit se nota lo que indicaba la retittencia al

. l l1eotes y muy duroe.

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ruagullador; la piel, 1 érmi8 l k·jido e luJar areolar y laminoin infiltracion y sin qu<' han ufrido un hip trofia v d la region hayan p rticip do ó participen todavía hipertrofia general: a í pued :xplicars la ausencia d l d rram de ngre. 1 nas alguna hum dad de la ~pas profunda n v z d ) ed ma tan marettdo qu presentan las forhümedaet!. Lo va apilar veno os e tán poco d arr liad y muy poco tltmbi lo v o ar rial , ba tando una t ion de ~ll para con ten. r l p qu tlo chon-o de angre que d n. Ha la tún ' a \"agitlal ha ido a ·i nto de una tran for· ·ion fibi'OíUl. olgMjO!, y br todo el pubiano, fu · ro u dema!!iado htrpor lo cual hubo' reproduccion de un tumor del tamnño de una tiaranja al ·~bo ae 5 atlo tumor que r chazaba el pene háci atra , si bien to no habla en contra de la o queotomfa que d be p~cticane á un n en o de com r,licacion de hernia, t!ioo ntr el método aotero--po terior abu ivo. En nuet!'\ru operacion t1 no ha habido recidivas, porque ántes que todo n hemos pr upado del crificio df' lo colgajo . , • · ·Ci r mo alguna de 1 qtle hemos practicado, ya en reumen, ya en pormenor, haciendo r ltar el interes particular de cada caso, áun á ri go de repetirnos. 1° !>. anuel rtiz, de 54 año , labrador, blanco, natural de Yauco vecino de é te y d 1 barrio' de Jacana, casado, prentaba una el fantibia aislada del prepucio y del forro del pene: u madre murió de una afeccion cer bral y su padre de ti i ; y él pa~eció de ahogo durante dos atlos, y aeia meaea de . calentoru, estando det!de niño tuerto dt}l ojo izquierdo.-Lo operamos el 19 de Junio de 1868 n el hospitalillo de Yauco. dheDiteccion de loe tegumentos hasta la túnica fibrosa. rencia del prepucio hádia el orificio m~y ettrechado del conducto de la 111'ftra. icahiz muy prolongada. Para que el nano forro pudiera formane: agua de extracto de eaturno, la que apro ha macho mú que la curacion con la mantee&. Loe b. noe resal\ados ob&enidos con uu aola operacion por cJea IOD del pene, aatorizan ' no baecar ningun medio

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autoplástico para r vet!tirlo, sino más bit-n J OlaÍnente para los te tes, cuando e tr ta de un caso de elefantiásis que ha atacado una y otra part~. 2? Sixto Rodríguez, de 18 años de edad, labrador, pardo, oItero, nacido n !Yauco y residiendo én el barrio de Limaní, ofrecía uml elefantiá is en aJJJbas piernas' que databa de dos años: Se 1 di ó de nlta l 30 de Julio de ~868. despues de un mes de compr ion . · La elefuuti i'1 i d J Árube que t~e ob erva en las piernas <~.e. .los mulato j óv n , cuando se la trata al principio, casi '"m pr , cura bi n, á lo ménos se detien'e por un sistema de cou1pre ion y por calzados apropiados que suban más arriba del nivt!l de la rodilla. . 3? Fmncisco R~iz, .de 50 años¡ labrador, pardo, natural de J io I rieto, barrio d,e . German, soltero, con veinte úlceras en la parte iuferio.-· de lo te tículo , por las cualE's orinaba. Hace' 2.5 afio que te ni a dicha enfermedad; fué operado el 12 de Setiembr de 1 6 y ali~ !'ano el18 del hospitalillo de Yauco, merced á algu no ti)eretazo para evitar In hemorragia. En e te ~a o,- f' léfun tiá si fiorosa del 'e croto y del forro, _:_ se cnract nzó In ufenuedad por fistulas con infiltracion urinaria con~ecutiva y no primitiva, variedad diferente por las supuraciones antedbres de la infiltraciones urinarias y espontáneas:- Los tejido , ataoouos de hipertrofia, que envuelven el pene, han per1oan oído di t.~nt<:>. de los que componen la elefautiá is del escroto.:...._La cantidad de los teji~os fibrosos ~epara­ dos pesaba 3 libra .~Los do testículo an sido conservados. . - Poca hemorra gia se prociujo, en virtud de ser el tejido 'muy fibrinoso por . los ubc(' os e poután('08 q.n e han originddo mucho tejido inodular. La operaoion será útilm e ute h~c\_a, y lo hn eido en este ejem-• . plo, sin conservar ningun t('jido ncado de la regioo del pdbia ó de la del perineo pnrn formar el forro del pene y el escroto. - Para vestir los te te se han tomado algunos tejidos á at re. giones laterales 'y. del perineo, obteniéndos~ un resultado tan feliz, que pudiera adoptarse como regla del método opératorio. 26

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En 1 .elefantiásis del esoro.to de jormafotulosa, el mf'jor método operatorio parece ser el iguiente: Pn.. tim&po. a.-Incieion circular en la. ba e del forro y á o,• os del púbi . h. Dileeoion del forro. ~- Di.seccion del prepucio adherido al glande, con tijeras. d. Ioci ion para abrir un nuevo orificio al conducto ·de la orina ya oblitendo. ~ t~po. e.-Extirpaoiop del tumor del.e c1·oto. ? J.-E traccion de tejido tegumentario de la .xegione la· tera-le ·del perineo. La dis ccion del e croto debe efectuar e con tijera : el teji· do es t n. d11ro, q11e las 'tijera lastiman lo dedo . En 1 anatomía patológica e encuentra; en la profundidad 1., ca idades 6 cuevas centrales desde la uretra, region membrllnosa; 2. 0 tr yectós fi tuloso convergente . o hubo niogun com plicacion; fuera. de la. hemorragia inmedia La u,retríti , producida por lo di eccion del prepucio y 1 abertura. -del meato urinario, permaneció lol!al, curándose al cabo de mucho tiempo. 4? Alejandro Maldon.ado, negro · de 45 ados, d pues de una operacion de elefantiá is del e croto, tuvó una recidiva en el colgajo anterior, que empujó para atras el pené, retrayépdoe el posterior. · La recidiva es mucho más rara en lo colgajo sacados del pe· rineo, pOTque 1 piel de esta region parece ser méno elefanti~si­ ca: no ui los tegumentos del púbis; pero tales colgajos, de e ta.. · , parte aacados, sufren más bien una gran retr- ccion cicatricial. Debemos in iatir, ~especto del caso actual, en que la varied d "elefantiásis doble del forro y del es.croto' sin complicacion de trayectos fi tulosos, es la más comun.-La operacion en la pri~era variedad prpduce muclla más hemorragja que en'la guada. Aquí comprobamos el hecho de la recidiva¡ pero el negro se huyó de mi~o á la operacion, sin dejarse extirpar el tumor, como élm.iamo lo babia pedido. (Yauco, 19 de Jul~o 1868.)

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Todo operado de osqueotomía, que baya vencidd felizmen~ l?s peligros de- la hemorragia y del cloroformo, tiene asegurada !u'ctrracion en la proporcion de 15 para 20.-Deben aceptar e todos los riesgo de los métodos más enérgicos para pre· venir la hemorragia¡ y el mejor método hemostático será apli· car sobre ~l pedículo del tumor una CODStri(fciob .firme que DO re bale y lo más cerca posible del púbis, de modo que él col- . gnjo pubiano sea. muy corto 6 casi nulo. La madre y la hermana de Maldonado ofrecen sus pjernas atacadas de eri ipela, lo que prueba que su lrl'eccion no es accidental, sino verdaderam nte hereditaria y diatésica. En lo a11tecedente personales·de··Maldonado, · como se obaerva en la mayoría de los otros enfermos atacados del mismo mal, e encuentra el reumatismo febril, del que no sería la eriipela sino una forma modificada. En los cinco años que han seguido á In osqueotomia de este. ujeto, no se ha visto que 11\ eléfantiósis· qe la piema izquierda, que ya. exi tía IÍ.ntes de la operacion, haya. multiplicado sus manifestaciones erisipelato:?ns, ni su tamaño, en proporcion de la pérdida de domicilio 'y ~ accion que la osqueotom{l\ había impuesto al vici~ elefantiásico. La olidaridad de la tumefaccion y de las eri ipelas de las diferentes regione del cuerpo no .parece verdadera ep lo. absolu~o, sobre todo cuando la elefancía recidiva en el mismo sitio de la op'eraciou auterior'; y esta re~idiva lócal s úoa. seguridad. con. tra In que pudiera verificarse en otros órganos y tejidos le~ janos. ~ La ausencia de toda quebradura en el caso de Maldonado prueba que los orificioa inguinales no están necesariamente el\- • )atados y abiertos en virtud del de~enso impuesto á _los testículos por el tumor del escroto. Pero no "debe nunca opéra.ne el sarcooele elefantiásico sin ántes hacer las indagaciones más minuciosas acerca de la presencia 6 ausencia de un enterc)cele 6 epiploce]e en el' pedículo del tumor. , 5.° Franciaoo Lugo, de Ponce, mulato, herrero, de 35 ados.-Efefaniiásis dobl~ del escroto y de ambas piernas: varíe-

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circular lo vt 0!!. Lu tr v rticale · qu · hnc n para mpezar la operacion, ap na n ce i n la hrmo ta ia . La pri· mera inci ion, p ra] 1 ul je d 1 p ne ondido 11 gP. ha tn 1 lugar 'qu é ocup y ub hn ta 1 púbi que se 'aque por ~trriba dicho órgano. La • vertical. ea paralela! la direccion pt; upu n d 1 cordon Ne acere& al anillo inguinal er cho: el tlculo d te lado s pa mb fAcilmen e de l. a(! ccio}les que 1izquierdo, y por ~1 ee debe empezar. La tercera inci ion e paralela al cordon i2quierdo y permite levan rlo con la glándula. De pues de bueadoe y lev nwlos tO!! tres órganos, . y de fijarlos encima del púbis y de laa inglet, e sobre todo cuando se procede á co11ar el ~ítalo como un ribano, eegu'n las linea• ya dibujada, y e1 eatóneet necesaria la eompretion.

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Entrarémo ahora en los pormenores del má'nual operatorio. Suspension d 1 tumor al techo, parn resti\uir su sangre al cuerpo y manejar mejor lo instrum ntos destinados á prevenir la h morrngia. Grandes aguja ó pa adores con ·tuercas, d cndl\ lado del pedículo, por f, ra de lo el mento del c01·don. La segunda e encontró d ma~ iado · corta ó. con ecueucia· del gran eapesor adquirí o por In ·ompre 'on <!e la .prirn.era, y fué entónces me· ne t r llenn.r las v ces de la egunda tuerca, perforando el otro la'do d 1 p diculo é iu trod uci nd<? un cordel fuerte que e apoyó obre la primera tu n :n pnra hacer un nudo resistente al red dor del pedículo. • La v ntnja de las tu rcus e que ~ qued'an fij'n.s y permi- . ten aumentar la. compresion á la vez que di uiinuye el eapesor de lo t ji dos po¡:, fecto de tu cortad uras y del derrame de nngre y ero idad. E útil compl tar.el aparato de la tuercas con una prensa lig ra puesta detra de las agoja , con tre huecos hechos en su parte inferi or pnrn recibir el pene y lo dos cordones de cada lado. Como hemos visto á i1t , e debe empezar siempre por buscar 1 te tículo d recho, porque tl ·sabe en patologla general que el izquierdo es rntt a tncado bnjo el influjo de la11 JIIÍSma cousa tuorbosa ; de 111odo qu~ i ocurrie e la precision de concluir pronto la osqu otomfn, se acriticará e te.último, que pro- . bablem u te tará nu\ n~ rmo que el dere ho. En el pre en- · te caso quedó el_izquierdo, qu estnbtl mejor qu~ el otro. Era los tumores de un tamatlo norme, la manera de buecar .e} testículo derecho es la iguiente:-1? Incision trasversal del la· do derecho,' al nivel de la un n del· 1\!rcio inferior con el ter# cio medio de la longitud de la cara a1'iterior; 2° Otra inciaion vertical, perpendicular á la primera.y siguiendo la ~ireccion probablédel eje del testículo y del cordon derecho. ~sigue la direccion de cada una de estas incision~s hasta alcanzar el tejido celular gelatin.oso, que anuncia la presencia de los &rga, nos que ae buscan, ó ae~n el testículo y el cordon.

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e lgajos deb n e cogers d~ 1 par El peligro qu parece traer on igo la de nudacion de lo Lanto meu r cuanto mt't pe a t la túnica que lo (> • • defio·nd l11 glándula contra la mala con' eCO{'ncin 1 tra jo upurativo de gr1mulacion. Es importante Mj r i mpre al r d dor del glande una meru · br n nnlco a q u · rva como d bll rrern á 1 tr m ision de h\ inO mncion 1 m at En a d que quicm coQ rvar colgajo n o tumor s 111011 truo ()!4 no d b olvida e que una vez h chala inci ion, .nt l i 1 de un ruodo xtr órdinario por h iber ido arra · tr dR b i ajo con motivo d 1 p o ·con iderable del tumor. i t' i tie n ab e , mejor principiar 1 corte por la circunfi r ocia (] ello , porque a í e 11 g l te tículo in inte; · r v de gru ~o e libr , como ucede cuando e mpieza por el pedículo: la h morrngia ri\ tllnto menor cuanto má 1 jo del p Hculo comi nc y m{¡. cer d o.lgun foco de inpr n do.-E conveuiente o {mi · flam ci (l que e hubie mo principiar dilnt m1o la fl tuJa y bu Qar obre todo alguno de 1 trayecto fi tulo qu e dirijan hád arriba en la llir e ion 'prob ble d una de lo te tícul . iempr en\ útil prac,tica r una puncion á lo te tes d snudados porqu muy á m nudo contienen S\1 membranas. protectoras una gr n cantid d de líquido: a i e ponen aquello m pequeüo y n más fácil de ve tir con lo colgajo . La xpérienc:i pru ba qu e puncione de lo testículo , ·como tam'bi n .la iutroduccion d la sguja cou tuerca , proclucen heridu muy benigna y qu cÚran muy fácilmente. La arteria del cordon puede muy bien abandonarse sin ligadura, cuando ee tratad !1 cordo,l qu& e ha.cort do de r pente para concluir pronto la operacion; porque e ta arteria, co~o loe demu t.ejidos, h 'ténido que ceder á una fuerte traccion, y una vez cortado, el oordon sube, retrayéndose la arteria y oblit.erando su conducto. Uno de los recursos que completan el aparato de compresion externa, p ar por d•lante de la direccion de los testes unos

hilo dobles debajo e cada Qordon, para poder ligarlos de repe_n.te, por si acaso 'frrie e la vida del enfermo un peligro in• nunent.e á cau a de la hemorragia, y fue e necesario sacrificar los dos testículos. 1 · . . lm?orta ~ucho_d~r de comer muy pronto á Jos operados para ev1tar la wfeccto~ por la supuracion de mal carácter. El estado m9ral d~ todos lo enfermo despues de la operacion es nuy potab.l :1 e le, nota una alegría partiouhu y diférente de la que ien ten lo q·up han sufrido otras operaciones¡ y e o.estado moral'i fluye mucho en el feliz éxito de tao queotoniÍa, h ta el puntlj de que nJUy á m'e nudo dichos operado no tienen ni una hora siquiera de calentura. Autop ia del ttmw -Enorm e cavidad que podría contener como do · libr~ de pu , ituadu á la derecha· con una prolongacion hAcia 1 ~~ta~ izquierda de! tumor: puet~to éste boca abajo, ale un chorro ,de pu amarillo; cuando se le menea, da la m'i ma sensnoion ~ue ui1il. botella llena de aire ·y agua; la s paredes ~ tán cuhiert1 de arios ctlpas de veg taoiones fungoas; el te tículo der ho nvuelto en .la ll'purnci(JtJ por u x· trernidad inferior; lu cavidad vaginal llena de una. agua verde y vi ·co a; el t{'jido' e á muy duro al rededor del foco del absceso, e'? otro puu muy blando y semejante ti una jaléa¡ 1'0 e) teste Se halla pe~ecta meote intacto¡ Jo VMOS y filetes ervio o muy de arrollado . · Una tiras fibro aa ~ue puede11 llamarse "de suspension-," lrel ancho _de la mano y _del grueso de una hoja e. cuchillo, se . ~an esparCiendo por eucul)a del tumor, y par cen haber teoido por u o el sostenerlo, _am r_rándolo á lo~ planos hue osos del pú is y del ísqui(ln. El tejido ·que envuelve el cordon e4 suave, como una jal a, n lugar de er fibro o. · l. Por ~1 coutrorio, el te tículo y el cordon del lado izquier o, que e ha con ervado al enfermo, estaba envuelto en un tej' o 1 más fibroso que el que cubría el testículo derecho. Adernas, cuando e di ecalia el te tículo izquierdo, en vet aislarse fácilmente ~omo el derecho por su extremidad inferi~r,

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tremidad d l l d izqui rdo estaba atada y pegada al centro del tumor por uno tE-jido fib(o o tuuy duros, que saban 1 tejido de la glándula mil!ll: hácia abajo, tomando la forma de un iliodro m' bien qu 1 d u u ovoide; y era esto tan cierto, que cuando e paró el te tículo izquierdo, y' cuando hubo llegado_ la di ccion á do pulg d del cent~o de la glándula, 1corte del bi ·turf d nud ó u m~ part d 1 t tl~ulo .. El re ultado d ·e x m u anatómico fu>, que hubtera I · pro ito mpezar la otJPracion por ll\ ttb rtura del minando ~1 f.mdo.a t'l'te y ubi ndo d spue á bu icion prob ble l. fondo d unQ d Jo t ste qu hubi di iiado d abujo hllcia náibn. m jant 'Jlrácti 1\ d~rá por re nlt11do, i · ll\ .a 1opta c.omo una ley de conducta \hacer inci ione paral la á la duec·ion d 1 v o : d ~ modo e cortarán é to con tt:~énos fr n proporcion e notará di minuidl\ la hemorragia. En ca · d fult r ' un ab e o, rá útil hacer una inci ion tra v r al h ia la union del t rcio iufi rior al tercio medio de )a e ra oterior d 1 tumor, p rp ndicularmente al eje prolonado de uno de lo t tículoc;¡ y d pu i no e encu~ntra el t~jido qu a11un ia la pre encia dcl .te tfculo, P.Ucde hacer otra inci ion n la mi ma direccion 1tunqu mtl cerca del p dículo. Hallado lo igno natóroico d la pre encía del testículo, -:-u na bola que d lizA má 6 méno debajo de la punta del d do - e practica otra inci ion en la direccion del ej e d ~ te glándol.a ha ta el onlon y hn , ta el punto en d01'lde e qmer~ cortar la pi 1 p11r v tír ln órgan(! con ervndo~. . E te método t odrá la v utnja d no p 'rder e tiempo en ligadul'a8 de va o qu dan mucha angr , como ucede cuando e dívid o ' er almen!le lo pedazo piel que e quieren con ervar. . Una vez 1!1 cado el te tículo del cordon erá ft\cíl encontrar el pene; y si la hemorragia es dem iado peligrosa para el enfenno, bastada con el testícu~o l!&lvado, pudiendo entónces termioane pre to la operaeion. \a

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Por ette m~todo no parecerla tan indiapensable aplicaaion de los medios hemos_.tioos preventivos de que hemoa hablldo;. pero uno de nuestros pasadores de hiert:o será siempre dtil, porque esos tornillos l siEven de apoyo á los otros cordeles circulnree que pueden !ponerse al rededor del pediculo,-no debiendo olvidarse que éste cambia de volúmen cuandó pot el corte sale, á la vez que el liquido de · la i~fil.tracion, la sangre de los vasos. ' 1 ·

. l. Capitu lo IX. DE LA

ENI!IRAL Y COMPARADJt 1DI AllBOB 81!lXOS1 DE LAS

l!lLEPANTIA 1 E

OPPJRAOJONES QUE ,EOL.AMA Y OSQUEOTOMlA Dlll UN TUliOR llONS'l'RUQ-. .

O EN

~A MU~ER.

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Consideraciones generales sobre la elefantidsis.-Elefantid.sis

ignifica tumor g~a~de, enonne como el .animal ·monstruo o que lE! ,da este norubk . "Erisipela" e el .dictado que comunmente da el pueblo á ~sta . afeccion. _ 1 . · . ·. La Erisipela e~ la · nflaruacion de la piel y del tejido 'celular uhcutáneo, que ha dejado, de pues de ácabarse · u periodo agu· do, una sublnflaruación ó, mejor dicho, una irritacion de los tejidos, un nf8U8 formatiow, de donde( nace la orga,nizaoion .de los pro<luc~s de la inflamacion agudfl. La Erisipela mism. no es todo el mal, sino solamente la«»presion patoldgica de 'In \licio que e{t, cmi siempre. una didtuis reumtUica y gotosa: osi p~e8, no se <}eberá curar sólo el tumor, ~ino taoibien la dispoeiciob general de la econonúa; Lo que confirma es~ juicio es la ,roduccion de acci<\entes 1

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o el tumor ll•ga ' perder uaa parte ie müo y que loe líquidos tomaD' otra clireccion.

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d. loa ettf,.,w. aúlcado11

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E¡,_{atltidÑ

impoeibilidad de caminar y de diefrutar de lu 'ruacion de re) cioo, la dificultad de las digeetionea, la· dftpna, el enftaqu imiento, un estado nervioso. permanente o proporcion de la debilidad, de la dispepsia y de la inmovilidad. ~~ insomnio causado por el pe o del tumor, que no obedece 'las vuelta 'del' sujeto dormido y produce tirantez en el pedículo del tumor. La sangre e altera, sé ·pone aguada y la hincharon de la cara' contra ~a con el ~delgazamiento del pecho y ae 1 brazo . La tr' tcza pintada en la cara, que es la fi ouornía moral de lu afeccione d los órganos genitales. . La aptitud inclinada i-.atin\ivamente para abandonar á los tegumentos del víen re, gracias á la actitud del pecho, lo que al tumor han prestado la piel del púbi y la del bajo vientre. As{ 'el púbia se encuentra ligeramente alejado del eje del cuerpo y de lu iem . que ganan, por lo tanto, n libertad de ijUS movimientos. La .marcha entre tanto ea lenta, coa las piernas abiertas, si no ae prefiere coofi.aí- al cuello y á Ju eÍpaldae el peso del tumor, gracias al chaleco, mejor dicho mameluco, cosido con un saco 9ue sopor el referido tJ,lmor, si no quieren mej~r Ílevarlo en -una carretilla, cual cieno negro de la isla de Santb6mas. ntadoe de día, acostados sobre el lado derecho de .noche, ~ con el t,.iuor por delante, la pierna izquierda por encima, ne- . • ita .~ una almohada en la poeicidn de la flexion, cuando ' la derecha se queda atras en la actitud de la extenaion. ~i ~ repente 1e poDeD de pié, dejando la poaicion horizontal, se quej n á menudo de eufrimientol paaajeroe cerebrales, como empahmientoe de la vista, que parecen causados por la emigracion repentina de la angre del cerebro hácia lu extremidad y al 'umor, que t.ieoe una capacidad enorme para 1" •ngre veoou. Eea feo6meooe .aoo un motivo para aoooeejar;. • loe acVe&oe úeo~oe de eeoe tqowN!I m~ua~, que loa en·

·vuelvan conltantetpente en un aparato de ...oompresion que limite lR capacidad del sistema venoso del tumor. Sin ser el tumor visible, bastan e11tos canictéree para ·manifestar al ójo médico la existencia de un tumor, de una Elefan- .. tibie mooetru-osa de loe órganos genitales extémoe.

".Elejantid8is de loa drganos genitalet ~nos dellwmlwe .oompafadti d la .Elejantidai~ en la mujer.-De 141 vari«ladu ik mttodos operatorios segmlla8 va,·Wlades de tumoru.-En las mujeres no hay órganos eec6ndidoe en el tumor; y se puede cortar _. el pe~iculo con dos colgajos, como si se tratase de un simple lipoma. . No suced as{ coR el tumor elefantiásico del escroto eo el hombre, que contiene dos órganos que salvar, y á veces tres cua.ndo el tumor e wo~etruoso umbilicado; es.to ee .c uando el pene está e condido en el espesor del pedículo. ttra el bo.wbte es ment>ster un método que economice la angre y permita una exttaccion rápida de esos tres órganos. i no hay elefantiAsis del forro_prepúcial, ee hará debajo del nacimiento del pene una incision so~·re la cara anterior del tu- : mor y lo más arriba posible, que ppeda admitir la ruano, la que va, como en un caso de parto, ó. buscar en lilll profundidadea del tejido celular infiltra las dos glándulas teeticulares escondidas ep éL Si 4ll forro está atacado, como en el caso de Utu11do, pero con libertad del pe,ne é independencia del t.umor · del eacroto, se de\le empezar la operácion por la desc ' rticacion d¡el pene. Se han\ una incision circular al nivel del púbis, y .c~al ee vuelve del revés el dedo de un guante, ee pondrá al re.Téa el forro ein otl1l incieion sobre la cara superior del forro; y ·ee disecará con tijeras curvas; ~i .Ja par~ del. prepuci9 vecina del • glande quedó intacta, se la coneervll y ae aguarda el tabajo de cicatrizacion. Hacer un forro nuevo sin practicar ninguna coetnra, ésta es la regla. . . · En otro oaso, e~tando el prepucio enteramente sano, se)coneervará, uniendo con p•ntoe de e11CUÍ"a lo• tesumentoe ~DMr­ vadoe del forro cerca d_~l púbia.

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tá con tituido graci~ á la ela ttcidad de ~mentoe del púbi qu e · v. n arropando at pene m r- _

Este nuevo Corro e

i la ion que 11 tan móvil y elá tico . En otro el de 1

al pr pucio obr to umento. · m n truo umbilicado , 1 rgo con1 t>l delio. y ·ompli cion s. ivflam y produ introducirá p ra 1 prim r_ iempo d la op racion, l dedo con un bi tur{ no abotonado, pero í e n la punta cubierta con uo boli d cer ;_ac tado obr 1 dedo. y poni ndo lu •go el ~r~ hácia arriba hace .una puncion; p n tm 1 bi turí con l punta en .la pared anterior del conducto donde t- esconde el pen , y se concluye por una inci ion ha ta que alga PI bisturí por 1 boca d 1 ombligo. · Por es abert.ura debe alir con li rtad to: i in uficiente inct .ton parl\ ac r 1 pen tad, se h rá otra inci ioo o el eje d . la priru a con 1 mismo bisturí dirigido por una nda acanalada. Se separa el pen!3 de lo tejido que le rodean y e deja el prepucio, i tá intacto, pera la utura yll indicada en el ca o preceden . . Por la incision e ca arri.b r pene y le pon acostado sobre_el púbi& para dejar campo al bi turí. Por la incision abier , de donde có el pene, e iotrodu· la m no y se busca, disecando con lo dedo y las uftas de · arriba abajo, el itio del cordon der cho y luégo 1 te tículo. •Vale má bu~r estos órganol4 dél 1 do derecho, porque la · &adiatica prueban que el te tículo izquierdo en ca o de al·teracioo, está afectado mocho má á. menudo que el te ticulo derecho; pues i la hemorragia obliga al sacrificio de uno de l01 doe, vale mú cottai el testfculo, izquierdo y alvar el derecho al principiar la operacion. (1) · e

(H 1 cleNrb aar eltlldetla lu repetldftee q . . . 4" IIIC1lfn elawtor, 1i • 1 . - . . . .._ oa"ta._ toln la ele6ulda- 1o1 natu... de ao -11M - ' - ' • • • - - 7 ..,.,..Su, • qae ... llcJo aqaellu iJI!IIIpeu;ablu 1'

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El centro del tumor en los hombres se conserva más bien en estado blando, que no la parte periférica. Asf;'al rededór- de la túuica fibrosa de los testículos existe una atmósfera gel3tinosa, serosa; muy blanda, que los dedos bn tllráu para romper; pero; á veces, introducida la mano encuentra en lugar de una masa gelatinoss. donde está nadando cada te tículo, una maRA más consistente que exige In di ercion. Durante e tn. 'operilcion "de la diseccioo, la sangre corre en tal -abundancia, que es neceaaJio·apurar e~ introd,ucir por la· primera incision un gran cuchillo interóseo, que sale por la cara posterior 6 seá perineal del pt~dículo; y de repente, in practicl\r una diseccion riesgosa, se corta el cordon y el colgnjo izquierdos, tanto m"ás corto cuanto que se sacrifica 1 cordon del mi mo lado, que . hubiera xigido para su con e•·vacion un colg11jo más -largo y ancho. Despues se di ecará la cái'R interna del colgajo derecho y el testicul9, del mismo h\do,que é pondrá ántes-de cor.tar. el colgajo c~rca del p n arriba, sobre el púbis, para que • . . escape al cucbi11o. Si el forro e U intacto el tumor es más bien lateral, se hará la primera incision obre una Hn.ea trazada sE"guo la direccion pro able del cordon COI'l' pondiente. Ell!l•·go de la incision se1·á pe cuatro trnveses de dedo,·su extremidad superior principiará á dos travese~ d ~ dedo dtlbajo del 'orifi,eio inguinal externo; por esta inci ion e introducirá la mano, buscará el . cordon, sacará el testículo, lo acostarfl sobre el púbts y. cortará los colgajo con -un cuchillo inter6 eo, como en los.ca os ya previstos. : . Cuando se trata de ti:tmo•·es monstruosos ll~gados al período de senilidad y que por e te mo"tivo se reblandecen y caen en gangre~a, formando cuevas llenas de sánies purulenta en el eipesor del tumor erá mt>jor ll~ncar"lo por la. mi ma cavidad puruleóta. l El motivo de este consejo está fundado en esta consideracion de fisiología patolÓgica: que la obliteracioo de lC?s órganos vecinos á .l as pared ea del foco inflamatorio y poi ianto el pooo peligro de ·Ja. hemorra¡ia Id obtendr4n si 18 b!l&ca el


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tfeulo por lu paredes d la avidad purulenta: eobre todo n' lo tumoree monatnlo ' o , que no rmiten por el tacto preci la poeieion probable de 1 t tieulo , 6 'lo méooe de uno d llo , dirigi~ la primera lnci ion con mú e rteza. hiendo qu de ta primera inciaiou d pende la suerte dt~l método operatl)rio, una yez que el primer testículo ha aido neon~rado y aaeado, lo. d m ex ditivo y fácil. La pre da de una bidrocel pu t~ r v lar por el drenaje· lo esti!etes de Jo trocar pu den r largo , lo bu\f'n· pa a]cantar h ~a 1 par des de la túnica vaginlll, Y, poe olumino os, 6 finos m9 lo trocares explorlldorea, para uÓ determinar inflamacion en el ttlstíoulo i fue picado. Esta )a ventaja de hac ·J'· 1 drenaje en bu ca de U DI\ hidrocel , t

nza que m 'nistran las opn-aciontB a11 riormente prac· tico&u.--El pr·imer aron Larr: y, autor d trnbajoA jmportante re la oequeotom(a, cat drático de la cu la militar de Fnmoi miembro de la Acad mía é hijo d 1 cé l bre médico o jefe de 1 ~éroito d 1 imperio¡ 1 Dr. Ol ot B y, lo médi gl l Iodi y alguno médic d 11\ Antilll\81 e , on lo qu han ad elantaJ o má la cu tioñ d la ueotom1a. Para ttibutal'l lo 1 gio que mer· ·en, e per· m á tener m&a d r bo pnra Juzgar A tau r tabl a autor : criticar ea muy fi cil. La .timidez, tal el! IR crftica'má irDportante que puede uno permitir hac r de la mayorla de lo méto· doa op,e ratorio . En ,cinco minuto el tumor debe tnr..eo t:l uelo: má largo tiempo producirla pérdidas d~ angr ca i iempre mot·ta.' lee por neeeaidad. · Procurar, pue8, 1 "par ' del te8t(fulo izquier·do; y i no ie preeeota d f!c.-il xtraceion, si reai te por la indurllcion del tejido que le rod6a, orificarlo, abrir el pedículo en eu éentro, cortando el colgajo U..quierdo. En do cortes buscar y desnudar la cavidad vaginal, del testículo derecho, separar el cordon del mi 1110 fado, levao.tarlo ~Sobre el ptibis d pn de alojarlo 001l el teetfc•rlo bre 1 nt ' en 00 condon, p&l'll eviter

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contactos of1 aivoe, (como hemoa hecho en el caeo de Alejan· dro de .Fajardo), '! en seguida cortar ef cólgajo dereeho. Poco uópona que lott colgajos sean imperfectos: una ves separadO' ~tl -tumor, ae perfeceionarán loa colgajos cortándolos máe simetría, y mM cortos ai fuet.te neceeariOJ El tornique~e ae~ útil en la oaqueotomfa de loa hombree; de máa ob tácolo que provecho será en la oaqu&Otomia de )u mu· jt~~. Tal e el reedmen (le nuestra crltica, · auatituyendo el 11ac'riflcio de un teetio lo á la diaeceion prolongada m &a de cinco minuto , y prefiriendo la 11eparacion inetant6nea con imperfecciones e.n loe colgajoe.á.ana perfeccion lenta en elloA, conseguida d 1primer corte y estando aún el tumor pt'gado al vientre. onocemol! más de una operaaion en la~ Antil~a~ (Pto. Rico) t rminadas por la muerte: una en Mayagüez, en el acto¡ otr& en Utuado, por accidentes secundarios; pero estos accidenteA obre~inieron á Cl\lll!t\ de lá lentitud de la operacion, y . luégo· por el de&Cuido durante el periodo de supuraci~n (aparato y va ijas sucias, y exposicion .al aire, extravío en el régimen): nuncá ningunQ "de nuestro~ operados de oequeotomía, hombre 6 mujer, murió de la operacion y contamos nueve cao de operaoione . Hubo peligros inm.edi.atos en nuestro primer operado, porque hemos empleado el método de nues· tr<• maestro : la di eccion del testículo izquierdó¡ pero luégo el pt'ligro por la p~morragia'fué tl\l, que tuvimos que acabar p r donde acon t>jamos hoy empezar, por la tdiseccion del tel'tfcnlo re tante; y desgra'Ciadamente fué el mejor, t~l derecho, el que se sacrificó. El izquierdo estaba. ·grueao, cubierw .has· t" I!ObJe el cordon de veg taciones fungosa . · No obstante, el enfer·mo se salvó gracias á esta deter·mina-•·ion, y correerv6 u virilidad (s gun informe posterior) como ln ttltlla c_on h s d~ t~ticulos. · ~ 'riticamos la aJopcion de la strfteion áun cuando uegura una curacion fácil y casi previene la reproducc~on de la elefantit\ is. I..a i fiuenoia en ~eta del teate con~~ervado ea doble cuaodo e t ticul~ izquierdo resulta ser tnfermo. ~ leaiop "ea una ver~lldera ~eJDilll' orgápj~ de lflletion;

