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Agorafobia, una palabreja tan extraña como lo que define. Todas las personas sentimos ciertos miedos, paranoias, o manías, que nos caracterizan y limitan nuestras experiencias de vida. Uno de los mejores ejemplos es el de las personas que tienen TOC (el famoso Trastorno Obsesivo Compulsivo), ya que esas supuestas “manías” o “tocs” provocan que tengan que prestar atención a ciertos elementos, normalmente asociados al orden, al sonido o al color, para que su mente les deje seguir tranquilos con lo que estaban haciendo. Comprobar todas las puertas y ventanas antes de ir a dormir, colocar los vasos por tamaño en la alacena… En la serie The Big Bang Theory podemos ver que Sheldon, uno de los protagonistas, NECESITA tocar la puerta tres veces y decir el nombre de la persona a quien llama antes de que le abran la puerta, y si le cortan antes su ritual, lo dice en voz baja para terminarlo y no quedarse a medias.

El TOC lo conocemos bastante bien. Sin embargo… ¿qué pasa con la agorafobia?

 

Empecemos por el principio

La agorafobia se define como un tipo de trastorno de ansiedad ocasionado por un temor terrible a los espacios abiertos. Pero no por el hecho de ser un espacio público o al aire libre, sino por poder sentirse atrapado, avergonzado o indefenso en este tipo de lugares. No se encuentran en su refugio donde se encuentran a salvo, normalmente en casa o en los logares que suelen frecuentar, como la casa de nuestros padres, hermanos o abuelos.

No existe un origen claro de este fenómeno, ya que cada persona es un mundo, y es necesario analizar diferentes variantes para intuir su procedencia. No obstante, es posible convivir con la agorafobia, aunque pueda parecer todo un reto para la persona que lo sufre, especialmente al principio.

Los síntomas que suele presentar una persona que siente agorafobia son el miedo a salir de casa sola, rodearse de grandes multitudes, los espacios cerrados como el cine, los ascensores o incluso tiendas pequeñas, y el uso del transporte público. Como dijimos, también se puede tener miedo a ciertos espacios abiertos porque la persona no se siente segura, como puede ser un concierto al aire libre, los aparcamientos o un puente.

 

¿Por qué se relaciona con la ansiedad?

Cuando una persona que sufre agorafobia se siente atrapada, agobiada o aprisionada en el lugar en el que se encuentra, no tiene un ataque de agorafobia: tiene un ataque de ansiedad. ¿Causado por la agorafobia? Si, pero no nos vamos a ver a esa persona teniendo reacciones muy diferentes a los de la ansiedad. Además, normalmente esas personas se suelen sentir culpables de su situación, por lo que, para seguir adelante, se las debe tratar con ternura y comprensión, para ir dando pasos juntos hacia el enfrentamiento de la realidad.

Por otro lado, existe una parte de la población que, además de agorafobia, sufren ataques de pánico, con los que se tiene ataques repentinos de un miedo extremo en cuestión de minutos, y donde se siente que se pierde el control o que se está teniendo un infarto. Los ataques de pánico pueden provocar problemas para respirar, una aceleración del ritmo cardíaco, mareos, dolor en el pecho, malestar estomacal o diarrea, y excesivo sudor, aunque siempre dependerá del caso.

 

¿Es posible curarse?

No es que una persona se cure de su agorafobia, sino que aprende a convivir con ella. De hecho, no se puede evitar la agorafobia eternamente, ya que la ansiedad tiende a aumentar, así como los lugares y situaciones que provocan malestar. Por esta razón, es habitual que, para ir superando las situaciones de pánico o ansiedad, uno de los primeros pasos es solicitar que le acompañen a ir a esos espacios que causan temor. Muy probablemente también se opte por buscar ayuda profesional, ya que un equipo de psicología posee la formación y conoce las técnicas necesarias para apoyar durante el aprendizaje de la gestión de la agorafobia.

Al igual que la mayoría de trastornos mentales, es importante buscar ayuda lo antes posible para saber cómo actuar, puesto que, de lo contrario, las situaciones de ansiedad suelen agravarse.

 

¿Han aumentado los casos de agorafobia a raíz del coronavirus?

Un rotundo sí. Las medidas de confinamiento tomadas para erradicar la Covid-19 ha ocasionado muchos daños en la salud mental de la población, aunque no sea algo tan oído. El miedo a contagiarse si se sale de casa ha sido uno de los motivos más frecuentes para el aumento de la cantidad de personas que sufren agorafobia. Como dato curioso, estas cifras fueron altas durante el 2020, pero lo fueron aún más en el 2021.