La Agrafia por Daño Cerebral Adquirido

Uno de los trastornos del lenguaje menos conocidos es la agrafia, todos hemos oído hablar de la afasia y la dislexia que son los más comunes. Pero también hay otros, menos conocidos, como la alexia, incapacidad para leer, y la agrafia.

La agrafia se define como la pérdida, parcial o total, de la capacidad para escribir derivada de cualquier tipo de Daño Cerebral Adquirido (ACV, demencia, tumores cerebrales, TCE…).

Normalmente, es un trastorno del lenguaje que viene acompañado de otros como la afasia,la alexia o la apraxia. Es muy raro que se den casos de agrafia pura.

La escritura es un procedimiento complejo que requiere de muchas habilidades en las que no reparamos, ya que para nosotros es un proceso automático y no nos provoca ninguna dificultad. Escribir supone:

• Un conocimiento del alfabeto
• Habilidad para convertir los fonemas en grafemas
• Un conocimiento de los códigos del lenguaje
• Habilidad para realizar movimientos finos

Existen distintos tipos de agrafia:

• Agrafia Afásica: Se produce una distorsión de la palabra escrita. El sujeto comete muchas parafasias, de distintos tipos: por omisión («Cuato» en vez de cuatro),  por inversión («Ramo» en vez de Roma), repetición («raro» en vez de raso) o por sustitución de letras («Rota» por Rosa).
• Agrafia motora o de Broca: Se suele producir debido a que la lesión se produce en el hemisferio cerebral izquierdo, esto conlleva a que en la mano derecha, habitualmente dominante, se produzca una paresia que le impida poder realizar movimientos finos. Por ello, los pacientes diestros tienen que aprender a escribir con la mano izquierda, con todas las dificultades que supone.
• Agrafia apráxica: Como en todo tipo de apraxias, la persona afectada se ve afectada la capacidad para realizar movimientos voluntarios, con lo que tendrá muchas dificultades para trazar las letras.
• Agrafia espacial: Muchas veces el daño cerebral adquirido causa problemas de percepción y orientación. En este caso la escritura se ve afectada porque el paciente no calcula los espacios, superpone letras o palabras…

Al evaluar la escritura de un paciente debemos tener en cuenta cuatro áreas:

1. Escritura automática: consiste en que el paciente escriba trazos o palabras que tiene consolidados debido a que los ha realizado de manera repetitiva y, por lo tanto es probable que  permanezcan intactos aún después de una lesión cerebral, ya que los tenía automatizados. Por ejemplo la firma, o la escritura de los números del 1 al 10.
2. Debemos medir la integración visomotora y valorar las alteraciones en la atención y en la percepción visual, tales como omisiones y sustituciones de grafías o de palabras.
3. Dictado: para ver si el paciente presenta dificultades en la integración auditivo motora y en la discriminación fonológica. Hay que analizar si existen omisiones y sustituciones de grafemas, además de faltas de ortografía graves en personas que no cabe esperar.
4. Escritura espontánea: le proponemos un tema al paciente y él debe escribir un texto relacionado. Así podemos valorar la coherencia del discurso, la imaginación, la capacidad de síntesis, la estructuración morfosintáctica.

El tratamiento de las agrafia es complicado, ya que normalmente viene derivado de un trastorno mayor como la afasia o la apraxia. Así que debemos tratar la lesión cerebral en su conjunto, desde el neurólogo con la medicación hasta el neuropsicólogo con la rehabilitación. En el caso de que la agrafia sea pura el logopeda sería el profesional adecuado para su recuperación.

Jaime Naranjo Alcaide. Neuropsicólogo

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