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Elelanti4si• co erisipela, puya reproduccion ~s periódica y lunar máa á menudo. · La elefantiAsis!d~ lJl&rcha progresiva,.lenta, insensible, sin q e el fuerzo del trabajo de aumento aea marcado por un desarrollo in1l.am torio apreciable para el médico ni áun para el enfermo. . Loa tumor nuevos ca i siempre van acompafiado11 de erisipela: lo~ tumor viejos no están exentos de erisipela, pero es en ellos méno frecuent . Eléfantiáais dura:-esta calidad S propia aé los ,tumores jóvene y de los tumores adultos. lefantiásis Teblandecida ó vieja y en decrepitud, ' El tumor en e te últiino caso se agujere con cavidades que llenan· dé sá ies purulenta. Estos líquidos envenenan al paciente. Dichos feóómenos se observaron en el caso de Fran· cisco Lugo, t:arp~tero, en el- barrio de Canas, cerca de Ponce. u tumo~: tenia · erca de 3'l libras de peso. Presentaba una fístula condÜcie do á una cavidad, de donde se escapaban dos 6 tres litros de p s. Fué operado' y se curó pero fué necesario sacrificar ei último t sticulo, ósea el derecho, por amenazar la hemorragia y pr ducirse un sínci>pe gravA.. Antes de operarse, el paciente parecía un cadáyer, demasiado débil p11ra aguantar la operaCion; .ain embargo, quedó bien curado y con ervó mucha potencia. Tenía á la vez una elefan· tiá'!is enorme de las dos piernas, que fué necesario dominar oon la aplicacio de dos botas de cuero compresivas. Este r blandecimient de los. tumores elefantiásicos, esta especie de gangren~ espontánea del tumor, e observó tambien en el caso ántea citadd de la mujer Salomé, esposa de Rodr¡guez, vecinos del Pep'no, (Pto. Rico). · La fotografi d 1 tumor de esta mujer, que hicimos, o~rece en su car~ anterior una '-gran mancb~ blanca, que &!es· ti gua la p{,rdida con iderable de sustancia que sufrió el tumor durante la bpoca de rni. evolucion. Casi la mitad del tumor caY.Ó en gadgrena, y el t1·abajo de eliminacion acabó de vaciar la pa~;te ue no se babia gangrenado; luégo se formó la cicatriz~ion, no teniendo la piel parte en ella;, lo que ex·

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pl' como le· quedó el color bla¡aco: d pu e de la cicatriza. cion de J. gangrena, 1 tumor siguió c~iendo, y la cicatriz, q ocupaba btes la parte tnferior del tumor, ocupó_luego la . mitad de u cara ant rior á consecuencia del aumento de vod

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Habf que pen ar, en 1 caso de alomé, en comparar el Ji. redondo 6 eu pensorio de la matriz con uno de loe 1 mento del cordan en el hombre. te cordon ee encuentra 'menudo altera o du te la operacion de la elefantiáeie d 1 hombre. Era permitido cr t' que quizas este ligamentO redondo de la mama .bubie encontrado inflamado y enYO 1 n un canal hidrópico de NÚck, como en la elefántiáeis del hombre ee encuentra á menudo alterado el cordon. Loe hecho no han ratificado ta eupoeicion; y al cortar el pedfcnlo d 1 tnmor en la citada enferma, no ee presentó á la di ion ningun elemento anatómico que hubieee podido repretentAu lo que era legitimo temer: la presencia de una hi· droeele del canal de N uck. la oompruion preventiva y de la evacuacion ~U loa llgui® del tumor por nwlio d6 trocaru.-Una verdadera prensa de forma triangular dividida en do tablu, la inferior reci. ibiendo el tumor, la superior so!>re é te y soportando peso• progr ivamente aumentado ; unos agujeroe en lu dos tablas y uno palo que p n por e to agujero& para unir aque11 : tal e el aparato empleado, tan útil como eencillo. Su forma triangular ~ite colocarlo en't re lae piernae, co_n el 'pice debajo del pediculo y loa dos ángulos de la bue cerca de 1 e rodillas. gradúa la cantidad de peso segun la t'o1 rancia del cútia del tumor. Ee conveniente envolver éete en el co de cretona, que luégo s rvirá para suspender con 80· el tumor t lu .toleras. El objeto del eaco ea proteger el Clitie contra lu }~tima­ duras ptodocidu por la meaa; ademu eleaco trumite y deeoompone la pr ion vertical en una preeion que luégo ee vueJ· ve la~ral; pero á medida que es mayor la compreeion, el pediculo aumenta de o)áDJeD tiD proporcion del que pierde el g~UJ~euto

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tumor, y ctumdÓ el1ienzo qae cierra el ~co puede lastimar el . pedfculo, entónc.e e quita el saco y &e tmtan con empella Jae lastimadura . . Es. útil asocia la compre ion por la prensa triangulat• á la introduccion de los trocares largos agujereados de orülcios múltiples y dit·Ígidos · n diferentes sentidos del tumor: por los trocares iluyen l~quidos que alivian c.on su ealida la hincharon del pedículo y el trabajo de reabsoJ'cion confiado á la re· g'on abdominaL El benefiéio del ~parato es evident : al tumor pierde de su . p so y e má fácil manejarlo con la 'mano izquierda cu~ndo la d t•ecb!l corta los colgajo ¡ ademas los testículos se encuentran y reconoéerl mé.~ fácilmente; y éste es uno de los puntos má importantes de la operacion, si nó el principal. ' Una vez manifiesta la posicion de estoH órganos, graci88. é. dicho Rp¡¡rato, 1~ operacion ae bace ·mucho ménos dificil.; no siendo posible negar la importancia de este método preparatorio de compresion. Se pue~ aplicar, '! hemos apli~ado, esta prenaa hasta tres semanas, á razon de 3, 6 y 9 horas al dia. · Cuando cesa eu accion, ae aprietan los lienzos del saco, :y merced á esta compresion por momento se conset:_va lo que se ha conseguido por la prensa, y al paso q.ue se suceden los dias se agrega tam bien al rNultado d nna compreHion actual el que s~ obtuyo aute· r.iormente. En nuestra manos un futuro operado (Cerena) ba soportado unll p,esion de '10 libras mucho dias seguidos, de cipco á siete horas diarias.

Hemosúuia preventiva d6lpedWulo.-Torniqvete.- Ventajas: ttangre economizada.-It~.convenúmtes:-colgajo8 ltlrgos.- Perm~ la caut6rilacion acttuzl.-.plicar al ~(culo del tuq)or un aparato de compresion soav\. y eficaz, ret~guardaodo la v(c. tima contra lá hemorragia repentina y abundan~ que amenaza la vida de los operados en. un espacio de tiempo muy corto,-tal e11 el objeto de e te capítulo. ) Ja la oequ otom{" de Jat1 mujeres la sep11raciqo dt~be ser

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, o repentina, qu 1 h mo ta ia preven ti vi\ 11 gu~ á e timarm bi n como un torbo ·que cou;,o una v ntaja. El aparato qu hemo u ado b ta ahora,· on i t varas de madera, 6 til bi n de hi rr , unida eu su do xtremidad · por do tu r a . El largo d In vara de he r ba . nte grande para pod r compr-end r ntr las do tablas y tu rea todo el p or d 1 p díoulo. A la mitad d las do lill exi te una ¡S r_9ida d su tancia u forml\ OV!'lar, ue permite comprimir lo lem nto canalmadoe del pe· dioulo in ofend rlo~. ual.ro clavi tljado~t á cada tablilla p~n~n 1 p d1cu1o y no dejan r halar 1 aparato d ma iado léjo d 1 púbi . . · Hay do modos d4 aplicar el aparato: uno tr ersal, otro n un dir ion opu ta d delante. hdcia atras: la pt·im ra ma ... n ra d j lo colgajo p_o terior d ma iado largo ; l otro método adapt mttjor al plnno de implantacion del pedí ulo. D pue colocat· n d )ante do pun a y detrn la otra do punt de las tablilla : apretarán á la v z la dos tuerca d dt!lante y d tra . , dando á cada una alguna vu Itas uce ivament ; y e calcula el grado sufici nt de compre ion por la r · ocia de las tu r . Lo cort con lo cuchillos corto y largo practican por delante del aparato. Lo colgajo . qu darán largo ¡ pero t inconvenien~ y l~ ne idad de ... di minuir luégo su longitud, E\ mucho menor que el peligro de una hemorragia mortal que e ha vitado : d )ante del apa· rato ~. ~ará la inci. ion l)ara xtraer lo t ticulos"y el pene, que levantarán de cad ltldo de lA tablilla , procediéndoluego al corte de lo colgajo . ·. eparado 1 tumor, se practicará la ligadura de lo va o , olt ndo luégo, poco á poco, • laa tuercas. E necesario que el ujero por donde penetran lu tuercas té bien franco¡ si nó, la apliCftoion y la separacion del aparato se verificarán con mucha lentitud, porque la madera moj~da de sangre se hincha y apri a mú las tuercu. Para la operacion en ln mujere , ei e adopta el método de la aplicaci<rn del hierro can.d ente eobre el corte del pedículo para cohibir la sau~e, el •parato del torniquete llod~ ter

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muy útil, porque et-ca el corte y permite ue el hierro canden· te no se apague en olas de sangre exceeivamente abundantes. O(W) de elejan&l8is monstruosa d6 la \lulva.-D~ .Maria Salomé y .Mejla, espoéa da D. Manuel Rodríguez, labrador¡ de edad de &5 á 40 ailos, nació en el barl'io de "Pied1·as lJlancaa," juriediccion .del 'Pepino.'' Vive en el mismo barrio; madre · de aeis hijos, 'de lns que sólo dos viven, c.asada, oriunda tanto ella como- su fámi!ia de Puerto Rico, de · uno& lugares húme· dos al -último grado .y frios. Ee un~ mujer de cabellos negros, de piel triguena, de tem· paramento nervioso y bilioso. Nadie t~n su familia oft·ece afeccione!! semejantes, sos hermanos SOJl robusto : He le mu1·ieron. cuatro hijos, quedándote dos delicados, anémico y en convalecencia de unos ataques repe· tidos de ]a di entelÍa epidémica que n este momento aflige la Isla (18~2 . Esta mujer, de ba tante buena con titucion, a.unque anémica, oft'eC'e un tumor elefantiá ico del peso de 3'1 á 40 libras, co]gandQ de~ gran labio izquierdo. Vino por primerft' vez á solicitar la operacion d~rante la / e~ist ocia de nuestro bo pitalillo del "P11juil," cet·ca de Hati. llo, en Junio de 18'11. Trasladada á Arecibo, xplica su afi ccion del modo siguiente: • · Hace más de diez y iete años que lleva este- tnmor. Su volúmen :Pa variado, no 'sólo segun ]o~ anos, sino segun que la •eriaipefa lftl manifestaba con ·" " p~do agudo 6 de desean· eo, segun eu es~do de salud, que coincidía con el mayor ta. mano del tumor 6 de la eófermedad producida qoisaa por la diaminúcion del mismo, segun el trabajo de disminucion que en virtud de una gangrena esMmtánea eliminó e~ una ocuion mú de la mitad del tumor; ~rdida de aUBtancia que eetá comprobada por la mancha blanca 6 cicatricial que se observa en el centro de su cara anterior. . · \ • &u forma -vllriL Si está ae pié la enfer:U, parece una pe· a ¡i¡antetca que baja dade el p~bia huta loa. tobillos; cuan-

)


m .Eoolucion tkl tvmcw de J)oNJ Balomt en ffiacion oon ,.., df. jermtu.Parlos.- El volúmeo, al afto de formado¡ era el de un sa-

atada, o forma par grand pan u~tado pi 1 atá llena d v rruga par~da por unos 11urco 6 mén profundo ó op rflciale , conform examina 1 fond ó el pedfculo d 1 tumor. El . lor e o uro como chocolAte, cambia gun la maníti tll. 1on ó la au ocia d la risipela, que lo pollt1 más o curo, y 1" cicatriz blanca e v~ lv ntónce11 muy colorada. u con i t 'ocia " dura en nsi toda 'la xtell8ion de tu. mo'! ólo el pedlc:ul.o blaod , p ro un poco m~ duro y volumm o cuando uno coge . 1 tumor, lo mprime y lo leva dando al pedfculo un& po icioo m · d clive. Un arterias como d 1 gru de oná plum ita de ave dan latido otro d 1 pedfculó y si t n tambi n en la va~na. El gran labio izquierdo prolongado concurr á la fo1'1tlacion de la pared int rn d 1 p df ulo¡ la mucosa e como blanca y dura. El orificio vulvar no tá dirigido há ia abajo y ade· lant. , pero iá la d r ~!ha, lo qu no · per~ite el acto del m&· trimonio n 1& po ici n acostum rada. ~ ~ exploracion del útero pru ba u integridad, pero su po1C10D no t la normal:-el cu llo un poco duro, con cicatri como d pu de parlo repetido ·-el cuerpo en retrdvenion. in~n dolor exi.ste _en el tumor, aunque en la region po tenor, en 1& com1 ra po terior de lo gtande labioe: allí están más indurados, y se manifle tan unos tuloe teji~ W~Jpe duN>e del tamaJio de un grano d café y de una no . :~ de. color uolad~; al compri~ir to tohérculos se que, Ja la pacaente: tft 1nduracion e p.ypaga profundamente al ~edor d~J oriflcri~ vu.lvar,, e~tre el perineo y la region del iequaon; gmcaaa ' cuya d1 pos1c1on parece el ori6cio como una 8nra pr~ieada eo el ooetado dereclto del pedfculo y el conducto vagaual, que puede con iderar eomo teniendo el dobl de 80 largo natural, toda vu que ee halla aumentado' con UD eondueto llnterior tadicional praetiCAcio al costAdo del p . diealo. ·

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co del tamano de la cabeza de u~ feto. Este·tumor no estaba en· tóócea ·Heno como hoy, sino como vacío, habiendo el efecto de la .erisipela aumentado el tamallo de loe tegumentos hiper· troflados, sin depósitos aún d~ serosidad y luégo de . fibrina coagulada en lll18 pliaguea. . En loe primerqa meeea de eu desaJTollo, eate aaco, allÍ vado, ttra 'muy móvil y muy fácil de eaco_nder: la enferma lo cogía y ocultaba ·debajo del m u lo y de la.nalga, para di imular la defvrmidad á au marido, que ignoró ~u presencia mucho ti mpo. El segundo aliÓ el saco' aumentó y ~'inpezó á llenarse de )i. quidos, luégo e puso duro sobre todo en la parte posterior. El te1·cer alío aumentó al a_co y se llenó todo de agua hácia la parte. anterior. A los ctiat o afio el tumor e taba del tamallo de la cAbeza .de un adulto. - · , A loe cinco años del tumo • p imer embarazo y p•·i er par· to. De&de los siete meses dal dmbaraio hasta el parto au-, mentó aquel mucho. El prime/parto no encontró obstáculo en la presencia de la hiperLJ·ofla del gran labio izquierdo; B~ hizo én tres boJ·aa, in pa1·tera y sin médico. La lactacion despuee del primer pa1·to duró once dia , pero murió entón· ces la cfiatu•·a de tétano infantil. Se vaciÓ det~pues del primer ~~u·to co~o la mitad .del tumor: loquioa tres dias solamente. A los seis meses del prime•· parto volvió ]a hinchawn notable: a cidentes general e ; · hi· dropeeía general, la piel ee reveqtó, y por esa herida espontánea corrió mucha agua amarilla durante dos meses. Luégo supreeion prolongada d~:~l período¡ al corJ"er las aguas por las pieJ'llae,--diMJoinucion notable del~umor. • Al añ() del primer parto, amaurósis esencial por 1111Lenia: de> pues absceso de un ·oído. Un segundo embar8.ZI) empezó al allo del primer pe¡rto y el volúmen del tumor estuvo entóoces recargado casi como en el primer embara~, aunque ménos. · Accidente: una 'caida en

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mayoree; tropeando el ~umor con un cuerpo extrafio, lutimó, se deeprendió mucho hácia abajo, aumentando lot diime hasta el punto de arra trar por el suelo, y quedó as( en· con lacto con Mte hasta de pues del egundo parto. e«'~Ddo parto: feliz, in médico sin .P rtera, lactancia de ocho m . . Terc r embarazo á lo ocho m e del segundo parto. En época, 1 tumor que Jlabía di minuJ~o y crecido en el intervalo de loa do embarazos, umentó todav{a conforme á 1 varllcJon y lo · menguan de la luna. Tercer parto: 1i liz, in socorro ,:_Tercera lllCtaRcia de once m .uerte de la riaturo. á lo 21 m por los acciden de la denticion. En 1 · i te me eiguien hemorr gia& fr cuentes proced ntes del útero; de pues aumentó mucho el tumor con dolor .fiebre, sign de apo tema y d gangrena; e formó una e car~ de color n gro, ituada en 1 parte anterior del tumor: caída d 1. ara á lo e tro me del ccidente gangrenoso, derr me de ero id d en angren ada en lo bordes de la escara. uró•un año un ·calentur ligera lenta, nocturna; .pérdida de ·u tancia como de la. mttad del tumor. u contenido vaciado . ' 1 tegumento retraído . iclltrizacion formada sólo en un afto en la par inferior del tumor, a i reduoido. En todo te intervalo, derrame· de agua y ero idad, agotando á la vez' 1 tumor y la paciente. ' narto embarazo i los do afto d 1 tercer parto: tres meses tn1lidli y sin habla al principio del cuarto embarazo. Disfa• · gia; no pudiendo monr lo Órgaó de la .deglucion, chupa lo alimentoe liquido& por un ~ñuto.-Parto feliz: vive la criatura, que se llama Franci!Co; e ~ en el h9 pit.al con 11u hermano mayor, 1t1 padre y su tía:-todos acaban de tener, como lamadre, un a que de disentería epidémica, cura(la con loe polvos de Dower, de opio, de calomel, de ipecacuana y crémor. · Quinto embarazo: mala po icion del feto, tres diaa muerto Del útero. Una partera sacó la criatura muerta y en deeoompoeicion. m

-El volúmen del tumor no ha variado durante este embaraio. Sexto embarazo, al a1lo de!'quinto: criaÍun. siete días muer~ ta en el útero. Parto feliz; tumor invariable.-l;Iaoia un año del último pa o y desde entóoces el tumor babia recrecido. Al redactar e ta notas en una casa destinada á nuestro hos- . pital, tuvo un a aque nervioso con pérdida d~l conocimientQ, ojos y quijRdas ert11dos, temblores de los párpados y de los Cllrrillos, de 1 nanos, duraudo el .accidente como diez mi~u­ to . J.ndagand u naturaleza r considerando la aueencia del periodo por e ana , e sospechó un embarazo de dos meses, que la paciente niega, atribuyendo la suspension á su estado de debilidad. ~o obstante, la operacion se considera iinprud nte, pues si te un embarazo el mal parto parece inevitable y Tiesgoso .

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Estado ae·la alud general en el momento d6 prqJar'ar qe nue. o la operacion en el Hospital de Lares, 50 dias despues del · mal pa1·to.-;-Sig o de anemia profunda:-pobre?.a suma; vive cósi de la carid t d públ.ica. Cara pi\li'da ; delgada, débil, fatigoea; palpit~cione del corazon· ~iri ruido de fuelle; zumbido· de oidos, desgann, treñimi~.:nto, sudores copio o : bazo: hlgado, ojo", pulmone • aparato urinario,-sanos to~os ... Pierna libres de toda mnoifestacion de erisipela: no hay h¡ncbnzon por 9eri~tme de ero idad en los tobillos. Se queja de su extrema jmpre ion.abilidad á los terremotos . . Habiendo ocurrido uno ' n el otoiio, con nubes, neblina, viento fuerte, lluvia, chuba cos frío despues y 'o:trl~s de un calOr vivo, 'á consecuencia de esta influencia atmosférica sobrevino hinchazon de los dos dos de la cara, aunque mfi del lado izquierdo. -D'olores d~ vientre, i~ttestinos llenos de gasee, necesidad de hacer cama por algu\.os días, menat~uaoiou atl11.sada. Meilidas ~~ tumCYr en 8 dt Octubre de 1871.-1? Dejando secar el pedJculo sin elevar el tumor, para que. los lí'luidoe no le den un espuor ficticio; su circunferen_cia en el lugar mjs delgado da 31 centímetros. ' 29

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u; ircunfet:encia d 1 tumor al nivel de la parte máa volu- to , como lt. la m\tad de u longitud: 67 centfmetroA, ndo la p!ICÍeDt acostada. . r.-Largo del tumor desde la espina del púbis hasta la plu~ m inferior y ceJltral del segmento infetior, estando levantad 1 Dferma: 87 centímetros. (~-Largo del tun1!)r deede el perin o hMta el mi mo punto referido antt>riormeote, 57 centím tros. 5°-Largo, dPsde la pina dtl púbis hasta Ja ,parte inferior del graó labio derecho, 19 .centímetros. ~-Longitud d 1 gran lal:Jio derecho, 9 centímetro .

Pad«imiffli(H m ku altura.. de :laru.-La baQitacion no es J1 vorable; la altura 1 muy fria en el invierno: en las montaña de Puerto Rico, donde prospera~ lo cafetales, reina una humedad con t nte; un rio pequefto corre cerca del hospital y omen ' la vez el frio y la hum ~d. A í se explica un atade ri ipela febril agudo que invade el tumor á fines d ro de 1 72. -Eotdnces ofrecía el· cuadro siguien :-color ivo de la cicatriz blanca, calor ardiente, escalofrfo , gritos, te~blores, fiebre, cefalalgia, de gana ah oluta, malestar generaL- Purgantes, u orífic . , bromuro de potasio, quinina, untona calmantes. En los primeros días de { rzo levantó \loa emana: el ataque d erisipela le dureS como ocho dia . El 2 d.e M~ hu~ un ataque de los ya seftalado , pero . v~z 10 comctd~ncJa d embarazo: mirada fija, párpados J~móvtles, entrearbtertos, sudor . profuso•, di fagia, dolores v1olen del brazo derecho, palidez, anerexia absolu~ catalepsia: ~pierta no parece er ni oir, no contesta; pul ~ lenm•p•s~os de ~os~za, fr.icciones con aceite y roro alcanforado; poc1on ~ord1al alc.obohzada~ agua sedativa á la gargan' v. ntosa y c1nco ~úst1cos á los cuatro miembros y á la nu ca· tente el dolor; gntoe durante la coracion.-10 de bril: ~ejorfa,.queda s?lo l. cefalalgia, ménos dolor del brazo; quiOJD&, ev1tar el fno, abrigo, cambio de casa; y el U d• Abril,

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de alta. El 6 de Mayo del 72, ataque de dieenteria con sangre, tenes1oo; caracion por la ipecacuana., el opio, el calomel, tll crémor y los polvos de Dower; traslacion ' una casa más seca. 15 de Mayo, alta. Aumentó el tumór en la convalecencia de eetos dos ataques, y-disminuyó durante cada uno de ellos¡ quizas la disminucion del tumor ha precedido al ataque de epilepsia. • Junio 15: el hij~ menor, ~on qisente.da Rrave, se salvó tll} veint~ di'as con el mismo método que la madre y ademas con quinina. . . Notaremos d paso las ventajas obtenidas con el cocimiento de limones 1 uy pequeftos mezclado c<:>n un poco. de rom; muchos pobres no usaron otro remedio en la epidemia de 1872 en las alturas.

. Operacion en 110 de Julio de 1872.-Preparativoa.-.Accuo·

rios.-1°. cloro{ormo, 3 onzas; 2° percloruro de hierro, 6 on-; za ; 3? vinagre ; 4° álcali voláti~ para los casos de sín,cope, vino dulce para usarlo al despertarla del sueño del cloroformo.Instrumentos: l 0 cuchillo ó e~:~calpelo recto, de punta convexa; 2° cuchillo inte óseo como el que se usa en la desarticulacjon del muslo; 3? 6 pinzas de Vidal, de resorte, para pelliz<(~ las extremidad1'!1! d~ los vasos y dejarlas para contener la sangre, miéntras se pro ede á la ligadura¡ 4~ 1.2 garrasfinas de Vidal aplicables en el momento de la iucision y que luégo sirven de ayuda para la aplicacion de las ligaduras; 5~ tjjeras .curvas y recta~:~; 6? hil~s l 7~ hiloa. de ligadura; 8° 6 agujas curvas en· hebradas con htlo de diferente gru o¡ 9~ alfileres para sutura y los hilos encerados correspondientes; 10, seis cauteriO& actuales candentes y un par de condones parll alojar loa testiculosaaoadoe d,el tumor (cuando ~ trata de operar howbre,e).-'"Preparativos: 1~ p~gapte el dia ant~rior y una lavptiva; 1~ cama d~ madera ó una ilesa; 3? ba,tlo de asiento coq j!lhoo; ~~ afei~r el púbis y el pediculo; fí? aplicacion de un saco con dos orejas que envuelvan enteramente el tumor, ménos el pedículo y·el punto que debe recibir la incision:, algun~ pu,lgadae mfuJ"arriba, conciliando las tres .i ndicaciom;s:-de cow-

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ion ~bre el tumor; de seguridad del lazo que fija la boca CO al pedlculo, y qtre DO debe r b lar en el" acto de eleel tumor por lo lienzos fijado t\ la oreja del saco; y, n tercer Jugar, de no l timar la -piel; 6? pa ar ogaa por la ore- . , ja del co que e u lve y dispon !fegun un plano vertical, en lugar de ocupar la primera po ici n horizontal; 7? ejercer ?bre 1 saco y el tumor compre ione r p ti da para vaciar lo a_ veno o de la gr!u e ntidnd de angre que e hal>ít~ cumulado en su grand vidad , dejar lu compre ion cuando el pedículo empi za á hincharse poda llegada á us tejido de la erosidad ael fondo del tumor. Aparato de curacJon. _:_ Lienz~ agujereado, con ce rato; patio ; vendaje : 8 v.enda de 5 vara cada una; unu almohadita para pbner entre las rodill~ , la que e aruarra.- Ayudantes.n ayudante par cad miembro; la pierna en la posiClon del parto; la mano del ayudan , n forma de e tribo a egura el pié á u propio mu lo¡·¡ rodilla pue ta en la fie,.x:ion muy bierta, a egur da por la otra mano del ayudante á su pes:'ho. 2? Los brazos cogidos por In do mano de otros ayudan.t , una t\ 1 mutlec y la otra ncima del codo; la· ruano de la enferma elevada á la et~palda, 1 codo al pecho del ayu· dante. E ta posicion e favorable en ca o de desmayo. 3° Un ayudante vigila la cabez impide us movimientos advil'tien~o la dilatacion de la pupila . 4? Un ay~danté p:U.. dar los Instrumentos. 5° Otro para las v&l!ija de agua con sal y vinagre1. y para dar el p rcloruro de hierro. 6° Otro para el cloroformo. ~o icitm de la mjernMJ 30bre _la almohada y ·la cama de 'opeNCIOII.-8e debe mantener la cabeza baja, in levantarla nipa...ra darle de beber. La pérdida de angre y el e~do de sueño por el cloroformo necesitan está poa·icion y se oponen á otra diferente: decúbito dorsal. La cadera, puesta muy á la oritla de la mesa. La úuica ropa:-una bata que e debe levantar por detras hácia el nivel de loa lomos¡ loa hotone . del cuello e soltarán, como tambien loe d la cintura¡ en el momento de cambiar ('Sta ropa 1e cor-

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tan las mangas por la costura, se abre la pe<:her~~:· hácia abajo

y se saca la bata como si fuese una sábariá. D~ clor,oformo.-La enf~rma en ayunos: auscu1tacion del corazon; ningunaJesiou orgánica, solamente loa .signos de.lR 1\nemia misma¡ examen y estl\do de los pulmones, bueno: DI~· ¡una contraindicacion pura. el cloroformo. Dlltante su admli 'stracion se notaron algunos accidentes,como_vómitos repetidos, r cuaando quizas ménos el mal estado dé la enferma, que la tuala composicion, la ,]ta dt! pureza. en ·]a preparacion de este medicamento. · · Contra e tos vómitos, r spiÍ'~c~on y aplicacion de agua amoniacal á la boca del estómago .

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..&ámett del pedículo del tum(!r en t·elacion con el plan Ckl 1118todo operatorio.- Dibujo, con lápiz ó yesca, <le la linea que deberá seguir el cuchiUo. E11ta linea respe~a la membrana mucosa del gran-lt\bio izquierdo y baja mt\s por de kas que por arriba y obre los lados del tumor. · · . . :E u la e,pmisu.ra posterior de In vulva, cerca del · permeo; )a existencia dé tubérculos elefantiásicos ocasiona mucho dolor al tacto, áun espontánea!u~nte, en la profundidad entre la .mucosa y el isquion izquierdo; y la presencia .de un~ . masa ~ura, Iardácea, impon~ la necesidad de separa.r estos tejtdos por la diseccion, despues ~e sacar rápidamente -el tumor en ~asa. U no de los ·tubérculos es de· color azul, ocupa la extremidad 'posterior del gran labio derecho, y será necesario extraerlo tambien por separado.' ' ' . ' Aunque la parte posterior y la 1 erna · del pedículo ·tienen una consistencia dura y-como del cáncer crudo, toda la ·parte antero-soperior y externa del tumor es~ blanda y no parece necesitar una diseccion ménos atenta y completa. Tratando de investiga¡; si n\. existe alguna quebradura iilguinal ó crural, no se ve signo alguno de ella. · El oordon, representado aqui por el ligamento_redondo, ·no revela 'au presencia, su alteracion, su procedencia por nin'g una tu~facqion . Mttodo operatorio.-Ptimer tiempo. Con un cúchillo corto,

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inciaion etllnitunar de 1 mitad externa de la ci.rounfereocia 6ohuneote la piel. , del pedículo: ta incision in te 2° tiempo. Con ~1 cuchillo larg~J iuteróaeo de doble filo se travi el pedlculo, penetrando por su parte superior y ante· ior, y ali ndo por la posterior é inferior~ El punto de inroduccion del cuchillo e á d pulgadaa encima del plano del vi otr y la iogl ; el punto de lida del cuchillo, á doa pulga· d d 1 ¡~rineo. el v y aleja de la ingle el corte del cu· chill , levantándoL y corurndo el colg~tjo externo. Tt!J'C r tiempo. Ligaduras Qe las arte~ias descubiertas que no se d ~ n cerra por la g rra fin de Vidal, ó por la!J pÍD7.U con· cerrojo ó de r orte y con dientes de ratoo. e dejan laa pin am rrad y colgando de l tejido del corte. medio y paaa con pr teza al 4° ti mpo. 4~ iewpo. Otra v z introducido y neo tado 1 cuchillo intet o en 1 fondo d 1 ángulo c.l 1 primer corte, se divide la otra JUitad, ó interna d 1 p dlculo, iguiendo una lfnea ficticia que a la -prolongacion de la primera, dirigida sobr el mismo pl*ito horizontal. " ti ne cuidado de cortar hasta el borde «1el gr o labio, dond el tegullleuto d(' la muco a ~e une al tegumento cutáneo. , '

En. cuatro minutos queda eparado el tumor. , Los ayudante que tienen lo cabo de 1 ogas que elt:vau el saco y el tumor, las ueltan y lo apean . Mttodo para conletier la sangrt.-Al acabur el corte, co- · ger lo colgujo , apretarlo acercando u ba e CQn el ~fJrde interno de las dos mlfnos: el borde libre de 1 colgajos fonua uoa bopa !Jile ee llena de percloJuro y luégo d,e hilaa, y se deja aai ett.a compreaion el tiempo' suficiente para dominar lo mú abundan~ de la hemorragia. Luégo con garraafiua de Vida! y piuzaa de dieutea de raton ee uen loe vaaoa visible . LigtM/wvl. tÚ loa va101. pasan primero loa hilol por dehijo de 1 pinzaa, pueataa cuando ee pl'act.icó el corte d@ la mitad externa del ~1culo, y e acaba por las última . Viea ' ter una diez 6 doc · ligaduraa tle arterias anchaa, cou

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paredu delgadas, trayecto oblicuo, ainu~a;', azul como las venil , pero con chorros de sAngre intermi~~tes. Estae primeras ligaduras.eon sólo provt~tonal~s; luégo ~erin cléfinitivaa, y la mitad ménoa numerosas deepuea deJa ~tllec­ cion y eeparacion de loa elementos alterados de loe colgaJo!!. . ~ de loa oolgojos y aeparacion ~ los elementos altera; dos.-LA mitad externa del tegumento del ~iculo está gelatinoeA y la pi 1 se ·separa fácilmente. La mitad ~nterna, inf~~ rior y poste~ior, es dura, sólido, f~;~~rtemente urud~ 11 los k'Jt· doa tan duros; el teniculo apénas penetra; el cuchtllo 6 escal. pelo bien afilado los diseca con dificultad. Se extmen todos loe elemetitós que no ti nen npnriencia normal. . ~ gundas l'gadurM.-La di.seccio~ de los col~n~os corta los miemos vo o ya ligado ; la b1furcac10n ha mult1phcndo e~ ~~­ niero, alejándo e de la ingle. Son m.ás fácilt's en el colgaJ~ lD· terno qu · al ·momento de los prim ras ligaduras .. Los teJtdo.s que r istfan á l11s pinzas y al htlo, han d~saparectd? P?r la dleeccion. .(.,o colgnj~s ou <lclgndos y fáctl~e de ma?eJIIr. L!' egubda hemorrugia dt'l miRmo .va o (hactendo la hgad\lra al instarlt de corte ti! los trDncos at'teriale y uno á uno), es fl'JUY i~signiñcante comparada con la pérdida ar.terior. · Union de~s co'lgajbs.- uturas.-Se ul'_le el colgajo exter~10 al borde libre de 11\ muco a d 1 gran labio con alfileres é h1lo encerado. ' ' Fácil es e tE' nlétodo arriba, dificil ab:•jo por el esp<' or Y la friabilidad máyor d lo . tt>jido ¡lo IJUe .explica la ca!da ~e los alfiler al gundo día y la pereisten~a de los ~.tros s~penores. Es de ob rvar que la upuracion de las WJtdos .mdurado por le. e~efantiá i , ti ne una curacion m~e egura Y mé~11s E'X· ¡me ta á recidiva . OurllcimJ.-J...n pUtÍln d lol alfilt>re on cortaifas C?on•Jaa pinza de Li ton, y e le pone una bola ele cera; á cada tro~90 restante se fiad~ una pelotá de hil entre lo grandes labtoa para d fender el labio derecho del .cont&.eto de loa Hnuidoa lA· niG8oe; de lail .excot iacion prod uctdns r.or el con~l:to ~el la-

bjo izqaierdo.

