Periódico Arte Al Límite Nº 88 Diciembre2012

Page 12

Crí ti ca

Crí ti ca

Por Enrique Solanich S. Magíster en Teoría e Historia del Arte y Estética . Miembro de AICA.

La aventura geométrica de RAMÓN VERGARA GREZ Retrospectiva en Santa Rosa de Apoquindo. »Fotografías cortesía de Centro Cultural de Las Condes.

P

ara los inicios de la pintura geométrica en América del Sur se consignan dos figuras consulares: el uruguayo Joaquín Torres García (Montevideo 1874-Ib.1949) y el argentino Emilo Petorutti (La Plata 1892 - París 1971). Sus prematuras andaduras por las vanguardias revelan sus consistentes aprendizajes y filiaciones, presagiando, además, las secuelas y regueros que diseminan en sus tierras natales, de costas en el Atlántico. Uno, Torres García, asentado primero en España en 1891-, recibe luego en París, en el decenio de veinte, los influjos irresistibles del futurismo y el cubismo que lo empecinan en la opción abstracta, decisiva para articular una iconografía de signos breves y esquemáticos de lectura directa y fácil, más, apropiada para la comprensión del universo. Son la base de su ideario que urde tradiciones con modernidades visuales rotulado Universalismo Constructivo. El otro, Petorutti, becado durante once años, entre 1913 y 1924 en Europa, se impregna seguro del cubismo sintético y del futurismo, estadios que le impulsan a un proceso de abstracción en el cual la representación obvia se muta en imaginerías deudoras de la pintura metafísica y surrealista. Sin dudas, entre las muchas cunas de las que son deudores, la obra visual y el pensamiento de Vasily Kandinsky (Moscú 1866 - Neully 1944) son terminantes, resultando para ambos claves los escritos De lo espiritual en el arte (1912) y Punto y línea frente al plano (1926), meditaciones severas sobre la naturaleza del arte y la pureza de la forma plástica que elabora el paladín de la abstracción. Retornados en los años treinta a sus países, se abocan a difundir y propagar las vanguardias asimiladas. Desde diversos frentes que incluyen la docencia, escritos y responsabilidades directivas, extienden puentes, participando de un común denominador y maná estéticos como el constructivismo geométrico. En Chile es Ramón Vergara Grez (Mejillones 1923 - Santiago 2012), el introductor que guía en profética tarea una cohorte de pintores agrupados en el Grupo de Arte Moderno Rectángulo (1955), precipitando la aventura de “realizar un arte eminentemente conceptual, como reacción a la actitud emotiva y sentimental constante de las artes plásticas […], en Chile, según reza

12

• Vergara Grez, autorretrato.

un histórico catálogo del movimiento, legado dieciséis años después, en 1971. Una muestra suya –apelada de gabinete-, se exhibe en la Casa Museo Santa Rosa de Apoquindo. Caben trabajos desde los años 1950 a 2001 y en su concisa puesta en valor, entrevé la tamaña obra que Vergara Grez acomete a redropelo del expresionismo abstracto, el neo-dadá y, ni que decir tiene, los variados realismos, opciones hechiceras brotadas en las medianías de la centuria precedente. Una naturaleza muerta de filiación post impresionista; otras pocas en la vertiente metafísica; sumados cinco retratos -incluido el propio-, se unen a muchas piezas restantes, de formatos mayores y volubles diseños que dan la progresión exacta de un macerado repertorio morfológico. Estas selectas pinturas constructivas, elaboradas sobre la base del uso de líneas rectas horizontales, verticales u oblicuas tanto de curvas abiertas o cerradas, de cromatismos acotados, planos y netos, patentan su indubitable aporte. Un examen a su producción –de resonancias más que obvias y genuinos complementos personales-, evidencia sus abogaderas por la geometría andina, propósito por él cumplido a cabalidad, más allá del maremagno estilístico que su talante empeñoso vislumbrase en aquella puesta al día de la plástica criolla.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.