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Poco aparato d curacion en la parte superior para dejar libertad al canal de la uretra: La hilas se acumularán debajo, por el punto que d be supurar.- endaje en T con su ·lien- · zo ftrti 1 bífido. V~e.-La cintura 6 tira horizontal tiene su lazo por delante, y las dos runt.ae verticales e conducen de atl"M adelante l ae cruzan delante del orificio vulvar, dejando (merced á u poca anchura) la liber!_ad d las funcion s de los otros do nductofl. añaden má tarde a· te aparato unas tiras largas de esparadrapo diaquilon que rvir{ l para acercar los tejidos d la nalga izquierda hAcia el colgajo interno, con objeto de ayudar y unir loe tejido que cortaron las suturas infe..:. riort'tl. .A~ durante la operacion.-EI más temible de todos fu la rie de dt~ mayos que, uno tra11 otro, eran producidos por la pérdida d sangre en una persona ya extenuada por un mal parto, por los atAque d 'r eumati mo y una disenteria g ve ba tante recienw, bajo la inftuencia de una epidemia ~e a~ e ion s catarrale qu 'diezmaban entónce á Puerto Rico (to ~ rina en Ponct~, di ·entena en ::Maysgücz y en las ·altura ) : -álcali volátil, golpe en lo mú los. ElevnCÍOT\. de las piernas y de loe brazos; pocion cordial; tod~ la n.oche que sigue á la operacion, desvelo. forzado: caldo vino puro, pulseras de rom pafto de roro aromático á la bocll del estómago: con este m ~o v nce la gravedad _de lo {ncopes. • ) dia iguiente z11mbido de oído temblor s generales, clo· lore de cabeza frio en la extr~midades, fatiga al medio db fiebre traumática moderada. · 10 po rior.-Alim ntacion progre iva; cefalalgi·a sólo pen' tente; poca supuracion. Estado tisfi ctorio, progreso n la mejoría. Julio 21.-La llaga igue bien pero complicacion de un ataque de bi ~rico, ó acuo de aura epilépticR. Se quejaba dPs· de la operacion de un dol9r de cabeza .muy intenso; era hatural el atri~uirlo á la influencia del cloroformo y luégo á la ane-

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mia profunda anterior á la operacion ·y peeterior ' ella. Entre tanw, no te puede ménoe que relacionar_ettos íenómenoe.co_n lQI q~e lE! manifeftarón hace poco tiempo, ou~do fu6 admimstrada y e.tovo amenuada' de uD m erte pró:nma. En loe doe caaoe loe aignos fueron loe miamos: entónces, romo hoy, se obeerv6 la ~rdída del co~ocimient.o, la palidez de la cara con un tril.mo poderoeo; loe dieotel no ee aeparan y re· siJ.ten á lÓ. esfuerzos para separarlos; los ojos eacoodidoe hácia arriba y de bajó de los párpadoesuperiores; frecuencia y du.r.eza del puleo, todos loe sfntomal de una t.feccion cereb":l ei~­ pt\tica más bien que sintomática---¿Cúl podrá ser la Pgnifi· cacion de es~ ataque en la mujer SalOD\6 Mejfa de Rodríguez? ¿U ataque de histérico? Nól pQrque no se debe pensar en una néuroeis p~ra cuandd exiiten otras explicaciooc;s más racionales: Ja poatncion de las fue6s·por la supurac1on, la he· morragia y la' dieta; los ataques a,oteriores coincidiendo con dolores ~u aculares¡ la naturale~a del tumor, que ~s evidentemente el prodlJICto de la erisipela, prddact.o esta m1sma del reu~a tismo, inclinan i creer en el mmalilmó C6'N!1Jral eaenc;:1al. Cuantlo. ocurrió ~1 ataque tan gr'1ve y casi mortal de un acciden~ semejante en el presente 'afio, se combatió con eficacia e\ miamo dolor de Cl\beza y los vivos dolores del brazo dere~ cho mediante cuatro éb.sticos t\ 1~ miembros. Antes de la o.peracion ae notó la díamiuucion del tumor, á la ve~ que loe accidentes. cerebrales se desarrollaron con mb mtensidad. EAa altérnativa de afeccion reu!J)át1ca mu100lar y cerebral, y luégo de diaminucion del tumor, nos BUgiri? la idea de poner sobre ~ ~~ cauterio actual para determmar en él un trab!jo ele inflamacion que hubie&f\ de llamar á 11~ cent~ ad?pt~vo toc1u lu manifettaciones que 4turaban esta orpmaCion.Contlrmue tal idterpretacion por la vuelta espontánea del tu· mor i su antiguo tamafto; ldgo tornó á hincharse y reapare- ció la •lud, deevaneoiéndoee loe a&aques cerebralee 'y mUICU· lares. Sep&Íad~ hoy el tumor, IIU a0181lcia 81 de ~yor et'eoto pa\of!6Dico que 811 simple·diaminucion; y· la indicacion para •

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zon de loe que ao ee ha n~ duroe aino O.p1Me .de paar por eut.periocloe¡de estado líquido, • acal)ar 'p ol' un .periodo de vejez que loe conduce al rebl~decimieoto. . .

oomt.&U ee&e Mlque nenioeo y reumúico cenbnl, ea infla.. · mar la oon pomadu e · taatee, ' iD de llamar otra vea

á n looalia · u · lu IDBajf'el&~~eioa pa&oldfJieu que ~menuan· Ja vida de la operan. & apli ademu 'IDOf"cde· tiooe. ~ eete mé~o ee . eollligui6 una mejoría ao&able; y dllde el dl& 2-' 1M J'llio de 187i, ·marchó progresivamente á la ~ion. Poi oe de quina, carbon y al~nfur en la llaga. Alta' el 15 de Agoek>, bien curada. & aconseja el método de la aaemia aéloptado duran&é alguooe mtl&t!l. • .A~ ~ldgi«J tU; tumor....-La influencia de la conapre· ion áatel de la aÓtputacio~ fu' tal, qu al poco nto de compri · iqo y elevado el or, 1 pedículo recibió la serosidad del · fondo de olúmea le h1zo triple: compenuoion e&1 y IMl favor'able de la ~vacioo y d~ IUI olne Tentaju1 la ev.cuacio~ de la ~nsre venoea almaoeuaa e• el t.mor y deneba á )a CJJ"CUhlcioa se 1 para uroeú'ar mejor )a hetn rrtgia de la ampu&acion.. DiaeOcion del tumor deap-.. de una hora de haber tido se· ~o:-Su coaaiMitcia geaeral_mea~ blanda, eu aspecto lardáceo, la uni'*-'dad de 811 eetroeta.ra, eus tegumeek>e cubier· ~ de muoeloa 111. ci~triJ blanca ce.ntral formada por fi. bru· ~ tej~ celulu IIÍD elemeetó alguao del tegumento, éu roeidlld muy abudante, eu d~ al nivel de Ja pan. intM· na del pecl!cnlo, el ~llo oagendo de lu· ibru celulares de 1111 vuoa, viaiblee deepoee de la operacion 8118 ramM ner· vioeae mis voluminoeu; 'n fin, su exceeiva ; rápida corrupti· bil~-obligu 6 ucar loa w~mentoe oon una ctpa delgada de Mjid blucoe iniJtndoe: niogua ligao de deatracoion eepcmúl• t1el huaor, oomo hemoé vie&o atú de una v•yeobre todo n .1 euo del hlmor del eecroto, de &7 librM, de D. Frueileo ·LagO, •• el P,Mbleeito de C... (Ponoe, J?aerto Bi· ClO), opaado hace d01 afiM éOII íeliaézito (V. pág. 20&.) Pero aUa dada, la cica&Ñ blanca ee elnnJt.do de UD trabajo eD tad cu1 la vl&al¡a,¡ del hmor • peetió ' ooueaaucu de ~-de• ~*-a,yee~porque .. leJ.,._ de 1e1 &UIONI, Mút de l01 . .4uol, y ooo...,... ~

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Capltutq 1.

Iav~SfG'OJON• ao&U DK L08

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x.

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· lfO~IV.._ OESPUJS DB ~ • .lKPU'I'.lOIM

Ttlli.OUs DIOII08

DIBIPBUTOI08 Ó a.DANil'UIIOOI DI: LOI

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OBG.li(08 ~~.ü.I:B EXTJ:BN08 EN BL BOIIBRJC Y LA lfU.JU.

l. Esperam 1 derilpstrar en ~- trabajo que la no..:.reoicli•a ee la regla, pu la reci~iva de· la elefanLiásia, delpáea de la oaqueotomia, acusa la imperfeccion del métod.o adoptado _y no ea ull& objecion 1contra la opei'acioo.-Si se abanQ<>na á la nv.taraler&a la curahion de eeoa 'umores, áun · cuando aean en par · ~ dearuidoe por iaftamacione11 flegmonont~, la regla es la re· .oídivL 1 • 2. Buarem el presente trabajo y las oonoluaionea que eugiemn en loe klatoa que noe ha ~o nueaf.m e:q>eriencia penooal4e dooe afioe de eetuclioa ceei contin1101 acer· oa a.l aiamo lllunto; y noettro juicio teri · paroia~ a.ean: Ju oo~audef c¡ue ~~ea hayaa dejado lu rtiJionee qu .hunda la eleápo!~ nllll&toe

•ndol• 8.

v.

:f:•iODee

Al milla

tiemp. hemoe ~d.pdo con cuidado M ....

te de loe individuoe operadoe anteriormente por cole¡u dil&in· pidoe: la rodaba 6la clagracia de eiU operacion~ ha udo para ooeo&roa a ea1eeiaaaa muy provechota para \J11J181'r ..te Ja ~Ya; y Paerto Rico he 01 •9-ido con conetancia y

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UOODtrado l01 nje&OI que habian sufrido la o.queotomfa; he· IDOI euminado eecrupuloeam'en&e las regioiHIII operadu, y •· caclo lu fo&ograflu de aquellos liempre que nos filé posible. ' . t. Sin duda que despuea de algunos años de una operacion, bien hecha en ap~encia, se ve la reproduccion del tumor en los miamos tejidoa qu& ofrecen la cicatnz de aqoella,y él\0 es lo que se llama la rec.iillv in aitu. 5. Existe ademas otra clase de recidiva qae puede llamarae 4 ~ la cual tiene lugar en la pierna lntsta entónces •na, ó que ya pree.e ntaba lo vestigios de una elefantiásis incipiente. · 6. . Hay que considerar si el n~'cimieoto de la elefantiúis en una pierna, sana hasta entónces, es cauaada por la extraoeion del tumor del escrotO, ó si e el re ultado de la localizacion nueva de un mal general que tiene un causa anterior á la operacion. 1. Tampoco es justo llamar l'ecidiva y cargar en cuenta á la otqueotomía el aumento rápido de una pierna ya .elefancia· ca &htes d~ amputarae el tumor¡ porque este aumento puede ser el resultado de una coincidencia y no el efecto de la osqaeotomia. 8. · o hay á la verdad máa que una sola recidiva: la que se detarrOlla in 8itu. En preaencia de un nuevo tumor &enien· do por aaiento el miamo punto que el tumor a~tíguo, pudiera <:nene de b~na fe en la i01Uilidad de la operacion ¡ y sin embargo,,_no hay nada de éso: la causa de la recidiva est' en la ooo.aervacion de colgajos demasiado largos. Un colgajo dellltiiado larg~ lleva consigo los gérmenee ' · de una nueva reprodoccion.-E.ta verdad, unida á la precedep&e, peaai&e afirmar que la reproduccion de los tumores in • ~de dos cauaaa: la diáteeia ·elefao~ca general y una leeion local de los tejidos que deben aepuarae por com- .

pleto. 10. Puede admitirae ain di.ñcahad que si una region del cuerpo ha aido el &ea&ro de ~06 ~rdeoes aintomá,iooa y ana· tómiool qae caracteriaan el primer periodo de_ la elefancia,-

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periodo que los médicos de estos paúes Jl&man "eriaipelatoeo",--encierra ~n 1at tejidos una -potencia· patogénica especial, de la c~l deben· nacer más tarde · las leaionee avanzadu eüacteriatiic:aa de los últimos periodos del mismo mal. 11. Incidentalmen&e hacemOs la critica de la frase periodo tlriftpilatoao de la el6jontiúia: la rubicundez diseminada, color de borra de vino, el calor acre, la hinchazon. de las regiones inguiulea, lae pastoeidadea e~~matosas de loa tejidm subcotáneoe, la fiebre y Jos otr01 trutorni,)S generales obeervadoa en eate periodo pueden merecerle la calificacion de e:z:af'&Umatoaa ·.¡ no la de erieipelatoea. . 12. Para merecer el no1nbre de "erisipela," que tanto ee prodiga en lail Américas intertropical~s al primer periodo de la elefantwis, á eu principio,--:-falta la brusca cesacion delcolor rojo de l()lj Uagumentoe, el rodet~ caracteríetico, la e:xten· eion del color. de eitio en sitio, ein maicha determinada, miéntr~ que la rubicundez de 11\ pretendid.a eriaipela elefanciaca eigue la diJ:eccion de lo11 vasos sanguineoe y linfáticoa. 13. No falta¡rlan ejemplos de .anatomia patológica en apo· yo de eata verdad, ........ que una vez atacados de erisipela los tejidos, llevan en ef mismos las co~diciones de evoluoion pro¡resiva de los periodos futuroa de la elefantiáei~: las membranae eerOPaa, pleura, endocardio, pericardio, Vl\ginal, etc. se presentan' á menudo á la autopsia con oaificacionee originada& de aimples oiaoifataciQnee inflamatorias antfguae, que han ·aepositado en estas membnuias Jos gériuenee de una lesion de progreso ea· pontáneo. · · · U. No eib mo~o eecogemos, á questro pesaD, loa ejemplos de anatomfa patológica en las lesionea de lu membranas seroau. Ea efecto, no vacilarémos en afirmar, como una ley, que la eriaipela y la elefantiúia ae aoo;pañan de una lesion constaate de los elementoe aeroeoe de la region (tejido celular, membra· naa vaginales, vasoe venosos, vasos y glándulas linfátiicu). 16. Pe~ nos han causado ciertos au.Oret, que &¡'timanioa y cuya opini~ veneramos, al verlos gastar sus esfuerZOII en de· mostra~ que el- elemento seroao, vasos linfáticos, lio entra en

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la ~ n'i

la a &amia patológica de la erUijNla ....... ~. ~moe q e la eriai la de q nace la elefimQI.. - - · ea uA& Jeaioo de loe *ejlctoe ..,._, qae octmpnn· d n loe YUOe lidhiooe por lo 01 aoc880riamate, li DÓ U. ia e1 paa&o de dar al eMmen&o lin&tico uea · portancia buta grude par. que aJTU&re conaiso la calificacion de la

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meded. 16. wa opiaion acupa, puea, un lugar in&er.edio, ecléc&ieo y eonciliadQr aiñsacrülcar la verdad. . No diremoe, AUarcJ, qae la elefancia unA enfermedad c1el lriatema linfáLioo; ni diremos con aua contradicto~ qu la eltfanLi"ie· no una eofermedad d 1 11 tema linfALico: decimc» ai que la eriai la y la elefanc(a •ienen au ien&o anatónlioo e11 el &ejiclo ee de q11e ao puede bimirae 1 elemento linfático de l!l region. J.uego ea preci o que ee apliquen á la erisipela y • la t.iáeia todu las verdadea que en\raian la patologú& y la anatomia seoeralee de .loe tejidos 8el'OIOI. . 17. .Lu ca de la eWanliáaia y de la eriaipela, eatud.ia· en buenu,é imparciales oblervacionea, vieaen • confirmar eata Wl'dad, q e ai el&. ao forma~ uaa enfermedad, una afeccioa del aietema linf&Lico, forman ciel1amea&e una afaccion del · · aaa roeo. En fecto, laa e•fermeci.cles aeJ'O.!JM cui todu 100 de oatlll'a\eza re tica y' retamoe á que ee noe prueme - . cuo de elefaaLiúia bien obeervado q.. no reola.e la doblo aocion oontcarja, auoeeiva y caai ai.aultánea del calor con sudor sobre una region del c~erpo, y muy 1\léso del frio Jtú. medo¡ del frio relativo de loa paiaea cálidos. 1 . Una prueba material del~ priacipal de la ltjfion de loe ..... en la eleíaíacia, ee la pNMDC:ia oui oon• ..... de la hidropeaia de ia ~ Y&fPnal q• envuelve loa doa t~~Moaloe n pido difereUe de ~: ora ae •ncueD· t.ao de un lado algunoa 'gra.oatleee~ ora del oCiro lado, ea decir, a..&ra cevid.daeroaa. Re ahí 1ID.I. pl'Mba8qae ..... . . . . . . ~• . . . . , , . . . . . . . . . . . . . .-roN.

19. V a más Wjoa: reconocemoe que 1aa leaiooee de ta pielaoa lu que p · · ro Uaraao la a&eocioo; pero éno ao •

lÚe qu aP-note, ·y pM'A permanecer inmutable en dtcha opi· ie preciao ao haher hecho ua au6Cienw estudio de Ja11 lelioaee hatómicaa <Je Joa tamore11 monatraoaoa qwe rodean á lCII ~noe genitales utemoa del h0111bre. Casi siempre las ~ tentralee del tumor, Ju que están COIIUcto, á dietan· . cia, con la hidropeefa que en elve á loa -.ate•, son blandas, basta el punto de podM deegarrane coo. el dedo, miéntn• que lu capa cubiertas por la piel aJ bi~rl y rechinan be· jo·su filo. . · · tO. ¿Qué valor hay que conceder A etta obatrvaoion anató.mica? Muy grande: pruel>a que ~n tumor monatJIUOIIO del escrotQ ••ravieaa doe edad ea: la deJa juventud, repreaentsda por sue capae centNles 6 periteatioulares; y la adulta, cuyoa pi'O'ductos ocupan las c·apas aubcutáneat del tumor. Mu tarde de· moa~r~retnos, y ahora lo afirmamos c.on anticipacio~, que cxi• ~ ta'mbien ~estos tumores una ·edad de decrep1tud, en la cual sé reblandecen bajo. fo a de detritus sanioso y caen á mi.em de colgajos gan,grenosoa. . ~n. Loi tél&iculoi y las mem~nnas eero1aa que los envuel· un serian .pues un centro de donde nacen ~oe elementos lfqui· dos y amarillos del tumor. M4a tal!de, graci•• á un trabajo de coagulacion, laa cap88 mée excéntricas de este d~póeito liquido llegan ' eolidificarae y el tumor aumenta en la t:niama propor· cion; lo prueba que ya no ea la piel el centro de aumento d'ti t01eor, tanque lia.yL sido el a ·ento primitivo del ' primer periodo ae dea.rrollo en ·]a erisipela elefantiásica. . n. VoiY80)01. á nueetro punto de"-paiti.da, ' la cal!etion de la ~¡4¡va, que pareoiunoe, aunque inMtjcionalmente, haber abA•doudO ua instante. Doe hechos hemos demonrado: la i~portancia de loa tejidos aei'OIIOI en la formacion del tumor, como tambien el illflajo del frio(hámedo B4>b laa utremida. " dea del c••rpo ~¡,¡.rto de u do..¿.. ¡Qué semejanza con 1.. afee. cioMII ream,&ie~l y cuán\o máa se aproximan lu, recidivu en el reumatismo á las afecciones elefantiásicas, que parecen deetina,daa .. la repro<lqc~ion por S~ propjo genio por 1 qpe tomande otras. ·

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j8. En lae pAgin iguienk!l vamos á hacer el ••odio de tree eujetoe, operadoe deede 'hace varios aft0ol1 siencft> nuestro objeto euminar con imparcialidad el eetado de las regiones .que hao eufri~o 1 operacion, hacer deecripcionee fielee y dejar a}l~tor e) CW do (le sacar 8U8 CODclU iones en plena liberad. o embargo, aunque nu tro trabajo deba ocupane exclusivai!JtD&e de la cueetioo de la recidiva, es útil recordar el estado aoterjor de loe operajoe. Poseemos tree obeervaciones completae. (1) 24. na de ~ obsenraciooes se refiere á un blanco d~ Mayagüez 1 otrae dos á hombres de color residentes en Ponce; pero nu' tras inveatigaciQnea .'nos han permitido tambien hall r el operado de la primera ob ervacion: ¿ae había librado éste d la recidiva?-tal era la pregunta que ántes que todo debíamos dirigirnos. ' ' . 25. Veamoe cual era la ituacion del individuo en el ~o­ mento d~ eer operado: · "F. A., de Mayagüez, hombre blanco, de una coz1stitucion d riorada.' de temperamanto linfático, tenía 45 años; ofrecía un tumor vo.lumi.noeo d~l. croto; en las piernas y en la cara nu~troeu ctcatncee de v~ruelaa l de bubone~ en los puntos · que, 'n'" d~ la enfermedad, ocupaban laa inglPs.-El tumor .había empezado á deearrollane dos años ántee p,or .un infarto ligero de las bolau, y bajó al fin hasta por encima de las rodiUae.-La raíz del pene se encontraba á ocho traveees de dedo enci~;D• del púbis, no sin~iéndote en la exploracion Jos cordo-' ee ~permáticos, pero sí loe cuerpos cavernosos. (V. pág. 1M.) i6. "Operóee el enfermo el ·~. 0 de Julio de 1860.-Método opera&ori~ a~optado: dos iocisionee profundas, partiendo ~dll un~ del onfi~to externo del conducto inguinal de cada lado para 1r ' reunll'le en V debljo de la raf% del pene. "Flujo d~ a~~ gran cantidad de eangre venosa. En el 'ngulo de lu dos tncttton eat6 el cu rpo del pene. Dieeceion ñpida (l) V.la

._orla eollrela

........ anp .. Parfa.

Olquotolala

p~ por;¡ Dr. B. •• eq 1814 A la Sct-

de este ói-gano por debljo y á loe lados, y así se le separa de piel enroscada como un eacacorchoe, evaotándoee el pene sobre el vientre. ·27 . . Dos nuevas incisiones parten del miemo punto qu4f las prUr1eras, van tambieo á reunirse, contorQeando el tumor le-vantado por UD ayudante, y le detienen '0,•10 por delante del ano. . La situacion de ambos corilones testiculares se encuentra detras de las dqs priin~ras incisioneateetaban rodeados de tejidos celuiQradiposos é infiltrados de serO.idad. El operador declaró que eetos caractéres .del tejido ·celular le habían he((ho reconocer lá posicion de los cordones siempre que tuvo ocasion oe operar, áuu antes de haber\os vis'.to. ~ 28. Creemos que este método~ q~e inflige al enfermo cuatro incisiQncs, esto es, otras tantas fuentt!s por donde ae vierte la sangre ven?~ll á torrentes, pone en peligro la vida dt~l enfer. mo, p~rt~rba .al operador, le impide. apresurarse y le-imp~ne una termiD&cJOn brusca de la oper4'c10n, como tambien el sacri.ficio inú'ttl de los dos testes, 1,1no de los cuales es menester conservar, por lo ménos, á todo trance. • 1 ~~eferimos mucho más una so1a · incision, he?ha por ~ebajo de la raiz del púbis, sobre la cara anterior del pedículo del tumor, l!OT donde se efectúa la reousca de 'Jos testiculos con la mano en la herida, que así sirve de t.apon hemo~tático. '29. · "La sangre corrió en ·gran cantidad. Lá coustitucion del enfern~o no perll)itía' prolongar m.uc~o la diseccion, y el operador no se atrevió á detenerse pat&.enuclear los testículos. "En virtud de las i·ncisiones ya practicadas, se veia pediculU.ado el tumor, y sobre eate pediculo s·e aplicó el magullador lineal (écraeeur); pero por desgracia no ee le ocurrió pasar la cadena por deutro de loe cordote• con objeto de sal'9W loe órganos geni~." 30. Creemoe que el tcraMUr do Cbusaignac e~ contraindicado en la ahlacion· de los tumóres elefaociacoe del eecroto: ee un instrumento.deJJJuiado lento, y aqui, en la oequeoknnia, es preciso andar ptonto, siendo la amputacioo nlpidf' 'el metOdo 81 HU

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..U ro, vea que el tpáa agradable para todos. Uno de loe efemoe aaa&óml001 del trabajo morboeo producido por la ri 'pela elefan&iúica, es aumentar la cualidad flsica de reeie~cia al JD8111Uam~nto en loe tejidos ataclldoe de hipertrofias a&iúicae. Lu otrae iDiamaciones vulgares aumentaD la friabilidad de loe &eJi.doe, miéntns que la inftamacion erieip&latc. elefi ntiáeica la diaminuye. 81. 111.. aplicacion del ma¡ulladGr disminuyó el flujo de sangre dió 'nimo al.opendor á~tee de termina-r la eeccion: el pedí· culo no ~nfa mú de · 2 centimetros, cuando se rompió la cadeot~, poniéndose en su tugar una ligadura, y se terminó fe· liimeo&e con el bisturí. "Desplegada la pi'el del pede y e. tirada hácia arriba, refor ' m6 ia vaina de Jos cueFpOS cavern0808 y de la uretra, y de am· bollados 1e hicieron suCurae." 82. La ligadura del cordon ea de una inutilidad absoluta: u objet.o era, sin duda, impedii' las hemorragias pór las arteTi• que entran en loe' elemento del cordon. Jamas hemos Ji.' o el cordon, y jamas hemos tenido hemortagia que deplorar, Eeta ausencia de. hemorragia debe explicarse por l1s dos ra· zonee eiguien~: 1.0 el alargamiento de las arterias por J!l ~so 1 twmor; en t!l momento en que hle cae, suben las arterias y 1e acortan; 2! el trabajo de hipenrofia general del tumor ha debido intereMr igualmente al tejido elástico retráctil de lu paredes arteriales que obliteran mú poderosamente el condueto. ~. Otra obee.rvacion que nace del estudio de este caso, es qa. loe COI!&joe dea&iudoa ' revestir el pene Mn sido tomados, eo~ &odo el anterior; á tejidos que ofrecían evid.e iitemente loe ·gioe •e la alteracion elefautiáai~. La amputacion d~ los doe ba qaitado á eeta region loe motivOB de excita· cion y de aflujo de Uquidoe nutricioe, cuya aueencia ha favoNaido mucho JOÍ baeooe reeulu.doe de J. operacion. · En efec· &o, ee pwede .. micir, como aaa ley de .Ja reproduooion de loe ha""'' qv la retJI4iva 11 tanto fltdl pro1Je61., CIUMto MCfa Mti" .u,a ,.. elllraMIJo lH frgmWie - . . . tk 14 ojNraeion.

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La o~ion dár6 30m in u &os. El tumor pesaba nueve libras, ein c~~r con la eangte '1 la serosidad que' se derra11

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¡f!,e perdooari e&ta JargueZil, tratáadoee de un &umor tan pequ~ñe? 1 Es cier~ que pJiéde diaculparee por la abtttld.a ncia de . la hemorragia: tumores pequelos daa 4 menudo máa ean· gte que que ~rometen, porque sus pequeloiJ vuoe eetán muy deearrolladoe y muy inyectadoa en el periodo de juventud de loe tumpres. · ~s ta~e el derranie de eerosidad, su coagula.cion, el predo nio de los elementOs sólidos del tumor. sobre loe elementos li nidos, harán desáparecer la permeabilidad de un. gran número de vasos y dism,inuirAn por lo ménoe, hasta debida concurrencia, las condiciones de hemorragia oapil~. 85. El oper~dor señala el tr-abajo· de gangrena sobrevenido durante 1 s siguientes á expen·sas de los colgajos. Esta • particularid~d lF, parece indi~ar que debe emplea.-sS! con mucha · reserva '" el perylor,uro de hierro contra ~s hemorragiae, aun· que este n1ediq esté aconsejado por Mr. Gosseljn." Nosotros respetiamos ruu4ho· S!l opinon; pero acusar al percloruro de hierro de prod~oir la gangren!h es tal vez ~pue~to á algunas • . ide~ l>ien esta~leoidas de fisiología y terapéutica. Se satbe, en efecto, que eu ruchas afeeciopes de fomia gangrenosa el per· cloruro de hierto cambia la naturaleza del mal, muy léjoe de hacerlo nacer, 4impide la absorcion de los liquidó~ pdtridos. . 36. Tuvimqs q~e bÚScar y fuimos b1tetante diohoeós para hallar al Sr. A .1 •.. .• , que debía ofre'oe_rl1os los medios de.con: testar de una J.qal\,!!1'8 tan triunfante á las ~cusacionea exagl!ra· das de. recidiva dirigidas contra la amputaCion de loa 'umorea elefanciacos escroto. · . ·Hay CI808 e~ que hubiéram~ vacilado ántee de operar t.in el auxilio del perclorur9 de hilrro, y no seria pt:*nte da. acreditar demaíiado pronto un medio tan prec:io10. Eaa gan-. grena de loe colgajos ea inherente á J.a na&uraleza de\ Ja lelion de loe miamos; y todos los operadores han aeialadd ee&a dispoeicion ' Ja ~pna ~eepues de la osqaeotomía, por Jo ~ual • nectario ~ó acuaar al percloruro d' hierro.

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"' Encontramos al Sr. A ..... . á mediados de Diciembre

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87. de 1 67, desde euya epoca hemos practicado més de doce operacion semejante , sin que ningun operado haya muerto, · ni pl'e8entado recidiva in situ, y in que hubiésemos nunca . hecho 1 ablacion de loe doe te tes. En el momento de nuestra visita, hacia pues seis atlos que babia ido operado él Sr. A ...... , y sin . embargo, con viva tisfaacion comprobábaru: , que de pue de tan Jar!o tiempo no babia recidivado in sit u tumor elefantiksico .del escroto. Ahora, que redacta,!DOS e t.a nota, Juli<;> de 1875, ttoexisten indicio d reciªiva, lo que .con ituye Unli' prueba de 13 atlos en favor de la no-recidiv ·n situ d~ pues de la o queotomía. S , La fotografia q~e hicimo sacar del ~ujeto citado, demue ti"& ha t la evidencia que la operacion no fué seguida de recidiva¡ y e e retrato r sponde, con un solo golpe de vista, á la largas ob rvacione , oció a y timoratas, que algunos se esf~nan en multiplicar contr.a la o queoto}Dfa. E de nota e sqlamentt:: que el prepucio e tá volun:ino o y 'ente, qu~ e e vestido de la extremidad anterior del ~ne peÑenece á la extremidad anterior del colgajo que ya ofrecia 1~ vestigio& de la alteracion el~fantiásica, cuando fué 'Sacado de la cara anterior del pedfculo. del tumor. Esta promioencia del prepucio sobresa1e del glande uno seis ~ntimetl'os: presenta una forma abotagada, redonda, esférica, cuyo contorno mide doce centímetros. Del prepucio á la raiz la tumefaccion va diaminoyendo insensiblemente. La longitud total de los tegumentos hinchados del prepucio ee de 16 centimetrot desde la·.extremidad liore de este órgano huta su raíz. · · . 39. Recordamoe un hecho digno de ser notado, y es que el colgajo que puede llamarse perineal no ha ofrecido nunca como el pubiano los elemtntoe de una recidiva in situ, ya en este ca· so, ya en loe casos análogos operados segun el mismo método. Semejante particularidad permite creer que si, é. todo costo, faera preciso sacar un colgajo, lo que en tésis general no es nuettra opinion serfa mejor formar dos laterale11 y poeteriore•;

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Joe cnalel' tenddan la ventaja de permitir la salida del pus, mejor que un cols-jo posterior¡ y que, adéma11, se evitarla con mAs seguridad la recidi~a segun nuestra. experiencia. ~ · 4(}. . Otro motivo probable, que explica ]a ausencia de re· cid~va en el casO á que.nos referim'o sres que el operador ha separ!'do las túnicas vaginales y •Jos testículos. Ahora bien: no va~ilamos en admitir,-y ya hemos hecho prever esta conclusion,--que exactamente como Jos teg\lmen'tos exteriores del tumor, pueden Jos tegumentos protectores del testículo (las dos túnicas vaginales) ser el punto de ·partida de una reproduccion, ···segun toda v.erQsimilitud. Ac'on~jamos por consiguiente, y de ordinario, s.epaJ¡ar las dos túnicas vaginales, pero conservando loe dOS' testículos; y gracias á ~ate cuidado, no se dejan debajo del colgajo perineal dos focos en que impera todavía un· poderoso trabajo pá~lógico que la supu~acion,· producida por la in· tervención .quirúrgica, nq está segura de apagar. . 41. La misma fotografía, cuya descripcion figura en el tex'to, nos presentlfo ]a diferel)cia de volúmen de las dos piernas: la derecha es oiás gruesa; en laingle 4erecha existe una pasto· eidad y. tOdllS trazas de una inflamac' on anterior de las ·glán· dulas linfé.ticas de la region inguinal del mismo lado. Este 'hecho sed. un 1l.uevo li.rgumet~to en fav?r de ]a participacion 1 de los sistemas linfáticos en la elefancia, si no á favor de su naturaleza esencialmente linfática. . ' Esta afeccio~ de la pierna é ingle derechas rio se ligan francamente á ]a' T,Iestion 'de ]a ele(antiás~ de las pi~rnas, y á un ménos á la recilliva. En efecto, la ltfeecion de ]a pi~rria derecha data de ]a ~dad de 12 años, afirmando el enfermo que, ~Ín c~usa sifiUtic!l tonocida en aquella época, fné atacado de una inflamacion ul erativli que terminó por una afeccion de las glándulas ingu ales del mis~ lado. .• . Es menester insistir todavía en la historia de la pierna derecha, para tratat de dilucidar algo"'más !oe hechos que pueden referirse ¡1quí -lla cuestiou de rediva á distancia. \La pierna citada ¿está~a ~atlada ántes de la operacion del eécroto? Sí: cuando s~ prac~icó la operacion, hRda 3~ aiiol! que'habi¡aeido el

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· n~ de un 8egmon eeguido de una úloera qae pePIÍitió dos aAoe deepaee de la abertura del abceeo por el binari. Curada la piern sobrevino una iu8amacion de lu 1lándalu de la in· gle derech complicada tle un tlegmon al rededor de ellu, el . que \erminó por sopuracion deapuea de haberse aplicado tópi· cos emolien\ee. · ·U. La afecolon que se deearrolló en la pierna derecha1 3~ a1los áu\et de la operacioo, ¿era de naturaleza elefantiuica?Laa dos lesio.oea de la pierna y del e croto de A ...• no parecen haber pertenecido á la 'miama clase anawwo·patológicra. En efecto, no hemoe visto ino muy raras · veces que las piernas elefi ntiásicas abandonáran la ÍQrma exantema~ é hipertrópica de su lesion para tomar la forma flegmonoaa, supurativa y ulceroe e1l su principio; y ademas, deapu<>s de unos preliminares tan borrascosoe ¿cómo había de permanecer tantos años estacionario el volúmen de u a pierna elefatnciaca? ¿qué habría aido de la periodicidad del mal? . \ •a. tra cue tion ; -La 1 ion de la yiern~ derecha, hpy hinchada, ¿ha podido imirse d~ la calificacion de elefantüsi.S en su inicio; y in embargo m.e recerla en lo que _éoncierne al 'J>t~rlodo de ~u d rrollo consecutivo & la operacion de la ele. . fantiásis del escroto? A fin de evitar la acu acion d~ parcialidad dejaremos hablar .}oe hechos. Y deede luégo la pierna izquierda, á la hora preeente, no es·UDa: ofrece tambien, como la derecna, cicatrices blancas, y alganaa Uneaa varieoeu indolentt>s y reductibles, dependientes de la veoa safena interna. · ,._ La pierna izquierda no ea elef~nciaca: éste ea un hecho po1itivo y claro. ¿P~ qué no ad~tir que, á pesar· de su. hinr chazon, tampoco lo iea Ja pierna derecha, sino tan aólo atacada de una leaion de la ailma namralea qúe la de la izquierda,

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Be actui 1M aectidu comparadu de ambu pitnw: e~~cima dtl 6pioe cJel m&Molo interno, pierna~ 0,18 ceotáaeUol; N@ioo corre.poactieote, pierna clerecha 0,21; pan.,rriUa

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isquitrda, ~n su circanf~rencia mayor _9,27; pantorrilla derecha 0,38; por debajo y por encima de las rodill~, igualdad per· fecta en )u dos piernas. En suma, la düerenoi~ ea bien peque'ña, y ti se tra\ase de elefantiAsis y de reoidin á distancia, medirla era tantos lños .0,08 de un lado 6 del o~. A la. verdad et1 an argumento de bien poco valor para oponerse al beneficio de la operacion del escrotó y acusarla de recidiva ' distancia en un caso tan laudatorio para ella. · · · • · 45. Vea mos lae formas de ~ lesion de la ·pi,ma derecha, á fin deju&gar si ésta eería en realidad la de una ttfeccion elefan. · tiásica. Greemos ·asimismo que. debe l'efWOndet!ae de un modo negativo. Existen dilataciones varicosu en el dorso del pié derecho, como en- el izquierdo, las cuales se relacionan con dos hechos: la infiamacion antigua de las venas con dilataoion coneecutiva, y ademaa la comprésion qe las mismas venas, al nivel . de la pánW>rriLia, por la infiltracion eeroea de los tejidos. La piel de la pierna derecha está revestida una epidérmis muy fina, luci~ote y ten~a hasta el punto de parecer pronta á rqmpel'l!e¡ per{> .Ja finura de la piel no es, ni con mu ho, un indicio de elefanda. ·Es cierto que la P.iel del pié parr:e ser el tegu.mento, hoy demasiado ancho; de una region tn otro-tiempo ' m~s llena, más resistente, y actualment~ deseca~a y como marchata; más ése no es tampoco el caso de la elefahtiásis. • En un eolo punto de la pierna parece la epidérmis simular, · aunque de muy léjos, un espe~~amiento acusador; y es tambien al nivel de la parte anterior de la ga~ganta d~l p~é. Pero es preciso ser muy severo para asegu que allí ~xiste la ·elef4ntiásis. ~. Estudiemos lu dos regiones iuguinalee en el Sr. A.... Las lesioné& de estas dos partes hacen un gran papel en la historia de la élefiLntiáais. \ ·~ He aquí su estado actual:-'l.u cicatrices de la antigua ope; racion (~años hace) se dibujan sobre an púbia casi privado de pelos, bajo la forma ele doe Hnea8 blancu muy poco dieformea; d~Uo couiderable y eilpétrico de laa dos l'flgiones io~e1. .La piel et1tá S&Da, i.aaque coñ loe-veltitJiC18

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de la abertura del abceso de la ingle,, de que ya hemos hablado. FJ tejido celular subcutáneo, areolar Y. laminOso de ambas r-.Ponea forma un paquete eláatico que ~ña un_a eapede de cooo de bue saperior.- En medio de esta masa mdolente de . tejidos linfá&icoe del volúmen de una avellana, que. puede? comprimirse sin despertar ningun dolor, no hay ganghos cerv1· posteriores infartados. 4 7. TratemÓs de ap.J:eciar el valor de ese estado de las ingle . En primer . lugar, acusa una verdad (}ue. resaltab~ del ~úmen ge!leral del enfermo, áun ántes de estud1ar las regtones inguinales: su temperamento · ha sid.o, ·sobre todo en la mocedad linfático basta la escrófu.l~. Despues, las cicatrices M las pie:nali reclama~\ una "arte en la formacion de esa hinchazon 1 • de lae ingle . • En fin, ee diflc~l admitir que el tu.roor del escroto haya podido desarrollarse sin haber influido tambien, á su turno, en . las glándulas y loa· vasos linfáticos de dicha region . Por c?ns~­ guiente, el caso actual no suministra. ningpn argumento posl. tivo, sino solamente probable, en favor de una verdad de patología general que e peramos dewo t11ar poco á poco en lo suce. ivo con los hechos en la mang, cuya verd'a d es que los vasos '!1

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~a elejantidsis como lesiones vez (ea dicho esto con !'nayor reserva). como

. U., ;l4ndulas linjdiicas participan de

86Ctlndarias, y tal

luion principal. .

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Aproveehémonos de e tas con ideraciones para decir que la elefantiásis nos ha parecido siempre co~ tituida por dos elemento : uno principal, específico, que no se presta á una definicion · y el otro accesorio, ·linfático como .aquí, sifilítico- 6 de otra ll~'uraleza, y sirviendo de ú~il auxiliar á la afeccion prio' cipal. 48. ¿Qué se ha hecho de las· fllllciooes genitales del Sr. A . . .... deepues de la cnstracion? ~lo ~1 puede' ser juez en el asunto, y acaso un poco de amor· propio haya dicwlo sua respuestas. El Sr. A .... 1e ca!Ó p~meramente, falleciendo su mujer en 1856, ain que le quedasen hijoe de este primer matrimonio.-

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"Eea aefiora, dice el Sr. A ...... , cuan~ me c~sé con ella era viuda y tenia más de clDcuenta aftos." Nos<?tro$ objetamos que ;había tenido hijos en su primer enl~ce..;_El Sr! A·.... · · , despues de la operacíon que traj~ consigo la castraCion, s~ casó otra vez, y declara que ' pesar de ePO experimenta necestdades sexuales muy marcadas, aunque ménos frecuentes. que en épocas anteriores á la castradon, habiendo . llepado .desde e~­ tónces sus deberes matrimoniales, una vez por semana próxtmamente. '

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. .· La ereccion, dice el Sr. A . . , ; , era muy e mpleta~ Y en el

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momento de cumplir el acw fluía un liquido, cu a cantldad era · apénas la que puede ocupar una pieza de dos francos (cuatro reales), y su coloJ; el de la clara de huevo¡ per. el Sr. A.·.·· 110 se ha prestado á nuestro· exá.men micros_ có ~o. Es evidente que tampoco se ha observado 1gno alguno de · fecunda~ióri en su segunda mujer, ni ahora ni ntes, y por otro lado el exámen de .}as partes genitales exteri res confirma la aus~ncia deJos testiculos. 49. He aqui algunos datos ·s obre los antec dentes. pe~sona­ les y patológicos del Sr. A...... Es de talt meq1ana; sus éabellos pardos, su te:l ·bastante amllrilla. · N tiene pelps en las mejillas ni en 4l barba, ni ofrece sino indi os de .bigote. El sistema venoso está desarrollado en las ma~os; señales .de ventosas debajo de la clavícula izquierda,-frecuerdo de una bronco-neuu{onia en 1847 poco más ó ménos. Seftales de sanguijuelas en el epigastrio. Dos ci ' trices blab. as y fi_nas, visibles en medio de una ancha red ,de venas s per6.cta.les, en rela~ion con la neumonía indicada. . Esa dilatacion de .las venas epightricad se ntinúa con una dilatacion sem~jante de las vvnas tegumen,tarÍt\s a.b~om~f!_ales. Estaría u M inclinado á creell. que tal desarrlbllo del s1stem~~: venoso abdominal superficial se hallaba en .conexio~ con el desarrollo análogo del aparato venoso del tum r elefantiásico del escroto, 1 ·• ) · Es otro argumento á favor de la idea ya em)ti~a ae I_a existencia baJ· o la diáteais elefantiásica, de un esf.l\do patológtco del

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· tema seroso·, :y en particular del istema roso vascular no . lamente linfático,· sino tam,Pien venoso y arterial. 50. La continuacion del ex•men revela la integridad abtoluta de volúruen, de funciones p~obablemente de estructura del hfgado, del buo y del intestino. Sin embargo, el Sr. A-··· aeu en su juventud inflámacionés prolongada• y repetidas d 1in te tino, lo que atribuye á la accion del sol y en seguida de la humedad que su profesion le exponía· á sufrir. Dichas afee• cion manifestaban corr d po icion s sanguinolentas y dint:érica . os preguntamos si esos flujos anguíneos inte tinales n~ · p rmiten pensar en una alt:eracion en la estructura de la vena porta· y i i es tal vez sería pretiso acercar la alteracian del ai tema veno o tegumentario, abdominal superficial, á la existencia posible de una alteracion del si tema venoso profundo abdominal. 51. Las enfermedades virulenta!} no parecen haber respetado á nuestro enfermo: no ha sido vacunado, y e11tá marcado n lOdo su cuerpo y en la cara con numt>rqsas cicatrices de viru las. En efetto, á la- edad de 40 años fué atacado de esta enfermedad, confluente y muy ~rave, que duró cuarenta y cinco dias¡ tuvo una primera gonorrea en 1840, pero nó c&.ncros ni bubonea, ni inflamacion del testículo conaecutiva á aquella, ni tampoco hidr~ele¡ por lo demas esta gonorrea se curó al cabo de un mes sin necesidad de suspender los trabajos. o obstante, el Sr. A ...•• . atribuye á la gonorrea· el desarrollo ~el tumor .elefllnciaco de las bolsas. Justa ó no, esta opinion' merecería ser tomada en CQnaideracion, pue to que el' tumor empez6 seis meses despuea de la gonorrea. 52. Es importante hacer indagaciones sobre la sífilis, y el citado ujeto la recha~ absolutamente, aunque se qul'ja de dolore frecuente en los lomos. ¿Estarán en relacion con t!l e tado de lol órganos génito-urinarios? A esto responde que laa fllnciones vl'Sical~ y uretralea eon perfectas.-Acusa dolo· res de hueeoa, que a~entan con los cambios de tiempo.-Una particlllaridad digna de nótane y que tiene sin duda su lugar

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al lado de lllB otras lesiones del escroto, de las piernas y d'e las ingles, es que lo~ dos lóbulos. de 1las orejas;"'en que se ponia. argollas, están desarrollados, gruesos y anc.J:¡os como una i>leza de- dos. francos (medÍo peso). Puede creerse sin exageracion que se trata de un tra 'o elefantii\sico de las orejas. 58. El estudio del 0180 actual debe terminarse con una última copsideracion de. la mayor importancia: el exámen de las circunstal)cias que .han sido ls ocasion ó ·la ca\tsa predisponente del tumor elefanti~sico del escroto, ó de la tumefaccion del · · prepucio. · · Los trabajos del sujeto siempre han sido penosos y lo han expuesto á las intemperies atmosféricas, lo que debe tener una gran -parte en la hincha.ton del escroto y probablemente en la de los lóbulos de las orejas. Deépues de la operacion, el Sr. A. . . . . . d.e sempeñaba el oficio 'de cot;t;eo á. pié, es decir que ll,evaba las cartas expuesto á ~ojarse, estando su cuerpo caliente. Debe a.ftadirse que los rios sou numerosos en Puerto-IVco, y que casi siemp~e es preciso pasar1ós á. vado: ii menudo, .en la estllcion de las lluvia!!, simples aJroyos se vuelven torrentes y los pedestres sufren .m u· chQ.á. consecuencia de esas impresiones tan ~uscas y vari11das. 'El tTByecto que recorría el Sr. A.- .. no contaba ménos de cinco leguas e pañolas por término medio; sol,!m1ente en los seis últimos meses hacia el enfermo sus marchas á caballo; y sin embargo, la recidiva resistió ~ causas tan poderosas. El tronco de la familia de nuestro ElnfeJ'I!lO es nialo: su padre murió ya de edad en Añasco, donde h'abia nacido, que 'es u u pais muy húmedo, de resultas de una hidropesfa¡-la madre. era de ra7.& blanca, como au marido, se- cree que fálleci6 de fiebre: Ha tenido seis hermanos: tres murieron jóvenes; los · otros tres, de mis edad, casados. y crn hijos, viven todavía y goan de boeoa salud. Ha tenido siete hermanas¡ cuatro difuntas y tres más j6ve~et y cuadas recientemente; fallecieron aquellas dej~ndo ~jos, nno de loe c:uales ha muerto, quedando el otro que es militar. VeM que tódoe loe individuoa de la falnilia han muerto tem·

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ptano; pero ninguno ha pre entado afecoion alguna que sea fácil comparar ' la del r. . . . . . y ofrezca una apariencia e1efutwica. . 5,. Hemos e ble~ido esta ley:-.La operaci<m·thla ekfan--

57. Este nu~vo 'umor acarrea dificultades no ..bles para la emialon de la orina. La .cabezs del perte, 1'\!chazada háci.a 'atraa, lle ha llevado consigo en e~ dir~c~ion el ' onflcio ante. rio~ del condoct{> uretral. , . El enfermo no pued orinat· de pié; no puede enderezar el tumor sobre el púbis, n dar á la uretra upa direccion horizontal hácia adelante¡ el chorro de la orina cae sobre los muslos y sobre l~s rodillaH. Cansado al ~o, ha ~oncluido por adoptar una actitud, acJrrocándose para orinar; la posicion que nos ha mostrado 'es la que toma para · el mismo a to cualquiera persona dtll otro sexo, y el chorro en esta postcion llega al suelo por detra á Rlgun!>S centiu!Jetros de distancia. · · 58. .Si se rec mieuda á Maldonado que abra las piernas é incline el cuerpo hácia adelante, se ve que el co gajo perineal h" con ervado 1 integridad más ab oluta, ha iendo perm·a. necido cor.n¡¡>let8il'Dente extrafio al trabajo elefantiá ico de que es aaient(l ef éol¡ ajo pubiano. PtlllizcRndo la pi 1 del perineo, · se la encuentra na, y el tejido celular subcutáneo e tá suave y. rueda bajtllo dedos. E te colgajo parece cor o; pero no e porque se haya etraido, sino pot:que aprovecha a actitud .del pene echado há ia atra por .el colgajo pubiano binohado, pa· ra · poner en ju go su retractiÍidad fisiológica . .Esta verda~ se halla demost~ada enderezando tanto ·como es posible el pene por delant~, pues se nota eotónces que el e lgajo perineAl 8& presta fa1cilmente á ella nueva poeicion. 1)9. En la i.sia de Pl1erto-Rico he oido á m dico , que no dej'an-de .t~ner méritO (siendo y~ el rimero n reconocerlo), oponerse desmesuradamente á la amputacion de los tum.ores del escroto, diciendo que la hinchazon morho11a propagada desde el tumor basta la region inguinal y pubiana vendrfa á Hr el punto de partida de una (reproduccion del mal. .. ·· Con el retrato de Maldonadd.en la mano puede verse que exiate, en efecto en las regipnes seftaladas una specie de cinto en forma de ~odete linfátics>, dibujando en relieve lu doe regiones de 1., ingles, y extendiéndose desde le,s ea¡tinaa ilfa· cu JDterioree y auperiorea basta la regi~ pubi na; pero pue·

ti4Ñ da ucroto, bilfl Mcha, no ~iie Jq. recidivo. Hemos demo waclo e ta otra verdad:-LadicUw elefanciaca impo~ para dar lugar 4 recidiv<U si tu, si no han quedado tiutigW ckl mal en lo ool9ajos oonHrtJados. Hemoa retJucido á un h ého este otro aforismo:-CUando ae adopta el mtto® de lo dos oolgajos, uno anteri01· y otro posterior, 'emprt aertl el oolgajo pubiano el gu11 traigfl la recidiva. 55. Para confirmar todávia mejor estas leyes, hemos hecho indag cione ; y la fi tografia que · acamQ , cinco años despues de la oper cion del r. A . . .... , una prueba de lo que precede. Las h mo v~rific do en tod la i la de Pperto-Rico con objeto de h~llar argumento en 1i vor de la operacion cuya eficacia so!t nemo . Un n gro, ntóncee e clavo, de nombre Alejandro Maldonado,_'había sido opemqlo en Mayagüez n 1 mes de Febrero de 1853 (1). Bástenos relatar alguno pormenores que interesan al Qbj to de nue tro trabajo, que rehabilitar la operacion en vis~· de 1 acu aciones que se han dirigido contra ella. • 56. En el curso del año de 185 logramos encontrar á Alejandro Maldonado en ~once y obtener de él 'un retrato que . hemos estudiado con cuidado por su estado· actual y que pone n evidencia un hecho favorable A nuestras leyes precedentes: el p~lgajo anterior, que faé tomado del púbis, ha sido el punto de partida de qna rediciva; por: delante del pene se ha desa~Uado este c,olgajo en forma de una naranja grande. La pre·. atoo de este tumor e~antiáaico en recidiva ha rechazado hácia ·~ el pene y el gltn~e¡ y la fealdad del tumor debajo del vestido eerla desagradable para un sujeto que pertenece A una clMe mú elevada de la sociedad: pero esta deformidad no • el 6oico inconTéniente de la recidiva.

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de tambi n ver qtte eso rodetA sobresalen apénaa un" pul. gada, no tCJrbtmJft funci ne , ca i no son disformes, y en fin afinnamo qu i 1 colgajo pubiano se corta exiguo, la aupu_racion va ' vAciar la mslla del tejido celular ingurgitado y h ta trao formar u vitalid~td morb oponiéndose con cier· ta efic" i á la ntinuacion del trabajo hipertrófico de donde nac 1" r cidiva. . H mo prom tido no dejar nunca escapar la oc!U!ion d dem tt· 1', tanto como- H a po ible, a influencia y el papel del elem nto linfático n la roe tion de la elefantiá i del croto y d las piernas. Al .xaminar el r trs.to del ·enfermo ántes de la opera• ion, t•va que u pierna' _?D débilee, delgada&, y que no pu d n t n r ninguna parte vi ible en ]a hincbazon de las fngl y in mbargo ta binchazon exi te: p rtenec á la vez á la al rft ion d 1 tf>jiJo celular subcutáneo y á las glándula ; luego b\ hiu bazon inguinal depende del tumor del e croto. y_ le tá unida por una relacioo de causa 6 ef< oto. No e; po· t_h le d cono r que b moa. encontrado muchae 9casiones el lemento linfático intervíni nd'o en la elefantiáeis in~icada. ~~ en virtud d una in:ftamacion de sus VA o y de sus glán· dula , con cutí va á la del tumor, independientemente de toda i.d a de naturaleza linfi\tica en la elefl\ncia' 6 bien es que la iotlamaci n d o va blancos y de e· as glándulas linfática pru ba ]1\ nilturaleza l!.!Jfática del mal y es su efecto primitivo1 Aquí no juzgamo ni re pondemo : queremo so· lam:·nt pr otar b cho que sirvsn má tarde para jozgftr y r ponder. . ·61. o queremos dejar este caso sin hacer r saltar la di. ferencia entre Jae do fisonomías del mismo hombre á o tes y deapo de la op raoion. La traneformacion de Maldonado es tan grande cinco . aflos despues de la osqueotomfa, que su nueva fieooomia firme, fuerte y despejada, contrasta con en actitud inclinada hácia adelante, eostenida con gran trabajo por _ n~ apoyo en que ti~ne puesto eleodo, y con la delgadez de eua puembl'091 qu parecen 'haber perdido en volúmen 'todo lo

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que el tumor ha¡ganado en tamat'i.o. Esta comparacioo rápida ea un elogio en favor de la operacion y tina respuesta más á 8UI (}etractores. 1 • ·Hoy Maldon do se gana ]a vida con su tr~~¡b11jo: ántes la lentitud dtt 11ot! movimientos, que llegaron á lJacerse imposiblee, 6 la pereta de la& funciones digestivas y nutritivaa, habian hecho J él una especia de cadáver; y ~~do este conjunto per.mitia admitir una caq'U6Xia elefanti.tisü:p, que ha des· aparecido cop el tumor. 62. La btncliazoo de la pierna izquierda re~alta en el ter· ·ctlr di eflo que liem s sacado de :Maldonado. J;>redso es que noe e forcemo ~o esclarec~r 1~ naturaleza de dicha hinchazon. El prjmer retra'f es la copia reducida de una fotografla antigua, y las dos pi mas apareqen en él demasjado pequeilas para que pueda ljuzgar e bien de su e tado ántes de la operacion. Pero l.~ r puesta de Maldont\do es po itiva: en aque· lla época ya se otaba en la pierna izquierda un de arrollo más gt·ande que en la derecha, que .h abía perma eoido nor111al. ~ErA. esa tu1nefa cion · Ja de la el~fant]á' is? No pensa'mos que sea una recidiv á di tancia: n.o debe consid ·at·ee esa hin· chazon de la pi t·na co~o una falta de la qpe acion, que hu· ' . hiera hecho p rder á la ~ diátesis el faotiá ica u foco de accion en el es ·oto, cuya Jesion habría' quedado como una seguridad 6 una inmunidad para las otl'as regiohes del cuerpo. ' · 63. Los tra~ajos de Maldonado, ántes y · e· pues de la operacioo, bastan para explicar el Je arrollo ~e su tumor en' 61 e croto, y pa~a asumir ]a respon abjlidad de lR lriocb.ar.on de la pierna, q~e asi viene á eer una nuev,a f, ccion independiente de la antigua, aunque del mismo géner tal vez . Antes de la ~peracion trabajaba Maldonado en los campos de cana, los· oua es por sb natu(aleza 6 por el ar~e son verda· . deros pantano . En el ·mom n~ en que la piema izquierda . eetaba hinchad de nuevo y cuando el colgajo puhiano exi- gía ya otra ope acion, nos fué dado sorprend~r á M;aldonado en su trabajo: s~ hallaba sumergido en el agua de ~na zanja que abtia en ·un ingenio de Guayanilla, á una , legua del


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h pi tal de caridad tenido por nuestros fuerzos en Y auco, de dood6 se babia evadido por miedo A una operacion con· v oida y que dehis t ner por objeto parar el tumor repro· · ducido obre la rt>gion pubiana. 64. La naturaleza de la enferm dad parece resultar clara· m nt de las condiciones pt·ofe ionales del individuo: indudablem nte d be su enfermtldad á la accion del.agua fria sobr l cue po ban do en..audor y quemado por el ol. Ademas, n su aotec d nw personaJe e encuentra que Maldonado fu6 at ca o de un remuati mo articu!ar agudo, febril, sin complicaeion notable del lado del co•·azon.. He abf un nuevo argumento favor de la natlll'aleza de la 1 fancfa. pt•e i o no ponerlo en duda: la natural za de la elefan· . tiúi n par por lo méno , ·e fa d la enfermedades a fri- . gor~¡ y eguo lo antecedente de u familia, debía Maldonl\· do su afeccion á uua di po icion hereditaria, pue& su madre u he•·mana pad cen.de uua hinchazon en las piernas, que aqu 1calific de ri ipela, lo que, en la ideas .d el pais, es sinónimo de elefaotiá11i . · .65. D6 la úr1ninacion d8 didw8 tumm· eu.?·tlacion con la r~va (Ú la eleja11tiá i8 ucrotal.-Jiétodo natural, 8itmrre im.compkto, d8 curacia~ ~puntdnca. 7 La elclimtiásis del escroto 'JlU de curar : 1.0 por sopuracion e pontánea siu fistula urinaria; 2? por supuracion pontánea con fi tuJa urinaria¡ y ? por gangrena de lo tegumento . La en rianza que re o1ta de to para la hi toa·ia de ]u recidiva precioSI\:-Toda. turuot· puede s r considerado mo una individualidad patológica; como un ser, por deirlo i, dotado d cualidade peciale y obre todo de una dó&i de vida que le · es propia. A cada tumor se ligan condiciones peciales debidas á u nacimiento, á eu juventud,~ eu edad madura, l au vejez y á S\1 decrepitud. Y, para suprimir toda con ideracion intermedia, cada individualidad de tumor debe morir por r mi ma. y por el hecho solo de haber nacido. 66, Edad fk 101 tumoru 6kfancid00,,-.EstQa tumores no

eximen de la ley: en su nacimiento, el caráo~r de elloa e~t inyeccion exagerada de loa vasos capilaMs; en su adolescen· edad adulta, "cia, es la il)flltrapion serosa y la. blandur~; en ]a .solidificacioo de ]u capasliquidu subcutánea!!, con conser· vacion de u'1 estado gelatinoso en las capas profundas;_ en 1~ edad ·madura lR disminucion muy notable de las mamfeCJta. ciones eri ip~latoRas mensuales, que caracterizaban lajuv:en· tnd ha ta la adole cencia¡ en la fejez, la tendencia al rebl?n· de imie~to e n retorno; y en la deé1:epitud, la c~da en colgAJOS gan~nmo os ile una 'parte ó de casi la totalidad del t~mor. . . 6'1. Po eemos obsea·vacion s que prueban sta últ1ma terminacion por el reblandecimi ento y la gangreqa:-el caeo de he~mita de Gregorio .... .. que bemo estudiado en Hormaguero , y cuyo tnmor cay~ en parte po aí mtsmo¡-el ca o de Franci •o L .. .... , herrero y eusaru b ador en Cano, pequeno pueblo cerca de Ponce y su an.abale que opetamos con buen éxito ·en 1869 en nuestro bosp1tal d Yauco: ofrecia un tumor volÚminos elefantiásico de las bolsas, de 45 libras prbximnm ~te, presentando un tebland~c1mi _l)tO purulente ceutrnl con trAyecto fi tuloso; estaba cast mo tbundo cua~do practicamos la operacion,, y h?Y salvado s.in recidiva en la partt~;-el n o de una muJ er. que, en 18'12, op ra~nó.e en nuestro ho pita! de LRres por un enorme tumor e efa~ctac_o de la vulva, que se 1Iabia reproducido despues ~e ha er peratdo m~s de los tres cuart()s de sn sustancia en v11·tud .de ese trabRJO de gan,ga·erta eRpontáne~t,. cuyl\ p~r?ida la acn aba una cicatriz, hlanca situada sobre la cara anteno del tumor;-y en fin,, las observaciones de Francisco R. . . . . . e Y au~o Y de L." .... de Guayama; sus tumores se destruyeron én pl\rte espontánea· mente y se reprodujeron ~ seguida. . .. 68. FIJ8Üm purúle-nto d8lo1 tumores tJ4~ncuzco~.-No ~ID peligro pr\l'a la organizacion, qhe es s~ teatro, se. operan esos esfuerzos de la naturaleza que determman la fuston purulen· taJe los tumores y su eliminacion por gangre1_1a: apóderaee de ellos la ir;at\•m~ion¡ ae ponen .rojos y calie11t~s, 1~ ftv?re se enciende, laa ·funciones digestivas se tr.astornau 1 dt'tlenlln, 14e

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rmo eofn~ y e aniquila huta que ee ee._blece el traba· ]o de eup racion que .hace ·caer la fiebre franca del principio, aoaqu para su tltuirJe una .fiebre lenta, héctica, nocturna; . el pu abre paeo Afuera, pero despuee .de haber corroído 1 p ed de IMl foco, y 'través de un orificio de naturaleza fl ulosA, que di culta su eali~a y qu facilitft la entrada dfll ai~ u 1 foco. Eeta mezcla tlel air y del pu e el mecaoi • mo de 1 i1.1f< ion pútrida, que Rcaba de eoven m1r al enfer· m y de pon r n peligro su vida. Dicha de cripci n es~ aju tada á lo · L rvado en l<'nuci L .. . . . . : no · imagi~aria. . La liminACion gangr no a d 1 tumor, tal e mo 1ft 'IIU· o el bo pi tal .de Lares la · enf< rma que tenfa un tumor 25 quilógramo , pendien del labio mayor izquierv rificó n virtud del mi mo mecani mo y con loe mis· peligr • in embargo, como la gangrena habla atacftdo um ooo mi moe del tumor, la enpuracion e operó á abi rto; fué más ft·anca, m no peligrosa y mt'inos fuerte ' r nanci" en 1 organi mo; p r siempre su marcha muy 1 nta y la abundancia de lo ftuj de lfquido se hiciei'OD la fu nt d 1 agotamiento· general, cuyas con ecnencias en el ¡we· , ente y n un largo ·porvenir són á m nudo . in pat·abl s y ha n. dificil la op racion por la al ra ion d la angt·e, ya n hdad, ya en ~tidad. 7 . La supuracion e pontán'M de lo tumores el fanciaco y ~~ eliminacio.o pontánea por gangt·ena deben ervir de 1 , i n al cirujano: prueban do hecho , doa verdad~:! ¡ que la u~uracion e& el mejor modo de d truir los tumore in ope. racton,- mecaniamo que debe in pira al médico en la cura· ;on de la elef~ntiMis de pienla ; y al mi11mo tiempo e ve c¡ue la upuracton no. basta para impedir la recidiva, i tll tra· ~o de gangrena ha interesado, como de costuru bre t-1 terci medio d~l tumor, dejando el tercio truperior -con col~jos qu1:1 on "an el gérmen de produecion del mal. Abf tenemo una lecoion de m~icina operatoria qntl da la,natutalt"Za y que debemoe aprovechar cortando loa colgajos altemdo : ella noe

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dioe en doe palabr~W~: w·tad C01'W y ~lid 8'1/pWt"ar, 6 lo que ea lo mismo¡ 6tJitad lOlt f'U'Uleado8 d8mosiado ripidM y Uema· lláaJo brillan/M gue tiln W8 grande8 colgoj08 y las pronto8 f'euniones p<l1' primtra intencWn. 71. Deepues de haber abandonado á V eradruz, en donde ltabfamoa terminado la mision cientitica que nos fué eo~tiada por el Gobierno íranoos respecto á la fiebre ama•·illa que l!e cebaba en, el ejét·cito durante la expedicion d'e Méjico, tt'/\Dtl· p01 tamo el <:entt·o d~· nuestros eatudioe á la HRbana, en cuyn ciudad tuvimos ocasion de observar numea·osoa casos tle elt!· Íl\lltitisi : loe que no tienen su asiento en el esc~;oto, halllln au pu to en otm park; y entre los sujeto~. ue obeervamo ·'*' presentó un jóven de ao atioe con un tumor -tan vo]umino o que tocaba l uelo. El retrato· del tumor que, oft·ecln e te hombre tle color tá bn tante bien repreeentrtdo por el que tme tmn uiep, 1 Bar<?n Úll'l't:lY . al fníute de r;u abio infol'llHl KC roa de la memoria dfl Clot·Béy. En el ·ct:utr del eegmtlnto . iofet'ior del- tumor escrotal babia_una depre~ion pr~f~nda, regular en us· contornos y de color blanco: ~ra vest1g19 de' una pérdida de' su tanci11, antig.u·a, ocurrida segun el mecapie'mo que Kcabamos de explicar y que no bab~a ¡imp.edido des·. pues una t·ecidivn. \ 72. De los tumor68 u1·ina1·ios fot'111o~6, elefanciacos.- El trabnjo de eliminacion espontáneo no impide 1 · recidiva. · A nu~stra llegada á In i la de Puerto.Ricó en 1867, uno de lo11 primeros ca os tle elefantiá.sia que s~ prt~ entaron á nue · tra ob ervacion fué el d~ un tumor e ·en otrQ tiempo llegR· bo bR ta el nivel de lss psntoJ'riliM: el enfermo, ya nombra· do, Gregorio C .... . e tllba de vieita en IÍorm1gueros¡ á cou· eeouencia de un trab11jo de reduocion ~spoot:An~ y de suput·a· · · oion, se babia recogido el tumoj subiendo ' la altura de }M rodillas, y esta yez ese trsbajvlde supu1-acion babia ~nido por cauRa detttrminante la íormftcion de una fistula urtnosa producida por un mecanismo que no ee dificil de comprender. ¿TratÁbue de una inflamacion o·b literante d l . pr.pncio ya · muy alargad~ y deepues tlt'l canal de la 1.1r~tr,a, seguida


261.

de

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74.

punto profundamente

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Mecaniauw de la

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d8 wa tumores fi8tulo8os.-

A1 mi mo tiempo que e reRliza este pla uniforme y al mis· mo tiempo qu di minuye el número de los antiguos tl'ftyec· to fist,nlo oe, se opera un movimiento de J;etrnccion dal tumor, ele la circunft:reocil\ al e ut1·o, gracias á un it·abajo cicatricial dirigido egun el eje de lo conductos fi tulosoe y de un hor· de al otro de las ilagas gangreno a. detergidas. Estos hecho se reproducen en . diversos puntos del . tumor y ln curaciou p.onU.n e efectúa por completo. . 75. S'n.to1Mf de 'kM t·umorea jl8tulosos.-El a pecto de l?s {ntomn y al e~tado general couviert o á los enfermos ataca· do& de ta vat·iedad de tumore fit~tnlosos en objetos de piedRd y de agradoJ Exhalan de léjos un olor fétido, urinoeo, intolerabl ; nua r Stldacion continua de orina .y de pus baila el orificio de la 1l tu la , de las cuales una están en actividad, abiertas y_tapizaa'as por un& me mbi'Rna piogénica amarillenta, y la otras cómo extinguida~.< y cenada por una m mbrana ci· ; catricial de .con 16.1tidad ante1·ior. Dichas cicatrices, de un rojo moreno, de t'istu a extinguida se 11calonan sobre la linea média del tumor d!'l arrib~t abnjo, y desde t~l origen del. fot·ro hasta el segm oto iufarior del-tumor; E1&calounmiento suc'e Í· vo, que ate tí gua los fu t·zos dl:l' progresion ht-.ohos por los líquidos infllt'rallo 1 abri6n clo e poco á poco ca~i~o lláciR las partes declive ! turnQt'. · , La multiplicacion dl:l la fi tu la egun un trllyecto oblicuo de arriba abftj9 y de atl"!l ndtllaute, parece halae1· redundado más en ventaja d l enfurmo por la fusion dt:l tum<_>r, que el encaminamiento directo de las infiltraCiones de arriba abajo,de donde tll retoróo de las-funciones y de la mucha de los en· fermos basta ntónce inutilizado pot· el volúmen de aquel. 76. OaU8~ delaa injUtracü:mes ut·inarias.-La naturaleza de estas in'ftltracion .n11s pare~ e clarecerse algo con el eslu· dio de las causas. Eo ef< cto, ca i toaos los sujetos que han ofrecido esta v~riedad de tumores fistulosos ·ut·i~arios acusaban una infraeclon á las leyes de la higiene y sobl)e todo la txpoeicion b'r ufa del tumor á la ~uine~ad y al f~o relativo.

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n gtmeral, muy duro y re iste 1 tf'jido e lulnr s ha y ha tort.ad lo caracté-

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. - 268

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tar la de F. . . . R. .. . , operado con buen éxito n Jo lio de 1868, en n n t.ro¡ ho pitlll de Y aoco: ee t,rtttft d dos caMol' Aná· Jogos_ . . ·79 . . lJiétodo o-tratorio d6l08 tumoreafotuloeo8 111'Ínm'Í~.obre todo ante el método operatorio merec n é tos distin· guirse de los otJ .s tumor~es. Como puede verse en el retrato deR .. , el forro ~ 1 miembro, el prepucio y la piel del et~croto e tán acl·i,billad<l$ de orificio flstulosoe y como d ti rmadoe y piqueteados; los t didos están muy duros de9ajo dt~ la piel, y )as i,ncision 8 da m;1y poca l!&ngtl', pm·que el el •meuto Vascular ha d 11pa11ecido al influj , en par-te, d~:~l tra b11jo sup\11'8· tivo y n part~ ~el trabAjo de rett·accion icatJ·icíal. El'ta dureza y sta au encía de hemorrAgia justifican 1 cambio n el método operato~o ordinar·iÓ. · · El conductO retral, en e. tos caeos, Be babia cer·rt\do y ll bi er· to altema.ti~~~"f nte, quedándose al'iin cerr11do por compl to, .El pacient'll orw ha por 21) fistulas, poco ruás 6 ménos. (Fran· cisco R.) Fué preci O ¡ S primir el 'bi tm·i e pue de haber practic,a• no con· él dos in i ione circul~res, una desde la ba e tlel pene hRStl\ el pt~rineo y la otra n la misma direccion, aunque del otro lado del e' e oto. Las tijei·11s cur·vas en 'el¡s ntido de su ancho1 bien cortantes y sólidas, hubieror1 de acabar la ope1·a· cion, maguliAndJ nos los dedos. El tumor, gue n su época de 1 mayor deBarroll~ bajaba hasta la mitad de los m u IoM, des pues - de las altern,.ti as de aumento y di minucion,. manifestad11R por. pliegues to avfa visibles en el retrato, habja concluido por no recidivar más y. por permauec~:~t' estacÍI•nario en ·el ta· mnflo pequei'io q¡oe se le ve, t~l dt1 una cabeza de a1lnlto. 80 . . A1wtqm!a pato~.-Ee enteramente excepcional t~n los tumores fls!ulosos urin'Vios, y conflr,ma del todo ]as do teorlM que¡,emo adopta(l> bipowticamente p~tra t'xpJi, car su nachoien , su reduccion y 110 recidiva . .Eu efecw, cuan· do ae 1~ a.We tro del tumor, aebajo del canal de la u~etra, se encuentrft .all un foco c:apu de contener o na nuez)peqnefla: esta cavidad te halla en contacto y comunicacionf inme1liata

nfttrmo ío rin el tumor le permitía aún andar á pié, ó ' :aballo, habían tomado lln baño, voluntário ó nó, en las eorri nw d a ua qu atravie n lo minos, cunndo establ\11 ttd udo 1 tumor y 1 r to del cuerp . P di d po d111 mejante imprudencia, y eiu uiogu· · IIft uuJa á CI\U de t~JlR, } S tumores de] escroto basta entÓD· blarHl in ·oloro indo} n y volomino os como de COl· p uian u ibl al tacto, renitente , hinchados, y aJqui•·ian n fiu to o fo igno de uDI\jnfiamacion ilt•gmono· pr fu o ln, la qu se terminaba por una col ccion purulenta que p '· rf< rahR '} e nduc y tran formaba, á beneficio de sta perforaci n d 1 conducto urinario, uu imple finjo de pu en infiltr ion urinaJ'Ía. 77. 1 ur de lA f• rma Je tumor el fnncin o p rmitia i tir á la di mio u i u pr re iv1l d 1 volúm 11 total dt'l tumor, y obr· t t1 llamabn l11 at 11 ion la di minucion d ! c.lil\m •tru rtical sin -duda¡> rque lo 1 mento dt~ aqu 1 e habinn J j1ulo an trar v r·ti alm nte por lo ftujo <fe orina.. y de pus. tarde la cualitlade cicatriciale del tejido que r•od abn · tray oto fi tul hAn pt~r'1nitido la ,. traccion de los teg~· . m oto d la }l(!rif< ria al otro y del fondo al ápice; es decir, hácia el pedí ulo, único punto•fijo dd tumor; de donde su ele· v ci n n ma a. uaodo ha .concluitl_o todo e e trab11jo, se ve q,ue la 01·in vuelve por el orificio dt~l prepucio y al mismo ti mpo ,. cobra a· cur _naturnl¡ et crecimiento del escroto re· cidiva y 11t1 volúm u e xti ndt~ n longitud y anchura. · 7 . Lo tiempo4 d6 de~ncion en la evolucion de dichos t~unot dan ',tOooce•· P.Or la forma xterior: se dibujan pliegu profundo horizon_talmen y á manera de. circulo , .lriguieodo uo plllno horlzuntal al re.ledor del tumor; pliegut!s comprendido ntr . rode inferiores y supel'iores, catla uno · de loe e ale oor pontle á un período dtt pro8peridad clel tu· . mor, que recupera lo que ha perdido y ?'eqi.divrr. o o fué dado recoger la fotografla del indiY'iduQ por D troe ob ·~o eD. Hormiguero ' G .... pc~rqut§ la pro 1c1on O()f'rar11> le hizo huirse¡ pero podemot~ preeeo-

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du· d n El p n y lo doB te iculo. , habian formado nuevas en" ltura de pi za

nt ra : la op racion fu é practicada el 12

d Julio d . 1 65, y n Julio de 1 74 no babia ninguna recidiva cin co ailo d pu s.

Fórnntla d l método operatnrío "n lo8 twnwre8 6lejandel croto complú:ado8 de fot1tla8 twina.1·ia& con indur · n, bttlan~J]>O títi adhe '1,0 y uretra obliterada y 68flreclw· . da.-1 r. tifmpo:-Inci ion circula r obre la pi el dd pene en l.

lúi8ÚJO

ba , é inci ione longitudinal d ll\ ba. e del fono en la cxtr · mitlad libr d 1 prepucio. 2? t · mpo:-Di ion del fol'l'o, de la ba e al prepucio¡ ~:~e· parar 1 fono y 1 pr pucio de l cuerpo ca,•erno o y el ltmd qn 1 adhi re ll\ má. ve<·es. 3 r. tiempo:-Iott·<>tlucriou n el m ~ato urinario de .un cu· chillo fino, cuyo cor·t e Jirig hú~ ia ab11jo.- Introducci<?n de una candelilla d oma fina y uave para e 111probar la perlO abilidad d 1 can&!. (Conten r la angr~). •0 titmpo:- Inci ion circular · al rededor dtll pedículo dt-1 roto, in dt>jar colgajo,.; i e puede, dos pequefios laterales: 5° titmpo.- Di cion y con rvacion de lofi testes, aeparacioit . compl t.a del tumor' golpe de tijeras, extraccion de toda )u membr&nu·piogénica de las fistulas y depósitos orina· 110

c..

ri08; cu1·aci n s,mple, abrigar l011 teHticulos en una cubierta suave y engrasada,. por ejemplo un coll.don para cada un,o.. 82. :DU.qnó8tico diferencial.-La naturalez11. d~ las afaccl~· .nes.aqui aeftaladas es verdaderRmt~nte elefan~J.dsica. Examt· nando ]a fotogrlúia de Francisco R. . . , del bosp1tal de Yauco, estarfa uno tentad<? á creer que no se trata- de la historia de una forma de .tumor elefanciaco 'del e!ICroto, •compaftado de fistula uriuaria perteneciente á la marcha de 1~ elefantiMis; y "e c•·ee~ia mM bien. en fi~tulas urinaril\8 priiJlitivas, complicadas en u cur o, de tlegmon gangrenoso u~qario, i?durado, .. con infilt"'cion serosa y pli\13tica del escroto, cuya hmcbazon seria sec4ndari en lugar de ser la en{erm~dad primitiva:en dos palabra ; se creería que agregamos á uqa afeccion cono· cidn,-:-es.rechef de la metra p1imitiva, ruptu ·a i:le~ condu~to, inflltracic;me utinarias, tumefaccion del escroto smtom~ttCn, - una ,d cripclon nueva, ~u yo mérito hao1·ia onsistido en ha· cer d ellrft'i mo tbn meno,--hinchazon del es?roto,-- el fenómeno pl'imitiv~ que la ente nos tomamos el trab11jo de decorar con tll nt\)n bre ".elefantiás~ ' por necesidad dtl nuestra en vRa. 88. .JD"ta s posicion e~ria· puramente g1·atuita: se t•·ata en rt~aliJad ~n to os los en os 'aquí seiialados, de una afección que r~enece rimitivamerite á. ll_l naturaleza de la elefan.tiá· . ai d el e!'croto. El pequeflo tamafiC? del tumor de FranCJsco It .. .. no o ~·e ta clai·aru eute á la demoa tt·~ciou de estn ver- · dad; pe1·o 1 r~trato de L.,, .. , opé•·ado por .nosotros ep Gua· yama, á principios d·El 1878, ofrece más n tamen~e la demostracion de e t111 verJad :-Oi6rto8 tu??t01'68 elefanc:uzcotJo d~l 68· ·

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croto e8-án de6tinadoa, por au natull' 63a y en virtnd á:e la evo'lucion eapontdhea de 8U marcka1a la obliteracion con.secutiva J6l conducto· u1:etral· ó tambie1~ avn uta obUteraclon, d abce.to.s 68pon.ttJTUJ08 al redeJor de ~j<Jlw conducto, í~ue determinan 8'lt pe1jorooiou, ~rorlucen in.fUf!·acion68 urWuJ_riaa, acarril.m · 8t¿ tiMtrtwciotJ. p<Jirf.ial, ae curan como lan nacido, eapon~neanLeh· te, perm.itú 1úlq u# récidivtJ d-el tumo: en parte deatMtido.-He abi unl\8 cuanta ,rerdades que en nmguna parte )hemos halla.. do , á no ·~ r Mt nue trl\8 observaeion~s, y en 11\s que ex-profe1 . .

84

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86. Thmorea dejantid8iooa del escroto, en los cuaka parw. ad~ni3ihle la r-ecidiva. .&ludio de tBla y; au verdadero valor.Hast& aquí hemos luchado contra recid~vas ftdmitidas con demasiada facilidad. Veamos otras dos osqueotom(as practicadUJ por el operador A ... : "dos bet·manos, vecinos de Maya· güez, cuya túnica vaginal estaba sana y no contenía serosidad; en_ l~ misma familia dos mujeres, herma~ail de )os operados, murteron de nefritis albuminosa, y ott·as dos bao presentftdo la hincbazqn cono.;ida con el nombrt~ dt~ pietftaa de las Barbadaa (elefantiásis de lAs piernas.) · 87. Hemos tratado de briMcar la familia ~e los dos herma· nos operados, y hemos sido bástante afortunados para dar con ellos ry obtener los datos Aiguientes, que completan nuestra defeu a t>n pro de las operaciones de e~efantiásis del es· crot~ · . ·.El m~ jpven de los dos herma~os B., e~ ya bi toria se haht~ clasificado entre los casos de recidiva, ex~luye desde el prtmer t>xámen esta clasificacion.. · · El tenipE~ramentb de ambos ofrece, conw su eufrrmedall mucha semejanza. La diferencia de edad es solamente d·e cua: tro año~. Coru? ya lo hemos dicho, el Sr.. B. habi'a sillo ope· rallo el 9 de Set1embre de 1868 de una elefantiásis del P.scroío. ' · ~o esta pt·imera opet·acion no se tocó n'i al forro, ni al prepuCio, que no se velan alterado~, sino exclusivamente á la~~ ' bolsa, siendo aquella completa al cabo de loA <;uarenta di 11 a~que al s gu.ndo dia de efectuada hubiese· una complica~ e1on; bemot·t•ftgta abundan te contebida por el pt:r'manganato de poti'8L El tumor que se separó del ~scroto pesaba de 400 á 500 gramo. 88. · En 'i de Julio dt: 1867 se practicó una operacion al Sr. B., hermano menor, exo\usivámente sobre' el forro ~y el prepucio¡ que habhm adquin1io tal deiarrollo, que loe tegumentos quitados p~ban cerca de 250 gramos. Dos días detJpu~6 de 11\ operacioo, sobrevino la gangrtna, tr.da por ]a quma y R_ue fué atribuida 4 las dimensiones demasiado cortaa de loa coli'.ios; pero mejor ea explicarla por loa •tiramientoa


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ntario¡¡.

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l. El ~~~ rmo gum que tenía una lefi n i i d 1 e cr to, qu por lo demas era po o voluminoa y no p ab un quilógrnmo d~ pues de u xtrn cion. El punto má import nte de u hi tori de u -antec d nt , es el p p 1 que ha n u ar. ccion, y , brc todo en us principi , un hidroc 1 de que habi ido operado 1 utl ónt s. El papel importante del hidrocel n la evolu ion de la el fi ntiá is 1ut ido d mo trt~,do por no otros ant riormeut . O. H ta aquí, nu tra pr ten iones á favor d 1·hidr e 1 o 1 pal.ogeoia de la el funtil\ i e limitaban á dur A lo testiento y á lo t jido qu lo rodean la potencia tle un foco d desarrollo de 1 lcf¡ ntiá i e ntral, que con.tinuaba la obra d 1 desarrollo exterior comenzado por el trabajo patológico de la piel, afectada de risipela elefantiá. ica. Áqui starfa uno inclinado á creer que la di~te :i eletantiáiéa, que puede empezar á localizar e primitivamente en la , · túnica vaginal bajo forma de bidroc le elefantiásico, una vez realizado este primer pa o, dormitase. el mal y aguardara una nue a ~usa determinante para efectuar ,una nuev1\ manifestacion que, entó'nces, acabó por tener su a iertto uperficialrueote en la piel. El sitio de este hidrocele lefanciaco ~ puede e tar ju to del mi mo lado en que comenzará la elefi n- · · is de la piel; coincidencia de lugar que viene i confirmar la importancia q'ue damoe al hidrocele en la evolucion del

Foé operado n 1

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mejante particularidad del sitio unilateral y ese inicio de laa le iones por ltls partes profundas, e observarán tambien más tarde, cuando la elefantiásis baya d jado ~u manifestacion primitiva y ocultádo e en la membrana vaginal de un lado, para salir de pu á la superllcie de la rcgion obre los tegumer1tos externo. Progr ando a { la elefantiási , Je los órgawos profundo t\ los superficiales, concluiría por localizar ·en un solo Íado ele 11\ pi 1 del e cr~to. La }esion d'e la piel es la ma\s vi ible, y por esto, aunque equiv~Jcadamente, se éreerá que el mal tiene siena·pTe su a iento habitunl y primitivo sob e la. piel, cuando á la inver a es itio no <' aquí sino ·e cundario. De las con ideracione precedentes no .re~iulta ruénos, que

es menester admitir auos de elefantids · unilateral de lo dr~ano.Y genitales externos del hombre. Y to ·e inconteetable cuando 11 ven lns lesione anatómicas limitar ~ · á un oJo. te tículo y á la l!Jeltlbrana ~aginlll qu lo envuelve; pero la uai m a . v·erclatl sub i te cuando la elefuntiási e encomiua hácia las menabrn.na superficiales: en afecto, la observacion pnrece haber · demo.strado que la 111anif. stacion eruptiva, vulgarmente cali.ficada de erisipela, ha respetado n su marcha el rafe medio del e croto y se ha limitado á los lados de la piel de las bol ·n , correspondiendo Ala inflamacion primitiva del te11ticulo y de su envoltura erosa. ' 91. La conclu ion necesaria de lo que antecede es que dehe admitir e un hidrocel: elefanfiá8ico, y por lo tanto una in.ftamacion elefan.tidBica del tes&ulo y dekó.rgat1o que lo acompaña, es decir, delepidfdimo/ it.lftamaoion caract~rizada por el aumento considerable de la glándula y su dureza, con desarrollo mar· cado de la trama fibro-celutosa é in61tracion líquida derramada entre los elementos sólidos la gléndulH. Al mismo ti~m­ po se obeervari un ettpesamien de la túnica externa· del 'te•dculo, on depósitos plásticos amarillentos y formando capas superpuestas. Estas lesiones se encuentran comunmente en la operacion ele lot tumores elefanciaooe del eecroto. ) · Con pena Jiemoe vieto cortar loe k!ltesporque eran el aaiento

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le ion~ . que acabamos d de cribir. Opo.nemos fo~m~lla autorid d de nue Lra experiencia e pe01alnl acnfi01.o te ti ·u lo pr texto de tale le iones, pues áu.n ~o~ dideaórdcne anatómico , deben conservarse al mdlVl~U~> . , dulto preciosa glándula& : los i tfculos son toda~fa utt' fun ionan d pues de Ja operacion, sobre todo 81 se ha nid cuidado de ort11r lo colgajo muy corto8 y de n9 prourar u r union pr voc.~•do la upuracion de ~a herida. Nos p r ·e q_u e ba tante decir para re bazar ónamente la ca~­ tracion, ha ta d~ un olo lado, en el procedimien.to operatoreo d~ 1 oequ ótom í . . 92. k naturaleza del mal, -;Segun re ulta del estud10 anterior d 1 cau a ,-se ligaba iempre, á Jo .ménos como cau a oc ion al t\ la aocion de la humedad fría sobre el cuerpo cubi ~;,t el ud r; verd1ld que tambien confirman .la .noticias u mini trada por 1 r. B . .. , que i mpre habla 1do muy amigo de lo oali frio . . • Exi t al nort de MayagUez ~ntl corrtente de agua .cuya t mperatura iempre muy fria, áun durante 1 esta~1ones ml\tl caliente d 1 afio.· El jóven mencionado llegaba cornendo al rio con frecu ocia lll m diodfa y en oca ion de estar su,cuerpo b~lldo n udor gracias ú Únn c~rrern algo rápida. L~ que da mA importancia h 1 cau a ac01deutal~., es que la heren cia no par da tene.r ningun influjo muy evidente en 1~ ~atu­ ralE>r.a y la e usa d la afeccion, put> to que t'n u fannha no ..encontró ml\s qu una .afeccion ~at:tcer~ ~ del. útero en. la rn.adre d 1 ujeto, io&mac10ne crómcas. de1 m te tmo con diarr ae persi tente en su herma~o, y un hidrocele ~n un tlo, qu nunca fué seguid() de elefantiásis visi le en la p1el. 93. .A menudo hemos tenido oportunidad de observar, co· mo en el <!ASO ac~oal, tumore elefantiásicos de las bolsas que, n 811 principio, carecían de las manifestaciones agudas d~ ~or­ ma inftam toria que hemÓ8 resumido bajo ellfombre d~ erutpe· · la tM.ftmlid6ico.. ¿Debe creerse qu~ esa . eri ipelas te~gan s~ gradoe y que puefla debilitarse la ev1denc1a de aus mamfeetaCio· n• basta el punto de ~uttraene á nueetroe 1entid011? Habría

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pue una erisipela eleftmLiásica ~.es d~i r, sin rubi.t.-urtdez, in color, sin hin,chazon notable y sin fiebre, y sin embargo, dotada de una accion manifiesta, aunque silenciosa, á la manera de ' tantas otras evoluciones de las hipertrofias de los órganos profundos. La forma del tumor 'era aquí in:161ita como su marcha: era oval; co'n su extremidad más gruesa hácia arriba, y su extremidad inferior en forma de punta y dirigida verticalmente hácia abajo. . · 94. Obt!ervarpos 1111 enftlrmo cin o años despues de la opera· cion practicada ~or el método de los dos colgajos . triangulares pÚbiano y perineal: expone, gue 25 d1as despue de ella e taba curlldo con conservacion de los ~stfculos; pero, tre11 años despues de la curacion, notó el sujeto que poco t\ poco la piel de la r gion operada, in cambia~ de color ni de sensibili~ad, se ponía má extensa y más colgant : era entónc(' el afto de 1864: Este tra~ajo de r cidiva insen ible en el volúmen de 1" ·region duró ha ta fin es de 1866. A principios de 1867, sintió el ujeto un . dolir muy vivo en la< mjtad derecha de1 escroto, e decir, que la m nife tacion de la · recidiva ofrecía tendencia á la locnliz~·cion u1 ilateral. á la der chH, segun los giros ya ad'optado podo !uwrrias y lesione (>rodrómicos. · .• 95. ~púes ldel exá men de lds hechos relativos ú los hernra· nos B. de Mayaküez, e ve que la r cidiva no está demostrada pa_ra el más jóven, puesto que l1l cgunda operacion, á pe ar de haber ido practicada en .el mi sn¡10 iudividuo, no ha sido por e o renovada so'l:lre los mismos tejidos ~ a op rados, sin9 en par· ,tes que e reputaban sanas y que fueron. respetadas durante lll . primera operaciqn . .E to prueba incidentaltuente que las ope· rllciones parcial~s sobre el escroto solo, sin tocar á la11 partes vecina (el forro}, porque parecen 81Ul8A, merecen nrucha circunspeccion. Lq. pretendida inte}ridad del forro es las más ces apat·ente, y oculta una alteracion real dEl los órg.iuos qutl parecen sano ; alteracion que hará luégo prngres0111 ¡ror poco que haya princirliado dicha lesion: de donde el consPjo)de prac · ticar.en seguida. luna operaciou sobre todp . el conju,nto de los órganos genitales externos, cuando pueden recogerse en os

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anteced nte

que acu en la propagacion d 1 dos d 1 e roto alt~ra-

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tumf.lr s lefauciaco del eu la hi t ria de lo h r-

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druiLitlo r ·.Vallln á ~~~IUO trai' que ~¡ l n didwté ÍGa8 de elefm idlris del e croto. La varie· dad llsru da ucrojtdoea e taria IIIIÍ8 uj~ta á la recidiva que l11 arit'd de que r recen dep oder de la elefa1Jtidsi8 upecffo:a, y como pura d~ cod ruaui6 tadon diatksica vidente. . El tipo eJe dicha vari llad lo hem011 encorrtrado en Mayagtl z. El r. X., de origen ¡~nin ular, antiguo soldado d~ arlill ría (milici de P\lerto-Rico) y de pues director de un masadero,--eometido 1\ l queotomfa por el autor de la memoria HeuiO

f~núa forma

· sefialudu, con cqnservacion 'de los colgajos y recidiva, :ofrece en su anteoed ntes y en el estado actual todos los accidentes d un temperamento · e crofuloso. ~ · 9 · Re aq·u;f la etftu;neracion de los . ignos que confirman 1 naturaleza escrofulo a del r. X., y, pudiéramo ogrf'gnr sin ten~or, de lo re . B. hermanos y del Sr. A. :-Apariencia extenor d 1 tumor, grande y nbotngado¡ i teml\ piloso, cnsi uulo; lo cabello, ca;noa de de temprano¡ uua enfertnedad diatéaica ha cau n~o la rhu('.rt~ ~e su antepasados, transformándose por la her norA. n lente 1trs crónicns, manifestacione cancerosas bronquiti crór!ica complicadas d'e asma, ó más francamente' · turuore l ~fandi~sico de la piernas ó de loe órganos genitales~ - P r ootllme ,te y en la juventud una IIU'ga serie de Elnferme· dad de. l. ojo con ma.teriu a t1arillentas t~obre los párpndos, de r pe~1010n y de' forma ero a¡- en la juventud 1 abcesos frioll 6 into1uáti~b de la cárie de lo hueso ·-en la edad rtdl.llta l~tanife ttici .n articulare doloro 'a , qu~ atestiguJltl la forma~ cwn en :Un mi 1110 individuo de combinaciones patológicaS' binnri~s, QU,>:a b e era In ·e crófula y u elemento nuevo el reu-' mattsmo. · · ~anife ta<:i n íácil y con r pe.tici~n de la afecciones virulenta : blen~~T~gins rE>petida , complicadns d . bidrocel~ simple ó doble, el\ 1 tn dolor y de naturaleza lenta. · . Di po icion á lal! hidrope. íus general e ; c•trable por lo ferru~~~o o y .las ~ pa~acion . y~d~rada . ·ioatriccs de la ingles a mdurac10ne mgutnale , JndrcJO de manif¡ ., taciones JiMática arrLig.uas y m tiple . irio rubio , con escrófulas gAnglib)!are d baJo de las nandíbulns, con scrof1llides'cutáneus y ot\¡¡lmías de r peticion . 99. Gm o ~eto de permanecer fiel hisWriador d~ los hechos darnos aquí la m.edidas de un tumor elefhotiá feo, 1 del Sr: X., cor1 r citliva qu~ comenzó tes atlos despues de 'la oper~W:ion Y oh e.l;'vada '- los CJnco atlos .. El tumor había desaparE>cido por completo despues de la operaoioo¡ y cinco años de pue ' enoontramo tn él las siguientes dim.ensiont's: · \ /. 86

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En 1~ raiz d 1 ro , d 1 lado d r cho al izquierdo ..•.... ........ .. ...... . .. ... ... 0,"'24 &illeinl 1 púbis á la raíz del e \!roto, n 1 punto o que nace el perineo .. ... .. . .. , . . . . . . . O, 3 1orificio del conducto inguibal derecho · · punto el mú declive del e croto á la d recha. , Otl Del condu~to inguinlll izqtú rdo á la parte ioii rior d l e croto izquierdo. . . . . . . . . . . . . . O, 12 ircunf, r ocia del icul , deb11jo d 1 • 94 pene. . . . . ........... . : .. . . . . . . . . : . . . . . . ~~. El 1 d derecho -d 1 tumor e tA m '• no d anollado que el do- izqui rdo; ó mt>jor dicho, l ln9o dt'l'echo ha aum ntudo en largo el izquierdo en volúmen. 100. Lo tumore e r fulo lefantiá icos del e croto pa· ner e ractére que 1 n propio :por t>je mplo, ha~rd rrollado en individuo p rteneciente á la rnza blanca nacidos n Europ , ó bien nacido de europeo en la Antilla . La a u enci y el aumento del colür o curo en los tumor , u bl dura, 1 au ocia ca i con tante de eri ipela aguda,-manifiestan, por flu íotoma locale y generales, la pre encin tnl vez de una eri ipela 1 tente, que, gracias á la pereza de los tejid'oe y del tado gen ral, excluy la manif, tacione 1 le , la reaccione y sobre todo, co1n0 carácter principal, e.specio l y con tan te en e ta variedad, la predi p,osicion de lo-s tt>gumen· toe 1 excoriacion~ e pontánea uperficiales, ya en lo pufi en que exi te una compre ion por el su pen o~io y lo ve•tidoe y tambien n los punto-s compl~tamente hbre d e 'accion exterior; particularidades confirmpdas por -la obrv cione becba en lo h ruíanos B. de Mayagtiez y efl 1 r. Tales .ton lo documentos que hem~ podido recoger acerca de la cueetion de 1 recidiva de pue de la operacion de la o . queotomfa; y creemos que resulta claramente de loe hecho eoo ignadoe ta . verdad: que la recidiva no ea r&i nunca tm CtJrgO para la opm-t~cion, lino aolammte una acmacio/' contra el M

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mttoclo qpmztorio

,m,ua~~o.

Capitulo )_(1. r

· DE UlU AFIICOION POCO CONOCJOA 1 QUE SE I!STA. DI PUBSTO A CALJPICAil Dlll "MOLLUSCUK." 1 •

No. se ha estudiado todavía muy completamente esta afeccion por r rora:' no se lÍa prese~tado á menudo t\ nuestra observa.. f:ion, y en Europa apénas la hemos vi toen el hospital de San Lui , de Pari , en las salas de nuestro maestro el Dr. Bazin y n lo cur os de Mr . Cazenave, Devergie, Gibert y Hardy, que hemo eguido con asiduidad. Lo que hemos ob ervado en dicho hospital, sobr~ todo en la cara, on . ciertQs tubérculos raros, 'Semiesférico&¡-sesiles, con unn depr '¡()n central umbilicada que falta en los tumores que vam08 lt d , cri~ir, lo qut>, por otra parte, son en ciertos _pun tos inllUII)et'Hbl en realidad. J)ejinicion. o podría dnrse· hl defini cion de 1111 mal .quf'· !'t un no e tá clttnunt>ute sepa rudo de lo qu e le parcceu , y cuya vari dades tto se c~nocen t¡odavía. · Sólo que, en vez de definir e ta afeccio11, puede precisameu· te describírsela de un modo umario y cnracteristico, diciendo: tudiarémo aquí una enfermedad que e ,di tingue por f'l des· arrollo de t.um~res pequeftos ~obre la piel, en número por lo general considerable, algunas veces b{l!,tante reducido, d.e. consistencia blanda, de color semejante al de la piel, afectando por sitio todas IJiS regiones del tuerpo, aunque con preferencia las partes. descubiertas, sesiles, pediculizados, superfici~lee, intersticiales ó subcutáneos, de(Un volúmen que varía deldael de la cibez. de un alfiler hastalel de un limon ó una naranja, pudiendo estar situados huta sobre las mucosas; de marcha lenta, pero progresiva; ofreciendo t\ veces fenómenoe de mtl"f·taais y una duracion que parece no tener otro tl!rmfuo gue-el deJa vida; acompañada á ocaaionea de una alteras:ion hipt"'

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rófi de la p~ 1, que e xtiend en todo sentidos, y t:on deformacion de alguna articulacion d la extremidade : n fin, con i rad como incura~le por 1 auxilio de la materia m • die , aunqu mai bien ti cilm ut operabl in cbmpli acion i t.a tardía, ni r cidiv . · mej ntc definicion v le ya e i un d scripcion completa; xaminando ahor11. alguno de e 11 ·aract<:re para un xplanacion m' xt n n. Este e tudio d can a u h cho o r do con atencion, siendo 1 prin ip le lo d !:1 rita. R., d la villa de Ponce; rita . d 1 ill d Afia ; do L·. . . . . . .. , de Coa· .. ..• ob ervndo n' la capital· y tr ca 011 n Yauc pera ri nue tro h pitalillo alli e t.abl cido. grtpam · nLo tk !~o y de le iones.-La 1 ione se en· cuentran agrupad bnjo cu tro form. : 1~ tumore rizifor!llell, raro , di minado con mayor fr CUJ uci al r dedor d 1 cuello y 110b la par de cubierta ; 2~ tumor de volúmen variabl , d 1 de un chích ro ha 1 de uu limon y una naranja, y ubriendo todo 1 cu rp,l, 1 trou o y el cuero ' cabelludo inclu iv ; 3~ tu!_Oor complic do d 1 desarrollll exc iv de JO.. gum oto en una 6 vari r:.egioo , 'n donde forman n . las man como gu nt d piel d ma in o anch<>ft para dicha pa.rces, y mang d bretodo para los p~ft ; 4~ · tu~tores acompafiado de lux cion d un hu ód do 1 t>gmento de un miembro (pié.) ¿Qué relacion exi te entre un tumor de la piel y el desarrollo'exce ivo y como hipertrófico de lo tegumentos externosde toda una region? La union no e U\ muy clara; pero tnmbien pu irse toda\•Í , aunque de 1 jos, el lazo ,que une esoe dos hechos: Id que I'D.á.s dificil de comprender, es ver la 1<> ion aoat.ómica,-tumor de la piel,-teroiinándose en el mi mo sujeto por la luxacion de un pié que MÍecta la forma y la posicioo del pié truncado, 11 mado város, ó solamente por la luxacioo de la tremidad de un hueso, 1 radio, que flota lójos de la mano. El cuadro que pretenta una eníerma atacada dtt la fOrma

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corúluente, es de una fealdad aflictiva sobre todo para una mujer. Figurómonos la tristeza de unajóven ...núbil y cuyo cuerpo desde la cabeza hasta loe piés está como sembrado de constelacipnes. innumerables de semilla de catlauion, de guisantes, de granos de rua{z y de avellanas grande ¡ como si su ou~rpo, cubierto de una sustancia pegajosa, se hubiese hecho rodar 6 su-. mergido el\, un monton de esas semillas. El aspecto de la enfer· ma ea ver,d aderamente repugnante, y ella se escond!! de todos. El principio de la lesion "tumor" como de la Jesion "luxacion " remonta casi siempre hallta ~. infancia¡ raras veces 6. la juventud, i lo mén'os en lasjormas confluentes; su aparicion es· más tardta en ~as jo1·ma discreta8 de la erupcion: en el primer caso, parece que una .didtuia hereditari!\ preside clammente á la enfermedad y á a lesiones exteriores; y en el segundo caso, se da uno mt-jor cuenta de la evolucion-del mal por la ínter· vencion de un daño atmoiftrioo, 6 de un roce cualquiera. En el 'Dolúmen de lo tumores influyen acaso el sitio, l11 regione : los más grandes se hallan en' loe antebrazo , lo11 pie~­ n~s y los pié , es decir, allí donde el ejercicio diario determina un aflujo 'más abundante d los· Tíquidos nutricio!! que favorece la poeicion, declive; en la cabezl\ IQS tumores son raras veces , volumino o , y no pasan del tamatlo de l,;s avellana , son fláci. 'dos y no grue os cual limone , como se ·observa en las lupias grand ó quistes sebáceo tan comunes d 1 lado de la cabeza en la. region de lo trópico . · La pérdida.de la belle~, que re ulta de este mal, afl1je á la · enferma é imprime á sus modales una tristeza, {L sus .fuuciones de. relacion una lentitud, á sus funciones de asimilacion 1tna pereza, de que sufrA, á su turno, toda laeéonomía. Las mujeres eet-'n pálidas, amRrillaa, abotagadas y flacas¡ ofrecen el cuadro completo de la cloro-t&nemia JI del temperamento linfaítico y nervioeo llevado hasta el histélico. • L& evolucion de los tumores parece obedecer A tre; órdenes de hechos diferentes: unos permanecen mú tarde, alaumeotu de tamaño, ·. ]o que eran al principio, superficialu, xtracutiPeos, una capa muy fina de la piel los cubre, 109 dur01 y fá· .


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nucleable ; otro han nacido debajo de la piel y perm n <.:en ó e hacen cada vez más profundos en ~u evolucion progre iva; y otro , en fin, continúan iendo cutáneos, pe· TO 11 medio de COn rtar SU asiento primitivo, participan al ere r del itio de loe dos primeros y e vuelven superficiales. por u CllUeztl, ubcután os por su b e en anchada, y cutáneos por 1m dio, apr tado corno una cintura. El númer.o relativo de tas tre variedades anatómicas de tumor tá ca · r pre entada por la proporcion iguiente: los umol'e8 upetfici lea pudÍeran contar e á millare ; lo tumor s.. mifad uperficial y mitad ubcutáneo e encuentran por nten ; y la ter ra clase de tu;nqre , ó subcutáneos que no tán operado por.un tumor uperficial e cuentan por decen , y todavía pareCE- probable que estos tumore subcután os h yan p rdido poco á poco la porcion cutánea de u cú pide, COIUr) •i hundiéndo la par_te profunda n el tf'jido celular, traj Mcia ella su ápic nacido en la piel. \ -" 0 h Y ecrecion nÚI II da Ó d \!&da, pontánea Ó determÍ· u da por 1 ¡)re i t u 1"' uperficie de !011 tumot·es pequeño ; ni t nd ncia la ulcemcion n vir ud de un. enilid•d qu iu.plea o de de tru ci011 nutuml; olamente lo tumore má grand , á mt>nudo frotnCio n lo movmuento , pueden enrojec r, inflamarse y pre otar, grllcias á e tas lesione repetidas, una ero ion que deja escapa r una eroeidad eanguinol nta. No ha produccion gra ienta, apéna~ algun punto raro, nt>gru o, de acné punotata obre alguno de lOM tumores. La didiuit de familia que parece haber presidido al de rrollo de esta le ion , Re d1rfa qúe lo má 'á menudo ha ido la diitesia ~ea¡ e decir, que l1ipertrofia, e a exuberancia local en la vida de la piel, en vez de ser la expreaion de una riqueza en la Ilutricion de loe '&egumentos, ha eido más bien aiqtomática de un estitdo genera~ caquéctico. . No ea la primera vez que, !.jo loe trópieoe, le eorprende li uno esta con&radiccion entre la pobreza de los factoree, - la nuui~ion, la inervAcion,-y la tiqueza d lo re nltados, la .-xuberancia de Jos s.jidoe 6 de loe 6rganoe.

. Varios comprofesoree, y entre ellos el Dr. Pujals, de Ponce, p1ensan que el asiento anatómico de dichl>f'tumores e tá en las gl,ndulas sebá~eas, degeneradas en virtud. de un vicio partio~­ lar. Pero la sequedad de ellos, ·la rareza de los plintos negro en s~ superficie, la au!lencia de pelo~ en el centro, el sitio euperñcial .de los tumores nacientes, la independencia casi abeo· Juta de ci~rtos tumores subcutáueos libres de toda Adherencia á la piel; .11\ union de ciertos tumores á manera de ampolletas, en u n11tad P,rofundo,s y en parte superfici41les1 solamente por su • cuello intermedi"'rio; la deforrnacio"n de los mil! U\ OS, . léjns de ere feroideos cuando se ponen voluminosos; la falta de adhe· rencitt de la 111ayor parte. de los túedianos ó gtuesos, que por incisidn sirnpl~ y e nncleacion, s~ ~eparan de los tegumento in di eqcion nece aria ; la auseuciA. de quistes, el asiento de ello eu .Ja palrnn de las mano , en donde fitltan los gláudult~s ebóceas OR i. ,de un modo. ab~oluto, m"iéntrns que allí on algu· . nas veces eonfluente ,-son suficientes mzones anatómicas para combatir la asi milacion de tales tumores con una nfeccion de lo folículos' ebl\ceos. u estructum parece diferir á ~edida que adelantan en edad; en los '!lás pegue1!.os eJ ·eJementp epidérmico .e tn 111ejor reflreseittado: los riziformes e componen sobre todo de fibras de te· jid~ conectivo y no se encu~ntran n. ellos los gl6b~los caracterÍSticos de la grasa, los que ofrecen el volúmen de . un limon · contienen núcleos fibro-cartilngino os, y el cartílago pr~domina á me~ida que crece el tamaño ha ta JI g~~r al de una naranja: ~n mnguua parte ap~trece la célula he.tetomorfa, no 1\cus¡wdo así la estructura una malignidad que ya ~alta, por otra parte, en loa síntoma~. Loe pequeftos , se aplat~tan en parte, naiéntras que los grande' resisten al corte y rechinan bajo el escalpelo. En ~tl~nas personns · no existf sino un núu1ero muy peqlle-· no de d1choe tumores, por lo re~lar en Jos parajes en que son más dJJros y fre~uente$ ·los roces de los . veetidos, utú que en loe otros puntos del cuerpo. En eata region hemos podido ver un tnmor indolente, flojo, semejante en todo á una ) bolsa de cuero vacía, pfegada y apretada hácia e)· pedículo. , Eeta bolsa

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d la m nor alterncion en la de do d rdeo funcional; ola mente que niogun v nt'n o b ce r lievc d bajó de los tegurneutos, y lo 1 \.idos del corazon tienen la claridad y la debilidad caracteristi-. de la anemia. . La m~ ea ~nq de loe Ít!nóruenoe que ofrece eata afee· cioo, rprendente trat!oaose de 'u mores que cuentan • alguoe

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aloe de duraoion, cuando eatamoe acoe,umbradoa , .que IObnvenga el citado dcidente en las enfurme4Jde1 íguda1. Adminfetrase un bltflo lrreeco en un caso clado, y he 1quf que H ap.lan~ la erupcion de loe tu more• pP.qu~ftOP, ·y al individuo atacad~J de desór4enes y de nfrimientoe por parte de l01 centro• nervio () ' lll trchando bien pronto ' una perilitlil ribitl, compJeta y p r i~tt>nte de todo un lado del cuerpo, sin que la edad éntre pnrÍl rladu en el hecho, ni 1~ degeneracion de loe va os d 1 'cer bro Las per¡ urbacil.m~8 lll«:>lnstá icas.funcionalea tienen eu aliento en i exclusivo en el JIIOl'ÍmientÓ: en ~fecto, la sensibilidad e· tá popo ó nt\dn udorm ecida. La·.vi ta y ~1 uso de la palabra apnreceu ni desRertar de una es pecie de síncope; la articula· cion de lo so nid ~s, la memoria de las palabras y hásta el eafuerzo del p<"n a~li.ento so11 dificiles ó ilnposibles; despue• de nlgun tjel)lpo, ·S pe11 ion d e lns reglas. Estos fenómenos ha· btan i'd o prébedi os á larga distanciu, en la juventud, de ata· · ques de hi térico con sollozos, frialdades y tt>rrores. La leucorr a cróui · lo h bla .precedido tambien . Deepu e de 1.11 ernda la melástaaia, el cn111po de lu antigua eru pcio n de los um orcs ofrece un aspecto increíble: tcómo ea quo tumor e uw lllllll erosos, tan duros, tan grandes, cuyo do· mieili o :fijo pure 'a o egurado por la duucion de una ·evo1u· lucion ~an le nta , y, hasta puede decirse, tlln laborioea para lleg r á la dim e n i n de un grano de maíz, han podido con ta· mafta rapid ez 11 d j11r .'en su lugar más • q11e desigualdades' eobre la piel, á 1 man e~ de lus cíe trices que queda.n despuee de la curacion e una viruela confluente? La cara, ánt.es cu· bierta de estos . t mort> , no · ofrece ya, deapucs de la repcrcu. eion, 'eino dos ó r~s granos de malz en el rostro y en lae manos. .Lua:aciones de .las articulacio¡uls: 8u coincidenc;a con el Mol· l11a«:t~m. - Eetas luxaciont>s se h..n presentado dos vec•s ·á nue• tra obeervacinn,y el t•·numtttismo qoe ha coiucidido con ella• nos ha parecido tan desproporcionado con la forma de loe del· 1 órden81 loca.les, que nos cueeta trabajo creer que en ~tol casoe baya relaciones 1de cau~a ' efecto entre la• violencia• y lu 1

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lOJU:ione ;, e trataba, mucho mái veroeímilJUent.e, de lesio.,.. c:uyo origen pertenecía ~ ~udicio ne ~cultas corre pondientes 1\ la patogenia de la ·ateccion que describimot'. l.ui U-~ .. -dice que en 11u juventud e cayó una vez; dió UD \rupié tan mfnimo en Í 1 que apéuas pued preci Rr Ul . pormenores, y ofrec in mbargo una lu acion tibio-a trAga· liana tan cow 1 ta una d formacion tan grande d 1 hl!eso de lll coyuntura, ue estas le ione iruponen hl creen cia d un violencia ' ÍV8 1 Ó J de arroJJo c'l Ulla J ion c'l oríg 11 . oculto qu ha coincididÓ olaruente on 1 golpe,_t'. El r. de G . . . dice que recibió obre 1 antebrazo un palo que ni 11iquiera le 181timó la piel y que .má bien h ubi~·ra u bi· do producir una fractura del . rcio inferior del eúbito; he ahi un golpe cuya consecuencia habda ido una ruptura Qun alargamiento extremado de las fibras del ligamento ioteró o, una ruptura d las atadoras del cúbito ni radio (ligameuto triangular) y de e t.aa partefll al carpo; de pu s el mi 1110 golp haboa determinado en la piel· un trabajo de hipertrofi11, ó rn · jor dicho de dilatacion tal de sus elemento , que pudiernn alo· J rae en sus repliegues tres·antebrazos como el d ,¡ pacieute; . )oégo el radio pre enta una independenci · tan not11ble, qu .au extre~idad inferior de oribe libremente arco de grandes radioe aLrededor de la coyuntura como centro. E por lo mis· mola primera vez que hubiera tan pequefl~s causas y tan grandee efectos; por lo cual no creemos en u relacion, &in o en otro origen de la leeion articular y Ólea aunque in poder preci· aarlo. .·.Diagn61fico diferencial.-Lo tubérculos, tales son las lesiones C&J'Acteriaticae de esta afeccion y de la que en Europa ae califica de MoUmcum, sean ó ·nó idénticas. uando ]o, tumores on pequefloe, la calificacion de "tubérculoe" es verdaderai pero, si por u crecimiento han adquirido el tamafto de un Ji. mora ó de:una naranja, es preciso dejar á uu lado la palabra mencionada. Lo que es bien cierto, es que .las lesiones que hemos descrito sou peculiares á la pat<>logía de loe paises cálidol io&ertropicalee dt ~mérica. Hemoe visto loe hoapit.alea de

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Parit de Lóndr de Milan con 11ua salas eepecialea reservadas ¡\la p~lagra. de Suiza, de Brusélas, Estrasburgo, Tours, O~leans, y jamaR hemos encontrado hechos análo~os á- los d~l!cr1tos en \ pre.sente trabaj(>.-Aigunas de las en~ermedades iuberculoaa son contagios~s; pero no sucede l.o m1smo en loa casos aquí observados: las ptrsonas que se o~recieron á nuestro eet~dio~ jarna11 ha11 tra mi ido los tumores que tenían sobre la pael; '! in nib~rg , todo vivlan en me,dio de la gente y de sus fa· rnilias. ' No se trnt'a de l.ana variedad de · acné, porque no e vé que . uos tumt>r ito 's cubran, !l lo ménos en sus'l\pices, del punto negro cnracterG tit:o del acné' punctata, ni hay SUP.úracio~ co· rno en 1 acné pu tu la tu; en una palabra, no se observa nangu· no de lo síntoma propio de la diferentes variedades de dichn afeccíon, del ~cné induratn, del acné rosácea, ni del acné ebá.cea, po exi tiendo tampoco umb.ilicacion. Si ae encuen~ran alguu<? punto negros del acné punctata en est~s tumores, n~ .. ocupa n el centro, ino olamcnte una de sus regaones laterales indiferentém nte, ni .hay tampoco ufueion grasienta en la pie1. No ea po ible olocar lo citados tumorcitos entre laa verru-ga&, porque nuestrQ rnollu ·cum no.tiene su d~rezn, n.i su .aHiento t>X lu iYo eu las parte de cubierta , 11u origen cas1 UDlversal· naE>nte o ribuide un co r.atagio, {l una i~ocul~cibn, su ~specto hendido ' Au re i t ncia francamente ep1dérrmca, su ca1da por . . pequeña ti p~trt fl, ya e pon tánea, yn á consecuencia de un arra o· cn miento; n fin, u tendencia á la reproduccion . . El grano de Alwo se desarrolla m s_bien en la can q!le en el cuerpo y e difemin t\ rnénos que el mollu~cum de qua ha· blamos: é te dur toda la vida, y nó un ano como aquel: en nue~tros tumore no hay supurncion como la hoy en el otro: en los h~cho aduale no se oJ.>serva desec~cion, ni caÍdl\d• Jo.s tubérculos, n~ cic1ttrices il.deleblcs; nuestro mal ea raro ha ta en lo trópico , miéntras que el gran~ ó boton & Alepo ataca á ca i tod?s lo!l inuividuos que vive~ en Ba~ad y ~n Jos lugnree próx1moe, de los que ee espectal. ~n lu re¡tonte intertropical~¡ de AOJérica jaro•• lo. htmol VJI\Q.

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o podría 'pensarte aqu( en 1 tub~rculoe de ciertas fortnu delupele en su principio; 1 ion que no hemo vi to mucho en loe _&rópicoe, y que ólo una VE'Z e nos apRI't'ció en Puerto-Ri.oo, ea lu Jlanura del pueblo de 1 Moca junto .\ AgÚRdilla; pero, ademaa, HOa tubárculoa dt>l Túpu e propagan de un pun&o' otro y por la alteracion oorrt>spondit>nte de los tttgumen&os, miéntras que el mollu!!Cum carece de t'migracion. 'Lo8 padíúes que e hubiesen de arrollado dttspul.'s d lu •iruel "• ó ~et!puf.'l d la plicacion d anguijttt'IR , moecu d ilan ventosas y empl o metiznd q' ocercan más á nue · troe pequefto tu'mor ; pt'fO é to on más blandos, móvil!.'&, pediculizadoa, de 'un color má normal, má indolenk>s, ménO!f luatfOIO(I, nU'Tica spj to á IR reproduccion, y ménos rápidos en tos progre80!11 pu cierto mollu cum permanecf.'n c.>etÁcio· narios tOda la vida. En la forma espor'dica de e to ven Rlg~no11, aunque ra , -di minAdo ohre la mo]lo y obre el -ro tro. Admitamos que lo baya ituad delant u la oreja; y en el rde interno del dedo meftiqut-, y habrá que difer~ciarlos de ciertos tumores que pose n un eequeleto cartilaginoso ú óseo, · qae pertenecen 1\ las orejas y 6 lo dedo 11uplt>mentarios. Ea~ tcMI dedos, observado en las galtináceaa, le imponen el nombre de ~~. que ha !Íd~ aplicado á los niño . La ampútacíon de an molluscum d" una sangre veno a que fluye babeando y nó 'chorro como de loa órganos suplementarios amputad0t1. .Al nivel del borde libre de tales tumores de la mano, puede vene' algunaa veces un surco Lraever al que represt>nta una atÍa radimevtaria, y hace se ~esvanezca toda duda. Alguna• oeuioneP, delante de la oreja, se ~ota no ya un aoJo tu· Wrculo repreaentando una ola oreja suplementaria, aino dot de etot pequeñ~ tumores de un mismo lado, millntras que del ovo eziate otra bolita aemejante con un núcleo duro cen· &nl; pero IN áituacion invariable es delante del anLib'ago. Por o&ra parte, 8101 rudimentos de órgano, as{ , aembradot aobre clioba np,n, loa ,trae el feto al nacer, aa{ como loa 11il dedot o · trata tatcSuett de una tnflrmtdld

la

·--.•merariot.

. COil}O en nuestro. 1nolluscum, sino de una veruadera monstruo· aidad; y otras mont~truosiclndE's son muy .JlOmunee nquf: v. g. el caso de un sujeto q{u~ no ofrecE' niugun rudimento de lile dos bt'Azos, los labios leporino!:!, los hidroréfalo!!, lns e@pinnsbffidal, los piés truncados,.la atrofia de lo extremidades, etc. Los tumorcitos 6 mnn ra de racimos, que á veces se obsE'r· van en las formas conflu~ut.ee l,)e nuf' tró molluscum, ~e parecen bastante á l11s hipert1·ojias de la m.ucosa de la lengtia, que muy á m'enudo se encnen_tr-nn t-n 1 · paises Cl11idofl, en las enfermedades 'herpéti 118 y reumáticas del tubo dige tivo que . padecen loa europeos. Las c.>stomatitie herpética son muy fre· cuentes, muy 'esparcillo en las r<>gion('s cálida , y la indurncion de las. chapas herpética ha hecho pensar mús de una vez ('n los tuh~rculos de In degenera(!iont-s cnncroidnlee; pt>ro e~as chapas herpéticas y e o tubérculo · herpéticos e cura n ron un régim.en suave J!lctt>o y los alcalinos en nltn dó i . Las veget~Jtione11 sifilíticas de In 1 n¡{un no rt>spetan, como el molluscum de la 1nuco o, el color rosado de los tt'jidos, puesto que la cubren de UT) tinte los mlls de las veces amarillento, siendo fáciles de rt>conocer pnm un ojo verdaderamente ejercitado. . · La hipertrofia de las glándulas 11aliva1·es '!/ de las papila8 ¡¡n ciertas estoruat!Lis mercurinlf' ó de otra ,nl\turaleza, se reconoce en ~~ asiento imétrico y científico, si así puede decirse, de . que nunca se separan, ni áun en los desórdent-s anot6micos y patológicos m,ás mnrcad_os . Los tumores del molluscum son en realidnd mil~ esféricos que los ttdJtrcullu; eifilUicoa, cuyo áp1ce es ya cónico, ya· achatado; loe gru,POS del molluscum no afectán nunca el órden en círculo que á veces ofrecen aquellos, los cualés se cubren ade· mu de e1camitu extrañas al IJ!Olluscum, se sitúan de preferencia en loa surcos de la uar~, al rededor de loa orificios• naturales, de lu cejae, del cuero cabelludo, con alopecia generalillda; au olor ea característico. La piel que IIU&tenta nuestros pretendido• mo,u~eum ae oonlena aiempre blanda, flexible, sem.e jante i si miama ID ,J. •

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umores y no endurecida como en las hulxu ó n. ht lJuba , ~u 111tro mollu cum jamu ~ne crec1on manllenta de olor rt•pugnantc, ni por conaigui nt tra que enma aren lo tu more!¡ no· hay cicatrie en el mollu um, corno en el pian; nuestros tubér~ufo no te reunen como en f1uuilia al red~or de un tubérculo mh grande, qu erfa CQIII la madr de la bubu. Los individuo que he111oa ob ervado ·no h n trft mitido nunca su mal por contagio por inoculacion, y tod vfa m 'nos á di ncia. El único,punto de comparacion ·utre el mollu cum y las buba, ea que todos nue tro n~ rmott méno uno r ivindicaban un ' · ogre m zclada (m tizo ). ·En fin, lll eltifantiá · de los dl'ahes Kpróximaría a1 mullu eum en que pre nta una xuberancia con iderable de la piel en ci rta regiones, por ej mplo en lu manos y n loa antebrazos, de tal matier qu lo tegumentos de dichas rt>giooes ofrecen ex •e o de tE'ji o como en la forma leonina de la elefantí i ; pt!ro jr~ma ob rva 11 1 111ollu cum la fi bre p riOdi<!a llamada e1•i ipela a. Los trthtrculo de la l pra, ó lt-fantiósis de lo griegot~ e tán '!nal !.imitados, ménos hi n pedicuUzado~, no re petan el color de la piel, iuo 1 tr n forman n otro amarillo marchito: dichos tubérculo e. acompañan, adema , de· iJ1sensibilidu8, lo que no ucedt~ en PI mollu~~cum . Lo tubérculo de é t no se alteran má que por 1 traumati mo, 1\ dit1 ren ia de lo de la tolefánti i de 1 griego . . Nfl hay que coneignar la menor malignidad en los caractéree •, . y en la evolucion de loe tu more, de nuestro molluscum; así' et que no se le puede a imilar A la formas d'ichhs tuberculoeu de lu af«Jeionu c~~aa de la piel. Por otra partP, las glAnilulu liofiLicu eon siempre reepctadáe en nuestro• tumorPs . que no despiertan ninguna especie de adenopatfa. • Con iq&encion inaistimoa en 1 conrparacion de los turuorea qae ~ora ettudiamoe con las otn11 afecciones; porque la afirmacaoo de loe cuac"'" propi del mal que detetibimoa ee • n&ra m'• clara y m ~or limitada. .

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J:l pron41tico ganaria mucho en gravedad, ei la parilisia unilat(!ral, observada una vez, nó fuese uná"coincidencia fortuita ocurrida en una peno na afectada de . molluecum; pero ei lo• doa. hechos patológicoa eatuvien~n unidos por un lazo intimo, ¡cuAntos tumores haibrfan resistido áun dtoepues de una apopleg{a ó una encefalftisl Lo que autoriza á creer que el /. ruolloecuru que deaaparece y la afeccion cerebral naciente son dos hecho conexo•, ea que la élesaparicion dc1 primero, la le- ' t~ion an.tigua, ',ha precedido Á la Hparicion d la lt!eion reciente. El pronóstico de una afeccion cuya principnl gravedHd es la f~dad, no es precisamente sensible en el í'XO masculino. La indolencia, la ausencia de ulceracion, de t•crecion, rle olor y de fiebre élaw á esto tumores una patente segura de benignidad. La for111a conftuente ee má11 deeagradable que la disoreta, obre todo por e tar 111ás expuesttt á ht metá ta is, hallándoee ligada fnt-itn.~lllente á un estado gP.nel'lll uifici~ rle precisar, . pero cieJ'tamente caquécti,r.o . .La gnlVednd con iste particularmente.en que dicho ujt>to han re~i bii!o, c11 i todo!', al nac ·r la triste heren <!ia de ut1 vicio diat~ ico,:_tulJér ·ulo ó cáncer,cuyos efi ctos deafigurodo ou e t11ollusc um y sus complica.cione nrticularee. · 1 He aquí algunos h<.>él10 en npoyu tl lo q~e pr e de: Luis U . . . , libecto, nacido en Puerto-Ricq, mozo al 11ervicio f _.· de los baños de Coamo, celibatario, ofrPce 11 diferentes partee del cuerpo tumores de un tnmallo varinble, desd el de un limon hOBta el de un chícharo; y ·o11 obre todo notablee por "' nte loo ha engenla oscuridad de la diAtesis que prob drado . l . Principio de lo turuore11:-áutee de ir 1\ Ío lmñoa de Cmuno, la salud del ~ujeto era muy mala, · p ro 110 pre éutubn tumorea; paí-ecfa Kfectado de una especil( de caquexia, justificada pro· bahlemente por la inealubridadlde la habit110ion en que era uno de los sirvientes . Numerosos pantanos existfan eh m• al· rededores de aquella; y su eetado de. salud se v8'ia tan dete · riorada, que_.fué vendido á precio. fnfimo al duefto de Jos ba• iioe, quien lo destinó á prepararlos, es d-ecir, que ~ebfa eetar

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variólica: para justificar cHe ·u ucion dolorosa, la vuculaá la reproduccion deaptiea de

riz cion exc iva la aul ion. ¿Petten e n la cou u á una rlli ecion glandular, es decir, á una 1 ion nuatóntic <1 lo f;,Jículo s báceo ? No y ya hem dicho p r q·u ~.. d 1 1 ant brazo, un tumor del voÁ 4 centímetros del olécrano, otro tun r pero qu tHI lHtr t! corre ponder á la nfeccion actual fibroeos libr s que se des. ' sino mt'1 bi •n :' lo tumor arroll n tan ú menu lo por el frotamiento. br la car xterior dd braw un tumor, el rnós grande de tod a, del tamaflo de una naranja p quefln, y ofreciendo el mi 111.0 carácter que 1 d 1 ant brazo. El r cho llt.á cubierto de tumorcitos del volúmen de la cabeza e un alfiler, de un chícharo, y hasta de una haba: unoa eon lien e n la np 1ficie t<1 · la pi 1; miéntras que los otroa p rrman (' n ni utórt 110 hac n ma que levantar e] tegunt nto. En 1 vi •utre lo tum res eub utáneo!l son numero!IOI!1 mia gr nd y dan á }No r gion el 11 p cto de un saco de paredee finu, que estuvi ee lleno de pequt>ñlls balas de un volúmen variable, desde la gruesa municion ó po tas, huta el de la bala de alpn oaJibre.

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A la d r ch11, en el · va ·í~, dos munic.:ionetl' pequeñ11s y saliente , libr , de prendido de ll\ piel. lnt\ h rnia inguirtul á la dar cho. Lo cante ttí cubierta de pequcflu >l<:vuciu11e~ nau y finHH; pudi ran Cllltt:m:~c l lltt d ciento en cadt\ lodo. . En la nuctt, tu111orcitos pcdiculiz:!dos de tamaño vanahle, indo! ntc .y e ·o~. · T mla la regjon de In el!pal<ln de lu~:~ honthros y de los lomos ofrt!c el at~pc ·ttl t1 ·1 vi ntre, e dei:i r, que nllí se encuenLrn n tltiiiOI'C neJ 111i 1110 can\cter, Cll Wll gran IIÚIIICI'0 1 IIUrtquc n, é110 · voluminos . En lo mu:¡]o ltny flt:Í bien 1111utcltns que tnanvres, puc npénn " nlglllw. punto e túu lcv1intndos. En la rf'gion 'Cicl sacro, do::1 tu111or'• · del grueso dd dedo · meñiqu . · . . , . En In rodilla iu1ui rda s.o ve un tumo,r (iüro. o, como el que ~e hn llu n <>~ c(Jdo dcreclao. En la :ntic'ntdcion fiLio-bu· inna xist una luxacion conJpleta el lo clo !tu e o ele la. piernn; luxu.cion. tal, que en la u¡nr·ha todo el pe o de) cuerpo cargll ·obre 1 ~orde extcn~o del pi '•; ct tobillo tqcn J•O I' fuern nl suelo. El eje de lo d? hu esos ci In pier11a ca ~ 111uy por el lnntc nél nstrógnlo. El enfermo • pr t rtel r¡ue e ta nieccio1i 1 obrevi tro ni principio de ujuven: tu'd; pero lo dllto que u11aini tm son 11nlos. Lo 1n~léolos 1 no ofa cei1 11in 1111 ve ·tigío <le rupturn, nin gunn fonnnc1on de callo en itingú~ punto de los hu e o. i' ·ncce nrio pen nt: mtis bien n una afllccion cc,mg~nitn, en atencivn á que i e te pié hubiese ido el itio de u nn le ·ion grave, híiCin la edarl de 7 1afio , dic)Ja Íe .imi ·hnuria ido probnbl liiC'ntn la ruptura y h1 parnciort de lá cpífh y la d\(lfi i . El 11n\l '•_olo C'Xl m_o. ~::! ·nornt y de:! ·iénde {i 1111Í de 3 ~ 4 ce_nLÍ11at't1·os por debllJO ele h~ upE>rfi cie inferior ele la tibio. El maléolo interno hn d en¡;n· reuido por conapleto·.- Es predw ill:lÍ lir con cnil ado en el orígcl) flltal d~ e, ta nf~ccion del pié, p~r-~ne ltt !~ion ia1Lra11te- . rina l>'uede er 1el resultado de un :: ufnntH:nlo del,feto, cort1o · má torde In .etupcion de la pi 1 hn podido er tnm~ien la _ex87


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pre ion de uoa di po icion patol6gic g neml cu • oríg n hn. podid remontar á 1 vida. iott'a·u rÜU\. uce ería lo mi mo i fu m nece ario udmitir qu cii la l. ion <1 1 pi~ e 1 r ultad d un accitl >nte qu hoya ·orpr ndicl ' la cconomí in r la c·ou ·ucmcia d t>~a di~po­ JCJOO pnt ló i · g nernle . .nt e dente p uale .- Ya abetuo que vivÍt n una La.¡ nd • en donde rn deploruble el e tado d u alud, habiéudolo re tablecido lo bailo-. ¿Era In e rófulu ~1 ' r umnti ·mo ú otn nfi rrued d E impo .ij)le preci arlo . . Prqb'hblem,e11te tr !Jlba. de un e ' tndo caquéctico, comun en lo niño d color que habitan obre la vivienda azucarera , ncompa.f\ado de uu ap tit<l in aciubl , de un vientre enorme, con diarrea expulion d lotnbric , eufinquecimiento e quelético del. tmnco · de Jo miembro , todo ñ ociado á uno. manía vicio a como la de comer tierra, rn par lo muro 6 lo tabique pin odo ·on cal m cullat' en eguida. la e cama que e d pr nden. 01110 quiera que sen, lo baiio lo curaron y e pu o muy f11ert . lo 15 año de edad, tuvo la viruelas d fornta co nfluente· y un ~fto d pue cont nzó la erupcion que e ohjPtO de e ta ob ervacion. Declara no ·haber sufrido nunca otra enfermednd , y_ u tado actual.e'IJ el de un h01ubre muy robu Lo. Deuento notar que die.·tro y cyu con In mano derecha prepnra lo \.utf!o ; 1 brazo izquierdo no pre nta tumore , y lo ruú t¡otaule r1 • Jo que tiene e encuentran cabalmente n el brozo d re ·ho. E te $ujeto no conoce á u familin; la abandonó ó fué abandonado por ella en antómas. · u memoria. es fiel v u iut •liencia uperior á la mediana a' las pe'rson.a de .u.cla ('. I..e e. tirpnmo uno de su tumorcito , qtie nos vendió á p o de oro: e del tamaño de un gui ante, pediculado blÓndo, ho· mogúoeo, indolente, negro por fuera como el resto de la pi •1 del enft!rmo, blanco al corte que tiene una apariencia unifilrme. El corte d ahgre e~ pequetlo chorro, ba tante abundnnte para bajar hAsta· el m~dio de la e pald•, pero conteniéndo4 una leve compre•ion. Al e:dmerr microecópico presenta

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hacecillo de tejid!> conectivo muy abundantes, que se de coloran y cuyo con~omo d~eaparecen fácil~nte por la accion del ítcido ac 'ti~o. Henios buscado los elementos glandulnres d la pi 1 que, S gon &lgunos colegas de 'la r In, con quieaes hemo conferen41:iado acerc.:a de dichos tun.10res, conetituirfan po•· su hipertrofia la l>n e de su estructul'll.' ¿.Cunl e~, pueEt; u naturaleza en patologín?-No son betero· morfos, seg!Jfame te.-¿E táo compuestos únrcamente, como parece indicarlo el micro~copio, por tejido celular hipertrofiado, cuyo · lem'en o ~h allasen om tido á un trabajo ele prolifi.eacion ince an~e? 1 fuent. cierta esta interpretncion, debé- • rín ellumor extepder en el en_titlo de lo An~bo y no tener ·. u contorno mú~ límitE' que los impue tos por llts ndhcren· cins fibr~ o de 1 pi 1 á los rafes medio , A In t~poneuró i y {, los perio tíos. ro nada el e esto ~ucede. El volúmen de Jo~ tumorcito -vnrfn al infinito; u . itio es unas ve.ces subcut{meo; _lo hny np' nns v ible y qu flotan debnjó del d~rruis; otrqs lo 1 Vtllttan; m{ls tnrde, en fin, obresnlen encima de la piel y e pediculizu 1. · E"ta voluciorrde .Jos tUIIIOI'e n tres estadios p rece ~eiia' lar Yerdndernmc_ t los pwgre o d nlguno . tumores; pero otro empiezan r ulmcnte "ll evol u ion, mo trándo e d sde el pri nci pi o ube pi érmicos. · En el libro de ontrndns d nut' tro hospital de Ynuco, en· Contmt)IO la 11 0 a iguiente re. p CtO {t Ulll\ mujer, llamada María de 1 s "' . .. , de ~5 afio y vecinf\ de dicho punto, ¡,, CUI'llle\·nba et el cuello, lns mano · los nntebro2os u.nos tumorcito cut{u eos, variables por su volúmen, desde el,de un grano de n~Afz hn"t!\ el de un huevo. u a iento era variuble; cinco en lll cara ant rior del cu llo, del tamaño ele un grano de ma.lz; en lns otrnd- regiones d~ cuerpo, e velan tumorcit91i !'emejant ~, dise1 tinado obre t:-Jltronco¡ pero en el borde cubital de In mano izquif'rda éxi tía un tumor ovoideo, cnai igual en tamaüo á .utlttuevo de gallinA, subcut1ineo, dul'Q, ~16vil, Ji. geramente dolor 0 1 que )e imp~dia hacer U80 de )a mano y SObre todo cerrarT :este tumor habln principiado en ]atjunntqd. ~

(

1

• 1


20.

ncu a "'ino fi br' ínterm u 111\ 111 uj r ll • color

i111 pie i nci ion R n tl'I'O-po. ' nn o mpr t~io n PjE>r ·ida o d un

meroe o

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gui nnt hu ta la de una ·er za. Tutlo lo quo tieu en e 'te último t:nnnüo On blnnd u' ·o1no 1 t1 • Lni .. ; pero ofrece otros br f' l pi é, <lc·l •ru ~o cl • una na¡·anjtl , en1<'J¡•n~e ul d la 1111\)1 0 tle :\fa ría 1• lo . _. en yo unwr e duro •o11 nbollndurtl, d tr lób uJo mó,·ill's · rl· ou i I<•Í• ·ia.uu'u; ')tiC fibro.a, puc.li n<lo d il" 1 fibro·Cll l ilugino 11. Todp hn cf' t:r r qu E':>la últimn structurn ·ea hl vcrda<l rn . ' o e hizo In op racion, pero es probabl qu, tu vi '• · n:o, 1\ la vi ta 1~1 prueba que m!'1 ntrns bu ci\bnn:¡os, c ~all(] o trntnmo d u ~i milnr t'l · n<o <1 la . . . , t\ pe nr el 1 e11tntlo nrtiln<Tino~o d •1 tumor de la 11111110 1 co11 el en o el Luí · . . , :'L. pe. nr <l r In e·structurn punllllentl' fibroRn no ftbro- nrtil aiu oi'a <le lo ·tum or d e t último. El en o d . . . pan•c tl e11w trur cln1·um nl¿ la lll o<lifie·ucion de tructu ·n. 11 lo tun1on·s múlt.ipl ele 1.111 1ni 1110 individuo; cp•-r<·spol ·· ¡!fnn 1Í. cloH ónl 11e 011 cutmlo ~~ Hl e tru ctura, tllOdifi cncla rlor , U dnél ¡ ";/ in f' lllhnrgo <'StO lt111101'C'S qu hn11 11 gtH.lo. (l s r dift'rc• nt 1< 1 el pr1uierlnn ele u11a mi ma cuun, y provcuc.lrÍI n d nna 1niiHJI II fnn1ilin · por In cl iÍI I.esis úni ·a de que han na cl~l o. im un . . , vi -to· por <h•luntE', pnrc• .' diff'rir del coso ele Luis .. ;-.pero por el t rn~, IIIÍI'I\mlolo rnll' lo~ ho111bro ~, Jo¡¡ num eroso tumprcito. clt· l tnnwiio tl , gran os el e molz ó de pe· 1 queiia ll CC'I't>ZIIH qu • pre. l:' ntn, ·on nhsolutnlileute lo mismo • · por su u. p ctP c¡nc lo!l ob rvaclo n li\ nu cn, lol! ho111bro. y los brozos, qu lo dt!l II E'gro Lu = . . : on ob r todo lo nliRtno qu lo ele la rito. . .. . ' el e Areci~o y dE' lrL rito. R .. el Pon cE>, cu,·a ob ervn'C ion . le. r,·, d<'RpUE' . El llamado in;eon . . ofr<'c ,· 1 nntebmzo · izqui nlo una 1 sion muy digna de r notndn : el cúbit e hnlla im un tndo de luxnci on completa por u extrcrnidnd inf¡ rior; estA flotnn bnjo lo~ tE'gumento~ ; u punta estA epnrnda de los huesos del cn•·po, y va fl unir~ (0 poco le f~tltn pnrn ello) .n In eminencia de la apófi i e tiféicle del rnc.lio. E tn po icion prueba que en toda u extension goza el cúbito de una movilidad perfecta y que ui la inserciort s rnusculare , ni las insercione ligamento. ae. (ligamentos ioterno11, ligame~ os carpia-


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rtud d lo reo de círculo de$crito r dPdor d n nrticulncion del 01110 e 11tro. . Por nu ,tm p ltR, int rpr taiiiO tn le ion COIIIO hem o~ int rpr tndo ·n In lux cion el 1 pi'• 11 Lui .. • á pt> nt• de In~ vari nt etiol' i ·n · qfr cirlu por nuestro enfermo, quien defa:.' : a enC flll dad d In pierna 111 ha V IIÍdo corriendo' ; · al ,. r In nu en Ítl dl'l mJll '·olo interno, ht>mo dicho: lesion ronglnita.- u tumo . . .. im·ocn In ínter encion de ur1 olpe d pnlo ptm pliccir el dnño del cübito; y con idernn<lo no. o ro qu , t hne~ o· <'· tic no ~oln111 nte luxado, ino verdad r: m nte flotnnt(', deeinH cono con r pecto ft Luis: "!e. ion ue datn pr b. lt-ment' de ·d 1 na i1nit-nlo. Ahor bien,-clrul do t<uj to cuyo cut-rpos e tlín cubierd tu111 r s hom t•111o1fo y que ofr ce11 nl 111i 1110 tien1po una 1 iuu :lluil gn d d nrticuln ·ione d !11 l'Xtr midnd s, ;, ,·iP-te algun lnzo er;tre 1 tumor<'. por unn parte y la 1<' ion nrti ular(>l'l por la otru? K to e po~~ible- .nunque muy en vuelto n lllie erío. . que pre tn npo ·o !Í un oríg n COIIIUil en todas e ns 1(>, ion ·., r{'fi re11t •i In ,·ida intrn-ut ina, s (;'( !liguiente nrgumenn fa\·or d unn e usa IJerediturin de dicho tumor<' :-El pndr d~ ha m u rto de un tumor e111 jant .en _todo, por u con i. teneia original, ni que UHn ~ u hijo E'n el pii: izquierdo. El UlltOr el 1 pnrlr e>ra del lnmnfiil tl la cnbeza d un. nifio, ~b , itu do . obre (>] ho111bro drrecho:· reblnndeció, e y a't . trnv ·• tl lo tegumento ·u 1 ·erndoq Pe derrnn1<l una gran nti el d mnteri ··<· JX' a, _mezclndn eon d trítu. de arn rebland cidn, que parecían coll.Sfituir la ~u l.ancia del tumor. E mi rno enfermo 1-padre d G .... , pre entnba n difer nte punto. · de u cuerpo 'y particulannent en el anl brazo d recho, alguno tumorcito8 blandos qu el hijo comparaba A lo u · .-Notemo· In predi! ion d 1 brazo rler cho en te individuo, a. í con1o n Luis ... , para e o tumore!'l; e decir, ~1 bl'nzo de la tiCf'IOn y tom bi n el de las iol nc1a exteri re .

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La 11111dre d G .... 111Uri6 clt• parlo, ~c· u l11 fin11ili1L el •1 1111~1110 110 hay tUIIIOr(' '<.'IIII'.ÍIInLt!t!. Aeul>a1110:; d exn 111Í11:11· ~·11 G . .. 1u 111i1n·. 1" ''1 111·ño · y grall· d •,, él 1 111i 1110 1111100 IJUP In 1~· ¡¿11 arti .,,¡,;,. ." h~tc·~ol'!a: r¡ued11 1111a terc•ra ·:d'•ccio11r, qu · IJeu1w1 n· l'J vado por ~~·r quiz:o-¡ la lii!Í i11tt-r i'a nl. >. En ef' •ct.o, la pi ·1 d •1 autl'hram izqui<•lllo t• · 'Xubera11t y par~· • till'rll:n· 111111 IIIH:hu 11111111-{a, y e11 I'Mla ¡•uvoltuJ'n Ln11 tl111plia t!l IJ111' ·o >~e l'lltn•ga 1'1 tod" ~11 · IIIOVÍIIIÍCII · to · do ·ircu'11duccir/11. ~~~ podo111u.· 111'11o:; dt• a~ir"il11r l'lila V~tl'· .dad •rn IIÍpl•rtrofia. tll:! la pi ~·l }¡ la tl11 la <·i··fiiiiiÍI'I~i .- de iim11u leuntiua. .Ten 11 o~ pr • c1it • e1 1 la 111e111oria la lc•tngnd'ia tJ,. 11n s ujct.o ljliC opern1no t'll t•l hn~pit.:d de la Ht~banu : o•ra 1111 1111al:.'to el • 21 aílo , cu ra picl de la cal¡•z:r ) dtJ la t:ara ha_l11·ia s11fritro ti iiiL hipertro~a· de la pit•l Jllll'dnga. l!ll r:úti:< d tJ _ dit~ ha :; r!·giunt• <h• · ce1nlía 1.'11 é:l ·cac)a:< I:< II CI'~Í\'11 ~ dl•:.:clt.' l'l n~t · clin d · lu ~ ·ulu · r. a hmsla el hornbro: c:rda rrgion1imllnha :-11 c;laorr11 do· pit•l y torloij ~·o~ p.liegue k .i111hri eah:111 l;'ntre 1'1111>:~ t:1111111 laa ft•ja dt• 1111 l<•chtt; o~leuero t;~b,ll 11du l:aia obre la· f'r •nlt·, la pivl d • la fn·11~ • :.:obrl:! _el t~jt , lo p :irpa~J., sobre la~ lll t ·.iilla~ l:o:< 11u-jill:ts ,.;olrn! la l>arl>a, la Uu l'ha .'ob1:e c... l cut·llo y el t;l~c• l lu · liuhr,• ,.¡ houdu·o. ' · E~o plil'gllt'S e~t:rba11 "''fl:ll'udr,s por adht•n • llo · ia~ fibro.• u ~< s11b- , eut:ÍIIC'ail y los lra:~tornos dt! la d.·nli o· inn p·rttbul>all IJII I! l'l · Jlllil'llto rlcl111:d ot:upalta L11111bio ·11 d ·lllaxil:11· ""l"·rior. El lado dtJ la cal11.•z 1 y del ro~~<Lr :" :<t• hallali.o 1..-rli·t·l:tllll'ltLc K:r11n. E~ ·ogi111w; d últi111r1 plio•gut: ¡>ar:1 "1' •ra ·ln, ·l' t:rrod11 ,.if 11arlo :-~1 ('1111· to de ill~tl't:Íou <'11 l'l lrordl.' librl' dl' l.r lltnllddndu.' tr·a C IIIIJ';!I':t i:ÍIIII,VÍI' III' {1 lig.or 1'"11 (¡jl ;l•rlrot(j ;¡ do• la f'Ít•l del brazo 1111 ti ... :i lo L11111 ;11r:itn r¡ 1r•• IJ,·v.t 1'11 ~~ ~ t:llvrpo; )' l' · IJII!:! la 'ritu. H. .... , de.P_duct:(t:uyn o:11• r1;" ·\ 1rt1m •·111,¡, ... ~V rl· p '1]11 •no flllllflrl;':< •rn•'JIIntt·rl lln,.; do· L111 : o .... y ok q ... , of'1: •cía t:pnbit•n 111111 h• i 1' •rt.rofia an1'rl, ""' rlc In J'ÍI'I d • la 11111 · \. o 1111 ·el tll 'UIII ' IIlu d ·<'~ In:< n·giollt'• ~t! llnllalt:o t.111. rlo·>'nl rollado . t' 11 guallli.'S de J'll' . 1 r1l'liiii~I:IC \ . 111 :pi· I}'IC Jllll' 'CÍ<I_II cubÍcJI'n de cho, e111pl•nrlu obre todo pnra 1110111:~r Íl C!lhnllo1 No he111o vuelto !l ver á G. -- de de el 111es (le ct~tbre q(l

!.


297 296

ill¡ r I'CI rl . ¡m •,. ]lnci ·ncio i IIV . ti '11 ·iott<' 11 • rca d > IR Jeflllti: i , no lt 1111> prq~ttiii:Hlo- 11Í a nfl'rlll •dad, Cfllll ·te1iz11l por lllttlOI •, 1' •qtt •ñM, 110 d •hb ~<'1' npro.·imada l1 la l'h·fanti~.,¡ d • lo" tl.ra\¡('~ cn11•idl'ra11do t>l <1 • arrollo rlt! In pi 1 d1• Lt nulllll. l'tt h1 'rit:t. 1 . ,, 1lt·l aut ·hruzo n G..... - E ta ctt• 'tioll ." •lc:<tudio I!01ttp.tn1tivo t¡u lt.n Jll'O\'<H':ttln llevnn 1111 • tra oh- •1 \';t~·inn :í In':! eon ·lH~iom•. l'IÍ••uie11t •s: ('i •rLuttl •tth', •. it<t ·, nl¡,;n1111 r •lacio11 c1tlr • 1 '~ t.qp1111 •nto. alne.l\111 tl t!h·l't1111i:'t Í:< tl IM :'ll·nlh'" ,' l:i pi ·1 tll' <i.... ' el Ta rita. lt .... ~ ¡wl'll uin fun ill(lj\'i.Iuo 1lf'• ·tado de ·1 filllti:\· ··:-~ d • lt; {lntlw:,; •11 ¡..,, pill'll:t:-< 1 1'11 t·l ··~no to ~11 lo · rrnud s labio• ;.e Ita pr•'"l'11taclu e·e111 jll'fJIH ño:; IIIIIIOn·~ eli ·e111iiiiiO()::I •n tocio ,.1 e'lll'rpo, el• volt'tlltl' ll \'n riahh•, 01110 lo:< nfrN' n In · tlif•r llll' · lli'I'I!OII:t~ eh qu • :u:alta111t•::' d' ltnhlur. d 11 111~ ta hip I'II'Ofin 11l• la ' pi •1 1'11 (; . ,\' '11 la ' t itn. lt. jaiiiiiS l"l' lt:t a 'Olllpu,ÍI;IIlO ti • •ri,.ip •la dl' 1'"" lltaltil~- luc:Íoll l'Xllllll' tll:\tica pl.'rió· •li ·a. llll'll"'ll:tl qu • ;,, •h·~arrnlla e·a~i l-Íl'llljll e 11 lo::! f)ll ¡mtlt>t'l'll 11 . e•ldl1111'lll :<ohr1• ~odo :ti prÍtH'Ípio. Eu fi.u, inútilllt<'nl> : lnl't'MÍIIII l' " '"'11 d''· ~u.i•· lo •·cm lti¡~t·rlrolia 0<' In pi •1 gnn¡!Ji•,~ linl'lttit:t>::< Ílli:tll :¡tl o~ \'11 In . axiln" . . Cr '1'11111 , pctt'" fiii'' !.1 e·cd' nn•·clatl tle lo br:1Zo!\ rle G . ~~ Ol' l:t" mallo tll' In Sril:l. 11 . cll'h• li"ttlnr .¡, UJI .tl'lll)lljn "ohrc la 1•l •l'aiiiÍtÍ~Í". por lo ú1'',"o~ 1'11 •1 enpitulo tl 1 clinrr11 ~tko clifett'IH'Í<II. \ tal'l 'lll ~~ olt u~ tlrh Í11clividuM. :tllnqn n'1 pid11111<'11lt•: a1nbm1 1"'~ lt'ttl'\!1'11 ú la •:ate-gol la d•· ilttC'. ll o"' ol1 I'YIIdfl.' <' 11 Ynm:o·; Ultt l cl• l•ll"• of'n·ci.1 cli"l'lttÍIIHtl,,~ ·11 ·1. f'lll'l'jlO tum ore p<'qu ·no ~- raro". lllll'tl•lg•~ :'1 lo~ yn ch·~('rito y ::-i tu :l<lO~ .~obr> todo 1·11 ,.¡ ('lll'llo: e•ra 1111 lu11nhn• ele :;o niin,;, lllttlllt.o goza11 dn el e hue'llll ~:tlutl por otn; p:11LE', ¡, qui•• 11 . por npodo !IHIII:Ih:lll '' Loll'l í.c.' El otro t•td~·l'lllll t·nl 1111n 11111jm· ,-iudn ele Ya11 ·o, como el• 5ü nfto. co11 1111 lttiiiOI' l<' '11111 ·utnrin tll'l lnrlo OPre ·ho dd ll'llll..:o•.'ll· ttal nf'•cltchnla forma y el ln111:1f\0d un hig() gr:lll· (l . E t • IUII IOI' N;, inelul •11tP, i11c •loro, bluudo, nH:ío, e11 bnnda y lt'IIÍ•I plit·gut> c'O IIO uufl bol<!fi vncíu: u caróct ·r di~tintivo r dift>rir de lo tnmor ant riorm<•nte de crito en que ~o

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~r~ remitente, lleno, abotagado, ' sino por ei contrar'o, parecía umcamente formado por la piel, como si el tejido celular aub.c~táneo s? hubiese negado al trabajo ·deo hipertrofia local;' 6 b1eo, pud1era suponerse que la piel babia permanecido hiper- · trofiada, reeervándose el centro del tumor. . Así pues, la naturaleza de tales tumores ae halla eaclarecida con el-solo hecho de su evolucion especial. No 10n las gl,nduJas sudoríparas, ni los folículos sebáceos, ni loa folículos pilos01 los que ,pudieran . reivindicar, como pertenecientes al 6rden a yo, e~os ~equeflos tumores, por lo regular del tamafto de laa avellanat!, que pennst~n debajo de la'piel primitivamente y no ·llegan á ocupar u espesor sino mucho despues de su nacim'ien· to, perlnaneciendo á vec()s completamente y siempre subcutáneo. · · D~ Josefa R., de 30 años de edad, celibataria, residente en Ponce, ofrece_e~ todas las reg~ones de su cuerpo tumores pequefios, . oo.~stJtUidos á expensas de la piel y d~ los tejidos sub· cuttineos.- Eimal emp zó á los 7 'a~os: al principio los primeros tumor. s se mostraron en la mano izquierda, despues en la · oreja izq ierda, en .seguida en el. pié del mismo ládo, y luégo 1 de repente por t~do el cuerpo. · Los antecedentes personales acusan· una salud perfecta no ·habiendo tenido nunca que hacer cama. Su padre muriÓ de · l ·.· tísi pulmonar á los 65 atlos¡ dos hermanQs murieron tambien de tí is¡ otras l1ijas de Ja misma familia han sucumbido1 una • en el parto, otra de téta!lO infantil á )os 7diae,, y la otra d e fie- 1 bre cer.ebral,-Aiguno miembros de ]a familia han fallecido en ,Santhómas, _unos de !eumatism y otros de tisis¡ mas nadie ha tenido tumores iguales.-Acaso la transformación de lii diátesis tuberéulosa en otra homónima hipertrófica b-a .podido ser la causa de su produccion. · E ~do actual: salud perfe<¡ta. Métodb anterior: zarzapait:illa, rob de Boiseau Laffecteur baño~ sulfur~os, pomadas yodadas,-todo esto durante un atlo; soluc10nés yoduradas. · Operaci9n.-Fuimos los pri~eros que, en 1869f separamoa

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~umore del volúmen de un limon pequetlo, situado• amn la e~tra intern'- de la pierna izquierda el uno, y de la d recha el Otf . . Dichos tumores e t.a.ban pediculiz dos y ulcerados al redeoor, á con ecuenci del roce que, en la marcha, ejercla una pierna ontm la otr . Hiciu:ro dos incision~s en f?rma de pa· réntesis ó media -lunas mirándose entre si; la p1el era muy fin · y lo tumores foéron como enucleados; se pusieron doa utur y la cur cion se 'ti ctuó fácilmente en . quince dias.El corte de lo tumores .era blanco, elóstico, de consistencia dura, rechinando' al . cal pelo. N uestro dis,inguido colega_ el Puj 1 , do Pon ce, le extirpó un año des pues mt:ts de c.ksctento tumores· de 1 piern , de l s brazos, de las orejas, de lae mano y de la cabez , en ocho ocasiones, siil que hubiese el menor ccidente con 'ecutivo: cada incision daba lugar á la pérdida de una not b e cantidad de sang~e. La curacion se obtenía en quince días, en un me~, por pril.llcra intencion. E do de 1 tumores cu la actu lidad.- Lll cara está liter lmeu te cubierta d una cantidad inuum rabie d tumoree pequeJ\ , d 1 t maño de una 1 ntt>j ó como cabezna de alfitere , indolente y secos; sobre- la. nariz dQ.bajo de la mandíbula e iste una veintena á manera de granos de maíz; un tuID r en 1 párpado izquierdo. La pre io_n -no hace al ir nadt~ 8 ello . Las manos se h Han tambien cubiertas por lo• mis· moa, pero los intervalos sanos son más numerosos y ruá~ exo que en el ro tro: hasta la. pnlma de la mano está ltJvadid ; debajo de la piel, en .lo mismos dedos, se elevan pelotu de a iento subcutáneo, del tamaño de. almendra•. Hu • pues diíi rentes sitios en dichos tumores: unos son ' 1 • ~pidérmico y operficiale , y otros. subcutáneos y profundos; los primero xigen' para ser cortados la separacion de uua parte de la piel, y 1 otros son enuclcables mediante una siruplt! inci1ion. Los ~umores extirpados no se han reproducido.-Ni en los mu•l ni en el ~ieotre los hay i en los lomos y en el sacro son

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Ínuy pocos y pequeños; en los hombros son chicos como lentejas, y en los pechos se notan en gran núUJ,ero y grandés como granos ·de maiz. .Los .•íntomas generales son nulos: las funciones de todos los órganos se ejercen con perfeccion; sólo en la palma de la mano se sienten algunos dolorElB' en la piel superficialmente, y hasta en la parte profunda, en los músculos y. el esqueleto de cad11. mano. . :.. · La piel' parece floja en las _manos, cual si estuvi ífan cubiertas de guantés demalliado anchos.~Aigunos tumores; en vez ~e ser redondos y llenos, están .como for¡nados-de piel marchi! ta, s mejautes á la, de las hemoqóides l!tiguas (mariacos), presentándose esta forma sobre todo en la cabeza.-No hay accidentes linfáticos en ninguna region. -Los pulmones y el co.razon están sanos; el hígadp y el bazo inta~ tos . -Existe un f'Stádo an~mico evidente.-La pacien te suda con facilidad, y su• pelos son · natura.le~, como eus cabellos. El estudio de la lengua, ó. la simple vista, acusa un upecto blando y como si se llmoldara á los dielltes y al velo .del paladar. Con la lente se ven las glándulas y las papilas más abúltadas que en el e!!tado normal, pero achatadas J'Or la. compresion del paladar. Las encías están lige ramente inflamadas d consecuencia, m~ y probablemente, de las clri s de los clientes que h,an sido muy mttltiplicadas. El velo del paladar parece normal. _La sensibilida4 tactil de la piel y de !as mucosas ~s normal. No hay tendencia á la ulcera cion e los tegumentos: Es cierto que algunqs tum ores han presentado lnOamaciones, pero esto era el resul ta do de un traumat.iamo: lo tumores ulcerados ·se hallaban situados en las piernas y frotaban unos sobre otro• durante la marcha. El método ter~péutico no ha. contribuido (~ ilustrar la naturaleza del mal: tb. arsénico, dado ~ alta dósis por el Dr. Pujals, no ha. modifi~dd lK disp~sicion de los tumores de l~ piel,. como tampoco el ypdo y el mercurio. .

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800 ~de J.a.Sri~.

C., de Arecibo.-Erupcion confluende maíz· repercusion de loe q e tenían por uiento la cara y la. manos, á consecuencia de un balo freeco in~mpestivo; y aparicion de una parálisis del lado derecho del cuerpo, · de causa anatómica, orgánica, cerebral. . t. Srita. P. C., de 30 aft.os, ofrece úna erupcion esparcida eobre todo su cuerpo, con~~mte, de pec¡ueños tumores que hemoe observado despues de los de la rita. R., de Ponce, y que eon en todo id~ntic.os i los de la última. El prin~ipio del mal .data desde la infancia; .•u marcha ha ~ido progresiva. Hace dos años, es decir en 1872, pareció detenerse on su crecimiento. Fuá sometida la pací nte á loe preparado ferruginoaoe, al vino de quina y á los analéptico bajo todas las formas toda vez que presentaba loe signos generales de la cloroanemia mejor acusada. Lo fué tambien al uso de los batios freecos; y á consecuencia de uno de é to!, ndministratlo en 1874: á erincipios de a1lo, fué lltacada de dolores de cabeza con sudores copiosos 'y fríos, y al mismo tiempo trastornos intelectuales. Dijo la enferma que sus ideas se perturbaban; pero todavía se creyc> que le C<?nvenian los baño fríos,. y ni segundo cayÓ de repente con .una de sus · piernas y uno de sus brazo• paralizados, pérdida de conocimiento, de la vista y de la palabra; signos graves que de muy cerca. acompañaron .á la senaacion' de la parilisis de la cara: desvjacion de la boca, de la lengpa y de loe ojos. Al volveJ del sincope, inmovilidad de la len¡ua, que apénu le-permite articular algunas sí)abas; fatigas i ee la obliga á buacar un pe~samiento, .dirigiéndole alguna pregun~.-Tratamiento: vejigatorio volante á la nuca, eatimulantee á la pie! y de loa sentidos, revulsivos intestinales; y como resultado, el reto.-no del conocimiento, pero persistencia de la parálisis; amenorrea.-La sensibilidad solamente se ha

temores infundal:los, leucorrea.'-Más j6ven todavía padeció las

.t de tumorcitoa en forma de -granos

couaerndo. No e1 inntil recordar que, durante ,u juventud, había tenido la mencionada Sra. ataques hiauriformes: facilidad pam el Uaoto, •nfriamientoe, va¡)ores que subían á la cara, a¡itacion,

· j influencia de las variacione,;ntmosféricns, cuando aparecen las 1;1ub~ ó cuando 'nueve. Despucs los tumores de esas mismas regiones se ponían dolorosos ó. su turno, á consecuencia de las mismas causas; pe dollde la intervNH;Íon de la idea del reuma· · tismo en el ma~ actual. · Hemos visto k _la enferma dos veces, lwtes y despues de In. r~percusjon, ll~mándonos la atencion que hubiesen desaparecido casi enteramente los tumores de la cara, en otro tiem..po innumerables. Verificóse nueatra primera vi ita en· Ju~io de 1870, y la segunda en Mayo de 1874, en cuya última fec~a apénas se veían algunas irregularidades, como si hubiera sido afectada de viruelas confluentes seguidas ·de una cicatrizacion • 1 completa, notá~dose ya apénas tres de. esos .tuu10rcitos en el rostro, s~empre con su mismo voll'1men de granos de maíz, En las manos, ·que nían mucboll a·nteriorm ente, ahora sólo ofrece la izquierda un tumorcito úuico, y ninguno la derecha. • En M~o de 187~, el exámen de las regiones de1 ·cuerpo . accesibles á la vista permite notar tumores más numerosos que en l!_t cara en las manos, pero tampien han dismin'uido bastante. La s n.sibilidnd al alfil er se conserva en todo el lado , . paraliza~o. La ¡vista ~e ha qu dado turbin, y la enferma ee lu\ vuelto biZca. FGtofob1n. Dolor en la nuca. Apetito moderado. ' .Estreñimiento. ! Pulso á 84 y 88, debilitado. Corazon sanor lo mismo que los pulmqnes. Anemia. Las mucosas están exan1 glies; las de la bb.ca ofrecen sus tumerci.to , aunque 1pénos bien acut~ados que en la Srita. R. Familia generalmente sana:· padre de 74 atlos, mallre con una edad proporqionada; fuertes. En las consultas que dimos fué admitida la idea d.e. un re. blandecimiento en el hemisferjo izquierdo, asf como su gravedad, sin excluit la posibilidadlde una mejoría y. de una -c~ura­ cion, con el ti<'mpo1 de la lesion cerebral indicada. Método:-se~al á la nuca, fricciones excitantes, irritantes (cróton) pa~a dbspertar la érupcion en las partes que le servían de uiento. Purgantes ligeros, pero repf;ltidos1 de caÍomelano• y viruelas.-Dolo~es antiguos en los musloJ y las piernas bajo la.

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yoduro de potuio, 0,30 centfgramos al

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MarcAa.-La r lacion de los hechos que preceden, demues tran qu 1 lentitud es el carácter principal de la evolución de dichos tu more . tr aráct r que se manifiesta en s<>guida, es · que nunca mar ·han hAcia el reblandecimiento ni hácia la ulce- ' racion. ntes de aparecer el tumor, á menudo no existe mis que uña simpl mancha, es decir, que el tumor naciente (>S tan iusen iblc que sólo la vista revela su evolucion. El tacto no compru ba entóuc la prc encía en la region observada de ningun tumor n via· de de artollo; y uno !Je pregunta si el tu· mór el primero ·profundo parn hac e en seguida superficial, aiendo la r poE' t qu,<>, en ef< cto, la r gion subcutánea, es de· cir, 1 t<>jid celulnr · ubdérmicos parecen cr el punto de partid11 d ci<>rto número de dichos tumores. P('ro, á· In v rd d la ran mayoría de esos tumorcitos principia u evolu ion por una pequeña .eminencia, que no "afE'cta el ~ rmi ni lns pnrl(' que lo cubren.-Cuando observan lo ~'Un10rt> fl ojo y qu se han comparado á mari cos, puede uno preguntar i e e e tndo de flaquencia constituy una varie4ad, un <' tado permanente ó..un tado transitorio, ó en fin, la última mnnif< ion de un tumor que s desvanece. Las respuestas de 1 s enfermos, poco ob ervndor a, dejan todavía e diversns cue tiones in cont(' tacion satisfactoria, 1 Dur 'on.-1-.'\ d lil. vida d 1 pací nte. La forma conflut>nte paree(' ola pre tarse á la d viacion por metástasie. La f~:ma di1cr 'ta más fija, y durante atlos enteros ofrece el m111mo núméro de tutooree en el mismo itio, con el mismo tamaño • · y conaistencia.-La durncion dél e tado,general que ha presidido al nacimi<>nto de loa tumores, desaparece mb bien en la forma discreta que t'D la confluente. En esa primera forma, el estado ·caquéctico ·que domina · el nacimiento de dichos tumor desaparece• para sobrevenir la salud, ofreciendo ellos ent6ncet una eJtistencia independiente y están por .tanto mé· ' n njeto1 á 1 prolificaciones inagotables, pero taro bien mén01 ezp f. lu cau... de la repercueion. Esoe tumores dilcretoe

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gozan ent6nc• de una e:iistencia indivtdual é independiente. .1erminacion,;-La coracion e~ntánt;,¡' 1in resonancia en la ~on_omía parece imposible: esa resonancia as la prueba de que d1chos tumores no han nacido de una afeccion local ó t'spe· · cial'á los tegumentos, 1ino por el contrario de una causa gene· ral 'que intorell8 toda la, organizaoion. Puede ~no preguntarse &i esos tumores pequeños son el resultad~ de la tetminacion por induraciou ~e un trabnjo inflamatozw de la piel, insensible pero real. La hipertrofia es á menudo la t rmillacion de un est¡ldo patolQgico que escapa á . nuestros t~entidos, aunque es suficieute para producir efeetoa · aen1ibles que ~cabarflln solamepte cou In vid'a del e ufertuo y que ha11~a podrán sobrevivir á su causa. Uua influencia atmosférica ~e1agrada~le- ha terruinado ruás de u ha vez por un trabajo semeJante de hipertrofia g,eneral. "' Oausas y naturaleza.-Uno de nuestros e ufimuos ra mozo de ba~ós, ·Y sus bi·azos, sobre todo ~ 1 dere~ho, fu ro u el auento de tumores cután~os que llegaron á ser del tamaño do unoa limones.-;-Otrr muJ~r era lavandera, y t> s mauos e cubl'ie~·on de ~u•.uoras que llegaron á tener la dur za <;:artilagiuo a y el volunHm de Ult huevo.- Otro ·estaba uaturaln-leute expu·e sto á 8Udore1 abun.~ot .s parcial~s, y sobre CS¡IIS llliltlllfiS regione11 con frecuenc•n moJadas, tuv1eron su usi ~ 1to los tumores.-En otro. se reconoée .1~ accion combinada d ~ os udur"s y del frotamJ~dto, apa eCJendo los tumorcitos en ol cuello y la cintura. · -U~~ jóven e_s _h ija .~e (laicos y o tri• de can cero os, y ]a her~ncia de utt YIClO ~ue eu los pudres ~tl tras1uitía por una JeSI?o de los órganos Internos, l9s pu l:l{)IIO!l y el estó.mago, cambia de naturaleza y de sitio al ca•ub~ar do víctimas: Jos nuevos producto• desarrollados por la enfermedad huufan 11ido haeta • entónces de naturaleza benigna.-:Las ersouus de san •re mezclada (mestizos han sido eo e o ' ]a a 8CCIOn de que se trata 1 acaso ¡lOT la misuul _<¡IWL que ai menu~o 1e nos h" dado á conocer, prodigando en nuestras ob-. , ae"aciom:s los cas~s de t~rculizaciop pnlmopal)- &, pues, una afec<:Jon especial nueva y sólo parecida á ella iuisma.


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-' incómodos, esto es, I01 que están situados en el rostro en las manos y la piernas,-los más Sl:andes, los más dol;rosos á causa ~el trabajo. de ulceracion traumátic¡(, consecutiva á Jos frota~~nto.s ocasiOnados por la marcha.-Es preciso evitar la· multipltcacion de las heridas y la .separacion de un número ?ernasiad_o grande de tum?res á la vez, pues esto tendría el lllC~nv~I~Iente de multiplicar las pequeñas pérdidas de sangre en IDdtvtduos ya anémicos, y de trastornar su salud general tra f~rmándolos en verdaderos heridos.-Conténer bien pronto 1 fl ~o de ang re V\flOSa con el percloruro de hierro extendid; en a~ua.-·Aplicar pequetlos discos 'de yesca, .mantenidos· con alguna tiras de tafetan inglés cruzadas.-Esas pequetlas heridas ba ~r.ían para procurar el tétimo. Evitar á los. enfermos la expo ~c1on al aire libre. La cama y los vestidos, más onbiertos q~o ánt~s d.~: JI\ operacion.- Si el tumor es cartjllaginoso, u.na ~uuple Jnciston superficial, lineat; practicar la enucleacion sw d1 eca ; fl..prox imar los colgajos y los labios de la herida · l~~r medio de los aglutinantes y de la c_ompresion.-.-Un ~olo tiJeretazo para los tumores pequeños.- Para los grandes y fibro os, dos iocisiónes semicircul!lfes en la base, diseccion ligera ayudada de la. enucleacion, dos puntos de eutura á .Jos hordes de los colgajos y aglutinantes. (1) . . omotemos este capitulo á la crítica de loa hombres de saber á nu.e tro colegas de la Academia de O.ie'ncias de la Hab~na: suplicándoles tengan á bien ilustrarno con sus conocimientos ~ pecialea acerca de una ~feccion tan poco conocida en Europa.

La af< cion c.:tual no e ·refiere á la naturaleza de ninguna

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otra af< e ·on onocidn, y si exi ten lazos reales manifestado• por h h , no son sufici nte po.ra ilu trar la cuestion relativa á 1 n turalez íntima de la af< ccion. -La sifilis no parece r 1 mar ninguna parte; 1 hérpes todavia méno ; y quizas 1e r{ uno onducido á colocar ~ enferm dad en la clase de aqu lln que n e- n a frj¡Jore, e decir, de la accion de la hum dad fría en t jtdo · incapacc de reaccionar, gracias á una aqu xi d naturnleUt e pecifica. .TI-atam · 1to.- uando la -naturaleza de una enfermedad no e tA el ro, la 1 gicn. no pued llevbrlo á uno t\ la nplicacion d~ un tra mi nto racional ;- pero alguna consideracione nos ha u guiado en ltt e n ulta que '11 m os dado á loa enfermos pr ced nt . Primero COillbatir la anemia, que ha sido constante n nue tro enferr o durante cierto período de su~ afeccion · pr p r r 1 actividad funcional de lo vasos nb orbentes por un mét.odo d purutivo uave y pro re ivo. En seguida ap_licar 1 r con tituyentes, hierro, qui~a y vino. Más tarde, cuando la conomía e t,á má robu ta, 11.dmini trar el yodo al interior n orma d yoduro, y nplicarlo al exterior obre los tumores en foruH' d ti11tura. lA compr ion d.urn11te la noche con tir s de dinquilon cu· bi rto d una capa h ra d empl to de Vigo, reune la accion químic del empl Ul y la ttccion mecánica de las vendas suficient m ntc npr tu \1 .- ambiar de profesion y escoger las ·pon n 1 ínflujo dt>l f11ío.- arobiar de clima, dejar Jo V.J\11 calient y la orilla def mar y elevarse á las alturas, en lilonde la hum dad mAs grande, pero el sudor mérÍos fáciL-Aplicar de buen grado lapa uave sobre el cuerpo.-l're- · par ione alcalina en u o eiterno é · interno.-Régimen tÓ· nico sel cto: carne asada. y vino aguado. Tratamiento quirúr,gico.-Eo - uná. afeccioo. superficial tan claramente ligada 11 un enfermedad general, el tratamiento quirúf!'co acu una abdicacion del tratamiento médico, que h ido de01a iado descuidado ó que ha llegado tarde.-tCuá1 tumores deben .cortarse? Los que. son más visibles y mb

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(1) Debemoa ad•erltr aquf que este capitulo ofrece un eetudl; much6 mú completo Y detallado de la mlemaafecc:loo que ee deecnbió eq el capitulo v, pag. J®,- trabajoa que fueron reml&idoa por el 1utor con no intervalo dem18l1do lerJO para ¡ae pndleiau Hr aproxlmecloe 6 re.fudidoa en nuo 10¡q, '

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Capitulo XII. R uucto o'IIIIPL

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ACERCA DE UNA

DE'l'ElUil:.ADA POB EL SU~O JUNTO A LA

LDSAA8 DI V.APOB, ,

o es r ro encontrur en los ingenios trab jadores de origen ;fricano, horubr s y mujere ,- que de súbi~ e vu lven impo· o p r el r to de u vida, á consecuencia de uno. parál' . 1 por lo regular. una h miplegia, que e ha de arrollado n condicione e pecinle , iempre . idéntica ó inútilmente reprobad . Duran 1 fríae noches del invierno tan mod rado en Puerlevada to-Rico • 1 la temper tura1 que sería todavía bastante p r Europa, e hace desagradable p ralo hombres lle color que trabaj n en lall plazas descubiertas, ó bien bajo cierto techot mal cercados, en donde se depo ita la caña. temperatura d sciend aquí, fuerza es convouir en llo, relativamente más que en 1 llanuras de Cuba. La causa de e ta diferencia está, sin duda, .en la vecindad de las C<?lina . m próximas y que rQdean por dos lados los valles del plaoúo. Durante esas noches fría una educcion irresisfble é ilícita atr e, i despecho de todas las prohibiciones, á los trabujadores transidos al cuarto de las calderas; vienen allí á pasar los momento de reposo que se les conceden y el auefto los vence miénttas ee abrigan contra la obra de fábrica que envuelve las , · calderu de vapor para resguardar su terpperatura: ·Este suefto, lleno de encantos, da un de pertar peno .o: jóven hay que e dur111ió 11 no de fuerzas y despertó paralitiCo. • 1d pertar, un violento dolor de cabeza los acomputltl 1m ta lo cobertizos freseos del exterior, en donde se ~eveiRn los primeroe síntomas uotables de la pa~lisis.. Tenían muc~o c~­ lor 1 ee b n resfriad?; de donde la mducCJon, en apanenc1a

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justificada por los hechos,-patilisis reumática esenci~l,-y la apUcacion de un tratamiento en conYecuencia. Pero analizando los hechos con mayor a~ncion, es preciso reformar el juicio primeramente eioitido sobre la naturaleza de esta parálieis. Los énfermos acusan dolores de cabeza al despertar, cuya intensidad y la coincidencia con la exposicion á una gran temperatura tienen un valor qu~, para esclareserse, no espera el auxilio de las influencias exteriores, de la perfrigerncion consecutiva á la salida. . de que despertaron y ántes de alejarse de la .casa de calderas si! sienten pesados, aturdidos; eus moviq~ientos no han sufl'ido aún un trastorno igual al que da una verdadera parálisis. súbita, pero Ae vé·bien, ~purando á los enfermos, que la motilidad e taba ya daftadn. desde 'ntes de la exposicion al aire frío; se movían ya con trabajo, cmn hmtitud, sin preci ion, ~in fuerza; una pierna se muestra ya perezosa, y sin embargp, permanecen de pi~ ; á menudo, ánte1 de la evi- · dencia de la. t>'ará.lisis incipiente, tienen tiempo de salir hasta · cer.c a de la máquina de moler la coña, de coger uno ó d?s brazados y charlas en la carreta que 1 lleva á los cilindros; pero en e ta actitud el brazo ya atacado revela su estado; la • cada ha caido en el carro, no ha sido impulsada -por el paciente; y si ~ te hace .algun e fuerzo con ese objeto, una pérdida del equilibrio conte"Sta á sus ,e fuerzo , ha caído: su pietna ha revelado m's claraJUente la alteracion de sus funciones: van á declarar el accidente y eu lengua es lenta en. la .fol1llacion de la~ palabras. . o pierdeq ·el conocimiento, sin embargo, y tienen tiempo de arrastrarse hasta la enfermería ánteJ que la parálisis absoluta estalle: allf, en efecto, es donde las más veces ee hace definitiva. ' . Entónces es euando se ponen en uso los sinapismos, los vejigatorios en las piernas, algunasi~eces lós purgantes, más raramente :kL expectacion. Y la pa~sis persitte permanece definitiva, auando un tratamiento inspirado por otra~ que 111 c:Íe Ja influencia del frío sobre el cuerpo caliente al exceeo, hubfera producido la !Jlfjotia ilegtltamente, si no Ja curtoiol'l ~mpteta.

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He aquí un e'emplo que hemos encontrado en una mujer de color, oerca de ayagtiez, tipo e e t género de parálisi . Eutemia, criolla, de edad de 25 a1lo próximamente, pertenec:ien&e al ingenio del Sr. D. árlos Fajardo, e una robusta mujtr de color, a de hemiplegia del lado i1.quierdo, afectando ' la vea el movimiento y la ensibiUdad. La afeccion dura deade el mes de Julio de 1 65. Confijlsa que, durante una nOche de humedad y de fresco, llevada por el suefto, atraída por el calor, se quedó dormida sobr el mur.o de ladrillo 'toado al rededor de la caldera, de de la una ha ta las cin· co de la maftana: así permaneció por e pnc~o de cuatro horas enteras, e puesta á un calor que los administradores valúan en l':oo Farenheit poco más ó móno ; 'y de pues de e ta dilacion, un violento dolor de cabeza la de pierta¡ quiere andar, s lir, pero arrastra la pierna, su pié se tuerce y da pn os en fálso: su punta e de vía hácia fuera; y toda la le iones están localizadas en el lado 'izquierdo del cuerpo. El brazo está doloroao, sucediendo lo contrario coñ la pierna que e tá inerte y ca i in ible. ale de la ca a de caldera , igue al aire libre y freeco un corto Camino de 30 pa o recoge una braznJa de caña, la echa sobre e tren que la lleva á lo cilindro , y cae. o pierde el entido los ojo se tutban, el izquierdo-está doloroao y como cubierto de una nube. Al di siguiente la hemiplegia de la vi pera n'O habin aumen tado ni disminuido. Los e flnteres h n con ervado u fuerza¡ los r~unos del tratamiento (vejigatorio , purgante de Le Roy, fricci9nee, etc.) no han prodo.cido la vuelta del movimiento. En el mee de Julio de 1 67, apo y mediO de pues del principio de la afeccion, la parilisis per iste ·bajó forma de hemi· plagia facial. Loe eefinteree orbicular, ocular y el buccinador aon lo que siempre haq sido, perfec~mente intactos. Loe pliegnet anicularee de la mano izquierda estin borrados ó muy poco marcadoe, el índice izquierdo se halla en una actitud de eemiftuion forzada, el pulgar doblado por debajo d6 loe oua&n» dtcloe. LA circuafereacia -del antebruo derecho, ' 5 ctD,iaaetlol por debajo del 'pic:ie del ol~, mide 1,19 centime-

ttos, y el dntebrazo izquierdo dañado 0,17. La flaquencia de los miembros es manifie ta y su debilidad ~davia más. La pierna dereoba, á 0,05 centímetros por debajo de la tllberosida~ de· la tibia, mide 0,25 centímetros de circunfereocia¡ y la pierna izquierda 0,24 centfmetros' en 'el n•isrrio punto. Se trs.ta · de hemorragias cerebrales que deben ser tratadas por las sangrías generales y locales, y es preciso reconocer ,la insuficiencia del método revul ivo.

Capitulo XIII.

CuERNO IlfPLANTADO SOBRE EL DORSO DE

NA HANO. -

EXTmPAOtON NO

SEGUIDA DE REP&ODUCCJON.

Los productos córneos de lo ancianos e ob ervun en esta Antilla bastante 1 menudo, iendo un ejemplo el siguiente cnso. Una mujer de 80 afio , vecina del barrio de Minillas, jurisdiccion de aba9a Grande, llevaba, desde hacía diez . años, un . producto córnéo ~ n la cara dor nl de la mano izquierda, cuya sep11racion se hif en el mes de Mayo de 1868. Practicamos un!\ incision circrlaL' al pié de dicho cuerno, que ofrecía todo el aspecto de u~ chifle, y · ~ sacó el pedazo de la piel á que estaba pegada lar iz de aqu('l. Ya en d s oc.asiones se había desprendido de ésta, que habien¡:lo quedndb'; permitió ~a mbien dos veces la reproduccion. ·La separacion se efectuó p9r l~ base del chifl(', en el punto... en que existía wut hendidura; y despues de la operacion se manifestaron al~nas placas eris~elatosnl! que se extendierctn hasta las extremidades de los dedos. El tamaño de1 chifle era de 11 c~tfmetros¡ la circunferende eu base, 8 cehtfmetros¡-punta aplaetada como 1~ de un baston 1 desvtada sobre la falange .m.édi!' del dedo anular, 1

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miéntru que 1 .b e corre pondfa al metacarpiano del medio, cere d u e mid d carpiana;--h ndidurae traneveraales n toda 1 mitad uperibr, y v rtical en la inferior. . Eatruc ra:- d pue de la n:aceracion en el rom, ee disu 1· n y d p ceo la capas superficiale de la bue; loe elementos de ' e paran como lo pt!lot de un cepillo; dibu· jánd rayas longiLudioale n las parte que quedan adheridu.-En la b , cara inferior cóncava por el pus que la m ceraba; car superior co~vexa. P o: una onza, ó ean tr inta gramo . inguna reprodu, ion. (1)

Capitulo XIV • . ' Dit. uvo y u Enero PATOLÓo r L

O

, n<~oLÓo r<:Os Y

A

ATÓanco EN

A.NIZA ION.

herida y 1 mueroo del hombre por la nccion de la electricidad sobre el cuerpo humano ño . on nras en Puerto-Rico,. en la costa, auoqu n re lidad eau much ml1s frecuentes en laa montaña . Durante diez me s hemos tenido oca ion de observarlo en LaresJ donde habíamos establecido un Ho pita] de Pobres, que bempe soatenido 20 m es con nuestros recursos personales. Al rededor de Lares pueden verse palmeras, en lae que el ' ' rayo cae habitualmente todoe Jo! añoe del vértice ' la bue: la ~palma ea agujereada; al pié del árbol ee nota un agujero del tamaño del puño, por donde se verifica la comunicacion de la electricidad de las nubes ~oa la de la tierra. Se quieo cortar el (1) T . . . - - , _ . . . _ . . . . . . _ nla Ula ele Caba, .,..lo•--& la ~--la ele ClneiM ele la Babua par loe Drel. Os. w·~alle¡.cc. (~,A..._, L X ..-,. 1 t. XD P'r· .

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árbol; pero noeo&roslo bemoli con11iderado comQ una llalvaguardia, pues eu · cafd~ hubiera expuesto la casa vecina, situada _ obre una altura A pico, propiedad de los res. Márquez, hacendadoe de Lares dedicadoa al cultivo del. café. N ueatro cole-· ga, ·el médico titular de dicho punto, noe invitó 1\ la autopsia de un nifto de color, de 8 años, que acababa de ser matado (en 1872) por el rayo. Era en el mee de Mayo; el nifto 1e 1lamaba Pedro Hernandez, de corlstitucion poco robusta; rt>sidia en el partido de Rio Prieto, y su casK se 'halleba colocada •obre la cumbre. de una.montaña, á un tiro de fusil de la palma mencionada, ,sepa ando ambas colinas un prof~ndo valle. El ¡>obre niño había nuerto de r pent ; su madre, en la miema choza, no fué alcanzáda¡ el padre y·a no vivía. El cadáver está blando¡ sin rigidez cadavérica¡ los CJl~lloe están quemados en toda In ext ns\on del lado izquierdo de la cabeza. La cara, quemada del ruiemo Indo. Al nivel del pómulo izquier falta uí1a porcion de t gumento, del tama~o de .un peso. El hombro izquierdo tnmbieu quemado, lo mi mo qué )a cadera, t'n don4e observa una h rida enrojec.ida COmO la mitad de la palnul. de la tuano. El ojo izquierdo nbi rto. Por la• narice un flujo d nngr azul y líquida sale á cada sacudida que e imprime al cadáver. Equíuto i ól r ded.or de las quemaduras. El aspecto general del cadáver, á prim vi tn, es el de una persona q'ue hll m~erto de fiebre amarilla. El utú culo temporal izquierdo, inci,rtdido, está coruo reducido á una papilla, y la bolsa fibro-ósea que lo contiene lle Italia llena de sangre fluida. ·Reblandecimient<} del cerebro y cere&lo. Los !!enoa de la .dura-madre llenos ~e" sangre fluida. La pia-madre roja y muy inyectada. El líquido aracnoideo opalino, como co"gulado há. cia lu regi<>nea e~periores y anteriores de los lóbulo cerebralea. Poca sero idad en los ventr~u)os lateral . La dos su.· tancias cerebrale cortical y cenlrAI, muy inycctudu , corno eu lu mayores cong stiouee cerebrales. Pulmones enfi ematosos. Corazon vacío. Bl endocardio enrojecido por una sangre azul y ftl&ida. Eat6ma!o lleno de alimentos vegetales, frescoe y ein

ra

1

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que el trabajo de la dige tion 1 hubi se ya tran formado.)tfuco d 1 tubo digestivo ana. Jnt tino p rfectamente sanos. Hígado azul, hin h do d sangre fluid . Ve fcula biliar casi V CÍa1 COnteniendo UD pequefta C ntidad de Un Jíquido saniO· • o· de color sanguinolento. Bazo normal. Páncreas de colo~ negruzco. Riñones cong tionado y de color negruzco. Este h cho, r unidQ á mucb otr , podrá sin duda espar- cir alguna luz bre 1 oc ion d 1 le tricidad de los nubes \ n lo órgan lido y Uq!:!.ido del cuerpo humano. He aqu1 otro h cho : En el curo del .año de '1 72, en el mes de JuÍio, D. José Mon ero labrador, que vivía n el cnn1po de la villa de Pepino, p rtido de uoja.t ca, ca ndo, de raza blanca, nacido en la Isla, de con titucion robo ta, pr di pue to á la fiebres in.termiten 1 ofr ciendo la particularidud, como antecedentes de familia, de que u padr , d pu d~ prolongados trastornos cer bral cabó por en r en un e tado de locUia completa,"'-7 lo hirió 1 rayo Em la ba e del cuello, eutre ]a espalqas;-cayó pri ado de conoci llli nto duran 7 hora en una ca a situada en el campo m di nero á lac; col ina de la juri diccion deBa. oe p rtido de Ha illo. Hemorragia inmediata por la nariz y por la boca. pe nr de la viol ncia ael golpe, se halhtba en e tado d trabajar al cabo de do me e . E te h cbo tiene· por objeto probar la inocuidad ·d e ciertos ef< cto d 1 r yo; pero no es po ible dar e oucbta de las causa~ de e a b nignidad pues u casa fné rota bajo la misma Íll· tluencia. Veamos otro ca o~ ~Ana E oafera, oltera,de i¡O año 1 natural de Trujillo-alto (Puerto-Rico), habüa en Cangr jos cerca de la capital, jurisdiccion del Candado. En la en el momento de caer un rayo, había dos mujeres y un vecino:· era elll de Octubre de 1 70, i la tres de la tarde, ~n un lugar en que más de una vez habian caído· ra os durante cortas tbrmentas: al fin de una de ellae estalló el rayo obre la ca a: una de las mujeres fué muerta! el que ia habitaba fué_ echado por tierra, despues

se levantó con una violenta

cefalal~iÍ,

y la

3~ s~.ftora fué

tam-

bi~n echada por tierra sin ~onocimieuto por espacio de diez

r

mmutos. En seguida se despertó revolcá,9dose y gritando como una locl\j se levanta, su cabeza permanece inclinada hácia la.izquierda, el bllazo izquierd inmóvil, punzadas en estas dos regiones é hiperalgesia. DolQr en .ambos ojos, el izquierdo co· !orado, la sien de1dicho lado con los cabellos rojos, máa eriza- · dos y más frágiles que ~el o esto. La piel de la sien seca; al tacto, más todavía que á la vista, se creerfl\ reconocer una membrada tostada'; aratiazos sobre el antebra~o izquierdo. Los m~culos de ·la espalda, del lado izquierdo, están como·rJgidos y sahentes. Toda la mitad izquierda de la nuca 11e halla dolorosa al .tacto y espont~neamente. Fotofobia. Sordera. Estreñinilento. Ha VC'mitado, el día mismo del rayo, dos veces los restos de los alimentos. Respiracion corta. . Palpi~cíones. aél corazon, y sin embargo lentitud del pulso. -58 pulsa<lÍ'ones arteriales por minuto. Suspensioo de los sudores, que eran habitualmente considerablés. Insomnio. , Necesidad de usar ·el op~o para obtener el sueño. Todos los signos de una congestion crónica de los cerltros nerviosos. Conservacion i:le un_ estado manifiesto .de eretismo de todo ' el aparato nervioso. 1' . . DEL TOMO l.

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INDI EDEL TOMO' l. • r

FE DE ERR.A.T P'f.

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17 79 1

2 121 138 147

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In diera In di esa Aru · Azu néuro it1 necr6sia boca roe {1867) (1 73) abrir abril anormal normal c:liapot1icion desaparicion ramos va o flegmástica flegmásica vid o. herida anfractua a anfractuosa lo. resudacion por la resud!!-CÍon 280 libras 2 libras

27 1 . 15 1 nte penúltima 31 penúltim an 20 20 5 25 y 26

.

23

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6

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Da!noAroau.s...... .. .. ..... .. ... . .. .... . . .......... . ..... .... ..... .. 5. lNTRODUOOI~.;-Puent~e en que ha tomado el autor lbs datoe IJIOeaariot pa.ra el estadio de la Patolog!a do la Isla de Puerto-Rioo•. -Oaeu'boepltalarias p2¡r 61 eetablecidae.Enfermedadee que más comunmento so observan, y eu•· · · condicion~s et.iológloas... .......... : ..........•...... .... .... : ... .. . 7 CAPITur.o -Relaciones entre JI\ 'fopognl'la y la Patologla do la isla de Puerto·Rico .... ... ........ ......... .. .. . :.......... ... · 15 C.H'lTULO H .-Del mogalof\almo, del microftalmo y ol anof. talmo en relncion con el bocio, las afecc;ionoa crónicas y org,nicaa del corazon, de las nrticulaci.oncs y del útero •• 26 - Megalo/Utl"!(!-considorado como. ofocto de la localizncion del renmatiamo. - l R Obaorvaoion de un caso: coincidencia de síntomaa onrdíacoa, cuerpos tll>ro~os del útero y es&erilidad¡ nu.aenoia de booioi-2? Caao do leeiones artioularea, anouriama disecan te de la aorta todoica, tumor 'tlbr~o del útero, aln booio.-8 9 Vaso do bocio con alteracionea y fenómenos cardíacos, pero 11in mega• lofl.almo.---4? Tumor tlbroao del útero, mogalof\almo inoipionte.-ParaleiQ entro loa dos ojos éntee y despues del doearrollo de diobo tumor.-Diagnóatico generat-Diagnóetico eepecial dO. loe ~mores fibrosos del útero . . .... .. . _:..Microftalmo:-observ~Óion de ojos poqueftoa y cónicos ligados ' la diátesis reuutática .. . ... •..... .... ........•.. .... 44 - ..flloJ!al~na:-cuo de monetruoeidad po ~rto de' las ór- · bitaa y de laa eztremldadee ioforlóree ........................ .. 48 . -Oo~~eltllioltll de la :Memoria .... .~ .................................. . T9 C.utTULO m.-Indioaolones y oontrai~dioaoiones de la extirpacion de loa cuerpo1 fibrosos del úter? en Ju mujeres de

:~~~-~:~.~;-~- ~~-~~- .~:~~i-~~~t~ ·-~-~~-~~~~~~ -~~~~:

- Ouorpoa lbroaoa múlUplee 1 podlcullaadoa en uu mujer de oolor atrioana.-B.emorragiu uterlnat.-Solloitaolon a~i&nw pa.ra J)bwner la extirpaofon.-Clontraindie&cionea:-Kaerte a6blta: rupt11ra de una arteria¡

·¡.

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• 1

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SlT 115 118

PAOilUI.

,apopleg{a en la cavidad do\ perioardio.-Autopeia: rup· tora de 1 rteria pulmonar en IIU origen¡ con6rm ion de la hemorragia inlraperioárdica: nnouria•a di8ecanto do Jo aorl& tol'áoioa; conftrmacio e la pro encía d cuerpos ftbi'OIOI m(l\l.iplea pediouli&ndo ¡ exi lencia do dos placenW, una d 1 pedloulo y otra do\ útero, p11ra alimentar la aaculariaacion de< ~o mor mt\ grnnd .-Edad de Jos uerpoa fibro os del M ro.catot ri emo pnlvio del útero. . . . ......... . ...... .. ..... .. ..... .. . .......... .. 64, 70, 72, 76 y 79 - nalomiA p tológica do IJ rodilla en lA " iorna gamb11 da'' de lu personas de color .............. .. .................: ..... !1 -Ca o do ovariotomia, con moti vo do un quieto onormo d .11 ~11011, multilocuiar, punciol)ndo lr inta y n ove vccM. 5 -ConclJUiol\e& de la omoria: contraindicaciones para In extraccion de Jos cuorpQ libro os, fundadas on lo ruido~ do aop\o aórtico ..... .. .......... ... .... . . .. .. ... .. .. . .. .. .. .. .. .. .. . 9 -Indicaciones y contraindicacionca sacndns do la xploraion de la cavidad uterina .... ................. .:................. 9 -Signos probables de la edad do Jos tomorc fibrosos ot . rinoa ..... ,.. ............... ............... ....................... ... .... ... 90 .-:.sitio 'do eleccion para In exciaion do dichos ouol)pos.. .... .. 90 -B.Igno de ruptura do JanrLorin pulmonnr ............. ...... 92 - lguno ignos de anouri ma di eoante..... .... .. .... ...... ... 92 --Aproximacione entre Ir. artritis crónica do In "pierna ga~bada," la angiocardllis crónica y la patogonia do los cuerpos 6broaoa .... .... .:.............. .... ...... .... ................. 94• CAPITULO IV.-Pal'l\lelo cnt.ro el pian 6 las bubas do loe nogtoe y la lfili do loa blancos..................................... . 9.'> -Cuadro do diagnóaliccr diferencial. ................. . ... ..... ... 100 CAPITULO V.-.Erupcion de tumores\enti cn\~ros y pi iformca, cutáneos y auboutánoos, generalizados y conftuontes, acqmpdada de luxacionea de ciertas extremidades. 102 y 274 'A.PITliLO VI.-Comparacion de loa infartos gangl onarcs lin· fá~icol en lu doe ra&a~ .............. : ·............ ~... ............... 104 -Oudro de ainópsia diferencial. .............. .'...... . . .. .... ... .105 O.a.PITliLO Vll.-loveettgaclonea acerca de la atrofia y de la bipertrob ~ el punto de vista do la elefan\iáaia del eecroto.-lA a.queowmia, aualndicac\onea, contraindioa.cionee 7 oonaecuenciu ..................... .............:........... 106 -Fiiciea del eafermo en la elefantiúia del escroto............ 109 -Bvoluoion ele la el~nt.iMI• de loe 6rganoa genitales ex""oa,.......................... ,.. . ................. .................. 110

iJDaoion ele.._.....~ vida hit 'terin• .................................................. . -De la raclo$ espontánea áe la eleft\ntlt\als ................. . - Métoclo de la éoinpreslon y e \na ínclslonea múUiplee: s1111 ventaju demoa\radaa por la analogía ....... ............ .. --De la oaqu tomla sin reeidlva ............... , .................. . -Joll\lflcación do Ja 'recidfta verificada aítn deap11e11 de la . . . <les\~ucclon ppr gangrena do ~ 8 colgajos oonservadoa.Varledad cscrofulosa;....... ~ ... .................................. . -Justiflcacion de dos osqueotomias· con reoidlvas.-Vari&dados esorofu osa, Y sifil!tica ... . . ....... ................... .. -Dingnóstico ifer.oncial entre la elefancín esencial y la esorofulosa .. ,r....................................................... . -Curaoion de la elefantiásis.-De la homoatuia por medio do su'tÚ~a preventivas.: .......... ; . .'.................... .. .... : -Ooncltuioilés de la Memoria .. , ... .......... ::.. .'.. .............. CJAPITULO VIII. Variedades annt~micas de la elefantit\eis y .alguna de sus pnrtico\nrldndea e~: Poerto-Rioo.-Obaervncionos ............................... ; ................................ . CAPITULO IX.--Dp la elefantiáeis on general y eomparada en ambos soxos de las oporacion.oa que reolam~, y Ol!<llleO· tom!a dé un umor monstruoso en la mujer .............. : .. . CAPITULO X.-Io Óstigaoionos sobre la llO·HCidf'Va deapuell de la amput~cion de'loe tumores el ftoltMloa, ............ . • -Leyes relatiyas á la recidiva., ............................ . -De la termi1.ao.ion.de .diohos t.bmorea en relaoioli con la recidiva: uietodo natural, alempre eomplew, de cura· oion eepo ea.-Bdad de loe mlmaoi!,......... . . ...,. ....... . -Fuaion p enta de loa t.ummee elet'a"' ! ............ .. -;-De loa a more urinarios fl8t.a101011 i con enola dt la

Joe 1

. ,..

-~:~::111~~- ~~ ·¡~·~;,:~;¿¡~~· d± ·);...

. ....... ".,~¡;;;;·;~~

eintomaa, 7 ca delaa iu--onea -Jlétodo o, )' anatouda 111 rea lltulo.dl narl

-Fórmul• dei m6todo o,_.&t&il -Cuoe

n . qa •1

probal»l• la

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126 128

182 140

168 170 177

180 182 191

209

285 2~2

1~6

' 267 2511

2fl

188 184


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•erdadero valor ......- .... .. .................. , ............... . 266 -~uo• de elelantiá llateral; y iateneia del bidró269 . o le elefa ioo .. , algunuob~ri¡eDCI 3TI ""aoione l -lnuon enientee de 1 -Diferent.ee formae rliat.éllio A.Prt LO XL- De una -.r. ooion poco onocida, qoo so 01\á ipclinado' oalitlcar d .Mollv cvM .-Rareaa d(olla y dOIIripcion sumaria.... .... . . . .. ..... .... .. .... ....... .... : ............ . 274 _,.gTDpamiento de hecho y dtr lesione .... ... .,. . ... " " l ' ". 276 - orma• conlluel)t.e y di orotae ....... , . .............. ...... .. . 277 -'rNll grupo o la e'\'oluoion de eatoa tumor e... .... ... .. . . 278 - ·nftuenoia dial · ica y ' Lio an ~tó m ico .... ...................... .. 279 4inoi e ocia. de fa luxaciones nrtloolares y 1 mollasm. . . . ........ .. ..... .. ...................... : ...... ... ...... . .. ....... . 281

-j::~:a t~C: e~:i: n i:l ;·~r~;;¿..~~-~~- d~·¡~-~~,:~;~od~d~: 0

-Jiarcba y duracion .... .. .............. .. .................... ........ . -Oao aay natura\er. ......... .. ~ .... ... .... .... ...... .... .. ... : ..... . . -'Jlratamionto mbdico y quirúrgico .. . .. .. .. ....... .. ......... .. APJ'I!llLO lU.- Refutacion de la opinion admitida en loe1n · ... ioe ac roa de una hemipl gia de lo11 negros determi· na~a por el so llo junto tl la cald era de vapor.-Obtf!&eion .. . : ·.................. - ............... ... ........ .. .. .. · · · CA PI Xlli.-Ob aoion d'e un cuerno implantado en el ~no efe una m no, extirpado sin re¡írodoccion ........... . O.u1T11LO XIV. ray9 1 eoe efectos patológicos, fieio16giooe y anat.ómicoe. ervaciones .. ....... ..... .... ....... .

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282 287 802

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UERTO -RICO, POR. EL

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Ur .. en 'Medicina 1 Cirugía de lu de Pan• 1 el 0 u-Módleo ln\erpo 1 Jere de Olllliea de la prlmeoa, lanrea4o: '";: ;feea· ooo 1 <\ primer frelblo 1 de dicha Faenltad con la 11 mene .,,..Qatedr'tleo agrepdo d.e la de EetrabufiOI Co.-t~n e : .. • rnu~• para el totudio de la fiebre amarll.l.• en Vencrn!::;:;.:.,leded poneal de lu A.eademiu ~· Ci oolu de ){4,¡!<:0 1 ~ 4e' or &1 )';eonól1liea do Puert4'Rieo¡ Caballero de la '

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